Tutmosis
I
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aA-xpr-kA-ra
Aakheperkare aA-xpr-ka-ra Aakheperkare (Great Is The Soul Of Re)
Grande es la manifestación del Ka (espíritu) de
Ra
(Lista Real de Abidos nº 68) y (Lista Real de Saqqara nº 49) |
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ḏḥwty ms
(Dyehutymose)
Engendrado por Dyehuty
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EL FARAÓN TUTMOSIS I Y SU FAMILIA
La primera sucesión de la
Dinastía XVIII que no descendía por línea directa de padre a hijo, no dio como
fruto un largo reinado. En 1987, un estudio sobre la cronología de los reinados
de Tutmosis I y Tutmosis II, publicado por el Egiptólogo francés Luc Gabolde
nacido en Nantes el 30 de mayo de 1957, doctorado en la Universidad de Lyon en
1987, y responsable de Investigación del CNRS en Karnak (1993- 2003, y después
de 2003 en la Universidad de Montpellier lo estima en unos once años para el
primero y tres para el segundo.
La corta duración del reinado
de Tutmosis I va en relación inversa al de su impacto en el posterior carácter
de la realeza de la Dinastía XVIII. Puede que el interés militar y económico de
Tutmosis I en la exploración de Nubia se sustentase en los esfuerzos de
Amenhotep I, pero su expedición a Siria abrió nuevos horizontes que llevó más
adelante a Egipto a ejercer su importante rol en los terrenos diplomático y
comercial del Tardío Bronce en Oriente Próximo.
El resultado de los esfuerzos
de Tutmosis I en el material cultural es bien visible en Nubia y en Tebas, pero
la importancia de Menfis y las regiones nórdicas es también evidente.
Se desconoce quién era el padre
de Tutmosis I, pero su madre se llamaba Seniseneb; un nombre bastante común en
el Segundo Período Intermedio y principios de la Dinastía XVIII. Las familias
de Ineni y Hapuseneb – Gran Sacerdote de Amun bajo Hatshepsut – tenían miembros
femeninos con este nombre. En la copia de la estela de la coronación del Wadi
Halfa, del primer año de reinado de Tutmosis I, Seniseneb aparece detrás de
Tutmosis I y frente a Ahmose-Nefertari.
También se desconoce el
linaje de Seniseneb, y el único título que se sabe que ostentaba durante el
reinado de su hijo era el de “madre del faraón". El Egiptólogo belga
Claude Vanderleyen (Bruselas, 1927), Profesor de la Universidad Católica de
Lovaina, da por supuesto que era hija del propio Tutmosis I; principalmente por
carecer del título de “Hija del faraón”. El faraón habría intentado recrear la
situación de los dos reinados precedentes, con hermano y hermana de soberanos.
Su nombre puede sugerir, no obstante, que Ahmose fue un miembro de la familia
de Amenhotep I, quizás por parte del Príncipe Ahmose-ankh, y que fue esta
importante conexión con la familia Ahmose la que facilitó la ascensión de
Tutmosis I al Trono. Por el momento, no se dispone de otra explicación a los
orígenes de Ahmose y la sucesión de Tutmosis I.
Y fue a Ahmose a quien
Tutmosis I debe la paternidad de la futura Reina Hatshepsut y probablemente de
una princesa de nombre Nefrubity, a juzgar por su posterior aparición con ellos
en escenas del Templo de Hatshepsut, en Deir el-Bahri.
La “Esposa de Amun”, Ahmose-Nefertari, falleció durante el reinado de Tutmosis
I, siendo sustituida por Hatshepsut. Tutmosis I fue padre del futuro Faraón
Tutmosis II (1.492-1.479 A.C.), de una esposa no real; el linaje femenino de
sus otros dos hijos, Amenmose y Wadjmose, es incierto, pero a este último se le
rinde honor junto a Tutmosis I en una estatua de Mutnefret dedicada a Tutmosis
II en la capilla del lado sur del Rameseum. De hecho, se ha sugerido que esta
capilla fue un templo funerario familiar; habría sido, por lo tanto, más
específicamente un templo familiar de Mutnefret para los herederos de Tutmosis
I.
LOS MONUMENTOS DE TUTMOSIS I
Tutmosis I y su virrey Turi
dejaron monumentos e inscripciones en algunos lugares de la Alta y Baja Nuria.
Varias instalaciones de ladrillo pueden datar de su reinado en la región de
Kenisa, en la 4ª Catarata, y en Napata. Han sobrevivido bloques, o fragmentos
de bloques, en la Isla de Sai, que retuvieron desde, por lo menos, el reinado
de Ahmose, y quedan restos en Semna, Buhen, Aniba, Quban, y Qast Ibrim. Es
probable que, además de la estela, los monumentos fuesen pequeños de tamaño y
estuviesen compuestos de elementos de piedra dentro de estructuras de ladrillo.
Puede que Tutmosis III y Hatshepsut hubiesen reconstruido edificios de ladrillo
de este tipo en arenisca; especialmente en Semna y Buhen.
Dentro de las fronteras
tradicionales de Egipto, Tutmosis I dejó muestras de edificaciones en
Elefantina; probablemente en Edfú, Armant, Tebas, Ombos – cerca del centro del
palacio de finales de la Dinastía XVII y principios de la XVIII – Abydos,
el-Hiba, Menfis, y Giza. En el Sinaí, en el templo de Serabit el-Khadim, se han
encontrado objetos votivos dedicados en su nombre.
El material de Tebas, Abydos,
y Giza despiertan un interés particular. Giza se convertiría en un lugar mayor
de peregrinaje durante el Imperio Nuevo, como ubicación de las tumbas de Khufu
y Khafra, y lugar de culto para el dios identificado con la Gran Esfinge,
Horemakhet (“Horus en el horizonte”). No es casualidad que los monumentos de
Giza, como los de Abydos y Karnak, ensalcen la veneración a los soberanos. Al
igual que Ahmose y Amenhotep I antes que él, así como los cuatro monarcas
siguientes, Tutmosis I escogió embellecer los lugares de culto que estimulaban
las relaciones entre el faraón y el dios, y entre faraón y faraón. No obstante,
parece que él se había asociado a sí mismo con lejanos precursores reales más
que con los inmediatos.
En Abydos, Tutmosis I dejó
una estela en la que se registraban, sus contribuciones al templo de Osiris. En
vez de hacer honor a sus predecesores directamente, donó objetos de culto y
estatuas. Según la estela, entonces los sacerdotes le proclamaron Hijo de
Osiris, cuyo rol consistía en restaurar los santuarios divinos con la enorme
riqueza que había recibido de los dioses terrenales, Geb y Tatjenen.
Tutmosis I no escogió
reverenciar a sus dos predecesores; quizás porque sus monumentos acentuaban la
línea sucesoria de la familia Ahmose de la que él no era parte; en lugar de
ello, quiso reclamar su realeza directamente de los propios grandes dioses.
Como ideología real, la descendencia divina fue común entre los soberanos de la
Dinastía XVIII, pero puede que recibiese el primer empuje durante el reinado de
Tutmosis I, siendo explotada en delante de forma consistente en las
inscripciones reales desde Hatshepsut (1.473-1.458 a.C.) hasta Amenhotep III
(1.390-1.352 a.C.).
En Karnak, Tutmosis I dejó
una huella indeleble. Agrandó y terminó un paseo en el que había trabajado
Amenhotep I alrededor del patio del Imperio Medio, y amplió sus muros hacia el
oeste para unir así a dos nuevos pilonos de entrada – el Cuarto y el Quinto –
que construyó como la entrada al templo. Después, terminó el espacio del patio
entre las dos entradas. También acabó la decoración de la capilla de alabastro
de Amenhotep I en Karnak, que parece ser su única reivindicación como conexión
directa con su predecesor. Al norte de Karnak, sustituyó un monumento de Ahmose
con su “tesoro”, pero parece haber conservado un bloque de la primitiva
estructura y construido dentro del suyo propio.
Obelisco erigido por Thutmose I en
Karnak.
LA POLÍTICA DE TUTMOSIS I EN NUBIA Y EN SIRIA-PALESTINA
La campaña de Tutmosis I en
Nubia fue probablemente el toque de difuntos para el Kush y su capital Kerma.
Las tumbas de tres de sus oficiales, Turi (virrey del faraón en el sur),
Ahmose, hijo de Ibana, y Ahmose Pennekhbet, todas contienen descripciones de
esta campaña, que probablemente tuvo lugar durante los años segundo y tercero
de su reinado. La descripción más larga de la principal batalla, sin embargo,
aparece inscrita en el afloramiento rocoso de Tombos, en la 3ª Catarata, a un
tiro de piedra de la entrada a Kerma. La descripción del faraón describe los
éxitos de la campaña en las regiones de la 3ª y 4ª Catarata, en términos
vívidos muy violentos:
“Los arqueros nubios caen
bajo la espada y sus restos se arrojan y esparcen fuera de sus tierras; su
hedor invade los valles… Los trozos cortados son demasiado para los pájaros,
que se llevan la presa a otros lugares”.
Los ejércitos de Tutmosis,
como los de Amenhotep I antes que él, atacan por el este lejos de Valle del
Nilo y se adentran en el desierto detrás de Kerma, eventualmente alcanzando la
zona de la 4ª Catarata, alrededor de Kurgus y Kenisa. Puesto que el río hace
una gran curva entre la 3ª y la 4ª Catarata, una ruta terrestre oeste-este
conectaba las dos cataratas. Tutmosis I dejó entonces una inscripción en
Kenisa. Según Ahmose, hijo de Ibana, a su vuelta de Kerma a Tebas, “Su
Majestad navegó hacia el norte, todas las tierras a su alcance, con aquel
arquero vencido probablemente el
gobernante de Kush colgado con la
cabeza hacia abajo, en la proa de la embarcación de Su Majestad, y desembarcó
en Karnak”.
Después de este éxito
Tutmosis I dirigió su ejército a Siria para una primera campaña en eta región.
Sin duda consciente de la presencia de los señores de Mitanni en la vecindad,
el faraón se mantuvo lejos de una confrontación directa con ellos y, después de
algunos esporádicos éxitos locales, partió hacia Niy, al sur, donde pudo haber
cazado elefantes. La descripción de esta expedición proviene sólo de las tumbas
de Ahmose Pennekhbet y Ahmose, hijo de Ibana, ambas construidas y decoradas en
el reinado de Tutmosis III, y a más tarde.
En ellas aparece Siria como
el agresor de Mitanni con epítetos, por otra parte desconocidos hasta bien
entrada la cuarta década del reinado de Tutmosis III. Ningún documento
contemporáneo con el reinado de Tutmosis I menciona esta campaña.
El choque con Mitanni fue
extremadamente limitado durante la Dinastía XVIII. Las escaramuzas con vasallos
de Mitanni se remontan al reinado de Tutmosis I, pero la conquista de las
regiones del nordeste no tuvo lugar hasta al menos treinta y seis años más
tarde cuando Tutmosis III inició su expedición siria. Quizás Tutmosis I, en su
breve expedición a Siria se encontró con enemigos y con una tecnología que
sobrepasaban la capacidad de los ejércitos egipcios que ciertamente disponía
entonces de muchos menos carros de combate que Mitanni.
No obstante, fragmentos de
relieve encontrados recientemente en Abydos del tiempo de Ahmose muestran que
los carros ya se representaban muy al principio de la Dinastía XVIII. Si
Tutmosis I hubiese obtenido ganancias territoriales o materiales, parece
difícil creer que no habrían sido frecuentemente mencionadas en los monumentos
que se conservan de Tutmosis I, Tutmosis II, o Hatshepsut. Mucho más probable
es que Tutmosis I simplemente fuese consciente de que los vasallos de Mitanni
constituían fuerzas militares superiores y abandonase dejando tras de sí una
inscripción e iniciase una caza de elefantes en la región de Niy que se sitúa
al sur de las ciudades dominadas por Mitanni.
Una breve referencia a la
expedición sirio-palestina de Tutmosis I se ha conservado en un fragmento de
inscripción en Deir el-Bahri asociada a la descripción de la expedición de
Hatshepsut a Punt. Este texto, que en esencia celebra la fama de Tutmosis I,
habla de elefantes y caballos, así como de la región de Niy, sugiere que, en
tiempos de Hatshepsut, Tutmosis I alardeaba, principalmente, de haberse traído
de Niy una colección de objetos exóticos más que de haber conquistado Mitanni.
LA TUMBA DE TUTMOSIS I Y LA “ADORACIÓN AL ANCESTRO” REAL
La ubicación del
enterramiento de original de Tutmosis I sigue siendo objeto de debate. Su
nombre aparece indistintamente en sarcófagos de dos tumbas del Valle de los
Reyes (KV 20 y KV 38), pero no hay acuerdo sobre cuál de ellas es más antigua,
o si originalmente ambas fueron excavadas para Tutmosis. El cuerpo del faraón
podría estar entre aquellos del conjunto real, pero esto tampoco se sabe. Dos
ataúdes usurpados por Pinudjem uno de los grandes sacerdotes de Amun en Tebas
durante la Dinastía XXI contienen una momia sin identificar, que posiblemente puede
ser la del propio faraón.
Uno de sus altos
funcionarios, Ineni, describe su supervisión del trabajo en la tumba de
Tutmosis: “Yo inspeccioné la excavación de la tumba de Su Majestad en el
acantilado, en privado; no se veía ni se oía a nadie”. Su vaga descripción
de la tumba como heret, que normalmente se interpreta como tumba- “acantilado”,
puede indicar su situación en el Valle de los Reyes, pero el tema sigue sin
estar cerrado.
No se conoce ningún templo
funerario de Tutmosis I; ladrillos con su nombre algunos con el de él y el de
Hatshepsut juntos dan testimonio de algunos sitios cerca del “templo del valle”
de Deir el-Bahri. Hatshepsut incluyó en su templo una capilla en honor a
Tutmosis I, lo que no quiere decir necesariamente que no tuviese culto funerario
antes del reinado de Hatshepsut.
Más bien se diría que ella
veneraba su línea ancestral dentro de su propio templo, ya que tales templos
constituían mausoleos “familiares” y templos en honor a la unión del dios Amun
y el faraón. Esta “adoración ancestral” era ya evidente en los monumentos de
Ahmose y Amenhotep I en Abydos, mientras las capillas de las tumbas no reales
contemporáneas y de mediados de la Dinastía XVIII frecuentemente incluían
nichos o escenas que veneraban a los miembros de la familia vivos y fallecidos.
Paheri era un nomarca de Nejab, que
vivió al comienzo de la décimo octava dinastía, alrededor de
1500 a. C.)
Paheri es conocido principalmente por su tumba en El Kab. Llevaba
los títulos de Hatia (ḥ3.tj-ˁ) de Nejab y Hatia de Per-Montu. Su
padre era Iti-ru, Tutor del Hijo del Rey, por lo que tenía estrechos
vínculos con la familia real. De esta relación se benefició también Paheri, que
fue nombrado nomarca por Tutmosis I.
Esta tumba está decorada con relieves, y es una de las mejor
conservadas de principios de la dinastía XVIII. La tumba subraya el importante
papel que tenía Nejab a principios de ese siglo.
La tumba consiste en una capilla de una sola habitación desde la
que se desciende a la cámara funeraria por un estrecho corredor. La pared oeste
está decorada con diversas escenas, principalmente agrícolas. En el centro
están los rituales de la muerte y en la pared este se aprecia un gran banquete.
En un nicho situado en el panel trasero hay tres estatuas, las de Paheri, su
esposa Henuterneheh y su madre Kemi. El resto de la pared está ocupada con una
gran inscripción biográfica.
En la tumba a Paheri también se le otorga el título de Tutor del
Hijo del Rey y se le representa en una escena en la que lleva al príncipe
Uadymes (o Uadymose), sobre su regazo. Otra escena muestra cómo Paheri ofrece
sacrificios a Uadymes y a Amenmeses, el otro príncipe real
Renni
nomarca del Kab, cuyo nombre
(Djeser-Ka-Ra) se inscribe en un cartucho encima del nicho. Tumba de Renni, EK 7
Renni también fue gran sacerdote de Nejbet.
Ineni fue un arquitecto y oficial.
Diseñó y organizó numerosas edificaciones y monumentos para cinco faraones de
la dinastía XVIII: Amenofis I, Tutmosis I, Tutmosis II, Tutmosis III
y Amenofis II. También tuvo el cargo
de “administrador de los graneros de Amón” durante los cuatro primeros
reinados.
Ineni proviene de una familia aristocrática, comenzando sus
encargos como arquitecto en la época de Amenhotep I (Amenofis I) quien lo
eligió para ampliar el templo de Amón, en Karnak. Continuó diseñando para
Thutmose I (Tutmosis I), pero durante el reinado de Hatshepsut un nuevo
arquitecto, Senenmut, ganaría el favor real, aunque probablemente continuara
supervisando construcciones encargadas por Hatshepsut y fuese asesor en otras.
Construcciones
Fueron diseñados por Ineni numerosos proyectos de Thutmose I, en
el templo de Karnak, destacando la “Gran Sala” del templo, un pasaje hipóstilo
en madera de cedro, para conmemorar la victoria de Thutmose I sobre los Hicsos.
También diseñó los pilonos cuarto y quinto, varios patios y numerosas estatuas.
Proyectó la primera tumba real del Valle de los Reyes.
Su tumba es la TT81 y se encuentra en Sheij Abd el-Qurna donde se aprecia su gran interés por el
diseño de jardines, mostrando dibujos de su bello huerto ajardinado con
estanque. En las paredes de su tumba cita amablemente a Hatshepsut y fue una de
las pocas edificaciones donde el nombre de la reina no fue borrado ni
suplantado, quizás por respeto a él.
TUTMOSIS
II
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aA-xpr-n-ra
Aakheperenre aA-xpr-n-ra Aakheperenre (Great Is The Form Of Re)
Grande es la imagen de Ra (Lista Real de Abidos nº 69) y (Lista Real de Saqqara nº 50) |
|
DHwti-msi(w) dḥwt ms (Dyehutymose)
(Thutmose)
Engendrado por Dyehuty
|
Aajeperenra Thutmose, Thutmose II
o Tutmosis II, es el cuarto faraón de la Dinastía XVIII de Egipto.
Reinó de c. 1492 a 1479 a. C. También es conocido como Thutmosis
II, Tutmose II, Tutmés II, nombres helenizados modernos. Sus
títulos de coronación y nacimiento fueron Aa-Jeper-en-Ra Dyehut-Mose.
Era hijo del faraón Tutmosis I y de una de sus esposas
secundarias, de nombre Mutnefert. En circunstancias
normales nunca habría podido alcanzar el trono pero, dado que Tutmosis I
carecía de herederos varones adultos a su muerte, se abrió el camino hacia el
poder, quizás ayudado por el chaty y arquitecto real Ineni, el personaje más influyente
y poderoso del país sólo por debajo del faraón. Sin embargo, Tutmosis II jamás habría podido llegar
a ser rey de no haberse casado con su hermanastra, la princesa real Hatshepsut, primogénita de Tutmosis I y de su reina.
Se estima el periodo de su reinado en tres años, aunque se
desconoce la duración exacta del mismo. Apenas constan hechos dignos de mención
de este monarca, lo que hace suponer que fue un reinado breve. Se ha hallado
una inscripción mencionando una campaña del rey contra Nubia (Sethe 1906:137 - 141) y existen
restos de posibles construcciones emprendidas en Elefantina y Coptos.
Se supone que fue enterrado en el Valle
de los Reyes, aunque está por corroborar la
identificación de la momia que se encontró en el escondrijo DB320; hay varias tumbas que pudieran ser la de este faraón.
La fecha del año más significativo
que se conserva del reinado de Tutmosis II es su primer año, y los estudiosos
de los años 80 y 90 sugieren que su reinado no duró más de tres años.
Hatshepsut, la media-hermana de Tutmosis, sirvió como “gran esposa real de
Amun”. Como Ahmose-Nefertari, de la que heredó su rol religioso, Hatshepsut fue
casi siempre representada en los relieves que decoraban los monumentos tebanos
de su esposo, a modo de esposa del dios.
El breve mandato de Tutmosis
II ha dejado poca información de sus actividades exteriores, pero el ejército
egipcio continuó sofocando sublevaciones en Nubia y consiguió la desaparición
final del reino de Kush, en Kerma.
La casi efímera naturaleza
del mandato de Tutmosis II se ve subrayada por la escasez de sus monumentos en
general, y su ausencia en el norte de Egipto. Tutmosis II no dejó ninguna tumba
identificable poco corriente en la Dinastía XVIII o algún templo funerario.
Existen indicios de que el templo de Hatshepsut en Deir el-Bahri se empezó
originalmente en el reinado de Tutmosis II, quizás incluso bajo la dirección de
la propia reina. No obstante, puede que la intención fuese la de lugar de culto
funerario para ambos. Tutmosis III levantaría un pequeño templo en Medinet Abu
para él; quizás ejecutando un plan ya contemplado por Tutmosis II.
Bajorrelieve de Tutmosis II
en el templo de Amón en Karnak.
Los monumentos más importantes de Tutmosis II son los de Karnak: una entrada de
arenisca con forma de pilono frente al patio del Cuarto Pilono. La entrada y
otra estructura de un tipo desconocido, serían posteriormente derrumbadas y los
bloques se usarían en los cimientos del Tercer Pilono. La entrada ha sido
reproducida en el “Museo al Aire Libre” de Karnak. La estructura, con escenas
en relieve alzado con preponderancia de escenas del faraón, que en algunas lo
muestran con Hatshepsut, y en otras, a ella sola. Este edificio se terminó en
los primeros años de Tutmosis III, durante la regencia de Hatshepsut; tras su
ascensión, los agentes de la reina sustituirían el nombre del pequeño rey-niño
en algunos sitios por los propios cartuchos de ella.
En una de las cuatro caras de
un fragmento de un pilar, Tutmosis II aparece recibiendo coronas, mientras que
otras dos caras soportan relieves de su hija Nefrura y de Hatshepsut recibiendo
vida del dios. Puede que este monumento se construyese después del
fallecimiento de Tutmosis II, aunque lo que parece innegable es que Hatshepsut
gozaba ya de una gran influencia sobre el monarca antes de la muerte de su
hermano.
Se conocen otras
construcciones en nombre de Tutmosis II en Napata donde Tutmosis I puede que
dejase restos de construcciones. En Semna y Kumma, como en Elefantina, quedan
bloques procedentes de edificios de Tutmosis II. Además, recientes excavaciones
en Elefantina han revelado una estatua que fue dedicada por otro soberano
presumiblemente Hatshepsut en nombre de su hermano (de ella); el Profesor
Claude Vandersleyen señala que hay también un torso real idéntico sin
inscripción en el Museo de Elefantina.
La única expedición militar
conocida del reinado de Tutmosis II aparece registrada en una estela cortada en
la roca en Sehel, al sur de Aswan. Está fechada en el primer año de su reinado
y describe una sublevación local en el Kush que fue castigada con la muerte de
todos sus componentes, excepto un hijo del gobernante que fue tomado como
rehén, con lo que, evidentemente, se logró la paz. Parece claro que se trató de
una pequeña rebelión pero la familia del rey local de Kerma estaba aún activa
por lo que la acción fue brutal y rápida. Con ello evidentemente se terminó el
principal problema con el Kush. A la población de la región se le persiguió por
todo el desierto desde una fortaleza egipcia en el río.
Ahmose Pennekhbet señala en
sus inscripciones funerarias que se llevaron un gran número de Shasu como
prisioneros para Tutmosis II, durante una batalla que ni siquiera está
confirmada. Puesto que el término “Shasu” podría referirse a pueblos bien de
Palestina o de Nubia, esta breve entrada se refería a la expedición nubia del
año 1. No obstante, es importante puntualizar de nuevo que estas autobiografías
fueron talladas en los muros pasadas varias décadas después que los eventos que
relatan. Los efectos de crear una sola narrativa puede hacer de una sola
entrada todo menos completa.
La madre de Tutmosis II,
Mutnefret, aún vivía durante su reinado, a juzgar por la estatua de ella en la
capilla de Wadjmose, en Tebas. Aunque se desconoce la edad de ascensión al
trono y fallecimiento del faraón, es muy posible que fuese más joven que su
hermana y esposa Hatshepsut. Ella era hija de Tutmosis I y de Ahmose,
oficialmente reconocida reina en el reinado anterior. Una estela del reinado de
Tutmosis II muestra al faraón seguido de Ahmose y de Hatshepsut. Aparentemente
esta última era ya “esposa del dios Amun” en el reinado de Tutmosis I, después
de la muerte de Ahmose-Nefertari. No obstante, Tutmosis II no era tan joven
como para no poder tener un hijo ya que Nefrura aparece representada en Karnak
con él y Hatshepsut.
Maat-ka-Ra Hatshepsut
|
mAat-kA-ra Maatkare (Truth Is The
Soul Of Re)Maat-ka-ra Maatkare (Verdad es el alma de Ra)
|
|
HAt-Spswt (Hnmt-imn) Henemet
Amun Hatshepsut (Who Loved Amun ; Foremost
Of Noble Ladies)
Hat-Spswt (HNMT-IMN) Henemet
Amón Hatshepsut La primera de las nobles
damas. Unida a Amón |
Los nombres reales de
Maat-ka-Ra Hatshepsut
Después de su ascensión al
trono Hatshepsut fue representada casi durante todo su reinado en la forma
tradicional de un rey masculino. Her titles were however written grammatically in such a
way that her female sex was clearly recognizable Sin embargo sus títulos fueron escritos
gramaticalmente de tal manera que su sexo femenino era claramente reconocible.
Hatshepsut. También Hatchepsut "todo
de nobles damas"; 1507-1458 a.C) fue el quinto faraón de
la XVIII Dinastía de Egipto. Fue la segunda mujer faraona confirmada
históricamente, la primera fue Sobekneferu. (Varias otras mujeres
también pueden haber gobernado como faraones nacidos o al menos regentes
antes de Hatshepsut, tan pronto como Neithhotep alrededor de 1600
años antes.)
Familia de Hatshepsut: su
padre Tutmosis I, su madre Ahmose, y su hermana mayor Neferubity.
Karl
Richard Lepsius (1810–1884).
Hatshepsut
llegó al trono de Egipto en 1478 a.C. Su ascenso al poder fue notable, ya
que le exigía utilizar su línea de sangre, su educación y su comprensión de la
religión. Su línea de sangre era impecable, ya que ella era la hija,
hermana y esposa de un rey. Su comprensión de la religión le permitió
establecerse como la Esposa de Dios de Amen. Oficialmente, ella gobernó
conjuntamente con Thutmosis III, quien había ascendido al trono el año
anterior cuando era una niña de aproximadamente dos años. Hatshepsut era
la esposa principal de Thutmose II, el padre de Thutmose III. Ella es
considerada generalmente por los egiptólogos como uno de los faraones más
exitosos, reinando más tiempo que cualquier otra mujer de una dinastía egipcia
indígena. Según el egiptólogo James Henry Breasted, también es
conocida como "la primera gran mujer en la historia de la que estamos
informados".
Hatshepsut
era la hija de Thutmose I y su principal esposa, Ahmose. Su
esposo Tutmosis II fue el hijo de Tutmosis I y una esposa secundaria
llamado Mutnofret, que llevó a la hija del Rey título y fue probablemente
un hijo de Ahmose I. Hatshepsut y Thutmose II tuvieron una hija
llamada Neferure. Después de tener a su hija, Hatshepsut no pudo
tener más hijos. Thutmose II con Iset, una esposa secundaria, sería
el padre de Thutmose III, quien sucedería a Hatshepsut como faraón.
Reinado
Aunque los
registros contemporáneos de su reinado están documentados en diversas fuentes
antiguas, los eruditos modernos pensaron que Hatshepsut solo había servido como
co-regente desde alrededor de 1479 a 1458 a.C, durante los años siete al
veintiuno del reinado previamente identificado como de Tutmosis
III. Hoy en día los egiptólogos generalmente están de acuerdo en que
Hatshepsut asumió la posición de faraón.
Hatshepsut
fue descrito como teniendo un reinado de aproximadamente 21 años por autores
antiguos. Josephus y Julius Africanus citan la lista
de reyes de Manetón, mencionando a una mujer llamada Amessis o Amensis que
ha sido identificada (por el contexto) como Hatshepsut. En el trabajo de
Josefo, su reinado se describe como una duración de 21 años y nueve
meses, mientras que Africanus declaró que fue veintidós años. En
este punto de las historias, los registros del reinado de Hatshepsut terminan,
ya que la primera gran campaña extranjera de Thutmose III se remonta a su 22º
año, que también habría sido el 22º año de Hatshepsut como faraón.
Sin
embargo, salir del comienzo de su reinado es más difícil. El reinado de su
padre comenzó en 1526 o 1506 a. C., según las estimaciones altas y bajas de su
reinado, respectivamente. La duración de los reinados de Thutmose
I y Thutmose II, sin embargo, no se puede determinar con absoluta
certeza. Con breves reinados, Hatshepsut habría ascendido al trono 14 años
después de la coronación de Thutmose I, su padre. Reinos más largos
pondrían su ascensión 25 años después de la coronación de Thutmose I. Por
lo tanto, Hatshepsut podría haber asumido el poder desde 1512 a.C, o, ya en
1479 a.C.
La primera
declaración de Hatshepsut como faraón se produce en la tumba de Ramose y
Hatnofer, donde una colección de artículos de la tumba contenía un solo bote de
cerámica o ánfora de la cámara de la tumba, que estaba sellada con la fecha
del Año 7. Otro frasco de la misma tumba, que fue
descubierto in situ por una expedición del Museo Metropolitano de
Arte de 1935–36 en una colina cerca de Tebas, fue sellado con el sello del
" Hatshepsut de la esposa de Dios", mientras que dos
frascos llevaban el sello de La Buena Diosa Maatkare. La datación de
las ánforas, "sellada en la cámara funeraria [de la tumba] por los
escombros de la propia tumba de Senenmut", es indiscutible, lo que
significa que Hatshepsut fue reconocido como rey, y no reina, de Egipto por el
Año 7 de su reinado.
Principales logros
Rutas comerciales
Hatshepsut
restableció las redes comerciales que habían sido interrumpidas
durante la ocupación de Egipto por los hicsos durante
el Segundo Período Intermedio, construyendo así la riqueza de la Dinastía
Dieciocho. Ella supervisó los preparativos y los fondos para una misión a
la Tierra de Punt. Esta expedición comercial a Punt fue
aproximadamente durante el noveno año del reinado de Hatshepsut. Apareció
en su nombre con cinco barcos, cada uno de 70 pies (21 m) de largo, con varias
velas y con capacidad para 210 hombres que incluían marineros y 30
remeros. Muchos bienes comerciales fueron comprados en Punt, en particular incienso y mirra.
La
delegación de Hatshepsut regresó de Punt con 31 árboles vivos de mirra, cuyas
raíces se mantuvieron cuidadosamente en canastas durante todo el
viaje. Este fue el primer intento registrado para trasplantar árboles
extranjeros. Se informa que Hatshepsut había plantado estos árboles en los
patios de su complejo del templo funerario. Los egipcios también
regresaron con una serie de otros regalos de Punt, entre los que se encontraba
el incienso. Hatshepsut molería el incienso carbonizado en
un delineador de ojos de kohl. Este es el primer uso registrado
de la resina.
Hatshepsut
tuvo la expedición conmemorada en alivio en Deir el-Bahari, que también es
famosa por su representación realista de la Reina de la Tierra de Punt, la
Reina Ati. La Reina Puntite se presenta como relativamente alta y su
físico era generosamente proporcionado, con grandes pechos y rollos de grasa en
el cuerpo. Debido a los depósitos de grasa en sus nalgas, a veces se ha argumentado
que puede haber tenido esteatopiria. Sin embargo, de acuerdo con el
patólogo Marc Armand Ruffer, la característica principal de una mujer
esteatopiegosa es una desproporción de tamaño entre las nalgas y los muslos, lo
cual no fue el caso de Ati. Ella en cambio parece haber sido
generalmente obesa, una condición que fue exagerada por una
excesiva lordosis o curvatura de la columna inferior. Hatshepsut
también envió expediciones de asalto a Byblos y
la península del Sinaí poco después de la expedición de
Punt. Se sabe muy poco acerca de estas expediciones. Aunque
muchos egiptólogos han afirmado que su política
exterior era principalmente pacífica, es posible que ella liderara
campañas militares contra Nubia y Canaán.
Proyectos
de construcción
Hatshepsut
fue uno de los constructores más prolíficos en el antiguo Egipto, encargando
cientos de proyectos de construcción en todo el Alto Egipto y
el Bajo Egipto. Podría decirse que sus edificios eran más grandes y
más numerosos que los de cualquiera de sus predecesores en el Reino
Medio. Más tarde, los faraones intentaron reclamar algunos de sus
proyectos como suyos. Ella empleó al gran arquitecto Ineni, quien
también había trabajado para su padre, su esposo y para el administrador
real Senemut. Durante su reinado, se produjeron tantas estatuas que
casi todos los museos importantes con artefactos egipcios antiguos en el mundo
tienen estatuas de Hatshepsut entre sus colecciones; por ejemplo, la sala
Hatshepsut en la ciudad de Nueva York, El Museo Metropolitano de Arte está
dedicado únicamente a algunas de estas piezas.
Siguiendo
la tradición de la mayoría de los faraones, Hatshepsut hizo construir
monumentos en el Templo de Karnak. También restauró el Recinto
de Mut original, la antigua gran diosa de Egipto, en Karnak que había
sido devastada por los gobernantes extranjeros durante la ocupación
de los hicsos. Más tarde fue asolado por otros faraones, que
tomaron una parte tras otra para usarlos en sus propios proyectos de mascotas. El
recinto espera la restauración. Ella tenía obeliscos gemelos, en el
momento más alto del mundo, erigidos en la entrada del templo. Uno sigue
en pie, como el obelisco antiguo más alto que sobrevive en la Tierra; El
otro se ha roto en dos y ha caído. El oficial a cargo de esos obeliscos fue
el alto administrador Amenhotep.
Otro
proyecto, la Capilla Roja de Karnak, fue pensado como un santuario de barca y
originalmente pudo haber estado entre sus dos obeliscos. Estaba forrado
con piedras talladas que representaban eventos significativos en la vida de
Hatshepsut.
Djeser-Djeseru es el edificio principal
del complejo del templo
funerario de Hatshepsut en Deir el-Bahri. Diseñado por
Senemut, su visir, el edificio es un ejemplo de simetría perfecta que
precede al Partenón, y fue el primer complejo construido en el sitio que
eligió, que se convertiría en el Valle de los Reyes.
Hoja de cobre o bronce con el nombre de
Hatshepsut. Desde un depósito de la fundación en "un pequeño hoyo
cubierto con una esterilla" encontrado en Deir el-Bahri,
Egipto. XVIII dinastía. El Museo Petrie de Arqueología Egipcia,
Londres
Más tarde,
ella ordenó la construcción de dos obeliscos más para celebrar su 16º año como
faraón; Uno de los obeliscos se rompió durante la construcción y, por lo
tanto, un tercero fue construido para reemplazarlo. El obelisco roto se
dejó en su sitio de extracción en Aswan, donde aún
permanece. Conocido como el Obelisco inacabado, proporciona evidencia
de cómo se extrajeron los obeliscos.
Columnata de diseño del templo de Hatshepsut.
El Templo
de Pakhet fue construido por Hatshepsut en Beni Hasan, en
la Gobernación de Minya, al sur de Al Minya. El nombre,
Pakhet, fue una síntesis que se produjo al combinar
a Bast y Sekhmet, que eran diosas de guerra similares
a la leona, en un área que bordeaba la división norte y sur de sus
cultos. El templo subterráneo cavernoso, cortado en los acantilados de
roca en el lado este del Nilo, fue admirado y llamado a los Speos
Artemidos por los griegos durante su ocupación de Egipto, conocida como la Dinastía
Ptolemaica. Vieron a la diosa como a una diosa cazadora, Artemisa. Se
cree que el templo fue construido junto con otros mucho más antiguos que no han
sobrevivido. Este templo tiene un arquitrabe con un largo texto dedicatorio
con la famosa denuncia de Hatshepsut de los hicsos que ha sido
traducido por James P. Allen. Los hicsos ocuparon Egipto y lo
convirtieron en un declive cultural que persistió hasta un avivamiento
provocado por sus políticas e innovaciones. Este templo se modificó más
tarde y algunas de sus decoraciones interiores fueron usurpadas por Seti
I de la Dinastía XIX, en un intento de reemplazar su nombre por el de
Hatshepsut.
El templo tallado en la roca de Pakhet
por Hatshepsut en Speos Artemidos.
Siguiendo
la tradición de muchos faraones, la obra maestra de los proyectos de
construcción de Hatshepsut era un templo funerario. Ella construyó el
suyo en un complejo en Deir el-Bahri. Fue diseñado e
implementado por Senenmut en un sitio en la Margen
Occidental del río Nilo, cerca de la entrada de lo que ahora se llama
el Valle de los Reyes, porque de todos los faraones que más tarde
decidieron asociarse sus complejos con la grandeza de ella. Sus edificios
fueron los primeros grandes planeados para ese lugar.
El punto
central del complejo era el Djeser-Djeseru o "lo sublime de
Sublimes", una columnata estructura de la perfecta armonía
construida casi mil años antes del Partenón. Djeser-Djeseru se sienta
sobre una serie de terrazas que una vez fueron adornadas con
exuberantes jardines. Djeser-Djeseru está construido en
un acantilado que se eleva bruscamente por encima de
él. Djeser-Djeseru y los otros edificios del complejo Deir el-Bahri de
Hatshepsut se consideran avances significativos en arquitectura. Otro de
sus grandes logros es la aguja de Hatshepsut (también conocida como
los obeliscos de granito).
Comparación con otras mujeres gobernantes
Aunque era
poco común que Egipto fuera gobernado por una mujer, la situación no tenía
precedentes. Como regente, Hatshepsut fue precedido por Merneith de
la Primera Dinastía, que fue enterrado con todos los honores de un faraón
y puede haber gobernado por derecho propio. Nimaathap de
la Tercera Dinastía pudo haber sido la viuda de Khasekhemwy,
pero ciertamente actuó como regente para su hijo, Djoser, y pudo haber
reinado como faraón por derecho propio. Nitocris pudo haber sido el
último faraón de la Sexta Dinastía. Su nombre se encuentra en
las Historias de Heródoto y en los escritos de Manetón, pero su
historicidad es incierta. Se sabe que la reina Sobekneferu de
la Duodécima Dinastía asumió el poder formal como gobernante del
"Alto y Bajo Egipto" tres siglos antes que Hatshepsut. Ahhotep
I, alabado como una reina guerrera, puede haber sido un regente entre los
reinados de dos de sus hijos, Kamose y Ahmose I, al final de la
XVII Dinastía y el comienzo de la Dinastía XVIII de Hatshepsut. Amenhotep
I, que también precedió a Hatshepsut en la XVIII Dinastía, probablemente llegó
al poder, mientras que un niño pequeño y su madre, Ahmose-Nefertari, se
cree que fue un regente para él. Otras mujeres cuyos posibles reinos como
faraones están en estudio incluyen la posible mujer regente/sucesora
de Akhenaton (generalmente identificada como Nefertiti o Meritaten)
y Twosret. Entre las últimas dinastías egipcias no indígenas, el
ejemplo más notable de otra mujer que se convirtió en faraón fue Cleopatra
VII, el último faraón del antiguo Egipto. Tal vez en un esfuerzo por
aliviar la ansiedad ante la perspectiva de una faraona femenina,
Hatshepsut reclamó un derecho divino para gobernar basado en la autoridad del
dios Amón.
En
comparación con otros faraones femeninos, el reinado de Hatshepsut fue mucho
más largo y más próspero. Tuvo éxito en la guerra al principio de su
reinado, pero en general se la considera un faraón que inauguró una larga y
pacífica era. Ella restableció las relaciones comerciales internacionales perdidas
durante la ocupación extranjera por los hicsos y trajo una gran riqueza a
Egipto. Esa riqueza permitió a Hatshepsut iniciar proyectos de construcción
que elevaron el calibre de la arquitectura del Antiguo Egipto a un estándar,
comparable al de la arquitectura clásica, que no sería rivalizado con ninguna
otra cultura durante mil años. Ella logró gobernar durante unos 20
años. Una de las cosas más famosas que hizo fue construir el templo de
Hatshepsut.
La
hipérbole es común a prácticamente todas las inscripciones reales de la
historia egipcia. Si bien todos los líderes antiguos lo utilizaron para
elogiar sus logros, Hatshepsut ha sido llamado el faraón más exitoso en la
promoción de sus logros. Esto puede haber resultado del extenso edificio
ejecutado durante su tiempo como faraón, en comparación con muchos
otros. Le brindó muchas oportunidades para elogiarse, pero también reflejó
la riqueza que sus políticas y administración trajeron a Egipto, lo que le
permitió financiar tales proyectos. La tradicionalización de sus logros
fue tradicional cuando los faraones construyeron templos y sus tumbas.
Esfinge
de granito grande con la imagen del faraón Hatshepsut,
representada con la tradicional barba falsa, un símbolo de su poder
faraónico: Metropolitan Museum of Art
Las mujeres
tenían un estatus relativamente alto en el antiguo Egipto y gozaban del derecho
legal de poseer, heredar o poseer bienes. Sin embargo, una mujer que se
convertía en faraón era rara; solo Sobekneferu, Khentkaus
I y posiblemente Nitocris la precedieron. La existencia de
este último gobernante está en disputa y probablemente sea una mala traducción
de un rey varón. Nefernferuaten y Twosret pueden haber sido
las únicas mujeres que la sucedieron entre los gobernantes indígenas. En
la historia egipcia, no había palabra para una "reina reinante" como
en la historia contemporánea, siendo "rey" el antiguo título egipcio
sin importar el género, y en el momento de su reinado, el faraónSe había
convertido en el nombre para el gobernante. Hatshepsut no es único, sin
embargo, en tomar el título de rey. Sobekneferu, gobernando seis dinastías
antes de Hatshepsut, también lo hizo cuando ella gobernó
Egipto. Hatshepsut había sido bien entrenada en sus deberes como la hija
del faraón. Durante el reinado de su padre, ella ocupó el poderoso cargo
de la esposa de Dios. Ella había asumido un fuerte papel
como reina para su esposo y tenía mucha experiencia en la administración de su
reino cuando se convirtió en faraón. No hay indicios de que haya desafíos
para su liderazgo y, hasta su muerte, su co-regente permaneció en un papel
secundario, dirigiéndose muy amigablemente a su poderoso ejército, que le habría
dado el poder necesario para derrocar a un usurpador de su lugar legítimo, si
Ese había sido el caso.
Hatshepsut
asumió todas las insignias y símbolos de la oficina faraónica en
representaciones oficiales: la tela de cabeza de Khat, coronada con
el ureo, la barba falsa tradicional y
la falda escocesa shendyt. Muchas estatuas existentes,
alternativamente, la muestran con atuendos típicamente femeninos, así como con
aquellas que la representan con el atuendo ceremonial real. Las estatuas
que representan a Sobekneferu también combinan elementos de
la iconografía tradicional masculina y femenina y, por
tradición, pueden haber servido de inspiración para estas obras encargadas por
Hatshepsut. Sin embargo, después de que este período de transición
terminara, la mayoría de las representaciones formales de Hatshepsut como
faraón la mostraban en el atuendo real, con toda la vestimenta faraónica.
En su
templo funerario, en las estatuas de Osirian que regalaban el transporte del
faraón al mundo de los muertos, los símbolos del faraón como la
deidad Osiris eran la razón del atuendo y eran mucho más importantes para ser
exhibidos tradicionalmente, sus pechos están ocultos detrás de sus brazos
cruzados sosteniendo los bastones reales de los dos reinos que ella
gobernó. Esto se convirtió en una preocupación acentuada entre los
escritores que buscaron razones para el estilo genérico de las estatuas
envueltas y llevaron a interpretaciones erróneas. Se requería la
comprensión del simbolismo religioso para interpretar las estatuas
correctamente. Las interpretaciones de estos primeros estudiosos variaban
y, a menudo, eran conjeturas sin fundamento de sus propios valores
contemporáneos. Las posibles razones para que sus pechos no se destacaran
en las estatuas más formales se debatieron entre algunos egiptólogos tempranos,
que no entendieron el simbolismo religioso ritual, para tener en cuenta el
hecho de que muchas mujeres y diosas retratadas en el arte egipcio antiguo a
menudo carecen de delineación de senos, y que el aspecto físico del género de
los faraones nunca se destacó en el arte. Con pocas excepciones, los
sujetos fueron idealizados.
Los
eruditos modernos, sin embargo, han teorizado que al asumir los símbolos
típicos del poder faraónico, Hatshepsut afirmaba que su afirmación era la
soberana en lugar de una "Gran Esposa del Rey" o consorte de la
reina. El género de los faraones nunca se destacó en las representaciones
oficiales; incluso los hombres fueron representados con la barba falsa
altamente estilizada asociada con su posición en la sociedad.
Además,
las estatuas osirianas de Hatshepsut, al igual que otros faraones,
representan al faraón muerto como Osiris, con el cuerpo y las vestiduras
de esa deidad. Todas las estatuas de Hatshepsut en su tumba siguen esa
tradición. La promesa de la resurrección después de la muerte fue un
principio del culto de Osiris. Dado que muchas estatuas de Hatshepsut
representadas de esta manera se han exhibido en museos y esas imágenes se han
publicado ampliamente, los espectadores que no entienden la importancia
religiosa de estas representaciones han sido engañados. Aparte de la cara
que representa a Hatshepsut, estas estatuas se asemejan mucho a las de otros
reyes como Osiris, siguiendo las tradiciones religiosas.
La mayoría
de las estatuas oficiales encargadas de Hatshepsut la muestran de forma menos
simbólica y más natural, como una mujer con vestidos típicos de la nobleza de
su época. En particular, incluso después de asumir la vestimenta formal,
Hatshepsut todavía se describía a sí misma como una mujer hermosa, a menudo
como la más bella de las mujeres, y aunque asumió casi todos los títulos de su
padre, se negó a tomar el título de "El Toro Fuerte" (el el título
completo era El toro fuerte de su madre , que vinculaba al faraón con
las diosas Isis, el trono y Hathor, (la vaca que dio a luz
y protegió a los faraones), por ser su hijo sentado sobre ellatrono: un
título innecesario para ella, ya que Hatshepsut se alió con las diosas, ella
misma, lo que ningún faraón masculino pudo.
Las estatuas de Hatshepsut
de Osiris en su tumba, una en cada pilar de la extensa estructura,
observan la cubierta de momificación que rodea la parte inferior del cuerpo y
las piernas, así como el ladrón y el látigo asociados con
Osiris: Deir el-Bahri
En lugar de
ser el toro fuerte, Hatshepsut, que había servido como un guerrero muy exitoso
durante la primera parte de su reinado como faraón, se asoció con la imagen
leona de Sekhmet, la principal deidad de la guerra en
el panteón egipcio.
Los
conceptos religiosos estaban vinculados a todos estos símbolos y
títulos. En el momento del reinado de Hatshepsut, la fusión de algunos
aspectos de estas dos diosas siempre que ambas hubieran dado a luz y fuesen los
protectores de los faraones. Se volvieron intercambiables a
veces. Hatshepsut también remonta su linaje a Mut, una diosa madre
primigenia del panteón egipcio, que le dio otro ancestro que era una
deidad, al igual que su padre y abuelo, faraones que se habrían convertido en
deificados al morir.
Si bien
Hatshepsut se representó en el arte oficial con los atuendos de un faraón, como
la barba falsa que también llevaban los faraones, es muy improbable que alguna
vez usara tales adornos ceremoniales, como es poco probable que lo hicieran los
faraones masculinos. Se cree que las estatuas como las del Museo
Metropolitano de Arte, que la representan sentada con un vestido ajustado y
la corona nemes, son una representación más precisa de cómo se habría
presentado en la corte.
Como una
notable excepción, solo un faraón masculino abandonó la rígida representación
simbólica que se había convertido en el estilo de la obra de arte más oficial
que representa al gobernante, el faraón Amenhotep IV (más tarde
Akhenaton) de la misma dinastía XVIII, cuya esposa, Nefertiti, también puede
haber gobernado por derecho propio tras la muerte de su marido.
El Halcón del Faraón,
Hatshepsut— Templo en Luxor
Uno de los
ejemplos más famosos de las leyendas sobre Hatshepsut es un mito sobre su
nacimiento. En este mito, Amón va a Ahmose en la forma
de Thutmose I y la despierta con olores agradables. En este punto, Amun
coloca el ankh, un símbolo de la vida, en la nariz de Ahmose, y Hatshepsut
es concebido por Ahmose. Khnum, el dios que forma los cuerpos de los niños
humanos, recibe instrucciones para crear un cuerpo y ka, o presencia
corporal / fuerza vital, para Hatshepsut. Heket, la diosa de la vida y la
fertilidad, y Khnum luego llevan a Ahmose a la cama
de una leona donde da a luz a Hatshepsut. Los relieves que
representan cada paso en estos eventos se encuentran en Karnak y en su templo
funerario.
El Oráculo
de Amón proclamó que era la voluntad de Amón que Hatshepsut fuera el
faraón, fortaleciendo aún más su posición. Reiteró el apoyo de Amun al
tener estas proclamaciones del dios Amun grabadas en sus monumentos:
Bienvenido,
mi dulce hija, mi favorita, el Rey del Alto y Bajo Egipto, Maatkare,
Hatshepsut. Tú eres el faraón, tomando posesión de las Dos Tierras.
Hatshepsut
afirmó que ella era la heredera intencionada de su padre y que la convirtió en
la heredera de Egipto. Casi todos los académicos de hoy ven esto como
un revisionismo histórico, o prolepsis, por parte de Hatshepsut,
ya que era Tutmosis II, un hijo de Tutmosis I
de Mutnofret, quien era el heredero de su padre. Además,
Thutmose no podría haber previsto que su hija Hatshepsut sobreviviera a su hijo
en su propia vida. Thutmose II pronto se casó con Hatshepsut y este último
se convirtió en su esposa real y la mujer más poderosa en la
corte. Biógrafa Evelyn Wells. Sin embargo, acepta la afirmación de
Hatshepsut de que ella fue la sucesora intencionada de su padre. Una vez
que ella misma se convirtió en faraona, Hatshepsut apoyó su afirmación de que
ella era la sucesora designada por su padre con inscripciones en las paredes de
su templo funerario:
Entonces su
majestad les dijo: "Esta hija mía, Khnumetamun Hatshepsut, ¡que
viva!", He nombrado como mi sucesora en mi trono... ella dirigirá a la
gente en todas las esferas del palacio; Los guiará. Obedezca sus palabras,
únanse a su orden". Los nobles reales, los dignatarios y los líderes
de la gente escucharon esta proclamación de la promoción de su hija, el Rey del
Alto y Bajo Egipto, Maatkare, que ella viva eternamente.
El humorista estadounidense Will
Cuppy escribió un ensayo sobre Hatshepsut que se publicó después de su
muerte en el libro The Decline and Fall of Practically
Everybody. Respecto a una de sus inscripciones en la pared, escribió:
Para una
idea general de la apariencia de Hatshepsut en una cierta etapa de su carrera,
estamos en deuda con una de esas inscripciones en el muro. Afirma que
"mirarla era más hermosa que cualquier otra cosa; su esplendor y su forma
eran divinos". Algunos pensaron que era extraño que el faraón
femenino hubiera sido tan atrevido, como lo era ella. De ningún
modo. Ella simplemente estaba diciendo cómo eran las cosas hace unos
treinta y cinco años, antes de que se casara con Thutmose II y se largara con
Thutmose III. "Era una doncella, hermosa y floreciente", corren
los jeroglíficos, y no tenemos ninguna razón para dudarlo. Seguramente no
hay daño en decirle al mundo cómo se veía en 1515 a.C
La muerte, la sepultura y la momificación
Una estatua de piedra de Hatshepsut
Hatshepsut
murió a medida que se acercaba a lo que consideraríamos en la edad media, dada
la vida contemporánea típica, en su vigésimo segundo año anual. La fecha
precisa de la muerte de Hatshepsut, y el momento en que Thutmosis III se
convirtió en el próximo faraón de Egipto, se considera el año 22, II
Peret, día 10 de su reinado, según consta en una sola estela erigida
en Armant o el 16 de enero de 1458 a. C. Esta información valida
la confiabilidad básica de los registros de la lista de reyes de Manetho, ya
que la fecha de acceso conocida de Hatshepsut fue I Shemu el día 4 (Es
decir: Hatshepsut murió nueve meses después de su 22º año como rey, como
Manetho escribe en su Epítome por un reinado de 21 años y nueve
meses). Ninguna mención contemporánea de la causa de su muerte ha
sobrevivido. En junio de 2007, hubo un descubrimiento hecho en el Valle de
los Reyes. Una momia fue descubierta en la tumba de la enfermera real de
Hatshepsut, Setre-In. Se usó un fragmento de diente fundado en un frasco
de órganos para ayudar a identificar el cuerpo de Hatshepsut. Sin
embargo, si la identificación reciente de su momia es correcta, la evidencia
médica indicaría que padeció diabetes y murió de cáncer de huesos que
se había extendido por todo su cuerpo mientras estaba en la cincuentena. También
sugeriría que ella tenía artritis y mala dentadura.
Hatshepsut
había comenzado la construcción de una tumba cuando ella era la Gran Esposa
Real de Tutmosis II, pero la escala de esto no era adecuada para un faraón, así
que cuando ascendió al trono, comenzó la preparación para otro
entierro. Para esto, KV20, originalmente extraída de su padre,
Thutmose I, y probablemente la primera tumba real en el Valle de los
Reyes, fue ampliada con una nueva cámara funeraria. Hatshepsut también
restauró el entierro de su padre y se preparó para un entierro doble de Thutmose
I y ella dentro de KV20. Es probable, por lo tanto, que cuando ella
muriera (a más tardar el vigésimo segundo año de su reinado), fuera enterrada
en esta tumba junto con su padre. Durante el reinado de Thutmose III, sin
embargo, una nueva tumba, (KV38), junto con un nuevo equipo de entierro, se
proporcionó a Thutmose I, quien luego fue retirado de su tumba original y
reingresado en otro lugar. Al mismo tiempo, la mamá de Hatshepsut podría
haber sido trasladada a la tumba de su enfermera, Sitre In, en KV60. Es
posible que Amenhotep II, hijo de Tutmosis III por una esposa secundaria,
fuera el que motivó estas acciones en un intento por asegurar su propio derecho
incierto a la sucesión. Además de lo que se recuperó de KV20
durante la limpieza de la tumba de Howard Carter en 1903, se han
encontrado otros muebles funerarios pertenecientes a Hatshepsut en otros
lugares, incluido un "trono" leonado (la cama es una mejor
descripción), una senet tablero de juego con piezas de juego de jaspe rojo
con cabeza de leona tallada que llevan su título faraónico, un anillo de sello
y una estatuilla de shabti parcial que lleva su
nombre. En el Royal Mummy Cache en DB320, se encontró una caja
canópica de madera con un botón de marfil que estaba inscrita con el nombre de
Hatshepsut y contenía un hígado o bazo momificado, así como un diente
molar. Sin embargo, había una dama real de la vigésimo primera dinastía
del mismo nombre, y durante un tiempo se pensó que podría haber pertenecido a
ella.
En
1903, Howard Carter descubrió una tumba (KV60) en el Valle de los
Reyes que contenía dos momias femeninas, una identificada como la nodriza de
Hatshepsut y la otra no identificada. En la primavera de 2007, el cuerpo
no identificado finalmente fue retirado de la tumba por el Dr. Zahi Hawass y
llevado al Museo Egipcio de El Cairo para su análisis. A esta momia le
faltaba un diente, y el espacio en la mandíbula coincidía perfectamente con el
molar existente de Hatshepsut, que se encuentra en la "caja canópica"
DB320. Desde entonces, su muerte se ha atribuido a una loción para la
piel cancerígena que se encuentra en posesión del faraón, lo que la llevó a
tener cáncer de huesos. "Hay mucho que habla de esta hipótesis",
según Helmut Wiedenfeld del instituto farmacéutico de la Universidad de Bonn. "Si
te imaginas que la reina tenía una enfermedad crónica de la piel y que encontró
una mejoría a corto plazo del bálsamo, puede haberse expuesto a un gran riesgo
con los años".
Cambio de reconocimiento
Hacia el
final del reinado de Thutmosis III y hacia el reinado de su hijo, se
intentó eliminar a Hatshepsut de ciertos registros históricos y faraónicos, una
" damnatio memoriae". Esta eliminación se llevó a cabo de
la manera más literal posible. Sus cartuchos e imágenes fueron cincelados
en algunas paredes de piedra, dejando huecos muy obvios en forma de Hatshepsut
en la obra de arte.
En el
templo de Deir el-Bahari, las numerosas estatuas de Hatshepsut fueron
derribadas y, en muchos casos, destrozadas o desfiguradas antes de ser
enterradas en un pozo. En Karnak, incluso hubo un intento de amurallar sus
obeliscos. Si bien está claro que gran parte de esta reescritura de la
historia de Hatshepsut ocurrió solo durante el cierre del reinado de Thutmosis
III, no está claro por qué ocurrió, aparte del patrón típico de autopromoción
que existió entre los faraones y sus administradores, o quizás ahorrar dinero
al no construir nuevos monumentos para el entierro de Thutmose III y, en
cambio, usar las grandes estructuras construidas por Hatshepsut.
Algunos
sospechan que Amenhotep II, el hijo de Tutmosis III, que se convirtió en
un co-regente hacia el final del reinado de su padre, es el defacer durante el
final del reinado de un faraón muy antiguo. Habría tenido un motivo porque
su posición en el linaje real no era tan fuerte como para asegurar su elevación
al faraón. Está documentado, además, que ha usurpado muchos de los logros
de Hatshepsut durante su propio reinado. Su reinado está marcado con
intentos de romper también el linaje real, no registra los nombres de sus
reinas y elimina los poderosos títulos y roles oficiales de las mujeres reales,
como la Esposa de Dios de Amón.
Durante
muchos años, suponiendo que fue Thutmosis III actuando por resentimiento una
vez que se convirtió en faraón, los egiptólogos modernos tempranos suponían que
los borrados eran similares a la memoria romana. Esto parecía
tener sentido al pensar que Thutmose podría haber sido un co-regente poco
dispuesto durante años. Sin embargo, esta evaluación de la situación es
probablemente demasiado simplista. Es altamente improbable que el
determinado y centrado Thutmose, no solo el general más exitoso de Egipto, sino
también un aclamado atleta, escritor, historiador, botánico y arquitecto, haya
meditado durante dos décadas de su propio reinado antes de intentar vengarse de
su madrastra. y tia Según el reconocido egiptólogo Donald Redford:
Aquí y allá, en los rincones oscuros de un santuario
o una tumba donde ningún ojo plebeyo podía ver, el cartucho y la figura de la
reina quedaron intactos ... lo que nunca volvería a ver el ojo vulgar, todavía
transmitía al rey el calor y el temor de una presencia divina
Los
borrados fueron esporádicos y aleatorios, con solo eliminadas las imágenes más
visibles y accesibles de Hatshepsut; Si hubiera sido más completo, ahora
no tendríamos tantas imágenes de Hatshepsut. Thutmose III pudo haber
muerto antes de que se terminaran estos cambios y puede ser que él nunca haya
tenido la intención de borrar totalmente su memoria. De hecho, no tenemos
pruebas que respalden la suposición de que Thutmose odiaba o le molestaba a
Hatshepsut durante su vida. Si eso hubiera sido cierto, como jefe del
ejército, en una posición que le había dado Hatshepsut (que claramente no
estaba preocupado por la lealtad de su co-regente), seguramente podría haber
liderado un golpe de estado exitoso, pero no intentó desafiarla autoridad
durante su reinado y, sus logros e imágenes se mantuvieron en todos los
edificios públicos que construyó durante veinte años después de su muerte.
Hipótesis tyldesley
Joyce
Tyldesley planteó la hipótesis de que es posible que Thutmose III, sin una
motivación siniestra, haya decidido al final de su vida relegar a Hatshepsut a
su lugar esperado como regente, que era el papel tradicional de las mujeres
poderosas en la corte de Egipto como ejemplo de la
reina Ahhotep atestigua, en lugar de rey. Tyldesley modifica su
concepto de que, al eliminar los rastros más evidentes de los monumentos de
Hatshepsut como faraón y reducir su estatus al de su co-regente, Thutmose III podría
afirmar que la sucesión real se ejecutó directamente de Thutmose II a Thutmose
III sin ninguna interferencia de su tía.
Los
borrados deliberados o las mutilaciones de las numerosas celebraciones públicas
de sus logros, pero no las pocas veces vistas, serían todo lo necesario para
oscurecer los logros de Hatshepsut. Además, para la segunda mitad del
reinado de Thutmosis III, los altos funcionarios más prominentes que habían
servido a Hatshepsut habrían muerto, eliminando así la poderosa resistencia religiosa
y burocrática a un cambio de dirección en una cultura altamente
estratificada. El principal partidario de Hatshepsut y el partidario más
cercano, Senenmut, parece haberse retirado abruptamente o morir alrededor de
los años 16 y 20 del reinado de Hatshepsut, y nunca fue enterrado en ninguna de
sus tumbas cuidadosamente preparadas. Según Tyldesley, el enigma de la
repentina desaparición de Senenmut "molestó a los egiptólogos durante
décadas" dada la "falta de evidencia arqueológica o textual
sólida" y permitió que "la vívida imaginación de los eruditos de
Senenmut se desenvolviera" dando como resultado una variedad de soluciones
sólidas "algunos de los cuales darían crédito a cualquier trama ficticia
de asesinato/misterio". En tal escenario, los nuevos
funcionarios judiciales, nombrados por Thutmose III, también habrían tenido
interés en promover los muchos logros de su maestro para asegurar el éxito
continuo de sus propias familias.
Suponiendo
que se trataba de Thutmosis III (en lugar de su co-regente hijo), Tyldesley
también planteó una hipótesis acerca de Thutmosis que sugiere que su
borrado y desfiguración de los monumentos de Hatshepsut podría haber sido un
intento frío pero racional por su parte para extinguir el recuerdo de una "rey
mujer no convencional cuyo reinado podría posiblemente ser interpretado por las
generaciones futuras como una ofensa grave contra Ma'at, y cuya
corregencia poco ortodoxa" podría "arrojar serias dudas sobre la
legitimidad de su propio derecho a gobernar. El crimen de Hatshepsut no tiene
por qué ser más que el hecho de que ella era una mujer". Tyldesley
conjeturó que Thutmosis III pudo haber considerado la posibilidad de que el
ejemplo de una mujer rey exitosa en la historia de Egipto pudiera demostrar que
una mujer era tan capaz de gobernar Egipto como un rey hombre tradicional, lo
que podría persuadir a "futuras generaciones de mujeres reyes
potencialmente fuertes" no "permanecer contentos con su suerte
tradicional como esposa, hermana y eventual madre de un rey" y asumir la
corona. Descartando una historia relativamente reciente conocida por
Thutmosis III de otra mujer que fue rey, Sobekneferu del Reino Medio de
Egipto, ella conjeturó además que él podría haber pensado que aunque había
disfrutado de un breve reinado de aproximadamente cuatro años, gobernó "al
final de una dinastía de la [dinastía 12] que se desvanecía, y desde el
comienzo de su Las probabilidades se habían acumulado en su contra. Por lo
tanto, era aceptable para los conservadores egipcios como una "reina
guerrera" patriótica que no había logrado "rejuvenecer las fortunas
de Egipto". En contraste, el glorioso reinado de Hatshepsut fue un
caso completamente diferente: ella demostró que las mujeres eran tan capaces
como los hombres de gobernar las dos tierras ya que ella presidió con éxito un
Egipto próspero durante más de dos décadas. Si la intención de Thutmosis
III era evitar la posibilidad de que una mujer asumiera el trono, como lo
propuso Tyldesley, fue un fracaso, ya que Twosret y Neferneferuaten (posiblemente),
una corregente femenina o sucesora de Akhenaton, asumieron el trono por
períodos cortos. Faraón más tarde en el Nuevo Reino.
"Problema de Hatshepsut"
El borrado
del nombre de Hatshepsut, sea cual sea el motivo o la persona que lo ordenó,
casi hizo que desapareciera de los registros arqueológicos y escritos de
Egipto. Cuando los egiptólogos del siglo XIX comenzaron a interpretar los
textos en las paredes del templo de Deir el-Bahri (que estaban ilustrados con
dos reyes aparentemente masculinos), sus traducciones no tenían
sentido. Jean-François Champollion, el decodificador francés de
los jeroglíficos, no estaba solo en sentirse confundido por el evidente
conflicto entre las palabras y las imágenes:
Si me sentí
algo sorprendido al ver aquí, como en otras partes del templo, el famoso Moeris
[Thutmose III], adornado con todas las insignias de la realeza, dando lugar a
este Amenenthe [Hatshepsut], por cuyo nombre podemos buscar las listas reales
en En vano, aún más asombrado me encontré al leer las inscripciones de que
dondequiera que se referían a este rey barbudo con la vestimenta habitual de
los faraones, los sustantivos y los verbos eran femeninos, como si se tratara
de una reina. Encontré la misma peculiaridad en todas partes...
El
"Problema de Hatshepsut" fue un problema importante en
la egiptología de finales del siglo XIX y principios del XX,
centrándose en la confusión y el desacuerdo sobre el orden de sucesión de
los faraones de la dinastía de principios del XVIII. El
dilema toma su nombre de la confusión sobre la cronología de la regla
de la reina Hatshepsut y Thutmose I, II y III. En su día, el problema fue
lo suficientemente controvertido como para causar disputas académicas entre los
principales egiptólogos y creó percepciones sobre la familia Thutmosid temprana
que persistió hasta el siglo XX, cuya influencia aún se puede encontrar en
trabajos más recientes. En lo que respecta a la cronología, el problema de
Hatshepsut se resolvió en gran parte a fines del siglo XX, a medida que se descubrió
más información sobre ella y su reinado.
Los descubrimientos arqueológicos
El
descubrimiento en 2006 de un depósito de la fundación que incluye
nueve cartuchos de oro con los nombres de Hatshepsut y Thutmose
III en Karnak puede arrojar luz adicional sobre el eventual intento
de Thutmose III y su hijo Amenhotep II para borrar a Hatshepsut del registro
histórico y la naturaleza correcta de Sus relaciones y su papel como faraón.
LA REGENCIA DE HATSHEPSUT
Los
cincuenta y cuatro años de reinado de Tutmosis III empezaron en su temprana
niñez con Hatshepsut, su tía y madrastra, actuando como Regente. Según Ineni,
cuya “autobiografía” funeraria terminó justo antes que Hatshepsut se
convirtiese en soberana: “su hijo (de Tutmosis II) ascendió en su lugar como
rey de las Dos Tierras en el trono de quien le había engendrado. La hermana de
él, la esposa del dios, Hatshepsut, se encargó de los asuntos de las Dos
Tierras asesorada por sus consejeros. Egipto trabajó para ella, con la cabeza
respetuosamente inclinada, semilla excelente del dios, de quien procedía…”. La
inscripción de Ahmose Pennekhbet se refiere a la regencia de Hatshepsut de
forma parecida, con términos desenfadados, describiéndola como “esposa del
dios”, pero también llamándola Maatkara, que era su nombre escogido para su
subida al Trono, o prenomen.
Se ha
argumentado que Hatshepsut se vio a sí misma como heredera de Tutmosis I
incluso antes de que su padre falleciese, implicando así que la datación del
reinado de Tutmosis III puede haberse aplicado tanto a su propio reinado como
al del rey-niño. Es también posible que capitalizase su rol de "esposa del
dios Amun", sus tenencias económicas, y su conexión con la familia
Ahmose-Nefertari – posiblemente su propio eslabón genealógico a través de su
madre, Ahmose – como apoyo a su regencia de una forma similar a la de sus
predecesoras femeninas, Ahhotep y Ahmose-Nefertari. Parece ser que también
estuvo preparando a Nefrura para el mismo tipo de rol.
No
obstante, una vez que Hatshepsut se dio a sí misma su propio nombre del Trono,
y comenzó su transformación pública como faraón, sólo podía haber tenido un
cierto precedente que seguir: Sobekkara Sobekneferu (1.777-1.773 a.C.), la
mujer que gobernó a finales de la Dinastía XII. Hatshepsut no intentó legitimar
su reinado argumentando haber gobernado con o para su esposo Tutmosis II.
Prefirió realzar su línea sanguínea. Y ya en el período anterior a su toma del
nombre de Trono, el mayordomo real, Senenmut dejó una inscripción en Aswan, en
conmemoración de la extracción de la cantera de su primer obelisco,
refiriéndose a ella como “hija del faraón”, “hermana del faraón”, “esposa del
dios”, “gran esposa real”, Hatshepsut.
En Deir
el-Bahri, las escenas y los textos de Hatshepsut contienen alegaciones de que
Tutmosis I la habría proclamado heredera antes de su muerte, y que Ahmose
habría sido escogida por el dios Amun para parir al nuevo soberano divino.
Hatshepsut tenía la misma pureza genealógica que Ahmose-Nefertari, Ahhotep y
Sobekneferu. Esta última nunca fue reina: fue “hija del faraón”, cuya
personificación de la línea familiar pura, al parecer, fue suficiente para
mantener su poder como faraón. Hatshepsut tiene que haber sentido que ella
reunía los mismos condicionantes, y casi veinte años le dieron la razón.
El único
hijo que se le conoce de Tutmosis II es Nefrura, a quien normalmente se le
describe como “hija del faraón” y “esposa del dios”, y también, en más de una
ocasión, como “ama de las dos tierras” y “señora del Alto y Bajo Egipto”.
El debate
continúa sobre si era esposa de Tutmosis III durante el período de corregencia,
aunque sí aparecía junto él como “esposa del dios” hasta el año veintiuno o
veintidós de su reinado. En cierto momento Tutmosis III le cambió el nombre por
el de Sitiah, con la que contraería matrimonio al inicio de su reinado en
solitario. Si Nefrura alguna vez llegó a convertirse en “gran esposa” de
Tutmosis III, el faraón tendría que haber puesto fin a aquella relación formal
poco después de que Hatshepsut desapareciese en el vigésimo o vigesimoprimer
año de su reinado. No se han identificado, de forma explícita, ningunos hijos
nacidos de Nefrura, si bien se ha sugerido al príncipe Amenemhat como hijo
suyo, por motivos puramente circunstanciales.
LOS ANBICIOSOS
PROYECTOS DE CONSTRUCCIÓN DE HATSHEPSUT
Como gobernante, Hatshepsut realizó proyectos de construcción que superaron con
mucho los de sus predecesores. La lista de emplazamientos que llegaron a
abordar Tutmosis I y II se extendió en el Alto Egipto, incluyendo lugares que
los gobernantes ahmósidas habrían favorecido: Kom Ombo, Nekhen (Hieracómpolis)
y, en particular, Elkab, pero también Armant y Elefantina. Tanto Hatshepsut
como Tutmosis III dejaron numerosos restos en Nubia: en Qasr Ibrim, en Sai, una
estatua sentada de la reina que recuerda las de Ahmose y Amenhotep I; en Semna,
Faras, Quban, y especialmente en Buhen, donde la reina construyó un templo
peristilo (con columnas en todos los lados) en honor al Horus de Buhen, de un
tipo común, a mediados de la Dinastía XVIII. El templo de Buhen, en la
actualidad trasladado al Museo de Jartum, contiene escenas de la coronación de
Hatshepsut, y de veneración a su padre.
Menfis
puede que gozase de la atención de Hatshepsut como soberano. Se ha identificado
un fragmento de una jarra de alabastro, en la región del templo de Ptah, pero,
aún más significativo, la colosal esfinge de alabastro que reposa dentro del
muro sur del recinto del templo ramésida pudo haber formado parte de una
antigua aproximación al templo, y que estuviese acompañada de una segunda
esfinge. Las canteras de Hatnub, fuente probable de la piedra de la esfinge,
estaban ubicadas en el Egipto Medio, no muy lejos de otro de sus monumentos: la
cripta labrada en roca de Beni Hassan, conocida ahora como Speos Artemidos.
Aparte de
la evidencia de cantería en Hatnub, no existe otro rastro de construcción de
los faraones de la Dinastía XVIII en el Egipto Medio anterior a Hatshepsut, y
la larga inscripción de Speos Artemidos ha documentado que ella fue la primera
en restaurar templos en la zona desde los destructivos años de guerra con los
Hyksos. Durante estas guerras, el Egipto Medio constituía una región
estratégica debido a que sus carreteras se adentraban en el Desierto Occidental
hasta los oasis, y de allí, hasta Nubia.
Hatshepsut
reivindicaba en sus inscripciones haber reconstruido templos en Hebenu, capital
del nome Oryx, en Hermópolis, y en Cusae, y haber servido a la diosa-leona
Pakhet, deidad sagrada para la región que rodeaba a la propia Speos. Esta tarea
tiene que haberse llevado a cabo bajo la supervisión de Djeuty, Supervisor del
Tesoro y también nomarca de Herwer, en el Egipto Medio, a la vez que Supervisor
de Sacerdotes del dios Thoth, en Hermópolis. Las inscripciones de su tumba en
Dra Abu el-Naga hablan de los numerosos trabajos supervisados por él en nombre
de Hatshepsut, e invoca un número de deidades regionales, incluyendo a Hathor
de Cusae. Los dioses de dichos centros de culto – Horus, Thoth, y Hathor,
respectivamente, recibirían, como otras deidades de Nubia y Egipto, una nueva
participación en las fuentes económicas de Egipto.
No
obstante, ningún lugar recibió más atención de Hatshepsut que Tebas. El templo de Karnak volvió de nuevo a crecer bajo su supervisión, con los trabajos de
construcción dirigidos por un número de funcionarios, que incluían a Hapuseneb,
Alto Sacerdote de Amun, Djehuty, el Supervisor del Tesoro, ya mencionado. Con
el país en paz durante la mayor parte de los veinte años de su reinado,
Hatshepsut pudo explotar la riqueza de las fuentes naturales de Egipto, así
como los de Nubia.
El oro
fluía de los desiertos del este y del sur. Las canteras de piedras preciosas
estaban operativas; en cuanto a la arenisca, se empezó a trabajar en serio en
Gebel el-Silsila; el cedro se importaba del Levante Oriental; y el ébano venía
de África, quizás vía Punt. En las inscripciones de la reina y de sus
funcionarios, los monumentos y materiales usados para su construcción eran
específica y escrupulosamente detallados. Hatshepsut estaba muy contenta con la
cantidad y calidad de los productos de lujo que podía adquirir y donar en honor
de Amón. Tanto es así que hizo tallar una escena en Deir el Bahri para mostrar
la cantidad de mercancía exótica traída de Punk. Djehuty ofreció detalles de
los regalos procedentes de Punt que Hatshepsut habría donado a Amun, y también
se refirió al electrum de las minas del Desierto Oriental que se le había
confiado para embellecer Karnak.
Djehuty,
Hapuseneb, y Puyemra, todos describieron su participación en la fabricación de
la capilla de ébano donada al templo de Mut de Isheru, en Karnak. La dirección
del trabajo en el templo, por parte de Hatshepsut, estuvo a cargo de Senenmut,
cuyo nombre aparece en una puerta escavada allí, pero Hatshepsut también dejó
una estatua en el recinto.
En Karnak,
Hatshepsut dejó, muy significativamente en términos de su contribución
personal, el Octavo Pilono, una nueva entrada en el sur al recinto del templo.
Situado a lo largo del camino procesional de norte a sur que conectaba el
centro de Karnak con el recinto de Mut, el nuevo pilono de arenisca fue el
primero de piedra de aquella ruta. Irónicamente, la prueba del interés de
Hatshepsut en su construcción no es visible, ya que la cara inscrita del pilono
fue borrada y redecorada en los primeros años del reinado de Amenhotep II
(1.427-1.400 A.C.), hijo de Tutmosis III.
No
obstante, el deseo de Hatshepsut de construir una nueva entrada formaba parte
de un plan mucho mayor concebido para asegurarse que su vinculación con el
templo no sería fácil de olvidar. Al conectar Karnak con el templo de Mut, la
reina quizás estaba deliberadamente desviando la atención lejos de la entrada
de Tutmosis II al Cuarto Pilono. Igualmente construyó un templo en el callejón
norte-sur dedicado a Amun-Ra-Kamutef, una forma de creador del dios. Tomadas en
su conjunto, sus construcciones en el templo de Luxor, al sur, que albergaban
el festival anual de renovación real, el templo de Mut, donde la consorte de
Amun residía, y el santuario a Kamutef, formaban un complejo de edificaciones
donde Hatshepsut podía describir y celebrar su descendencia de Amón, obtener el
favor de las deidades para su reinado, y ampliar su reivindicación de divinidad
para su propia realeza.
En otro
lugar de Karnak central, Hatshepsut mandó levantar un palacio para sus actividades rituales, y construir una serie de habitáculos alrededor del
mausoleo central de la barca fúnebre – originalmente construido por Tutmosis
III - donde ella habría representado su purificación y aceptación por los
dioses. Justamente dónde tenía ella situado el gran mausoleo de cuarcita de su
barca fúnebre, sigue aún siendo objeto de debate, si bien actualmente se está
reconstruyendo en el Museo al Aire Libre de Karnak. Este mausoleo muestra
detalles de las procesiones asociadas con el Festival Opet - en el que Amun de
Karnak visitaba el templo de Luxor – y con la Hermosa Fiesta del Valle. Durante
ésta, Amun abandonaba Karnak para viajar hacia el oeste, hasta Deir el-Bahri, y
hacia los templos de otros soberanos. Este festival acabaría convirtiéndose en
el más preciado del margen oeste tebano durante el Imperio Nuevo.
Hatshepsut
tenía una tumba escavada para ella en el Valle de Los Reyes como soberano. La
Tumba KV20 parece ser la más antigua del Valle, y Hatshepsut la amplió para
acomodar a su propio sarcófago y un segundo que habría sido tallado para ella
pero vuelto a labrar para su padre Tutmosis I. Ambos habrían inicialmente
descansado allí, pero Tutmosis III, más adelante, habría movido el cuerpo de
Tutmosis I a la KV38, que había construido por parecidas razones.
La
confusión de la multiplicidad de tumbas y sarcófagos para Hatshepsut no acaba
ahí, pero la investigación llevada a cabo por el Profesor Luc Gabolde, nacido
en Nantes (Francia) en 1987, Doctor en Egiptología por la Universidad de Lyon,
y otros, ha contribuido a un mejor conocimiento de los primitivos trabajos en
el Valle de los Reyes. La reina construyó también un templo a Amun en Medinet
Abu, en el extremo sur de Tebas. Terminado por Tutmosis III, esta capilla
albergaba un importante culto al dios del oeste, convirtiéndose en parte del
ciclo procesional de festivales regulares que incluía a Deir el-Bahri y Karnak,
y que más adelante incluiría a Osiris.
EL TEMPLO DE
DEIR EL-BAHRI: UNA MANIFESTACIÓN DEL REINADO DE HATSHEPSUT
El Templo de Deir el-Bahri continúa siendo el monumento más perdurable de
Hatshepsut. Hecho de piedra caliza y diseñado con una serie de terrazas
acopladas a la pared del alto acantilado, en una bahía creada de forma natural
por el río y la acción del viento, el templo, conocido como “Sagrado entre los
Sagrados” (djeser djeseru), fue la manifestación más completa en forma material
de su reinado. El diseño del templo sigue una línea ya conocida desde el Primer
Período Intermedio, y particularmente inspirado en el templo de Mentuhotep II
(2.055-2.004 a.C.) de la Dinastía XI, justo al sur.
Los templos
aterrazados continuaron construyéndose durante todo el Segundo Período
Intermedio y, más recientemente, a comienzos de la Dinastía XVIII, muy
particularmente por Ahmose, en Abydos. Hatshepsut tomó formas desarrolladas por
muchos de sus antepasados reales; por ejemplo, las colosales estatuas de Osiris
adosadas a pilares cuadrados en sus columnatas, recuerdan de forma cercana a
las estatuas de Senusret I. Por otra parte, la inspiración de Hatshepsut pudo
haberle venido de su propio padre, Tutmosis I, ya que los colosos de Osiris, en
Karnak, aunque de arenisca, eran similares a los de Deir el-Bahri.
Una vez
terminado, el templo mostraba escenas e inscripciones que, de forma cuidadosa,
describían un número de proyectos y eventos de la vida y gobierno de
Hatshepsut. Las zonas más accesibles, las columnatas más bajas y medias,
mostraban, por ejemplo, una campaña militar en Nubia, el transporte de
obeliscos para el templo de Karnak, una expedición a Punc para traer árboles de
resinas perfumadas, productos comerciales africanos, y el nacimiento divino del
faraón.
A los
funcionarios asociados con el trabajo se les mencionaba por su nombre en las
inscripciones, incluyendo al Tesorero Nehesy y a Senenmut. Las inscripciones
funerarias de Djehuty y Senenmut sugieren que ambos fueron activos en la
construcción y embellecimiento del templo “Sagrado entre los Sagrados”, de Deir
el-Bahri.
En el
extremo sur de la terraza de en medio, se construyó una capilla para Hathor, la
diosa del cementerio occidental que servía de fachada a un patio de columnas
cuyos capiteles tomaban la forma de emblemas de la deidad con rostro de vaca.
Escenas del faraón dando de comer a la vaca sagrada flanqueaban la entrada a la
propia capilla. En la terraza superior, había una puerta central de entrada al
patio peristilo detrás del que se encontraba el santuario principal del templo.
Escenas de la procesión de la Hermosa Fiesta del Valle decoraban el lado norte
del patio, mientras que el Festival Opet aparecía en el lado sur.
Hacia el
norte, otro patio cercado contenía altares de hornacina para los dioses,
incluido Amón, y un amplio altar de alabastro egipcio al aire libre, para el
Dios-Sol, Ra-Horakhty. La característica de este templo solar constituyó un
significativo aditamento al complejo que recordaba una antigua forma vista ya
en la Pirámide Escalonada de la Dinastía III, en Saqqara. Su significado para
el culto real se acentuaba con unas habitaciones al sur del patio central,
donde el deseo del soberano de acompañar al Dios-Sol en su ruta diaria a través
de los cielos y del mundo de los muertos se expresaba mediante escenas y
textos.
Los himnos
que describían las deidades que controlaban cada hora del día y de la noche,
daban a Hatshepsut poder sobre el propio tiempo, de forma que ella podía
fundirse con el Sol para toda la eternidad. En esta terraza había, también,
capillas para la propia Hatshepsut y para su padre, Tutmosis I. Una inscripción
acompañaba a una escena del faraón anunciando el futuro reinado de su hija.
Un grupo de
frases diseñadas para comunicarse con los pocos que podían leer y que podían
acceder a estas zonas privadas del templo, alude sutilmente, a la naturaleza
poco usual del mandato de Hatshepsut. A sus altos funcionarios se le previene
dos veces: “Aquel que le rinda homenaje, vivirá; aquel que hable con maldad y
blasfemia de Su Majestad, morirá”. Es probable que esta fuese la postura
oficial de la Corte de la época, y que la inscripción meramente fuese una
declaración exagerada, con la que el círculo de élite del momento estaría más
que familiarizado.
Hatshepsut
fue muy generosa con los que le ayudaron, a juzgar por el significativo aumento
del número de estatuas privadas dedicadas en templos tales como el de Karnak.
La soberana parece haber forjado tal relación simbiótica con sus nobles, que
tan importante era ella para ellos, como lo eran ellos para ella. Durante este
período, por vez primera en las tumbas privadas tebanas, el soberano coronado
aparece ataviado como el propio Dios-Sol, actuando como intermediario eterno
del propietario de la tumba.
Las tumbas
tebanas del Administrador Real, Amenhotep (TT73) y del Mayordomo Real, Djeuty
(TT110) muestran a Hatshepsut de esta forma, y en algunas tumbas que datan del
reinado en solitario de Tutmosis III, se continúa con esta práctica. Tales
manifestaciones de lealtad recuerdan la estela inscrita de la élite del Imperio
Medio que describía cómo los faraones de la Dinastía XII actuaban para el bien
de Egipto.
RELACIONES CON EL EXTERIOR DURANTE EL REINADO DE
HATSHEPSUT
La corregencia de Hatshepsut con Tutmosis III no fue un período prolongado de
guerras. Hubo algunas expediciones militares a Nubia que parece que estuvieron
encaminadas a sofocar algunas revultas locales, pero no hay nada que indique
que la administración del sur por el virrey y el supervisor de los países del
sur se interrumpiese. El virrey Seni dio paso a Amennakht durante el reinado de
Hatshepsut, y este último a Nehy bajo el mandato de Tutmosis III en solitario.
Al menos un virrey más estuvo en servicio al final del mandato de Hatshepsut,
pero se desconoce su nombre. Cada uno de estos personajes, no sólo gobernaba
Nubia sino que también supervisaba la construcción de proyectos. Supervisaba
incluso la entrega de productos nubios en concepto de “tributo” al soberano,
pero sin duda rara vez habrían sido testigos de acciones militares directas.
La misión
comercial de Hatshepsut a Punt se promocionó en Egipto como un importante
“golpe” diplomático. Los productos africanos que se trajeron junto al oro y el
incienso – incluyendo los propios árboles de incienso – estimuló el interés en
las mercancías exóticas de lujo. Pronto aparecerían los que soportaban los
tributos representados en las pinturas de las tumbas privadas trayendo los
mismos objetos: colmillos de marfil, pieles pintadas, elefantes vivos, y, por
supuesto, oro.
No está
totalmente claro cómo la misión de Punt conseguiría abrir un comercio más
extenso en zonas de África al sur del control de Egipto, pero no fue hasta
pasado este período, cuando se registraron, de forma consistente, informes
relativos al tributo nubio en las regiones conquistadas, incluyendo listas de
los materiales exóticos obtenidos.
Existe la
posibilidad de que la conexión de Egipto con el Egeo, como atestiguan las
pinturas minoicas de Tell el-Dab’a (Avaris), sufriese un cambio durante el
reinado de Hatshepsut. Aunque Avaris seguiría ocupada hasta el reinado de
Amenhotep II, no existe indicación de que Egipto estuviese en contacto con
Creta después de la primera etapa de la Dinastía XVIII. El comercio se tiene
que haber mantenido a través de Chipre y del Levante Oriental, por otra parte,
ya que la cerámica importada aparece en grandes cantidades.
En el
reinado de Hatshepsut, cuando las delegaciones de Keftiu – minoicos, a juzgar
por las representaciones egipcias – aparecen en murales de capillas de tumbas
privadas tebanas junto a otros emisarios extranjeros, puede que Egipto hubiese
forjado su propia conexión comercial con la Creta minoica, o la Grecia
micénica. La coherencia del contacto, no obstante, es dudosa. Pinturas
parecidas de los reinos posteriores al de Hatshepsut muestran menos
familiaridad con la indumentaria y objetos comerciales de Creta, de ahí que los
especialistas hayan llegado a la conclusión de que el contacto comercial pudo
haber sido a través de Siria-Palestina, más que de una forma directa.
Y vamos,
por ahora, a hacer el consabido receso sine die, terminando esta “Hoja Suelta”
para enlazar, en su momento, con otra en la que vamos a acometer el reinado en
solitario de Tutmosis III, de la mano de nuestro asiduo guía, el Profesor
Vandersleyen.
Personajes en el reinado de Hatshepsut
Neferure (o Neferura)
era hija de dos faraones, Hatshepsut y Tutmosis II. Sirvió
en altos cargos en el gobierno y la administración religiosa del Antiguo
Egipto.
Neferure
fue el único hijo conocido de Thutmose II y su gran esposa real
Hatshepsut. Era la nieta de Thutmose I y la media hermana de Thutmose
III. Se ha sugerido que Neferure se casó con su hermanastro, pero no hay
evidencia concluyente de tal matrimonio. El hijo de un rey llamado
Amenemhat (B) se instaló como Supervisor del Ganado en el año 24 del reinado de
Thutmosis III, y este príncipe pudo haber sido un hijo de Neferure. Sin
embargo, se ha señalado que si Neferure se hubiera convertido en una gran
esposa real de Tutmosis III, ella habría sido atestiguada con ese título, que
no es el caso.
Estatua de bloque del
cortesano Senenmut con la princesa Neferure en sus brazos, en
exhibición en el Museo Británico.
Neferure
nació durante el reinado de Thutmose II. En Karnak Neferure se representa
con Thutmose II y Hatshepsut. Algunos registros indican que Thutmose II
murió después de una regla de trece años. El heredero al trono, Thutmosis
III, era solo un niño y Hatshepsut era su regente, pero en el séptimo año de su
gobierno está bien documentado que Hatshepsut asumió el papel
de faraón y continuó gobernando hasta su muerte, por más tiempo. de
veinte años.
Neferure
fue tutelado por algunos de los asesores más confiables de Hatshepsut, al
principio Ahmose Pen-Nekhebet, quien sirvió bajo varios de los faraones
anteriores y fue muy estimado. En su tumba afirma:
"Para mí, la esposa del dios repitió los
favores, la gran esposa del rey, Maatkare, justificó; yo crié a su hija mayor
(la hija), la princesa Neferura, justificada, mientras ella era (todavía) una
niña en el pecho".
El
siguiente tutor de Neferure fue Senenmut. Senenmut es conocido
por muchas estatuas que lo representan con su joven cargo. En todas estas
estatuas se muestra a Senenmut con una capa larga. Siete estatuas son
estatuas de bloques en las que el jefe de la Princesa Neferure sobresale del
bloque. Una estatua muestra a Neferura sentado en su regazo, mientras que
en otra estatua se muestra a Senenmut sentado con una pierna levantada y
Neferure apoyado contra su pierna. Después de que Hatshepsut se convirtió
en regente, Senenmut se convirtió en su asesora y el papel de tutor de Neferure
se entregó al administrador de Senimen.
Tras el
acceso de su madre al trono egipcio, Neferure tuvo un papel inusualmente
destacado en la corte, superando el papel normal desempeñado por una princesa
real ante el faraón. Cuando Hatshepsut asumió el papel de faraón, Neferure
asumió un papel de reina en la vida pública. Existen muchas
representaciones de ella en estos roles. Le dieron los títulos Dama
del Alto y Bajo Egipto, Señora de las Tierras y Esposa de Dios
de Amón. Este último título es uno que Hatshepsut tuvo que abandonar al
convertirse en faraón. Estos oficios tenían que ser ocupados por una
mujer real para cumplir con los deberes religiosos y ceremoniales, normalmente
de la reina, en el gobierno y en los templos. La interpretación de una
escena representada en la Capilla Roja de Hatshepsut en
el templo de Karnak la muestra cumpliendo los rituales requeridos
de la Esposa de Dios de Amón. Quizás significativamente, este título
real había sido sostenido por varias reinas de su dinastía, incluida su madre,
y esta mujer jugó un papel importante en los rituales del templo con el faraón.
Neferure se
representa en una estela de Serabit el-Khadim en el Sinaí con fecha
del año 11. La estela muestra a Senenmut y Neferure. El año se da en
la parte superior de la estela, pero no se menciona el nombre del faraón.
Como Neferure
aparece en el templo funerario de su madre, hay algunos autores que creen que
Neferure todavía estaba vivo en los primeros años
del gobierno de Thutmosis III como faraón, y que su hijo
mayor, Amenemhat, era su hijo. Sin embargo, no hay pruebas concretas
que demuestren que sobrevivió a su madre en el reinado de Thutmosis
III. Peter Dorman ha argumentado que una esfinge de una reina que
data del reinado de Thutmosis III representa a Neferure como una
reina. Sin embargo, no hay inscripciones que prueben o refuten esta
identificación propuesta. No está claro si Neferure se casó con su
hermanastro Thutmose III o no.
Es posible
que Neferure muriera durante el reinado de su madre. La mencionan en la
primera tumba de Senenmut, que él había construido en el año 7 de Regnal.
Neferure también se representa en una estela del año 11 en Serabit el-Khadim,
pero está completamente ausente de la segunda tumba de Senenmut, que data del
año 16 de Hatshepsut. No se ha encontrado ningún registro de que se haya
casado con Thutmose III, sin embargo, hay investigaciones que sugieren que lo
hizo y fue la madre de su hijo mayor. En dos representaciones, el nombre
de Satiah se registra como la esposa de Thutmose, y parece haber
reemplazado al de Neferure, que había sido el nombre original
registrado; una de las representaciones está asociada con el título
"Gran esposa real", la otra con "Esposa de Dios", un
título que Satiah lleva más adelante en otras inscripciones. Sin embargo,
todos los títulos asociados con Neferure no se encuentran atribuidos a Satiah.
Se
construyó una tumba para ella que fue encontrada por el arqueólogo Howard
Carter. Ubicado en lo alto de un acantilado, se encontró que estaba casi
vacío. Se notó que la tumba había sido utilizada, sin embargo, ya que se
podían definir trazas de pinturas ocres y amarillas. Los arqueólogos que
inspeccionaron la tumba estaban seguros de que Neferure no había sobrevivido a
su madre, Hatshepsut.
Senenmut (a veces
deletreado Senmut, Senemut o Senmout) fue
un arquitecto egipcio del siglo XVIII y funcionario del
gobierno. Su nombre se traduce literalmente como "hermano de la
madre".
Senenmut
fue de bajo nacimiento, nacido de padres provinciales
alfabetizados, Ramose y Hatnofer (o "Hatnefret") de Iuny (Armant moderno). Se
sabe que Senenmut tenía 3 hermanos, Amenemhet, Minhotep y Pairy, y 2 hermanas,
Ahhotep y Nofrethor, respectivamente. Sin embargo, solo Minhotep se llama
fuera de la capilla TT71 y la tumba TT353 en un inventario
en la tapa de un cofre que se encuentra en la cámara de entierro de Ramose y
Hatnofer. Se conoce más información sobre Senenmut que muchos
otros egipcios no reales porque la tumba conjunta de sus padres (cuya
construcción se supervisó a sí mismo por Senemut) fue descubierta intacta por
el Museo Metropolitano a mediados de la década de 1930 y se
conserva. Christine Meyer ha ofrecido pruebas convincentes para demostrar
que Senenmut fue soltero durante toda su vida: por ejemplo, Senenmut se retrata
solo con sus padres en las estelas funerarias de sus tumbas; fue
representado solo, en lugar de con una esposa, en la viñeta del Capítulo 110
del Libro de los Muertos en la tumba 353 y, finalmente, fue uno de
los hermanos de Senenmut, y no uno de sus hijos, quien fue acusado de la
Ejecución de los ritos funerarios de Senenmut.
Senenmut
ingresa por primera vez en el registro histórico a nivel nacional como "El
mayordomo de la esposa de Dios" (Hatshepsut) y "El mayordomo de la
hija del rey" (Neferure). Algunos egiptólogos colocan la
entrada de Senenmut en el servicio real durante el reinado de Thutmose I,
pero es mucho más probable que haya ocurrido durante el reinado
de Thutmose II o cuando Hatshepsut todavía era regente y no
faraón. Después de que Hatshepsut fue coronado faraón, a Senenmut se le
otorgaron títulos más prestigiosos y se convirtió en alto
administrador del rey.
Senenmut
supervisó la extracción, el transporte y la construcción
de obeliscos gemelos, en el momento más alto del mundo, en la entrada
al Templo de Karnak. Ninguno se encuentra hoy, aunque fueron
conmemorados en la Chapelle Rouge. La Capilla Roja de Karnak, fue
concebida como un santuario de barca y pudo haberse colocado
originalmente entre los dos obeliscos. (Los obeliscos restantes de
Hatshepsut se erigieron en el Año Quince como parte de su Festival Heb Sed; uno
permanece en pie en el Templo de Karnak, mientras que el otro está en pedazos
después de haber caído hace muchos siglos).
Senenmut
afirma ser el principal arquitecto de las obras de Hatshepsut en Deir
el-Bahri. El proyecto de construcción de la obra maestra de Senenmut fue
el complejo del Templo Mortuorio de Hatshepsut en Deir
el-Bahri. Fue diseñado e implementado por Senenmut en un sitio en
la Ribera Occidental del Nilo, cerca de la entrada
al Valle de los Reyes. El punto focal fue el templo funerario
de Djeser-Djeseru o "El Sublime de los Sublimes", una
estructura con colonias de perfecta armonía construida casi mil años antes
del Partenón. Djeser-Djeseru se sienta sobre una serie de terrazas que
una vez fueron adornadas con jardines. Está construido en
un acantilado que se eleva bruscamente por encima de
él. Djeser-Djeseru y los otros edificios del complejo Deir el-Bahri están
considerados entre los grandes edificios del mundo antiguo. Se cree que el
diseño del complejo de edificios se deriva del templo funerario de
Mentuhotep II, construido casi 500 años antes en Deir-el-Bahri, cerca de
Tebas. La importancia de Senenmut en la corte real bajo Hatshepsut es
incuestionable:
"fue capaz de reclamar de inmediato los sitios
de construcción principales en Sheikh Abd el-Qurna y Deir el Bahri en
sí para la excavación de la capilla de su tumba y la cámara funeraria".
Theban Tomb
71 de Senenmut se inició a fines del año 7, "poco después de la adhesión
de Hatshepsut, la muerte de Hatnofer y la internación de Hatnofer con los
restos exhumados de varios miembros de la familia", mientras que la
"excavación en la capilla parece haber continuado hasta después del año 7
"del reinado del faraón femenino. La tumba de Senenmut parece haber
disfrutado del favor de Hatshepsut y "su interpretación en
los relieves de Punt luego del año 9" de Hatshepsut.
El primer
mapa de estrellas conocido en Egipto se encuentra como parte principal de una
decoración en la Tumba de Senemut. El techo astronómico en la
tumba de Senenmut (TT 353) está dividido en dos secciones que representan los
cielos norte y sur. Esto indica otra dimensión de su carrera, lo que
sugiere que él también fue un astrónomo antiguo.
Algunos
egiptólogos han teorizado que Senenmut era el amante de Hatshepsut. Los
hechos que generalmente se citan para respaldar la teoría son que Hatshepsut le
permitió a Senenmut colocar su nombre y una imagen de sí mismo detrás de una de
las puertas principales en Djeser-Djeseru, y la presencia de graffiti en
una tumba inacabada utilizada como casa de descanso por el Trabajadores de
Djeser-Djeseru que representan a un hombre y un hermafrodita con
atuendos faraónicos que participan en un acto sexual explícito.
Aunque no
se sabe dónde está enterrado, Senenmut hizo construir una capilla y una tumba
para él, respectivamente, en (TT71) en las Tumbas de los Nobles , y
la tumba en (TT353), que contiene un famoso techo de estrellas, cerca del
templo en Deir el-Bahri, cerca del templo funerario de
Hatshepsut. Ambos fueron vandalizados durante el reinado de Thutmosis
III, tal vez durante la campaña de este último para erradicar todo rastro de la
memoria de Hatshepsut. Ninguna de las dos tumbas estaba completa, como se
esperaría. Tumba egipcia para una persona de alto rango. TT71 es una
capilla típica de la tumba de Tebas, pero no tiene cámaras
funerarias. TT353 es totalmente subterráneo sin ninguna capilla sobre el
suelo. Se complementan entre sí y solo forman un monumento funerario
completo.
Estatua de un Senenmut de rodillas
del Museo de Brooklyn
Tutmosis
III
|
mn-xpr-ra Menkheperre
mn-xpr-ra Menkheperra (Established Is The Form Of Re) Estable manifestación de Ra (Lista
Real de Abidos nº 70) y (Lista Real de Saqqara nº 51) |
|
DHwti-msi(w) Djehutymose
DHwti-msi (w) Djehutymose (Born Of Djehuty [Thoth])
Engendrado por Dyehuty, de hermosas
manifestaciones
(Lepsius, Tebas, 114) |
Menjeperra
Dyehutymose, Thutmose III o Tutmosis III, es el sexto faraón de la dinastía
XVIII de Egipto; gobernó de c. 1479 a 1425 a. C., (1504 a.C. al 1450
a.C. -según la High Chronology-) siendo uno de los monarcas más importantes y
poderosos de los tres mil años de civilización faraónica. En el transcurso de
su reinado, el imperio egipcio alcanzó su máxima extensión territorial. También
es conocido como Thutmosis III, o Tutmés III, variantes de su nombre
helenizado. Gobernó con los títulos de trono y nacimiento de Menjeperra
Dyehutymose.
Tutmosis
III era hijo del rey Tutmosis II y de una concubina real de nombre Isis. Esta
mujer ni siquiera ostentaba el título de esposa secundaria, por lo que las
posibilidades del príncipe de llegar a rey habrían sido nulas de no haber
muerto su padre sin descendencia masculina de la Gran Esposa Real Hatshepsut.
La
tradición real durante la Dinastía XVIII, estipulaba que la sucesión sería
privilegio del varón. Dicho príncipe debía ser fruto de la relación del Faraón
gobernante y la Gran Esposa Real, quién ostentaba el cargo de Dadora de
Herederos y sucesora de la mítica reina Ahmose-Nefertari
Tutmosis
III fue coronado, pero era demasiado joven para asumir el gobierno del estado.
Por ello, la reina viuda Hatshepsut (quien era descendiente de reyes y reinas
por ambas partes) se encargó de la regencia, alejando definitivamente al visir
Ineni, el influyente cortesano que quizás estuvo detrás del encumbramiento de
Tutmosis II y Tutmosis III en detrimento de la reina.
Estatua oferente del faraón Thutmose III.
Museo de El Cairo.
Esta gran
mujer no se conformó con ser regente y en el segundo año de reinado de Tutmosis
III se autoproclamó faraón de Egipto bajo el nombre de Maatkara Hatshepsut.
A la muerte
de Hatshepsut, Tutmosis III fue por fin rey único de Egipto, sin ninguna
atadura. Podría pensarse que fue él quien liberó su cólera sobre la figura de
la difunta reina, aniquilando su memoria y usurpando sus numerosos monumentos.
Pero esta primera teoría está siendo rebatida por los egiptólogos.
Aportan un
nuevo responsable a la destrucción de su memoria. El clero de Osiris, dios que
parece no haber sido suficientemente homenajeado en el reinado de Hatshepsut.
En su templo de Deir el-Bahari, la reina se hizo esculpir en forma osiriaca,
incluyendo en su iconografía ciertos símbolos solares, los cuales pudieron
ofender a los sacerdotes de Osiris.
Según esta
tesis, fueron estos mismos sacerdotes de Osiris quienes desencadenaron la
destrucción de la memoria de la reina, que se inició veinte años después de su
muerte. El hecho de esperar este tiempo puede deberse a que tenía que acabar el
reinado de Tutmosis III y producirse la muerte de Senenmut quienes, de lo
contrario, no lo hubiesen permitido. Otro dato que se apoya en esta teoría es
que el templo funerario de Tutmosis III fue encontrado sobre una parte del de
Hatshepsut, un emplazamiento inverosímil para alguien que quería distanciarse
de todo lo que representaba su tía-madrastra.
Una nueva
teoría acerca de esta extraña corregencia es que mientras la reina gobernaba
Egipto, el faraón Tutmosis III prefería la vida militar y expandir las
fronteras del país más allá de lo que lo hizo su abuelo Tutmosis I.
Tutmosis
III tuvo al menos dos grandes esposas reales: Satiah y Hatshepsut Meritra
(considerada la segunda hija de Hatshepsut, aunque con muchas dudas). También
se ha pensado que estuvo casado con Neferura, la primogénita y quizás hija
única de Hatshepsut, pero esto no está comprobado. Tuvo numerosas esposas
secundarias, y varias de ellas lo fueron en virtud de alianzas internacionales
con príncipes sirios o cananeos. De los muchos hijos nacidos de este rey,
destacan Amenemhat (que había tenido con Satiah) y dos de Hatshepsut Meritra:
Meritamón y Amenhotep II.
En las
inscripciones jeroglíficas del Aj-menu de Karnak (el Templo Mortuorio de
Tutmosis III), se dice que Satiah era la madre del mayor de los hijos del
faraón. Ese niño se llamaba [?]-em-hat. Por desgracia la primera parte del
nombre se ha perdido, aunque algunos autores han propuesto el nombre de
Amenemhat. Por otra parte, dado que el nombre de la madre del niño rinde culto
al dios Iah, la Luna, y que el nombre del padre rinde culto al dios Djehuty (o
Thot), de marcado carácter lunar, resultaría mucho más pertinente que el nombre
del hijo siguiera esa norma y fuera Thutemhat, y no Amenemhat.
El hijo
mayor del rey [Amen/Thut]emhat fue nombrado “... como Supervisor del Ganado”.
Esta inscripción aparece en la Sala del festival de Karnak, fechada en el año
24 de Tutmosis III, en cuya época la Gran Esposa del rey era Satiah.
Política interior
Sin
embargo, el faraón tuvo que andar con cautela con los influyentes sacerdotes.
Hatshepsut había logrado, con grandes donaciones, que el clero de Amón apoyase
su candidatura al trono, y ahora los sacerdotes eran demasiado poderosos.
Tutmosis III se encargó de contentarlos ampliando sus dominios, pero al mismo
tiempo limitó su influencia nombrando sumos sacerdotes a amigos suyos.
Política exterior
Bajorrelieve de Tutmosis III dominando a
sus enemigos. Pilono del templo de Karnak.
En los 34
años que Tutmosis III gobernó completamente solo emprendió numerosas campañas,
tanto en el Próximo Oriente como en Nubia y emulando a su abuelo, el gran
Tutmosis I, realizó numerosas conquistas.
Cuando
murió Hatshepsut, Tutmosis III subió definitivamente al trono, iniciándose un
reinado que iba a poner las bases auténticas del Imperio egipcio. Castigó a
todos los hombres de gobierno que habían ayudado al gobierno anterior. Los
dominios en Siria se habían perdido durante los reinados anteriores, los
príncipes sirios se habían confederado y ya no se pagaban los tributos
impuestos por Tutmosis I.
En su
campaña, el faraón Tutmosis III sitió a los confederados y los venció en
Megido. De allí Tutmosis III avanzó hacia el Líbano y sometió gran número de
ciudades. Nombró como príncipes de las ciudades vencidas a amigos de los
egipcios y además tomó como rehenes (garantía) a los hijos de los nuevos
gobernadores. En tres expediciones consecutivas consolidó el poder egipcio en
estas tierras. En la siguiente campaña conquistó Hamah, Homs y Alepo y derrotó
a sus enemigos en Karkemish, con lo que llegó al Éufrates. En las últimas
campañas sometió Chipre y la costa de Cilicia. Los obeliscos de Karnak
recuerdan estos hechos. En los últimos años del reinado, procuró organizar el
poder egipcio en Nubia y llegó hasta más allá de la tercera catarata del Nilo.
Murió en 1450 y su recuerdo no se borró nunca, pues había logrado reunir un
Imperio que se extendía desde Napata, en Nubia, hasta el Éufrates.
Condujo al
menos 17 campañas militares a Palestina y Siria, y alcanzó el Éufrates. Bajo su
reinado Egipto alcanzó su máxima extensión, con dominios en Siria, Canaán, el
Sinaí y toda Nubia, además de efectivos contactos comerciales con los reinos
vecinos.
Tal vez la
batalla más brillante librada por el faraón, tuvo lugar en Meguido (Megido).
Donde el faraón y su ejército tuvieron que atravesar un angosto desfiladero,
para así sorprender al entonces príncipe de Kadesh el cual esperaba el ataque
por otra zona más accesible y por la cual pensaba que atacaría el faraón. Esta
batalla está registrada en los llamados Anales del templo de Amón de Karnak.
Las campañas militares de Thutmose
Considerado
ampliamente como un genio militar por los historiadores, Thutmose III realizó
al menos 15 campañas en 20 años. Era un gobernante expansionista activo, a
veces llamado el mayor conquistador de Egipto o "el Napoleón de
Egipto". Se registra que capturó 350 ciudades durante su gobierno y
conquistó gran parte del Cercano Oriente desde
el Éufrates a Nubia durante diecisiete campañas militares
conocidas. Fue el primer faraón después de Thutmosis I en cruzar
el Éufrates, y lo hizo durante su campaña contra Mitanni. Sus
registros de campaña se transcribieron en las paredes del templo de Amón en Karnak
y ahora se transcriben en Urkunden IV. Es considerado uno de los más
grandes faraones guerreros de Egipto que transformó a Egipto en una
superpotencia internacional al crear un imperio que se extendía desde las
regiones asiáticas del sur de Siria y Canaán al este, hasta Nubia al sur. Si el
imperio egipcio cubrió aún más áreas es aún menos seguro. Los egiptólogos
mayores, más recientemente ed. Meyer, creía que Thutmosis también había
sometido a las islas del mar Egeo. Esto ya no puede ser confirmado
hoy. Una sumisión de Mesopotamia es impensable; y si los tributos de
Alashia (Chipre) fueron más que regalos ocasionales, sigue siendo
cuestionable. En la mayoría de sus campañas, sus enemigos fueron
derrotados pueblo por pueblo hasta que fueron sometidos. La táctica
preferida era someter a una ciudad o estado mucho más débil uno por uno, lo que
resultaba en la rendición de cada fracción hasta que se lograra la dominación
completa.
Se sabe
mucho acerca de Thutmosis, "el guerrero", no solo por sus logros
militares, sino también por su escriba real y comandante del ejército, Thanuny,
quien escribió sobre sus conquistas y reinado. Thutmose III fue capaz de
conquistar un número tan grande de tierras debido a la revolución y la mejora
de las armas militares. Cuando los hicsos invadieron y tomaron Egipto
con armas más avanzadas, como carros tirados por caballos, el pueblo de Egipto
aprendió a usar estas armas. Thutmose III encontró poca resistencia de los
reinos vecinos, lo que le permitió expandir su reino de influencia
fácilmente. Su ejército también llevaba barcos en tierra firme. Estas
campañas están inscritas en la pared interior de la gran cámara que alberga al
"santo de los santos" en el templo de Karnak en Amun. Estas
inscripciones dan la descripción más detallada y precisa de cualquier rey egipcio.
Primera Campaña
Cuando
Hatshepsut murió el décimo día del sexto mes del vigésimo primer año de
Thutmosis III, según información de una sola estela de Armant, el rey
de Kadesh adelantó su ejército a Megido. Tutmosis III reunió su
propio ejército y partió de Egipto, pasando por la fortaleza fronteriza
de Tjaru (Sile) el día 25 del octavo mes.
Thutmose marchó con
sus tropas a través de la llanura costera hasta Jamnia, luego tierra
adentro hasta Yehem, una pequeña ciudad cerca de Megiddo, a la que llegó a
mediados del noveno mes del mismo año. La siguiente batalla de
Meguido probablemente fue la batalla más grande de las 17 campañas de
Thutmose. Una cordillera de montañas que sobresalen hacia el interior
desde El Monte Carmelo estaba entre Thutmose y Megiddo y tenía tres
posibles rutas que tomar. La ruta del norte y la ruta del sur, ambas que
rodeaban la montaña, fueron juzgadas por su consejo de guerra como las más
seguras, pero Thutmose, en un acto de gran valentía (o al menos eso presume,
pero tal autoestima). Los elogios son normales en los textos egipcios),
acusaron al consejo de cobardía y tomaron una ruta peligrosa a través
del puerto de montaña de Aruna, que según él era solo lo
suficientemente ancho para que el ejército pasara "caballo tras caballo y
hombre tras hombre".
Tutmosis III golpeando a sus enemigos.
Alivio en el séptimo pilón en Karnak.
A pesar de
la naturaleza elogiosa de los anales de Thutmose, tal pase existe, aunque no es
tan estrecho como lo indica Thutmose, y tomarlo fue un movimiento
estratégico brillante, ya que cuando su ejército salió del pase, estaban
situados en la llanura de Esdraelon, directamente entre la retaguardia de las
fuerzas cananeas y el propio Megiddo. Por alguna razón, las fuerzas
cananeas no lo atacaron cuando surgió su ejército, y su ejército los
derrotó de manera decisiva. El tamaño de las dos fuerzas es difícil de
determinar, pero si, como sugiere Redford, la cantidad de tiempo que llevó
mover al ejército a través del pase puede usarse para determinar el tamaño de
la fuerza egipcia, y si el número de ovejas y Las cabras capturadas pueden
usarse para determinar el tamaño de la fuerza cananea, luego ambos ejércitos
fueron alrededor de 10.000 hombres. La mayoría de los estudiosos creen
que el ejército egipcio era más numeroso. Según el Salón de los Anales de
Thutmose III en el Templo de Amun en Karnak, la batalla se produjo en
" Año 23, I Shemu [día] 21, el día exacto de la fiesta de la luna
nueva",
una cita lunar. Esta fecha corresponde al 9 de mayo de 1457 a.C según la
adhesión de Thutmosis III en 1479 a.C Después de la victoria en la
batalla, sus tropas se detuvieron para saquear al enemigo y el enemigo pudo
escapar hacia Megiddo. Thutmose se vio obligado a asediar la ciudad, pero
finalmente logró conquistarla después de un sitio de siete u ocho meses
(ver Batalla de Megiddo (siglo 15 a.C).
Esta
campaña cambió drásticamente la situación política en el antiguo Cercano
Oriente. Al tomar a Meguido, Thutmose obtuvo el control de todo el norte
de Canaán y los príncipes sirios se vieron obligados a enviar
tributos y sus propios hijos como rehenes a Egipto. Más allá del
Éufrates, los reyes asirios, babilonios y hititas dieron
todos los regalos a Thutmose, que supuestamente era un "tributo"
cuando lo registró en las paredes de Karnak. La única ausencia notable
es Mitanni, que sería la peor de las siguientes campañas egipcias en Asia
occidental.
Tours de Canaán y Siria
Las
campañas segunda, tercera y cuarta de Thutmose parecen haber sido nada más que
giras por Siria y Canaán para recaudar tributos. Tradicionalmente,
el material inmediatamente después del texto de la primera campaña ha sido
considerado como la segunda campaña. Este texto registra el tributo del
área que los egipcios llamaron Retjenu (aproximadamente equivalente a
Canaán) y también fue en este momento que Asiria pagó un segundo
"tributo" a Thutmosis III. Es probable que estos textos provengan
de los 40 años de Thutmose o más tarde y, por lo tanto, no tengan nada que ver
con la segunda campaña. Si es así, no se han encontrado registros de esta
campaña. La tercera campaña de Thutmose no se consideró lo suficientemente
significativa como para aparecer en sus extensos Anales en Karnak. Se hizo
una encuesta de los animales y plantas que encontró en Canaán, que se ilustran
en las paredes de una habitación especial en Karnak. Esta encuesta está
fechada en el año 25 de Thutmose. No queda registro de la cuarta campaña
de Thutmose, pero en algún momento se construyó un fuerte en el Líbano
inferior y se cortó madera para la construcción de una barca procesional, y
esto probablemente se ajuste mejor durante este período.
Conquista de Siria
Las
campañas quinta, sexta y séptima de Tutmosis III se dirigieron contra
las ciudades fenicias en Siria y contra Kadesh en
los Orontes. En el año 29 de Thutmose, comenzó su quinta campaña,
donde tomó por primera vez una ciudad desconocida (el nombre cae en una laguna)
que había sido guarnecida por Tunip. Luego se trasladó tierra
adentro y tomó la ciudad y el territorio alrededor de Ardata; La ciudad
fue saqueada y los campos de trigo quemados. A diferencia de las
anteriores incursiones de saqueo, Thutmose III guarneció el área conocida como Djahy,
que probablemente sea una referencia al sur de Siria. Esto le permitió
enviar suministros y tropas entre Siria y Egipto. Aunque no hay evidencia
directa de ello, es por esta razón que algunos han supuesto que la sexta
campaña de Thutmose, en su trigésimo año, comenzó con un transporte naval de
tropas directamente a Byblos, pasando por completo a Canaán.
Después de que las tropas llegaron a Siria por cualquier medio, entraron en el
valle del río Jordán y se trasladaron al norte, saqueando las tierras de
Kadesh. Volviendo al oeste otra vez, Thutmose tomó a Simyra y
reprimió una rebelión en Ardata, que aparentemente se había rebelado otra
vez. Para
detener tales rebeliones, Thutmose comenzó a tomar rehenes de las ciudades de
Siria. Las ciudades de Siria no se guiaban por el sentimiento popular de
la gente tanto como por la pequeña cantidad de nobles que estaban alineados con
Mitanni: un rey y una pequeña cantidad de Maryannu extranjeros. Thutmose
III descubrió que al llevar a familiares de estas personas clave a Egipto como
rehenes, él podría aumentar drásticamente su lealtad hacia él. Siria se
rebeló nuevamente en el año 31 de Thutmose y regresó a Siria para su séptima
campaña, tomó la ciudad portuaria de Ullaza y los puertos fenicios
más pequeños y tomó más medidas para evitar nuevas rebeliones. Todo el
exceso de grano que se produjo en Siria se almacenó en los puertos que había
conquistado recientemente y se utilizó para el apoyo de la presencia militar y
civil egipcia que gobierna Siria. Esto dejó a las ciudades en Siria
desesperadamente empobrecidas. Con sus economías en ruinas, no tenían
medios para financiar una rebelión.
Anales de Tuthmoses III en Karnak que
representa él de pie antes de las ofrendas hechas a él después de sus campañas
en el exterior.
Ataque a Mitanni
Después de
que Thutmosis III tomó el control de las ciudades sirias, el objetivo obvio
para su octava campaña fue el estado de Mitanni, un país hurriano con
una clase dominante indo-aria. Sin embargo, para llegar a
Mitanni, tuvo que cruzar el río Éufrates. Navegó directamente a Byblos e
hizo botes que llevó consigo por tierra en lo que parecía ser otra gira de
Siria, y procedió a los habituales asaltos y saqueos mientras se movía
hacia el norte a través de las tierras que ya había tomado Continuó hacia
el norte a través del territorio perteneciente a las ciudades aún no
conquistadas de Aleppo y Carchemish y rápidamente cruzó el Éufrates en
sus botes, tomando por sorpresa al rey mitaniano. Parece que Mitanni no
esperaba una invasión, por lo que no tenían ningún ejército de ningún tipo
listo para defenderse contra Thutmose, aunque sus barcos en el Éufrates
intentaron defenderse contra el cruce de Egipto. Luego, Thutmose III fue
libremente de ciudad en ciudad y los saqueaba mientras los nobles se escondían
en cuevas, o al menos esta es la forma típicamente innoble en que los registros
egipcios decidieron grabarla. Durante este período de no oposición,
Thutmose colocó una segunda estela en conmemoración de su cruce del
Éufrates junto a la estela que su abuelo, Thutmose I, había levantado varias
décadas antes. Fue criado para luchar contra los invasores, pero le fue
muy mal. Thutmosis III luego regresó a Siria a través de Niy, donde
registra que se involucró en una caza de elefantes. Recogió
tributo de potencias extranjeras y regresó a Egipto en victoria.
Tours de Siria
Thutmosis
III regresó a Siria para su novena campaña en su 34º año, pero parece que fue
solo una redada en el área llamada Nukhashshe, una región poblada por
personas seminómadas. El saqueo registrado es mínimo, por lo que
probablemente fue solo una incursión menor. Los registros de su
décima campaña indican mucho más combates. Para el año 35 de Thutmose, el
rey de Mitanni había reunido un gran ejército y se había comprometido con los
egipcios alrededor de Alepo. Como es habitual en cualquier rey
egipcio, Thutmose se jactó de una victoria aplastante total, pero esta afirmación
es sospechosa debido a la pequeña cantidad de saqueo. Los anales de
Thutmose en Karnak indican que solo tomó un total de 10 prisioneros de
guerra. Pudo haber luchado contra los mitanos hasta un punto muerto,
sin embargo, recibió un tributo de los hititas después de esa campaña, lo que
parece indicar que el resultado de la batalla fue a favor de Thutmose. Los
detalles sobre sus próximas dos campañas son desconocidos. Se presume que
su undécimo puesto sucedió en su 36º año regular y su duodécimo se presume que
sucedió en su 37º año desde que se menciona que su 13º puesto en Karnak sucedió
en su 38º año regnal. Parte de la lista de tributos para su 12ª campaña
sigue siendo inmediatamente antes de que comience su 13ª, y los contenidos
registrados, específicamente el juego salvaje y ciertos minerales de
identificación incierta, podrían indicar que tuvo lugar en la estepa alrededor
de Nukhashshe, pero esto sigue siendo mero especulación.
En su 13ª
campaña, Thutmose regresó a Nukhashshe para una campaña muy menor. Su 14ª
campaña, librada durante su 39º año, fue contra el Shasu. La
ubicación de esta campaña es imposible de determinar ya que los Shasu eran
nómadas que podrían haber vivido en cualquier lugar, desde Líbano, Transjordania y Edom.
Después de esta campaña, los números dados por los escribas de Thutmose a sus
campañas caen en lagunas, por lo que solo se pueden contar por fecha. En
su 40° año, el tributo fue recolectado de potencias extranjeras, pero se
desconoce si esto fue considerado una campaña (es decir, si el rey fue con él o
si fue dirigido por un oficial). Solo queda la lista de tributos de la
próxima campaña de Thutmose, y no se puede deducir nada al respecto,
excepto que probablemente fue otra incursión en las fronteras alrededor de Niy.
Su campaña final en Asia está mejor documentada. En algún momento antes
del 42º año de Thutmose, Mitanni aparentemente comenzó a propagar la revuelta
entre las principales ciudades de Siria. Thutmose movió a sus tropas por
tierra por el camino costero y sofocó las rebeliones en
la llanura de Arka ("Arkantu" en la crónica de
Thutmose) y avanzó hacia Tunip. Después de tomar Tunip, su atención
volvió a Kadesh. Comprometió y destruyó tres guarniciones mitannianas
circundantes y regresó a Egipto en victoria. Su victoria en esta campaña
final no fue completa ni permanente, ya que no tomó Kadesh, y Tunip no
pudo haber permanecido alineado con él durante mucho tiempo, ciertamente no más
allá de su propia muerte.
Obelisco de Thutmosis III, hoy de pie
en Roma como el obelisco de Letrán. El traslado de Egipto a Roma fue
iniciado por Constantino el Grande (emperador romano, 324–337) en
326, aunque murió antes de que pudiera ser enviado fuera de Alejandría. Su
hijo, el emperador Constancio II, completó la transferencia en 357. El
historiador contemporáneo Ammianus Marcellinus escribió el relato del
envío.
Campaña de Nubia
La última
campaña de Thutmose se llevó a cabo en su 50 ° año. Atacó a Nubia, pero
solo llegó hasta la cuarta catarata del Nilo. Aunque ningún rey de Egipto
había penetrado hasta ahora con un ejército, las campañas de los reyes
anteriores habían extendido la cultura egipcia hasta ahora y el primer
documento egipcio encontrado en Gebel Barkal data de tres
años antes de la campaña de Thutmose.
Thutmose
III fue un gran constructor y construyó más de 50 templos, aunque algunos de
estos están ahora perdidos y solo se mencionan en registros escritos.
También encargó la construcción de muchas tumbas para nobles, que se hicieron con
mayor destreza que nunca. Su reinado fue también un período de grandes
cambios estilísticos en la escultura, pinturas y relieves asociados con la
construcción, muchos de los cuales comenzaron durante el reinado de Hatshepsut.
Los
arquitectos y artesanos de Thutmose mostraron una gran continuidad con el
estilo formal de los reyes anteriores, pero varios desarrollos lo diferenciaron
de sus predecesores. A pesar de que siguió los estilos tradicionales de
alivio durante la mayor parte de su reinado, después de su 42º año comenzó a
mostrarse usando la corona roja del Bajo Egipto y un šndyt-kilt, un estilo sin
precedentes. Arquitectónicamente, su uso de pilares también fue sin
precedentes. Construyó el único conjunto conocido de pilares heráldicos de
Egipto, dos grandes columnas de pie solas en lugar de ser parte de un conjunto
que sostiene el techo. Su salón de bodas también fue revolucionario y
podría decirse que es el edificio conocido más antiguo creado en el estilo
de la basílica. Los artesanos de Thutmose alcanzaron nuevos
niveles de habilidad en la pintura, y las tumbas de su reinado fueron las
primeras en pintarse por completo en lugar de relieves pintados. Aunque
no pertenece directamente a sus monumentos, parece que los artesanos de
Thutmose habían aprendido habilidades de fabricación de vidrios, desarrolladas
a principios de la Dinastía XVIII, para crear recipientes para beber mediante
el método de formación de núcleo.
Escultura de
Thutmosis III, con el dios Montu-Ra y la diosa Hathor, XVIII Dinastía, del
templo de Amun-Ra en Karnak, ubicado en el Museo Británico.
Karnak
Thutmose
dedicó mucha más atención a Karnak que cualquier otro sitio. En
el Iput-isut, el templo propiamente dicho en el centro, reconstruyó
la sala hipóstila de su abuelo Thutmose I, desmanteló la
capilla roja de Hatshepsut, construyó el pilón VI, un santuario para la corteza
de Amun en su lugar y una antecámara delante de él, cuyo techo estaba apoyado
por sus pilares heráldicos. Construyó un muro temenos alrededor
de la capilla central que contiene capillas más pequeñas, junto con talleres y
almacenes. Al este del santuario principal, construyó una sala jubilar en
la que celebrar su festival Sed. La sala principal fue construida en
estilo basílica con hileras de pilares que sostienen el techo a cada lado del
pasillo. Las dos filas centrales eran más altas que las otras para crear
ventanas donde se dividía el techo. Dos de las habitaciones más pequeñas
en este templo contenían los relieves del estudio de las plantas y los animales
de Canaán que tomó en su tercera campaña.
Al este de
Iput-Isut, erigió otro templo en Aten, donde fue representado por Amun. Fue
dentro de este templo que Thutmose planeó erigir su tekhen waty, o
"obelisco único". El tekhen waty fue diseñado para permanecer
solo como parte de un par y es el obelisco más alto jamás
cortado con éxito. Sin embargo, no se erigió hasta que Thutmose IV lo
levantó 35 años después. Más tarde fue trasladado a Roma por el
emperador Constancio II y ahora se conoce como el Obelisco de
Letrán.
En 390 d.C,
el emperador romano Teodosio I re-erigió otro obelisco del
Templo de Karnak en el Hipódromo de Constantinopla, ahora conocido como
el Obelisco de Teodosio. Así, dos obeliscos del templo de Karnak de
Tutmosis III se encuentran en la Roma papal y
en Caesaropapist Constantinopla, las dos principales capitales
históricas del Imperio Romano.
Thutmose
también emprendió proyectos de construcción al sur del templo principal entre
el santuario de Amón y el templo de Mut. Inmediatamente al sur del
templo principal, construyó el séptimo pilón en el camino norte-sur que entró
en el templo entre el cuarto y quinto pilones. Fue construido para su uso
durante su jubileo y fue cubierto con escenas de enemigos
derrotados. Colocó colosos reales a ambos lados del pilón y puso dos
obeliscos más en la cara sur frente a la entrada. La base del obelisco
oriental permanece en su lugar, pero el obelisco occidental fue transportado al
Hipódromo en Constantinopla. Más al sur a lo largo de la carretera,
puso el pilón VIII, que Hatshepsut había comenzado. Al este de la
carretera, cavó un lago sagrado de 250 por 400 pies y colocó otro santuario de
corteza de alabastro cerca de él. Encargó a artistas reales que
describieran sus extensas colecciones de fauna y flora en el Jardín
Botánico de Thutmosis III.
Mutilación de los monumentos de Hatshepsut
Hasta hace
poco, una teoría general era que después de la muerte de su esposo Thutmose
II, Hatshepsut "usurpó" el trono de Thutmose
III. Aunque Thutmose III fue un co-regente durante este tiempo, los
primeros historiadores han especulado que Thutmose III nunca le perdonó a su
madrastra por negarle el acceso al trono durante las dos primeras décadas de su
reinado. Sin embargo, en los últimos tiempos, esta teoría ha sido revisada
después de que surgieran preguntas sobre por qué Hatshepsut habría permitido
que un heredero resentido controlara los ejércitos, lo que se sabe que
hizo. Esta opinión está respaldada por el hecho de que no se ha encontrado
evidencia sólida que demuestre que Thutmose III intentó reclamar el
trono. Mantuvo a los líderes religiosos y administrativos de
Hatshepsut. A esto se agrega el hecho de que los monumentos de Hatshepsut
no se dañaron hasta al menos 25 años después de su muerte, al final del reinado
de Tutmosis III cuando era bastante mayor. Estaba en otra corregencia,
esta con su hijo, que se convertiría en Amenhotep II, de quien se sabe que
intentó identificar las obras de Hatshepsut como suyas. Además, el templo
funerario de Thutmose III se construyó directamente junto al de Hatshepsut, un
acto que probablemente no habría ocurrido si Thutmose III guardara rencor
contra ella.
Después de
su muerte, muchos de los monumentos y representaciones de Hatshepsut fueron
posteriormente desfigurados o destruidos, incluyendo aquellos en su
famoso complejo de templos funerarios en Deir
el-Bahri. Tradicionalmente, esto ha sido interpretado por eruditos
modernos tempranos como evidencia de actos de damnatio memoriae (condenar
a una persona por borrado de la existencia registrada) por Thutmose
III. Sin embargo, investigaciones recientes realizadas por estudiosos
como Charles Nims y Peter Dorman han reexaminado estos
borrados y encontraron que los actos de borrado que podían ser fechados solo
comenzaron en algún momento durante el año 46 o 47 del reinado de Thutmose (c.
1433/2 a.C). Otro hecho que a menudo se pasa por alto es que Hatshepsut no fue
el único que recibió este tratamiento. Los monumentos de su mayordomo
principal, Senenmut, quien estaba estrechamente relacionado con su
gobierno, fueron desfigurados de manera similar donde se encontraron. Toda
esta evidencia arroja serias dudas sobre la teoría popular de que Thutmosis III
ordenó la destrucción en un ataque de rabia vengativa poco después de su adhesión.
Actualmente,
la destrucción intencional de la memoria de Hatshepsut se considera una medida
diseñada para garantizar una sucesión sin problemas para el hijo de Thutmosis
III, el futuro Amenhotep II, en oposición a cualquiera de los familiares sobrevivientes
de Hatshepsut que tenían una reclamación igual o mejor al trono También es
probable que esta medida no se haya podido tomar hasta la muerte de poderosos
funcionarios religiosos y administrativos que habían servido bajo Hatshepsut y
Thutmose III. Más tarde, Amenhotep II incluso afirmó que había construido
los elementos que había destruido.
La muerte y el entierro
Según
el egiptólogo estadounidense Peter Der Manuelian, una
declaración en la biografía de la tumba de un funcionario llamado Amenemheb
establece que Thutmosis III murió en el año 54, III Peret, día 30 de su reinado
después de gobernar Egipto durante "53 años, 10 meses y 26 días"
(Urk. 180.15). Thutmose III murió un mes y cuatro días antes del inicio de
su 54º año regular. Cuando se deducen las corregencias con Hatshepsut y
Amenhotep II, gobernó solo como faraón durante más de 30 de esos años.
Momia
La momia de
Thutmose III fue descubierta en Deir el-Bahri Cache sobre
el templo funerario de Hatshepsut en 1881. Fue enterrado junto con los
de otros líderes de las dinastías 18 y 19 Ahmose I, Amenhotep
I, Thutmose I, Thutmose II, Ramesses I, Seti I, Ramsés
II y Ramsés IX, así como los faraones de la Dinastía 21 Pinedjem
I, Pinedjem II y Siamun.
Si bien se
piensa popularmente que su momia originalmente fue desempaquetada
por Gaston Maspero en 1886, en realidad fue desempaquetada
por Émile Brugsch, el egiptólogo que supervisó la evacuación de las momias
del Deir el-Bahri Cache en 1881 después de su llegada al Museo Boulak mientras
Maspero estaba ausente en Francia, y el Director General del Servicio de
Antigüedades de Egipto ordenó que la momia fuera reenvasada. Entonces,
cuando fue "oficialmente" desenvuelto por Maspero en 1886, casi con
certeza sabía que estaba relativamente en malas condiciones.
La momia
había sido dañada extensamente en la antigüedad por ladrones de tumbas y sus
envolturas posteriormente fueron cortadas y desgarradas por la familia Rassul,
quien había redescubierto la tumba y su contenido solo unos años antes. La
descripción de Maspero del cuerpo proporciona una idea de la magnitud del daño
causado:
Su momia no estaba escondida de manera segura, ya
que hacia el final de la vigésima dinastía fue arrancada del ataúd por
ladrones, quienes la despojaron y la saquearon de las joyas con las que estaba
cubierta, hiriéndolo en su prisa por llevarse la mimar. Posteriormente se
volvió a enterrar y no se ha perturbado hasta el día de hoy; pero antes de
volver a enterrar, era necesario renovar las envolturas y, a medida que se
habían soltado partes del cuerpo, los restauradores, para dar a la momia la
firmeza necesaria, la comprimieron entre cuatro trozos de madera en forma de
remo, pintados de blanco. y colocados, tres dentro de las envolturas y uno
afuera, debajo de las bandas que confinaban la hoja de enrollar.
De la cara,
que no sufrió daños, Maspero dice lo siguiente:
Felizmente, la cara, que había sido enlucida con el
tono en el momento del embalsamamiento, no sufrió en absoluto este tratamiento
brusco, y apareció intacta cuando se retiró la máscara protectora. Su
apariencia no responde a nuestro ideal del conquistador. Sus estatuas,
aunque no lo representan como un tipo de belleza masculina, le dan
características refinadas e inteligentes, pero una comparación con la momia
muestra que los artistas han idealizado su modelo. La frente es
anormalmente baja, los ojos profundamente hundidos, la mandíbula pesada, los
labios gruesos y las mejillas extremadamente prominentes; todo esto
recuerda la fisonomía de Thûtmosis II, aunque con una mayor muestra de energía.
Maspero
estaba tan desanimado por el estado de la momia y la posibilidad de que todas
las demás momias sufrieran daños similares (como resultó, pocas estaban en tan
mal estado) que no desenvolvería otra durante varios años.
A
diferencia de muchos otros ejemplos del Deir el-Bahri Cache, el ataúd momiforme
de madera que contenía el cuerpo era original del faraón, aunque cualquier
dorado o decoración que pudiera haber sido cortado en la antigüedad.
En su
examen de la momia, el anatomista Grafton Elliot Smith declaró que la
altura de la momia de Thutmose III era de 1.615 m (5 pies, 3.58 pulgadas), pero
a la momia le faltaban los pies, por lo que Thutmose III era sin duda más alto
que La figura dada por Smith. La momia de Thutmose III ahora reside en el
Royal Mummies Hall del Museo de El Cairo, número de catálogo 61068.
Su tumba
La tumba de
este faraón fue descubierta por los trabajadores de Victor Loret en 1898; tras
limpiarla con cuidado, se hizo un plano de dónde había sido encontrado cada
objeto. La tumba había sido robada en la antigüedad; la momia del rey ya había
sido encontrada (en 1881) en el escondrijo llamado TT320.
Los objetos
encontrados en la tumba se encontraban muy deteriorados. Los ladrones de tumbas
habían sido poco cuidadosos en su búsqueda y el sarcófago había sido dañado al
retirar la tapa; las figuras de madera encontradas en la tumba habían sido
lanzadas con fuerza contra las paredes para arrancarles el dorado.
La tumba es
diferente a otras sepulturas más tempranas del Valle de los Reyes, tanto en
tamaño como en decoración. Posee tres pasillos, un pozo (el primer pozo
verdadero en cualquier tumba del Valle de los Reyes; su posible uso no debió
ser tanto el repeler a los ladrones de tumbas sino el contener las inundaciones),
una antecámara decorada con los dioses del Amduat, y una cámara mortuoria
decorada con las escenas del Amduat; los pilares fueron decorados con la
Letanía de Ra y muestran al rey protegido por Isis.
Por vez
primera aparece una decoración parietal que utiliza el enyesado y posterior
pintura (las tumbas más tempranas tenían las escenas pintadas en bloques de
caliza incrustadas en las paredes; por ejemplo, en la tumba de Hatshepsut).
Cuando se limpió la tumba, se vio que las dos habitaciones a la izquierda de la
cámara sepulcral habían sido despojadas de su contenido original; esto también
había pasado en la tumba de Amenhotep II. Es posible que la tumba de Thutmosis
III fuera usada durante un tiempo por los sacerdotes de la XXI dinastía antes
ser abandonada.
La entrada
a la tumba se localiza encima de una pared rocosa. Tras la terminación de la
tumba, la escalera de acceso fue cortada para disuadir a los saqueadores. La
antecámara se apoya en dos pilares, y las paredes aparecen pintadas con la lista
de los 741 dioses del Amduat.
La cámara
mortuoria presenta una inusual forma de cartucho real y aparece decorada con la
representación de tres registros del Amduat, desarrollándose las escenas de un
modo un tanto extraño, ya que las figuras aparecen completamente esquematizadas
o abocetadas; esto conduce al egiptólogo John Romer a pensar que este espacio
fue pintado a toda prisa tras la muerte de Tutmosis III, consideración extraña
dada la larga duración de su reinado.
Detalle del texto funerario conocido como
Amduat (El libro de lo que hay en el más allá), procedente de la tumba de
Tutmosis III. Pintado en un estilo claro y diagramático, a semejanza del de un
rollo de papiro, el texto describe el azaroso viaje que realiza el Sol durante
la noche a través del más allá, donde tiene que hacer frente, con ayuda
de su séquito, a toda una legión de monstruos antes de renacer victorioso por
el horizonte. La franja central de este detalle muestra al dios del Sol con
sendos cuernos a bordo de una barca en compañía de su séquito.
Detalle de la decoración del KV34, la
tumba de Tutmosis III
Interior de KV34, tumba de Tutmosis III
GOBIERNO EN SOLITARIO DE
TUTMOSIS III
El reinado
revirtió a Tutmosis III en el vigésimo o vigésimo primer año del reinado de
Hatshepsut. Tardó bien poco, el nuevo faraón, en establecer una reputación para
sí mismo y para Egipto que aún se recordaría un milenio más tarde, si bien de
forma imperfecta. Tutmosis III tuvo que sopesar la situación muy cuidadosamente
como monarca ahora maduro pero inexperto, sin duda con los consejos de sus
asociados y allegados colegas militares, e identificar el potencial de gloria y
riqueza que se vislumbraba en el nordeste mediterráneo.
Las
recompensas procedentes de la conquista de Nubia no podían atribuirse a
Tutmosis III, y Hatshepsut ya había recogido el fruto de sus contactos con
Punt. Un nuevo escenario para ganancias rápidas se vislumbraba en el Levante
Oriental, donde Egipto podría conseguir el control de las rutas comerciales que
hasta entonces habían estado dominadas por soberanos y comerciantes sirios,
chipriotas, palestinos, y egeos.
Al final de
los diecisiete años de campañas militares, Tutmosis III había establecido, con
éxito, el dominio sobre Palestina, y había llevado a cabo importantes
incursiones al sur de Siria. Su propia reputación estaba ya asegurada, y las
ganancias se dilapidaron en nombre de los templos de Amun y otros dioses, así
como en los hombres que siguieron al faraón en sus desplazamientos de búsqueda.
El faraón
no deshonró ni el nombre ni los monumentos de Hatshepsut hasta el último año de
su reinado, sino que en vez de ello intentó cubrir el paisaje del Valle del
Nilo con recuerdos de su propio reinado. Es interesante señalar que el estilo
artístico y el retrato de Tutmosis III son difíciles de diferenciar de los de
Hatshepsut de sus últimos monumentos. Sólo en la silueta de su cuerpo quiso
Tutmosis III que se le representase de alguna forma diferente, ya que sus
imágenes aparecen de forma rutinaria con hombros más anchos, y parte superior
del torso más contundente que los de Hatshepsut, tanto en relieve como en
estatuas, y este tipo de torso más viril es el que más adelante usaría
Amenhotep II. El rostro de Tutmosis III siguió el perfil de los Tutmosis que se
conocía de Tutmosis I: nariz larga coronada con una ligera joroba, punta
retraída hacia abajo, y ancha en su base; boca grande de labio superior
prominente, debido a una caso clínico de “Mordida Profunda”, anomalía
ortodóncica que corría en la familia.
Tutmosis
III quiso asegurarse durante sus treinta y dos años de reinado en solitario que
su nombre sería prominente en todo Egipto y Nubia. Estuvo activo en Gebel Barkal,
en el punto más al sur de Nubia, en Sai, Pnubs, en la 3ª Catarata, Semna,
Kumma, Uronarti, Buhen, Quban, Amada, Faras, y Ellesiya, así como también en
otras cuantas localidades donde lo testimonian bloques con su nombre.
De sus
monumentos más al norte, da también testimonio Elefantina - donde el faraón
construyó un templo a la diosa de la región de la 1ª Catarata, Satet, en Kom
Ombo - Edfu, Elkab, Tod, Armant, Tebas, Akhmim, Hermópolis, y Heliópolis. Una
estatua del supervisor de trabajos, Minmose, en servicio activo hasta finales
del reinado de Tutmosis III, muestra un listado de lugares de culto en los que
trabajó. Enumera, además de los lugares ya mencionados, Medamud, Asyut, Atfih,
y un número de localidades en el Delta, que incluye Buto, Busiris, y Chemmis.
Aunque aún no se han identificado construcciones de Tutmosis III en el Delta,
la inscripción de Minmose sugiere que tanto él como anteriores soberanos
podrían haber estado activos en la zona.
Karnak
continuó siendo un lugar favorecido. Tutmosis III, de forma más bien
implacable, reestructuró las zonas centrales del templo, prescindió de las
capillas de culto de caliza de Amenhotep I, sustituyéndolas por otras de
arenisca. Poco después del inicio de su reinado en solitario, inauguró la
construcción de su mayor edificio en Karnak:”(Tutmosis III es) Líder de los
Monumentos” (akh menú). La temática global de las escenas en relieve del
edificio estaba relacionada con la renovación del reinado de Tutmosis III; en
pincipio, a través del Festival Sed que celebró por vez primera en el trigésimo
año de su reinado. La veneración a la realeza, generalmente encajaba bien con
el objetivo de la construcción, y la relacionaba con las capillas que rodeaban
el patio central.
Más
adelante en su reinado, Tutmosis III haría redecorar toda la parte central con
escenas, y específicamente con inscripciones, detallando sus campañas en Asia.
Estos Anales, inscritos en el año cuadragésimo segundo de su reinado, se han
convertido en el principal registro histórico de las conquistas reales, al
contener, como en efecto lo hace, episodios específicos de la guerra, así como
listas de los botines obtenidos.
El
enriquecimiento del templo de Amun fue enorme, según se describe en los Anales:
“Ya de por sí los edificios eran numerosos. Los Pilonos Sexto y Séptimo los
añadió el faraón; este último iba repleto de escenas e inscripciones que
mencionaban aquello sobre lo que el faraón reclamaba dominio. Se levantó un
templo a Ptah en el lado norte del recinto, así como una capilla de granito en
el centro del templo para la barca funeraria, y una de alabastro egipcio, que
más adelante acabaría uniéndose a otra de Tutmosis IV (1.400-1.390 a.C.)
ubicada cerca del Cuarto Pilono". También se transformaron obras de
Hatshepsut durante el reinado de Tutmosis III que serían terminadas
posteriormente por su hijo Amenhotep III, pero incluso sin ellas, su actividad
fue incesante.
Entre los
altos sacerdotes de Amun del faraón se encontraba el energético
Menkheperraseneb, propietario de la tumba tebana 86, su sobrino de igual nombre
(TT112), y Amenemhat (TT97). Amenemhat fue, probablemente, el último Alto
Sacerdote de Amun de Tutmosis III, y durante tiempo en servicio activo bajo
Amenhotep II una vez que Menkheperraseneb pasase el cargo a su sobrino durante
un breve período de tiempo.
Los altos
sacerdotes eran responsables no sólo de Karnak sino también de los trabajos
realizados en nombre de Amun a lo largo de la ribera occidental. Tutmosis III
fue muy activo en Medinet Habu, donde terminó el pequeño templo a Amun, y
también construyó un templo en memoria de su padre, justo al norte. Bien
entrado su reinado, convirtió una capilla elevada, en Deil el-Bahri, en suya
propia con el nombre de “Horizonte Sagrado” (djeser akhet). La tumba de
Tutmosis III, en el Valle de los Reyes (KV34), fue cavada en profundidad en la
cara misma de la roca, en lo alto de un acantilado. Los muros de la cámara
funeraria están cubiertos de reproducciones en hierático, con pintura negra y
roja, de los textos del Inframundo: la "Letanía de Ra", que invoca el
nombre del Dios-Sol para que asista al faraón en sus viajes al Más Allá, y el
“Libro de lo que hay en el Inframundo (Amduat)", que proporciona al faraón
un mapa del Inframundo, y ensalmos que le ayuden a conseguir la “justificación”
eterna.
Nota ex
profeso: “justificado” es un epíteto que se
otorga al difunto cuya conducta ha sido juzgada ante los dioses como justa, y
se utiliza detrás de su nombre de la misma manera que nuestro R.I.P.
TUTMOSIS III
EN EL LEVANTE ORIENTAL
Casi
inmediatamente que Tutmosis III comenzó su gobierno en solitario, puso en
marcha una expedición al Levante Oriental donde pretendería arrebatar el
control de un número de ciudades-estados y poblaciones que reconocían como Jefe
Supremo a un mitanio del nordeste de Siria. (Mitani o Mitanni, nombre de un
antiguo reino ubicado al norte de la Actual Siria, también conocido como
Naharina; los Mitanios eran sus pobladores).
Aparentemente,
y tomando por excusa la necesidad de mediar en las disputas locales de Sharuhen
y su vecindad, el faraón se desplazó a Gaza desde la fortaleza fronteriza
egipcia de Tjaru. Gaza había estado bajo el dominio egipcio desde, al menos,
los tiempos de Ahmose, y se piensa que la lealtad de Sharuhen se daría por
hecho desde entonces. En los Anales, se registra que en esta primera campaña de
su vigésimo-tercer año de reinado, Tutmosis III abandonó Gaza y planeó su
ataque a Megiddo desde la ciudad de Yehem, una importante ciudad-estado
entonces ocupada por el soberano de Kadesh.
Megiddo
también estaba protegida por un grupo de cabecillas que representaban a
regiones del Levante Oriental tan lejanas como Naharina (Mitani o la Siria
dominada por Mitani). Las inscripciones de Tutmosis III indicaban que estos
jefes tendrían haber sido leales a Egipto, y esto debió considerarse la
verdadera amenaza. El acceso al cedro libanés, a las fuentes del cobre y del
estaño, podían verse amenazadas por la Jefatura Suprema mitania en el norte de
Palestina y el litoral.
Una vez en
el campo de batalla, Tutmosis III descubrió las verdaderas recompensas de las
guerras. Los trofeos eran evidentemente de tal cuantía que continuó sus
campañas de forma intermitente hasta el cuadragésimo-segundo año de su reinado
en las regiones del norte de Palestina, El Líbano, y parte de Siria. El botín
procedente de la guerra de Meggido junto a las ofrendas de paz que puso fin a
los siete meses de sitio de la ciudad, fue considerable, e incluía 894 carros
de combate, de los que dos estaban recubiertos de oro, 200 trajes blindados,
dos de ellos pertenecientes a los jefes de Megiddo y Kadesh, así como más de
2000 caballos, y 25000 animales diversos.
Después del
sitio de Meggido, Tutmosis III sustituyó a los derrotados jefes locales y
continuó hacia el norte camino del río Litani. Los lujosos objetos procedentes
de las ciudades derrotadas se describen de forma meticulosa en los Anales, así
como las diferentes clases de cautivos capturados. Las campañas de los años
24-32 dan detalle de cómo el faraón se centró en el litoral levantino con sus
bosques y sus puertos, así como también en áreas al oeste de Siria.
Los trofeos
egipcios incluían una gran variedad de materiales desde metales preciosos (oro,
plata, cobre y plomo), a maderas, aceites, e incluso alimentos y cosechas de
cereales. El faraón envió a los hijos de los gobernantes locales a Egipto para
“egiptalizarlos”. Según los Anales para el año 30: “…cuando alguno de estos
jefes moría, Su Majestad hacía que su hijo ocupase su puesto”.
Si
aceptamos como cierto que del topónimo Naharina no hay constancia en las
inscripciones egipcias antes de la 8ª Campaña de Tutmosis III - en el año 33 de
su reinado - por la sencilla razón de que eran demasiado duras para que se
mostrasen en los monumentos reales egipcios, entonces la victoria del faraón
sobre los vasallos sirios fue, ciertamente, una hazaña memorable.
El hasta
ahora tan pobremente testimoniado estado de Naharina, aparece, de repente,
hacia finales del reinado de Tutmosis III en todo tipo de inscripción
jeroglífica: además de en los Anales de Tutmosis III, el supuesto cruce del
Éufrates del faraón aparece en la estela de Gebel Barkal, levantada en Nubia,
en la 4ª Catarata; en un obelisco en Karnak; en la Estela Poética de Karnak; y
en la Estela de Armant. También aparecen referencias a Naharina entre las
listas de numerosos topónimos del reino.
El volumen
del botín obtenido durante la campaña Siria era impresionante; tanto para el
soberano como para la soldadesca. Con la excepción del resultado de la 8ª
campaña en el año 33, los Anales asignaban sistemáticamente las ganancias
procedentes de Naharina como botín de guerra: bien como saqueo del ejército,
bien como fruto de las correrías reales. Aparentemente, en ese tiempo Naharina
no hacía entregas anuales (inu), como claramente se indica en los Anales, contrastando
así su “entrega única” después de la campaña del año 33, con la de otras zonas
catalogadas como “a partir de este año”. Esto podría interpretarse como que
sólo los vasallos mitanios vencidos constituían la fuente de ingresos de
Egipto, no así el soberano mitanio en su capital, Washshukanni.
Si bien los
objetos enumerados y seres humanos traídos de Naharina son considerables, las
entregas anuales de Retenu y Djahy incluían muchos más objetos de materiales
preciosos. Tutmosis III, pues, seguía aún su proceso bélico contra Mitani.
La
participación en la conquista de Siria, incluyendo a Naharina, por una nueva
élite militar egipcia se conmemora en al menos once tumbas tebanas del reinado
de Tutmosis II y principios del de Amenhotep II, además de numerosas estatuas
privadas e inscripciones de estelas (tumbas TT42, 74, 84, 85, 86, 88, 92, 100,
131, 155 y 200). En las capillas de estas tumbas, se ponía énfasis en los
cautivos de las expediciones militares y en las guerras, o en los propios
soldados, tanto como en los objetos de lujo obtenidos de las entregas del
extranjero. Pero, el aspecto militar de los enfrentamientos egipcio-mitanios
iba a tener una vida corta. Por lo contrario, el prestigio de los objetos
sirios empezó a subir.
Las tumbas
decoradas después de la primera década de gobierno de Amenhotep II, festejaban
los ingresos como impuestos de ultramar - en particular los de naturaleza
exótica - y el fruto de las conquistas se formalizaba con las procesiones
festivas. Por ejemplo, en la tumba de Kenamun (TT93), decorada a finas del
reinado de Amenhotep II, no hay ningún texto que describa las guerras sirias,
ni que hable de botín, como en la capilla de Suemniwet (TT92), ni de la entrega
de los hijos de los jefes extranjeros, como en la de Amenemheb (TT85). En su
lugar, una pared muestra los regalos al faraón por el Nuevo Año. Entre ellos,
numerosas armas y vestimenta blindada, así como dos carros de combate. En la
etiqueta del carruaje, en el registro superior, se alardea de haber usado
madera traída de un país extranjero, Naharina, mientras que otro, debajo de él,
se le describe como diseñado para ser utilizado en la guerra contra nórdicos y
sureños. Debajo del carro superior, aparecen apilados, cascos de diseño sirio,
mientras que debajo del segundo, hay un montón de marfil, en clara alusión a
las guerras en las dos regiones: Asia y Nubia, respectivamente.
También
entre los regalos del Nuevo Año de la tumba de Kenamun hay un grupo de vasijas
de vidrio que imitan al mármol. Esta clase de vidrio en particular, era muy
característica del nordeste de Siria y norte de Iraq. En efecto, la
introducción a gran escala del vidrio de núcleo duro en Egipto pudo muy bien
haber sido resultado directo de las guerras con Mitani. Muy posiblemente
desarrollado en centros de Mitani, como Tell Bark y Tell Rimah, estos
recipientes de vidrio pronto se convirtieron en objetos preciados, copiados y,
por qué no, francamente mejorados en Egipto.
Los
recipientes de plata y oro, con frecuencia descritos como de “base plana” en
las listas de botín, y asociados con el litoral mediterráneo – conocidos como
trabajos “de ejecución Djahy” - también figuraban como ingresos de Naharina, en
el año 33, y, como con el vidrio, las copias de estilo egipcio de estos
recipientes sirios se pusieron de moda. El famoso recipiente de plata de
“base-plana” inscrito para el soldado Djehury, en el reinado de Tutmosis III,
es justo ese cuenco; un cuenco de oro de Djehury, también en el Louvre, puede
ser una copia moderna del de plata, y existen numerosas representaciones de
ellos en paredes de templos y tumbas en Tebas.
Junto a los
objetos de estilo sirio, vinieron los productos de la propia región, y es
durante el reinado de Amenhotep II cuando los cultos a las deidades asiáticas
Reshef y Astarte se promocionaron de forma intensa en Egipto. Es significativo
que la moda por elementos de Mitani sobrepasó la moda por la decoración
militar. Un tipo de trofeo, consistente en un león de oro que se solía conceder
a soldados en las campañas sirias, no aparecen después de iniciarse el reinado
de Amenhotep II, mientras que las vasijas de metal de estilo sirio y de vidrio,
siguieron considerándose símbolos de un estatus durante toda la Dinastía XVIII,
y se copiaban en una variedad de formas en Egipto. De igual manera, las escenas
de presentación de los prisioneros de guerra y del botín, dio paso, entrado ya
el reinado de Amenhotep II, a la preferida escena de representantes extranjero
ofreciendo sus preciados objetos de lujo en señal de homenaje al faraón.
En la transformación iconográfica de Mitani, de enemigo número uno, a fuente
sumisa de prestigiosa mercancía de lujo, podemos ver el rastro del inicio de un
sendero hacia una alianza con Naharina. No es cierto que la tres esposas de
Tutmosis III enterradas en el Wadi Qubbanet el-Qirud, en la Tebas occidental,
fuesen sirias, pero sus nombres eran definitivamente asiáticos, y su fortuna en
oro, inmensa. Esto quizás pueda reflejar la cambiante visión egipcia del este.
El mismo faraón que realizó campañas para conquistar Retenu y Naharina durante
veinte años, acabó casándose con mujeres de la zona, y las colmó de riquezas. A
pesar de las batallas que aún se librarían en Siria, el interés de Egipto por
la paz era inminente cercano ya el final del reinado de Tutmosis III.
Las esposas
de Tutmosis III incluían una mujer llamada Sitiah, hija de una nodriza real.
Ella ostentaba los títulos de “gran esposa real”, y según un texto que se ha
conservado, “esposa del dios”. Si ella, de hecho, reemplazó a Nefrura en la
posición de “sacerdotisa”, sólo sería hasta que la hija de Tutmosis III,
Merytamun, tuviese edad suficiente para tomar el rol. No se sabe si Sitiah
habría tenido hijos, mientras que la madre de Amenhotep II había tenido varios:
Merytra, hija de Huy, una adoratriz divina de Amun y Atum, y jefa de coristas
de Ra, al parecer dio luz a Amenhotep, a la Princesa Mery(t)mun, al Príncipe
Menkheperra, a la Princesa Isis y a otra Mery(t)mun, y a una pequeña Princesa
Nebetiunet. Merytra, como reina, aparecía en el templo de Medinet Habu y en la
tumba de Tutmosis III. Una tercera esposa, Nebetta, y una Princesa Nefertiry
aparecen representadas en la tumba real.
Y con esta
“Hoja Suelta”, nos despedimos de Tutmosis III, el “Napoleón egipcio”, para dar
paso a una nueva en la que nos ocuparemos, sine die, de su hijo, Amenhotep II.
Conocido como el "Rey Atleta", su reinado muestra una continuidad
completa con el de su padre. Prosiguió su política expansionista con excelentes
resultados, ampliando y estabilizando los dominios de Egipto en Siria y Nubia,
alcanzando el país su máxima extensión.
Tutmosis III tenía muy pocas mujeres
·
Merytre (-Hatshepsut), Gran Esposa,
Madre del Rey. Ella era la hija de la Divina Adoratrix Huy. Muchos de sus
representaciones fueron reutilizados por su nuera Tiaa. Su desgracia bajo su
nieto es sugerido por la no utilización aparente de su tumba en el Valle de los
Reyes (KV 42). Títulos: Princesa Hereditaria (iryt-p`t), Sole Una, Grande de
alabanzas (wrt-hzwt-w'tit), Madre del Rey (mwt-niswt), Señora de las Dos Tierras
(NBT-t3wy), la esposa del rey ( hmt-nisw), la esposa del Gran Rey
(HMT-niswt-WRT), Esposa de Dios (HMT-ntr), Mano de Dios (djrt-ntr)
·
Satiah Gran Esposa, la esposa del
rey y del rey Gran Esposa. Ella era la hija de la enfermera real Ipu. Títulos:
La esposa del rey (HMT-nisw), esposa del Gran Rey (HMT-niswt-WRT), Esposa de
Dios (HMT-ntr).
·
Esposa de Nebtu Rey.
Representado en la tumba de su marido. Títulos: La esposa del rey (HMT-nisw)
·
Neferure, Gran Esposa del Rey y Gran
Esposa. Ella era la hija de Hatshepsut y Thutmosis II. Ella estaba, posiblemente,
casada con Thutmosis III (su medio hermano). Ella pudo haber sido enterrada en
el lecho de un río Qubbet el Qurud en Tebas. Títulos: de la hija (s3t-niswt)
King, Esposa de Dios (HMT-ntr).
Posiblemente: Esposa Gran Rey (HMT-niswt-WRT), Señora del Alto y
el Bajo Egipto (hnwt-Shm'w T3-MSB).
·
Menwi, Merti y esposas de Menhet.
Probablemente hijas de un jefe sirio. Compartieron una tumba en Tebas que es
conocida por los tesoros que contenía. Títulos: La esposa del rey (HMT-nisw)
·
Nebsemi: Queen menciona en un
fragmento de una estatua que se encuentra en el templo funerario de Tutmosis
III. Ella pudo haber sido una de sus esposas menores. Títulos: La esposa del
rey (HMT-nisw), la esposa del rey, su amada (meryt.f-hmt nisw)
Tutmosis
tuvo 4 hijos conocidos:
·
Amenhotep (II) siguió a su padre en
el trono a los 18 años Representado como príncipe en la tumba de Min, el
alcalde de Thinis (TT 109)
·
Amenemhat ostentaba el título de
Hijo Mayor del Rey, fue nombrado Obispo de Ganado. (Mencionado en Karnak - lado
sur del Festival Hall - en año 24). Dorman ha sugerido que Amenemhat era un
hijo de Neferure, pero no hay evidencia concluyente de la identidad de su
madre.
·
Siamón. Menkheperra. Representado en
estatuilla Museo Británico EA I 280, donde dirige dos princesas llamados
Meryetamun e Isis.
(Parte de
esta información proviene de: Crown Prince Djhutmose y los Reales Hijos de la
Dinastía XVIII por Aidan Dodson, El Diario de Arqueología Egipcia, Vol 76
(1990), pp 87-96.).
Hijas: Beketamen,
Nefertiry, Nebetiunet, Merytamen, Iset
Tumbas de la época de Tutmosis III
KV 20 - Tutmosis I y
de Hatshepsut, 18 ª dinastía. Tal vez la tumba real más vieja en el valle de los
Reyes.
KV 20 se
había sido diseñada y elaborada por el
arquitecto Ineni de Thutmosis I. Hatshepsut más tarde amplió la tumba para dar
cabida a un doble entierro. El cuerpo de Thutmosis se trasladó más tarde a la
KV 38, durante el reinado de Thutmosis III. El Entierro de Hatshepsut fue
dejado en la KV 20.
KV 33 - [...], 18 ª dinastía. Tiempo
de Tutmosis III.
KV 34 - Tutmosis III, 18 ª dinastía.
KV 38 - Tutmosis I, 18
ª dinastía. Posiblemente construida durante el reinado de Tutmosis III para el entierro
de Tutmosis I.
E n Tebas
muchos de los cortesanos de la época Tutmosis fueron enterrados. Aquí está una
lista seleccionada para dar una idea de la amplia gama de funcionarios
enterrados en la necrópolis tebana durante este tiempo. He dejado fuera algunos
de los supervisores de bajo rango y los trabajadores, porque la lista es
demasiado larga. TT11.
TT11. Djehuty, supervisor
del tesoro, tiempo de Hatshepsut - Tutmosis III
TT20.
Mentuherkhepshef, -portador del abanico, el alcalde de Qusiya (Aphroditopolis).
TT22. Wah, copero del rey.
TT24. Nebamun, mayordomo
de la esposa del rey Nebtu.
TT42. Amenmose,
capitán de las tropas, Ojos del Rey en las Dos Tierras del Retenu, Tiempo de
Tutmosis III - Amenhotep II.
TT61. Usuario, el gobernador de la ciudad y visir.
TT62. Amenemwaskhet,
Supervisor del Consejo de Ministros.
TT78. Horemheb,
Escriba de reclutas, Tiempo de Tuthmosis III - Amenhotep III.
Tutor de la
princesa Amenmipet. Jefe de la caballería.
TT79. Menkheper
(raseneb), supervisor del granero, wab-sacerdote en el templo funerario de
Tutmosis III, Tiempo de Tuthmosis III -
Amenhotep II.
TT81. Ineni,
supervisor del granero en el dominio de Amón,
TT82. Amenemhat,
Escriba, Contador de grano de Amón, Escriba del Visir.
TT83. Amenthu llamada Ahmose, el
gobernador de la ciudad y Visir.
TT84. Amunedjeh, primer
heraldo del rey, Supervisor de la puerta.
TT85. Amenemheb
llamado Mahu, el comandante de los soldados, Tiempo de Tuthmosis III -
Amenhotep II.
TT86.
Menkheperraseneb, Sumo Sacerdote de Amón, Superintendente de los tesoros de oro
y plata, jefe de los supervisores de Artesanos.
TT87. Minnakht,
Supervisor de los graneros del Alto y Bajo Egipto, Supervisor de los caballos
del Señor de las Dos Tierras, escriba real.
TT88. Pehsukher llamado
Tjenenu, teniente del rey, Abanderado de Faraón.
TT98. Kaemheribsen,
Tercer profeta de Amón.
TT99. Sennefer (i), el
tesorero, Supervisor
TT100. Rejmira, visir,
Temp. Tuthmosis III - Amenhotep II.
TT109. Min, el alcalde
de Tjeny (Thinis), Supervisor de los profetas de Onuris, Tutor de Amenhotep II.
TT110. Djehuty, copero
del rey, heraldo del rey, Temp. Hatshepsut - Tuthmosis III.
TT112.
Menkheperraseneb, Sumo Sacerdote de Amón.
TT121. Ahmose, primer sacerdote
lector de Amón. Primer Lector Sacerdote de Amón, seguido posteriormente por el
segundo profeta de Amón-Ra en el gran templo de Karnak (es decir, no. 2 sumo
sacerdote), y el padre de Dios, amados de Dios (un grado de nivel medio del
sacerdote). En sus conos funerarios, Ahmose también lleva el título de Primer
Profeta en Henqet-ankh, es decir, sumo sacerdote en el templo funerario del rey
Tutmosis III.
TT131. Usuario o
Useramen, visir, Temp. Tuthmosis III. El
anciano visir Amethu (padre de usuario) se muestra con chambelán, cortesanos y
usuario como escriba ante Tutmosis III, y un texto de la instalación de usuario
como co-visir.
TT146. Nebamun,
supervisor del granero de Amón, de venta libre del grano, iny de la Esposa del
Dios.
TT154. Tati, Copero.
TT155. Intef, gran
heraldo del rey, Temp. Hatshepsut -Tuthmosis III.
TT172. Mentiywy, Royal
Butler, niño de la guardería, Temp. Tuthmosis III - Amenhotep II.
TT200. Dedi,
Gobernador de los desiertos en el mojado de Tebas, jefe de las tropas del
Faraón.
TT224. Ahmose Humay,
Supervisor de la finca de la Esposa del Dios, Supervisor de los graneros de
dobles esposa Ahmose-Nefertari Temp del Dios. Tuthmosis III – Hatshepsut.
TT225. Nombre
desconocido, alto sacerdote de Hathor.
TT239. Penhat,
Supervisor de todas las tierras del norte.
TT241. Ahmose, Escriba
de los escritos divinos, Niño de la guardería, Jefe de los misterios de la
Cámara de la mañana.
TT342. Tutmosis,
príncipe hereditario, Herald del rey.
C11. Nebseny,
Supervisor de orfebres de Amón, supervisor de todas las obras de plata y oro.
D1. Nehy, virrey de
Nubia, el Gobernador de las Tierras del Sur.
Funcionarios judiciales importantes
La mayor
parte de la información a continuación proviene de Cline y de O'Connor Tutmosis
III, una nueva biografía. Más específicamente: Administración en el reinado de
Tutmosis III - por Betsy Bryan (pg 69 a 122). Para más detalles se debe
consultar a este texto.
Parece
imposible separar el reinado de Tutmosis y el de Hatshepsut. Tutmosis fue el
único gobernante durante los primeros ca 5 -7 años con Hatshepsut juega sin
duda un papel influyente en el fondo. Entre el año 5 y el año 7 Hatshepsut
adquiere títulos faraónicos y los cambios de regente para co-regente.
Hatshepsut se co-Reina efectiva de Egipto hasta el año 22 del reinado de
Tutmosis. He incluido algunos de estos funcionarios judiciales tempranos.
Visires:
Amethu, llamado
Ahmose.
Primero de
los visires del Norte durante el período de corregencia. No se sabe mucho
acerca de Amethu. Ocupó el cargo de Visir hasta aprox el Año 5, cuando fue
sucedido por Useramen. Amethu fue enterrado en TT83 y sabemos algo acerca de su
familia inmediata a través de las inscripciones. Su esposa se llamaba
Ta-amethu. Tuvieron varios hijos, la mayoría de los cuales se elevaron a
posiciones prominentes en la corte Tutmosis. Su hijo Useramen también sirvió
como visir, y es posible que el visir del norte Neferweben también era un hijo
de Amethu. Amenhotep desempeñó como Supervisor de la Revista de Amón,
Akheperkare sirvió como sacerdote de Montu, y Amenmose (?) Fue un escriba en el
tesoro de Amón.
Useramen (a veces llamados de
usuario) se convirtió en visir en el año ca 5 y servió hasta el año 33 o 34,
cuando fue sucedido por su sobrino Rekhmire. De ahí que una gran parte de la
tenencia de Useramen tuvo lugar durante el reinado de Hatshepsut. Useramen
tenía dos tumbas en la necrópolis tebana: TT 61 y TT131. Las dos tumbas tienen
decoraciones complementarias. Useramen era un hijo de Amenthu y Ta-Amenthu. De
acuerdo a las inscripciones en una de sus tumbas, Useramón desempeñó como
diputado visir cuando su padre Amenthu envejeció.
Useramón estaba casado con Thuiu y tuvo varios hijos. Hombres que llevan el
título de "hijo" incluyen a Sa-Menkhet, escriba del sello del dios,
Merimaat, sacerdote y escriba de Amón, Mery, sacerdote de Amón en Djeser
Djeseru, Manenemhet, wab sacerdote de Amón, y Userhet (sin título de este
último). Señoras con el título de hija incluyen: dos Ahmoses, Amenemwhesket,
Amenemheb, Baket, Henut y Seniseneb.
Rekhmire, Alcalde y Visir. R
Rekhmire
sostuvo la oficina en o antes del año 34, se sabe que fue responsable de las
entregas de granos. Rekhmire era el nieto de Amethu y sobrino de Useramón.
Rekhmire era el hijo de un sacerdote wab de Amón llamado Neferweben. Es posible
que su padre fuera Visir del norte, pero esta identificación no es cierta.
Rekhmire fue enterrado en TT100, que es muy famosa por las representaciones de
la oficina del visir. Los textos incluyen los "Deberes del Visir" y
la "Instalación del Visir" textos.
En el largo
muro, en el este de la capilla encontramos por primera vez pinturas de los
hijos de Rekhmire, incluyendo Menkeperreseneb, Amenofis y Senusert, en
presencia de Rekhmire y su esposa Merit. Sus hijos probablemente están nombrados
Menkeperreseneb, Amenhotep, Senusert, Mery, Neferweben y posiblemente Baki.
Neferweben, Gobernador
de la Ciudad y Visir. Casado con apuea.
Neferweben
era visir del Norte y es conocido por una estatua en el templo de Ptah.. Dos
tarros canopicos pertenecientes a Neferweben han sido identificados. No
sabemos, sin embargo, donde fue enterrado.
Ptahmose
Este visir del Norte se conoce de una estatua del templo funerario de Tutmosis
III. Una puerta falsa, una paleta y una varilla de codo se muestran en Leiden,
el Louvre y Leiden, respectivamente. Se asume generalmente que Ptahmose fue
enterrado en Saqqara, pero su tumba no ha sido identificada.
Virrey de Nubia y de supervisores de los países
extranjeros:
Amenmose, capitán de
las tropas, Ojos del Rey en las Dos Tierras del Retenu, Esposa: Henuttaui TT42.
Penhat, Supervisor de
todas las tierras del norte. Esposa:. Hetepi TT239
Djehuti, Supervisor de
los países extranjeros del norte, etc, hijo de Amenmosi y Isoneb.
Yo nebni (o Ini
(anti)) virrey de Kush.
Se cree por
algunos como el virrey durante los primeros años. (Hibachi fi) (Hibachi fi)
Amenemnekhu - Virrey de Kush. Conocido por ser en el cargo en el año 18.
Nehi, virrey de Kush
(segunda mitad del reinado), Gobernador del Sur Tierras TT - D1. La evidencia
muestra que él estaba en el poder en los años 23 y 25.
Administradores y
Funcionarios de Palacio
Wadjet-Renpet. Sirvió
durante la co-regencia de Hatshepsut y Tutmosis. Es conocido por haber
mantenido correspondencia con el supervisor de la Ty sello.
Kenna - Comisario Jefe del Rey.
Probablemente
seguido Wadjet-Renpet en el cargo. Se muestra en una inscripción detrás del
supervisor del sello Senneferi.
Nebamun, mayordomo de
la esposa del rey Nebtu.
Casado con
la señora Resti. Buried in TT24 Enterrado en TT24
Kenamun - alcalde de Memphis
Es conocido
por haber servido como mayordomo real. Enterrado en una tumba desconocida en
Tebas.
Neferperet - Mayordomo
real, limpio de manos, niño del kap.
Conocido por
la estatua de Karnak de haber servido a Tutmosis en una campaña para Retenu. La
estatua muestra algunas de sus recompensas. Mostrando tanto a Tutmosis y la
Reina Merytre en su estatua.
Montu iywy, niño de la
guardería.
Hijo de la
Dama Hepu. Enterrado en Tebas en TT172. Acompañó a Tutmosis III al Levante y
cruzó el Éufrates. Empezó su carrera como funcionario de los aposentos reales
(ipt NSW). Se convittió en un mayordomo real durante el reinado de Amenhotep
II, pero se sabe que ha servido a Tutmosis III.
Djehuty, mayordomo
real, heraldo real.
Hijo de
Pesediri y Keku; Esposa: Bakt TT110.
Tati, Mayordomo Real.
Tentativamente
fechada en la época de Tutmosis III. Enterradoen TT154.
Wah, Royal Butler,
supervisor del Ruyt.
Enterrado
en TT22.
Iamnedjeh - Controlador
de las Obras, Supervisor de los Graneros y Obispo de la Ruyt.
Intef - Royal Herald,
portador del sello real Compañero, Sole, favorita del Buen Dios.
Una estela de Intef enumera los deberes de unos heraldos reales, y que incluyen
los siguientes: gestionar las formalidades y ceremonias de la corte y el
palacio. Comunicar los mensajes de la gente y de los asuntos de la tierra al
rey. Gerente de la sentencia de la sala, o en las ofiinas generales de
administración del Faraón.
Intef fue
enterrado en TT155. En la tumba se mencionan su hermano Amosis e hijo Teti.
Thutmose Príncipe
Heredero
Hijo de la
señora Tabenert, casado con Tepihu. Enterrado en TT342.
Si-Bastet -Peluquera Real.
Si-Bastet
dedicó una estatua en el año 27, la estatua menciona una campaña con el faraón
Tutmosis III. Los registros de la estatua mencionan cómo se hizo esclavo
Amen-iywy barbero en el templo de Bubastis y se casó con una sobrina ciega de
Si-Bastet. Se hizo una petición para garantizar el acceso al palacio.
Otros funcionarios del gobierno
Funcionarios del Tesoro
Ahmose
llamado Pennekhbet - Supervisor del Sello.
Este
funcionario es conocido principalmente como un oficial del ejército cuya
carrera se remonta hasta el final del reinado de Ahmose y como tutor de la
princesa Neferure. Ahmose llamado Pennekhbet también ostentaba el título de
Obispo de la junta y puede haber servido como tesorero por un corto tiempo.
Senenmut
Este cortesano conocido ostentaba el título de Obispo de la Junta, así como muchos
otros. También fue el encargo de las casas de oro y plata. Senenmut pudo haber
tenido sólo esta posición durante el menor tiempo bajo Tutmosis y en la
regencia de Hatshepsut.
Nehesy
En el año 9 de Tutmosis (y por lo tanto bastante poco después de Hatshepsut
adquiere títulos faraónicos) Nehesy es Supervisor del Sello. Nehesy es conocido
por haber sido el responsable de la organización de la expedición a Punt. La
tumba de Nehesy fue descubierta en Saqqara por Alain Zivie.
Ty, tesorero jefe.
Ty comenzó
como Supervisor del sello durante la corregencia de Hatshepsut. Ty estuvo en su
cargo por lo menos desde el año 12 al año 25 de Ty es conocido por las
inscripciones de los años 12 y 18 que se refieren a las campañas de Nubia de
Hatshepsut. En el año 25 Ty dejó un largo mesón de inscripción del Sinaí
alabando Tutmosis III.
Senneferi
era Supervisor de la junta en el reinado de Tutmosis III. Él era el dueño de la
TT96. También se conoce de una estatua en el museo británico. Su esposa Taiamu
se representa en la TT99. Senneferi era el hijo de Haydjehuty - supervisor de
la oficina de watet-Hor - y Satdjehuty - un ornamento real. Fue superior de los
supervisores de los almacenes, supervisor de la junta, el alcalde, supervisor
de varias deidades incluyendo Sobek y Anubis, el jefe de los alcaldes,
supervisor de los campos de Amón, alcalde de Akhmim y supervisor de los
Sacerdotes de Min en Coptos. En su tumba Senneferi se muestra haciendo un viaje
a Biblos en el Líbano para traer de vuelta los árboles de cedro.
Min Supervisor del Sello, gran jefe
en el Alto Egipto y el juez en el Bajo Egipto
Supervisor del sello durante los últimos años de Tutmosis III. Su hijo
Sobekhotep más tarde ocupar el mismo cargo bajo Tutmosis IV. Min debe haber
sido enterrado en Tebas como se encontraron conos funerarios allí, pero la
ubicación de su tumba es desconocida en la actualidad.
Posiciones de rango inferior:
Amenhotep, tesorero
adjunto, continuó sirviendo bajo Amenhotep II. (Supervisor de la piscina () del
rey del Bajo Egipto, Scribe?) Y Neh. TT C3: Esta tumba es el lugar de descanso
de (TT99) hija de Sennefer Renena y su esposo Amenhotep. ('Adjunto del
supervisor del sello portadores).
Djehuty, supervisor del tesoro,
supervisor de las casas de plata, supervisor de las casas de oro.
Djehuty fue
enterrado en TT11. Él es conocido por haber servido tanto a Hatshepsut y
Tutmosis III.
Benermerut - supervisor de las casas
de plata, supervisor de las casas de oro.
Sirvió
durante la única regla de Tutmosis III. Benermerut es conocido por haber donado
las tierras en nombre del toro Mnevis en el año 45 en Heliópolis. Una estatua
de Benermerut de Tebas le muestra con la hija del rey Meryetamun. Él pudo haber
sido enterrado en el Norte porque su tumba no se conoce en Tebas.
Funcionarios de Graneros
Minnakht, Supervisor
de los dos graneros y de las cuentas de grano del Alto y Bajo Egipto,
Supervisor de los caballos del Señor de las Dos Tierras, escriba real, etc.
Minnakht
era el hijo del juez Sendjehuty. A Sen-djehuty se representa en la TT294 y este
funcionario también fue un supervisor del granero. No está claro si este hombre
es idéntico al padre de Minnakht. El hijo de Minnakht Menkheperreseneb más
tarde sirvió como supervisor del granero, así como wab-sacerdote en el templo
funerario de Tutmosis III. Sabemos también que varios de los subordinados de
Minnakht. A namedHepu escribano sirvió Minnakht en sus primeros años, mientras
que el Wesy escribano se atestigua en el año 33-34.
Un hombre llamado Hatit era el medidor de maíz de Minnakht.
Tjenuna - Overseer of the two granaries of Upper and Lower Egypt.
Tjenuna desempeñó como supervisor en
la tercera década del reinado de Tutmosis. Por lo tanto él es conocido por haber
coincidido con Minnakht. Él puede ser idéntico a un Tjenuna que era "de la
casa de la Adoratriz divina". Es probable que no se identifica con el
mayordomo y el mayordomo de Amón por el mismo nombre que sirvió bajo Tutmosis
IV.
Iamunedjeh - Primera
heraldo real, Supervisor del Ruyt, escriba real, contador de ganado y aves de
corral, supervisor de los graneros que cuenta los impuestos del Alto y Bajo
Egipto.
Iamunedjeh
se sabe que han estado en campaña en Siria con Tutmosis III en el año 33, y que
probablemente sirvió como supervisor del granero después, durante el final del
reinado. Él pudo haber tenido la porition al mismo tiempo que el hijo de
Minnakht Menkheperreseneb.
Menkheper (raseneb), supervisor del
granero del Señor de las Dos Tierras, Wab sacerdote en el templo funerario de
Tutmosis III.
Menkheperreseneb
desempeñó como supervisor del granero durante los últimos años del reinado de
Tutmosis III y ocupó el cargo en el reinado de Amenhotep II.
Funcionarios de menor rango:
Amenemhat, supervisor
de los graneros del pan, Esposa: Henutiri. TT123. TT123. Amenemhet puede haber
trabajado con Minnakht.
Nebamun superintendente de los
almacenes de grano bajo Tutmosis III.
Nebamon
y Ipuky eran artesanos, siendo
escultores y grabadores.
Neferhotep, supervisor del granero,
continuó sirviendo bajo Amenhotep II. TT A5 TT A5
Mayors, etcAlcaldes, etc
Humay (tal vez Hemy)
alcalde de Memphis.
Conocido
por una estatua en el Museo del Louvre. Kenamun -. Alcalde de Mennefer
(Memphis), supervisor del granero Kenamun fue enterrado en Tebas (cono
funerario)
Pahery - Alcalde de
Nekhen y Iunyt, escriba de la contabilidad, para el Prince Wadjmose (hijo de
Tutmosis I). Enterrado en Nekhen (El-Kab). Mentuherkhepshef,
-portador del ventilador, el alcalde de Qusiya (Aphroditopolis), Madre:
Taysent. TT20
Satepihu - alcalde de
Tjeny (Thinis) Satepihu estaba en la oficina durante la corregencia de
Hatshepsut y Tutmosis III.
Intef - Herald, el
alcalde de Tjeny (Thinis), jefe de todo el Oasis.
Min, el alcalde de
Tjeny (Thinis), Supervisor de los profetas de Onuris. Supervisor de los sacerdotes
de Osiris. Hijo de la señora de Say. Hijos: Senty llama IUTY y Sebekmose. Min
se indica enseñando príncipe Amenhotep cómo disparar, y con el príncipe en su
regazo. TT109
Iamnefer -. Alcalde de
Nefrusy, sacerdote wab y escriba de las ofrendas divinas de Thoth, sumo
sacerdote de Thoth Iamnefer era el hijo de Pa-ahawty que también fue alcalde de
Nefrusy. Iamnefer participó en en al menos uno de los festivales Sed. En una
estatua de Karnak, Iamnefer se muestra con el príncipe Aakheperenreseneb. El hijo
de Iamnefer Suemniwet acompañó a Tutmosis a Siria y más tarde se convertiría un
mayordomo real durante el reinado de Amenhotep II.
Sennefer (i), el
Tesorero y el alcalde de Tebas (continúa desde el reinado de Hatshepsut). Supervisor
en el reinado de Tutmosis III, propietario de Tumba Tebana 99 (Estatua en el
Museo Británico). Su esposa Taiamu se representa en la TT9. Padre: Haydjehuty,
Madre: Zatdjehuty "ornamento real"
Ahmose, Alcalde de
Shat, etc, hijo de Ahmosi y Teti.
Sacerdocio:
Hapuseneb - Sumo Sacerdote de Amón,
supervisor de los hm-sacerdotes del Alto y Bajo Egipto.
Sirvió
durante la corregencia de Hatshepsut y Tutmosis III. Probablemente fallecido en
el reinado de Hatshepsut. Enterrado en la TT 67. Hapuseneb era el hijo del
tercer sacerdote lector de Amón Hepu y el ornamento real Ahhotep. Hapuseneb
estaba casado con la señora de Amenhotep y se sabe que tubieron varios hijos.
Su hija Seniseneb era un adoratrix divina de Amón y estaba casada con el
segundo sacerdote de Amón Puyemre.
Menkheperraseneb, Sumo Sacerdote de
Amón.
Tumba
Tebana 112 Hijo de la enfermera Ta-Iunet del Rey y el auriga de su majestad
Hepu. Su abuela se llama Nebetta y puede ser la misma persona que la madre de
la de Menkheperreseneb de la Tumba 86 Pero el nombre es un nombre bastante
común en la época. Por otro lado, la tumba parece estilísticamente hasta la
fecha para una primera parte del reinado.
Menkheperreseneb Sumo
Sacerdote de Amón. Superintendente de los tesoros de oro y plata, jefe de los
supervisores de Artesanos es decir, sumo sacerdote de Ptah.
Enterrado
en la tumba TT 86 Hijo de la hermana de la enfermería del rey Nebetta. El orden
exacto y la relación de los dos Menkheperresenebs no está claro. El nombre de
Djeser Akhet aparece en TT86 y esto puede sugerir una fecha posterior
(aproximadamente año 44). La mención de determinadas áreas en Siria apuntan a
una posible fecha entre el año 33 y 44.
Sennefer - El más grande de Videntes
en Heliópolis (HP de Ra). Controlador de Artesanos (HP de Ptah).
Este Sumo Sacerdote
es conocido por la tumba de la familia de su hija Sherit-Re y su marido
Nebnakht sacerdote -HM de Heryshef - desde Sedment. Sherit-Re, Nebnakht y su
hijo Amenmose fueron enterrados en Sedment.
Ken - Alto sacerdote de Mut, Señora
de Isheru.
Ken fue
enterrado en la tumba TT59. Sus hermanos Kenamun y Wesy eran el capataz de los
trabajadores de oro y escultores y el supervisor del granero. Probablemente
también relacionado con el templo de Mut. Ken era el hijo de un supervisor del
granero y el ornamento real Tuiu. His wife was named Meryt. Su esposa se
llamaba Meryt.
Nebwawi - Sumo Sacerdote de Osiris
en Abydos. Su posición se prolongó hasta el final en la corregencia con
Amenhotep II. También se desempeñó como mayordomo del templo de Osiris y hm-sacerdote
de Heket.
Minmose (II): Primer Profeta de
Osiris. Hijo de Minmose I.
Posiblemente
durante la primera arte del reinado??
Ahmose, primer sacerdote lector de
Amón, Primer Profeta en Henqet-ankh
"Príncipe heredero y el conde, hombre de confianza del rey en la Cámara
del Consejo, Gran Offspring (del rey) en el Palacio, El más grande de sus
compañeros, Maestro del Secreto de la Gran Trono, Seal-portador del Rey del Bajo
Egipto (es decir, 'canciller'). Primer Lector Sacerdote de Amón, seguido
posteriormente por el segundo profeta de Amón-Ra en el gran templo de Karnak
(es decir, segundo sumo sacerdote), y el padre de Dios, amados de Dios (a
mediados de grado nivel de sacerdote). Sobre sus conos funerarios, Ahmose
también lleva el título de Primer Profeta en Henqet-ankh, es decir, sumo
sacerdote en el templo funerario del rey Tutmosis III Posiblemente "Niño
de la Guardería de la reina Meritamón" (esposa de Amenhotep I ,. c
1551-1524). Padre de Roy.
Puyemre, Segundo
Profeta de Amón (continuación del reinado de Hatshepsut)
Kaemheribsen, tercer
sacerdote de Amón, el tiempo de Tutmosis III - (?) Amenhotep II TT98
Mahu, segundo profeta de Amón.
Funcionarios del Ejército
Amenemhab llamado Mahu,
soldado del Ejército, teniente del Ejército. Amenemhab era un favorito de
Tutmosis III. Estaba casado con una enfermera real llamado Baki, y pasó a
servir bajo Amenhotep II. Él sirvió como oficial de la marina y se convirtió en
el comandante de un buque.
Amenemose, capitán de las tropas
bajo Thutmosis III y Amenhotep III. Enterrado en TT42.
Dedi, Jefe de las
tropas del Faraón, gobernador de los desiertos en el oeste de Tebas, Tutmosis
III Servido y Amenhotep II. Esposa: Tuy TT200.
Djehuty, general. Djehuty, Conocido
de ajuares (algunos artículos están en el museo de Leiden).
Horemheb, escriba de los reclutas,
sirvió bajo Tutmosis III - Amenhotep III (servicio de largo!) Tutor de la
princesa Amenmipet. Jefe de la caballería. Casado con Atuia TT78.
Pehsukher llamado Tjenenu,
abanderado del faraón, Tutmosis III sirvió bajo - Amenhotep II. Nombrado
Pehsukher, en una estatua. Portador del Señor de las Dos Tierras (TT88) Esposa:
Neit (Jefe Royal enfermera, institutriz del dios); Hijos: Amenhotep y
Amenmose.
Thutiy, General del
Ejército.
Tjanuny,
comandante de los soldados, Jefe de Reclutas, escriba que registra las campañas
militares de Tutmosis III.Se convirtió en director de la administración de
Palacio bajo Thutmosis IV. Enterrado en TT74
LA CONSOLIDACIÓN DEL IMPERIO EGIPCIO
EL Nilo
pacífico y poco militar de Hatshepsut, estaba cayendo temprano en la carrera
imperial de Egipto en Asia, fue seguida por consecuencias graves. No habiendo
visto un ejército egipcio desde hace muchos años, las dinastías sirias crecieron
continuamente más inquietas. El rey de Kadesh, una vez que, probablemente, el
soberano de toda Siria y Palestina, había movido a todos los reyes de ciudades
del norte de Palestina y Siria a aceptar su liderazgo en una gran coalición, en
el que por fin se sintieron lo suficientemente fuertes como para comenzar una
revuelta abierta. "He aquí que desde
Yeraza (en el norte de Judea) a los pantanos de la tierra (es decir, el
Eufrates superior), que había comenzado a rebelarse contra su majestad".
En estas palabras en los anales de registro de Tutmosis III sobre la situación
asiática. Sólo el sur de Palestina estaba poco dispuesto a tomar las armas
contra el faraón, su gente había sido testigo del largo asedio de Sharuhen a
manos de Ahmose y eran muy conscientes de lo que pudieran esperar, de asumir
irreflexivamente la ofensiva contra Egipto. No sólo eran "todos los países
aliados de Zahi" (Siria) en rebelión abierta contra el faraón, pero
también es evidente que el poderoso reino de Mitanni, al este del Éufrates,
había hecho todo en su poder para apoyar la rebellion. Era natural que Mitanni
debía ver con desconfianza la presencia de un nuevo imperio en sus fronteras
occidentales; y su rey se esforzó al máximo para rehabilitar el otrora gran
reino de Kadesh, como un amortiguador entre él y Egipto. Los ejércitos de los
principios de Oriente, al menos las de Egipto, no eran grandes, y no es
probable que ningún Faraón jamás invadió Asia con más de veinticinco o treinta
mil hombres, mientras que menos de veinte mil probablemente está más cerca de
la cifra habitual. A finales de su vigésimo segundo año encontramos a Tutmosis
con su ejército listo para salir al campo. Marchó de Tharu, el predecesor de
Kantara moderna, la última ciudad egipcia en la frontera de Delta-noreste,
sobre el 19 de abril 1479 antes de Cristo. Nueve días tardó el primer ejército en llegar, ya que en esa
llanura histórica, que, como Armageddon, se ha convertido en el campo de
batalla proverbial de las edades de Tutmosis III a Lord Allenby, De hecho, el
paso a través de la cual fue Tutmosis era el mismo que el a través del cual
Allenby lanzó su caballería a las posiciones en la parte trasera de los que
huían los turcos en 1918. Tutmosis detuvo sin oposición en el sur de Meguido",
en la orilla del arroyo Kina". Es imposible determinar la posición exacta
de los asiáticos, pero cuando las escaramuzas en las montañas tuvieron lugar su
ala sur estaba en Taanac, sin duda, en la expectativa de que Tutmosis cruzaría
la montaña por el camino de Taanach. A última hora de la tarde del mismo día
(el 14), o durante la noche que siguió, Tutmosis se aprovechó de la posición de
su enemigo en el este y el sur-este de su propia fuerza para sacar su línea
alrededor de la parte oeste de Meguido y audazmente lanzó a cabo su ala
izquierda en el norte-oeste de la ciudad. Quedaba por lo tanto asegurada, en
caso de necesidad, una línea segura y fácil de retirada hacia el oeste a lo
largo de la carretera Zefti, mientras que al mismo tiempo su extrema izquierda
podría cortar al enemigo de vuelo hacia el norte.
Para
proteger su fortaleza los asiáticos se situaron entre las fuerzas egipcias y la
ciudad. Temprano a la mañana siguiente (15 de mayo) Tutmosis sacó a su ejército
en orden de batalla. En un carro brillante de electrum tomó su posición con el
centro, mientras su ala derecha el ala sur descansaba sobre una colina al sur
del arroyo de Kina. Él atacó inmediatamente, llevando el inicio al frente de su
ejército. El enemigo dio paso a la primera carga. Los Anales de Thutmose
muestran evidente satisfacción por el regreso humillante de los asiáticos:
"volaron de cabeza a Meguido con el
miedo metido en su cuerpo, el abandono de sus caballos y sus carros de oro y
plata, y el pueblo los izados, tirando de ellos hacía la ciudad. Ahora bien, si
sólo el ejército de su majestad no hubiera dado su corazón a saquear las cosas
del enemigo habrían capturado Meguido, en este momento, cuando el rey miserable
y vencido de Kadesh y el rey miserable vencido de esta ciudad (Meguido) fueron
izados a toda prisa para ponerlas en esta ciudad". La disciplina del
ejército egipcio no pudo resistir el despojo de los ejércitos combinados de
Siria. "Luego fueron capturados sus caballos, sus carros de oro y plata se
hicieron botín.... Sus campeones yacían extendidos como peces en el terreno. El
victorioso ejército de su majestad dio la vuelta a contar el botín, sus
porciones. He aquí, que no fue capturado la tienda de ese enemigo vencido
horrible (el rey de Kadesh) en la que era su hijo.... Todo el ejército hizo
jubileo, dando alabanza a Amón por la victoria que había concedido a su hijo
(el Faraón... que trajeron el botín que habían tomado, que consiste en las
manos (separado de los muertos), los prisioneros viven, de caballos, carros, oro
y plata". Por tanto, es evidente que en la derrota desorganizada del
campamento del rey de Kadesh cayó en manos de los egipcios.
Sobre esto
Tutmosis dio órdenes para la derensa de la ciudad: rodeándola con un recinto
amurallado de la madera verde de todos sus árboles agradables. Su majestad el
mismo estaba sobre la fortificación al este de la ciudad, inspecciónando de lo
que se hizo. Tutmosis cuenta después de su regreso a Egipto diciendo: "Amon dio a mí todos los países aliados de
Zahi encerrados en una ciudad.... Yo les atrapó en una ciudad, he construido a
su alrededor con una muralla de pared gruesa". Llamaron a esta pared
de la inversión: "Tutmosis es el
Engañador de los asiáticos", según la costumbre bajo el Imperio de
nombrar cada edificio real después de que el rey. A medida que el asedio
continuó, las dinastías que tuvieron la suerte de no estar encerradas en la
ciudad se apresuraron a hacer las paces con el indignado Faraón: "Los asiáticos de todos los países venían con
la cabeza inclinada, haciendo una reverencia a la fama de su majestad".
El rey de
Kadesh no estaba entre los prisioneros se había escapado antes de la
finalización de la guerra. Para compensar el fracaso en la captura de este
peligroso enemigo, los egipcios aseguraron su familia como rehenes por Tutmosis
dice: "He aquí, mi majestad llevó
las esposas de los que uno vencido, junto con sus hijos, y las esposas de los
jefes que estaban allí, junto con sus hijos". El catálogo de los
despojos que se encuentran en la ciudad caída, como se da en los Anales de
Thutmose, es una sorprendente revelación de la riqueza y el esplendor de la
Siria contemporánea. Novecientos veinte y cuatro carros, incluidos los de los
reyes de Kadesh y Meguido, dos mil doscientos treinta y ocho caballos,
doscientos trajes de armadura, la magnífica tienda del rey de Kadesh, el
magnífico mobiliario doméstico del mismo rey, y entre ella su cetro real, una
estatua de plata, tal vez de su dios, y una estatua de ébano de sí mismo,
forjado con oro y lapislázuli, además de inmensas cantidades de oro y plata
fueron tomadas de la ciudad.
Con el fin
de evitar otro avance hacia el sur del rey todavía invicto de Kadesh y el mando
de la carretera importante hacia el norte entre las Lebanons celebrar, Tutmosis
empujó hacia el norte y construyó una fortaleza en este punto, que él llamó
"Tutmosis-es-el-Binder-
de-los-bárbaros". Ahora comenzó la reorganización del territorio
conquistado, suplantando las viejas dinastías repugnantes con otras que se
podrían esperar para mostrar lealtad a Egipto. A estos nuevos gobernantes se
les permitió gobernar tanto como quisieran, aunque sólo enviaron regularmente y
sin demora en el homenaje anual a Egipto. Para mantener sus obligaciones
Tutmosis llevó con él a Egipto sus hijos mayores, a los que colocó en un cuarto
especial o edificio llamado "Castillo
en Tebas". Aquí fueron educados y así tratar como para engendrar
sentimientos de amistad hacia Egipto. Posteriormente, cada vez que un rey de
una de las ciudades sirias murió "su
majestad causaría a su hijo a reposar en su lugar". Tutmosis ahora
controla toda Palestina por el norte hasta el extremo sur del Líbano, y más
tierra adentro también Damasco. En la medida en que se habían rebelado, se
despojó de todas las ciudades de su riqueza, y regresó a Egipto con
cuatrocientos veintiséis libras de oro y plata en anillos comerciales o forjado
en magníficos vasos y otros objetos de arte, además de cantidades incalculables
de propiedad de menor valor y los despojos de Meguido ya mencionados.
En menos de
seis meses, es decir, dentro de los límites de la estación seca en Palestina,
se había marchado de Tharu, ganó una victoria arrolladora en Meguido, capturó
la ciudad después de una intervención larga y ardua, marcharon hacia el Líbano
y tomado tres ciudades allí, construida y guarnecida una fortaleza permanente
cerca de ellos, se inició la reorganización del gobierno en el norte de
Palestina y completado el viaje de regreso a Tebas, donde llegó a principios de
octubre.¿Con qué dificultades tal logro fue acosado podemos aprender no sólo de
la campaña de Napoleón de Egipto sobre la misma ruta en contra de Acre, que está
casi exactamente tan lejos de Egipto como Meguido, pero también siguiendo la brillante
campaña de Lord Allenby contra los turcos a través del mismo país. Podemos
entonces entender por qué Tutmosis inmediatamente celebró tres "Fiestas de la Victoria" en su
capital. Estas fiestas se hicieron permanentes, y dotadas con un ingreso anual
de ofrendas abundantes. En la fiesta de Opet, la cual fue la mayor fiesta anual
de Amón duró once días, se presentó al dios de las tres ciudades que él había
capturado en el Líbano, además de una rica variedad de magníficos vasos de oro,
plata y piedras preciosas de los despojos prodigiosos de Retenu. Con el fin de
proporcionar ingresos para mantener el templo en el plan suntuoso así
proyectado, dio a Amon no sólo los dichos tres pueblos, sino también extensas
tierras en el Alto y el Bajo Egipto, y les suministra con abundantes rebaños y
con los ejércitos de siervos tomados de entre los sus prisioneros asiáticos.
Así se estableció el fundamento de esa inmensa fortuna de Amón, que ahora
comenzó a crecer fuera de toda proporción con el aumento de la riqueza de otros
templos. Sin embargo, si podemos juzgar por el pequeño templo de Ptah por el
gran santuario de Karnak que Tutmosis también reconstruyó en su regreso de su
campaña, es probable que mostró como generosidad para él dos más antiguos
santuarios en Heliópolis y Menfis, de los cuales el primero era todavía en un
sentido tradicional del templo del Estado-dios, en que Amon mucho tiempo se
había identificado con el dios Sol de Heliópolis.
THUTMOSE'S CAMPAIGNSCAMPAÑAS DE Tutmosis
El Poder
egipcio en Asia durante la inactividad militar del reinado de Hatshepsut había
sido sacudida tan a fondo que Tutmosis III estaba lejos de estar listo, como
resultado de la primera campaña, para marchar inmediatamente después de Kadesh,
su enemigo más peligroso. Por otra parte, deseaba adecuadamente para organizar
y representar perfectamente asegurar los estados que ya están en el poder de
Egipto. En el vigésimo cuarto año, por lo tanto, en su segunda campaña, marchó
en una amplia curva a través del territorio conquistado en el norte de
Palestina y el sur de Siria, mientras que las dinastías llegaron a pagar su
tributo y rendirle homenaje en todos los lugares del circuito de su majestad
donde se plantó la tienda de campaña. La noticia de su gran victoria del año
antes tenía en ese momento llegó a Asiria, hasta entonces un pequeño poder
mucho más sobre el Tigris superior. Su rey desea naturalmente estar en buenos
términos con el gran imperio del oeste, y los regalos de piedra costosa,
principalmente lapislázuli de Babilonia, y los caballos que envió a Tutmosis,
que le llegó mientras estaba en esta campaña, fueron, como de costumbre,
interpretados por los egipcios como tributo. Con toda probabilidad no hay
batallas que se libraron en esta expedición.
El regreso
de Tutmosis a Tebas, en octubre, le dio oportunidad de planificar la ampliación
del templo de Karnak, para adaptarse a las necesidades del imperio con la que
soñaba. Como el extremo oeste, el frente real del templo, se vio empañado por
los obeliscos de Hatshepsut, pasando la sala desmantelada de su padre, fue
incapaz o no está dispuesto a construir alrededor de los obeliscos de su padre,
que estaban delante de la entrada oeste del templo, Tutmosis III construyó sus
imponentes salas con columnas en el otro, o al extremo este del templo, donde
se forma hoy una de las grandes bellezas arquitectónicas de Tebas. La mayor
sala es casi ciento cuarenta pies de largo y se encuentra transversalmente a
través del eje del templo. Detrás de ella está el santuario o santo de los
santos, mientras agrupada de ello son alrededor de medio centenar de salas y cámaras.
Entre ellos, en el lado sur, había una sala para el servicio funerario de sus
antepasados. En la cámara a la que esta sala llevó mandó para registrar los
nombres de sus padres, para aumentar su ofrenda y para modelar estatuas de
todos estos sus cuerpos. Estos nombres forman una extensa carta que fue
eliminada y ahora está en la Bibliothèque Nationale de París. Aunque muchas de
las estatuas de sus padres han desaparecido, algunas han sido descubiertas en
el atrio sur del templo, donde habían sido ocultadas por la seguridad
presumiblemente en tiempos de guerra.
Cuando
Tutmosis regresó de su tercera campaña, principalmente una expedición de
organización, su edificio en Karnak fue suficientemente avanzado para grabar en
las paredes de una de las cámaras las plantas y animales de Asia, que había
encontrado en su marcha y llevado a casa con él para embellecer el jardín del
templo de Amon, el lago sagrado de los cuales se suministra con una cofia de
mampostería. No hay registros de la cuarta campaña que hayan sobrevivido, pero
el curso de sus operaciones posteriores eran tales que no debe haber sido
confinado como los demás al territorio ya recuperado, es decir la mitad sur del
futuro imperio asiático.
Ahora se había
vuelto evidente que Tutmosis no podía marchar hacia el norte entre las Lebanons
y operar en contra de Kadesh, cuando salía de su flanco izquierdo expuesto a
las ciudades fenicias insumisas de la costa. Era igualmente imposible tomar
Naharin y Mitanni sin antes destruir Kadesh, que dominó el valle del Orontes. Por
lo tanto, organizó una flota que le permitiría un ejército en la costa siria o
fenicia norte. Concibió que él sería capaz de utilizar la costa como base de
operaciones contra Kadesh y el interior y esto esto una vez eliminados, se
podría volver a empujar desde la costa contra Mitanni y toda la región de Naharin.
Un estratega moderno podría haber concebido una serie de operaciones más
adecuada a las condiciones, ni han subido sobre su puesta en ejecución con más
energía indomable de Tutmosis muestra ahora. En el año veintinueve, en su
quinta campaña, se trasladó por primera vez contra las ciudades de la costa
norte, los reinos comerciales ricos de Fenicia. El nombre de la primera ciudad
que Tutmosis tomó por desgracia se perdió, pero fue en la costa opuesta Tunip,
y debe haber sido un lugar de gran importancia, pues le trajo rico botín y no
había en la ciudad un templo de Amon, erigida por uno de los predecesores de
Tutmosis III (ya sea Tutmosis I o posiblemente Amenhotep I). Tunip fuerzas enviadas
desde el interior para reforzar la guarnición de esta ciudad desconocida, la
caída de lo que implicaría la captura final de Tunip también. Tutmosis ahora se
apoderó de la flota de la ciudad, y fue capaz de mover rápidamente a su
ejército hacia el sur en contra de la poderosa ciudad de Arvad. Un asedio corto
obligando al Faraón que taló los bosques alrededor de la ciudad, como en
Meguido, suficientes para llevar el lugar a un acuerdo, y con su entrega una
gran cantidad de la riqueza de Fenicia que cayó en manos de los egipcios.
Además de esto, estando ya en el otoño, los jardines y las arboledas "se
saciaron de las frutas, los vinos se encontraron dejados en sus prensas como
los flujos de agua, su programa en las laderas (terrazas). El ejército se vió desbordado".
Bajo estas circunstancias, era inútil para Tutmosis intentar mantener la
disciplina, y durante los primeros días después de la rendición, "he aquí el ejército de su majestad estaba
borracho y ungido con aceite todos los días como en una fiesta en Egipto".
Las dinastías a lo largo de la costa ahora vinieron con su tributo y sumisión
ofreciendo así a Tutmosis el haber ganado una posición segura en la costa
norte, de fácil acceso por las aguas de Egipto, y la formación de una base
admirable para las operaciones de tierra adentro como él había previsto. A
continuación, regresó a Egipto, posiblemente no por primera vez, por el agua.
Le había
costado cinco expediciones ganar el sur y la costa, la sexta campaña fue
finalmente dirigida contra Kadesh, su enemigo invulnerable. En los treinta años
del cierre de las lluvias de primavera encontró Tutmosis donde desembarcar su
ejército de la flota en Simyra, por boca de la Eleuterio, por el valle de la que
inmediatamente marchó sobre Kadesh. La ciudad estaba en el lado oeste del río
Orontes en el extremo norte del valle alto entre los dos Lebanons. Un pequeño
afluente del Orontes se unia a la corriente más grande del oeste, justo por
debajo de la ciudad, por lo que yacía en un punto de la tierra entre los dos. Un
canal fue cortado a través de la lengua de tierra por encima de la ciudad,
conectando así las dos corrientes y enteramente rodeaba el lugar por el agua.
Dentro de los bancos de los ríos un foso interior que rodea los altos muros
reforzado las defensas naturales de agua, de modo que, a pesar de su ubicación
en una llanura perfectamente horizontal, que era un lugar de gran fuerza, y,
probablemente, la fortaleza más formidable en Siria. En su relación con el país
que rodea también el lugar fue elegido con habilidad para, además de comandante
del valle de Orontes, también dominó el único camino hacia el interior desde la
costa por una larga distancia tanto al norte como al sur. Este fue el camino
por el valle Eleuterio, a lo largo de la cual hemos seguido a Tutmosis. La
captura de un lugar tal por asedio fue un logro de no poca dificultad, y de
hecho el asedio continuó el tiempo suficiente para animar a las ciudades de la
costa con la esperanza de que Tutmosis había sufrido. A pesar del castigo
infligido a Arvad el año anterior, el puerto de la ciudad opulenta no pudo
resistirse a un intento de librarse de la obligación anual al Faraón. Tan
pronto como cayó Kadesh, sin embargo, Tutmosis regresó rápidamente a Simyra,
embarcó a su ejército en su flota que le estaba esperando y navegó a Arvad a infligir retribución rápida.
Esta
revuelta mostró a Tutmosis de que debe consagrar otra campaña para el
sometimiento a fondo de la costa antes de que pudiera empujar con seguridad
hacia el interior más allá del valle del Orontes en el avance planeado de largo
en Naharin. Por lo tanto, pasó el verano del año treinta y uno, preparando la
campaña septima, en apagar completamente las brasas de la revuelta en las
ciudades de la costa. Rodeó la costa con sus flotas, haciendo gala de su fuerza
y organización a fondo de la administración de las ciudades. En particular, se
encargó de que cada puerto-ciudad debía suministrar generosamente con
disposiciones para su próxima campaña en Naharin. A su regreso a Egipto se
encontró con los enviados desde el extremo sur, probablemente el este de Nubia,
con su tributo al Faraón, lo que demuestra que mantenía una política agresiva
en el lejano sur, mientras que al mismo tiempo de modo activo en el norte.
CAMPAÑA CONTRA Mitanni
No fue
hasta la primavera del año treinta y tres que Tutmosis fue capaz de aterrizar
sus tropas en el puerto de Simyra, en su octava campaña. Por segunda vez, marchó
hacia el interior, esta vez con el país Eufrates como su objetivo. Continuando
la marcha hacia el norte hasta el Orontes se enfrentaron en una batalla en la
ciudad de Senzar, donde probablemente cruzó y abandonó el Orontes. Ahora entró
Naharin y, marchando rápidamente, no encontró ninguna fuerza seria para enfrentarse
a él hasta que él había llegado a la "Altura de Wan, en el oeste de
Alepo", donde se libró una batalla considerable. Aleppo debe haber caído,
por el Faraón de lo contrario no podría haber llevado sin demora, como
evidentemente lo hizo. "He aquí su
majestad fue al norte, la captura de los pueblos y por la que se pierde los
asentamientos de ese enemigo de miserable Naharin", que era, por
supuesto, el rey de Mitanni.
Tropas
Egipcias saquearon el valle de Eufrates, una licencia que no habían
disfrutado desde la época de sus padres bajo Tutmosis I, unos cincuenta años
antes. Una batalla victoriosa en Carquemis, al fin permitió a Tutmosis a hacer
lo que él había estado luchando diez años para alcanzar, por ahora cruzó el
Éufrates en Mitanni y estableció su frontera en el lado este. Sin invernada en
Naharin sin embargo, era imposible que Tutmosis avanzara más lejos, y él era
demasiado sabio para arriesgar a exponer al invierno del norte inclemente los
veteranos de tantas campañas. Por lo tanto, regresó sin ser molestados a la
costa oeste, donde al parecer se encontró con la tableta de su padre, Tutmosis
I, y con la mayor satisfacción creó otro de su propio lado.
Sus tropas
ya habían cosechado los campos del valle del Éufrates, y ahora era tarde en la
temporada. Antes de su regreso, sin embargo, una empresa seria todavía le
esperaba. La ciudad de Niy, en algún lugar en la región entre Aleppo y el
Éufrates, era todavía invicta y toda su obra en Naharin podría deshacer este
lugar se dejó indemne. En la medida en que sabemos, la captura de Niy era una
empresa que se podía lograr rápidamente. Tutmosis estaba entonces en libertad
para relajarse y nos enteramos de que él organizó una gran cacería de elefantes
en la región de Niy, donde estos animales han estado extintos por edades. Él y
su grupo atacó al rebaño de Siria al norte de ciento veinte animales. En el
transcurso de la cacería del rey, habiendo llegado a cuerpo con una gran
bestia, era en cierto peligro cuando su general, Amenemhab, corrieron entre y
le cortó la trompa del animal, desviando así el animal enfurecido en el momento
crítico. Todo el oeste de Asia ahora observaba con aprensión la expansión del
poder del faraón. Los príncipes y dinastas locales de Naharin aparecieron en su
campo y trajeron en su homenaje como muestra de su presentación. Incluso lejos
de Babilonia ahora estaba ansioso por asegurar la buena voluntad del Faraón, y
su rey le envió regalos forjados de lapislázuli. Pero lo que era aún más
importante, las personas poderosas de la Kheta, cuyo dominio se extendía lejos
hacia las regiones desconocidas de Asia Menor, le enviaron un regalo rico. Como
él estaba en marcha desde Naharin para llegar a la costa de nuevo los enviados
del rey de Gran Kheta le salieron al encuentro. Llevaban ocho anillos
comerciales masivos de plata, con un peso de casi noventa y ocho libras, además
de alguna piedra preciosa desconocida y madera preciosa. En Gran Kheta debemos
reconocer el imperio hitita, surgiendo de este modo, por primera vez, hasta
donde nosotros sabemos, en el escenario de la historia oriental.
A la
llegada de Tutmosis en la costa, él puso a los jefes del Líbano la obligación
anual para mantener los puertos fenicios que suministran con la disposición
necesaria para sus campañas. Desde cualquier punto de esta línea de puertos se
podía llegar en barco desde Egipto en pocos días, él fue capaz de golpear el
interior sin demora y llevar a los delincuentes a una explicación inmediata. Su
fuerza marítima, la primera que podemos discernir en la historia, fue tal que
el rey de Alashiya (? Chipre) se convirtió prácticamente en un vasallo de
Egipto. Por otra parte, la flota del Faraón lo hizo tan temido en las islas del
norte de que era capaz de ejercer un control suelto sobre el Mediterráneo
oriental, en cuanto a las islas del Egeo. Por lo tanto, su general, Thutiy,
incluye "las islas en el medio del mar", es decir, las islas del
Egeo, como dentro de su jurisdicción como "gobernador de los países del
norte". La supremacía marítima de Egipto en el siglo XV antes de Cristo
era por lo tanto una anticipación evidente del poder marítimo de los Ptolomeos
en la era griega.
EL IMPERIO DE Tutmosis III
Esta
expansión del poder egipcio en el norte y noroeste se equilibra con la
agresividad similar en el sur y suroeste. De las expediciones al Punt Thutmose,
aparentemente trajo algo más que simplemente el poder mercantil, de vuelta los
cargamentos ricos y variados habituales de marfil, ébano, pantera pieles, oro,
y más de doscientos veintitrés fanegas de mirra, además de esclavos y esclavas,
y mucho ganado. En algún momento durante estas guerras Tutmosis también ganó la
posesión de toda la región-oasis en el oeste de Egipto. Así, los oasis se
convirtieron en territorio faraónico y se colocaron bajo el gobierno de Intef,
heraldo de Tutmosis, que era descendiente de la antigua línea de señores de
Thinis -Abydos, donde se llegó a más fácilmente el Gran Oasis. La región sigue
siendo un oasis appanage de los señores de Thinis y se hizo famoso por sus
excelentes vinos.
Los reyes
de Asia occidental, a quien los padres de Thutmose habían sido capaces de
derrotar por separado y de forma sucesiva, se habían visto obligados a cumplir
unidos; y en contra de los recursos militares combinados de Siria y el norte de
Palestina bajo su antaño soberano Hycsos de Kadesh, que había forzado su camino
a través del norte. Él podría permitirse cierta satisfacción en la
contemplación de lo que había logrado en diez años de campaña en Asia. Casi
habían transcurrido treinta y tres años desde el día en que Amon le llamó al
trono. Ya en su trigésimo aniversario de su arquitecto, Puemre, había erigido
los obeliscos de jubileo de Tebas; pero a su regreso de la gran campaña de la
fecha para la segunda celebración jubilar habitual se acercaba. Un par de
enormes obeliscos, que habían estado en preparación para el evento, se
erigieron en el templo de Karnak y uno de ellos llevaba las orgullosas
palabras, "Thutmose, que cruzaron la
gran curva del Naharin [Éufrates] con poder y con la victoria en la cabeza de
su ejército". El otro obelisco de este par ha perecido, pero éste
ahora se sitúa en Constantinopla. De hecho, de los obeliscos del gran rey en
Egipto, todos cuentan con perecido o se ha eliminado, por lo que ni uno solo
sigue en pie en la tierra que él gobernó tan poderosamente, mientras que el
mundo moderno posee una línea de ellos llegando desde Constantinopla, a través
de Roma y Londres a Nueva York. Los dos últimos, que conmemoran su cuarto
jubileo-celebración, ahora se levantan en las costas opuestas del Atlántico, en
el Paseo del Támesis y en el Central Park, ya que una vez estuvo a ambos lados
de la aproximación a la Sun-templo en Heliópolis.
Estos ejes
señoriales no eran los únicos recuerdos de los logros de Thutmose. En las
paredes del templo de Karnak se
registraron largos anales de sus victorias en Asia, extensas listas de los
despojos que había tomado, con espléndidos relieves que describen a la parte
rica que cayó a Amon, una lista de ciento diez y nueve ciudades que capturó en
sus primeras campañas, mientras que a partir de sus recientes éxitos en el
norte las mismas paredes llevaban un registro de no menos de doscientos
cuarenta y ocho ciudades que se habían presentado a él. Desafortunadamente
estos registros no son más que fragmentos de los-registros estatales, hechos
por los sacerdotes que deseaban explicar el origen de los regalos recibidos por
el templo, y para mostrar cómo Tutmosis fue devolviendo su deuda con Amon por
las muchas victorias que el dios favorecimiento les había otorgado él. De ahí
que no son más que escasas fuentes desde las que reconstruyen las campañas de
la primera gran estratega de los cuales sabemos nada de la historia.
Pero los
tebanos no se limitaban a los monumentos de Karnak por la evidencia de la
grandeza de su rey. En los jardines del templo de Amón, como hemos visto,
crecieron las extrañas plantas de Siria, mientras que los animales asiáticos
desconocidos para el cazador del valle del Nilo vagaban entre los árboles
igualmente desconocidos. Enviados desde el norte y el sur fueron apareciendo
constantemente en la corte. Galeras levantinas, como en el alto Nilo nunca
habían visto antes, deleitó a los ojos de los curiosos en los muelles de Tebas
y a partir de estos desembarcos cargas de suntuosas de las mejores telas de
Fenicia, vasos de oro y plata de la magnífica mano de obra de la mano de la
astucia del artífice de Tiro o los talleres de lejana Asia Menor, Chipre, Creta
y las islas del Egeo exquisito mobiliario de marfil tallado, ébano
delicadamente labrado, carros montados con oro y electro, e implementos de
bronce de la guerra, además de estos, finos caballos de los establos del Faraón
y cantidades incalculables de lo mejor que los campos, jardines, viñedos,
huertos y pastos de Asia producen. Bajo fuerte custodia surgido de estas naves,
también, el tributo anual de oro y plata en anillos grandes comerciales,
algunas de las cuales pesaban tanto hasta doce libras cada uno, mientras que
otros con fines de comercio todos los días eran de un peso. Serpenteando a
través de las calles abarrotadas de la multitud de Tebas preguntándose, los
extraños tongued asiáticos en larga procesión llevaban su tributo a la
tesorería del faraón. Fueron recibidos por el visir, Rekhmire, y cuando se
presentó inusualmente este rico homenaje, les condujeron a la presencia de
Tutmosis, donde, entronizado en esplendor, el Faraón les examinó y elogió el
visir y sus funcionarios por su celo en su nombre. Fueron escenas como esta que
el visir y los funcionarios del tesoro amaban a perpetuar en pinturas hermosas
en las paredes de sus tumbas, donde todavía se conservan en Tebas. La cantidad
de riqueza que de este modo llegó a Egipto desde Asia y Nubia debe haber sido
enorme para aquellos tiempos, y en una ocasión el tesoro era capaz de sopesar
algunas ocho mil novecientos cuarenta y tres libras de aleación de oro y plata.
Lugares
similares desvían las multitudes de los Tebas vez provinciales cuando todos los
años, hacia el final de septiembre o las arcillas iniciales de octubre, de
guerra galeras de Thutmose amarrado en el puerto de la ciudad. Pero en este
momento no sólo la riqueza de Asia fue descargado de los barcos, los propios
asiáticos, obligados uno a otro en largas filas, se llevaban bajo de las
pandillas-tablones para comenzar una vida de trabajo esclavo para el Faraón.
Vestían largas barbas enmarañadas, una abominación para los egipcios su cabello
caía en misas negras pesadas sobre sus hombros, y estaban vestidos con telas de
lana de alegres colores, como el egipcio, impecable en su traje blanco de lino,
nunca pondría en su cuerpo. Sus brazos estaban maniatados detrás de ellos en
los codos o cruzados sobre la cabeza y atados juntos, o, de nuevo, se clavaban
en óvalos puntiagudos impares de la madera, que sirvieron como mano para las esposas..
Las mujeres llevaban a sus niños colgados en un pliegue del manto sobre sus
hombros. Con su extraño discurso y posturas groseras los pobres desgraciados
fueron objeto de burla y alegría por parte de la multitud, mientras que los
artistas de la época no podían abstenerse en caricaturizar a ellos. Muchos de
ellos encuentran su camino en las casas de los favoritos del Faraón, y sus
generales fueron generosamente recompensados con regalos de este tipo de
esclavos, pero se emplea el número más grande en las haciendas del templo, los
dominios del faraón, o en la construcción de sus grandes monumentos y
edificios, sobre todo el último, una costumbre que se mantuvo hasta Saladino con la construcción de la catedral de El Cairo
con la mano de obra de los caballeros cristianos por él capturados de las filas
de los cruzados. Más adelante veremos cómo transforman esta obra cautiva en Tebas.
Con la
próxima campaña pero seis meses distantes, el retorno del rey como cada otoño,
comenzó para él un invierno en Egipto, si no tan arduo, por lo menos tan
afanosamente ocupado como la temporada de campaña en Asia. Poco después de su
regreso en octubre, Tutmosis realizó una gira de inspección a través de Egipto,
cuestionando estrechamente las autoridades locales dondequiera que aterrizó,
con el propósito de suprimir la corrupción en la administración local durante
la recaudación de impuestos. En estos viajes, también, tuvo la oportunidad de
observar el progreso de los edificios del templo bien en constrcción,
restauración o adornando en más de treinta lugares diferentes de los que conocemos,
y muchos más que han perecido. Revivió el Delta, descuidado desde tiempos de
los Hycsos, y de allí a la tercera catarata sus edificios se elevaban, como
gemas ensartadas a lo largo del río. Volviendo a Tebas sus intereses estaban
muy abiertos y su poder se hizo sentir en todas las vías de administración. El
aumento de la riqueza del templo Amon exigió la reorganización de su gestión,
que el rey lleva a cabo personalmente, dando a los sacerdotes regulaciones
cuidadosas para la realización del templo del estado y su creciente fortuna.
Como fruto de un momento de respiro de las preocupaciones del Estado, que
incluso entregó a su jefe de artesanos en los talleres reales diseños esbozados
por su propia mano real para los recipientes que deseaba para el servicio del
templo. El propio Tutmosis estaba orgulloso de este logro que se representó en
un relieve a estos buques en las paredes del templo de Karnak mientras que en
la opinión del funcionario que recibió la comisión era un hecho tan notable que
tuvo la ejecución de estos buques por sus artífices que se muestran en los
cuadros de las paredes de su tumba-capilla. El gran estado-templo recibió otra
torre en el sur, y toda la masa de edificios de Karnak, con la arboleda
colindante y el jardín, se le dio la unidad por un muro de cerramiento, con la
que Tutmosis los rodeaba.
La
primavera de los treinta y cuatro encontró a Tutmosis de nuevo en Zahi en su
novena campaña; para el avance de la frontera asiática de Egipto hasta el
Éufrates fue, a la luz de la experiencia pasada, no un logro del que podría
esperar resultados duraderos. Algunas rebeliones, probablemente en la región
del Líbano, le obligaba a tomar tres ciudades en las que fue capturado
considerable botín. Este año, evidentemente, vio la extensión de su poder en el
sur también para él apresó el hijo del jefe de Irem, el vecino de Punt, como
rehén. Pero, por otra parte, ya era casi dos años desde que había visto Naharin
y en tan poco tiempo sus príncipes habían dejado de temer su poder. Formaron
una coalición poderosa y de largo alcance, con un príncipe a la cabeza, quien en
los Anales de Thutmose llaman ese maldito enemigo de Naharin, probablemente
significa el rey de Mitanni. La preparación de Tutmosis le permitió aparecer
rápidamente en los llanos de Naharin en la primavera del año treinta y cinco en
su décima campaña. Él se enfrentó a los aliados en la batalla en un lugar
llamado Araina, que no somos capaces de localizar con certeza, pero es probable
que en algún lugar del valle en el Bajo Orontes. "Entonces su majestad prevaleció contra estos bárbaros... huyeron
precipitadamente, cayendo uno sobre otro ante su majestad". La alianza
de las dinastías de Naharin estaba completamente destrozada y sus recursos para
la resistencia futura destruida o llevada por los egipcios victoriosos. Lejos
como eran estos príncipes sirios procedentes de Egipto, que habían aprendido la
longitud y la fuerza del brazo del Faraón, y fue siete años antes de que de
nuevo se rebelaran.
No sabemos
nada de el objetivo de las campañas de undécima y duodécima de Thutmose pero el
año treinta y ocho se encontraba de nuevo en la región sur del Líbano en su
campaña XIII, mientras que los beduinos turbulentos del sur de Palestina lo
obligó a marchar a través de su país el próximo año. A continuación, pasó el
resto de esta decimocuarta campaña en Siria, donde se convirtió más que un
viaje de inspección pero en los dos años que mantuvo a los puertos suministran
como antes, listo para cualquier emergencia. El tributo parece haber llegado en
forma regular durante los próximos dos años (cuarenta y cuarenta y uno), y de
nuevo el rey de Kheta envío grandes regalos, a Tutmosis.
CAMPAÑAS EN SIRIA NORTE
La supremacía
egipcia en Asia, sin embargo, no debía ser aceptada por los príncipes de Siria
sin un esfuerzo más desesperado para lograr la independencia. Incitado por Kades,
enemigo inveterado de Tutmosis, que volvieron a subir en un esfuerzo conjunto
final para quitarse de encima la fuerte mano de Faraón. Todo Naharin,
especialmente el rey de Tunip, y también algunas de las ciudades de la costa
del norte, habían sido inducidas a unirse a la alianza. El gran rey era ahora
un anciano, probablemente más de setenta años de edad, pero con su prontitud
acostumbrada apareció con su flota de la costa del norte de Siria, en la
primavera del año cuarenta y dos. Fue su última campaña. Al igual que su
primera fue dirigida contra su archienemigo, Kadesh. En lugar de acercarse al
lugar desde el sur, como antes, Tutmosis determinado, para aislarla de su apoyo
del norte capturando Tunip primero. Por lo tanto, acampó en algún punto entre
la desembocadura del Orontes y el Eleuterio, de donde marchó contra Tunip. Fue
detenido en Tunip hasta la estación de la cosecha, pero él capturó el lugar
después de una breve resistencia. Se realiza entonces la marcha hasta el
Orontes a Kadesh sin percance y pierde los pueblos de la región. El rey de
Kadesh contrató los egipcios en la batalla frente a la ciudad, y en el esfuerzo
por avanzar contra las tropas experimentados de Thutmose el rey sirio recurrió
a una estratagema. Envió una yegua en contra de los carros de Egipto, esperando
así excitar los sementales y producir confusión, o incluso una ruptura en la
línea de batalla de Egipto, de la que podría aprovechar. Pero el veterano general
Tutmosis, Amenemhab, saltó de su carro, espada en mano, persiguió a la yegua en
pie, ella arrancó y le cortó la cola, que llevaba en triunfo al rey. Después de
una breve inversión, la poderosa ciudad fue tomada por asalto. Los auxiliares
Naharin que ayudaban en la defensa cayeron en manos de Thutmose, y no fue hasta
necesario para él para marchar hacia el norte. Con la caída de Khades
desaparecido el último vestigio del poder Hicsos que una vez había dominado
Egipto, una catástrofe de tal grandiosidad que fue recordado por mucho tiempo.
Incluso la tradición de finales de los días griegos hizo Tutmosis III el
conquistador de la Hycsos. De hecho el nombre de Tutmosis convirtió en
proverbial en Asia, y cuando, cuatro generaciones después, sus sucesores no
lograron proteger a sus fieles vasallos en Naharin de las agresiones de la
Kheta, los infelices abandonados recordado gran nombre de Tutmosis, y escribió
patéticamente a Egipto: "¿Quién
antiguamente podía han saqueado Tunip sin ser saqueada por Manakhbiria
(Thutmosis III)?". Pero incluso ahora, a los setenta años o más, el
viejo guerrero indomable tenía los puertos equipados con el proveedor necesario
y no hay duda de que si hubiera sido necesario habría llevado a su ejército a
Siria de nuevo. Una vez más, recibió a los embajadores de los príncipes
tributarios en su tienda, y después de la última campaña otra vez regresó a
Egipto.
[2] Se conoce por "Períptero" al edificio que está rodeado de
columnas alineadas en cada uno de sus lados, conformando un peristilo (o
galería de columnas que rodea un recinto) exterior. Esta composición, muy usual
en la arquitectura griega clásica, al menos desde la época de la arquitectura
en madera del siglo VIII A.C., fue utilizada, aunque de forma excepcional, en
el Antiguo Egipto.
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