Dinastía XVII (c. 1650–1550 a.
C.)
Tebas: corazón de Egipto
Tras la
derrota sufrida por los reyes tebanos de la XVI, los hicsos de la XV ocuparon
su territorio durante un periodo de tiempo que se ha considerado hubo de ser
muy breve. Pero bien por el abandono al que se vieron obligados por la
necesidad de hacer frente a las incursiones hurritas que por entonces se
llevaban a cabo por tierras de Canaán, de una mayor importancia estratégica
para ellos, bien por su posible expulsión, con su salida de Tebas se inicia una
nueva dinastía faraónica: la XVII dinastía egipcia.
XVII Dinastía de Tebas y Ombos, Reyes del Alto
Egipto. (1550 al 1550 a.C.)
·
Los Hicsos someten el Bajo y
el Medio Egipto, desde el 1649 a.C.
·
El Nomarca de Tebas se rebela
contra los Hicsos y funda su propia dinastía, en el 1649 a.C.
·
Los Hicsos sojuzgan a los
egipcios tebanos y les obligan a pagar tributo por su independencia.
·
Rahotep ó Sekhemrewahkhaw,
Rey del Alto Egipto, hacia el 1650 a.C. aprox.
·
Intef V, El Viejo, Rey del
Alto Egipto, durante unos 3 años
·
Antef VI ó Sekhemrewepmaat,
Rey del Alto Egipto, (periodo de reinado desconocido)
·
Antef VII ó Nubkheperre, Rey
del Alto Egipto, (periodo de reinado desconocido)
·
Intef VIII ó
Sekhemreherhermaat, Rey del Alto Egipto, (periodo de reinado desconocido)
·
Sobekemsaf II ó
Sekhemrewadjkhaw, Rey del Alto Egipto, ( periodo de reinado
desconocido )
·
Thuty, Rey del Alto Egipto,
durante un año
·
Mentuhotep VI, Rey del Alto
Egipto, durante un año
·
Nebiryerawet I, Rey del Alto
Egipto, durante 6 años
·
Nebiryerawet II, Rey del Alto
Egipto, (periodo de reinado desconocido)
·
Semenmedjatre, Rey del Alto
Egipto, (periodo de reinado desconocido)
·
Seuserenre, Rey del Alto
Egipto, durante 12 años
·
Shedwast, Rey del Alto
Egipto, ( periodo de reinado desconocido )
·
Intef VII, Rey del Alto
Egipto, durante 3 años
·
Senakhtenre, Rey del Alto
Egipto, (periodo de reinado desconocido)
·
Sekenenre Taa I, El Viejo,
Rey del Alto Egipto, hacia el 1633 a.C.
·
Sekenenre Taa II, El
Valiente, Rey del Alto Egipto, hacia el 1554 a.C.
·
Comienza la guerra entre los egipcios
y los hicsos, en el 1554 a.C.
·
Los egipcios emplean por
primera vez carros de guerra y caballos; el Faraón muere en combate.
·
Kamose ó Kamosis, Rey del
Alto Egipto del 1553 al 1550 a.C.
·
Los Egipcios toman Buhen y
derrocan a los faraones Kusitas nubios, durante su reinado.
·
Los egipcios expulsan a los hicsos
del Bajo y el Medio Egipto, hacia el 1553 a.C.
·
El Papiro Mágico de Westcar,
confeccionado a finales de este período.
·
Unificación del Alto y el
Bajo Egipto, en el 1553 a.C.
Reconstrucción ideal de la ciudad de Tebas.
Efectivamente
se desconocen los motivos de su salida, y de las razones por las cuales se
retiran, no ya de esos territorios del Alto Egipto que pertenecían a aquél
reino tebano, sino también, de una gran parte del Medio. De tal manera que ese
repliegue les lleva a abandonar todo territorio al S. de la ciudad de
Hermópolis Parva (actual el-Ashmunein), o quizás Cusae (actual el-Qusiya),
conduciendo por lo tanto a que los tebanos se hicieran de nuevo con el control
de su área geográfica, pero también y por la desaparición en manos hicsas de
los dinastas de Abido (Dinastía de Abido), de la franja territorial que
aquéllos habían administrado. El resto entre el límite abidense y la ciudad de
Hermópolis (o Cusae), parece fue mantenido por pequeños príncipes locales
fieles al poder hicso. Para los tebanos, su límite N. quedó marcado en algún
punto sin determinar de la región abidense, y el S., no ya hasta la ciudad de
Edfú como lo fue durante la XVI, sino que se llegó a extender hasta la ciudad
de Elefantina aún más al sur.
Desgraciadamente,
y al contrario de lo que sucede para otras dinastías del II Periodo Intermedio,
para las labores de reconstrucción dinástica de esta, no es posible utilizar el
Papiro Real de Turín por cuanto la parte que es de prever los citara no ha
llegado a nuestros días, aunque sí y con más o menos fortuna se ha logrado a
partir de otros documentos o fuentes arqueológicas de la época. Gracias a ellos
sabemos que el fundador de la dinastía fue el rey Sejemrauahjau-Rahotep, mencionado en la Lista Real de Karnak, y en
apenas varias estelas en las que se habla de labores de reconstrucción en los
templos de Osiris en Abido y de Min en Coptos. Tras él, le sucedió un no menos
desconocido rey Sejemrashedtauy-Sebekemsaf
(I), quien continuó similares trabajos de reparación, y a juzgar por las
muchas evidencias posteriores, una práctica que continuarían la totalidad de
los reyes egipcios que les sucedieron y así paliar en lo posible la destrucción
y pillaje al que hubieron sometido los hicsos a templos y necrópolis durante su
ocupación.
Al efímero
reinado de Sejemraupmaat-Intef, y
ante la carente descendencia de éste, le sucede el de su hermano Nubjeperra-Intef. Este rey nos es
especialmente conocido por uno de los
"Decretos de Coptos", según el cual sabemos que en el 3er. año de
su reinado se cometió un crimen en el templo de Min en Coptos, en el que además
de sentenciar al culpable (un alto funcionario civil y religioso local),
algunos autores han querido ver una posible existencia en la región de otros
reyes junto al tebano y con ello, la fragmentación del poder.
Pero si
bien esa posibilidad no puede ser del todo descartable dadas las importantes
lagunas documentales de este II Periodo Intermedio, es bastante improbable que
fuera así por cuanto la frase, "En
cuanto a todo rey del Alto Egipto, en cuanto a todo jefe que se muestre
compadecido hacia él, no podrá recibir la corona blanca (del Alto Egipto), ni
ceñirá la corona roja (del Bajo)...", más bien lo que
pareciera querer dictar no era sino una ejemplar sentencia ante un asesinato
sin duda grave (aunque no se señala cual), convocando de manera simbólica, a la
vez que solemne, a la mas altas jerarquías del "Alto y Bajo Egipto" para que su sentencia fuera
ejecutada. Una razón para pensar que eso fuera así, está en el hecho de que el
rey tebano y en ese supuesto, no hubiera podido tener potestad alguna en el
Bajo Egipto por cuanto era territorio hicso y escapaba a su dictamen, sino muy
al contrario, era él (y todos los reyes tebanos que le siguieron hasta bien
entrada la dinastía) quien debía someterse a la autoridad del poder hicso de
Avaris.
A este rey
tebano le sucedieron un grupo de reyes de los que apenas se sabe continuaron la
práctica constructiva de sus antecesores, así como de diversas expediciones al
Desierto Oriental, todo ello en un clima de paz con sus dominantes vecinos
hasta que en el reinado de Sequenenra-Taa
(Qen), "El Bravo",
parecen observarse los primeros síntomas de conflicto. Uno de ellos nos viene
señalado en un documento de la XIX dinastía conocido como "Papiro Sallier I", en donde el rey
hicso Aauserra-Ipepi le hace saber
al "Príncipe de la Ciudad del
Sur", Sequenenra-Taa (Qen),
de las molestias que le originaban los bramidos de los hipopótamos que al
parecer el tebano mantenía en un estanque de la capital, seguramente para el
arponeo ritual al que se veían sometidos tales plantígrados.
Independientemente
de lo extraño de tal queja, estando como estaba la residencia real hicsa a tan
gran distancia de la tebana, es probable que este documento no señalara sino el
inicio de unas desavenencias religiosas por ser precisamente ese animal una de
las representaciones de su deidad adoptada por excelencia, el dios Set.
Desgraciadamente no se ha conservado la parte final de ese documento, y por lo
tanto, el devenir de los hechos, pero el hallazgo de la momia de Sequenenra-Taa (Qen) con unas importantes lesiones cerebrales seguramente
producidas durante algún combate, ha hecho pensar que tras ese relato se
esconda un generalizado conflicto del que este rey acabaría siendo su primera y
más importante víctima. Fue por quizás ese acontecimiento, el motivo por el
cual a su esposa, la reina Ahhotep (I), le tocara desempeñar importantes
funciones militares en aquéllos momentos, como así queda demostrado al
concedérsele el notable "Collar de
las Moscas", la más importante distinción militar egipcia.
Le sucedió
el que fuera probablemente su hermano Wadyejeperra-Kamose,
y según nos señala la llamada "Tablilla
Carnarvon I", aún a pesar de la negativa de sus consejeros, quiénes no
deseaban el enfrentamiento con los hicsos, Wadyejeperra-Kamose,
no satisfecho con compartir Egipto con kushitas e hicsos, además de por los
sangrantes impuestos a los que les sometían estos últimos, decide desoírlos y
continuar aquéllos combates en la búsqueda de la definitiva expulsión asiática.
Así, con su ejército "medya"
y una poderosa flota naval, se dirige hacia el norte camino de la capital hicsa
y ocupa los territorios de Bahariya, Cinópolis, Gebelein, Neferusi y Per-Shak,
por entonces defendidos por pequeños ejércitos locales fieles al extranjero. Es
en ese contexto cuando según la "Segunda Estela de Kamose*", un heraldo del rey Aauserra-Ipepi que se dirigía al Reino de Kush, es interceptado en
el Desierto Occidental y conocidos los planes del hicso. Estos no eran sino
conseguir que su aliado el rey de Kush se sumase a la contienda y atacara a los
tebanos por el sur para así debilitar su posición norte: "...! Ven hacia el norte !. No
temas. Mira, él esta aquí en mi poder. No hay nadie que se alce contra ti en
este Egipto. No voy a permitirle el paso hasta que tú hayas llegado. Entonces
nosotros nos repartiremos las ciudades de este Egipto y nuestras dos tierras se
alegrarán...". Pero ello no le detuvo y continuó con su
objetivo de alcanzar Avaris, aunque no lo consiguiera a pesar de las
informaciones que parecen desprenderse de su "Segunda Estela", por
cuanto en su 3er año de reinado éste desaparece (es posible que muriese en
algún combate), y hubiera de ser su sucesor, Nebpehtyra-Ahmose (I), quien en el año 11 de su reinado ocupase su
capital de manera definitiva tras vencer a las tropas de Hotepibra-Jamudy, para posteriormente, y tras asaltar la fortaleza
de Scharuhen en Palestina, en donde se habían refugiado, perseguirlos hasta el
río Eúfrates. Posteriormente atacó el Reino de Kush, y colocó al frente de la
fortaleza de Buhen a un "Virrey de
Kush" a quien encargó velar por la seguridad de Egipto en el sur.
Con la
expulsión hicsa por parte de los gobernantes de esta breve dinastía, se ponía
fin a la dominación extranjera en Egipto. Un prolongado y convulso periodo
histórico tras el cual se generarían, aún más si cabe, los profundos
sentimientos patrióticos de los egipcios que acabaron por desembocar en la
formación del renovado estado egipcio de la XVIII dinastía. El II Periodo Intermedio
ha terminado; el Imperio Nuevo comienza.
Nombre común
|
Nombre
|
Comentarios
|
Reinado
|
Años CRT
|
Intef
V
|
Sejemra Upmaat - Intef
|
c.
1625-1622 a. C.
|
2 años
|
|
Rahotep
|
Sejemra Uahjau - Rahotep
|
Los
hicsos abandonan Tebas, de nuevo vasalla
|
c.
1622-1619 a. C.
|
3 años
|
Sobekemsaf
I
|
Sejemra Uadyjau - Sobekemsaf
|
c.
1619-1603 a. C.
|
16 años
|
|
Dyehuti
|
Sejemra Sementauy - Dyehuty
|
Se
funda la necrópolis real de Dra Abu el-Naga
|
c.
1602-1602 a. C.
|
1 año
|
Mentuhotep
VII
|
Sejemra - Mentuhotep
|
c.
1601-1601 a. C.
|
1 año
|
|
Nebirau
I
|
Suadyenra - Nebiraura
|
Posible
incursión al sur, incluida Nubia
|
c.
1601-1582 a. C.
|
19 años
|
Nebirau
II
|
Neferkara - Nebiraura
|
c.
1582-1582 a. C.
|
5 meses
|
|
Semenenra
|
Semenenra
|
c.
1580-1580 a. C.
|
?
|
|
Seuserenra
|
Seuserenra - Bebanj
|
c.
1582-1570 a. C.
|
?
|
|
Sobekemsaf
II
|
Sejemra Shedtauy - Sobekemsaf
|
c.
1570 a. C.
|
?
|
|
Intef
VI
|
Sejemra Upmaat - Intef
|
c.
1570-1560 a. C.
|
?
|
|
Intef
VII
|
Sejemra Horhormaat - Intef
|
c.
1560 a. C.
|
?
|
|
Taa
I
|
Senajtenra-Taa
|
c.
1560 a. C.
|
?
|
|
Taa
II
|
Seqenenra-Taa
|
Comienza
la guerra contra los hicsos de la dinastía XV y muere en el campo de batalla
|
c.
1560-1554 a. C.
|
?
|
Kamose
|
Uadyjeperra-Kamose
|
Con
sus victorias contra los hicsos y los nubios libera casi totalmente Egipto
|
c.
1554-1550 a. C.
|
? 3-5 años
|
Esta tabla
es orientativa, pues los gobernantes, orden y el tiempo de reinado son motivo
de debate. Solamente de los últimos faraones se dispone de documentación
contrastable arqueológicamente.
Se sabe
mucho de los nueve faraones asignados por Ryholt a la Dinastía XVII, pero,
hasta ahora, sólo consta que dos de ellos estaban emparentados: los hermanos Nubkheperra Intef VI y Sekhemra Intef VII. Es posible, aunque
no seguro, que su padre fuese Sobekemsaf
I. Sus nombres no aparecen en el Canon de Turín, cuya sección conexa se
habría cortado y sutraido en la antigüedad, pero aparecen en otras listas de
reyes de Tebas; muchas estelas han sobrevivido después de ser reusadas en otros
edificios posteriores, y las excavaciones han proporcionado valiosos objetos
procedentes de los enterramientos.
Los cuerpos del faraón Seqenenra Taa (hacia 1.560 A.C.) y de su esposa Anhotep y, posiblemente, de la madre de él, la Reina Tetisheri, se encontraron en el escondrijo de momias reales de Deir el-Bahri y, lo más curioso de todo, es que tenemos una descripción de los saqueadores del enterramiento del faraón Sobekemsaf II y su esposa, aún intactos, 600 años más tarde, en la Dinastía XX.
Los cuerpos del faraón Seqenenra Taa (hacia 1.560 A.C.) y de su esposa Anhotep y, posiblemente, de la madre de él, la Reina Tetisheri, se encontraron en el escondrijo de momias reales de Deir el-Bahri y, lo más curioso de todo, es que tenemos una descripción de los saqueadores del enterramiento del faraón Sobekemsaf II y su esposa, aún intactos, 600 años más tarde, en la Dinastía XX.
Los nombres
de faraones también aparecen en las tumbas privadas, además de los ajuares. Se
cree que estos reyes tebanos habrían gobernado a la vez que los Hyksos de la
Dinastía XV, pero no existe un referencia fija que nos permita datar el
comienzo de la Dinastía XVII, sólo el final, marcado por el fallecimiento de
Kamose en algún momento antes o después de su tercer año de reinado. La fortuna
de los reyes parece que fluctuaron: a Nebkheperra Intef se le menciona en más
de una veintena de monumentos contemporáneos, mientras que a Intef VII sólo se
le conoce por su ataúd, ahora en el Louvre.
El continuo
rasgo distintivo militar de la época viene ilustrado por los propios títulos
militares, tales como “comandante del
equipo del soberano” y “comandante
del regimiento de la ciudad”. Ellos nos muestran a una agrupación defensiva
de fuentes militares alrededor del faraón, y nos confirman la importancia de
las milicias locales con base en las ciudades. La inestabilidad continuó siendo
característica del Alto Egipto para el resto del Segundo Período Intermedio.
Rahotep, primer o segundo faraón de la Dinastía XVII, hace gala de las restauraciones de templos en Abydos y Koptos, mientras que una inscripción de Sobekemsaf II muestra que envió una expedición de 130 hombres a las canteras de Wadi Hammamat. Estas canteras, no obstante, estaban bien adentradas en territorio tebano, y el número de canteros no es comparable con los miles de hombres enviados al “wadi” durante la Dinastía XII. Por otra parte, la confianza iba en aumento, y tanto el territorio como las actividades del faraón iban creciendo. La expedición de Sobekemsaf tiene un distintivo aire ad hoc: solamente un hombre ostenta el título idóneo de “supervisor de los trabajos”, mientras que el resto ostentan títulos honoríficos, o cargos relacionados con el aprovisionamiento.
El escriba no mantiene la estricta jerarquía de estatus en su listado, y utiliza una mezcla de signos jeroglíficos e hieráticos. Parece que las habilidades tradicionales y los protocolos se estaban teniendo que reaprender después de una quiebra decisiva.
Rahotep, primer o segundo faraón de la Dinastía XVII, hace gala de las restauraciones de templos en Abydos y Koptos, mientras que una inscripción de Sobekemsaf II muestra que envió una expedición de 130 hombres a las canteras de Wadi Hammamat. Estas canteras, no obstante, estaban bien adentradas en territorio tebano, y el número de canteros no es comparable con los miles de hombres enviados al “wadi” durante la Dinastía XII. Por otra parte, la confianza iba en aumento, y tanto el territorio como las actividades del faraón iban creciendo. La expedición de Sobekemsaf tiene un distintivo aire ad hoc: solamente un hombre ostenta el título idóneo de “supervisor de los trabajos”, mientras que el resto ostentan títulos honoríficos, o cargos relacionados con el aprovisionamiento.
El escriba no mantiene la estricta jerarquía de estatus en su listado, y utiliza una mezcla de signos jeroglíficos e hieráticos. Parece que las habilidades tradicionales y los protocolos se estaban teniendo que reaprender después de una quiebra decisiva.
En las
minas de galena de Gebel Zeit, que dominan el Mar Rojo, se encontraron dos
modestas estelas que registraban expediciones durante los reinados de Nubkheperra Intef VII y Swaserenra Bebiankh, de la Dinastía
XVI; esta última era poco conocida más allá del listado del Canon de Turín.
También se encontró un gran número de “sepulturas-sartén”,
lo que sugeriría otra razón por la que los reyes tebanos habrían utilizado
mercenarios nubios.
Tebas fue
aislada de todo contacto con el Bajo Egipto, y se le negó acceso a los centros
de enseñanza de escribas de Menfis. Dichos centros, junto con sus archivos, no
se destruyeron, y puede incluso que floreciesen durante los Hyksos, pero a los
tebanos se les habría negado el acceso a ellos para realizar sus consultas, de
ahí la necesidad, quizás, de crear una nueva compilación de aquellos textos
necesarios para los rituales funerarios, tan importante para todos.
Una de las
primeras colecciones de ensalmos que se conocen es el “El Libro de los Muertos”, que
data de la Dinastía XVI, y aparece en un ataúd de la Reina Mentuhotep, esposa del faraón Djehuty.
La cultura funeraria de Tebas también evolucionó en otros aspectos en respuesta
al empobrecimiento de las fuentes. Los grandes ataúdes rectangulares de madera
de cedro, se sustituyeron por ataúdes antropoides, de vastas formas, en madera
de sicomoro decorada con dibujos de plumas, pero en un estilo tan crudo y
particular, que no había dos iguales. Esta característica delata una falta de
formación en las otrora rígidas convenciones del arte funerario para el que,
quizás, había menos demanda. No obstante, unos cuantos ataúdes demuestran que,
en algunos talleres tebanos, la tradición del Imperio Medio en la fabricación
de ataúdes, sobrevivió hasta bien entrada la Dinastía XVIII.
En el
Papiro de Abbot, que contiene el acta de una investigación judicial llevada a
cabo por el alcalde de Tebas, durante la Dinastía XX, sobre el robo de una
tumba, se describe la localización de cinco tumbas reales de la Dinastía XVII
pertenecientes a: Nubkheperra Intef VI, Sekhemra Intef, Sobekemsaf II,
Seqenenra, y Kamose. En 1923, Herbert Winlock se dispuso a relocalizar las
tumbas utilizando el itinerario de los inspectores que aparecían en el papiro.
También se inspiró en que muchos de los objetos procedentes de tumbas reales
del mismo período, habían aparecido para su venta de excavaciones ilícitas de
1820 y entre 1859-1860. Los ladrones de la Dinastía XX describían así cómo
encontraron el enterramiento de Sobekemsaf II:
“Él iba provisto de una espada y había….. un juego
de amuletos y ornamentos de oro alrededor del cuello; la corona y diadema de
oro descansaban en la cabeza y la…. momia del faraón estaba cubierta de oro por
todas partes. Su ataúd era forjado en oro y plata, por dentro y por fuera, e
iba incrustado con toda clase de espléndidas y valiosas piedras…. nos llevamos
todos los objetos que había consistentes en vasijas de oro, plata y bronce”.
Los
faraones y sus funcionarios gastaron su creciente fortuna al final de la
dinastía en obtener nuevos objetos para sus tumbas, más que en las estructuras
de las propias tumbas; en vez de ello, con frecuencia se apropiaban de tumbas
antiguas que volvían a utilizar. Para entender de donde procedía tanta riqueza,
basta con mirar hacia el sur, a Elefantina, a las fortalezas que custodiaban la
2ª Catarata de El Nilo y, finalmente, a Kerma, capital del reino de Kush, a más
de 800 km al sur de Tebas.
Nubjeperra
Intef V, 1619 - 1616
Nubjeperra
Intef, o Intef
La esposa
de Intef fue la reina Sebekemsaf,
la hija del gobernante de Edfu.
Vestigios
de las actividades constructivas del rey se encuentran en Coptos, Abidos y Karnak.
nbw-XPR-ra Nebukheperre (Golden
es la manifestación de Re)
| |
En Gebel
Intef la expedición de la Universidad de Chicago, de 1993-1994, localizó un
dintel en piedra arenisca, de una capilla, inscrito con el cartucho egipcio del
nombre de Trono de Intef V, Nubjeperra Intef, y un bloque del templo con
vestigios del nombre de Horus, Neferjeperu "de perfectas
manifestaciones."
Un decreto
de Coptos, grabado en el 3º año del reinado de Intef, anuncia el despido
del alcalde Teti por favorecer a sus enemigos, aparentemente.
La tumba de
Intef fue descubierta por Auguste Mariette durante 1860, en la necrópolis de Dra
Abu el-Naga, en Tebas occidental, es mencionada en el papiro Abbott, en
época de Ramsés IX, comentando los inspectores que su tumba está algo dañada,
pero intacta.
Posiblemente
perteneció a Intef el sarcófago que actualmente se encuentra en Londres, y cuya
momia se desintegró en pedazos en el momento del descubrimiento.
Daniel
Boltz, el director de una misión Alemano-Egipcia, informó, en 2001, del
descubrimiento en la necrópolis de Dra Abu el-Naga de la base de una pirámide
perteneciente a Nubjeperra. La zona fue excavada en el siglo XIX pero se habían
perdido todos los informes de estos hallazgos. La localización fue posible por
un papiro del Museo Británico, de la dinastía XX, que reseñaba los
enterramientos de este periodo.
Ataúd de Nubjeperra Intef (Intef V)
Rahotep - 1616 – 1613
Sejemra
Uahjau - Rahotep, Puede ser (Sejemra...) 3...,
mencionado en el Canon Real de Turín (11.1) con tres años de reinado.
ra-HTP (w) Rahotep
|
|
ra-HTP (w) (SA-ra) Rahotep (Re está satisfecho, hijo de
Ra)
|
Posiblemente,
Rahotep fue el primer faraón tebano de la dinastía XVII. También Kim Ryholt
opina que fue el primer faraón de la dinastía XVII. Otros egiptólogos, como von
Beckerathestiman que fue precedido por Nubjeperra Intef.
Se le
relaciona con Sobekemsaf II por el matrimonio de su hijo, Ameny, con la hija de
Sobekemsaf.
Rahotep es
bien conocido por una estela encontrada en Coptos que informa la
restauración del templo de Min. La estela, ahora en el Museo
Petrie (UC 14327), lee:
“(año... bajo) la Majestad de Horus Wahankh, (...
Hijo de) Re Rahotep, dado vida. Su Majestad (¿dijo?) A sus nobles y a los
cortesanos que lo seguían... el templo... Mi Majestad encontró a mi padre
(Min), que está a la cabeza de todos los dioses, que sus puertas y Las puertas
se habían arruinado (antes de que hicieran una reverencia), su Majestad dijo:
"Lo que tus ka (órdenes) pasarán, oh rey, nuestro señor. Es, en
efecto, Hu quien está en tu boca y Sia (quien está en tu corazón). Ptah -Sokar...
los dioses te formaron... para que pudieras actuar para que fundaran sus
templos...
Has unido el Alto y el Bajo Egipto. Que
tu corazón esté alegre en el trono de los vivos de Horus... Estás gobernando lo
que el sol (rodea) ... el dios (...) de la gente, el refugio de todos ... la
noche ... en dormir ... los dioses en buscar lo que es beneficioso para esta
tierra. Re te ha colocado como su imagen... lo que se elimina (?)... como
lo fue en la época de tus padres, los reyes que siguieron a Horus. Nunca
fue... perdido en mi tiempo... que existió anteriormente. Hice monumentos
para los dioses... maravillas, que fueron traídas...
Rahotep
también está atestiguado en una estela de piedra caliza, ahora en el Museo
Británico (BM EA 833), que lo muestra haciendo una ofrenda a Osiris por
dos difuntos, un oficial y un sacerdote. Finalmente, se menciona a Rahotep
en la proa del hijo de un rey dedicado al " servicio de Min en todas
sus fiestas".
En el último cuento del Nuevo Reino, Khonsuemheb y el fantasma, el protagonista se encuentra con un fantasma que dice haber estado en la vida "Supervisor de los tesoros del rey Rahotep". Sin embargo, el fantasma también afirma haber muerto en el año 14 de un rey posterior Mentuhotep. Estas declaraciones parecen contradecirse entre sí, ya que se sabe que ninguno de los sucesores de Rahotep llamado Mentuhotep reinó durante tanto tiempo. Identificación de estos dos reyes problemáticos.
En el último cuento del Nuevo Reino, Khonsuemheb y el fantasma, el protagonista se encuentra con un fantasma que dice haber estado en la vida "Supervisor de los tesoros del rey Rahotep". Sin embargo, el fantasma también afirma haber muerto en el año 14 de un rey posterior Mentuhotep. Estas declaraciones parecen contradecirse entre sí, ya que se sabe que ninguno de los sucesores de Rahotep llamado Mentuhotep reinó durante tanto tiempo. Identificación de estos dos reyes problemáticos.
Rahotep (levantando los brazos) mientras
se ofrece a Osiris. Estela BM EA 833, dibujada por Wallis Budge.
Mientras
Ryholt y Baker proponen que Rahotep fue el primer rey de la XVII
Dinastía, Jürgen von Beckerath lo ve como el segundo rey de esa
dinastía. Alternativamente, Claude Vandersleyen ha fechado
provisionalmente a Rahotep a la 13ª Dinastía porque cree que Rahotep
está relacionado con Sobekemsaf I, que Vandersleyen también data de la 13ª
Dinastía debido a la calidad y el número de estatuas atribuibles a
él. Baker considera que estos argumentos son "escasos y rechazados
por la mayoría de los estudiosos".
Si de hecho
fuera gobernante de la dinastía XVII, Rahotep habría controlado el Alto
Egipto tan al norte como Abydos. Según la reconstrucción de
Ryholt del Segundo Período Intermedio, el reinado de Rahotep habría tenido
lugar poco después del colapso de la XVI Dinastía con la conquista de
Tebas por los hicsos y su posterior retiro de la región. A raíz
del conflicto, los hicsos habrían saqueado y destruido templos y
palacios. En consecuencia, Rahotep "se jacta de las
restauraciones [que realizó] en los templos de Abydos y Coptos". En
Abydos tenía las paredes del recinto del templo de Osiris renovado y en
Coptos restauró el templo de Min del cual "las puertas y
las puertas [han] caído en ruinas". Esta cronología de eventos se
debate y algunos estudiosos afirman que Tebas fue conquistada por los
hicsos. Más bien, creen que los reyes del Alto Egipto podrían haber sido
vasallos de los hicsos.
Sobekemsaf I - 1613 – 1597
Sejemra
Uadyjau - Sobekemsaf o Sobekemsaf I
Sekhemre
Wadjkhaw Sobekemsaf. Fue un faraón de Egipto durante
la XVII Dinastía. Lo atestiguan una serie de inscripciones que
mencionan una expedición minera a las canteras de roca en Wadi Hammamat en
el desierto oriental durante su reinado. Una de las
inscripciones está fechada explícitamente en su año 7. También restauró y
decoró el Templo de Monthu en Medamud, donde ha sobrevivido
un gran alivio de este rey haciendo una ofrenda ante los dioses.
El hijo de
Sobekemsaf I, también llamado Sobekemsaf en honor a su padre, está atestiguado
en la Estatua CG 386 de El Cairo, de Abydos, que representa a este
joven príncipe prominente entre las piernas de su padre de una manera que
sugiere que fue el sucesor elegido por su padre. La esposa principal de
Sobekemsaf era la reina Nubemhat; ella y su hija (Sobekemheb) son
conocidas de una estela del marido de Sobekemheb, un Príncipe Ameni, que podría
haber sido un hijo de Sekhemre-Heruhirmaat Intef o posiblemente Senakhtenre
Ahmose.
El
"equipo de entierro de Sobekemsaf W [adjkhaw] no contiene su prenomen,
pero, sin embargo, puede ser asignado con certeza a este rey" ya que la
tumba de Sobekemsaf Shedtawy "fue completamente robada en la
antigüedad" por ladrones de tumbas registrados en Papyrus Abbott III 1
-7 Sobre esta base, Kim Ryholt asigna un gran escarabajo de corazón,
"que estaba, y aún sigue siendo, colocado en una gran montura de oro"
que contiene el nombre de 'Sobekemsaf' a Sekhemre Wadjkhau Sobekemsaf I aquí,
ya que los ladrones de tumbas no pase por alto un objeto tan grande en la momia
del rey si proviene de la tumba de Sobekemsaf II. Por la
misma razón, un cofre canópico de madera que también lleva el nombre
'Sobekemsaf' también fue atribuido a este rey por Ryholt y Aidan
Dodson. En contraste con el extenso daño que se podría haber esperado si
el cofre hubiera estado en la tumba de Sobekemsaf II quemada y saqueada,
" el daño sufrido por Cat. 26 (es decir, el cofre de Sobekemsaf I) es
menor, consistente con lo que podría haber sufrido. a manos de los
distribuidores de Qurnawi ".
Después de los reyes Intef
Una estatua de granito rojo de Sekhemre
Wadjkhaw Sobekemsaf (Museo Británico.
Aidan
Dodson data del reinado de Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf después de los de Djehuti y Sekhemre-Wepmaat
Intef. Primero, señala que el cofre canópico de Sobekemsaf es un poco más
grande (4.1 cm más largo y 3.4 cm más alto) que los cofres canópicos que
pertenecen a los dos últimos reyes. También señala el hecho de que las
inscripciones en la caja de Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf fueron "escritas
verticalmente, en lugar de en la disposición horizontal encontrada en las de
Djehuti y Sekhemre Wepmaet [Intef]".
El
egiptólogo danés Kim Ryholt también fechó el reinado de Sobekemsaf I
después de los de Sekhmre-Wepmaat Intef y Nubkheperre Intef. Primero,
comentó que el rey Sobekemsaf elogia a un "hijo del rey Antefmose" (o
Intefmose) por su papel durante un festival de Sokar en la estatuilla BM EA
13329. Pero según Ryholt "en en cualquier caso, el nombre de
Antefmose es basilóforo", por lo que el rey Sobekemsaf que lo elogió debe
haber sido un sucesor" de los reyes de Intef", a uno de los cuales se
refiere el nombre (Antefmose)". Además, desde Sekhemre Wadjkhaw
Sobekemsaf I's Ryholt concluyó que su hijo y presunto sucesor también se
llamaba Sobekemsaf en lugar de Intef, y concluyó que este rey debía haber
gobernado después de los reyes Intef.
En segundo
lugar, Ryholt sugirió que Sobekemsaf Wadjkaw gobernó después de Nubkheperre
Intef porque, si bien el anterior gobernante llevó a cabo extensas obras de
restauración en el templo de Monthu en Medamud, "no hay rastro" de
Nubkheperre Intef allí. Para Ryholt, esto "puede sugerir que este templo
fue restaurado y puesto en servicio nuevamente solo después del reinado de
Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf". En consecuencia, Ryholt llegó a la
conclusión de que Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf gobernó después de Nubkheperre
Intef y debería ser numerado como Sobekemsaf II.
Antes de los reyes Intef
En el
extremo opuesto, Daniel Polz, quien redescubrió la tumba de Nubkheperre
Intef en Dra Abu el Naga 'en 2001, sostiene que Nubkheperre Intef gobernó
muy tarde en la XVII dinastía. Esto significa que Sekhemre Wadjkhaw
Sobekemsaf no pudo haber reinado entre la línea de reyes Intef y la familia de
reyes Ahmoside de la dinastía XVII final (Senakhtenre, Seqenenre y Kamose). De
las inscripciones encontradas en una jamba de la puerta descubierta en los
restos de un templo de la Dinastía 17 en Gebel Antef en la carretera
Luxor-Farshut, hoy se sabe que Nubkheperre Intef y, por implicación, su hermano
y su predecesor inmediato en el trono - Sekhemre-Wepmaat Intef- eran hijos
de uno de los dos reyes Sobekemsaf. Este rey era muy probablemente
Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf II ya que el hijo de Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf
también se llamaba Sobekemsaf. La interpretación de Ryholt del linaje
aquí también ha sido aceptada por el egiptólogo británico Aidan Dodson.
Polz también
acepta esta opinión, pero colocó a Nubkheperre Intef justo antes de
los tres últimos reyes de Ahmoside de la 17ª dinastía en su libro de
2003. Desde entonces, ha insertado a Sekhemre-Heruhirmaat Intef como
un sucesor de corta duración de Nubkheperre antes de Senakhtenre, pero su
hipótesis sigue siendo la misma: Polz sostiene que Sekemre Wadjkhaw
Sobekemsaf I era el padre de Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf. De hecho, se
sabe que el hijo de este rey de la estatua de Abydos también tenía el nombre de
Sobekemsaf y está designado como el sucesor de este rey en la misma
estatua. Polz afirma que esta es la reconstrucción más plausible de la
relación entre los dos reyes con el nombre Sobekemsaf en la 17ª dinastía.
Por lo tanto, Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf sería Sobekemsaf II, el hijo y
sucesor de —Sobekemsaf I, mientras que Sekhemre-Wepmaat Intef y Nubkheperre
Intef serían grandes grupos de personas en el interior de la ciudad, por
ejemplo: Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf antes de que los reyes Intef y que debe
ser numerada Sobekemsaf I.
La
hipótesis de Polz y la colocación de Nubkheperre Intef como uno de los últimos
reyes en la línea familiar de Sobekemsaf-Intef también está respaldada
"por la evidencia de la caja de Minemhat, quien fue gobernador
de Coptos" en el año 3 de Nubkheperre Intef. Esta caja
"era parte del equipo funerario de un Hornakht (anteriormente
conocido como 'Aqhor' en la literatura pasada) que vivió bajo Seqenenre".Si
bien nadie sabe con precisión cuándo murió Hornakht, el hecho de que su equipo funerario
contenía una caja que pertenecía a Minemhat sugiere que Nubkheperre Intef y
Seqenenre Tao gobernaron muy de cerca en el tiempo y que sus reinados no
deberían separarse por la intrusión de otros reyes de larga vida de la 17ª
dinastía, como Sekhemre Wajdkhaw Sobekemsaf I, que está atestiguada por una
inscripción de Year 7. Como el difunto egiptólogo alemán del Reino Medio,
Detlef Franke (1952–2007) escribió sucintamente en un artículo de una revista
que se publicó en 2008, un año después de su muerte:
"Contrariamente a Ryholt, no veo lugar
para un rey Sobekemsaf que gobernó después de Nubkheperra Antef.
Nubkheperra Antef (c.1560 AC) es el mejor atestiguado (desde Abydos a Edfu, por
ejemplo, BM 631, EA 1645, ataúd 6652) y [el ] el más importante de los tres
Antefs".
Además,
Polz argumentó que el rechazo de Ryholt de la evidencia en Cairo Statue CG 386,
que nombró al hijo Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf como otro Sobekemsaf, al no dar
ninguna indicación de la secuencia de la 17ta dinastía conocida, los gobernantes
tebanos son insostenibles. Si bien Ryholt reconoce en su libro de 1997
sobre el Segundo Período Intermedio que Anthony Spalinger sugirió al
príncipe Sobekemsaf que está atestiguado en "una estatua de Abydos (Cairo
CG 386)" y que "tiene el título adicional de profeta, puede ser
idéntico a Sobkemsaf II Sekhemreshedtawy", Ryholt simplemente escribe
que:
"esta identificación no es posible con la
[presente] disposición actual de los dos reyes Sobkemsaf según la cual uno
Sobkemsaf, Sekhemreshedtawy, gobernó antes al grupo Antef [de reyes] y el
otro, Sekhemrewadjkhaw, después de ellos".
Polzseñala
que aunque Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf gobernó en un período durante el
Segundo Período Intermedio en el que existen pocas fuentes documentales, no se
puede simplemente aceptar la teoría de Ryholt de que Sekhemre Wadjkhaw
Sobekemsaf I y el sucesor designado no sucedieron a su propio padre como el
próximo rey simplemente porque Ryholt La hipótesis no permitió que otro
Sobekemsaf siguiera a Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf en el trono debido a su
teoría de la sucesión de los reyes de la 17ma dinastía como: Sekhemre-Shedtawy
Sobekemsaf-> Sekhemre-Wepmaat Intef-> Nubkheperre Intef->
Sekhemre-e-mail Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf-> Senakhtenre-> etc.
De hecho, Polz subraya que es más lógico ver a Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf I
como un predecesorde la línea de reyes Intef en su lugar; su hijo
conocido, el Príncipe Sobekemsaf en la Estatua de El Cairo CG 386, sería el
futuro rey Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf II y padre de dos de los tres reyes
Intef: Sekhemre-Wepmaat Intef y Nubkheperre Intef basado en
una jamba que se encuentra en Luxor-Farsut camino en 1992-93 (la jamba de
la puerta menciona a un rey Sobekem [saf] como el padre de Nubkheperre
Intef-- [Nubkheperre] Antef / [Intef] engendrado de Sobekem ... —pero
este rey debe ser rey Sobekemsaf II desde Sobekemsaf Wadjkhaw El hijo
de Sobekemsaf fue nombrado Sobekemsaf en base a la Estatua de El Cairo CG 386).
Estatua de Sobekemsaf I, Museo de El
Cairo.
Daniel Polz
también rechazó los argumentos de Ryholt de que la alabanza que cierto rey
Sobekemsaf prodigó al hijo de un rey llamado Antefmose o Intefmose en la
estatuilla BM EA 13329 tiene implicaciones cronológicas con respecto a la
posición temporal de este rey después de los reyes de Intef. Polz escribe
que el llamado Punto 3 de Ryholt:
"Suponemos implícitamente que las personas con
el nombre Intef formadas con el nombre de dos (o tres) reyes de ese nombre en
el momento de la XVII Dinastía pueden estar relacionadas, sin embargo [esto]
ignora por completo el hecho de que estos mismos reyes eligieron su propia
nombres en el estilo consciente de los mismos reyes de la dinastía 11 temprana,
incluso asumiendo nombres adicionales como ("el Grande") como [en el
caso de] Wep-maat Intef. El argumento de Ryholt sobre este punto no
tiene sentido. Incluso si uno asume que el príncipe [llamado Intefmose]
siguió a uno de los reyes de la Dinastía Intef 17 y fue, por lo tanto, un
contemporáneo del sucesor de este [Intef] gobernante, [esta es] pero una
interpretación de que el Príncipe fue honrado en la estatua de un rey
gobernante Sobekemsaf: solo entonces el argumento de Ryholt con respecto a la
secuencia de los 17 gobernantes de la Dinastía sería significativo. En
contraste, si la estatuilla [Intefmose] y, por lo tanto, el Príncipe era
cronológicamente más joven que los reyes Intef, y se reconoció un sucesor del
rey Sobekemsaf, una adoración del príncipe por un rey Sobekemsaf no dice nada
sobre la posición temporal del último [faraón] y, por tanto, [de] la sucesión
de los gobernantes [de la dinastía 17] de esa época".
Relieve de Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf
en el Templo de Monthu en Medamud.
El "equipo mortuorio de Sobekemsaf W
[adjkhaw] no contiene su Prenomen, pero sin embargo se pueden asignar con
certeza a este rey", ya que la tumba de Sobekemsaf Shedtawy "fue robada a fondo en la
antigüedad" por ladrones de tumbas según consta en el Papiro Abbott III 1
-7. Sobre esta base, Kim Ryholt asigna un gran corazón-escarabajo ",
situado en un gran monte de oro, que contiene el nombre de 'Sobekemsaf' a Sekhemre Wadjkhau yo Sobekemsaf.
Algunos
académicos estiman que pudiera haber reinado al final de la dinastía XIII.
Sobekemsaf II - 1566 – 1559
Sobekemsaf
II (o, más bien, Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf ) fue
un rey egipcio de la XVII Dinastía de Egipto que reinó
durante el Segundo Período Intermedio, cuando Egipto fue gobernado por
varios reyes (una vez se pensó que pertenecía a la finales de la Décima
Tercera Dinastía). Su nombre del trono, Sekhemre Shedtawy, significa
"Poderoso es Re; Rescatador de las Dos Tierras". Ahora los
egiptólogos creen que Sobekemsaf II fue el padre de Sekhemre-Wepmaat Intef y Nubkheperre
Intef basado en una inscripción tallada en una jamba de la puerta descubierta
en las ruinas de un templo de la Dinastía 17 en Gebel Antef a principios de la
década de 1990, que se construyó bajo Nubkheperre Intef. La jamba de
la puerta menciona a un rey Sobekem [saf] como el padre de Nubkheperre Intef /
Antef VII - (Antef engendrado de Sobekem...) Fue con toda probabilidad el
Príncipe Sobekemsaf, quien es declarado hijo y sucesor designado de el
rey Sobekemsaf I en la estatua de El Cairo CG 386.
Según
el Papiro Abbott y el Papiro Leopold-Amherst, que data del
Año 16 de Ramsés IX, Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf fue enterrado junto con
su reina principal Nubkhaes en su tumba real.
Estela de Sobekemsaf II
El
egiptólogo alemán Daniel Polz, quien redescubrió la tumba de Nubkheperre
Intef en Dra Abu el Naga ', sostiene firmemente que Nubkheperre Intef
gobernó muy tarde en la XVII Dinastía, lo que significa que Sekhemre Wadjkhau
Sobekemsaf (I) no pudo haber intervenido entre la línea Intef de la línea Intef
de Los reyes y la familia de reyes Ahmoside: Senakhtenre, Seqenenre y
Kamose. La hipótesis de Polz de que Nubkheperre Intef gobernó al final de
la XVII Dinastía está respaldada "por la evidencia de la caja de Minemhat,
quien fue gobernador de Coptos" en el año 3 de Nubkheperre Intef",
que era parte del equipo funerario de un Aqher que Viví bajo Seqenenre [Tao]". Este
descubrimiento sugiere fuertemente que los reinados de Nubkheperre Intef y
Seqenenre Tao fueron separados por solo unos pocos años en vez de 15 a 20 años
en un momento en que pocos faraones disfrutaron de largos reinados en la XVII
Dinastía. El difunto egiptólogo alemán del Reino Medio, Detlef Franke
(1952–2007) también apoyó esta opinión en un artículo que se publicó en 2008,
un año después de su muerte, donde escribió:
"Al contrario de Ryholt, no veo lugar para
un rey Sobekemsaf que gobernó [Egipto] después de Nubkheperra Antef".
Ryholt
creía que Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf intervino entre la línea de los reyes
Intef y el acceso de Senakhtenre, los primeros reyes de la 17ma dinastía
de la línea familiar Ahmoside. Polz argumenta que Sekemre Wadjkhaw
Sobekemsaf fue el padre de Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf (II) y el abuelo de los
reyes Intef desde una estatua de Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf que demuestra que
su hijo mayor también fue nombrado Sobekemsaf como anota Anthony Spalinger.
Esto significa que Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf gobernó el trono antes de que
los reyes Intef tomaran el poder a comienzos de la XVII Dinastía, y que él
sería Sobekemsaf IEn cambio y el padre de Sobekemsaf II. Dado que se
sabe que Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf (II) es el padre de Nubkheperre Intef,
esto significa que tanto él como Sobekemsaf I gobernaron Egipto antes de
Sekhemre-Wepmaat Intef y Nubkheperre Intef asumió el trono. Sobekemsaf II
sería, por lo tanto, el hijo de Sobekemsaf I y el padre de sus dos
sucesores inmediatos: Sekhemre-Wepmaat Intef y Nubkheperre Intef.
El robo de la tumba de Sobekemsaf
Los Papiros
de Abbott y Leopold-Amherst, que datan del Año 16 de Ramsés
IX, afirman que la tumba de la pirámide real de este rey fue violada y destruida
por ladrones de tumbas. Las confesiones y los juicios por robo de tumbas
de los hombres responsables del saqueo de la tumba de Sekhemre Shedtawy
Sobekemsaf se detallan en el último papiro que data del Año 16, III Peret, día
22 de Ramsés IX. Este documento relata que cierto Amenpnufer, hijo de
Anhernakhte, un albañil del Templo de Amun Re "tomó la costumbre de robar
las tumbas [de los nobles de Tebas del Oeste] en compañía del albañil
Hapiwer" y menciona que robaron la tumba de Sobekemsaf junto con otros
seis cómplices en el año 13 de Ramsés IX. Amenpnufer confiesa que
... fuimos a robar las tumbas... y
encontramos la pirámide del [rey] Sekhemre Shedtaui, el hijo de Re Sebekemsaf,
que no se parece en nada a las pirámides y tumbas de los nobles que habitualmente
íbamos a robar.
En su
juicio, Amenpnufer testifica que él y sus compañeros cavaron un túnel en la
pirámide del rey con sus herramientas de cobre:
“Luego atravesamos los escombros... y encontramos a
este dios (rey) tendido en la parte posterior de su lugar de sepultura. Y
encontramos que el lugar de enterramiento de Nubkhaas, su reina,
situada junto a él ... Abrimos sus sarcófagos y sus ataúdes en los que estaban,
y encontramos a la noble momia de este rey equipada con un halcón; una
gran cantidad de amuletos y joyas de oro estaban sobre su cuello, y su cabeza
de oro estaba sobre él. La noble momia de este rey estaba completamente
adornada con oro, y sus ataúdes estaban adornados con oro y plata por dentro y
por fuera y con incrustaciones de todo tipo de piedras
preciosas. Recolectamos el oro en la noble momia de este dios... y también
recolectamos todo lo que encontramos en ella (la Reina); Y prendemos fuego
a sus ataúdes. Tomamos sus muebles... que consistían en artículos de oro, plata
y bronce, y los dividimos entre nosotros... Luego cruzamos a Tebas.Y después de
algunos días, el Superintendente de Distrito de Tebas escuchó que habíamos
estado robando en el oeste, y me detuvieron y me encerraron en la oficina
del alcalde de Tebas.Y tomé elVeinte deben de oro que habían caído a
mí como mi porción y se los dieron a Khaemope, el escriba del cuarto adjunto al
lugar de aterrizaje de Tebas. Me soltó y me reuní con mis compañeros, y me
recompensaron con una parte una vez más. Así, junto con otros ladrones que
están conmigo, he continuado hasta el día de hoy en la práctica de robar las
tumbas de los nobles y las personas [fallecidas] de la tierra que descansan en
el oeste de Tebas.”
Amenpnufer
afirma que los tesoros tomados de las dos momias reales ascendieron a "160
deben de oro" o 32 libras (14.5 kg). El documento termina con la
condena de los ladrones, con una probable sentencia de muerte, y señala que se
envió una copia de las transcripciones oficiales del ensayo a Ramsés IX en el Bajo
Egipto. El mismo Amenpnufer habría sido condenado a muerte por empalamiento,
un castigo que "estaba reservado para [solo] los crímenes más
atroces" en el Antiguo Egipto.
Intef VI
Nubkheperre
Intef (o Antef, Inyotef) fue un rey egipcio de
la XVII dinastía de Egipto en Tebas durante el Segundo Período
Intermedio, cuando Egipto fue dividido por dinastías rivales, incluidos
los hicsos en el Bajo Egipto. Se sabe que es el hermano de Sekhemre-Wepmaat
Intef, y el sucesor inmediato de este rey, ya que donó el Louvre Coffin
E3019 para el entierro de este rey que lleva la inscripción de que fue donado
para el rey Sekhemre Wepmaat Intef " como ese hermano su hermano.
Antef (Nubkheperre Intef aquí) da", señala Kim Ryholt.
Como el erudito alemán Thomas Schneider escribe en el libro de
2006 Ancient Egyptian Chronology (Manual de estudios orientales):
"De la leyenda en el ataúd Louvre E 3019 (ataúd
de Sekhemre-Wepmaat), se deduce que Inyotef Nebukheperre '... organizó el
entierro de su hermano Inyotef Sekhemre'-upimaat... y, por lo tanto, debe
haberlo seguido en el trono. En su Untersuchungen, Beckerath había
visto a Inyotef Sekhemre'-upimaat (VI) e Inyotef Sekhemre-herhermaat (VII)
como hermanos, mientras que él había separado a Inyotef Nebukheperre '(VI;
ataúd BM 6652) de ellos como un rey que consideraba no necesariamente
relacionado con ellos, situándolo al comienzo de la dinastía. Ryholt basa
igualmente sus argumentos en una peculiaridad paleográfica consistente (el
Pleneschreibung de " j ") en el caso del ataúd de Inyotef
Sekhemre-herhermaat "donde solo el nomen de Nubkheperre
Intefcontenía una hoja de caña de los tres reyes Intef".
El ataúd de madera Rishi
de Nebkheperre Intef
Nubkheperre
Intef y, por implicación, su hermano Sekhemre Wepmaat Intef, fueron
probablemente los hijos de Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf (Sobekemsaf II hoy)
sobre la base de inscripciones encontradas en una jamba de la puerta
descubierta en los restos de un templo de la Dinastía 17 en Gebel-Antef en el
Carretera Luxor-Farshut. El egiptólogo británico Aidan Dodson también
respalda la interpretación de Ryholt del texto de la jamba de la puerta y
escribe:
"Ryholt...
presenta las nuevas pruebas de" Caminos del Desierto "de la encuesta
de Darnells para mostrar que Nubkheperrre Inyotef (apodado por Ryholt"
Inyotef N") era un hijo de [Sekhemre-shedtawi] Sobekemsaf, lo que
proporciona un vínculo genealógico clave. Dentro de la dinastía [17]".
El
egiptólogo alemán Daniel Polz, quien descubrió la tumba de este rey en 2001,
también estudió la misma jamba de la puerta y llegó a una conclusión similar en
un libro en alemán de 2007. Una asociación entre Nubkheperre Intef y un
rey Sobekemsaf también está indicada por el descubrimiento de un fragmento de
marco de puerta por John y Deborah Darnell a principios de la década de 1990
que conservó parte de una inscripción que nombraba a un rey Intef delante de un
rey Sobekemsaf; La ortografía jeroglífica del rey Intef aquí fue la
utilizada solo por Nubkheperre. Desafortunadamente, no se descubrió
suficiente inscripción para revelar la naturaleza de la relación aquí con
certeza, o la intención del rey Sobekemsaf. Nubkheperre Intef a veces se
conoce como Intef VII, en otras fuentes como Intef VI, e incluso como
Intef V.
Nubkheperre
Intef gobernó desde Tebas y fue enterrado en una tumba en la
necrópolis de Dra 'Abu el-Naga'. La tumba se cubrió originalmente con
una pequeña pirámide (aproximadamente 11 m en la base, que se eleva a una
altura de aprox. 13 m). Auguste Mariette encontró dos obeliscos rotos
con un Titulario Quíntuple completo, que luego se perdió cuando se
transportaba al Cairo. Museo.
La esposa
del rey Intef era Sobekemsaf, que quizás provenía de una familia local
de Edfu. En una estela de Abydos que menciona un edificio del rey
están las palabras hijo del rey, jefe de los arquerosNakht.
Programa de construcción
Nubkheperre
Intef es uno de los reyes mejor atestiguados de la 17ª dinastía que restauró
numerosos templos dañados en el Alto Egipto y construyó un nuevo
templo en Gebel Antef. El edificio mejor conservado de su reinado son los
restos de una pequeña capilla en Koptos. Cuatro muros que han sido
reconstruidos muestran al rey frente a Min y lo muestran coronado
por Horus y por otro dios. Los relieves se ejecutan en relieve
elevado y hundido. En Koptos, el Decreto Coptos se
encontró en una estela que se refería a las acciones de Nubkheperre Intef
contra Teti, hijo de Minhotep. En Abydos, se encontraron varios
fragmentos de piedra, incluyendo columnas que atestiguan algún tipo de trabajo
de restauración. En una estela encontrada en Abydos, se hace mención de
una Casa de Intef. Esto probablemente se refiere a un edificio que
pertenece a Nubkheperre Intef. Por lo tanto, aunque la fecha más alta del
año de Nubkheperre Intef (y la única conocida) es su Año 3 en la estela de
Koptos, esto debe considerarse una subestimación, ya que debe haber
gobernado mucho más tiempo para cumplir su ambicioso programa de construcción y
también completar su tumba real. De hecho, Nubkheperre Intef está solo
"mencionado en más de veinte monumentos contemporáneos" desde su
reinado lo que demuestra su posición como uno de los gobernantes más
poderosos de la XVII Dinastía de Egipto.
La estela que representa a Nubkheperre y
Nakht, de Abydos.
Cronología de Nubkheperre Intef y robo de tumbas
Tanto Kim
Ryholt como el egiptólogo alemán Daniel Polz coinciden en que este faraón no
gobernó en el comienzo de la dinastía 17 o cerca de él, sino que se extendió
hasta la 17ª dinastía justo antes de los últimos tres reyes conocidos de esta
dinastía (Senakhtenre, Seqenenre y Kamose). Sin embargo, Ryholt, en su
reconstrucción de 1997 de la secuencia de los gobernantes de la 17ª dinastía,
sintió que un rey Sobekemsaf intervino entre el último rey Intef y
Senakhtenre. mientras que en la literatura más contemporánea, Detlef
Franke rechaza esta opinión (abajo) y argumenta que no hay espacio para que un
rey Sobekemsaf intervenga en el espacio después de Nubkheperre
Intef. "Contrariamente a Ryholt, No veo lugar para un rey
Sobekemsaf que gobernó después de Nubkheperra Antef. "Nubkheperra
Antef (c.1560 aC) es el mejor atestiguado (desde Abydos hasta Edfu, por
ejemplo, BM 631, EA 1645, ataúd 6652) y [el] el más importante de los tres
Antefs."
Polz, en su libro de 2007, coloca a Sekhemre-Heruhirmaat
Intef como un rey efímero entre los reinados de Nubkheperre Intef y Senakhtenre
Ahmose, el primer gobernante de la familia de reyes Ahmoside.
La tumba de
Nubkheperre Intef fue originalmente penetrada por ladrones de tumbas en 1827,
pero algunos de sus tesoros llegaron a manos de los coleccionistas
occidentales; su exclusivo ataúd de estilo rishi fue comprado por el
British Museum de la colección Henry Salt, donde su número de
catálogo es EA 6652. Su tumba fue encontrada más tarde por los primeros
egiptólogos alrededor de 1881, pero el conocimiento de su ubicación se perdió
de nuevo hasta que fue redescubierto en 2001 por los estudiosos
alemanes. Según los informes, el ataúd de Nubkheperre Intef se encontró en
su tumba con una diadema o corona, algunos arcos y flechas, y el
corazón-escarabajo de un rey Sobekemsaf.
La tumba de
Nubkheperre Intef fue redescubierta por Daniel Polz, director adjunto del Instituto
Arqueológico Alemán en 2001.
Se cree que una corona real se originó en
la tumba de Dra 'Abu el-Naga' de Nubkheperre Intef, ahora ubicada en
el Rijksmuseum van Oudheden de los Países Bajos.
Intef VII – 1548
Sekhemre-Heruhirmaat
Intef (o Antef, Inyotef ) fue un antiguo rey egipcio de
la XVII Dinastía de Egipto, que gobernó durante el Segundo Período
Intermedio, cuando Egipto se dividió entre la XVII Dinastía basada
en Tebas en el Alto Egipto y la XV
Dinastía Hyksos que Bajo controlado y parte del medio
Egipto.
Sekhemre-Heruhirmaat
Intef se conoce como Intef VII en algunas publicaciones, mientras que
otros se refieren a él como Intef VIII.
Rishi ataúd de Sekhemre-Heruhirmaat
Intef, en exhibición en el Louvre
Sekhemre-Heruhirmaat
Intef gobernó desde Tebas y fue enterrado en una tumba en la necrópolis real de
la XVII Dinastía en Dra 'Abu el-Naga'.
Su único testimonio
claro es su ataúd, Louvre E 3020, ahora en Francia. Su
sarcófago contenía el nomen corregido de este rey, así como su prenomen,
Sekhemre-Heruhirmaat, "que se añadió con tinta en el cofre del
ataúd". Poco más se sabe sobre el reinado de este rey, excepto que
fue un sucesor de corta duración de Nubkheperre Intef. El egiptólogo
danés Kim Ryholt ha argumentado que Sekhemre-Heruhirmaat Intef era
posiblemente un co-regente de Nubkheperre Intef basado en un bloque de Koptos,
que conserva
... el nomen y el prenomen de Antef N [ubkheperre]
junto con el desafortunadamente casi perdido prenomen de otro rey. A la
prenomina de ambos reyes se les da el epíteto di-ˁnḫ y dado que
normalmente se usaba solo para el rey gobernante, se puede inferir que estos
reyes reinaron conjuntamente".
Ryholt
observa que la longitud del cartucho dañado encajaría bien con el largo
prenomen de Sekhemre-Heruhirmaat.
Ryholt
sugirió que Sekhemre-Heruhirmaat Intef murió prematuramente y fue enterrado en
un ataúd real que inicialmente pertenecía a Nubkheperre Intef; por lo
tanto, Sekhemre-Heruhirmaat Intef no disfrutó de un reinado independiente
propio. El egiptólogo británico Aidan Dodson, sin embargo, critica la
propuesta de Ryholt de que Sekhemre-Heruhirmaat Intef murió durante el reinado
de su predecesor y fue enterrado en el ataúd real original de Sekhemre-Wepmaat
Intef. Dodson observa que la forma del nombre Intef escrito aquí (que
originalmente era similar a la que se usaba para designar a Nubkheperre Intef
antes de que se modificara para Sekhemre-Heruhirmaat Intef) y el prenomen del
rey agregado de Sekhemre-Heruhirmaat en el ataúd de este rey se compuso en una
Mano totalmente diferente de los textos restantes en el ataúd. Dodson también
subraya que:
Sobre la cuestión de los ataúdes de los reyes
Inyotef, Ryholt no aborda el punto clave que el contenedor utilizado para
Sekhemre-heruhirmaet (su "Inyotef H") es ciertamente un
"stock" [es decir, no real] ataúd, hecho faltante El nombre del
difunto, que se insertará más tarde, tal como se usó más tarde para el entierro
de Kamose. Sobre esta base, parece que no hay posibilidad de que el
primero haya sido el ataúd original de Inyotef N, puesto en servicio por su
co-regente prematuramente desaparecido. La explicación previa del revisor
de la ortografía modificada del nomen sigue siendo la más probable, y también
puede proporcionar una explicación para la inclusión del prenomen: en vista de
la confusión en la mente del escriba, se aseguró de que el rey estuviera
correctamente identificado en el Más Allá agregando su prenomen también!
La
explicación anterior de Dodson se deriva de su artículo de GM 120 (1991) donde
el autor sostiene que Sekhemre-Heruhirmaat Intef fue probablemente un rey
tebano de corta duración que murió a los pocos meses de su acceso al poder ya
que los escribas del templo probablemente todavía estaban acostumbrados a
escribir. Inyotef a la manera de Nubkheperre [Intef] [sc. Con la hoja de caña:
in-it = f], lo que lleva al error corregido en el ataúd [de
Sekhemre-Heruhirmaat Intef]".
Esto
también explicaría la modestia del ataúd de Insef de Sekhemre-Heruhirmaat, que
carecía de uraeus real y es estilísticamente similar al ataúd
claramente no real de Kamose. Intef, por lo tanto, no habría tenido
tiempo de crear un ataúd real adecuado en su reinado abreviado.
El
prominente egiptólogo alemán Daniel Polz, quien redescubrió la tumba
del poderoso rey de la Dinastía XVII Nubkheperre Intef en Dra 'Abu el-Naga' en
2001, también coloca a Sekhemre-Heruhirmaat Intef como un sucesor efímero de
este influyente faraón en un libro de 2007 anterior a la adhesión de Senakhtenre
Ahmose.
Ahmose
Senakhtenre
Ahmose fue el séptimo rey de la dinastía XVII de Egipto durante
el Segundo Período Intermedio. Senakhtenre reinó durante un corto
período de tiempo en la región de Tebas, en el Alto Egipto, en
un momento en que la décimo quinta dinastía de los hicsos gobernaba
el Bajo Egipto. Senakhtenre murió c.1560 o 1558 a. C. a más tardar.
Dintel con cartuchos de Senakhtenre, de
Karnak
Puede o no
haber sido el hijo de Nubkheperre Intef, el más prominente de los reyes
Intef. El egiptólogo danés Kim Ryholt observa que "desde
que Senaktenre fue recordado como uno de los Lords of the West junto
con Seqenenre y Kamose, generalmente se cree que fue miembro de la familia de
Ahmose y como tal identificado con el cónyuge no identificado de" La
reina Tetisheri, la abuela de Ahmose. Fue sucedido por su
hijo, Seqenenre Tao. Rey Senakhtenre también sería el marido de Tetisheri que
es llamado el "gran esposa del rey" y "la madre de mi
madre" en una estela en Abidos por el faraón Ahmose I. Senakhtenre
fue, por lo tanto, el abuelo de Ahmose I.
A
diferencia de sus dos sucesores, Tao y Kamose, Senakhtenre es un rey
relativamente oscuro y, hasta 2012, no fue atestiguado "por [ninguna]
fuente contemporánea (por su prenomen) sino exclusivamente por fuentes que
datan del Nuevo Reino: la lista del rey Karnak [de Tutmosis III] y
[en] dos tumbas tebanas". El libro de Donald Redford menciona estas
2 tumbas tebanas. La evidencia arqueológica anterior a 2012
sugiere que su reinado fue breve y duró varios meses o un año como
máximo. Sin embargo, en 2012, dos importantes monumentos contemporáneos de
este rey fueron descubiertos en Karnak: una puerta que se encuentra esculpida
con su nombre real, así como un dintel de piedra caliza fragmentaria. La puerta
o la puerta está tallada con otras inscripciones jeroglíficas que indican que
Senaktenre tenía este monumento, que está tallado en bloques de piedra caliza,
transportado desde Tura (Helwan moderno, al sur de El Cairo), que
estaba bajo el dominio de los hicsos durante su reinado.
Nomen de Senakhtenre
Hipótesis pre-2012
A partir de
una referencia en el Papiro Abbott (Columna III, 1.10), durante mucho
tiempo se creyó que el nomen de Senakhtenre era Tao ("El
Viejo"). De hecho, el papiro menciona a dos reyes con el nombre de
Tao. El segundo rey Tao se identificó con Senakhtenre porque la primera
mención de un Tao se refiere a Seqenenre Tao para el cual está
escrito el nombre completo. En consecuencia, la hipótesis de que el nombre
de Senakhtenre era tao fue dominante en la egiptología hasta 2012 y fue
compartida, por ejemplo, por Darrell Baker, aunque también fue
controvertida. Por ejemplo, el egiptólogo Claude Vandersleyen rechazó
este punto de vista ya en 1983. Además, en su estudio de 1997 del segundo
período intermedio, el egiptólogo Kim Ryholt propuso que el nomen de
Senakhtenre puede haber sido Siamun en lugar de Tao:
Este nomen está inscrito en uno de los dos sellos de
sello encontrados juntos en una tumba en Dra Abu el-Naga, el otro está inscrito
con el prenomen Seqenenre [cuyo nomen era Tao]. Se ha sugerido que Siamun
aquí fue utilizado como un epíteto. En ese caso, se situaría en lugar de
un nomen ya que sigue inmediatamente al título "Hijo de Re". Sin
embargo, aparte del hecho de que Kamose a veces reemplazó el suyo con el
epíteto "el poderoso gobernante"... por razones políticas durante la
guerra con Apophis, el título "Hijo de Re" siempre va seguido de un
nombre apropiado durante el Segundo Período Intermedio. . Dado que Siamun
fue un nombre popular durante este período y el Nuevo Reino, parece más
probable que estemos tratando con un nombre que con un epíteto. El hecho
de que los dos sellos se encontraron juntos y son virtualmente idénticos en su
fabricación sugiere que se produjeron aproximadamente al mismo tiempo y se
entregaron al funcionario de cuya tumba provienen. Por lo tanto, Siamun
debe ser más o menos contemporáneo con Seqenenre, y dado que no es posible
identificar a Siamun con su sucesor (este es Kamose), se puede sugerir que
Siamun era el nomen de su predecesor Senakhtenre.
Nomen de Senakhtenre
La
situación cambió completamente en marzo de 2012 cuando el egiptólogo francés
Sébastien Biston-Moulin de la CFEETK (Centro Franco-Égyptien d'Étude des
Temples de Karnak) publicó inscripciones jeroglíficas en una gran jamba de
piedra caliza de la dinastía XVII construida para un granero de un templo de
Amun en Karnak. La jamba de la puerta lleva el nombre real completo de Senakhtenre
y revela que su nombre ha sido Ahmose. Este es el mismo
nombre que su nieto, Nebpehtyre Ahmose I, quien fundó la dinastía
XVIII derrotando a los hicsos y expulsándolos de Egipto. Las
inscripciones en la puerta indican que fue construida siguiendo las órdenes del
propio Senakhtenre. La puerta fue posteriormente reutilizada y descubierta
en los cimientos de un edificio posterior contiguo al templo de Ptah en
Karnak. El título real de Senakhtenre como lo revela la puerta es
" Hr mry-mAa.t nswt bjty snxt-n-ra sA ra jaH-ms ", que se
traduce como " El Horus Merymaat, el rey del Alto y Bajo Egipto
Senakhtenre, el Hijo de Re Ahmes". La inscripción en la puerta
reutilizada indica que Senakhtenre "hizo un monumento para su padre Amun-Re (es
decir, la puerta en sí)... de la hermosa piedra blanca de Anu". Anu
es la Tura moderna., ubicado cerca de El Cairo, lo que podría
significar que Senakhtenre importó la piedra caliza de la zona de Tura en el
bajo Egipto, entonces controlada por los hicsa. Sin embargo, Biston-Moulin
advierte que "la hermosa piedra blanca de Anu" se usaba a veces como
un término genérico para las piedras que en realidad se tomaban de canteras
locales. Mientras tanto, un dintel fragmentario descubierto por el mismo equipo
de eruditos franceses llevaba esta inscripción que mencionaba el nomen de
Senakhtenre:
Behdety, el gran dios
[¡Viva el dios] hecho [por] Senakht-en-Re dado vida
como Re para siempre!
[Aclamaciones] el hijo de Re Ahmes dado vida como Re
para siempre!
Estas dos
inscripciones separadas en la puerta del granero y el dintel fragmentario
hallado en enero-febrero de 2012 en Karnak demuestran que el nombre o el nombre
de nacimiento del rey Senakhtenre era "Ahmose" ("Ahmes" en
el Antiguo Egipto) y no "Tao" como se pensaba anteriormente. Biston-Moulin
escribe en el resumen de su artículo:
Publicación de dos elementos de una puerta de
granero con el nombre del rey Senakhtenre Ahmose, recientemente descubierta
cerca del templo de Ptah en Karnak. Las inscripciones permiten
identificar con mayor precisión a este rey de la decimoséptima dinastía, que
antes solo se conocía a través del nombre de coronación en listas de reyes
posteriores. Finalmente, también resuelven las incertidumbres sobre su
nombre de nacimiento: Ahmose. Las designaciones de Senakhtenre Tao I o
Senakhtenre Siamun para este rey deben ser abandonadas. Las sugerencias
para identificar la tumba del rey en el informe Ramesside de las
investigaciones en la necrópolis de Tebas registrada en Papyrus Abbott también
deben ser rechazadas. Sólo un rey lleva el nombre de nacimiento Tao:
Seqenenre. Que Ahmose es el hijo de Re, el nombre de Senakhtenre lleva a
la conclusión de que este rey debe ser un miembro de la familia real Ahmoside
de las últimas dinastías XVII y XVIII, de las cuales es hasta la fecha el
representante más antiguo conocido.
Tetisheri fue
la matriarca de la familia real egipcia de finales de
la Dinastía XVII y principios de la Dinastía XVIII.
Tetisheri
era la hija de Tjenna y Neferu. Los nombres de los padres de Tetisheri se
conocen de los vendajes de momias que se encuentran en TT320. Ella
fue seleccionada por Senakhtenre, a pesar de su nacimiento no real, para
ser no solo su esposa sino su Gran Esposa Real. Tetisheri fue la
madre de Seqenenre Tao, la reina Ahhotep I y posiblemente Kamose.
El faraón
Ahmose erigió una estela en Abydos para anunciar la construcción de
una pirámide y una "casa" para Tetisheri. Ahmose se refiere a la
Reina como "la madre de mi madre y la madre de mi padre, la esposa
del gran rey y la madre del rey, Tetisheri" (Breasted).
Tetisheri
probablemente fue enterrada en Tebas y ella pudo haber sido reenviada
en el escondite real en TT320. Ninguna tumba en Tebas ha sido
identificada de manera concluyente con la reina Tetisheri, aunque una momia que
podría ser suya se incluyó entre otros miembros de la familia real que se
volvieron a enterrar en el Royal Cache (DB320).
El faraón
Ahmose hizo erigir una estructura conmemorativa o cenotafio en Abydos en
su honor, en medio de su extenso complejo funerario en ese lugar. Esta
estructura de ladrillos de barro fue descubierta en 1902 por el Fondo de
Exploración de Egipto, y se encontró que contenía una estela monumental
que detalla la dedicación de Ahmose I y su hermana y
esposa Ahmose-Nefertari de una pirámide y un recinto (o santuario) a
Tetisheri.
Estela que representa a Tetisheri (sentada)
y el faraón Ahmose
Su
descubridor, CT Currelly, creía que la referencia textual a una
"pirámide" de Tetisheri no se refería al edificio en el que se
encontraba la estela, sino a la pirámide más imponente asociada con un gran
templo funerario en su base, descubierta en 1900 por a.C Mace. Sin
embargo, según los descubrimientos recientes, esta vista ya no se puede
mantener. Los cimientos de la estructura, originalmente descritos por
Currelly en 1903 como un "santuario" o "mastaba", se
demostraron en 2004 a través de las renovadas excavaciones del Instituto
Oriental de la Universidad de Chicago bajo la dirección de S. Harvey para haber
formado el Los cursos más bajos de una pirámide de ladrillos, la pirámide de la
última reina que se construyó en Egipto. Porciones de la pirámide de piedra
caliza.o también se descubrió una piedra angular, lo que demuestra de manera
concluyente que esta estructura tenía forma piramidal. El estudio
magnético también reveló un recinto de ladrillos de aproximadamente 70 por 90
metros, una característica que no fue detectada por los arqueólogos
anteriores. Por consiguiente, ahora se pueden identificar como las
características descritas en la estela de Ahmose que se encuentra dentro: una
pirámide y un recinto, construidos en medio del propio complejo funerario de
Ahmose.
WV Davies
identificó una estatuilla en las colecciones del Museo Británico con
una inscripción con el nombre de Tetisheri, como una falsificación, basada en
la imitación servil de su inscripción de una parte inferior fragmentada de una
estatua similar de la reina (ahora perdida). Sin embargo, algunos
estudiosos cuestionan esta atribución y han estado planteando cuestiones sobre
la autenticidad potencial de la estatuilla misma, si no la inscripción.
Estatuilla de Tetisheri, Museo Británico,
posiblemente una falsificación.
Taa I - 1548 – 1545
Senajtenra
- Taa, o Taa I, (Snkht.n-Ra) Nombre de coronamiento del considerado decimotercer
rey de la XVII dinastía egipcia y sucesor de Intef VII. De Senakkhtenre,
denominado hasta hace poco Seqenenre Taa I, se ignora su nombre Sa Ra (no está
probado que se llamara Taa); sin embargo, aparece registrado en la Cámara de
los antepasados de Karnak y sobre la mesa de ofrendas y libaciones del escriba
Qenhirkhopshet. Con el nombre de Sekhentenre quedó registrado en la Lista de la
tumba de Khabekhnet. Asimismo, su nombre figuró al parecer en el Papiro Abbott
III, pero el mismo fue sustituido por error por el de Seqenenre Taa. Se ha
admitido que se casó con Tetisheri, de quien tuvo a Ahhotep II -luego reina- y
a Seqenenre Taa, que se casarían entre sí, y a Inhapi, esposa que fue también
de su hermano. Dada la distancia de Tebas de la Corte hicsa, Senakkhtenre,
nominalmente vasallo de los reyes hicsos, gozó de total autonomía en su zona,
si bien se desconocen los hechos de su actuación e incluso los años de su
reinado. Muy probablemente fue enterrado en el área de la colina de Dra Abu
el-Naga. Fue sucedido en el trono por su hijo, el citado Seqenenre Taa.
Por aquel
entonces las Dos Tierras (Egipto) se hallaban divididas en múltiples
principados, la mayoría de ellos controlados por la dinastía XV, de origen hicso
o por el reino nubio de Kerma, al
sur. Muy pocos podían vanagloriarse de tener cierta autonomía respecto de los
invasores, y uno de ellos era el de Tebas.
Sabemos muy
poco de Senajtenra, ni siquiera conocemos cuántos años estuvo gobernando Tebas,
ni sus vínculos familiares y mucho menos de sus actos durante su reinado.
Quizás fuese hijo de Intef VII y
hermano de Sobekemsaf II, pero no
está nada claro.
Es de
suponer que estuviera seriamente limitado por los hicsos del norte, aunque
también es muy probable que ya en su reinado comenzase a hablarse de rebelión,
y un sentimiento nacional comenzó a surgir en la provinciana ciudad de Tebas,
proponiéndose expulsar a los extranjeros y reunificar las Dos Tierras.
Más
conocido que Senajtenra fue su esposa, de origen humilde, la matriarca del
clan, Tetisheri. Ella plantaría la
semilla de la rebelión y del culto a Amón
en sus dos hijos, Seqenenra y Ahhotep cuando su marido desapareció.
Se ignora
actualmente el paradero de la tumba y de la momia de este príncipe tebano, la
raíz de la monumental y prodigiosa dinastía XVIII.
Taa II - 1545 – 1540
Seqenenra
Taa, o Taa II fue el penúltimo rey de la dinastía XVII del Antiguo Egipto. Su
nombre de coronación fue Seqen-en-Ra, pero al contrario que la mayoría de los
reyes egipcios, es más conocido por el nombre de Nesut-Bity: Seqenenra, que por
el nombre de Sa-Ra o nombre de Nacimiento: Taa.
Por aquel
entonces, hacia 1560-1550 a. C., el delta de Nilo, al norte del país
estaba dominado por los hicsos, un conjunto de pueblos provenientes de Asia
cuyos dirigentes gobernaban casi todo Egipto. Sin embargo, el sur seguía siendo
gobernado por dirigentes vasallos de origen egipcio, que resistían e incluso
conspiraban contra el invasor. Uno de los territorios más rebeldes era el nomo
de Tebas, gobernado por los mandatarios de la dinastía XVII, posibles
descendientes de la dinastía XIII.
Sabemos muy
poco, apenas sí los nombres de los predecesores de Seqenenra y, parece ser, que
eran vasallos de los gobernantes hicsos. Los intentos de rebelión en otros
fuertes principados, como el de Abidos, habían sido sofocados con dureza, y los
príncipes tebanos se ocupaban de conspirar en silencio, sin despertar
demasiadas sospechas. Más, algo cambió con Seqenenra.
Como relata
una conocida historia, mitad leyenda, una embajada hicsa fue a Tebas a exigir a
Seqenenra que sacrificase a los hipopótamos sagrados, pues, según decían, con
sus ruidos no dejaban dormir al rey hicso, coronado faraón. No sabemos si la exigencia
era textual o simbólica, y con esto se querían referir a que a sus oídos habían
llegado noticias de rebelión y "recomendaban" apresar a los
culpables. Sea como fuere, Seqenenra se lo tomó como una auténtica provocación
y no dudó en declarar la guerra, no sin antes coronarse rey legítimo.
Pese a
estar atrapado al norte por el reino de Menfis de los hicsos y al sur por el
reino Kushita (Kerma) de los nubios, Seqenenra armó una considerable tropa y
marchó hacia el Egipto Medio a luchar contra el rey hicso Apopi I, de la poderosa dinastía XV. Al parecer consiguió al
principio algunas victorias, pero la situación no era favorable pues las
fuerzas hicsas seguían siendo demasiado poderosas. Seqenenra, derrotado y
muerto en combate, fue trasladado a Tebas como un auténtico héroe. La guerra de
liberación de Egipto no había hecho más que comenzar.
La familia real
Seqenenra
era hijo del príncipe Senajtenra y
de una mujer de origen modesto, pero de una gran entereza, Tetisheri. Esta dama fue la fundadora de un linaje de importantes
mujeres que, unidas al poder de sus hermanos-esposos, generarían la gran
dinastía XVIII, una de las más largas y prósperas.
El rey
estaba casado con tres hermanas, como era costumbre entre los faraones. Sus
nombres eran Ahhotep, Ahmose-Inhapi y Sithut, aunque de todas ellas la más influyente y valiente era
Ahhotep, madre de reyes y auténtica heroína de guerra. De estos matrimonios
nacieron la familia llamada comúnmente ahmósida, ya que en sus nombres
teóforos se mencionaba al dios lunar Ah: el rey Ahmose I, su gran esposa real Ahmose-Nefertari,
así como los príncipes Ahmose-Sipair y Ahmose y las princesas
Ahmose-Henuttamehu, Ahmose-Tumerisy, Ahmose-Henutemipet y Ahmose-Nebetta.
Sucesores
El reinado
de Seqenenra fue corto, apenas
superior a cuatro años, pero fue el antecedente de lo que vendría después. Los
fieles consiguieron hacerse con el cuerpo destrozado del rey, momificarlo y
enterrarlo en la necrópolis real de la época, en Dra Abu el-Naga. Su momia nos
ha llegado gracias a ser una de las presentes en el escondrijo de Deir
el-Bahari, y en ella aún se pueden apreciar cuatro grandes heridas que
causarían la muerte de este monarca, el predecesor del linaje de Ahmose, de los Amenhotep y de los Thutmose.
Tras
Seqenenra la lucha siguió bajo el reinado de Kamose, de quien se había pensado que era su primogénito, pero que
al parecer era su hermano menor. Al morir también este rey en la lucha, cuando
los hicsos ya estaban confinados en el extremo noreste de sus dominios, el
siguiente rey y futuro vencedor sería el niño Ahmose, que tutelado por su madre
regente, la reina Ahhotep, conseguiría reunificar el país e inaugurar la más
importante de las etapas del Antiguo Egipto, el denominado por los modernos
historiadores Imperio Nuevo de Egipto.
La momia de
Seqenenre fue descubierta en el escondite de Deir el-Bahri, revelado en
1881. Fue enterrado junto con los líderes de la dinastía posterior, decimoctava
y decimoctava, Ahmose I (su segundo hijo es el faraón), Amenhotep I, Thutmose
I, Thutmose II, Tutmosis III, Ramsés I, Seti I, Ramsés
II y Ramsés IX.
La momia
fue desenvuelta por Eugène Grébaut cuando
El profesor Gaston Maspero renunció a su
cargo de director el 5 de junio de 1886 y fue sucedido en la superintendencia
de excavaciones y arqueología egipcia por M. Eugene Grebault. En el mismo
mes, Grebault comenzó el trabajo de desabrochar a la momia del rey tebano
Sekenenra Ta-aken, de la dinastía XVIII. Fue bajo este monarca que se
originó una revuelta contra los hicsos, o los reyes pastores, en el curso de
los cuales los asiáticos fueron expulsados de Egipto. La historia de
este rey siempre ha sido considerada legendaria, pero por los signos de las heridas
presentes en la momia, es cierto que murió en la batalla. En la misma
temporada, la momia de Seti I no estaba vendada, y también la de un príncipe
anónimo.
Una
descripción vívida proporciona una descripción de la lesión que se le hizo al
faraón en su muerte:
... no se sabe si cayó en el campo de batalla o si
fue víctima de algún complot; la aparición de su momia prueba que murió de
muerte violenta cuando tenía unos cuarenta años. Dos o tres hombres, ya
sean asesinos o soldados, deben haberlo rodeado y enviado antes de que hubiera
ayuda disponible. Un golpe de un hacha debe haber cortado parte de su
mejilla izquierda, exponer los dientes, fracturarse la mandíbula y enviarlo sin
sentido al suelo; otro golpe debe haber dañado gravemente el cráneo, y una
daga o jabalina ha abierto la frente del lado derecho, un poco por encima del
ojo. Su cuerpo debe haber permanecido acostado donde cayó durante algún
tiempo: cuando se encontró, se había establecido la descomposición, y el
embalsamamiento debía realizarse apresuradamente como mejor pudo.
La herida
en su frente probablemente fue causada por un hacha Hyksos y su herida en
el cuello probablemente fue causada por una daga mientras estaba
propenso. No hay heridas en sus brazos o manos, lo que sugiere que no pudo
defenderse.
Hasta 2009,
las principales hipótesis han sido que murió en una batalla contra los hicsos o
que murió mientras dormía. Una reconstrucción de su muerte por el
egiptólogo Garry Shaw y el arqueólogo y experto en armas Robert Mason sugirió
una tercera, que consideraron como la más probable, que Seqenenre fue ejecutado
por el rey Hyksos. Garry Shaw también analizó los argumentos a favor de
las hipótesis en conflicto y otras pruebas físicas, textuales y estadísticas
que concluyen "que la causa más probable de la muerte de Seqenenre es la
ejecución ceremonial a manos de un comandante enemigo, luego de una derrota
tebana en el campo de batalla".
Cabeza momificada de Seqenenre que
representa sus heridas de batalla
Su momia
parece haber sido embalsamada apresuradamente. Las radiografías que se
tomaron de la momia a fines de la década de 1960 muestran que no se ha
intentado extraer el cerebro ni agregar lino dentro del cráneo o los ojos,
ambas prácticas normales de embalsamamiento en ese momento. En opinión
de James E. Harris y Kent Weeks, quienes realizaron el
examen forense en el momento en que se tomaron las radiografías, su momia es la
peor conservada de todas las momias reales que se llevaron a cabo en el Museo
Egipcio, y señalaron que El olor aceitoso llenó la habitación en el momento en
que se abrió el caso en el que se exhibió su cuerpo ", lo que
probablemente se debe al mal proceso de embalsamamiento y la ausencia del uso
de sales natron absorbentes , dejando algunos fluidos
corporales en la momia en ese momento de entierro.
Él es la
momia real más antiguo en exhibición en el recientemente renovado (2006) Momias
Reales Hall en el Museo Egipcio, El Cairo.
Tetisheri
Tetisheri
Tetisheri (?- Tebas 1541 a. C. fue una reina de la familia real
egipcia de finales de la dinastía XVII y la matriarca de la XVIII. Era esposa
de Senajtenra, madre de Seqenenra y de Kamose y abuela de Ahmose.
Tetisheri participó en la expulsión de los hicsos de Egipto y estableció un
precedente de reina con poder, que anticipó a grandísimas mujeres descendientes
suyas como Ahhotep, Ahmose-Nefertari, Hatshepsut, Tiy o Nefertiti.
Tetisheri
nació en una familia plebeya, hija de un juez llamado Tyenna y de un ama
de casa de nombre Neferu, y fue elegida por Senajtenra para ser su
esposa principal, dándole el título de Gran Esposa Real. Este hecho era
bastante poco habitual en el Antiguo Egipto. Senajtenra concedió a Tetisheri
muchos privilegios que no habían tenido reinas anteriores. Fue la primera reina
en llevar la corona del buitre indicando que la posición de esposa principal
había llegado a ser parte integral del poder faraónico. Cuando su hijo
Seqenenra se levantó contra los hicsos, Tetisheri ayudó y contribuyó a reclutar
tropas. Seqenenra murió en batalla, lo mismo que su sucesor, Kamose.
Su nieto Ahmose consiguió expulsar a los hicsos
de Egipto. Tetisheri fue una sabia consejera de tres reyes durante la guerra
contra los hicsos y el pueblo egipcio la tuvo como el motor de la resistencia
nacional. Durante la campaña guerrera de Ahmose, Tetisheri gobernó junto con su
hija Ahhotep, ésta en calidad de regente. Parece ser que Ahmose estuvo muy
unido a su abuela y cuando ella tenía unos 70 años encargó varios proyectos más
en su honor.
Entierro, Cenotafio, y
la pirámide
Tetisheri
fue enterrada probablemente en Tebas.
El Faraón
Ahmose tenía una estructura memorial o cenotafio en Abydos erigido en su honor,
en medio de su propio complejo funerario extenso en ese sitio. Esta estructura
de ladrillo de barro fue descubierto en 1902 por el Fondo de Exploración de
Egipto , y se encontró que contenía una estela monumental que detalla la
dedicación por Ahmose I y su
hermana-esposa Ahmose-Nefertari de
una pirámide y la caja (o santuario) para Tetisheri.
Su
descubridor, CT Currelly, creía que la referencia textual a una "pirámide" de Tetisheri que no se
refería al edificio en el que se encontró la estela, sino más bien a la
pirámide más imponente asociada con un templo mortuorio grande en su base
descubierto en 1900 por AC Mace. Basándose en los descubrimientos recientes,
sin embargo, este punto de vista no puede ser mantenido. Los cimientos de la
estructura, descrita originalmente por Currelly en 1903 como un "santuario" o " mastaba ", fue demostrado en 2004 a
través de las nuevas excavaciones del Instituto Oriental de la Universidad de
Chicago bajo la dirección de S. Harvey se han formado para la cursos más bajos
de la pirámide de ladrillo, pirámide de la reina anterior que fue construida en
Egipto. Algunas partes de la caliza o piedra angular pyramidion fueron descubiertas,
así, lo que demuestra de manera concluyente que esta estructura era piramidal
en la forma. Encuesta magnética reveló también un recinto de ladrillo a unos 70
por 90 metros en la escala, no es una característica detectada por los primeros
arqueólogos. Estas en consecuencia ahora se pueden identificar como las
características descritas en la estela de Amosis se encuentra dentro: una
pirámide y un recinto, construido en medio del complejo funerario propio de
Amosis.
Una
estatuilla de largo en las colecciones del Museo Británico con una inscripción
de nombres Tetisheri se identificó como una falsificación por WV Davies, basado
en la imitación servil de su inscripción a partir de una porción fragmentaria
inferior de una estatua similar de la reina (ahora perdido). Sin embargo,
algunos expertos cuestionan esta atribución, y han estado planteando preguntas
sobre la autenticidad de la propia potencial estatuilla, si no la inscripción.
Ahhotep
Iahhotep (1570-1540 a. C.) fue
una reina egipcia de finales de la dinastía XVII y comienzos de la XVIII (hacia
los años 1570-1540 a. C.), que ejerció de regente durante la minoría
de edad del faraón Kamose y promovió
la expulsión de los dirigentes hicsos. Ahhotep (Iahhotep,
La Luna está satisfecha) nació probablemente entre los años 1585 y
1575 a. C. en el seno de la familia gobernante de la ciudad de Tebas,
en lo que hoy englobamos como dinastía decimoséptima. Sus padres eran el
príncipe Senajtenra y su esposa Tetisheri, de orígenes más modestos. En
aquella época Egipto vivía dividido en varios principados, todos ellos
dependientes en mayor o menor grado del faraón de Menfis de la dinastía XV.
Tebas era
uno de los principados más alejados de Menfis y de los hicsos, y fue allí donde
se fraguó la rebelión que acabaría triunfando y sentando en el trono de un país
unificado a un monarca autóctono. De no ser por la educación patriótica e
inconformista que dio a sus hijos Tetisheri la historia hubiera sido bien
distinta.Al morir su
padre, asumió el trono tebano el hermano mayor de Ahhotep, Seqenenra, con quien tuvo que casarse, siguiendo las ancestrales
costumbres. La nueva pareja real, asesorada siempre por la madre de ambos, Tetisheri, así como por un consejo
formado por militares, nobles, escribas y sacerdotes, decidieron en secreto
comenzar a plantar cara a los hicsos y a sus aliados.
Algunos
rumores debieron llegar a Menfis, pues a poco de asumir el trono Seqenenra una embajada hicsa llegó a
Tebas exigiendo que fuesen sacrificados los hipopótamos sagrados del templo de Amón,
porque sus bramidos no dejaban dormir al faraón (¡quien vivía a cientos de
kilómetros de Tebas!). Desconocemos qué hicieron los tebanos ante esta
provocación, pero el caso es que en muy poco tiempo un ejército salió de la
ciudad sureña con el claro objetivo de liberar a Egipto del yugo hicso. A su
cabeza marchaba el ahora coronado rey Seqenenra, apodado el Bravo.
Mientras,
en Tebas quedó acantonada el resto de familia real, a saber: la reina madre
Tetisheri, todos los príncipes y princesas y, a la cabeza de ellos, la reina
Ahhotep, quien se encargó del gobierno en la ausencia de su marido. Sus dotes
fueron apreciadas por todos en tan complicados tiempos.
El éxito de
la ofensiva de Seqenenra tuvo que residir sobre todo en el efecto sorpresa,
pues cuando por fin se enfrentó al ejército hicso, fue severamente derrotado e
incluso murió en la batalla, tal y como demuestra su momia. Ahhotep se había
quedado viuda, pero sus fuertes convicciones y su fe en la liberación anunciada
por el dios Amón fueron más fuertes, y no agachó la cabeza, sino todo lo
contrario.
Ahhotep,
para ganar tiempo y no dejar que los hicsos comieran el poco terreno ganado, no
dudó en coronar rey a Kamose, su
hermano menor o su hijo mayor.
Pese a que
el nuevo rey también estaría casado, Ahhotep siguió llevando la voz cantante
mientras asumía la regencia en Tebas, y para la ciudad las cosas no habían
cambiado en absoluto.
La mayor
parte de su vida la pasó Ahhotep acompañada de su madre, la longeva Tetisheri, y la matriarca del clan.
Juntas, estas dos mujeres inculcaron a su nutrida descendencia el valor de las
Dos Tierras unidas y la fidelidad al dios que les había pronosticado su éxito,
Amón, que sería convertido en la cabeza del panteón.
Ahhotep tuvo muchos
hijos de Seqenenra, casi todos de
ellos bien documentados por el hallazgo de sus momias en el escondrijo de Deir
el-Bahari. Esta generación y la posterior reciben comúnmente el sobrenombre de ahmósida por llevar la mayoría
de sus miembros en sus nombres una advocación al dios lunar Ah. Algunos de los
miembros más importantes fueron Ahmose
I, su esposa y hermana Ahmose-Nefertari
y también Ahmose-Henutempet, Ahmose-Hentimehu, Ahhotep-Tao...
Muerte y entierro de
Ahhotep
Cuando
Ahmose fue lo suficientemente mayor como para gobernar por sí solo, Ahhotep se
retiró al templo de Karnak y allí parece ser que vivió hasta que le llegó la
muerte, a muy avanzada edad. Dejaba un Egipto completamente distinto al que
había visto al nacer, y una pareja real muy carismática y eficaz con la descendencia
asegurada.
El egiptólogo francés Auguste Mariette, en
1859, localizaba en Dra Abu el-Naga la que tradicionalmente ha sido
identificada como la tumba de la reina Ahhotep.
En el interior de dicho enterramiento apareció un ajuar funerario con objetos
en los que se encontraron los nombres de Kamose y Amosis, llamando
especialmente la atención un conjunto de magníficas piezas de joyería. Parte de
este tesoro lo conformaban armas como una daga y un hacha, ricamente
ornamentales, así como una cadena con tres colgantes con la forma de moscas
insignia con la que en Egipto se condecoraba el valor en la batalla y que no
sorprende en el entorno de una mujer que consiguió que bajo su autoridad se
forjaran las bases sobre las que se construiría el Imperio Nuevo.
Collar de las moscas, tomado de la
publicación de C. Aldred, Jewels of the Pharaohs. Egyptian Jewelry of the
Dynastic Period, Londres, 1978, Lám. 41.
Ahhotep,
enterrada con condecoraciones de general, vivió una época belicosa y
truculenta. Pero las vicisitudes parece que quedaron inextricablemente
vinculadas al destino de la reina, incluso más allá de los milenios, al menos a
juzgar por los acontecimientos que rodearon el hallazgo de su tumba. Todo
empezó cuando en 1854 el príncipe Napoleón expresó su deseo de visitar Egipto.
El virrey, para mostrarle los encantos del país, pensó en ofrecerle un hallazgo
arqueológico y encargó a Auguste Marriette la localización de un lugar óptimo,
por lo que empezaron las excavaciones en Dra Abu el-Naga. No obstante,
finalmente el magnate francés canceló su visita y las responsabilidades
alejaron Mariette de la zona tebana, dejando los trabajos en manos de un
capataz. Pero cuando apareció el ajuar de Ahhotep, el gobernador de la
provincia ordenó que le llevaran el sarcófago a su palacio y acabó destruyendo
la momia tras despojarla de sus tesoros. En cuanto Auguste Mariette se enteró
de lo sucedido mostró su indignación y tomó un barco de vapor con el que
interceptó al gobernador en plena travesía por el Nilo. El egiptólogo consiguió
arrebatarle por la fuerza el tesoro de Ahhotep y lo condujo ante el jedive en
El Cairo. Pero el periplo de las joyas ni siquiera estuvo asegurado tras la
construcción del Museo de El Cairo, ya que una favorita del virrey Said parece
que se adornó durante algún tiempo con un collar de Ahhotep.
Vista frontal del buitre en el brazalete,
con ángulo ligeramente oblicuo. Tomado de la publicación de H. Wolfang Müller y
E. Thien, El oro de los faraones, Madrid, 2001, p. 131.
El destinó
aún iba a deparar nuevas peripecias a estas joyas, que viajaron en 1862 a la
Exposición Universal de Londres y en 1867 a la de París, donde Auguste Mariette
era el responsable del pabellón egipcio. Allí, Eugenia de Montijo vio las joyas
de Ahhotep y no tuvo reparos en pedírselas al virrey de Egipto. Mariette se
enfrentó con la codiciosa emperatriz de Francia y apunto estuvo de generarse un
complicado conflicto diplomático; no obstante, Mariette no se rindió y luchó
por recuperar las piezas nuevamente en litigio, las retiró urgentemente del
pabellón de exposiciones y tramitó su regreso al Museo de El Cairo. Desde
entonces, las joyas de Ahhotep no han vuelto a abandonarlo.
Entre el
magnífico tesoro de Ahhotep una de las piezas más excepcionales es un brazalete
en el que destaca en su parte anterior la forma de un buitre con las alas
desplegadas. Se trata de una joya de diseño sencillo, pero muy colorista y
llamativa, que en su conjunto se conforma por dos partes rígidas
semicirculares, que quedan unidas por unas bisagras que llaman la atención por
su modernidad, siendo quizá todavía más excepcional el sistema de cierre
formado por una pasador extraíble.
Vista lateral que permite observar una de
las bisagras de la joya y el tornillo extraíble
El ave se
representa con sus alas extendidas y con la cabeza mostrada de perfil,
proyección que realza la forma de su característico cuello y del ganchudo pico.
No obstante, el resto del buitre se plasma desde un punto de vista frontal,
trayendo la cola, las patas y las alas al mismo plano. La posible sensación de
aplastamiento viene compensada por la elegancia del diseño y el juego cromático
conseguido mediante las incrustaciones del cloisonné, que parecen emular las
plumas del ave, combinando elegantemente el intenso azul del lapislázuli, el
rojo de la cornalina y el luminoso brillo turquesa de la loza; un tono que, sin
embargo, debido al deterioro de la pátina vidriada, ha perdido buena parte de
su antiguo esplendor.
En lo que
respecta a los detalles del diseño hay que destacar la forma de las
incrustaciones, ya que tienen un papel muy importante en el efectismo de la
joya. Por ejemplo, se puede observar que el animal carece de garras, o éstas se
confunden y funden con la forma de signos chen- XX, símbolos de la
eternidad, que rematan el extremo de sus patas. Estos elementos circulares
permiten situar una incrustación de cornalina, en forma de disco, en su parte
interior. Otra forma circular, aunque de dimensión más reducida, aparece en una
incrustación próxima al cuello, que a su vez se encuentra rodeada por una
incrustación de lapislázuli que se abre como una caracola hasta conformar la
cabeza (Fig. 5). Nos encontramos aquí ante un hábil recurso que ayuda a
descentrar armónicamente el arranque del cuello del ave del eje de simetría y,
sobre todo, le otorga su característico aspecto alargado y carente de plumaje.
Mediante estas efectistas incrustaciones, además, el cuello no arranca del
borde superior de la joya, permitiendo así esbozar el aspecto un tanto jorobado
que inevitablemente sugiere la observación del animal y que también forma parte
de sus rasgos más identificadores. A la vez, el juego reiterado con
incrustaciones circulares y del mismo color, ayuda a equilibrar el cromatismo,
genera ritmo visual e incrementa la armonía estética.
Kamose - 1540 – 1534
Uadyjeperra
Kamose, o Kamose, fue el último faraón de
la Dinastía XVII de Egipto, entronizado bajo el nombre de Uady-Jeper-Ra.
Es llamado
por Manetón, Kamosis o kames o Kamosis. Su linaje exacto es todavía un tema de
debate, aunque su pertenecencia a la familia real de Tebas es indiscutible.
Para algunos especialistas, entre ellos Nicolas Grimal, él es el hijo de Seqenenre
(o Tao II) y la Reina IAH-Hotep I (o Ahhotep I). Sin embargo, los egiptólogos,
incluyendo Aidan Dodson Marc, argumentan que Kamosis sería hermano mayor de Seqenenre hijo de Sénakhtenrê (o Tao I) y la Reina Tétishery (o Tetisheri). Esta idea ahora cumple con la aprobación de la
mayoría. Dodson (entre otros) apoya esta teoría en el hecho de que Kamosis había
llevado viejas campañas militares, parece que ya antes de llegar al poder. Si
bien de acuerdo con la momia de Seqenenre su padre está asumido que murió a la edad de alrededor de 35/40
años.
Sabemos que
Seqenenre tenía un hijo mayor,
llamado Ahmes-Sipair (o Ahmose
Ahmose-Sipair o Sapaïr), que murió antes que él, y a su muerte su hijo Ahmose era muy joven. Aidan Dodson Marc
llega a la conclusión de que Kamosis era el hermano de Seqenenre y hubiera tomado el poder en lugar de su hijo sobrino. Según Hans Goedicke, la
interpretación especulativa de la estela (JDE 49566) de nomarca de Edfu, Emhab,
confirma la filiación de Kamosis. También hay que señalar que la mayoría de los
hijos de Seqenenre tienen el elemento "Ahmes" en su nombre,
lo que hace aún menos probable que Kamosis fuera uno de sus hijos. Gitton
Michel menciona que podría ser de un rama colateral. Finalmente Anne Joyce
Tyldesley dice de antemano: "Cualquiera que sea su linaje es poco
razonable suponer que Kamosis era el
hijo de un noble guerrero extracción opta por continuar la lucha contra los
hicsos. " Como vemos se está lejos de un consenso.
A Kamosis
generalmente se le atribuye un reinado de tres años (el último atestigua su año
de reinado), aunque algunos estudiosos se inclinan a favor de darle un reinado
más largo de aproximadamente cinco años.
Su reinado
es importante en las iniciativas decisivas militares que tomó contra los hicsos,
que habían venido a gobernar gran parte del Antiguo Egipto. Su padre había
comenzado las iniciativas y, muy posiblemente, perdió la vida en la batalla con
ellos. Se cree que su madre, como regente, continuó las campañas después de la
muerte de Kamosis (también en la batalla contra los hicsos), y que su propio
hermano hizo la conquista final de ellos y unió todo Egipto.
AVARIS Y TEBAS, EN GUERRA
El
escenario estaba ya preparado para la guerra; los reyes tebanos dominaban su
región; Kamose había reconquistado Buhen, con lo que la ruta a las minas de oro
quedaba expedita; a los nubios de Kerma se les había hecho retroceder hacia el
sur; y una armada se tenía ya preparada para la guerra. Tal como lo pone
Kamose: “Me enfrentaré a él y puede que
le abra el vientre en canal; pues es mi deseo rescatar a Egipto y expulsar a
los asiáticos”.
La mayoría de nuestras fuentes bélicas proceden del lado tebano y, como era de suponer, muestran a los tebanos como los protagonistas más fuertes y beligerantes. La guerra debe de haber durado al menos treinta años, ya que sabemos que el faraón Seqenenra Taa, el padre de Ahmose, luchó contra los Hyksos, pero que Avaris no fue tomada hasta los años de reinado entre el 18 y el 22 de Ahmose. Después del saqueo de la ciudad, inmediatamente o no, Ahmose partió con su armada hacia Palestina en una campaña que culminaría en un asedio de tres años, cerca de Gaza. Se suele dar por hecho que Sharuhen fue el último baluarte de los Hyksos, pero sobre este punto, las fuentes permanecen mudas.
Esta guerra
no se libró de forma continuada: las campañas eran de corta duración y los
ejércitos, comparados con los modernos, eran reducidos. Ahmose, hijo de Ibana,
un importante oficial militar que sería enterrado en Elkab, en una tumba cavada
en roca, describe cómo dio muerte a dos hombres y capturó a otro en batallas en las inmediaciones de Avaris
que para él eran lo suficientemente valiosos como para poder optar a las
recompensas en oro prometidas por propio faraón.
Se sabe de
un primer incidente que tuvo lugar durante el reinado de Seqenenra Taa, que
ahora se piensa que Senakhtenra Taa y él eran la misma persona. Un papiro
escrito durante el reinado del soberano de la Dinastía XIX, Merenptah
(1.213-1.203 a.C.), unos 350 años más tarde, conserva fragmentos de una
supuesta historia sobre el primer altercado entre Seqenenra y Apepi. Se dice
que se inició con una protesta de Apepi de que el ronquido de los hipopótamos
de Tebas lo mantenían despierto. A Seqenenra se le describe como el “Príncipe de la Ciudad del Sur”, mientras
que Apepi es "Rey" (nesu), a quien todo Egipto pagaba tributo. La
historia se interrumpe cuando Seqenenra convoca a sus consejeros, pero la
estructura de la narrativa es tan cercana a la de los textos de Kamose, que
parece como si este incidente fuese el preludio de la batalla.
Deir
el-Ballas, yacimiento de un asentamiento construido sobre tierra virgen al
borde del desierto, a unos 40 km de Tebas, nos ofrece alguna evidencia
adicional de la actividad militar desplegada durante el reinado de Seqenenra.
La interpretación del Arqueólogo norteamericano George Reisner (1867-1942) en
1900, y más recientemente estudiada (1980-86) por el Dr. Peter Lacovara,
Director de Arte Egipcio, Nubio y Oriente Próximo, del Museo “Michael C.
Carlos”, no es clara, pero la fecha de la primera fase del yacimiento, los
reinados de Seqenenra Taa, Kamose y Ahmose, no presentan dudas.
Durante el
reinado del propio Seqenenra, se construyó un palacio dentro de un enorme
recinto amurallado. Como el resto de edificios de Ballas que han sobrevivido,
estaba hecho de adobe, con los marcos de la puerta y las columnas de piedra
caliza. Estaba formado por una serie de patios y un largo corredor de entrada
alrededor de una zona central elevada donde, se supone, se alzaban los
apartamentos privados reales. Las paredes iban pintadas en un estilo burdo, con
escenas que mostraban escenas de hombres y armas, decoradas con baldosas de
fayenza. Hacia el oeste, había un recinto con grandes corrales.
Al otro
lado del muro del recinto amurallado, había grupos de grandes casas privadas
muy dispersas; un grupo de casas más pequeñas dispuestas de modo aleatorio para
los trabajadores; una zona abierta para preparar los alimentos; y un taller
textil. En el extremo sur más alejado, en una colina que dominaba el río y
rodeaba el desierto, había una plataforma que servía de soporte a un edificio,
ahora destruido, al que se tenía acceso mediante una monumental escalera.
Parece muy probable que se tratase de un puesto de observación militar.
Entre la
cerámica de Ballas había una gran cantidad de productos “Kerma”; especialmente
los tipos utilizados para cocinar y para la conservación de alimento. No
existen dudas de que gran cantidad nubios de Kerma vivían allí junto a los
egipcios. Parece difícil evitar llegar a la conclusión de que el propósito de
este asentamiento, construido deliberadamente en un lugar remoto, fue militar;
quizás con la intención de reunir un ejército que estuviese compuesto de un
gran contingente de nubios.
El examen
de la momia de Seqenenra muestra que falleció de forma violenta. La frente
presenta un corte de hacha horizontal; los pómulos están hechos añicos y la
parte posterior del cuello muestra la huella de una puñalada. Se ha argumentado
que la forma de la herida de la frente sólo coincide con la de un hacha del
tipo de las de la Edad de Broce Medio, similar a las encontradas en Tell
el-Dab’a. Las hachas egipcias, como las que se ven representadas en las paredes
del palacio de Ballas, tienen forma diferente.
Ésta
evidencia representa, hasta ahora, la que más nos cuenta de una importante
batalla contra los Hyksos que habría tenido lugar durante el reinado del
faraón; una en la que el propio rey sería brutalmente aniquilado. El ángulo de
la puñalada sugiere que el faraón ya estaba boca abajo cuando fue sacrificado.
Kamose
sucedió a Seqenenra Taa. Se suele afirmar que era hijo del faraón, hermano
mayor de Ahmose, pero en realidad no se sabe quiénes eran sus padres, y su
ataúd no lleva ningún uraous, el emblema real. Sólo hay testimonio del tercer
año de reinado de Kamose en la estela de Karnak y en la inscripción de Buhen.
Ambas expediciones a Buhen y a Avaris tuvieron lugar antes o durante el tercer
año de reinado; el primero precediendo al segundo.
Kamose fue
un guerrero; “Kamose el Bravo” era uno de sus más usados epítetos, aunque es
probable que muriese poco después del año 3. Sin embargo, su culto funerario,
asociado con el de Seqenenra Taa, perduró hasta la era ramésida; al menos una
de sus estelas en Karnak permaneció en pie durante más de 200 años después de
su muerte.
Utilizando
los textos de las dos estelas de Kamose y la copia casi contemporánea
encontrada en una tabla para escribir en una tumba de Tebas, podemos
reconstruir su expedición a Avaris. Hipérbole aparte, esta campaña fue lejos de
ser definitiva quizás no dejó de ser
algo más que una incursión porque que la
destrucción final de Avaris no tuvo lugar hasta más de veinte años más tarde, y
porque el oponente de Kamose era Aauserra Apepi, el más poderoso y longevo de
los reyes Hyksos.
Kamose
partió primero de Tebas hacia el norte, con su ejército y su armada, habiendo
enviado antes una avanzadilla de exploradores con objeto de reconocer la
posición de las guarniciones enemigas. El saqueo de Nefrosis, al norte de
Cusae, está descrito gráficamente: “como leones con su presa, así fue mi
ejército con los sirvientes, con su ganado, con su leche, con su manteca y su
miel, repartiendo sus posesiones con el corazón pleno de júbilo”.
Conforme
avanzaba hacia el norte, interceptó en Sake (el-Mes) un mensajero enviado por
Apepi al rey de Kush, lo que hizo que enviase soldados al Oasis Vaharina para
que cortasen las comunicaciones y para “prevenir que el enemigo se posicionase
a mis espaldas”. Le sigue un espacio en blanco hasta que Kamose alcanza Avaris,
donde despliega su flota por los accesos hídricos que rodean la ciudad a fin de
conseguir un bloqueo, mientras patrulla las riberas del río para prevenir un
contraataque.
Nos
describe cómo las mujeres de palacio observaban detenidamente desde el baluarte
a los egipcios como “pequeñas lagartijas saliendo de sus escondrijos”. Luego le
sigue la tradicional perorata jactanciosa a Apepi: “Cuidado, estoy bebiendo el
vino de tus viñas… Estoy arrasando tu residencia palaciega, talando tus
árboles”, y una lista del pillaje que estaba llevando a cabo. A pesar de la
rimbombancia, está claro que Avaris no fue atacada, y Apepi se negó a atacarle.
Los textos de Kamose terminan con el feliz regreso del rey: “todos los rostros
brillaban de alegría, la tierra era rica, la ribera del río estaba emocionada,
y Tebas estaba de fiesta”.
Desde
nuestra actual perspectiva es difícil juzgar cuál fue el daño infringido a los
Hyksos por la campaña de Kamose. Todos sus logros tuvieron que repetirlos su
sucesor, y el almirante, Ahmose, hijo de Ibana, no hace mención alguna a
Kamose, aunque su padre y él mismo sirvieron sucesivamente en las flotas de
batalla de Seqenenra Taa y Ahmose. No hubo ningún inmediato seguimiento por
parte tebana y pasaron al menos once años hasta que un ejército bajo Ahmose se
abrirse camino luchando hacia el norte.
La razón de
esta tregua fue que, tanto Kamose como su oponente Aauserra, habrían fallecido.
Le sucedieron Ahmose y Khamudi, respectivamente. Ahmose era un muchacho, y el
reino lo mantuvo unido la Reina Madre, Ahhotep. Los epítetos que se les dedican
son únicos: “la que ama a Egipto; y cuida
de sus soldados… ha hecho regresar a los fugitivos, y recogió a los desertores;
ella pacificó el Alto Egipto, y arrojó a los rebeldes”.
La última
fase de la guerra fue en el undécimo año de reinado de un faraón desconocido, a
veces identificado como Ahmose, otras como Khamudi. La evidencia consiste en
fragmentos de notas que aparecen en el reverso del Papiro Matemático de Rhind.
El anverso se copió en el año 33 del reinado de Aauserra Apepi, en una región
donde los acontecimientos se dataron por los años de reinado de los reyes
Hyksos; la alta especialización del tema y la alta calidad del papiro hacen
sugerir que fuese Menfis su lugar de origen. En el reverso aparecen unas notas:
“Año 11 de reinado, segundo mes del shemu
se entró en Heliópolis; primer mes del akhet, día 23 el Príncipe del Sur penetró en Tjaru. Día 25
– se rumorea que se habría entrado en Tjara”. Tjaru puede ser identificada
como la fortaleza de Tell el-Habua, y en
opinión del que escribe el “Príncipe del Sur” se debe identificar con Ahmose,
mientras que el año 11 pertenece a Khamudi, cuyo nombre, sin años de reinado,
aparece en el Canon de Turín.
La
estrategia de Ahmose parece que consistía en evitar Menfis y atacar Heliópolis,
y, luego, tres meses más tarde, a mediados de octubre, cuando el nivel del agua
de la inundación hubiese empezado a bajar, sus hombres y sus carros de combate
podrían penetrar de nuevo en el valle y atacar Tell el-Habua, lo que produciría
el efecto de cortar a los Hyksos de una retirada hacia Palestina, atravesando
el norte del Sinaí.
Disponemos
de tres fuentes contemporáneas de la campaña: una, la biografía de Ahmose, hijo
de Ibana; dos, la evidencia física de Tell el-Dab’a; y tres, fragmentos de un
relieve narrativo procedente del templo de Ahmose en Abydos. Ahmose, hijo de
Ibana, lógicamente se centra más en su propio rol, lo que hace que su
perspectiva sea más subjetiva y, por tanto, limitada pero, por otra parte,
totalmente libre de la postura grandilocuente de los textos Kamose. Los relieves
de Abydos sobre Ahmose, descubiertos en 1993, por otra parte, nos invitan a una
fugaz mirada a sus protagonistas: los caballos de los carros de guerra de los
egipcios; la flota de guerra real; los soldados destruyendo las cosechas; un
cautivo Hyksos que muestra una cabeza totalmente rapada, barba de varios días,
y una soga alrededor del cuello; un guerrero Hyksos con el brazo levantado,
vestido con una prenda plisada, de mangas largas; y un caos de cuerpos que
luchaban y caían. El relieve puede incluir episodios de las últimas campañas
del faraón en Siria y Palestina, pero el centro de la narrativa nos habla de
una flota de guerra, y esto sólo se puede referir al asedio de Avaris.
Ahmose,
hijo de Ibana describe una serie de episodios en Avaris y, puesto que
desconocemos la duración de las campañas desde el asedio al saqueo, su relato
puede contener eventos que se extienden a lo largo de varios años. Su estilo
narrativo directo sugiere de forma contundente que los acontecimientos que se
reseñan guardan un orden cronológico. Si se acepta este razonamiento, se puede
reconstruir la campaña de la siguiente forma:
Ahmose, hijo de Ibana, forma parte de la tropa de soldados de la nave “Nothern” quizás la nave real que capitanea la flota de guerra. Llegan a Avaris y, después de una batalla, el faraón comienza el asedio. Mientras esto ocurre, el ejército lucha para pacificar las zonas colindantes. Ahmose, hijo de Ibana, es designado a una nueva nave, muy apropiadamente bautizada como “El Levantamiento de Menfis”, que lucharía en las aguas de Avaris, aniquilando al enemigo. Le quedaba aún por luchar en dos frentes: uno, “de nuevo en este lugar – presumiblemente Avaris y otro al sur de la ciudad”. Sólo después de estas escaramuzas, informa de forma lacónica: “Avaris fue saqueada y de alli me traje yo mi recompensa: tres mujeres… Su Majestad me las dio como esclavas".
El historiador judío Josefo consideraba a los Hyksos como los fundadores de
Jerusalén, de ahí que su versión de Manetón incluya una detallada información
de los acontecimientos una vez que fueran expulsados de Egipto por Ahmose.
Sobre el asedio de Avaris dice: “Ellos
(los Hyksos) cercaron (Avis) con un alto y grueso muro que protegía posesiones
y recompensas. El faraón egipcio intentó mediante el asedio que se rindiesen
bloqueando la fortaleza con un ejército de 480.000 hombres. Finalmente,
desesperado, levantó el sitio y acabó firmando un tratado mediante el cual los
Hyksos se comprometían a abandonar Egipto”.
La
evidencia del propio Avaris tiende a confirmar esta imagen de éxodo masivo más
que la de una matanza posterior a la victoria de Ahmose. Se aprecia una ruptura
en todo el yacimiento entre los últimos estratos Hyksos y los de principios de
la Dinastía XVIII, en su mayor parte por la aparición de un nuevo repertorio
cerámico. El mismo fenómeno aparece igualmente en Menfis, como ya hemos podido
ver. Después de esta ruptura, no hay evidencia alguna de ninguna otra ocupación
por pueblos con mezcla de las culturas egipcia y de la Edad de Bronce Medio
mientras que en algunas partes del yacimiento, la ocupación cesó de forma
repentina.
Por otra
parte, el culto a Seth, reteniendo los atributos de un dios-de-la-tormenta
sirio, continuó, y se extendió durante el Imperio Nuevo. Los últimos estratos
Hyksos, como hemos podido ver, fueron testigos de la mayor expansión de la
ciudad, y de la construcción de inmensas fortificaciones defensivas. Puede que
éstas hubiesen sido ejecutadas durante el reinado del faraón Khamudi, pero no
habrían sido suficientes.
Es posible encontrar alguna explicación de la derrota por una pista que nos inclina a pensar que, cuando el asalto final tebano se llevó a cabo, el guerrero ideal de élite para los Hyksos no se correspondía en nada con la realidad. Las hachas y dagas de guerra del estrato D/3 eran de cobre sin aleación, mientras que las de los estratos anteriores eran de una aleación de bronce y latón, lo que redundaría en un arma con un filo cortante de calidad muy superior. Se ha llegado a sugerir que la interrupción del suministro de latón debe descartarse, y que la explicación se encuentra más bien en un cambio en las funciones de las armas; de un uso práctico a uno de estatus y representación. En contraste, las armas del mismo período del Alto Egipto estaban fabricadas con una aleación de bronce y latón lo que habría dado a los tebanos una clara ventaja en los combates cuerpo a cuerpo.
Generalmente
se da por hecho que los Hyksos introdujeron el caballo y el carro de combate,
al no haber evidencia de lo contrario durante el Imperio Medio, mientras que
aparecen a principios de la Dinastía XVIII. En Tell el-Dab’a, tampoco hay
evidencia de carros de combate, y la evidencia de presencia de restos óseos de
caballos es ambigua. Sin embargo, en Tell el-Habua, un esqueleto completo encontrado
en un contexto de finales del Segundo Período Intermedio, ha sido identificado
positivamente como el de un caballo. Los textos de Kamose hablan de los
caballos del enemigo y los equipos de carros de combate de Avaris, como parte
del botín de Kamose, lo que podría explicar su introducción en el Alto Egipto.
En los relieves de Ahmose, en Abydos, aparecen caballos, y caballos enganchados
a carros de combate; aún más, los carros de combate no son simples prototipos,
sino que son exactamente comparables a los que aparecen en el templo mortuorio
de Tutmosis II.
A pesar de
la derrota de los Hyksos, la baladronada de la Reina Hatshepsut “He expulsado
la abominación de los dioses, y la tierra ha borrado sus huellas”, ha sido
refutada gracias al esmerado trabajo realizado por el Profesor Manfred Bietak,
Arqueólogo austriaco, y su equipo en Tell el-Dab’a. El Profesor Bietak es
actualmente Profesor de Egiptología en la Universidad de Viena, y Director del
Instituto Austriaco de Arqueología en El Cairo. Se le conoce principalmente por
su labor como director de dos excavaciones en el Delta de El Nilo: Tell
el-Dab’a y Piramesse. Es responsable del descubrimiento de la enorme tumba de
Ankh-Hor, Mayordomo Mayor de la Divina Esposa de Amun Nitokris I (Dinastía
XXVI).
Las estelas de Kamose
Ya en 1916,
Sir Alan Gardiner dijo que la Primera Tablilla Carnavon debía ser copia de una
estela conmemorativa. Diecinueve años después, su tesis se confirmó cuando los
egiptólogos franceses Lacau y Chévrier trabajaban en el Tercer Pilono de
Karnak. Allí hicieron un importante hallazgo: dos fragmentos de estela. La
menor de ellas se encontró en 1932 y en ella vieron la palabra Neferusi, la
ciudad conquistada por Kamose.
En 1935
apareció el fragmento de mayor tamaño. Su perfil, ligeramente curvo, permitió
deducir que pertenecía a una estela, pero lo más importante es que las primeras
líneas se refieren al año 3 de un Horus
que aparece sobre su trono. En el último renglón se podía ver un
cartucho con el nombre de Kamose. Coincidía exactamente con la tablilla hallada
por Carter y Carnavon.
En 1939
Lacau publicaba una reconstrucción de la estela con los fragmentos hallados en
Karnak y la Tablilla Carnavon. Por tanto, efectivamente, Kamose había hecho
erigir al dios dinástico Amón una estela que conmemoraba sus victorias sobre
los hicsos.
En julio de
1957, de nuevo Chévrier estaba trabajando en Karnak, en el pórtico de entrada a
la Gran Sala Hipóstila y allí halló los fragmentos de dos estatuas colosales de
Pinudjem y Ramsés II, que hoy están a cada lado de la puerta.
La base del
coloso de Ramsés estaba formada por varios bloques. Dos de ellos tenían
decoración: uno era parte de un pilar de Thutmose IV y otro era una estela
completa. Esta estela que servía de soporte al coloso narraba las guerras de
liberación de Egipto. Se la conoce como la Segunda Estela de Kamose y hoy se
encuentra en el Museo de Luxor. La parte posterior conserva aún restos de una
decoración con los cartuchos de Senuseret I, porque la Segunda Estela de Kamose
se realizó sobre una losa de un pilar de una capilla de este rey del Reino
Medio. En esa parte posterior hay también un grabado que representa a un hombre
en actitud de adoración, seguramente hecho después de la estela y como signo de
admiración por las hazañas de Kamose.
Segunda Estela de Kamose
en Luxor
La estela
tiene la forma tradicional redondeada por arriba. En esa parte redondeada se
representa el disco solar con alas abiertas que cubren la superficie superior.
Del disco penden dos uraeus y a cada lado la misma inscripción: El Señor del Cielo Behdet.
Debajo hay un texto de treinta y ocho líneas horizontales, con algunos restos
de color: los jeroglíficos eran azules y las líneas de separación rojas.
Comienza
con una frase cortada que es parte de una alocución de Kamose maldiciendo a
Apopi y a los habitantes de Avaris, por lo que, evidentemente, el texto de la
Segunda Estela de Kamose es una continuación de la narración de las primeras
etapas de la guerra. Describe su avance por el río conquistando varios lugares
hasta llegar a Avaris. Y aquí viene uno de los pasajes más expresivos del
texto:
Observé a sus mujeres en la parte
superior de sus palacios mirando por sus ventanas la orilla, sin mover sus
cuerpos cuando me vieron. Asomaban sus narices sobre sus muros como las crías
de los lagartos en el interior de sus agujeros diciendo: Es un asalto.
Este
párrafo supone que Kamose se acercó tanto a Avaris que pudo contemplar el
horror de las mujeres asomadas a los palacios. Los informes de Bietak sobre
Tell el-Daba hablan del descubrimiento de los cimientos de una ciudadela que
quizá sea la edificación referida por Kamose.
Continúa
después con la relación del botín capturado en las tierras circundantes: oro,
lapislázuli, bronce, incienso, miel, diferentes maderas, además de esclavos.
La
narración no sigue un orden cronológico y Kamose vuelve atrás para contar un
hecho decisivo sucedido antes del inicio de la campaña:
Capturé un mensajero más allá del oasis
viajando al Sur hacia Kush con un documento que le encontré que decía por
escrito:
De la mano del gobernante de Avaris,
Auserre, el hijo de Ra Apopis, dice: Saludos a mi hijo el gobernante de Kush.
¿Por qué te has alzado como gobernante sin hacer que yo lo supiera?. ¿Es que no
has visto lo que Egipto ha hecho contra mí?. El gobernante que está allí,
Kamose, me está atacando en mi territorio y yo no le he atacado en la forma en
que él lo ha hecho contra ti. Ha escogido para dañarlas las Dos tierras, mi
tierra y la tuya y las ha devastado. Ven hacia el Norte, no temas. No voy a
permitirle el paso hasta que hayas llegado. Entonces nos repartiremos las
ciudades de este Egipto y nuestras Dos tierras se alegrarán.
El
mensajero de Apopi, que llevaba una propuesta de alianza al rey de Kush para destruir
a Kamose, es capturado más
allá del oasis. Esto, seguramente, significa que el enviado fue
interceptado en un camino que pasaba por los oasis. El más importante de tales
caminos es el conocido actualmente con el nombre de Darb el- Arbain, que comienza
en Assiut, pasa por el oasis de Harga y termina en Darfur, en Sudán.
Probablemente fue esta la vía utilizada por el mensajero de Apopi.
De las
palabras del rey hicso al de Kush yo
no le he atacado en la forma en que él lo ha hecho contra ti, se
deduce que Kamose ya había realizado una campaña en el Sur, en Nubia, antes de
comenzar la del Norte contra los hicsos.
Desde la
Dinastía XIII el gobierno egipcio había renunciado al control sobre Nubia, pero
no habían dejado de relacionarse con esta zona. En Buhen los
restos de cuya fortaleza están hoy bajo las aguas de la gran presa, se han
hallado varias estelas de las Dinastías XV y XVII que indican que los egipcios
sirvieron como mercenarios a los gobernantes de Kush, a los que se dirigen con
el título de Rey. Debemos suponer, por tanto, que los mandatarios nubios de
este periodo habían alcanzado gran poder, como también lo demuestra la carta de
Apopi.
Kush debía
haberse convertido en un reino de considerable importancia, equivalente al de
los hicsos en el Norte. En la Alta Nubia, el Sur, las excavaciones nos han dado
a conocer la capital de estos reyes: Kerma. El edificio más importante de la
ciudad, muy cercano al río, es un castillo de ladrillo llamado Deffufa
Occidental. Tiene forma de L y mide unos 18 m de altura. Contra esta fortaleza
debió dirigirse Kamose antes de ir a Avaris, reiniciando así el control egipcio
sobre Nubia.
En Kerma,
detrás del castillo, se ha hallado un cementerio de tumbas de túmulos en los
que uno de los muertos apareció en la cámara funeraria rodeado de sus efectos
personales y de doce cuerpos humanos, casi todos de mujeres, y también restos
de carneros. Todos ellos parecen estar relacionados con sacrificios rituales.
Este enterramiento debía corresponder a uno de los reyes contemporáneos de los
hicsos y de la Dinastía XVII. El rey de Kush al que se
dirige Apopi era precisamente uno de estos gobernantes de Kerma, lugar en el
cual se había creado una potente cultura en la que no faltaban muchos elementos
egipcios y que se desarrolló gracias al comercio del oro de Nubia.
La entrada
en el territorio de Avaris no debió de ser más que un alarde, pues Kamose no
conquistó la capital hicsa. Si Kamose no culminó la conquista, fue,
seguramente, por su temprana muerte. Su momia fue hallada en 1857 en un
sarcófago rishi en
Dra abu el-Naga. Al abrirlo, el cuerpo prácticamente se descompuso, lo que no
ha permitido conjeturar sobre las causas de su fallecimiento.
La Primera
y la Segunda estela de Kamose no forman una pareja monumental. La Segunda no
tiene fecha ni titulatura y comienza en medio de un discurso de Kamose, lo que
hace suponer que es continuación de otra lápida, hoy perdida.
Seguramente,
la Primera se hizo en vida del rey y la Segunda tras su muerte. Ambas se
colocaron en el Templo de Amón en Karnak. La Segunda debió permanecer en ese
lugar hasta finales de la Dinastía XVIII, pues muestra restos en el nombre de
Amón de haber sido borrado y restaurado después, lo que supone que los
seguidores de Atón la mutilaron y Tutanjamon u Horemheb la restauraron cuando,
de nuevo, se impusieron las antiguas creencias. Parece que la Primera Estela se
encontraba en el interior de un santuario, mientras que la Segunda y su pareja
se hallaban a ambos lados de un pilono en el camino procesional. Allí las mandó
erigir Kamose, hecho con el cual el rey vinculó definitivamente al dios Amón el
destino de la Dinastía tebana.
El hombre
que recibió de Kamose el encargo de erigir sus estelas se llamaba Neshi:
Noble, gobernador, el que está sobre los
secretos del Palacio, Jefe de la Tierra entera, portador del Sello del Bajo
Egipto, Conductor de las Dos Tierras, Supervisor de los Amigos, Supervisor del
Tesoro, el de Fuerte brazo, Neshi.
Nunca un
personaje ha tenido tanta relevancia en una estela real. No sólo aparece su imagen
al final de la inscripción, sino también una extensa relación de sus títulos y
cargos. Neshi utilizó muy diversos recursos estilísticos que convierten a la
Segunda Estela de Kamose en una joya de la creación literaria egipcia, porque
no es una estela al uso, es una auténtica composición literaria.
Parte de su
originalidad estriba en que está narrada en primera persona, algo que los
faraones sucesores de Kamose, excepto Thutmose III, no volverán a hacer a la
hora de relatar sus hazañas. Lo más interesante de este texto es la utilización
tanto del lenguaje coloquial como del culto, correspondiendo ambos a la lengua
hablada y escrita en el momento de su redacción, es decir, durante los
comienzos de la Dinastía XVII en Tebas. Nunca más veremos este lenguaje en
textos monumentales, ya que con los sucesores de Kamose se abandonó para
utilizar otro arcaizante que había sido característico del Reino Medio.
Neshi,
además de tesorero, sin duda fue soldado, como indican epítetos y títulos tales
como Conductor de las Dos
Tierras o De
fuerte brazo, y debió acompañar a su rey en la campaña contra los
hicsos, al igual que otros contemporáneos.
INSCRIPCIÓN DE Kamosis en Karnak
Los
siguientes dos inscripciones pretende ser rey Kamosis cuenta de su lucha para
la reunificación de Egipto al final del Segundo Periodo Intermedio. Padre Kamosis, el Seqenenre Tao, había sido rey de los
alrededores de Tebas, que se convirtió en el cuartel general de su esfuerzo
bastante exitoso para recuperar el control del valle del Nilo a partir de la
monarquía hicsos extranjero, en ese momento representada por el Apophis
envejecimiento (llamados Apopy en el inscripción). Kamosis tomó la
reconquista de papá, con el tiempo empujando el rey hicsos hacia su capital,
Avaris, en el delta del Nilo Occidental. Apophis trató de extender la
guerra a un segundo frente, haciendo un llamamiento a la gobernante de Kush, en
la frontera sur de Egipto, para atacar Kamosis hacia atrás. Como indica
la inscripción, plan de Apophis no tuvo éxito. Regla Kamosis fue
bastante breve, y su sucesor Ahmose fue el que finalmente logró forzar a los
hicsos de Egipto y Egipto re-unificar bajo una monarquía egipcia.
Considere
lo siguiente:
¿por qué
Kamosis atacar a los asiáticos? ¿Es su
motivación típica de todos los egipcios en ese momento? en base a qué es
lo que otros no están de acuerdo con sus planes?
¿cómo se
las arreglan para tener éxito Kamosis? cómo es
la victoria representado en las inscripciones?
68. Kamosis I (Helck, 1975a;. 82ff, n º 119).
(1)
"año de reinado 3 de Horus, el que ha aparecido en su trono, The-Dos
señoras, monumentos repetición; Horus-de-Oro, que pacifica las Dos Tierras, Rey
del Alto y Bajo Egipto [Wadj]-Kheper - [re, hijo de Re] Kamose, vida dada,
amado por Amenre Señor de los Tronos de las Dos Tierras, como Re eternamente y
para siempre (2) Un nativo poderoso rey de Wese, Wadj-[kheper]! - re, vida dada
para siempre, aunque sea un buen rey! es re [que hace] él mismo rey, y que la
victoria autorizada por él en verdad!
Su Majestad
habló en su palacio a su consejo de magistrados que estaban en (3) el tren:
'¿Para qué puedo saber mi (propia) fuerza? Un jefe está en Avaris, otro en
Kush, y me siento (en este caso) se asocia con un asiático y un nubio! Cada
hombre tiene su tajada en este Egipto y para que la tierra se divide conmigo!
(4) Nadie puede pasar por ella en cuanto a Memphis (aunque es) de agua egipcio!
Véase el (aún) no tiene Hermópolis! Nadie puede estar a gusto cuando se ordeñan
por los impuestos de los asiáticos. (5) Voy a luchar con lo que yo podría
aplastar su vientre, (por) mi deseo es rescatar a Egipto, que los asiáticos han
destruido.
Entonces
hablaron a los magistrados de su consejo: "Mira, en cuanto a Kos es agua
asiático, y han sacado la lengua de un acuerdo. Estamos haciendo todo bien con nuestro (parte de) Egipto:
Elefantina es fuerte, y el interior es con nosotros en cuanto a Kos. Su tierra
se cultiva libre para nosotros y nuestro ganado pastar en los pantanos de
Delta, mientras que el maíz es enviado por nuestros cerdos. Nuestro ganado no
han sido incautados, y [É] no han sido probado Él tiene la tierra de los
asiáticos, tenemos Egipto. Sólo cuando viene uno que [actúa contra nosotros]
debemos actuar contra él.
Pero
alborotaron corazón de Su Majestad.
"En
cuanto a su consejo [É] [EOP] opuesto a mí. El que divide la tierra con mi
nunca me va a respetar [É] los asiáticos
que (9) [É] con él. Voy a navegar hacia el norte a participar a los asiáticos y
el éxito vendrá! Si tiene la intención de estar a gusto en el [É] su llanto los
ojos y toda la tierra [É]! ' (10)
El poderoso
gobernante de Tebas, Kamosis el protector fuerte, de Egipto.
Yo navegó
hacia el norte en mi poder para repeler a los asiáticos a través del comando de
Amón, exacto-de-abogado, y con mi ejército valiente (11) ante mí como una llama
de fuego y el Medjay arqueros a-leídos
nuestra lucha contra las copas en la búsqueda de los asiáticos con el fin de
destruir sus lugares. Oriente y Occidente le ofrecía su abundancia, (12) y el
ejército se aprovisiona en todas partes. Me envió los batallones poderosos de
Medjay, mientras me pasaba el día en el [É] con el fin de invertir [É] (13)
Tety hijo de Pepi en medio de Nefrusy. Yo no iba a dejar escapar, una vez que
había repelido a los asiáticos que habían desafiado a Egipto, por lo que podría
convertirse en un nido Nefrusy de asiáticos. Pasé (14) la noche en mi barco, mi
corazón feliz, y cuando amaneció yo estaba sobre él como si se tratara de un
halcón. Cuando llegó la hora del desayuno me lo derrocaron haber destruido sus
murallas y sacrificados a su pueblo, e hizo su esposa descender al banco (15)
río. Mi ejército actuó como leones con su botín - bienes muebles, ganado, miel
grasa, - dividiendo sus cosas, su alegre corazón. El distrito de Nefrusy (16)
descendió (en la presentación): no nos llevará mucho tiempo hasta que su [É],
fue encerrado en [lugar desconocido] estaba desierta cuando me acerqué [?]. Los
caballos habían huido en el interior, y la patrulla fronteriza [É] los que
habían pasado la noche en el valle, sus bienes e [resto perdido]
69. Kamosis
II (Habachi 1972)
(1)
"" Las malas noticias son en su pueblo: que son conducidos en
presencia de su ejército, y su autoridad está restringida - en la medida en
que, en su calidad de soberano, me han hecho un jefe - de manera que (ahora)
usted debe (incluso) ruego (2) para el bloque en el que caerá. Mira detrás de
ti! Mis soldados son una amenaza detrás de usted. Las señoras de Avaris no
concebirá, sus corazones no se movió (3) en el medio de su cuerpos, cuando el
grito de guerra de mis tropas se oye! '
Puse en
Per-djedken, con el corazón feliz, para que yo pudiera dejar (4) Apopy
experimentar un mal momento, ese príncipe sirio con los brazos débiles, que
concibe las cosas valientes que nunca vienen sobre para él! Llegué a Yenyet-(5)
of-the-sur-viaje, y crucé hacia ellos para saludarlos. Puse la flota (ya)
equipado en orden, uno detrás del otro, para que yo pudiera tomar la
iniciativa, estableciendo el curso, con mi (6) bravos, volando sobre el río al
igual que un halcón, mi buque insignia de oro en su cabeza, algo así como un
ser divino en su parte delantera. (7) Hice el barco puede transportar en el borde
del cultivo, con la flota detrás de él, ya que los desarraiga gavilán (plantas)
en los pisos de (8) Avaris!
Divisé a
sus mujeres sobre su techo, mirando por las ventanas hacia el puerto. Sus
estómagos no revuelto, ya que (9) me vio, atisbando desde sus aspilleras en sus
paredes como la cría de animales INH en sus agujeros, diciendo: él (10) es
rápido!
¡He aquí!
Yo he venido, un hombre de éxito! Lo que queda en mi poder, y mis prospera
riesgo! Como poderoso Amón perdura, no voy a dejarte, no voy a permitir que
(11) para recorrer los campos, incluso cuando no estoy (aquí) con usted! ¿Su
corazón no, oh vil asiático? ¡Mira! Yo bebo el vino de sus viñedos (12) que los
asiáticos quienes capturaron presionado para mí. Me han destrozado su edificio
de descanso, me han cortado los árboles, me han obligado a sus mujeres a las
bodegas de los buques (13), he aprovechado [sus] caballos, no he dejado un
tablón a los cientos de barcos de cedro fresco que estaban llenos de oro,
lapislázuli, plata, turquesa, (14) sin número hachas de bronce, por encima de
la moringa, aceite, incienso, grasa, miel, mimbre, madera de caja palos, y
todas sus (15) maderas finas - todos los productos finos de Retenu - He confiscado todo! No he dejado una cosa a
Avaris a su (propia) indigencia: el asiático ha muerto! (16) ¿Su corazón no, oh
vil asiático, tú que solía decir: "Yo soy el Señor sin igual de Hermópolis
a Pi-Hathor sobre el agua Rekhty. (17) (En cuanto a) Avaris de los Dos Ríos, me
lo puso sin perder habitantes, que destruyeron sus pueblos y quemaron sus casas
para enrojecida arruinar montones de (18) para siempre, a causa de la
destrucción que había causado en el medio de Egipto,: los que habían dejado el
prestar atención a la llamada de los asiáticos, había abandonado Egipto su amante!
Capturé
(19) a su mensajero en las tierras altas oasis, cuando se dirigía hacia el sur
hasta Kush con un despacho escrito, y encontré en él lo siguiente, escrito por
la mano del Soberano de Avaris: (20) «[e] hijo de Ra, Apophis saluda a mi hijo
el príncipe de Kush. ¿Por qué ha surgido como gobernante sin avisarme? ¿Usted
(21) ver lo que Egipto ha hecho conmigo? La regla que está en medio de ella -
Kamosis el Poderoso, vida dada! - Me está empujando mi (propia) de la tierra!
No le he atacado en modo alguno comparable a (22) todo lo que ha hecho con
vosotros, sino que ha cortado las dos tierras a su pesar, mi tierra ya los
suyos, y él los ha hackeado. Vamos hacia el norte! No te contengas! (23) Véase,
está aquí conmigo: No hay quien haga frente a ti en Egipto. Mira, yo no le dará
una salida hasta su llegada! Entonces (24) se dividen las ciudades de Egipto, y
[Khent]-hen-Nofer estará en la alegría. "
Wadj-khop-rica-the-mighty-Punisher-de-fechorías.
(25)
"Me tomó posesión de ambos desiertos y Southland, y los ríos de la misma
manera, y no hay manera fue la de la E (?). Nunca estoy laxa con respecto a mi
ejército - el hombre en cuestión (26) no ha desviado la atención - Me temía
incluso cuando yo estaba navegando hacia el norte, antes de haber luchado,
antes de que lo alcanzado! Cuando vio mi llama él ganará a un camino hasta Kush
(27) en busca de su libertador. (Pero) me agarró en el camino y no dejes que llegar. Entonces
yo lo había tomado de nuevo para que se le devuelva de nuevo, y puesto en
libertad en el lado este (28) en Atfih. Mi victoria sorprendió a él ya sus miembros
estaban arruinado, cuando su mensajero le relató lo que había hecho hasta el
barrio de Cynopolis que había sido su (29) posesión. Despaché mi batallón
fuerte que estaba en marcha para destruir Djesdjes (mientras yo estaba en
Sako), para evitar (cualquiera) son las fuerzas enemigas (30) detrás de mí. Así
que les fue confiado y feliz al sur, destruyendo a todos los enemigos que
estaban en mi camino! "
¡Qué feliz
y vuelta para la vida Ruler (31)! prosperidad! felicidad! con su ejército
delante de él! No tenían ninguna baja, ni nadie culpar a su compañero, ni llorar
sus corazones! Yo amarrado en casa durante la temporada de (32) Inundación,
todo el mundo estaba con los ojos brillantes, la tierra tenía una comida
abundante, la orilla del río estaba resplandeciente! Tebas era festivo, las
mujeres y los hombres habían salido a ver (33) me, cada mujer abrazó a su
vecino, nadie estaba llorosa. [Amón] incienso (quemado) en el santuario, en el
lugar donde (34) se dice: "¡Reciba cosas buenas" ya que otorga la
cimitarra al hijo de Amón vida! prosperidad! la felicidad, la perdurable rey
Wadj-kheper-re, hijo de Ra, Kamosis-the-poderoso, vida dada, (35) que sometió
el sur y se dirigió de nuevo al norte, que se apoderó de la tierra por la
fuerza - la vida dada, la estabilidad , el dominio y la felicidad con su ku
como Re eternamente y para siempre!
(36) Su
Majestad ordenó el príncipe heredero y el recuento, maestro de la materia
Privado de los reyes de la casa, el jefe de toda la tierra, el sello portador
del rey del Bajo Egipto (?) 'Star-of-the-Two -Tierras ', el dux, supervisor de
cortesanos, (37) supervisor del sello, el usuario Neshi: "Tener todo lo
que Mi Majestad ha hecho en la guerra se puso sobre una estela, y lo han puesto
en Karnak en (38) Tebas siglos de los siglos. " Entonces él respondió a Su
Majestad: "Voy a realizar cada tarea a satisfacción del rey."
de D.
Redford, "Fuentes textuales para el período de los hicsos", en ED
Oren, (ed.), Los hicsos: nuevas perspectivas históricas y arqueológicas
(Philadelphia: 1997), pp.1-44.
LA REUNIFICACIÓN DE LAS DOS TIERRAS BAJO AHMOSE
El asedio
de Avaris fue sólo el primer paso de una serie de campañas encaminadas a
asegurar la unidad de Egipto. No existe un consenso general sobre la secuencia
de los eventos, pero según nos cuenta Ahmose, hijo de Ibana, a la campaña de
Avaris le siguió otra en el sur de Palestina durante la cual se tomó Sharuhen.
No se sabe si la intención era hacer desaparecer los vestigios Hyksos o
explotar el vacío que dejaron de una supuesta intervención en Palestina, e
incluso en el Líbano.
Hay
referencias posteriores de la importación de cedro del Líbano, o de los toros
castrados de “Fenekhu”, término que
hace referencia a Fenicia. Ahmose,
hijo de Ibana, continúa su relato: “Ahora,
una vez que Su Majestad hubo exterminado a los nómadas de Asia, navegó hasta
Khent-hen-nefer, al sur, pasada las 2ª Catarata, para aniquilar a los arqueros
nubios”. Está confirmado que el faraón Ahmose restauró cuando llegó su momento el control egipcio de Buhen, ya que una jamba
de una puerta lo muestra a él y a su madre presentando ofrendas a Min y Horus
(de Buhen) y menciona a un tal Turo, oficial de Buhen.
Cuando
Ahmose regresó de Nubia, tuvo que abordar dos alzamientos. El primero fue un
motín menor en el que un individuo llamado Aata,
no egipcio posiblemente un nubio introdujo un pequeño ejército desde el norte
en el Alto Egipto. Esto puede haber sido sólo una redada, con el botín como
objetivo, ya que Aata no buscó el enfrentamiento con el ejército real. Fue
localizado, finalmente capturado, y sus hombres también capturados vivos;
Ahmose, hijo de Ibana, recibió, como recompensa, dos guerreros jóvenes.
Aceptando que Aata fuese nubio, y puesto que los nubios de Kerma servían en el
ejército en Avaris y Menfis, y disponían, por lo tanto, de suficiente riqueza
para costearse enterramientos de categoría, es posible que un grupo de dichos
nubios hubiese intentado aprovechar la estancia del faraón en Nubia para
emprender redadas de saqueo en el Alto Egipto.
El segundo
alzamiento tuvo un carácter diferente. Estaba liderado por un egipcio, Teti-an,
quien “Atrajo para sí a los descontentos; Su Majestad le dio muerte; sus
tropas fueron barridas”. La
gravedad de esta rebelión puede medirse por la severidad de los castigos. Solo
se puede especular que los descontentos eran aquellos que hasta ese momento
habrían servido al rival de Ahmose, el rey d Avaris. Los últimos cinco años de
reinado de Ahmose fueron dedicados a un ambicioso programa de construcción en
los grandes centros de culto (Menfis, Karnak y Heliópolis y, sobretodo,
Abydos), y en las fronteras norte y sur de Egipto, Avaris y Buhen.
El estrato
más antiguo de la Dinastía XVIII en Tell el-Dab’a ha aportado valiosos
descubrimientos; acontecimiento extraordinario incluso en el contexto de este
excepcional yacimiento. Inmediatamente después del saqueo, las fortificaciones
y el palacio del último rey Hyksos fueron sistemáticamente destruidos. Ahmose
los sustituyó por fortificaciones parecidas y edificios palaciegos que también
gozaron de una corta vida y que ahora sólo pueden reconstruirse a partir de sus
cimientos y de fragmentos de murales encontrados en vertederos que se iban
creando conforme se iban nivelando los edificios.
Los murales
eran en estilo, técnica y motivo, minoicos, si bien aún no se ha llegado a un
consenso entre los eruditos egeos sobre si fueron pintados por artistas
minoicos, o por egipcios que los imitaron. Se han encontrado cientos de
fragmentos, pero en muy mal estado, y pasarán años de conservación y estudio
antes de que puedan ser completamente valorados. No obstante, su presencia en
contextos de más de 100 años anteriores a las primeras representaciones de
cretenses en tumbas tebanas, y anteriores a los frescos que han sobrevivido en
Knossos, cuyo tema comparten, ha revolucionado las ideas que se tenían de las relaciones
entre Egipto y Creta.
Uno de los
edificios de donde proceden, fue un palacio real, y el único edificio
comparable de su tiempo es el Palacio del Norte, en Deir el-Ballas. Los pocos
murales que han sobrevivido de allí son totalmente diferentes, pintados en un
estilo sencillo similar al de las pinturas de las tumbas contemporáneas. Los
frescos de Tell el-Dab’a parece que les deben poco a la tradición de decoración
mural egipcia, que se remonta a los comienzos del Imperio Antiguo.
Por
analogía con los frescos de Knossos, parecen haber sido ejecutados para servir
los propósitos de un ritual, y están repletos de referencias simbólicas al
culto del gobernante cretense. Saltarines de toro y acróbatas, asociados con
motivos relacionados con la cabeza del toro y patrones laberínticos pertenecen
por completo al mundo egeo. Las escalas variables de los frescos, su temática y
el color de fondo, todo indica que el sistema decorativo era extremadamente
complejo y se extendió no sólo a uno sino a una serie de edificios.
En Tell
Kabri, Palestina, se han encontrado otros frescos, menos complejos, claras
imitaciones del arte minoico. Una de sus más asombrosas características en Tell
el-Dab’a es que aparecen en un vacío. Hay un volumen pequeño de cerámica
Kamares cretense pero aparece en un estrato de principios de la Dinastía XIII y
no se aprecia continuidad en edificios y artefactos entre éste y el estrato de
los frescos. Lo más extraño es que no existen artefactos cretenses asociados
con los propios frescos, o en el estrato del que proceden originalmente.
El
descubrimiento de los frescos ha hecho revivir viejas ideas descartadas hasta
ahora de que Ahmose fuese un aliado de los soberanos cretenses y que hubiese
tomado por esposa a una princesa de Creta. Como evidencia, se cita a un grifón
de estilo minoico que aparece en un hacha de Ahmose, y en el hecho de que
Ahhotep, la madre del faraón, ostentase un título de “Señora de Hau-nebut”, que en un principio se creyó que se refería
a las islas de Grecia, aunque recientemente se ha argumentado que esta
interpretación es poco verosímil. No obstante, los frescos prueban que los
minoicos estuvieron en Tell el-Dab’a; ya fuese como meros artistas o como
supervisores que adiestraban a los egipcios.
Las
incógnitas que nos presentan los frescos inevitablemente nos llevan a otro
problema: la fecha de erupción del volcán Thera, ya que los frescos mejor
conservados encontrados hasta ahora son los procedentes de la isla cicládica de
Thera, enterrada bajo las capas de lava. La erupción representa un
acontecimiento clave para relacionar las secuencias cronológicas del
Mediterráneo egeo y el oriental, entre sí, y para obtener una cronología
absoluta. Se ha hecho un gran esfuerzo en los intentos de identificar el evento
a través de fuentes egipcias para poder datarlo en años de reinado.
Las
referencias a tormentas del Papiro de Rhind, y una estela de Ahmose
describiendo un desequilibrio destructivo, han sido utilizadas en este
argumento, pero la evidencia que más nos revela procede de Tell el-Dab’a. La
pumita (piedra pómez o pómex), identificada mediante análisis como procedente
del volcán de Thera, se ha encontrado en un estrato de asentamiento que data
del período de reinado de Amenhotep I hasta principios del de Tutmosis III. Sin
embargo, la pumita aparece en un taller donde se habría utilizado como materia
prima, por lo que el contexto nos ofrece sólo un terminus ante quem, ya que la pumita podría haber sido recogida,
por ejemplo, a orillas del mar, y, en cualquier caso, podría haber estado depositada
allí durante bastante tiempo.
No toda la
pumita procede de Thera: la fuente de, al menos, una muestra ha sido
identificada como procedente de una erupción en Turquía que tuvo lugar hace más
de 100.000 años. Es sorprendente que no se haya encontrado pumita hasta hoy en
estratos anteriores al de Tell el-Dab’a, ni tampoco rastro alguno de la ceniza
arrojada por la erupción.
Utilizando
una combinación de de evidencias, incluyendo datos de registros de núcleos de
hielo y anillos de árboles, donde condiciones atmosféricas excepcionales
pueden, a veces, ir ligadas a acontecimientos históricos, se ha sugerido que la
erupción del Thera tuvo lugar en 1.628 a.C. La evidencia de Tell el-Dab’a
podría interpretarse como refrendo de la fecha tradicional de c.1.530 a.C. –
dentro del reinado de Ahmose – pero aún se requiere mucho más trabajo si se
quiere clarificar la interpretación de la fecha científica, por lo que la
cuestión tiene que permanecer, por ahora, abierta.
Poco quedó
del reinado de Ahmose después de su reconquista de Egipto. Muchos proyectos de
construcción fueron abandonados, pero los beneficios de la unificación se veían
ya claros. Los bellos objetos de los enterramientos reales, y las listas de
donaciones a los dioses de Tebas, dan testimonio de una creciente riqueza y
habilidad artística. Los fragmentos de relieve de Abydos, que nos han llegado
gracias al pillaje de los escultores ramésidas, muestran que para finales de su
reinado ya había evolucionado un estilo fácilmente reconocible como de la Dinastía
XVIII.
El arte
Cronología
La división que se plantea en cuanto a las
dinastías que comprende este período en el aspecto referido al arte varía según
el autor que tomemos. La opinión general es que abarca desde la Dinastía XIII a
la Dinastía XVII, ambas incluídas, aunque hay quien prefiere comenzar en la
Dinastía XIV y finalizar el período con la Dinastía XVIII.
Visión general
Similar en cuanto a características
generales al Primer Período Intermedio debido al momento de incertidumbre e
invasiones que sufrió Egipto en esta época, el arte de este período no aparenta
un cambio tan marcado como en el Primer Período Intermedio. Hay que tener muy
en cuenta que, a pesar de los resultados de las excavaciones como la que
actualmente se lleva a cabo en Tell el-Daba, todavía no es muy extensa la
información de que disponemos, agravado este hecho fundamentalmente por la
invasión de los hicsos.
A principios del Segundo Período
Intermedio, durante la Dinastía XIII, la
escultura real y las artes decorativas continúan el estilo del período
anterior, asemejándose al arte de la región de Tebas. En cuanto a las primeras
encontramos buenos ejemplos en la estatuaria real hallada en Karnak y en Tanis.
A partir de esta Dinastía es cuando decae en cierta medida el estilo artístico
debido a la causa ya comentada de la invasión hicsa.
A finales de la Dinastía XVII se van
sentando las bases de los rasgos que compondrán el arte del Reino Nuevo. Las
proporciones serán más ligeras y de un mayor refinamiento y elegancia, aunque se
siguen encontrando ejemplos de arte provincial que recuerdan a los ejemplos del
Primer Período Intermedio, como la estela del arquero Mentuhotep y su esposa
(Museo Egipcio de El Cairo).
En cuanto al relieve, especialmente en el
real, apenas se nota diferencia entre el tallado a principios de este período y
la Dinastía XVII. Para comprobarlo no hace falta más que constatar las cabezas
de tres reyes: Sobekemsaf (XVII
Dinastía), Sesostris III (Dinastía XIII).
En Tel el-Daba, antigua Avaris, cerca de
Qantir, la misión austriaca descubrió en uno de los varios estratos que
componen la ciudad, un número considerable de tumbas pertenecientes a hicsos,
comprendiendo desde la Dinastía XIII hasta finales de la XVII. Entre las tumbas
destaca la del Subdirector del Tesoro Aamu (el asiático): en su mano izquierda
tenía un escarabajo de amatista que posiblemente era parte de un anillo y con
el cual se le ha podido identificar, pero lo que más llama la atención es la
cimitarra con la que fue enterrado, la cual todavía se hallaba dentro de su
funda de piel portándola entre sus brazos; además, en un cinturón hecho de
cobre se sostenía una daga. La cimitarra estaba también forjada en cobre y la
empuñadura era de hueso; la hoja tenía una decoración estriada. Esta cimitarra
es la más antigua que se conoce hasta el momento.
Por último, el arte egipcio comienza a
relacionarse con el arte de otras culturas tales como la minóica, dejando
ejemplos en frescos de parte de los palacios hicsos de Avaris o la cerámica,
aquélla de Mari y otras orientales que acaban siendo utilizadas por los
egipcios en sus obras. Será ya en la Dinastía XVIII cuando veamos aparecer,
incluso, un grifo alado en la daga de Ahmosis.
Los fragmentos de fresco minoico de
Avaris (Tell el-Daba) en Egipto, hicsos, 1674-1566 BC. Bietak, M., Minoan
pinturas murales descubiertas en Avaris
Reconstrucción del fresco de Tell el-Daba (Avaris) Toros en el laberinto
Cerámicas
del Segundo Periodo Intermedio:
Aparecen las jarras de Tell el-Yahudiye: son
cerámicas con el cuello rematado con un borde engordado y con un asa. Están hechas con arcillas grises,
a veces de procedencia extranjera. Se decoran con motivos geométricos. En este
periodo destacan sobre todo las novedades llegadas del Próximo Oriente
Asiático. Encontramos recipientes realizados con arcillas que no proceden del
ambiente nilótico ni de las tierras margosas de los desiertos circundantes. Son
productos llevados a Egipto por grupos humanos que desde la zona de Canaán, y
recorriendo el norte de la península del Sinaí, llegan a las tierras del delta
internándose posteriormente en el valle.
La producción cerámica egipcia, es de clara
tradición palestina, como la cerámica de Tell el-Yahudiye, fabricada con
arcilla aluvial, con formas propias del ámbito levantino y decoración incisa a
base de pequeños puntitos que forman sencillos diseños geométricos de líneas
rectas y quebradas, como el ejemplo de la imagen.
En el repertorio de esta peculiar cerámica de
Tell el-Yahudiye, los vasos theriomorfos, con curiosos detalles anatómicos,
también están representados.
En este periodo comienzan a ser relativamente
frecuentes los sarcófagos de arcilla, mas barata que la madera, que era
necesario importar. Están decorados con pintura policroma.
El carro
Otra innovación en las representaciones lo
configura la aparición del carro. No es hasta el Segundo Período Intermedio
cuando es por primera vez representado, al igual que ningún otro vehículo o
medio de transporte con ruedas, a pesar de que en la literatura egipcia se hace
referencia a la utilización de esos carros en las luchas contra los hicsos. Las
batallas y guerras contra los extranjeros obligaron a usar a los egipcios
nuevas armas de combate, entre las que se enmarca este elemento. La primera
representación aparece en una tumba de el-Kab de la XIII Dinastía, que compone
un carruaje para una barca sagrada y ya en la Dinastía XVII, un ejemplo mucho
más elaborado, de oro, perteneciente a la reina Aahotep, esposa de Seqenenra
Tao, hallado entre su ajuar funerario y que representa un carruaje sobre el que
se transporta la barca de la meritada reina. Sorprende el tamaño de las cuatro
ruedas en comparación con el pequeño tamaño de la barca.
Enterramientos
Una vez más,
al final de la XII dinastía, las costumbres funerarias testigo de un cambio
dramático. Si bien muchos desaparecieron mucho ajuar típico, textos aparecieron
otros.
Los
entierros de los más altos funcionarios y miembros de la Corte contenían un
conjunto de insignias reales que se colocaban al lado del cadáver que era tratado como Osiris. En las tumbas de
la época aparecieron nuevos equipos de enterramiento como shabtis, varitas mágicas, y loza o pequeñas figuras de piedra
caliza. También es común ver figuras de loza, textos religiosos, papiros,
jarrones y vasijas de cerámica.
No fue sino
hasta la XII dinastía que el primer sarcófago antropomórfico (con forma humana)
apareció. Cuatro vasos canopes colocados en una caja, se encuentran
frecuentemente.
En todos
los períodos, la joyería era común en los entierros, pero abundaba especialmente
bien en el Reino Medio. Vasijas de cerámica en miniatura eran comúnmente encontradas.
En la Tumba
de los dos hermanos, hubo ataúdes antropomorfos con colgantes de oro en forma
de peces, un amuleto, muy popular en los entierros de la élite.
Las Tumbas Tebanas del Segundo Periodo
Intermedio están excavadas en la montaña. La capilla, que contiene un pozo,
estaría adornada con una pirámide construida que precedería un patio con dos
obeliscos y cerrada por una entrada monumentalizada. Estos príncipes tebanos
llevan a cabo innovaciones: utilizan ataúdes o cajas funerarias de madera de
buena calidad recubiertas de estuco y pintados. Suele estar presente la figura
del buitre con las alas desplegadas haciendo referencia a la diosa. También
suelen tener descripciones.
Ajuar de la reina Ahhotep: moscas del valor,
una condecoración militar, alguna hacha y brazaletes.
Los Sarcófagos
Una de los elementos más interesantes en
cuanto innovaciones en este período son los ataúdes. Alrededor de la Dinastía
XVII encontramos los llamados sarcófagos “rishi”. El término proviene de la
palabra que se utiliza en árabe para desinar a la pluma o a las alas, que son
precisamente parte de los elementos que caracterizan a estos ataúdes. De forma
antropomorfa, se distinguen fundamentalmente porque el difunto que se encuentra
en su interior se halla protegido por dos alas grabadas en la superficie del
cuerpo de la madera del ataúd o por estar cubierto de plumas. Se asocia
generalmente a Isis como diosa protectora.
Al igual que ocurrió durante el Primer
Período Intermedio, los atributos reales son usurpados por los particulares, de
manera que veremos utilizar el nemes sea el ataúd de un civil o de un rey o
miembro de la familia.
Artes
decorativas
Destacables
son las armas y las joyas de las damas de la corte de este período. Estas joyas
olvidan en cierto sentido la delicadeza que las caracterizaba en el Reino
Medio, aquéllas del Lisht o Lahun, siendo testigos del ambiente bélico del
momento.
Excepcionales
muestras las constituyen todos los objetos hallados en el ajuar funerario de la
reina Aahotep y su madre, la reina Tetisheri. No falta en todos estos objetos
una gran destreza en cuanto a la técnica utilizada para el montaje de cada una
de las piezas que lo componen.
Aunque
menos conocido, un collar ancho de diez hilos perteneciente a la reina Aahotep,
llama poderosamente la atención por los elementos de que está compuesto. Los
remates lo constituyen sendas cabezas de halcón con diez incisiones cada uno en
donde eran insertados los hilos, pero lo más interesante está en estos últimos,
compuestos por pequeñas figurillas: los motivos, todos ellos labrados en oro
batido, consisten en esferas, emblemas de distintos dioses, aspas, leones,
gacelas e ibis volando. Los objetos se encuentran perforados en sus laterales,
lo que parece indicar que cada hilo no estaba unido con el inmediatamente
superior.
Un
brazalete perteneciente a esta misma reina está compuesto por dos piezas
semicirculares sujetadas con dos bisagras. Al abrirse las bisagras, el pasador
desmontable que une ambos semicírculos puede soltarse del mismo. El brazalete
tiene en su parte anterior la forma del buitre que representa a la diosa
Nejbet, protectora del Alto Egipto. Las plumas del buitre las componen incrustaciones
de lapislázuli, cornalina y vidrio verde engarzadas en celdas de oro con la
forma de las plumas. En sus garras lleva el símbolo shenu, trabajado en
cornalina. En su parte posterior, el brazalete está formado por dos
semicírculos huecos, paralelos y con incrustaciones de turquesa en su parte
exterior. Ambos se encuentran unidos en el centro por una pieza de cornalina
engastada en oro de la que parte un fino hilo de oro que se remata con una
lágrima de turquesa engastada en oro.
Escarabeo de corazón del
Faraón Sobekemsaf procedente de su tumba en Tebas, Dinastía XVII, hacia 1590
A.C. Se trata de una pieza única por ser una de las más antiguas de su género y
ser el primer escarabajo de corazón conocido como perteneciente a un faraón. Se
trata de un escarabajo de jaspe verde con cabeza humana, montada en oro. Puede
que sea una de las piezas del botín que los ladrones de tumbas que, durante el
juicio celebrado hacia el año 1109 A.C., se confesaron autores del desvalijo de
la momia de la tumba del faraón Sobekemsaf II, según consta en el papiro
depositado en el Musèe Cinquantenaire, Bruselas y la Pierpont Morgan Library,
Nueva York.
El amuleto se colocaba en el pecho de la
momia para asegurarse así que su corazón, asiento de la inteligencia y la
personalidad del finado, permanecería intacto. Alrededor de la base aparece
inscrito un verso del ensalmo 30B del "Libro de los Muertos". El
aspecto del escarabeo coincide con exactitud con la descripción que se impone
en el ensalmo: "...hecho de piedra verde montado sobre oro fino". El
ensalmo 30B, muy antiguo, puede datar del Imperio Antiguo (hacia 2.613-2.160
A.C.). Un escarabajo de corazón de la Dinastía XIII (hacia 1.795-1.650 A.C.)
sugiere que su producción tiene su origen en el Imperio Medio; es decir, unos
400 años después de que supuestamente se compusiese el ensalmo, si bien su mera
mención favorecería al pedigree del amuleto, aparentando ser más viejo de lo
que realmente era. La ilusión de antiguedad también se utiliza para dar validez
a la "Teología Menfita" de la Piedra Shabako, reliquia de la Dinastía
XXV, que ha propiciado una nueva persepción de la cultura y doctrinas
religiosas de los antiguos egipcios. Mientras el faraón Shabako realizaba una
inspección en el Templo de Ptah, en Menfis, contempló horrorizado cómo un viejo
papiro estaba siendo devorado por los gusanos. No queriendo perder lo que aún
quedaba de la información, hizo grabar lo que pudo en una piedra de 66 cm de
alta por 137 cm de ancha. Posteriormente su deterioro iría a más al ser
utilizada como piedra de molino, afectando muy en particular a los jeroglíficos
que sufrirían así un nuevo y posterior deterioro. Acualmente, la Piedra Shabako
se encuentra expuesta en el Museo Británico.
Barras espaciadoras de oro con gatos en
relieve, para un brazalete. Probablemente procedente de Edfu, Dinastía XVII,
hacia 1.650 a.C.
Con el nombre de Sobekemsaf
incrito - esposa del faraón Nubkheperre Inyotef - estos espaciadores
originalmente sujetaban un brazalete compuesto de doce tiras trenzadas de
cuentas - quizás cornalina o lapizlásuli - que se han perdido.
Los brazaletes egipcios era típico llevarlos
en parejas, y estos espaciadores es lo que queda de un par de brazaletes
idénticos. Pertenecieron a la Reina Sobekemsaf, cuyo nombre, junto al de su
esposo, aparece grabado en la cara inferior de cada barra. Algunas mujeres de
la familia real de principios del Imperio Nuevo poseían joyas con elementos
felinos. Por ejemplo, tres esposas menores de Tutmosis III fueron enterradas
con brazaletes que tenían espaciadores con gatos. El gato estaba consagrado a
la Diosa Bastet, asociada con la fertilidad femenina, y las cuentas con forma
de gato las utilizaban las mujeres como amuletos para asegurarse la fertilidad
y la concepción. Es probable que los elementos felinos en las joyas de las
damas reales se utilizasen con la misma intención. La fertilidad era de
tremenda importancia para las esposas reales ya que uno de los deberes
primordiales de la reina era proporcionar al Faraón un heredero. Esto aseguraría
la continuidad de la Realeza y, por tanto, el continuo orden del Universo.
Ataud del
Faraón Nubkheperra. Procedente de la tumba de Nubkheperra Intef, Dra Abu
el-Naga, Tebas, Dinastía XVII, hacia 1.600 a.C.
El ataud del faraón Nubkheperra Intef es un
bello ejemplar del nuevo tipo de ataud que apareció duante el Segundo Peíodo
Intermedio. Se les conoce con el nombre de ataudes rishi, de la palabra árabe
"pluma", ya que la supericie del cuerpo iba decorada con un par de
alas de buitre que protegían a la momia. Los ataudes rishi eran antropoides -
de forma humana - y muestraban los tocados reales nemes, hubiesen sido
confeccionados o no para un rey.
Las proporciones masivas y el enome tocado
de este ejemplar son típicos. La superficie de la tapa va dorada, con los
detalles de las plumas incrustadas. Los ojos van taraceados, y originalmente
llevaban adheiridos a la cabeza un uraeus y una falsa barba. El interior del
ataud iba recubierto de resina, bajo la que aparecía atrapado un escarabajo.
El ataud, encontrado en 1827, se supone que
estaba dentro de un sarcófago ya usado, cavado y extraido de la roca que lo
rodeaba, en lo podría haber sido la tumba original del faraón. Una reciente
investiació de esta zona tebana ha revelado la existencia de otras amplias
tumbas que podrían pertenecer a los faraones de la Dinastía XVII, hacia
1.650-1.550 a.C.
Estatua de granito rojo del Faraón
Sobekemzaf. Probablemente de Karnak, Dinastía XVII, hacia 1.650 a.C.
Esta impresionante escultura representa un
inusual ejemplo de estatua real de la Dinastía XVII (hacia 1.650 A.C.) y, de
hecho, la mayor pieza de escultura real conocida de la época. Poco se conoce
del faraón Sobekemzaf, aunque con se sabe con certeza que llevó a cabo
proyectos de construcción en el templo de Madamud. La inscripción que aparece
en la estatua, menciona a Amun-Re, lo que hace pensar que la estatua fue
erigida en Karnak.
La figura muestra una interesante mezcla de
estilos esculturales; mientras la cara ha sido modelada muy cuidadosamente, y
es naturalista, el torso está tallado de una forma muy estilizada. El vaciado
de los ojos es muy impactante, aunque la escultura original habría tenidos los
ojos incrustados.
Un examen a más corta distancia ha revelado
cómo los habrían fijado. Aunque normalmente esto se haría con yeso, se aprecia
un par de pequeños taladros que atraviesan los párpados en los que se podían
introducir unas pequeñas clavijas que los mantendrían en posición. Es evidente
que este método tuvo éxito; el daño ocasionado alrededor de los ojos da idea de
la fuerza considerable que se tuvo que aplicar para desprender el taraceado
completo.
Próximo Capítulo: Dinastía XVIII - Imperio Nuevo
Próximo Capítulo: Dinastía XVIII - Imperio Nuevo
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