DINASTIA
XVIII
AMENHOTEP IV/AKENATON
Museo Nacional de Alejandría
Museo Nacional de Alejandría
Se inicia un nuevo capítulo, el 15º, en el que se pretende cubrir lo
que resta del Imperio Nuevo incluyendo, claro está, el controvertido Período
Amarna que, a pesar de su relativa corta vida, sigue siendo el período de la
Historia Antigua de Egipto que ha atraído más atención de egiptólogos,
arqueólogos, filólogos, antropólogos, teólogos e historiadores, y profanos en
general. Son muchos los profesionales que han dedicado, y dedican, su vida
profesional al estudio de Amarna y al faraón que la creó; al cisma religioso
que intentó imponer; a sus orígenes y a sus consecuencias, inmediatas y
futuras; a sus repercusiones e influencia en otras religiones.
Se puede pensar en el faraón Akenatón personaje principal del Período
Amarna como el crisol en el que se
depuran y purifican aquellas tendencias y posturas teológicas que la Dinastía
XVIII tan claramente venía ya arrastrando e imponiendo, pero de cuyo arraigo
real en la sociedad nada se sabe.
La figura de Akenatón es vilipendiada y denostada por unos, e
idealizada y encumbrada por otros, todo ello cuando la realidad sigue siendo
una: Que poco o casi nada se sabe de él y de su entorno. Lo que queda, pues,
son meras conjeturas viciadas.
EL GRAN HIMNO A ATÓN
“… Tú apareces hermoso por el horizonte del firmamento, ¡oh! Atón
vivo, que has dado inicio al vivir. Cuando te elevas sobre el horizonte
oriental, colmas de tu belleza todas las tierras. Tú eres bello, grande,
resplandeciente, excelso sobre cada pueblo; tus rayos circundan las tierras hasta
el límite de todo lo que tú has creado. […] Tú estás lejos, pero tus rayos
están en la tierra. […] Cuando marchas en paz al horizonte occidental, la
tierra queda en la oscuridad, como muerta. […]"
"Yace la tierra en silencio, su creador reposa en el horizonte.
Al alba tú reapareces por el horizonte, resplandeces como Atón durante el día.
La tierra entera se pone a trabajar. Cada animal disfruta de su pasto. Árboles
y arbustos reverdecen. […] Tú procuras que las mujeres sean fecundas, tú, que
haces viriles a los hombres, tú, que haces vivir al hijo en el seno de su
madre, que le calmas para que no llore, tú, nodriza de quien está aún en el
vientre. […] ¡Cuán numerosas son tus obras! Ellas son incognoscibles para el
rostro [de los hombres], tú, dios único fuera del cual nadie existe. Tú has
creado la tierra a tu albedrío, cuando estabas solo, con los hombres, el ganado
y los animales salvajes, y todo lo que está sobre la tierra–y camina sobre sus
pies–es todo lo que está en el cielo–y vuela sobre sus alas-."
"Y los países extranjeros, Siria, Nubia y la tierra de Egipto, tú
has colocado a cada hombre en su lugar, te has ocupado de sus necesidades. Cada
uno y su alimento, y está contada su duración en vida."
"Sus lenguas son distintas en palabras y su escritura también,
así como su piel. Has diferenciado a los pueblos extranjeros. […] Y todos los
países extranjeros y lejanos, tú haces que vivan también ellos. […] Tus rayos
alimentan todas las plantas, cuando tú brillas, ellas viven y prosperan por ti.
Tú haces las estaciones para que se desarrolle todo lo que creas…”
El Gran Himno a Atón constituye la mayor expresión mística del período
que nos atañe y se considera una obra magistral de la literatura religiosa. El
texto fue hallado en la tumba concebida para Ay en la necrópolis meridional de
Aketatón. Aunque se ha subrayado con frecuencia el sorprendente parecido con el
Salmo 104 de David, es oportuno recordar que el texto se ajusta perfectamente a
la antigua tradición religiosa de los himnos que los teólogos egipcios
dedicaban al sol. Este canto de amor y entusiasmo, el más vibrante que haya
legado la literatura del Antiguo Egipto constituye, asimismo, un magnífico
ejemplo de 'neoegipcio', el idioma hablado, con toda probabilidad, desde
finales del Imperio Medio, y considerado lengua 'oficial' precisamente desde el
período de Amarna.
INTRODUCCIÓN
Cuando Amenhotep III fallece, deja atrás un país tan rico y poderoso
como jamás lo había sido. El tratado con Mitani alcanzado por su padre, trajo
paz y estabilidad, y dio fruto a una cultura extraordinariamente exquisita. Un
alto porcentaje de los ingresos generados por el propio Egipto, y por el
comercio exterior, se empleó en proyectos de construcción a una escala sin
precedente; las inscripciones nos hablan de enormes cantidades de oro, plata,
bronce y piedras preciosas usadas en la decoración de los templos. La riqueza
de Egipto se veía simbolizada en el tamaño de sus monumentos; todo tenía que
ser mayor que lo anterior; desde los templos y palacios hasta los escarabeos;
desde las colosales figuras del faraón hasta los shabtis de su élite.
La paz también cambió la actitud del pueblo egipcio hacia sus vecinos
extranjeros, que ya no eran vistos, de entrada, como las hostiles fuerzas del
caos que rodeaba a Egipto, del mundo creado al principio de los tiempos. La
Corte de Amenhotep se había convertido en un centro de la diplomacia de
importancia internacional, y los amistosos contactos con los vecinos de Egipto
propiciaron la existencia de una atmósfera abierta a las culturas foráneas.
Durante la primera época de la dinastía, los inmigrantes habrían
introducido en Egipto sus dioses nativos y algunas de sus deidades habrían
llegado a asociarse con el soberano egipcio, especialmente en su aspecto
bélico, pero ahora los pueblos extranjeros eran vistos como parte de la
creación divina, protegidos y sustentados por el benevolente dominio del
Dios-Sol, Ra, y de su representante terrenal, el faraón.
LA RELIGIÓN DEL IMPERIO NUEVO
El Dios-Sol y el faraón yacían en el fondo del pensamiento teológico y
en la práctica cultual egipcia según éstos evolucionaban a lo largo de los
siglos. El curso diario del Dios-Sol, que a la vez era el dios creador
primigenio, garantizaba la existencia continuada de su creación. En el templo,
el viaje diario del Dios-Sol a través de los cielos se iniciaba simbólicamente
por medio de rituales e himnos, cuyo objeto principal consistía en mantener el
orden creado del Universo. El faraón jugaba un papel crucial en este ritual
diario; él era el oficiante principal, el Sacerdote-Sol, que poseía un
conocimiento íntimo de todos los aspectos del curso diario del Dios-Sol. Cada
amanecer era una repetición de “la primera ocasión”, la creación del mundo en
el Principio. El propio Ra emprendía un ciclo diario de muerte y de
renacimiento; cada puesta de sol entraba en el Submundo, donde era regenerado y
preparado para renacer en la mañana como Ra-Horakhty.
La Luz no podía existir sin la Sombra; sin Muerte, no podría haber
Regeneración ni Vida. Junto con el Dios-Sol, los muertos también renacían; se
unían a Ra en su viaje diario y acometían el mismo ciclo eterno de Muerte y
Resurrección. Osiris, el dios de los Muertos y del Submundo, con el que el
fallecido estaba tradicionalmente identificado, se veía cada vez más como un aspecto
de Ra, y lo mismo es aplicable para los otros dioses, pues, si el Dios-Sol era
el creador primigenio, entonces todos los demás dioses habrían emergido de él y
eran, por lo tanto, aspectos suyos. En este sentido, hay una tendencia hacia
una forma de monoteísmo inherente a la religión del Imperio Nuevo Egipto.
Hacia finales del reinado de Amenhotep III el culto de muchos dioses,
además de su deificado sí mismo, estaba solarizado e iba en aumento, pero a la
vez, el faraón parecía haber intentado equilibrar este desarrollo encargando un
gran número de estatuas de una multitud de deidades, y desarrollando, a la vez,
el culto a sus manifestaciones terrenales como animales sagrados. Sin embargo,
en los himnos de finales del reinado, al Dios-Sol se le sitúa alejado de los
otros dioses; él es el Dios Supremo que está solo, lejos en el cielo, mientras
los demás son parte de su creación, junto con los hombres y los animales. El
sucesor de Amenhotep iba pronto a encontrar una solución radicalmente diferente
al problema de Unidad y Pluralidad.
Aunque la sede del gobierno durante la mayor parte del Imperio Nuevo
estuvo en la capital del norte, Menfis, los soberanos de la Dinastía XVIII eran
oriundos de Tebas, y esta ciudad continuó siendo el centro de culto religioso
más importante del país. Su dios local, Amón (el oculto) se había asociado con
el Dios-Sol Ra, y como Amón-Ra, Rey de los Dioses, se le adoraba en todos los
templos más importantes de Egipto, incluido Menfis. El faraón era el hijo
carnal de Amón, nacido de la unión del dios con la reina madre, en un
matrimonio sagrado que se renovaba anualmente durante el Festival Opet en el
templo de Amón, en Luxor.
Durante las grandes procesiones que formaban parte de este importante
festival, al faraón se le aclamaba públicamente como la encarnación terrenal de
Amón; de esta forma, el faraón y el dios se veían ligados íntimamente en una
poderosa amalgama de lazos religiosos y políticos. Todo esto había hecho de
Amón-Ra el dios más importante del país, cuyo templo recibía una parte
substanciosa de la riqueza de Egipto, y cuyo sacerdocio había adquirido un
poder político y económico considerables. Esto, también pronto iba a cambiar
bajo el sucesor de Amenhotep III.
AMENHOTEP IV Y KARNAK
Pocas dudas pueden haber de que Amenhotep IV fuese coronado
oficialmente por Amón, de Tebas, ya que se le describe como “El que Amón ha
escogido (para gozar de gloria durante millones de años)” en algunos
escarabeos de principios de su reinado, pero esta referencia atribuida a Amón
no puede ocultar el hecho de que el nuevo rey estaba claramente dispuesto,
desde su ascensión, a hacer las cosas a su manera. Exactamente cuándo tuvo
lugar dicha ascensión es aún objeto de polémica; está claro que originalmente
no se contaba con que Amenhotep sucedería a su padre, ya que se sabe que había
un príncipe Tutmosis desde principios del reinado de Amenhotep III. A Amenhotep
IV se le menciona como el “verdadero hijo del faraón” en uno de los
muchos sellos de jarras de barro encontradas en el palacio de su padre en
Malkata, en su mayoría asociadas con tres festivales-sed (jubileos)
celebrados por Amenhotep III durante los siete últimos años de su reinado.
En cuanto al tema de una posible corregencia entre Amenhotep III y IV,
las opiniones están divididas; algunos eruditos han optado por ese período de
gobierno compartido, durante doce años; otros, lo más que han admitido es la
posibilidad de un corto período de solape de entre uno y dos años; mientras que
la mayoría lo rechaza por completo.
Amenhotep IV comenzó su reinado con un amplio programa de construcción en
Karnak; el propio centro del culto a Amón. Se desconoce la ubicación exacta de
estos templos, pero algunos, quizás todos, estaban situados al este del recinto
de Amón y orientados hacia el este; es decir, hacia la salida del Sol. Los
templos que empezó a construir aquí y allá no estaban, sin embargo, dedicados a
Amón sino a la nueva imagen del Dios-Sol cuyo nombre oficial era “El que
vive, Ra-Horus del horizonte, que se regocija en su identidad de Luz que está
en el disco solar”, larga fórmula que pronto aparecería encerrada en dos
cartuchos, al igual que los nombres de un faraón, y que con frecuencia iba
precedida, en las inscripciones reales, de las palabras “mi Padre vive”.
El nombre del dios podía a veces acortarse a “el disco solar
viviente” (o, utilizando la palabra egipcia, “el Atón”). La palabra
en sí no era nueva, se había utilizado anteriormente para referirse al cuerpo
celestial visible del Sol. Durante el reinado de Amenhotep III este aspecto del
Dios-Sol fue creciendo en importancia, especialmente en los últimos años de su
reinado. Durante los festivales-sed del faraón, su Yo deificado había
sido identificado con el Dios-Sol, y en varias inscripciones, más claramente en
una en el pilar posterior de una estatua recientemente descubierta, el faraón
se llama a sí mismo “el Deslumbrante Atón”.
Originalmente, esta nueva imagen del Dios-Sol se representaba en la
forma tradicional, como un hombre con cabeza de halcón coronada por un disco
solar, pero al principio del reinado de Amenhotep IV, esta iconografía se
abandonó a favor de una forma radicalmente nueva de representar a un dios; como
un disco con rayos terminados en manos que tocaban al faraón y a su familia, y
les ofrecían símbolos de vida y poder, a la vez que recibían sus ofrendas. Si
bien el Atón claramente goza de prioridad sobre los dioses restantes, aún no
los reemplaza totalmente. Si bien el Atón claramente goza de prioridad sobre
los dioses restantes, aún no los reemplaza totalmente.
Uno de los templos de Karnak está consagrado a un festival-sed,
un hecho poco común, ya que los faraones no solían celebrar su primer jubileo
antes del trigésimo año de su reinado. Desgraciadamente, se desconoce la fecha
exacta de este festival de Amenhotep IV, pero debe de haber tenido lugar dentro
de los primeros cinco años de su reinado y, posiblemente, alrededor del año 2 o
3; de haber sido así, puede que ocurriese a intervalos regulares de tres años
después del último festival-sed de Amenhotep III, que se había celebrado
no mucho antes de su muerte.
Esto proporcionaría otro argumento en contra de una supuesta
corregencia entre Amenhotep III y IV. El Atón, que está presente en todos y
cada uno de los episodios de los festivales de jubileo representados en los
muros del nuevo templo, es ahora, de forma evidente, idéntico al solarizado
difunto Amenhotep III, y el festival-sed celebrado por su hijo, es tanto
un festival para el Atón como para el nuevo faraón, aunque éste no sea, por
necesidad, el principal protagonista de los rituales. El Atón es el “padre
divino” que reina Egipto como corregente celestial de su encarnación
terrenal, su hijo. Que el jubileo de Karnak no estuviese considerado como el
primer festival-sed oficial de Amenhotep IV, lo demuestra una inscripción
posterior en la que un cortesano de Amarna incluye en sus oraciones funerarias
un deseo de ver al faraón “en su primer jubileo”, indicando claramente
que dicho festival aún no se había celebrado.
Otro rasgo extraordinario de los edificios de Karnak de Amenhotep IV es la
prominencia sin precedentes de la esposa del faraón, Nefertiti, en las
decoraciones de los templos y, por consiguiente, en los rituales que se
celebraban en ellos. Una construcción estaba dedicada en sus totalidad sólo a
ella, con total ausencia en los relieves de su real esposo. A Nefertiti se le
da un nuevo nombre, Neferneferuaten y, acompañada con frecuencia de su hija
mayor, Meritaten, ejecuta numerosos rituales que hasta entonces habían estado
reservados al faraón; entre ellos, el del mantenimiento del orden universal,
“Mostrando a Maat”, y el del dominio de los poderes del caos, “Castigando al
enemigo”.
En esta temprana etapa del reinado no era ya tanto la actuación de
Nefertiti como corregente de su esposo, como que la pareja real, juntos,
representan a los míticos gemelos de la religión tradicional, Shu y Tefnu, la
primera pareja de divinidades procedente del andrógeno dios creador, Atum. La
triada original compuesta por Atum, el padre primigenio, su hijo Shu y su hija
Tegnu, es reemplazada por una triada compuesta por Atón, como padre, y el
faraón y su esposa, como sus hijos vivos. La iconografía única de la pareja
regia representada en estatuas y relieves, reflejan la nueva interpretación de
su estatus divino.
AKENATÓN Y AMARNA
A principios de su quinto año de reinado, Amenhotep IV decidió cortar
todos los lazos con la capital religiosa tradicional de Egipto y su dios Amón,
y construir una ciudad totalmente nueva en tierra virgen, que se consagraría
exclusivamente al culto de El Atón y de sus hijos. Al mismo tiempo cambió su
nombre por el de Akenatón, que significa “el que de hecho actúa en nombre de
El Atón” o quizás “manifestación creativa de El Atón”. A la nueva
ciudad, conocida hoy como Amarna, se le llamó Aketatón, “Horizonte de El
Atón”, es decir, el lugar donde El Atón se manifiesta y donde actúa a
través de su Hijo, el faraón, que es “el Hijo perfecto de El Atón viviente”.
Aún se desconoce si existían motivos políticos, además de religiosos, para una
decisión tan drástica, si bien el faraón parece insinuar cierta oposición a sus
reformas religiosas en el decreto inscrito en una serie de “estelas
fronterizas” que delimitaban el territorio de Aketatón.
Oposición tuvo que haber existido, especialmente por parte del desposeído
sistema sacerdotal de los grandes templos de Amón en Tebas, y probablemente de
cualquier otra parte del país. Incluso antes de marchar a Aketatón, algunas de
las ganancias procedentes de los cultos ya establecidos habrían sido desviadas
hacia el culto de El Atón, y la situación debe de haberse deteriorado aún más
cuando el faraón dejó la ciudad del dios Amón para marchar a su nueva capital.
Antes de proceder al análisis de esta ciudad, sus habitantes y la
nueva religión “atonista”, según se practicaba en el lugar, habría que hacer un
breve resumen de los principales eventos políticos del reinado de Akenatón. Se
desconoce exactamente cuándo cambió su residencia a Aketatón, pero es probable
que tuviese lugar dentro del primero o segundo año de su fundación; los
juramentos prestados por el faraón en aquella ocasión en relación a los límites
del territorio de la ciudad, se renovaron en el año 8 de su reinado. Una vez
tomada la decisión de marchar, todas las actividades de construcción en Tebas
cesaron, aunque el nombre original del faraón se borró de las inscripciones y
fue sustituido por el nuevo.
Una vez que Akenatón estaba firmemente asentado en su nueva
residencia, tuvo lugar una nueva radicalización de sus reformas religiosas. En
el año 9, la fórmula oficial del nombre de El Atón se cambió a “el que vive,
Ra, soberano del horizonte que se regocija en su identidad de Ra, el Padre, que
ha vuelto como el Disco-Solar”. Aunque esta fórmula suprime el nombre del
dios Horus, que huele demasiado a conceptos tradicionales, pone incluso más
énfasis en la relación padre-hijo entre El Atón y el faraón.
Probablemente, a la vez que este nombre cambió, los dioses
tradicionales fueron prohibidos por completo, y se inició una campaña para
borrar sus nombres y esfinges – en especial las de Amón – de los monumentos,
tarea hercúlea que sólo pudo haberse consumado con la ayuda del ejército. Los
templos estatales tradicionales se cerraron, y el culto a sus dioses se
paralizó. Y, quizás lo más importante, los festivales religiosos con sus
procesiones y festividades, dejaron de celebrarse.
El papel del ejército durante el Período Amarna ha sido subestimado
desde hace tiempo; en parte porque a Akenatón se le tachaba de pacifista. Sin
embargo, más recientemente, se ha reconocido no sólo que el programa de reforma
política y religiosa del faraón nunca habría tenido éxito sin un respaldo
militar activo, sino también que Akenatón envió sus tropas al exterior para
aplastar una rebelión en Nubia en el año 12. Incluso se ha sugerido que pudo
haber estado involucrado en una confrontación con los Hititas quienes, durante
el reinado de Akenatón, habrían derrotado a los hurrianos del imperio de
Mitanni, aliado de Egipto, destruyendo así el equilibrio de poder que había
existido durante varias décadas, aunque el archivo diplomático de Aketatón –
las “Cartas de Amarna” - muestra que la actividad militar de Egipto en el norte
de Siria solía limitarse a acciones policiales, cuyo objetivo primordial
consistía en prevenir que los volátiles estados vasallos cambiasen de bando. Y
fue en el año 12 que tuvo lugar una gran ceremonia durante la que el faraón
recibió el tributo de “todos los países extranjeros unidos en uno”,
evento que bien pudo estar relacionado con la campaña nubia del mismo año.
Damas de la
Realeza. Arte y Arquitectura. Tumbas y Creencias Funerarias
En el período de Amarna (1.390-1.327 a.C) un
importante cambio de énfasis llevó a cabo en algunas creencias religiosas y el
estilo artístico. Esta estela de piedra caliza ilustra el cambio en ambas zonas
de la vida egipcia. El rey Amenofis IV (Akenatón, reinó 1.390-1.352 a.C), se
muestra en una pose relajada, que hubieran sido impensable en épocas
anteriores, con un mentón saliente y vientre; esta sentado debajo del disco de
Atón (el sol) cuyos rayos se extienden hasta el rey. Cada rayo termina en una
mano pequeña y simboliza la manera en que el sol las manos sus beneficios hasta
el rey.
Las nuevas creencias formulan en Tell el-Amarna y
llevó a cabo de manera limitada en otros lugares, destacado que Akenatón era la
única persona con acceso a Atón. Atón, Akenatón creía, era el Dios principal y
la fuente de toda la vida. Por lo tanto, sólo la familia real se muestra
siempre hacer ofrendas a Atón; particulares tuvieron que dirigir sus devociones
por el rey. Estelas, con imágenes del rey, se han encontrado en un número de
casas en Tell el-Amarna y probablemente habrían formado el centro de devociones
domésticas.
(Base de Datos del Museo
Británico).
Estela de piedra caliza con una figura sentada de
Akenatón. Probablemente de Tell el-Amarna, Egipto. XVIII dinastía, alrededor
del año 1340 a.C.
DAMAS DE LA REALEZA EN EL
PERÍODO AMARNA
Más o menos, a la vez que tenían lugar estos eventos políticos, hubo
un cambio importante en la familia real. Nefertiti había dado a luz, hasta el
momento, seis niñas, pero ningún varón y, aunque nunca perdió su posición
principal de “Gran Esposa Real”, una segunda esposa de Akenatón apareció en
escena. Con frecuencia se ha especulado que se trataba de una princesa de
Mitania, pero su nombre, Kiya, es un nombre egipcio perfectamente normal y no
hay nada que sugiera su procedencia extranjera. Se le dio el nuevo tratamiento
de “Amadísima Esposa del Faraón” que la situaba apartada de las otras damas del
harén, a la vez que la distinguía claramente de Nefertiti.
En el año 12 de reinado, o poco antes, repentinamente desaparece de
los monumentos; su nombre se borra de las inscripciones, siendo sustituido por
los de las hijas de Akenatón - con más frecuencia el de Meritaten - y sus
representaciones se alteran de la misma manera. Puesto que el equipo funerario
ya preparado para ella - que incluía un magnífico ataúd antropoide – se adaptó
para otra persona real diferente, es más que probable que Kiya, en cierto
momento, cayese en desgracia; quizás porque se habría convertido en rival para
Nefertiti después de haber dado a Akenatón, no sólo otra hija sino también un
heredero varón. No hay una evidencia contundente que apoye esta teoría, pero
una sola inscripción de aproximadamente la época, lee:”el hijo carnal del
Faraón, su amado, Tutankhaten” - el futuro Tutankamón (1.336-1.327 a.C.) -
que era, con casi total certeza, hijo de Akenatón, pero no de Nefertiti.
La influencia de ésta aumentó aún más durante el último período del
reinado al convertirse en corregente de su esposo como Neferneferuaten, con el
nombre de entronización de Ankh (et) kheperura; su rol de Reina Consorte
pasaría a su hija mayor, Meritaten. Qué fue lo que instó a Akenatón a nombrar
un corregente, medida que se sólo se solía tomar en casos muy excepcionales, se
ignora. Quizás la oposición a su régimen en alguna parte, es decir, en Tebas,
amenazaba su posible control, lo que haría necesario tener a alguien que
ejerciese como faraón, e incluso que estableciese su residencia lejos de
Amarna; de todos modos, un grafiti tebano fechado en su año 3 de reinado revela
que Neferneferuaten poseía una “Mansión de Ankhkheperura en Tebas” en la que
tenía empleado a un escriba de ofrendas divinas a Amón; una muestra clara de
que había tenido lugar un intento de reconciliación con los viejos cultos. El
texto, en su mayoría, consiste en una oración del escriba a Amón, con una
conmovedora apelación al dios para que volviese y disipase la oscuridad que
había descendido sobre sus seguidores.
No se sabe con certeza si Nefertiti sobrevivió a Akenatón, que
fallecería en su año 17 de reinado. Smenkhkara, un faraón efímero, con un
nombre prácticamente idéntico al de entronización de Nefertiti/Neferneferuaten,
aparece en algunas inscripciones de finales del Período Amarna; en una o dos
raras representaciones, se le ve acompañado de su reina Meritaten. Muchos
eruditos aún lo ven como el sucesor varón de Nefertiti; quizás un hermano
menor, e incluso otro hijo de Akenatón, pero hay una gran posibilidad de que
“él” no fuese otro que la propia Nefertiti quien, al igual que Hatshepsut antes
que ella, habría asumido la condición de varón y gobernado en solitario durante
un breve período después del fallecimiento de Akenatón, con Meritaten en su rol
ceremonial de “Gran Esposa Real”.
Es probable que el sucesor de Akenatón no le sobreviviese por mucho
tiempo, y que, cuando él o ella muriese, el muy joven Tutankhaten, el único
miembro varón de la familia real que quedaba, subiese al Trono. A principios de
su reinado, él y su reina, su media-hermana Ankhesenpaaten, abandonarían Amarna
y re-establecerían los cultos tradicionales. Con él, se puso así fin a uno de
los períodos más críticos de la historia de Egipto.
EL ARTE Y LA ARQUITECTURA DEL
PERÍODO AMARNA
Las primeras representaciones de Amenhotep IV lo muestran en un estilo
tradicional muy parecido a los retratos de Tutmosis IV y Amenhotep III, pero
poco después de su coronación, a Amenhotep IV se le habría representado con un
rostro delgado y alargado, de barba puntiaguda y gruesos labios, cuello
alargado, pechos casi femeninos, barriga redonda y prominente, caderas anchas,
muslos gruesos, y zanquivano de piernas. En un principio, el nuevo estilo era
bastante moderado, pero en la mayoría de los monumentos tebanos, y durante los
primeros años de Amarna, las facciones reales se representaron de forma tan
exagerada que parecían caricaturas; más adelante en su reinado, evolucionaría
hacia un estilo más equilibrado.
No eran sólo Akenatón, Nefertiti y sus hijas que se representaban en
este estilo, sino también cualquier otro ser humano, aunque de forma no tan
exagerada. Esto no debe sorprender ya que las representaciones de individuos a
nivel privado siempre siguieron el modelo artístico del faraón de su tiempo, y
Akenatón, en particular, puso mucho énfasis en el hecho de que él era la “la
madre que da luz a todas las cosas”, el que “crea a sus súbditos con su
ka”. Él era el Dios-Creador en la Tierra que modelaba la Humanidad a imagen
suya.
Pocas dudas puede haber de que la forma tan extraordinaria con que
Akenatón se retrata a sí mismo, a su familia y, hasta cierto punto, a todos los
seres humanos en sus monumentos, de alguna forma refleja la apariencia física
real del faraón, si bien en un estilo exagerado que se ha denominado “expresionista”,
e incluso “surrealista”. Las inscripciones nos cuentan que fue el propio
faraón quien instruía a sus artistas en el nuevo estilo, que no sólo afecta a
la figura humana, sino también a la forma en que inter-actúan, recíprocamente.
Las escenas de la familia real muestran un despliegue de intimidad tal como
nunca se había visto en el arte egipcio; incluso entre individuos a nivel
privado; mucho menos dentro de la propia realeza.
Se besan y se abrazan bajo los benefactores rayos de El Atón, cuyo
amor impregna toda su creación. Otro rasgo característico del estilo Amarna es
su extraordinario sentido del movimiento y de la rapidez; y una “soltura” y
libertad de expresión que iba a tener una influencia duradera en el arte
egipcio durante siglos después de que el Período Amarna llegase a su fin.
Y en un sentido diferente, la rapidez es el factor determinante de una
nueva técnica de construcción. De nuevo, las primitivas estructuras de
Amenhotep IV utilizaron los grandes bloques tradicionales de arenisca para
construir los muros de los templos, pero pronto fueron sustituidos, en Tebas y
Amarna, por unos bloques mucho más pequeños llamados talatat, de un
tamaño de unos 60 x 25 cm y, por tanto, suficientemente pequeño para que un
solo hombre pudiese levantarlo y transportarlo. Esto facilitó en gran manera la
construcción de grandes edificios en un espacio de tiempo relativamente corto.
El nuevo sistema, no obstante, se abandonaría poco después del Período Amarna;
quizás al haberse observado para entonces que los relieves tallados en muros
construidos con bloques tan pequeños, que exigían una cantidad mayor de yeso
para cerrar los huecos entre bloques contiguos, podrían no aguantar el paso del
tiempo como lo hacían los muros construidos de forma tradicional. Por supuesto,
los sucesores de Akenatón pronto se dieron cuenta también que con el nuevo
sistema se requería mucho menos esfuerzo y tiempo en la demolición de los
edificios construidos con talatat.
La “soltura” del estilo artístico de Amarna parece estar en línea con
el plan de la ciudad de Aketatón; al menos en lo referente a la zona de
alojamiento. A pesar del hecho de que se tratase de una ciudad recién
planificada, no se construyó sobre una cuadrícula octogonal rígida, como se
hizo con la ciudad de Kahun, en el Imperio Medio, en la que se reflejó la
altamente estratificada sociedad burocrática de la época. La disposición de
Amarna es más la de un grupo de aldeas centralizadas alrededor de casas
agrupadas libremente, grandes y pequeñas, cada una con sus propios edificios
subsidiarios tales como silos, corrales, cobertizos, y talleres.
La variedad en el tamaño de estos recintos se ajusta a las diferencias
existentes de riqueza y estatus social de sus propietarios. Muchos de ellos
disponían de su propio pozo, una prestación única de esta ciudad, que hacía a
sus ciudadanos independientes del rio Nilo para cubrir sus necesidades hídricas
diarias. En general, se asemeja más a una ciudad que crece de forma natural en
un período de tiempo, que al resultado de una escrupulosa planificación.
Obvia decir, sin embargo, que los templos y palacios son temas aparte.
Ambos estaban ligados a las ideas religiosas de Akenatón, y por esta razón
tienen que haber sido diseñados y planificados por el propio faraón, en
estrecha colaboración con arquitectos y artistas que trabajaban bajo su
“instrucción” personal, como las inscripciones nunca se cansan de recordarnos.
Si bien estos edificios no se pueden aquí describir con detalle, sí se deben
mencionar algunas de sus características.
Ante todo, Akenatón y su familia vivían a cierta distancia de la
capital en lo que ahora se conoce como el “North Riverside Palace” (Palacio
Ribereño del Norte). Una amplia avenida, la “Carretera Real”, se extendía hasta
el Palacio Norte – residencia de Nefertiti – a lo largo de una línea recta de
unos 3’5 km, en dirección a la Ciudad Central, con sus dos palacios y sus dos
templos mayores a El Atón. Uno de los palacios, se usaba, entre otras cosas, en
ocasiones relacionadas con ceremonias estatales, como podían ser las
recepciones de emisarios extranjeros; el otro, servía como palacio de trabajo
del faraón, con su “Ventana de Apariciones”, desde la que recompensaba a sus
fieles funcionarios.
De los dos templos, el Gran Templo a El Atón era el equivalente en
Amarna del Gran Recinto del Templo a Amón-Ra, en Tebas; consistía en varios
edificios separados que incluían una estructura con la piedra-benben, el
símbolo solar sagrado, cuyo arquetipo se levantaba en el templo a Ra, de
Heliópolis. Esta es una de las muestras de la influencia de la teología
heliopolitana en el pensamiento de Akenatón; siendo otra el que el faraón hubiese
proyectado la construcción de un cementerio para el sagrado toro Mnevis de
Ra-Atum, de Heliópolis, en Amarna.
El otro templo a El Atón era mucho más pequeño, y se encontraba al sur
del palacio de trabajo del faraón. Parece que hubiese estado dedicado al propio
faraón, además de a El Atón, y pudo haber sido el equivalente a los llamados
“templos del millón de años” que, como los del margen occidental de Tebas, pudo
haber servido como una capilla mortuoria de Akenatón que habría sido orientada
hacia la entrada del wadi en el que la tumba real estaba ubicada.
La diferencia más obvia entre, por una parte, los templos a El Atón en
Amarna y antes en Karnak, y, por otra, los templos tradicionales, es que los
primeros se abren a los cielos. El templo tradicional típico empieza con un
pilono y un patio peristilo abierto seguido por una sucesión de nuevos patios y
habitáculos, que poco a poco se hacen más reducidos y oscuros, conforme el
devoto va penetrando en el edificio. En el santuario más íntimo, la imagen de
culto del dios se guardaba en un altar que la mayoría del tiempo permanecía en
total oscuridad. El Dios de Akenatón estaba allí para que todos lo viesen,
aunque no se necesitaba ninguna imagen de culto hecha por el Hombre. Las únicas
estatuas que podían encontrarse en los templos atonistas eran representaciones
de Akenatón y otros miembros de la familia real.
En la arquitectura de estos templos se aprecia un deliberado esfuerzo
para conseguir la menor sombra y oscuridad posibles; incluso los linteles de las
puertas aparecen abiertos en el centro. Estos linteles “rotos”, supusieron una
innovación arquitectónica que continuaría utilizándose hasta el Período
Greco-Romano. El faraón adoraba a su dios en patios abiertos sembrados de un
gran número de pequeños altares en los que se realizaban ofrendas a El Atón. El
porqué de tantos altares, es un misterio; quizás la explicación más probable es
que fuesen altares para los muertos que alimentaban el templo como parte del
culto diario.
El componente esencial de El Atón era la Luz. Él era el Dios de la Luz
que surgía del disco solar y mantenía vivos a todos los seres vivientes en una
creación continua. Él era el Dios-Creador que gobernaba el mundo como Rey
Celestial. Y de la misma forma que El Atón era el Rey del Mundo, Akenatón lo
era de sus súbditos.
Su “procesión” diaria cuando, conduciendo su carro de combate a lo
largo de la Carretera Real, desde el North Riverside Palace hasta la Ciudad
Central, reemplazaba a las tradicionales procesiones divinas durante las que los
habitantes de la ciudad podían entrar en contacto con las deidades, cuyas
estatuas solían permanecer ocultas a la vista en el templo. Akenatón era, como
su nombre indica, “la manifestación creativa de El Atón”, a través de quien El
Atón realizaba su beneficial tarea. Fue el faraón quien “hizo” la Humanidad y
en especial su élite, que él mismo escogió.
En sus inscripciones, estos funcionarios negaban sus verdaderos
orígenes, a pesar de que muchos de ellos tenían que proceder de familias
influyentes; todos se confesaban pobres, huérfanos desgraciados, que debían su
existencia a su faraón, que los habría “creado con su propio ka”. El
trabajo del faraón estaba ligado a la inundación anual de El Nilo, que
sustentaba a la Humanidad y a todos los seres vivos. La devoción personal
estaba ahora unida a una fidelidad absoluta a Akenatón, personalmente. En sus
hogares, la élite amarniense guardaba pequeñas capillas con altares y estelas
que representaban a la divina familia real, y reemplazaban a las viejas capillas
domésticas dedicadas a las deidades locales.
TUMBAS Y CREENCIAS FUNERARIAS
EN AMARNA
Incluso en las tumbas de la élite de Aketatón, el faraón dominaba por
completo la decoración de los muros. Las representaciones de Akenatón y de su
esposa e hijas – así como descripciones de los distintos templos de Aketatón -
eran omnipresentes, y los himnos y las distintas fórmulas de ofrendas estaban
con frecuencia dedicadas lo mismo al faraón que a El Atón. Merece destacar que
estas fórmulas de ofrendas iban normalmente dirigidas – aunque no
exclusivamente - al dios por el propio faraón, más que por el dueño de la
tumba. Las únicas copias que han sobrevivido del famoso “Gran Himno a El
Atón”, el texto más completo del dogma de la nueva religión – muy
probablemente compuesto por el propio Akenatón – aparecen en dichas tumbas.
Este himno, y todos los demás textos de Amarna, fueron escritos en un
lenguaje oficial recién creado, mucho más cercano al lenguaje diario que el
egipcio clásico, que se venía usando para textos oficiales y religiosos. La
frontera entre la lengua oficial y la vernácula no desaparecería completamente,
pero el uso de esta última para las composiciones literarias se vio fomentado
enormemente por este hecho, y daría lugar a una nueva literatura durante los
siglos que siguieron al Período Amarna.
El dios más importante de los Muertos, Osiris, parece que habría
estado proscrito desde el mismo inicio del reinado de Akenatón. El Atón era un
dios dador de la Luz de la Vida; durante la noche, estaba ausente, aunque no
está claro donde se pensaba que iba. La Oscuridad y la Muerte se negaban por
completo, en vez de ser consideradas como un estado positivo y necesario de la
Regeneración. De noche, los fallecidos simplemente permanecían dormidos, como
cualquier otro ser viviente, y como lo hacía el mismo Atón. No se encontraban,
pues, en el “Bello Occidente”, el Submundo; y sus tumbas no estaban ni siquiera
físicamente situadas en el Oeste, sino en el Este, por donde salía el Sol.
La “Resurrección de los Muertos” tenía lugar por la mañana, cuando El
Atón se alzaba. El propio Atón representaba “el tiempo en el que uno vive”,
como así lo expresaba el “Gran Himno”. El modo de existencia de los Muertos
era, por lo tanto, uno de una presencia continua con El Atón y el faraón en el
templo, donde ellos, o sus almas-ba, se alimentarían de las ofrendas
diarias. Por esta razón, las tumbas privadas de Amarna estaban repletas de
representaciones de los templos de El Atón, y del faraón conduciendo su carro a
lo largo de la Carretera Real hacia los templos, y haciendo ofrendas en ellos.
Los templos y los palacios de Akenatón eran ahora la nueva “Vida en la otra
Vida”; los Muertos ya no vivían en sus tumbas, sino en la Tierra, entre los
Vivos. Las tumbas servían, por lo tanto, sólo como lugar de reposo nocturno.
La momificación persistió, ya que por la noche el ba regresaba
al cuerpo hasta el amanecer. Por esta razón los ritos funerarios - incluyendo
las ofrendas y los elementos de la tumba - al parecer, también habrían
perdurado, aunque la mayoría de las estatuillas-shabtis dejaron de tener
inscrito el tradicional capítulo del "Libro de los Muertos". Es
difícil de saber con certeza cómo serían los ataúdes privados y sarcófagos del
Período Amarna, ya que no se ha encontrado muestra alguna en Amarna. En el gran
sarcófago de piedra del propio Akenatón, las cuatro diosas aladas que
tradicionalmente aparecían adosadas en las esquinas, fueron sustituidas por
figuras de Nefertiti, y algunos hallazgos procedentes de otros yacimientos
sugieren que los sarcófagos privados también pudieron adornarse con
representaciones de miembros de la familia del finado, más que con deidades.
Tan poco había ya un “Juicio del Muerto” ante el trono de Osiris, que
antes tenía que pasar el fallecido a fin de alcanzar el estatus de maaty
(el “justificado”); en su lugar, los funcionarios del faraón se ganaban la
"vida-después-de-la- muerte" siguiendo las enseñanzas de Akenatón, y
siendo totalmente fiel a él durante toda su vida. Akenatón era el dios que
concedía la vida y garantizaba un enterramiento después de la vejez; él
encarnaba a maat, y era a través de la lealtad hacia él que sus súbditos
podían alcanzar el maaty. Sin esto, no había vida posible después de la
muerte, y la continuidad de su existencia en la Tierra dependería del faraón
quien, por tanto, poseía el monopolio de todos los aspectos de la religión
amarniense, incluyendo las creencias funerarias.
LA VIDA FUERA DE AMARNA DURANTE
EL PERÍODO AMARNIENSE
La mayoría de lo que sabemos de la nueva religión de Akenatón procede
de sus primeros monumentos en Tebas y de la propia ciudad de Amarna. Lo que
pasaba en el resto del país, especialmente después de que el faraón
estableciese su residencia en su nueva ciudad, está mucho menos claro. Akenatón
tuvo, con toda seguridad, que viajar fuera de Aketatón; él incluso estipula en
una estela fronteriza que, en caso de fallecimiento donde fuese, su cuerpo
debería ser llevado a Amarna y enterrado allí.
Además de las primitivas actividades en Nubia, sabemos de templos en
Menfis y Heliópolis, y puede haber habido otros. Algunos bloques menfitas
tienen la forma final del nombre de El Atón – después del año 9 de reinado – y
un bloque perdido de Tebas también tiene esa forma: así que, incluso después de
la radicalización de la reforma de Akenatón, los trabajos fuera de Amarna
continuaron. Lo que no se sabe es hasta qué punto se abolieron realmente los
cultos tradicionales; la imagen que tenemos se ve mucho más ilustrada por una
posterior descripción de la situación del Decreto de Restauración de
Tutankamón, cuya tendencia es, como es obvio, totalmente propagandístico.
En la práctica cotidiana, la nueva religión probablemente sólo
reemplazó al culto oficial estatal y a la religión de la élite; la mayoría de
la gente habría continuado adorando a sus propios dioses locales tradicionales.
Incluso en la propia Amarna hay un número considerable de objetos votivos que
han sobrevivido, estelas y pinturas murales que muestran o mencionan a dioses
como Bee y Taweret, ambos relacionados con los partos; la Diosa-Cosecha
Renenutet; las deidades protectoras Isis y Shed (“el Salvador”), una nueva
versión de Horus, nunca encontrado antes en Amarna; Thoth, el dios de los
escribas; Khanun, Satet, y Anuket, la triada de Elefantina; Ptah de Menfis; e
incluso Amón de Tebas.
No siempre es fácil decidir si los relieves de las tumbas, las
estelas, y los elementos que componen el equipo de enterramiento que mencionan
a El Atón junto a los tradicionales dioses tales como Osiris, Thoth, o Ptah,
datan de principios del reinado, o más tarde; o incluso de un tiempo
inmediatamente posterior al Período Amarna. Tampoco se sabe si los fallecidos
enterrados en una necrópolis que no fuese Aketatón podían participar en las
ofrendas en el templo de El Atón, o en su ciudad natal, o cómo se pensaba que
el fallecido viviría en lugares donde no había ningún templo a El Atón. Aquí se
necesita investigar más; en particular, en la necrópolis de Menfis, donde
muchas tumbas de este período quedan aún por descubrir.
Tampoco está claro qué le ocurrió a la administración civil durante el
Período Amarna. Está claro que Akenatón había reemplazado Tebas como capital
religiosa y centro del culto estatal, pero ¿reemplazó también a Menfis como
capital administrativa? Uno de los dos visires residían en Amarna, pero su
homólogo del norte permanecía destacado en Menfis. Es probable que esta ciudad
conservase su posición de centro administrativo de todo el país durante todo el
Período Amarna.
La situación durante el Período Saíta puede ofrecer un paralelismo:
los soberanos de la Dinastía XXVI favorecieron en gran medida a Sais, su ciudad
de origen – si bien ellos eran de ascendencia libia – que funcionaba como su
capital, y la mayor parte de los ingresos estatales acababan en el templo de su
diosa Neith. No obstante, Menfis siguió siendo el centro administrativo de
Egipto durante todo el Período Saíta, situación que se mantuvo hasta que el
sucesor de Alejandro Magno trasladó sus restos mortales a Alejandría,
convirtiendo así a la ciudad en el centro del Egipto Romano y Tolemaico.
REPERCUSIONES DEL PERÍODO
AMARNA
Aunque el episodio Amarna duró escasamente veinte años, su impacto fue
enorme. Es, quizás, por sí solo, el acontecimiento más importante de la vida
religiosa y cultural de Egipto, y dejó profundas cicatrices en la conciencia
colectiva de sus habitantes. En la superficie, el país volvió a la religión
tradicional de antes de Akenatón, pero la realidad es que nada volvió a ser lo
mismo. Algunos de los cambios se pueden detectar en las disposiciones de los
entierros de la élite, siempre un buen barómetro para conocer las fluctuaciones
de las actitudes religiosas.
Más a destacar es la evolución de la arquitectura de tumbas. En Menfis
en particular, aparecen las tumbas autónomas que en todos los aspectos
esenciales parecen templos. En Tebas, las tumbas cavadas en la roca continúan
usándose, pero su arquitectura y decoración se adaptan al mismo nuevo concepto,
el de la tumba como el templo mortuorio privado de su propietario, cuyo culto
funerario está integrado al culto a Osiris. A este dios, que habría sido
prohibido por Akenatón, se le veía universalmente ahora como la manifestación
nocturna de Ra, y su rol en los asuntos funerarios aumentó dramáticamente,
comparado con los días que precedieron al Período Amarna.
En estas tumbas, el símbolo solar par excellence, la pirámide,
antes una prerrogativa real, descansaba en el techo de la capilla central,
generalmente con una piedra de remate (piramidión), mostrando escenas de
adoración frente a Ra y a Osiris. En las propia capilla central, la estela
principal, foco central del culto, generalmente mostraba una doble escena,
emplazada simétricamente, que estaba formada por estos dos dioses sentados
espalda-con-espalda. Estatuas que antes habrían sido colocadas típicamente en
templos, empezaron a aparecer en tumbas privadas, incluyendo imágenes de varias
deidades, y las “estatuas naophorous”, que muestran al fallecido sujetando una
capilla con la imagen de un dios.
Nota aclaratoria:
La Estatua Naophorous es una estatua que en realidad consta de dos
estatuas: la primera es de un hombre arrodillado que presenta al segundo, que
representa a Osiris, el Dios de los Muertos. Este tipo de estatua apareció por
vez primera durante la Dinastía XIX, pero ganó popularidad en el Período
Tardío. El término “estatua naophorous” se deriva de la palabra “naos”, que
significa “santuario” en griego. Este nombre se le daba a las estatuas de los
dioses que se colocaban frente a un funcionario o sacerdote, que podía estar,
como en la estatua, de rodillas o de pie.
Los relieves y pinturas en los muros de las tumbas no tenían ya como
objetivo primordial mostrar escenas de la carrera u ocupación profesional del
propietario – si bien estas escenas no desaparecen por completo – sino que se
concentran en mostrarle adorando a Ra, Osiris, y una amplia variedad de otros
dioses y diosas, vestido con un largo sayo de lino plisado – con frecuencia
llamado erróneamente el “traje de la vida cotidiana” - y tocado con una
elaborada peluca. El mismo traje festivo también aparece en los sarcófagos
antropomorfos y shabtis que, hasta ese momento, habían mostrado al
difunto exclusivamente como una momia.
A excepción de uno o dos ejemplos de muy a principios del reinado de
Tutankamón, las escenas que representaban al difunto haciendo ofrendas al
faraón, desaparecen por completo; su lugar lo ocupa ahora Osiris entronizado.
En general, las escenas y textos religiosos, normalmente tomados del
"Libro de los Muertos" dominaron la decoración de las tumbas
post-Amarna. Ilustraciones y extractos de textos de varias composiciones
funerarias, exclusivamente reales, tales como la “Letanía de Ra” y los llamados
“Libros del Submundo” empezaron a aparecer en las paredes de las tumbas
privadas; primero en Deir el-Medina, pero pronto también en todas partes. Todas
estas facetas se pueden entender como una reacción contra la monopolización
total por parte de Akenatón del culto funerario de sus súbditos, y el rol de
los templos de El Atón en la religión amarniense como nueva “Vida en la otra
Vida”. Los propietarios de tumbas disponían ahora de sus propios templos en los
que podían adorar a los dioses sin la intervención del faraón, cuyo rol, ahora,
se veía restringido.
Los cambios en la cultura funeraria mencionados son sintomáticos de
una relación entre dioses y devotos totalmente diferente, así como el papel que
jugaba el faraón en esta relación. En otros 200 años más, la consecuencia final
de esta cosmovisión se haría patente con la realización de la así llamada
“Teocracia tebana”, por la que se pensaba que el propio Amón reinaba como
faraón de Egipto, gobernando a sus súbditos mediante intervención directa en
forma de oráculos. Pero, no obstante, antes de que se pueda discutir este tema,
habría que volver a la historia política y dinástica de Egipto inmediatamente
después del Período Amarna.
Amenofis IV ó Amenhotep IV ó
Akenatón ó Akhnaton, Faraón de Egipto desde el 1352 a.C.
·
Tell el Amarna ó Ajenaton, nueva capital de Egipto, sólo durante su
reinado.
·
Implantación del culto
supremo a Atón en la corte y cambio del canon artístico, solo durante su
reinado.
·
Templo de Atón en Luxor, construido durante su reinado.
·
Busto de Nefertiti,
célebre primera esposa del Faraón, tallado por Tutmés, durante su reinado.
·
Los hititas arrebatan
Siria y parte de Palestina a Egipto, durante su
reinado.
·
Egipto pierde el dominio
sobre las ciudades de Byblos y Jerusalén, durante su reinado.
·
Sublevación de la Tierra
de Ikayta, durante su reinado.
Smenkhare ó Semenejkara, Faraona
de Egipto, corregente de Tutankhamon del 1338 al 1336 a.C.
·
Fin del culto supremo a Atón,
el clero de Amón recupera su poder socio-político, desde su reinado.
Tutankhamon
ó Tutanjamón, Faraón
de Egipto desde el 1336 a.C. es coronado siendo niño.
Kheperkheprure
Ai ó Eye,
Visir, Faraón de Egipto desde el 1327 a.C.
Horemheb,
general,
Faraón de Egipto desde el 1323 a.C.
·
Intento de borrar todo
recuerdo de los faraones del culto a Atón, durante su reinado.
Reconquista
de Palestina,
durante su reinado.
La Tumba de Horemheb, es decorada
con célebres pinturas murales, realizadas durante su reinado.
Paramesu, visir del Faraón,
instaura su propia dinastía tras su muerte con el nombre de Ramsés I.
Akenatón
nfr ḫprw
rˁ wˁ n rˁ (Neferjeperura Uaenra)
Hermosas son las manifestaciones de Ra, el Único de Ra. (K. Sethe - W. Helck)
Hermosas son las manifestaciones de Ra, el Único de Ra. (K. Sethe - W. Helck)
Neferjeperura Amenhotep, también conocido como Ajenatón, Akhenatón o Akenatón, fue el décimo faraón de la dinastía XVIII de Egipto. Su reinado está datado en torno a 1353-1336 a. C. y pertenece al periodo denominado Imperio Nuevo de Egipto. Hacia el cuarto año de su reinado, cambió su nombre a Neferjeperura Ajenatón.
Dentro de la historia del Antiguo Egipto, su reinado inicia el
denominado Período de Amarna, debido al nombre árabe actual del lugar elegido
para fundar la nueva capital: la ciudad de Ajetatón, esto es, «Horizonte de
Atón». Es célebre por haber impulsado transformaciones radicales en la sociedad
egipcia, al convertir al dios Atón
en la única deidad del culto oficial del Estado, en perjuicio del, hasta el
momento, predominante: el culto a Amón. Es el primer reformador religioso del
que se tiene registro histórico. Su reinado no sólo implicó cambios en el
ámbito religioso, sino también reformas políticas y artísticas.
Aunque tardíamente descubierto y todavía poco conocido, está
considerado por muchos historiadores, arqueólogos y escritores, como uno de los
faraones más interesantes.
Akenatón llegó al trono con el mismo nombre de nacimiento que su
padre: Imn htp, transcrito Amen-Hotep,
que en el antiguo idioma egipcio significa «Amón está satisfecho» o «hágase la
voluntad de Amón» (el nombre completo es Nefer-Jeperu-Ra Amen-Hotep,
esto es, Hermosas son las manifestaciones de Ra, Amón está satisfecho).
Como consecuencia de su reforma religiosa, tras cuatro o cinco años de reinado,
cambió el nombre de Amenhotep por el de Ajenatón (3ḫt itn),
esto es, «útil a Atón» o «agradable a Atón».
El sacerdote e historiador egipcio Manetón lo denominó Horus
y, posteriormente, otros historiadores también le asignaron el nombre de Amenhotep
IV o Amenofis IV. También es conocido como Akhenatón, Ecnatón e
Ijnatón. La transcripción de los jeroglíficos de su primer nombre de Trono y de
nacimiento es Nefer-Jeperu-Ra Amen-Hotep.
Ajenatón fue hijo de Amenhotep III y de la reina Tiy, la Gran
Esposa Real. De la familia de ésta se tuvo conocimiento cuando se descubrió
casi intacta la tumba de sus padres, los nobles Yuya y Tuyu, originarios de la
ciudad de Ajmin. Tras la muerte del faraón Amenhotep III, la reina viuda Tiy
fue testigo del ascenso al trono de su hijo Ajenatón y de sus consecuencias: el
proceso de sustitución del antiguo orden establecido en torno al culto de Amón
y la posterior fundación de la nueva capital del reino, la ciudad de Ajetatón.
Los historiadores opinan que Ajenatón construyó en dicha ciudad un palacio para
residencia de su madre, donde pasaría sus últimos días hasta llegar a su
muerte. Fue sepultada también allí, en la tumba TA28, pero al despoblarse la
ciudad probablemente durante el reinado de su supuesto nieto Tutankamón, se
ordenó el traslado de sus restos a la necrópolis de Tebas, donde fueron
hallados posteriormente en la tumba KV55 del Valle de los Reyes.
Akenatón tuvo un hermano mayor, cinco hermanas (Sitamón, Henuttaneb, Isis, Nebetta y Baketatón) y varios medios hermanos, hijos de las esposas
secundarias del rey. Su hermano Tutmose,
que era el príncipe primogénito o Príncipe de la Corona, ejercía, según
parecen indicar los hallazgos arqueológicos relacionados con él, diversos
cargos oficiales, como por ejemplo la función de sumo sacerdote de Ptah, en Menfis,
un puesto normalmente asignado al sucesor real. Tutmose falleció antes de
heredar el trono. No se encuentran rastros ni imágenes de él durante el
festival Heb Sed de su padre celebrado en el año 30 de reinado; razón por la
cual muchos historiadores afirman que su deceso ocurrió cercano a esa fecha del
reinado de Amenhotep III.
Matrimonios
El cargo de Gran Esposa Real (Ta hemet nesu) fue ejercido
por Nefertiti, a quien
históricamente se le ha adjudicado una gran belleza física y unas grandes dotes
como gobernante. Con ella, la figura de la Gran Esposa Real alcanzó cotas nunca
vistas, como lo demuestra el hecho de que haya registros con los nombres de
Ajenatón y Nefertiti en cartuchos reales, algo inusual en otros reinados. Una
teoría sostiene que llegó a ser corregente junto a su marido, con el nombre de Neferneferuatón.
Nefertiti era hija de Ay y de su primera esposa, que se estima que falleció
prematuramente cuando la niña aún era pequeña. Ay era un noble muy arraigado en
la corte, y muy influyente en los años finales de la dinastía. Con
posterioridad, Ay volvió a desposarse nuevamente y tuvo otra hija: Mutnedymet.
Esta media hermana de Nefertiti llegó a ser consorte del faraón Horemheb (que
no pertenecía al linaje de la Dinastía XVIII), quien la desposó para legitimar
su ascenso al trono, aunque de manera poco ortodoxa, ya que lo habitual hubiera
sido su matrimonio con una princesa de la familia del rey Ajenatón y no de
Nefertiti.
Nefertiti acompañó al faraón en todas las obras que emprendió. Se
la puede ver no sólo en las inscripciones conmemorativas religiosas en torno al
nuevo dios Atón, sino también en otras ceremonias, como recepciones de
embajadores extranjeros y funerales; incluso, aparece su imagen grabada en las
estelas fundacionales de la nueva capital: Ajetatón. Como no pudo aportar
herederos varones, sus hijas tuvieron que desposarse con los pretendientes
masculinos al trono, para darles legitimidad, tanto si eran de sangre real
(como era muy probablemente Tutankamón) o meros cortesanos (Ay). El deceso de
Nefertiti ocurrió, probablemente, antes que el de su esposo, lo que implicó que
Ajenatón eligiese a una de sus hijas para ocupar el puesto de Gran Esposa Real
a efectos de poder oficiar los rituales que demandaba la presencia femenina
real.
También destacó la figura de Kiya,
mencionada como «La amada esposa», esposa secundaria de Ajenatón. Se pensaba
que Kiya, probablemente, cobrase relevancia por haber podido dotar de un hijo
varón al rey, el príncipe Tut-anj-Atón, el futuro Tut-anj-Amón, pero análisis
de ADN demostraron que el muchacho era hijo del rey y una de sus hermanas.
Como era costumbre en los reyes de la dinastía XVIII, Ajenatón
heredó de su padre Amenhotep III el «harén real» (Casa Jeneret), que incluía a
la princesa mitannia Taduhepa, fruto
de un tratado diplomático que la había enviado para fortalecer aún más las
relaciones entre Egipto y Mitanni durante el reinado de su padre Amenhotep III,
con el fin de poder mantener el statu quo internacional.
Descendencia
Hijas nacidas de Nefertiti (los años de nacimiento se cuentan a
partir del comienzo del reinado de Ajenatón):
·
Meritatón: durante el año 1 ó 2. Fue
gran esposa real de Ajenatón y de Semenejkara.
·
Meketatón: durante el año 2 ó 3.
Murió en el año 14.
·
Anjesenpaatón: durante el año 4 ó 5.
Fue gran esposa real de Ajenatón y de Tutankamón
·
Neferneferuatón-Tasherit: durante el
año 7 u 8. Murió entre el año 14 y el 17.
·
Neferneferura: entre el año 8 y 10.
Murió entre el 12 y el 17.
·
Setepenra: entre el año 10 y 12.
Murió entre el año 12 y el 17.
Hijas
nacidas de Meritatón:
· Meritatón-Tasherit: entre el año 14 y 17. Murió en esas fechas.
Hijas
nacidas de Anjesenpaatón:
·
Anjesenpaatón-Tasherit: entre el año
14 y 17. Murió en esas fechas.
Hijos
nacidos de Kiya:
· Kiya-Tasherit
Hijos
nacidos de una hermana no identificada:
· Tut-anj-Amón (Tutankamón): posterior faraón de Egipto.
La Dinastía XVIII vivió un periodo histórico de excepcional
importancia en Egipto. Liberado del yugo de los gobernantes hicsos, la tierra
de los faraones se convirtió en una potencia militar al dominar los territorios
aledaños: por el sur, a la vecina Nubia, abundante en minas de oro y puerta de
acceso fluvial al África negra, con sus riquezas en forma de marfil, pieles y
maderas; y, por el norte, a Siria y Canaán, con Gaza y Fenicia, donde Egipto se
podía aprovisionar de telas, maderas y diversos minerales.
Como consecuencia, Kemet (Egipto) se convirtió en un país
sumamente opulento y los faraones se volcaron en promover grandes
construcciones y embellecer el país. Muchos estudiosos estiman que durante el
reinado de Amenhotep III, padre de Ajenatón, Egipto alcanzó su mayor cota en
términos económicos. Ajenatón heredó, pues, un estado en muy buena posición
financiera y económica, que el faraón utilizó para sus fines políticos.
Ajenatón no figura como sucesor en ningún documento ni monumento
de la época, lo que apoya la teoría de la prematura muerte del príncipe
heredero Tutmose; en este sentido, los egiptólogos afirman que el joven
príncipe Amenhotep (Ajenatón) fue ascendido a corregente en los últimos años de
reinado de su padre. Se cree que su residencia estaba en la ciudad de Tebas,
lugar donde en sus primeros años contribuyó a la construcción de diversos
templos.
El futuro Ajenatón
era un hijo menor de Amenhotep
III y consejero de la reina Tiye. El hijo mayor, el príncipe heredero Tutmosis, fue reconocido como el heredero de Amenhotep III, pero
murió relativamente joven y el siguiente en la línea de sucesión al trono era
un príncipe llamado Amenhotep.
Hay mucha controversia en torno a si
Amenhotep IV accedió al trono a la muerte de su padre, Amenhotep III, o si hubo
una corregencia (que dura hasta 12 años según algunos egiptólogos). Los estudios actuales por
Eric Cline, Nicholas Reeves, Peter Dorman y
otros estudiosos están en contra de una larga corregencia entre los dos
gobernantes y si están a favor de una corregencia y breve duración de uno o dos
años, como máximo. Otros como Donald Redford, Guillermo Murnane, Alan
Gardiner y más recientemente Lawrence Berman en 1998
Rebaten la opinión de cualquier corregencia entre Akenatón y su padre.
Estatuillas policromadas con las imágenes
de Nefertiti y Ajenatón, hacia el noveno año de reinado. Museo del Louvre,
E15593.
Comienzo del reinado como Amenhotep IV
Berlin Alivio que representa a
Amenhotep IV antes de que cambiara su nombre por el de Akhenatón, Neues Museum, Berlín
En febrero
de 2014, el Ministerio de Antigüedades de Egipto anunció lo que llamó una
prueba concluyente de que Ajenatón podría haber compartido el reinado con su
padre por lo menos 8 años. La evidencia proviene de las inscripciones
encontradas en la tumba de Luxor del visir Amenhotep-Huy. Un equipo de
arqueólogos españoles ha estado trabajando en esta tumba.
Amenhotep
IV fue coronado en Tebas y allí se inició un programa de construcción. Decoró
la entrada sur del recinto del templo de Amón-Ra con escenas de sí mismo
adorando a Re-Harakhti. Pronto se decretó la construcción de un templo dedicado
a la Atón en el Karnak Este. Este templo de Amenhotep IV fue llamado el
Gempaaten ("El Atón se encuentra en la finca de Atón"). El Gempaaten
consistió en una serie de edificios, entre ellos un palacio y una estructura
llamada hwt Benben (llamado así por el Benben piedra) que se dedicó a la reina
Nefertiti. Otros templos de Atón en Karnak construidos durante este tiempo
incluyen el menú de Rud y el menú Teni que pueden haber sido construidos cerca
del Noveno Pilón. Durante todo este tiempo Amenhotep IV no reprimió el culto de
Amón, y el Sumo Sacerdote de Amón estaba todavía activo en el cuarto año de su
reinado. El rey aparece como Amenhotep IV en las tumbas de algunos de los
nobles de Tebas: Kheruef o Jeruef (TT192),
Ramose (TT55) y la tumba de Parennefer (TT188).
Placa de bronce con el titulo de Amenhotep IV
antes de que cambiara su nombre por el de Akhenatón, Museo Británico.
En la tumba de Ramose, Amenhotep IV aparece en la pared del oeste
en el estilo tradicional, sentado en un trono con Ramose que comparece ante el
rey. En el otro lado de la puerta Amenhotep IV y Nefertiti se muestran en la
ventana de aparición con el Aten representado como el disco solar.
En la tumba tebana de Parennefer, Amenhotep IV y Nefertiti con el disco del sol que se muestra sobre el rey y la reina.
Uno de los últimos
documentos conocidos se refieren a Amenhotep IV son dos copias de una carta del
administrador de Memphis Apy (o API) al Faraón. Se encontró que los
documentos en Gurob y datan de años de reinado 5, tercer mes de la temporada de
crecimiento, el día 19.
Primer
período del reinado
Talatas (del italiano Tagliata)
provenientes del templo de Atón en Karnak, edificado en los comienzos del
reinado de Amenhotep IV. El uso de estos pequeños bloques de piedra caliza
resultó ser una innovación en las técnicas de construcción de su tiempo
Los
historiadores creen que la duración del primer período del reinado del rey no
fue más allá del quinto año. En este lapso de tiempo, la figura de Nefertiti
cobró importancia como Gran Esposa Real y el matrimonio, probablemente, tendría
ya, al menos, dos hijas. Durante esta primera etapa no hubo ruptura con el
orden establecido, aunque se empezó a gestar el cambio que llevaría a
privilegiar el culto a Atón. Su padre, Amenhotep III, realizó varias fiestas
Heb Sed, cuya principal función era la de regenerar la fuerza del faraón,
celebrando algunas en la actual Malkata, donde se hallaba una residencia real,
llamada Palacio del deslumbramiento de Atón, lo que atestigua un temprano
interés en Atón. Amenhotep III tenía a este dios solar como el más venerado,
hecho reflejado en la correspondencia con los reyes de Mitani e Hititas, donde
el sol también era la deidad principal.
Cambio de nombre de Akenatón
El día 13,
mes 8, en el quinto año de su reinado, el rey llegó al lugar de la nueva ciudad
Akhetaton (ahora conocido como Amarna). Un mes antes de que Amenhotep IV cambió
oficialmente su nombre por el de Akhenatón. Amenhotep IV cambió la mayor parte
de su titularidad 5 veces en 5 años de su reinado. El único nombre que mantuvo
fue su prenombre o nombre de trono.
A, servants' quarters;A, sirvientes;
B, capilla;
C, porche
posterior;
D, porche
anterior;
E, vestíbulo;
F, tienda;
G, logia
norte;
H, antesala;
I, despensa;
J, corte de
la cocina;
K, entrada
anterior;
L, loggia al
oeste;
M, sala
central;
N, el
dormitorio de maestro;
O, sala de
unción;
P, sala de
estar interior;
Q, revistas;
R,
gatekeeper.
Grupo Norte de Tumbas
Grupo Sur de Tumbas
Tumba de Tutu
Eres tú quien desarrolla el embrión en
la hembra,
tú quien crea la simiente en el varón,
tú quien da vida al hijo en el seno de
la madre,
tú quien le mandas el consuelo que
apacigua sus lágrimas,
tú, la nodriza de quien aún esté en el
vientre materno,
tú el que no deja de dar aliento a la
vida de cada criatura.
Cuando salen del seno materno para
respirar, el día de su nacimiento,
tú abres al instante su boca y les das
lo necesario.
El misterio de la tumba KV55
Varios artículos de la tumba de Tutankamón llevan el nombre de Smenkhkare:
Los primeros exámenes de la momia
Las Reinas de Amarna
Nombres y títulos
Reinado
Descubrimiento de su tumba
Protección de la momia del rey:
Capillas doradas: 1, 3, 4 y la silueta negra no marcada
Sarcófago de cuarcita: a
Ataúdes antropomorfos: b, c, y d
Marco de madera dorada con palio de lino: 2.
Retratos de Tutankamon en su tumba
La maldición de Tutankamón
El joven Tutankatón era aún un niño cuando ascendió al Trono en Amarna, pero poco después, quizás incluso durante el primer año de reinado, abandonó la ciudad fundada por su padre. La gente continuó viviendo en Aketatón durante algún tiempo pero la Corte regresó a Menfis, sede tradicional del gobierno. Se restauraron los viejos cultos y Tebas se convertiría, de nuevo, en el centro religioso del país. El nombre del faraón cambió al de Tutankamón, y el epíteto “Soberano de la Heliópolis Meridional”, referencia deliberada a Karnak como centro de culto del Dios-Sol Amón-Ra, le fue añadido. El nombre de su gran esposa real, su media-hermana Ankhesenpaaten, se cambió de igual forma por el de Ankhesennamón.
LOS REINADOS DE AY Y HOREMHEB
A MODO DE CONCLUSIÓN
Titulatura y el reinado del faraón Ay:
Horemheb
Reforma interna
Reinado: 26/27 años o 14 años
Nueva longitud reinado de Horemheb
Sucesión
Edificaciones de los primeros años
El culto a
Atón, era característico de Tebas. Al principio de su reinado, Ajenatón
promovió numerosas obras edilicias en la zona, que se realizaron gracias a
diversas innovaciones en las técnicas de construcción. En este sentido, no se
utilizaron grandes bloques, sino pequeños mampuestos de caliza, a modo de
ladrillos, denominados talata, más fácilmente manejables y trasportables por
los trabajadores. Esos bloques fueron descubiertos como material de relleno
reutilizados en los pilonos de los templos de Amón en Karnak, construidos por
los reyes posteriores.
Entre las
obras edificadas en este período están algunas dedicadas a Atón, simbolizado
por el disco solar. Debido a la posterior persecución a la que fue sometido
todo lo relacionado con el rey hereje, en especial por los gobernantes de la
dinastía XIX, han sido escasos los restos hallados de estas representaciones
artísticas, más allá de los pertenecientes a las etapas más primitivas.
La etapa histórica
de su reinado más importante es la que inicia el conocido como período de
Amarna, que comprende los siguientes doce años.
Cortesanos destacados
El recuerdo
de los cortesanos del faraón Akenatón sobrevive en los relieves de sus tumbas
localizadas en Amarna, más precisamente en el grupo de tumbas del sector Norte.
Mucho se ha escrito en torno al cuerpo de servidores de la corte, de quienes se
han tejido conjeturas de diversas índoles, desde simples advenedizos que
siguieron al faraón en sus “delirios” místicos hasta un grupo de cortesanos
incondicionales del faraón y su credo. Sin embargo, la historia no develó mucho
de sus secretos al día de hoy, lo siguiente es la información con la que se
cuenta:
Huya. Supervisor de la Casa Jeneret
real, supervisor del Tesoro Real y Mayordomo de la reina-madre Tiye. Está claro
que Huya fue un funcionario heredado de la administración del faraón Amenhotep
III, siguió a la reina sobreviviente Tiye en su traslado a la nueva capital de
Aketatón durante el reinado de su hijo Akenatón. Su tumba está identificada
como la número 1 dentro del conjunto de tumbas del sector norte de la ciudad.
Meryra II. Escriba real, Mayordomo y
Supervisor de los dos Tesoros, Supervisor de la Casa Jeneret real de Nefertiti.
Su tumba es la número 2 dentro del conjunto de tumbas del sector norte.
Ahmes. Real escriba del Rey,
Mayordomo de la hacienda de Akenatón. Su tumba está localizada en el sector
norte e identificada con el número 3.
Pentu. Escriba real, Principal
servidor de Atón en la hacienda de Atón en Ajetatón, Jefe de los médicos. Le
corresponde la tumba 5.
Panehesy. Principal servidor de Atón
en el templo de Atón en Ajetatón. Es el sepulcro número 6 del conjunto de
tumbas del sector norte.
Tutu. Chambelán real, Principal
Servidor de Ajenatón en el templo de Atón en Aketatón, Supervisor de todos los
trabajos de su Majestad, Supervisor de la plata y el oro del Señor de las Dos
Tierras. El sepulcro es localizado dentro del conjunto de tumbas de la zona sur
de Amarna con el número 8.
Mahu. Jefe de Policía de Ajetatón.
Tenía a cargo la protección y seguridad personal del faraón. Se lo puede
observar custodiando a Ajenatón en sus traslados en carro dentro de la ciudad.
El sepulcro es el número 9 de las tumbas del lado sur.
Ramose. Escriba real, Comandante de
las tropas del Señor de las Dos Tierras, Mayordomo de Amenhotep III. Es otro de
los funcionarios heredados del padre de Akenatón y acompañó a Ajenatón en su
nueva ciudad. Su tumba identificada con el número 11 del grupo de tumbas sur
demuestra que era de edad avanzada cuando surgió la mudanza a la nueva capital
de Egipto.
Maya. Escriba real, escriba de los
reclutas, Mayordomo del palacio de Akenatón en Heliópolis, Supervisor del
ganado de la hacienda de Ra en Heliópolis, Supervisor de todos los trabajos del
rey, General del Señor de las Dos Tierras. Es un cortesano proveniente de la
ciudad de Heliópolis, centro del culto solar en el Antiguo Egipto. Su
preeminencia en la corte de Amarna sugiere que el faraón Akenatón se nutrió de
seguidores provenientes de fieles del antiguo dios Ra.
Ay. Padre del dios, Supervisor de
los caballos de su Majestad, Supervisor del Tesoro Real. Se cree que el título
de Padre del Dios era un honor para denotar la extremada cercanía al
faraón en términos familiares. Era el padre de la Dadora de Herederos,
la bella Nefertiti y abuelo de las reinas posteriores: Meritatón y Anjesenpaatón.
Inclusive llevó a tomar como Gran Esposa Real a ésta última reina con lo que
trató de legitimar su ascenso al trono una vez fallecido el último descendiente
real masculino de la Dinastía XVIII, el joven príncipe Tutanjatón. Este
cortesano fue testigo presencial del ascenso al trono de Amenhotep IV, del
nacimiento de Akenatón, del levantamiento y apoteosis de Atón, de los
fallecimientos del yerno (Akenatón), hija (Nefertiti) y nietas (Meketatón y Meritatón);
además de la vuelta a la ortodoxia con Tutankamón. Finalmente ascendió al trono
como sobreviviente más cercano a la familia real. Dentro del grupo de tumbas de
la zona sur de Amarna, la correspondiente a Ay identificada con el número 25. Cabe consignar que un ejemplo del
famoso Himno a Atón se encuentra grabado en dicha tumba, que nunca fue
utilizada porque, una vez ascendido a faraón, Ay fue enterrado en la necrópolis
de Tebas conforme a la vuelta a la ortodoxia ya emprendida durante el reinado
de Tutankamón.
Bek. Si bien se conoce de él no a
través de su sepultura sino de su taller localizado en las ruinas de la ciudad
de Aketatón. Era el hijo del Jefe de Escultores. Arquitecto y maestro escultor,
en el solar donde se ubicaba su taller fue encontrado el busto de Nefertiti así
también como innumerables piezas inacabadas de esculturas en especial de la
familia real.
La antigua ciudad de Ajenatón en el-Amarna
Lo que
llamamos Amarna, o el-Amarna hoy fue la ciudad de Ajenatón (El Horizonte de
Atón). Fue creado por el rey hereje de Egipto, Akenatón por su religión
revolucionaria que adoraba Atón durante el período de Amarna.
La antigua
capital de Ajenatón se encuentra unas 365 millas al sur de El Cairo, en un
anfiteatro natural entre acantilados inhóspitos. Existe una abertura estrecha de
unos doce kilómetros a lo largo del río Nilo y tiene una profundidad media
redondeada de unos cinco kilómetros.
Este es el
lugar donde, en aproximadamente el quinto año del reinado del rey, se nos dice
que por inspiración divina, Akenatón construyó su capital.
La Historia de
los Descubrimientos
El sitio
era desconocido para los viajeros europeos era un pueblo que se llama Et Til
el-Amarna. Los primeros visitantes entendieron mal su nombre, por lo que se
convirtió como Tell el-Amarna, aunque no hay un solo tell, o gran montículo que
marca el sitio antiguo.
.A pesar de
que John Gardner Wilkinson inicialmente investigó el sitio en 1824, y pronto
regresó con James Burton para examinar más a fondo las tumbas situadas en
el-Amarna, no tenían en ese momento ni idea de su significado. Durante
este tiempo Champollion hizo sus
descubrimientos iniciales sobre la escritura egipcia, por lo que los dos
primeros exploradores eran incapaces de leer los nombres y las inscripciones
que se encontraron en esta expedición. De hecho, identificaron el sitio como la
romana Alabastronopolis de una cantera de alabastro cerca.
Más tarde,
Robert Hay investigó el sitio no sólo de todas las tumbas abiertas, sino que
limpió las demás que estaban debajo de extensas montones de arena. Sin embargo,
al igual que Wilkinson y Burton antes de él, nunca fue publicada.
Sin
embargo, debido a las decoraciones únicas en las tumbas de el-Amarna, muchas
mostrando las actividades de la familia real en sus más íntimos detalles como
seres humanos comprometidos en los asuntos del hogar no en las actitudes
formales de culto que se repite tan a menudo en otras tumbas, loss estudiosos
siguieron visitando el sitio. De hecho, a causa de las representaciones que
conocemos que representan a Ajenatón y Nefertiti, estos primeros exploradores
se preguntaron si esto no era el hogar de dos reinas, por el físico casi
femenino del rey.
A pesar de
la capacidad de leer los jeroglíficos repartidos entre los primeros
egiptólogos, el descubrimiento de la naturaleza de este sitio se mantuvo
esquivo. Los antiguos egipcios, ayudados después por los primeros cristianos,
destruyeron este lugar y no era fácil encontrar un cartucho intacto que llevara
el nombre del rey o la reina por el cúal fuere construido. Incluso cuando lo
hicieron encontraron cartuchos, que eran más grandes que los de otros faraones,
y rodeados por un borde doble. Por otra parte, los signos dentro de éstos eran
complejos y difíciles de interpretar, pero eran, evidentemente, los mismos que
los que acompañaban una representación del dios Sol, Re-Horakhty encontrados en
algunos monumentos en otras partes.
Fue
finalmente Richard Lepsius, discípulo de Champollion y, sin duda, los
principales egiptólogos de su época, que llegaron a el-Amarna para grabar
inscripciones y tomar apuntes sobre el papel de los relieves y después,
publicar su trabajo. Este trabajo permitió a los estudiosos finalmente hacer
avances en su comprensión de la ciudad y su rey, que inicialmente se leía como
Khuenaten. Ahora, más de un siglo de estudio nos ha dado el nombre de este rey
correctamente, Akenatón, así como revelar muchos de los misterios que rodeaban
el lugar.
El Área General
El plano de la
zona de el-Amarna
Situado en
el lado este del río Nilo, El-Amarna, al igual que todas las demás capitales
del antiguo Egipto, fue compuesta por templos, establecimientos públicos,
instalaciones utilitarias tales como silos de cereales y panaderías, palacios y
casas de adobe comunes, varias necrópolis, así como un número de parques
zoológicos, jardines y otros edificios públicos. De hecho, el alcance de esta
ciudad es algo sorprendente si se tiene en cuenta que fue fundada en 1350 a.C y
abandonada sólo unos veinte años más tarde. La población de la ciudad se ha
estimado que han sido de entre veinte y cincuenta mil habitantes.
El área de
la ciudad y su propiedad circundante fue fijada por copias de decretos tallados
en catorce comprimidos incrustados en los acantilados a ambos lados del río.
Por lo tanto, estas losas de piedra son conocidas por los egiptólogos como
estela fronteriza. Ellos no sólo abarcan la propia ciudad, sino también los
campos y pueblos de la orilla oeste. La más impresionante de ellas hoy en día
es la Estela U, que mide unos 7,6 metros de arriba a abajo y ocupa casi toda la
altura del acantilado en una pequeña bahía al norte de la entrada a la Real
Wadi. En la base de esta estela en ambos lados se encuentran los restos de un
grupo de estatuas talladas de la Familia Real.
Estas
estelas dan un relato vívido de la selección y la dedicación del sitio para su
capital del rey, siguiendo las instrucciones de su padre Atón cuando ilumina un
determinado punto en el desierto al amanecer. Gran parte de la zona oeste de la
zona, incluyendo casas, puertos y el palacio principal del rey, fue oscurecida
en el cultivo moderno. Sin embargo, hay un gran número de estructuras que se han
conservado en el desierto al este, y en general, la mayor parte de la
distribución es discernible de fundaciones.
El área se
divide en los suburbios, con la llamada "ciudad central" de vivienda el Palacio Real y el Templo Mayor
(El Per-Aten), así como varios edificios arqueólogos han etiquetado oficiales
(policía, impuestos...). Es aquí, en uno de esos edificios, la oficina de
registros, que las Cartas de Amarna fueron encontradas por una campesina. Esta
zona de Amarna fue completamente excavado en la década de 1930. Las otras áreas
residenciales consisten en el Norte de la ciudad o suburbio, el principal o
Ciudad del Sur, y el pueblo de los trabajadores.
La ciudad
central fue aparentemente planeada cuidadosamente, mientras que las otras zonas
residenciales donde no. En estas otras áreas, los espacios entre las primeras
grandes casas fue llenando gradualmente con los grupos más pequeños de los
hogares.
El Centro de la Ciudad
Había un
antiguo camino que conducía desde el norte a la ciudad central, que tuvo una
trayectoria idéntica a la carretera moderna de hoy en día. Es la ciudad más
central que las escenas en las tumbas del Norte representan, aunque el diseño
de esta parte de la zona requiere de tiempo y paciencia para seguir ahora debido
a la desintegración. Dentro de una generación de Akenatón reinado 's, la mayor
parte del material de construcción se retiró, dejando el ladrillo de barro que
ahora se ha ido en su mayoría.
La
cronología de los edificios aquí se puede bastante bien determinada. La Capilla
en el Templo Mayor y la propiedad real se construyeron en primer lugar,
seguidos de cerca entre seis y nueve años por la pared temenos del Gran Templo
y su santuario, en sustitución de la capilla antes. El palacio se inició pero nunca
terminó.
La calle
principal es el Camino Real, que es un nombre moderno. Viene del sur y pasa a
través de la vieja ciudad de Sur mudarse a la Ciudad Central, entre el palacio
oficial y la propiedad real, donde es atravesado por un puente y se ensancha en
una plaza frente a la fachada de la entrada del Gran Templo. Al este se corre
el Road West, continuando el Sacerdote de la calle Alta de la Ciudad del Sur y
pasando por la Oficina de Registros y parando en las revistas del templo.
Disposición de
la Central City
La ciudad
fue dividida por dos calles este-oeste que cumplieron la carretera West. El del
sur se extiende entre la casa del rey y el pequeño templo y luego la oficina de
registros y los secretarios casas al sur y llega al cuartel general del
ejército. La segunda calle pasa al norte de la propiedad real a lo largo del
lado sur de las revistas. Todo este distrito estaba desierta en el tercer año
del reinado de Tutankamón.
Los Templos
Aquí, nos
encontramos con el gran templo de Atón, así el pequeño templo de Atón. Los Templos
en Amarna son considerablemente diferente a la mayoría de los templos de culto
del antiguo Egipto. Eran, por supuesto, los templos solares, con los elementos
esenciales que consisten en un pequeño obelisco en una base de altura y un
altar. Aunque templos solares se habían construido durante el Imperio Antiguo,
la adoración de la Atón no requería el equipo y elementos arquitectónicos que
se encuentra en estos establecimientos de más edad, con la excepción del altar.
No hubo necesidad de una naos, porque no hay más deidad que ser protegida.
Sin
embargo, algunos elementos del templo son esenciales. Estos atributos incluyen
un plan general rectangular cercada por una muralla tremenos que es simétrica
alrededor de un eje longitudinal y la orientación con la fachada que da al
oeste. También están las torres de alta tensión como frentes entrada a los
tribunales junto con una entrada tortuosa para ocultar el interior de los ojos
de los no iniciados. También debe haber un tribunal masacre, el altar y los
árboles que flanquean el enfoque de entrada. La mayoría de estas
características, que había sido característico de los templos egipcios desde
época arcaica, no podría fácilmente estar ausente incluso en Amarna.
El elemento
más básico de un Atón templo es el altar, a la que una rampa o escalera
asciende desde el oeste en el centro de la cancha, rodeado por un muro temenos.
La plataforma altar de vez en cuando podría estar rodeada por un muro y afrontó
con un porche. Algunos también podrían lindaba por cuatro rampas orientadas
hacia los puntos cardinales. El altar fue generalmente rodeado por hileras de
ofrecer tablas. El tribunal que alberga el altar también podría estar precedido
por otro tribunal o más.
El Gran Templo de Atón
El Gran
Templo de Atón está en el borde norte de la Ciudad Central. Es en parte
cubierto por el cementerio moderno de el-Till. El muro de cierre de este templo
se extendía detrás de la carretera moderna para algunos 750 metros, y ahora
está representada por una arista recta baja. Dentro, el santuario era muy
similar a la que en el pequeño templo de Atón y se caracteriza por un grupo de
aislados de escombros montones cerca de la parte posterior.
Templo
Mayor composite sanctuaries surrounded by
a temenos wall of 300x800m.
El Gran
Templo consistió en al menos dos santuarios compuestos rodeados por un muro
temenos de 300x800m. Además, otras estructuras, incluyendo el Salón de Homenaje
Exterior y parte patio-formado los carniceros del complejo. Al sur del Gran
Templo sentar la residencia oficial de la Superintendencia del Ganado de Atón,
Panehsy, y las revistas del templo, lo que produjo grandes cantidades de moldes
de pan. Inmediatamente al oeste del Templo Mayor fue el complejo del Gran
Palacio.
Tell el-Amarna, el plan de la casa de
Hatiay, Supervisor de Obras del Rey
El ritual
diario celebrado en el Gran Templo por el rey y la reina era probablemente muy
simple. Unas expresiones de adoración y acción de gracias fueron pronunciadas a
Atón, cuyo texto puede haber sido reflejada por las representaciones de las
tumbas de la época. El altar mayor estaba reservado para el culto de la familia
real, mientras que el mar de miniatura, altares secundarios fueron utilizados
por los individuos y las comunidades para hacer ofrendas al rey y la Atón.
"En la
parte oriental del recinto del gran templo estaba el sitio del santuario más
antiguo, conocido por el excavador JDS Pendlebury simplemente como "el
santuario". Un nuevo trabajo de la Sociedad de Exploración de Egipto bajo
la dirección de Barry Kemp ha alterado nuestra visión reconstruida del
santuario (estructuras religiosas y de Amarna generalmente) de ser un área
cerrada, privada de una estructura elevada, al aire libre adecuado para la
adoración semipública del rey de el disco solar, una escena familiar de las
decoraciones de tumbas. El Santuario fue construido sobre una plataforma de
hormigón de yeso elevada baja y consistía en dos tribunales-las casas abiertas
al público-, seguidas de dos recintos amurallados atravesada por una calzada
central de exteriores sacerdotes que contienen. La parte amurallada del templo
pudo haber sido mayor y parece haber tenido una entrada poco convencional con
mástiles de banderas-de pie, en lugar del tipo habitual montados en los pilones.
La parte trasera del santuario estaba rodeado por una muralla de casamatas bajo
y contenía el altar del Templo Mayor y más pequeñas mesas de ofrendas.
Elusive
referencias a la "la Mansión del Benben en la Cámara de Atón" (VWT
n-Pr-Aten) no definitivamente identifican la ubicación de esta estructura, pero
Pendlebury ha identificado con el Santuario. En este caso, la piedra benben no
era el obelisco del culto solar heliopolitano, sino más bien una gran estela de
los reyes adorando a Atón.
El segundo
santuario compuesto en el Templo Mayor, compuesto por el Per Hai (Casa del
Regocijo) y la gema de Aten (Encontrar la Aten), puede haber superado el
Santuario en los últimos años en Tell el-Amarna. El Per Hai precedió al Gem
Aten en una progresión lineal de patios y santuarios a lo largo de un eje
central. El Per Hai consistía en una plataforma con dos filas de cuatro
columnas a cada lado del eje central. Al pasar por el Per Hai al Gem Aten,
había tres patios de estilo similar, pero diferente tamaño, separados por
torres de alta tensión. Cada patio contenía numerosas mesas que ofrecen y al
norte y al sur del Per Hai y Gem Aten también estaba "un bosque de ofrecer
tablas," unos 1.800 en total. Tras el tercer corte había dos tribunales
santuario interior que recuerdan a la parte trasera del Santuario. Estos
tribunales santuario estaban rodeados de pequeñas cámaras, cada una de las
cuales contenía una mesa de ofrendas. En la parte posterior de cada uno de los
santuarios interiores había un gran altar, rodeado de nuevo por muchas mesas de
ofrendas más pequeñas.
Small TemplePequeño Templo
La Casa de
Atón, o Aten, yacían al sur del gran templo en un lugar visible al lado del
Camino Real. A pesar de que fue construido sobre un plan similar al Gran
Templo, una diferencia clave fue la pared fuertemente apuntalado por tres
lados. La Casa de la Aten constaba de dos patios separados por torres de alta
tensión, el primero de los cuales contenía el altar mayor, se cree que data de
los primeros tiempos de Ajenatón en Tell el-Amarna. El altar mayor fue nivelado
durante una fase posterior de la utilización por el templo. Tras el tercer
pilón, había un santuario en un plan muy similar al Santuario del Templo Mayor,
aunque de forma menos elaborada. En la fase final, el templo tenía una puerta
de enlace interesante que consiste en una plataforma central cuadrada de piedra
caliza, consultado en el interior por una rampa y en el exterior, posiblemente
por pasos. La plataforma puede haber llevado a un dosel o puertas de madera y
habría servido a la doble función de una entrada ceremonial y lugar de
presentación de la Royal Road exterior.
Panaderías
Hay un
largo y bajo montículo al sur del templo corre de este a oeste con cerámica
rota visible. Esta cerámica es en realidad rompe los moldes de pan, y la línea
marca el sitio de las panaderías centrales.
El Puente
Al final de
esta cordillera es la base masiva para un puente que cruzaba el llamado Camino
Real en frente de la Casa del Rey por medio de pilares de ladrillo. Sigue
habiendo algunas antiguas vigas que una vez atados los ladrillos juntos. Al
otro lado de la carretera era el Gran Palacio, que consiste en un complejo de
tenis y salas de las que sólo quedan cimientos.
El pequeño templo de Atón
En los
últimos años, una cierta consolidación y restauración se ha llevado a cabo en
el pequeño templo de Atón. Esto incluyó la erección de una réplica de la
columna. Una pared de ladrillo prominente recinto también se mantiene, lo que
una vez fue reforzada por torres en el exterior. Hay torres de ladrillo en la
entrada, y otros que subdividen el interior de este edificio. En la parte
posterior del templo se encontraba el santuario construido originalmente de
piedra caliza y arenisca.
Este templo
tenía una capa base de yeso que ahora está cubierto por más de arena. Sin
embargo, modernos bloques de piedra se han sentado encima de la arena con el
fin de proporcionar los lineamientos básicos de este templo.
Un paseo
circular que comienza en el centro de la parte norte de la pared de la caja de
este pequeño templo revela otras partes de la ciudad central. Hay una cresta
alta de arena y algunos escombros que corre hacia el norte desde el otro lado
de la calle a través del centro de un pequeño palacio construido con ladrillos
de barro. Conocido como la Casa del Rey, probablemente acomodada la familia
real en sus visitas desde su Palacio Norte. Detrás de la Casa del Rey y el
Templo Pequeño de Atón (más lejos del río Nilo) fueron un grupo de edificios
gubernamentales construidos con ladrillos de barro. Esto es en realidad donde
las famosas Cartas de Amarna fueron descubiertas por una señora campesina en
1888.
La Ciudad Principal
Algunas veces conocida como el Arrabal del Sur
Hacia el
sur del Templo Pequeño de Atón es la ciudad principal, que era la principal
zona residencial de la ciudad antigua que corría hacia el sur hasta las
proximidades de la aldea moderna de el-Hagg Qandil. Era la parte de la ciudad
ocupada por las personas más importantes (excepto el rey), incluyendo el visir
Nakht, el sumo sacerdote Panehsy, el sacerdote Pawah, General de Ramose, el
arquitecto y el escultor Manekhtawitf Tutmosis (Tutmosis). Probablemente
conectado a este trimestre fue de un río templo, todavía en uso bajo Ramsés III
y más tarde a través de tal vez la 26 Dinastía.
Probablemente
fue distribuida sólo después de la Ciudad Central. Hay una plataforma aquí
construida con el fin de permitir a los visitantes ver el interior de una de
las privadas casas que ha sido habilitado y reparado en los últimos años.
Aunque, probablemente, un alto funcionario, el dueño de la casa es desconocida.
Here, there are also the ruins of grain silos. Aquí, también hay las ruinas de
silos de grano.
Más al sur,
cerca de la mitad de camino entre el-Hagg Qandil y el borde del desierto del
sitio en el borde de la ciudad principal, el famoso busto de Nefertiti fue
descubierto en el taller de Tutmosis.
Algunos
sugieren Akenatón carecía de los recursos para controlar el rápido crecimiento
de su nueva ciudad y regular sus planes (otras ciudades egipcias son mucho más
cuidadosamente dispuestas).
Suburbio Norte
El Suburbio
Norte se separa de la ciudad central por una depresiónFue al parecer
predominantemente habitado esencialmente por una clase media que incluye un
fuerte componente mercantil. No se inició hasta mediados del reinado de
Ajenatón y fue abruptamente abandonado, al parecer, al final de su reinado.
Después, al parecer, las casas fueron re-habitadas por aquellos que no podían
permitirse el lujo de viajar de regreso a Tebas después de la final del período
de Amarna.
Había
grandes propiedades construidas aquí en principio, entre las carreteras del
oeste y del este, y de clase media, posteriormente, las casas y los barrios
marginales que aparentemente aún bloqueadas se añadieron las calles.
El Palacio Norte (Palacio de
Nefertiti)
Aún más al
norte es el palacio del norte que los lugareños llaman "El Palacio de
Nefertiti" (Kasr Nefertiti). Este era una autónoma residencia construida a
lo largo de tres lados de un espacio abierto de largo, que a su vez fue
dividido por un muro y torre. La parte residencial tenía jardines y salones con
columnas a lo largo de su parte posterior. En la esquina noreste se encuentra
la parte más famosa de esta residencia, que consiste en un patio del jardín.
Una cámara central en el lado norte, conocida como la "sala verde",
fue pintada con un friso continuo que representa la vida natural de las
marismas. Cada habitación tiene una ventana desde la que el jardín centro
hundido podría ser visto. En los últimos años, las paredes han sido algo
restaurado y algunas de las bases de las columnas que faltan se han reemplazado
con réplicas modernas. Había corrales más al oeste en el lado norte y también
un corte que contiene tres altares solares, de los cuales nada ahora las
salidas, pero sus fundaciones. Este palacio fue probablemente construido
originalmente para uno de Ajenatón principales reinas 's, pero más tarde fue
convertido para su uso por la Princesa Meritatón.
El Norte de la ciudad
Más hacia
el norte, donde el cultivo termina en los acantilados hay también una ciudad
del Norte, que era una zona residencial El palacio en sí está situado justo al
norte de la zona residencial. Esta fue probablemente la residencia principal de
la familia de Akenatón. La mayor parte de esta se ha ido, pero hay una longitud
de un enorme muro de ladrillo recinto perforado por una enorme puerta de
entrada al palacio.
Los Altares Desierto
En el
camino de las tumbas del Norte, se pasa la casa de unas atalayas, y una corta
distancia al oeste y al norte de este se encuentran los restos de tres grandes
altares solares de adobe en forma de plataformas cuadradas con rampas que se
conocen como los Altares del Desierto. El más septentrional de ellos tenía
cuatro rampas de arena bien apisonada-y probablemente un altar en el centro.
Las necrópolis
La
necrópolis se compone de más de veinticinco tumbas enfrenta la base del frente
del acantilado que se encuentra en el lado este de la llanura desértica, que
alcanza una altura de unos ochenta y cinco metros y al sur de los Royal Wadi
Seis tumbas se encuentran en el lado norte, cerca de Darb El-Malik y conocida
como las Tumbas del Norte. Estas fueron probablemente tumbas pertenecen a los
funcionarios bastante elevados mientras que diecinueve más tumbas se encuentran
en el sur y conocidos como las Tumbas del Sur. Estas tumbas del sur eran
propiedad de una mezcla de funcionarios.
Estas
tumbas están construidas para ser muy complicado para asegurarse de que están
protegidos de los ladrones. La mayoría de ellos comienzan con una audiencia
pública que conduce a tres cámaras. Dentro de estas cámaras hay columnas de
papiro que se reúnen en la parte trasera.. Hay una estatua de los muertos se
habrían colocado mirando hacia la entrada.
Las Tumbas
del Norte una vez fueron invadidas por un antiguo asentamiento cristiano copto,
y grupos de pequeñas cabañas de piedra en la ladera debajo de las tumbas
pertenecen a estas personas, que convierten la tumba número seis en una
Iglesia. A partir de estas tumbas, hay una excelente vista del valle.
Las Tumbas
del Sur son el mayor de los dos grupos de tumbas. Ellas se cortan en los
flancos de una meseta baja frente a una ruptura importante en los acantilados,
donde la roca es de mala calidad. Sin embargo, aquí se encuentra la tumba
número 25, que fue construido para el "Padre de Dios", Ay, quien más
tarde se convertiría faraón. Aunque a menudo no es tan imponente como las
tumbas en el norte, ellos tienen su encanto, así como más variedad. Por otro
lado, muchas de las Tumbas del Sur contienen poca o ninguna decoración y
algunos apenas se habían iniciado antes de que se abandonó la ciudad. Algunas
de estas tumbas también fueron utilizados para enterramientos posteriores, y
entre ellos son fragmentos de maceta en su mayoría datan de entre la 25 y 30 de
la dinastía.
Villa
de los Los
trabajadores
Hacia el
este, en un pequeño valle en el lado sur de una meseta baja que corre desde la
base de los acantilados entre la Real Wadi y las tumbas del sur hay un
interesante asentamiento conocido como "aldea de los trabajadores". Se trata de un recinto amurallado
de casas muy regulares a lo largo de varias calles paralelas. Los arqueólogos
creen que acogían a los trabajadores que trabajan en las tumbas de roca en las
inmediaciones (que, por cierto, aunque construido para la realeza y cortesanos,
no fueron en su mayoría nunca ocupada). Sin embargo, esta ciudad amurallada
tenía una casa de guardia en la única salida, y parece más probable que haya
sido la de mantener a los trabajadores en que cualquier cosa fuera (la
principal ciudad estaba protegida por tal pared, para todo el sitio, incluyendo
la aldea de los trabajadores, está rodeada por altos acantilados).
La Tumba Real
La tumba
real construida para Akenatón se encuentra en un valle lateral estrecho en la
apertura de la Real Wadi. Su diseño básico y las proporciones no son diferentes
a los de las tumbas reales en el Valle de los Reyes en la Ribera Occidental en
Tebas (actual Luxor). Sin embargo, se tenía la intención de enterrar varias
personas, entre ellas el rey, los príncipes y, probablemente, la reina Tiy por
lo que hay cámaras funerarias adicionales. También hay un anexo sin terminar
que pueden haber sido destinados a Nefertiti. Aquí, la calidad de la roca es
pobre, y así las decoraciones de la tumba se cortaron en una fina capa de
enlucido de yeso. Por lo tanto, la mayoría de las decoraciones no han
sobrevivido y la mayor parte de lo que queda está en los aposentos de la
princesa Meketatón.
Otras Ruinas
En Kom
el-Nana, al sur de la ciudad principal y al este de la aldea moderna de el-Hagg
Qandil es un recinto pensado para haber rodeado otra de Ajenatón templos del
sol. Recientes excavaciones han revelado ladrillo edificios ceremoniales y los
cimientos de dos santuarios de piedra. La parte norte fue ocupada por un
monasterio cristiano en los siglos sexto y quinto d.C. También está muy al sur
de la ciudad un centro de culto inusual conocido como Maru-Atón. A pesar de que
ha desaparecido completamente bajo la tierra cultivada, esto parece haber sido
una estructura especial de la función de culto. Amarna es única en Egipto.
Incluso las ciudades construidas por los gobernantes extranjeros no sufrieron
su destino. Se estableció con toda probabilidad a partir de cero, y parece
haber sido abandonado por completo poco tiempo después de la muerte de Akenatón.
Hoy en día, la investigación continúa considerable en este lugar que con el
tiempo debería descubrir más de los secretos del reinado del faraón más
interesante.
El Grupo
Norte de Tumbas de Tell el-Amarna consiste en 25 tumbas y se consideran de
naturaleza similar a los encontrados en Abd el-Qurna en Tebas occidental.
Desde las
ruinas del principal Palacio Real es un paseo de 45 minutos al noreste, más
allá del sitio del gran templo, junto al palacio, al Grupo Norte de Tumbas. Las
tumbas de roca de Tell el-Amarna son similares en forma a las de Abd el-Qurna
en Tebas occidental. Al frente de cada tumba es una estación de servicio, que
en la mayoría de los casos probablemente fue cerrado por un muro de ladrillo.
La gran puerta se abre con frecuencia en una cámara de pilares, de las que una
puerta o pasaje conduce a una antecámara estrecha, más allá de que es una
cámara que contiene una estatua del hombre muerto. Muchas tumbas quedaron sin
terminar cuando la capital se trasladó de nuevo a Tebas. Las tumbas están
numeradas en negro de 1 a 25, que va de norte a sur.
Tumba de Merire, Sumo Sacerdote del Sol
No. 4, la
Tumba de Merire, Sumo Sacerdote del Sol, es una de las mayores y más
interesantes en el grupo. Los relieves son muy oscuros y requieren una buena
iluminación (linterna potente aconsejable).
Frente a la
tumba es un amplio patio delantero. La puerta, rematada por una cornisa cavetto
y con figuras de hombre muerto en la oración en las paredes internas, conduce a
una antecámara, en la mano derecha y las paredes de la mano izquierda de las
cuales son falsas puertas, con Merire orando delante de ellos detrás de él un
gran ramo de flores, en forma de una columna. Las otras paredes están cubiertas
de inscripciones. La cámara principal, más allá, al principio tenía cuatro
columnas, de las cuales dos se dejan. En la puerta son figuras del hombre
muerto (derecha) y su esposa (a la izquierda) en la oración. La mano izquierda
pared de la entrada: el rey en una ventana en el palacio presentando oro para
Merire. Pared de la izquierda: el rey en su carro de conducir desde el palacio
(arriba, izquierda) para el Templo del Sol (más adelante frente a él su
guardaespaldas, detrás de él la reina, las princesas y séquito, en carros ya
pie. La escena continúa en la mitad izquierda de la pared posterior: sacerdotes
y músicos chica esperando el Rey a la entrada del templo. Pared de la derecha,
continuando por la mitad derecha de la pared posterior: el Rey de visitar el
templo a continuación, Merire se presenta con cadenas de oro por el rey y la
reina en la izquierda, los graneros reales y trasteros. Mano derecha pared de
entrada: el Rey y la Reina, con dos princesas, haciendo ofrendas al sol en los
altares Merire y otro sacerdote a continuación, la comitiva real y sacerdotes
(nota, abajo a la derecha, las bellas representaciones de cantantes ciegos).
Las dos cámaras traseras están sin terminar.
Tumba de Pentu
No. 5, la
Tumba de Pentu, un médico, está muy afectada. En la puerta de entrada, a la
derecha ya la izquierda, el muerto se muestra en la oración delante de él una
inscripción (un himno al sol). En la pared izquierda de la primera cámara del
rey y la reina se representan rezando al sol, por encima de la torre del
templo. En un pasillo lateral a la derecha es un eje de la momia de
profundidad. La estatua del muerto que se encontraba en la cámara trasera se ha
cincelado de distancia.
Tumba de Penehse
Al sureste
de la Tumba de Pentu, a corta distancia, es la número 6, la Tumba de Penehse.
En la
puerta de entrada, a la izquierda: el Rey y la Reina, seguido de tres princesas
y la hermana de la reina, orando al sol a continuación, seguidas de los
funcionarios, portadores de ventiladores y otros asistentes a los pies, el
hombre muerto rezando. Escena similar en el lado derecho. La cámara principal
originalmente tenía cuatro columnas de papiro con capiteles cerrados, dos de
los cuales permanecen. En la pared del fondo es una puerta falsa, convertido en
un tipo de letra cuando se utilizó la tumba como una iglesia. Escaleras a la
derecha conducen a la cámara de la tumba. Izquierda pared de la entrada a mano:
el Rey y la Reina presentando Penehse con adornos de oro de una ventana en el
palacio. Pared de la izquierda: arriba, izquierda, el Templo del Sol, con el
rey rezando en un altar en el patio delantero. Mano derecha pared de entrada:
el muerto y su séquito trayendo ofrendas votivas al Rey y la Reina, que se acompaña
de cuatro princesas. Una puerta con figuras del hombre muerto y su hermana
lleva a una segunda cámara con cuatro columnas, que contiene un nicho para la
estatua del hombre muerto (que ha sido cincelado de distancia).
Tumba de Huye
N º 1 es la
Tumba de Huye, superintendente de la Real Harem y Steward a la reina madre,
Tiy.
En la
entrada hay una figura del hombre muerto rezando. La cámara principal tenía
originalmente dos columnas de racimo, una de las cuales sigue en pie. Pared de
la entrada a mano derecha: el rey y la reina sentados a la mesa por debajo de
la reina, dos princesas que se sientan uno frente al otro a la derecha,
guardias, etc, por encima de la pareja real (como en todas las representaciones
similares en las tumbas de El-Amarna), el sol, con rayos que terminan en las
manos a continuación, los músicos de la muchacha, una tabla con las ofrendas,
los funcionarios inclinación, soldados, etc Derecho de pared extrema mano: el
Templo del Sol, con el gran altar en un tribunal con columnas y estatuas, a la
derecha del Rey realización de la Reina Madre en el templo funerario de
Amenofis III sus padres y Tiy, acompañados por guardias detrás y debajo de
ellos, arriba, el sol, con sus rayos que terminan en las manos. En la pared del
fondo, a la derecha ya la izquierda de la puerta, son dos representaciones
coincidentes (mucho dañados) de Amenofis III y IV y sus esposas. Pared extrema
izquierda: el rey está llevando en una camilla a una sala de recepción (a la
derecha) para recibir el tributo de las naciones sometidas, acompañado de una
gran comitiva. Izquierda pared de entrada de mano: similar a la de la derecha
uno. En ambas paredes de la puerta de entrada a la siguiente cámara del muerto
se muestra en la oración. En la siguiente habitación (sin terminar) es el eje
de la momia, rodeada por un parapeto excavada en la roca. En la última cámara,
el santuario, es un nicho que contiene una figura sobre-tamaño natural sentada
del hombre muerto (la cara mutilada). En las paredes hay escenas de entierro, luto
las mujeres, los hombres que llevan los regalos votivos, un carro, sillas, etc.
Tumba de Merire
No. 2, la
Tumba de Merire, que también era superintendente de la Real Harem, es de
particular interés porque el trabajo en la tumba continuó durante el reinado de
Akenatón del hijo-en-ley y sucesor Smenkhkare.
Sólo la
cámara principal, con dos columnas, se completa. Izquierda pared de la entrada
a mano: el rey sentado bajo un dosel de la celebración de un cuenco que la
reina está vertiendo el agua, con tres princesas asistentes. Mano derecha pared
de entrada: el Rey y la Reina, en un balcón, dictar adornos de oro para el
muerto en la explanada del palacio (a la derecha), los carros y el ventilador
portadores reales, junto con funcionarios y agentes de Merire a continuación,
Merire siendo recibido al regresar a su casa. Derecha pared extrema mano: el
Rey y la Reina sentado bajo un dosel alto recibir tributo de los asiáticos (a
la izquierda) y los negros (a la derecha otros presos que hacen homenaje al
Rey.
Las próximas
tumbas yacen a 15 minutos en viaje en sureste, en el lado de la otra colina.
No. 3, la tumba de Ahmose, "portador del ventilador en la mano derecha del
rey", se puede omitir si el tiempo es corto.
Sobre la
entrada al muerto se representa la adoración de los nombres del sol; en la
puerta, a la derecha ya la izquierda, se le ve orando, vestido con su traje
oficial, con el ventilador y el hacha. Cámara principal, la pared de la
izquierda: la familia real a la mesa en el palacio anteriormente, cuatro filas
de soldados con escudos, lanzas, etc, que marchaban al templo, seguido de la
carroza real (sólo esbozadas). En cámaras laterales de la izquierda y la
derecha son dos ejes de la momia, con puertas falsas en la pared detrás de la
última cámara está una estatua del hombre muerto.
N º 8 es la
Tumba de Tutu.
En las
jambas de la puerta el hombre muerto se representa en la oración por encima de
él, sus nombres y títulos. En la puerta, a la derecha, el Rey y la Reina
haciendo ofrendas al sol, con el muerto de rodillas en oración a continuación a
la izquierda, el hombre muerto en la oración. La cámara principal tenía
originalmente 12 columnas, en dos filas, de los cuales ocho permanecen. Las
columnas de la fila trasera están unidas por las pantallas, y entre las dos
columnas centrales es una puerta baja, de un tipo que normalmente se encuentran
sólo en el período ptolemaico. Escalera en la delantera izquierda en la cámara
de la tumba. En las dos paredes frontales son pequeños nichos que contienen
estatuas inconclusas. Mano derecha pared de entrada: el Rey y la Reina miran
por una ventana del palacio como Tutu está decorado con cadenas de oro a
continuación, el muerto en la oración Pared de la entrada de la izquierda: el
rey y la reina sentados en el palacio, con Tutu y otros cortesanos en actitudes
de respeto ante ellos a continuación, el muerto rezando. El corredor está sin
terminar.
Tumba de Mahu
Inmediatamente
adyacente a la tumba de Tutu es No. 9, la tumba de Mahu, un alto oficial del
ejército.
Un corto
tramo de escaleras conduce a la entrada. En la puerta, a la izquierda, son el
Rey, sosteniendo el jeroglífico de "verdad" hacia el sol, la reina y
una princesa, con sistra, en presencia del sol a continuación, el muerto de
rodillas, con el texto de su oración delante de él a la derecha, el muerto
rezando. Cámara principal, la mano izquierda pared de la entrada: el rey en una
ventana en el palacio (bosquejo preliminar en el pigmento negro). Pared
izquierda extremo a mano: una ronda coronada lápida, abordado por dos pasos anteriormente,
el rey y la reina a continuación, el muerto rezando. A la derecha (continúa en
la mitad izquierda de la pared posterior), la gente en frente del Templo del
Sol fila inferior, el muerto de rodillas y ofreciendo gracias por la bondad del
Rey. La mitad derecha de la pared posterior (continúa en la mitad izquierda de
la pared final): arriba, el Rey y la Reina de conducir fuera del palacio de
inspeccionar las defensas de la Ciudad del Sol, con hombres corriendo por
delante a continuación, su regreso. En el centro de la pared extrema derecha es
una lápida forma de puerta. Pared Righthand entrada: fila de abajo, a la
izquierda, Mahu establece en su carro a la derecha, Mahu trayendo presos al
visir, que estará acompañado por su séquito, segunda fila de abajo, en el Mahu
izquierdo apoyado en un bastón con sus subordinados frente a él, a la derecha
un carro y soldados corriendo. Las filas superiores están mal conservados. La
segunda cámara tiene una puerta falsa en la pared posterior a la derecha una
escalera de caracol de 46 escalones conduce a una cámara que contiene el eje de
la momia.
Tumba de EPEI
N º 10, la
Tumba de EPEI, está sin terminar. En la puerta de entrada, a la izquierda, el
Rey y la Reina presentan dos cuadros con el Sol, la imagen del rey que muestra
a dos princesas que adoran los nombres de el sol, mientras que la Reina
presenta su propio retrato adorar a los nombres de el sol, detrás de ellos tres
Princesas con sistra los rayos del sol brillando sobre un altar cargado de
comida y bebida.
Tumba de Ramose
N º 11 es
la Tumba de Ramose. En la puerta de entrada, a la izquierda, el Rey y la Reina,
acompañada de una princesa, recibirá el jeroglífico de la "vida" de
las manos de Atón. En el nicho son figuras sentadas del hombre muerto y su
esposa.
Tumbas Inconclusas
Núms. 12 y
13 son sin terminar. Muestran cómo fueron excavadas las tumbas en la roca.
Tumba de Mei
N º 14 es
la Tumba de Mei, "comandante militar y Fan portador en la mano derecha del
rey. El nombre de Mei ha sido cuidadosamente borrado todas partes, mientras que
los nombres de los reyes se han quedado sin tocar. La tumba está sin terminar.
En la pared de la entrada de la derecha es un bosquejo preliminar del muelle
del puerto de la Ciudad del Sol, con los barcos, los jardines y el palacio en
el fondo. N º 17 es una tumba guapo, pero no tiene relieves o inscripciones. N
º 19, la Tumba de Suti, está más que empezar.
Tumba de Enei
No. 23, la
tumba de Enei, un Steward y Scribe en la casa real, se diferencia en forma de
las otras tumbas.
Un tramo de
escalones de piedra caliza conduce a la entrada, que tiene una cornisa cavetto
y fue planeado para tener una columnata delante de él. En el dintel, a la
derecha y la izquierda, son el rey y la reina y tres princesas orando al sol.
En la puerta, a la izquierda, el muerto se muestra orando, con el texto de su
oración delante de él a la derecha del hombre muerto con un personal y un ramo
de flores (pintado en estuco). Las paredes de la cámara principal tienen un
recubrimiento de estuco, pero aparte de la cornisa cavetto en la parte superior
no están pintados. En el nicho es una estatua de un exceso de tamaño natural
del hombre muerto pared de la derecha, el hombre muerto y su esposa sentados,
con un hombre de oración delante de ellos pared de la izquierda, el muerto
sentado en la mesa, con un sacerdote le ofrece flores. Estas escenas están
pintadas en estuco, pero son mucho desvanecieron.
Más al sur
de la tumba de Enei es la número 25, la tumba de Ay, el sucesor de Tutankamón
como Rey. Al igual que muchas otras tumbas, que quedó inconclusa cuando la
capital se trasladó de nuevo a Tebas (donde Ay tenía un sepulcro nuevo,
construido para él).
En las
jambas de la puerta, a la derecha ya la izquierda de rodillas, Ay y su esposa
se representan (abajo). En la puerta de entrada, a la izquierda, el Rey y la
Reina, acompañada de cortesanos, orando al sol, cuyos rayos, que termina en las
manos, llegar hasta el altar a continuación, Ay y su esposa Tiy en la oración
derecho, Ay, con el traje oficial, y su esposa orando, sus oraciones inscrito
junto a ellos. La cámara principal era tener 24 columnas de papiro con
capiteles cerrados, pero sólo 15 fueron tosco y sólo cuatro completado los
otros, hacia el sur, han sido meramente comenzado en la roca en la parte
superior. En tres de las columnas del hombre muerto y su esposa se representan
adorando los nombres del dios sol y el Rey y la Reina. En el centro de la pared
posterior es una puerta sin terminar, en la esquina noreste es un vuelo de
pasos diseñados para llevar a la cámara de la tumba, que ni siquiera se inició
y en la esquina noroeste es una puerta sin terminar. En la pared de la entrada
a mano izquierda se encuentra un relieve interesante, el único completado: a la
izquierda son el Rey y la Reina arrojando adornos a Ay y su esposa (partes
superiores de los cuerpos en el Museo Egipcio de El Cairo) desde una ventana
del palacio al lado de la reina son sus tres pequeñas hijas, el que está
delante acariciando la barbilla de su madre arriba, el sol. En el patio del
palacio de la comitiva real (aurigas, los escribas, los portadores de fans,
soldados), levantar la mano en homenaje observar las actitudes dobladas
curiosos de los cortesanos. A continuación se presentan los niños brincando de
alegría. A la derecha Ay se ve salir del palacio y recibir las felicitaciones
de sus criados, que levantan sus manos en alegría, sirvientes llevan los
regalos de distancia y en la fila superior los porteros del palacio con unos
muchachos observan la escena.
Tumba de la Familia de Amenofis IV (Akhenaton)
Algunos 7MI
/ 11km de Tell el-Amarna, en el Darb el-Hamzawi o Darb el-Melek un valle que
corre de este entre los Grupos Norte y del Sur de tumbas, son una serie de
tumbas de roca y sin relieves o inscripciones y uno (No. 26 ) que tiene
relieves interesantes pero por desgracia mucho dañada. Esta es la tumba de la
familia de Amenofis IV / Akhenaton, el pensamiento de largo, erróneamente, que
es la tumba del propio Akenatón, que fue enterrado en la tumba de su madre Tiy
en el Valle de los Reyes.
Un vuelo de
20 pasos, con una rampa en el centro para el sarcófago, conduce a la puerta, de
la que un corredor inclinado y otro tramo de 16 escalones conducen a una
antecámara con un eje de la momia, ahora lleno, y muy dañada relieves murales.
Más allá del eje es la cámara de la tumba, que una vez contenía un sarcófago.
Todas las columnas excepto uno han desaparecido. Los relieves murales se practicarán
con una incisión en estuco. El mejor conservadas son las de la pared de la
entrada de la izquierda (el Rey y la Reina y Princesas orando al sol) y la
pared lateral izquierda, que representan el rey y la reina, una princesa y
mujeres dolientes en un féretro (?). En la pared de la derecha hay un pequeño
nicho.
Volviendo
hacia la entrada, entramos (a la izquierda de las escaleras) tres habitaciones
con relieves e inscripciones, tal vez la capilla funeraria de la princesa
Meketatón. Tanto las paredes principales del primer sitio de la demostración
casi la misma escena: el rey y la reina, cuatro princesas y el séquito real
orar y presentar ofrendas al sol, que se ve que se levanta sobre las colinas
detrás del templo a los pies de las colinas son varios animales. A la izquierda
(en la pared de la entrada de la izquierda y en la pared posterior entre las
puertas) una variedad de personas, incluyendo a los negros y los asiáticos en
su atuendo distintivo, adorar al sol. En la pared de la entrada de la derecha,
en la fila inferior, la difunta princesa se ve en su féretro, con el rey y la
reina y las mujeres dolientes de pie junto a él en la fila superior son el Rey
y la Reina, una enfermera con un poco de princesa, y las mujeres dolientes
lamentando la princesa muerta. La segunda habitación no tiene relieves. Tercera
habitación, la pared posterior: a la izquierda, la difunta princesa de pie bajo
un dosel frente a ella, el luto, la familia real y su séquito. Esta escena se
continúa en la pared de la derecha. Pared de la izquierda la mano: la momia
mentir bajo el mismo pabellón, con el luto de la familia real delante de ella
derecha más lejos, una nodriza con un bebé princesa en el pecho. Pared de
entrada: representaciones de muebles de tumbas (espejos, cucharas, ataúdes, etc,
muy dañado). Más cerca de la entrada de un pasillo conduce a un pasaje
inclinado que termina en una cámara sin terminar.
La revolución de Amarna
Ajenatón, como esfinge oferente, ante el
disco solar, símbolo de Atón.
Antecedentes
Desde los
inicios del Egipto faraónico, la religión había ido adaptándose a los diversos
factores de carácter histórico que tanto social como culturalmente
influenciaban la vida espiritual de los antiguos egipcios. Conforme se sucedían
las distintas dinastías egipcias, los centros de poder e influencia iban
sufriendo cambios y desplazamientos, originando variaciones en las prácticas
religiosas y en el panteón egipcio. Esto suponía también privilegios en la
asignación de recursos (tierras, ganado, siervos, etc.) sobre el resto de los
dioses (y sus respectivos templos y clero).
Desde el 2400 a. C.
el dios del sol se adoraba como Ra-Horajty, un dios con cabeza de halcón,
coronado por el disco solar y el uraeus, con cetro uas y anj. Era el dios de
los faraones, que se consideraban sus hijos y su representación en la tierra.
Sin embargo, esta preferencia cambió a finales de la Dinastía XVII: los
príncipes tebanos impulsaron la expansión de sus fronteras hasta liberar
completamente el territorio egipcio del dominio de los gobernantes hicsos. La
reunificación del reino del Alto y Bajo Egipto en una sola corona se efectuó
bajo el mando de los príncipes de Tebas, y la guía espiritual del dios tebano
Amón, cuyo centro espiritual estaba en Karnak. Así, el culto a Amón (y, por
tanto, su clero) ocupó su sitial dorado de preeminencia en el panteón egipcio y
se transformó en el «Dios de la Victoria». Este impulso guerrero no se acabó
con la expulsión de los hicsos, sino que continuó con la expansión de las
fronteras hasta conquistar los territorios de Canaán y Nubia, lo que dio origen
al denominado Imperio Nuevo.
Los
gobernantes de la Dinastía XVIII, con Amón a la cabeza, convirtieron a Egipto
en un gran imperio. Con cada nueva conquista, el agradecimiento a Amón se
traducía en nuevos templos y obras, como las sucesivas ampliaciones de los
templos de Karnak, y en nuevas prebendas económicas a sus sacerdotes: el culto
y el clero de Amón recibieron un trato preferencial como nunca hasta entonces
había recibido ningún dios o diosa egipcios, acumulando inmensas cotas de
poder.
Durante los
reinados de Amenhotep III y Thutmose IV, la tendencia se invirtió
paulatinamente, pues el clero de Amón había sido desplazado por el de Ra y se
había introducido de nuevo el culto a Atón, aunque como un dios secundario.
Atón, Shu y Tefnut, formaban la tríada creadora, y su culto era símbolo del
retorno a las bases del panteón egipcio. El culto a estos dioses había sido
sustituido por el de sus hijos, pero el faraón abogó por el regreso a los tres
primeros dioses, postergando los cultos de otros.
Con
Ajenatón, la reforma religiosa se radicalizó con la imposición de la
preferencia del dios Atón sobre el resto de dioses y la prohibición del culto a
Amón. El faraón intentó, como ya había hecho su padre, aminorar el poder que el
sumo sacerdote y el clero de Amón habían adquirido con el tiempo. Sin embargo,
este cambio no se realizó en los primeros años del reinado. El propio nombre de
nacimiento del rey Amenhotep conllevaba mención al dios Amón y, al principio,
ambos cultos podían coexistir libremente. Según los historiadores, fue alrededor
del quinto año de reinado en solitario cuando el rey Amenhotep IV abandonó su
nombre de nacimiento en honor al dios Amón y adoptó el de Ajenatón,
conjuntamente con modificaciones en los distintos títulos, como los nombres de
Horus, Nebty y Horus Dorado.
Estela que muestra algunos de los títulos
del faraón Ajenatón, y el nombre del dios Atón, enmarcados en cartuchos. Fue
hallada en el gran templo de Atón, en Ajetatón.
Motivos
La
reconstrucción del universo espiritual, social, económico y político del Egipto
de finales de la Dinastía XVIII, ha permitido, a falta de registros históricos
explícitos, intuir los motivos que indujeron a Ajenatón a realizar la reforma
religiosa. Así, pues, analizando ese contexto, muchos estudiosos han coincidido
en afirmar que la instauración de la nueva religión se debió tanto a motivos
políticos como espirituales, dimensiones a la sazón inseparables.
Por los
restos encontrados en la abandonada ciudad de Amarna, es clara la intención de
Ajenatón de posicionarse entre el dios Atón y el simple adorador, sin
intermediarios, sin sacerdotes en medio, sin clero. Por ende el refuerzo de la
autoridad real, ya no en el plano espiritual sino eminentemente político, es un
objetivo palpable en los distintos restos encontrados en las tumbas o los
altares de los templos.
Atón: el disco solar
Atón se
representaba como un gran disco solar, del que salían brazos en disposición
radial, que terminaban en manos con el signo anj de la vida con las que recogía
las ofrendas, dando a cambio luz y vida. No se han conservado imágenes
antropomórficas, tan comunes en la religión egipcia, del dios Atón, ya sea en
forma de esculturas, pinturas o bajorrelieves.
Atón era la
forma del dios del sol en la tarde y personificaba la fuente de toda vida. Amenhotep
III había protegido el culto a Atón, y Ajenatón llevó al límite el sentido
religioso de adoración del símbolo solar, convirtiendo a Atón en el dios
personal del faraón, y por ende, en el de todos y cada uno de sus súbditos.
Además, Ajenatón no solo erigió en el Templo de Karnak un santuario dedicado a
Atón, sino que fundó una nueva capital político-religiosa: Ajetatón.
Reformas religiosas
Como
consecuencia de lo anterior, surgió la nueva religión, sustentada sin fisuras
desde el máximo nivel político del estado faraónico. El faraón se nombró único
representante en la tierra del dios, haciendo innecesaria la casta sacerdotal.
El faraón con la gran esposa real oficiaban entre el pueblo y Atón. Para
Flinders Petrie y otros antiguos egiptólogos, este fue el comienzo de la
primera religión monoteísta, cuyo principio rector se resume en las conocidas
palabras del eminente egiptólogo Cyril Aldred que, parafraseando el Corán,
afirmó que existe un solo Dios, y el faraón es su profeta.
Como sumo
sacerdote de Atón, rechazó la autoridad del sumo sacerdote de Amón, quien tenía
el título de Jefe de los sacerdotes de todos los dioses y un gran poder
político. En el décimo año de su reinado, Ajenatón ordenó borrar el nombre de
Amón y el de su esposa Mut de todos los monumentos, hasta de los cartuchos con
nombres teóforos de todos los faraones, incluido el de su padre.
La nueva
religión se caracterizaba por una fuerte abstracción y conceptualización de la
deidad. A esta conclusión se llega al considerar que, si bien la adoración de
una deidad solar ofrecía oportunidades de eventos festivos en momentos
determinados del calendario, como son los días de solsticio y los de
equinoccio, sin embargo, Ajenatón no los utilizó determinadamente en su reforma
religiosa. Más aún, la orientación de los edificios en la nueva ciudad
dedicados a Atón no sigue ningún patrón solar o cósmico, sino que se adecúa a
la topografía del terreno donde estos se asentaban. Todo esto lleva a la
conclusión de que la nueva religión en torno a Atón se basaba en una fuerte
abstracción conceptual en perjuicio de otras manifestaciones religiosas más
concretas. Esto fue lo que originó un importante problema en el sistema de
creencias egipcio, ya que el pueblo no concebía a los dioses sin forma e
imagen, sino que necesariamente los corporizaba, ya fuese en una imagen
antropomorfa, ya en un animal asociado, icono zoomorfo.
La
revolución, provocada por Ajenatón, comportó la total eliminación de las
imágenes humanizadas de dioses en esculturas, relieves, muebles y otros
enseres, que habían constituido -tradicionalmente- la principal fuente
iconográfica del arte egipcio. Paralelamente, la familia real se convirtió en
el motivo central de las representaciones artísticas: en los altares de los
templos donde antes se encontraban las estatuas de los dioses, se veía ahora a
la familia real, a veces en pareja, otras veces con todas sus hijas, y siempre
con el dios Atón, el disco solar, oficiando como protector y dador de vida.
Simultáneamente,
se produjo también un cambio radical en las formas y modos de oficiar las
ceremonias religiosas. Los antiguos templos cerrados, oscuros, donde lo
primordial es el ocultamiento de la divinidad y el acceso restringido, dieron
paso a templos abiertos, al aire libre, donde la observación de la divinidad
estaba al alcance de cualquier neófito o no iniciado. Con todo, subsisten
muchos interrogantes en lo relativo al culto de la nueva religión respecto a
dos temas: el culto individual o familiar y su relación con el más allá.
Templo de Atón en Ajetatón. Ajenatón, secundado por Nefertiti y sus hijas, realiza una ofrenda
al dios en un altar al aire libre. Dibujo extraído del relieve en la tumba de
Meryre en Ajetatón (Amarna).
El culto privado
La práctica
religiosa del Antiguo Egipto intentaba contener y dar sentido a las necesidades
espirituales de campesinos, artesanos o del ciudadano medio del reino. La gran
cantidad de esculturas, amuletos y textos referidos a cultos particulares que
se han conservado, muestra que la religión tenía un profundo impacto en la vida
cotidiana. En la cultura egipcia, multitud de deidades tutelaban cada faceta de
la vida: la concepción, la fertilidad, el nacimiento, el matrimonio, la muerte,
etc. Así, el egipcio común vivía en un entorno de prácticas y ceremonias
religiosas íntimamente unidas: la invocación a Min para la cosecha, la
protección de Osiris en la muerte, etc.
Por tal
motivo, en las investigaciones arqueológicas es muy común hallar en las
viviendas del Antiguo Egipto pequeños altares, esculturas etc. La antigua
ciudad de Ajetatón muestra variados restos de altares con imágenes tanto de
Atón con el faraón o la familia real, como de las antiguas deidades egipcias
que habían sido desterradas del nuevo culto oficial. Así, algunos historiadores
indican que en algún punto, Ajenatón observó que la religión que implantaba
generaba un vacío que no podía cubrir determinadas necesidades espirituales de
sus súbditos, y pretendió suplir esas necesidades con la adoración de la
familia real, por intermedio de la cual se llegaba a Atón. Sin embargo, la
reforma de los cultos privados constituyó una empresa muy delicada.
Altar hogareño para la adoración familiar o individual
de Atón y la familia real. Bajorrelieve de la familia real bajo los rayos
dadores de vida del único dios: Atón.
Museo Egipcio de El Cairo.
Así, muchos
estudiosos creen que el abandono y olvido en que cayó la religión de Ajenatón,
una vez muerto el faraón, se debió al hecho de que en ningún momento llegó a
conseguir que las necesidades espirituales en el plano individual y familiar
del pueblo egipcio fuesen colmadas con su propuesta religiosa. Dicho de otra
forma, la religión de Ajenatón nunca dejó de ser una religión del aparato del
estado, ya que en el plano individual el egipcio siguió encomendándose a las
antiguas deidades.
A su
muerte, no solo cayó en el olvido el culto a Atón, sino también a Osiris, ya
que el destino en el Más Allá dependía de la lealtad al faraón, pero el pueblo
seguía adorando a los viejos dioses y apegado a sus tradiciones y
supersticiones. Incluso en la propia capital se han hallado estatuas de otros
dioses erigidas ya en esa época.
Relación con el más allá
En lo
referente al culto del más allá, en la religión egipcia recaía en el dios
Osiris, cuya epopeya de resurrección se convertía en modelo de referencia en el
momento del deceso del súbdito egipcio. El culto de la resurrección es una
constante en la historia del Antiguo Egipto, desde el primitivo período
predinástico hasta la época romana. Con diferentes desarrollos, las prácticas
mortuorias crearon textos tan elaborados como el Libro del Amduat, los rituales
de embalsamamiento, la arquitectura de las necrópolis, etc.
No se sabe
todavía cómo Ajenatón, como reformador religioso, reemplazó o modificó este
culto del más allá. A pesar de que en la ciudad de Ajetatón hay restos de
tumbas con relieves y pinturas murales, en dichas tumbas no hay ninguna
referencia al culto osiríaco.
Reformas políticas
Tradicionalmente,
se ha tenido la imagen de Ajenatón como la de un gobernante que había
abandonado total o parcialmente su cargo debido a una religiosidad extrema, y
que había llevado a Egipto al declive (sobre todo en el exterior). Sin embargo,
esta imagen de Ajenatón ha ido perdiendo fuerza a partir de las últimas
investigaciones.
Política interior
El cambio
en el modelo político supuso un afianzamiento del poder real. Por los rastros
encontrados en las ciudades de Tebas y Ajetatón, todo demuestra que la
preeminencia del faraón sobre el resto del aparato del estado era evidente. Ni
la clase sacerdotal, ni los principales referentes del engranaje burocrático
del estado (virreyes, chatys, supervisores del tesoro, etc.), lograron,
aparentemente, algún tipo de relevancia, con las solas excepciones de Ay y
Horemheb, aunque ambos fueron sumisos al poder del faraón.
Los
principales funcionarios del estado han pasado a la posteridad más como
seguidores incondicionales del faraón y su nueva ideología, que por obras,
hechos o documentos, como queda mostrado en los relieves que muestran sus
tumbas en el cementerio de la nueva ciudad, Ajetatón. En esas imágenes, se
esfuerzan en mostrar su devoción hacia el rey, la familia real y, obviamente,
hacia la nueva religión.
El
alejamiento del clero (en especial el de Amón) de las cuestiones terrenales se
puede inferir del abandono de las dos principales ciudades donde residían los
faraones: Menfis, la sede política del reino, y Tebas, la sede religiosa y
lugar de origen de la dinastía reinante.
Relaciones exteriores
Por lo que
se refiere a la política exterior, Ajenatón fue capaz de mantener el statu quo
en los territorios conquistados de Canaán y Libia. Por otro lado, aunque la
destrucción de los restos de su reinado no ha dejado muchos documentos de
política exterior, la correspondencia con otros reyes coetáneos guardada en los
archivos de estos, muestra su actividad diplomática, aunque probablemente
delegara muchas de sus obligaciones en sus colaboradores.
Tabla con escritura cuneiforme que
pertenece a las tabletas que conforman las Cartas de Amarna; se trata de un
mensaje del rey Tushratta de Mitanni al faraón Amenhotep III, padre de
Ajenatón, sellando una alianza entre ambos países con el compromiso matrimonial
de la princesa mitanni Tadukhipa. Es uno de los primeros registros históricos
que reflejan la existencia de relaciones diplomáticas en la antigüedad.
Del Segundo
Período Intermedio, Egipto salió sumamente fortalecido, ya que a la expulsión
de los hicsos le siguió un período de conquistas que alcanzó su máxima
expansión durante el reinado del faraón Tutmosis III. El equilibrio de poderes
se alcanzó en la confrontación con el reino de Mitanni. Dicha rivalidad
abarcaría casi dos siglos de historia y llegaría a su fin con el tratado de paz
convenido por Amenhotep III y el rey Shuttarna II. Para ratificarlo, el rey de
Mitanni envió a su hija, la princesa Giluhepa, para ser desposada con el
faraón. El tratado fue reafirmado con el envío de otra princesa mitannia
(Taduhepa) durante el reinado del rey Tushratta al harén real del faraón. Todo
esto está documentado en las Cartas de Amarna.
Así, el
sistema de alianzas entre los estados de Babilonia, Mitanni, Asiria, Hati y
Egipto, implicaba un mantenimiento del statu quo internacional, posibilitando
un gran entramado de relaciones diplomáticas que ha podido ser desvelado
mediante el descubrimiento del archivo egipcio en la ciudad de Amarna. En estas
relaciones diplomáticas, el trato que se dan entre los reyes es el de hermano.
En los estados vasallos o dentro de la esfera de influencia egipcia, el trato
era mucho más servil, siendo el faraón tratado como Mi Señor de forma habitual.
La
correspondencia diplomática indica que Ajenatón mantuvo el sistema de alianzas
heredado de su padre. Los reyes aliados ofrecían amistad y alianza a cambio del
oro faraónico y los estados vasallos imploraban atención de parte del faraón
para recibir recursos o ser beneficiados y conservar el poder.
Este
equilibrio se mantuvo durante el reinado de Ajenatón, aunque con tendencia a
desestabilizarse por la belicosidad y poderío que estaba adquiriendo Hati, que
había empezado por atacar al reino de Mitanni, que inútilmente pidió auxilio a
Egipto. El liderazgo que alcanzó el reino hitita llevaría a una serie de
confrontaciones bélicas entre Egipto y Hatti que se prolongarían desde el
gobierno de Tutanjamón hasta el de Ramsés II, quien firmaría una paz duradera
estableciendo un nuevo statu quo internacional.
Todo hace
suponer que, en el manejo de las relaciones internacionales, el faraón mantenía
el conocimiento y la toma de decisiones en los tratos con las potencias
extranjeras, como bien lo atestiguan las Cartas de Amarna. Algunas de esas
tablillas de barro cocido estaban dirigidas a la reina madre Tiyi, aunque se
supone que fue durante un breve período inmediatamente posterior a la muerte
del anterior rey Amenhotep III, cuando el nuevo rey Ajenatón no estaba del todo
familiarizado con las relaciones diplomáticas.
Reformas artísticas
El cambio
religioso provocó también un cambio en los cánones artísticos; aunque efímera,
la llamada «revolución amarniana» significó un periodo muy interesante en el
arte egipcio, pues se pasó del hieratismo monumental a un curioso y descarnado
naturalismo en el cual se notan destellos de ternura (como, por ejemplo, se
puede apreciar en la estela que representa a Nefertiti con sus hijas pequeñas o
en el famoso busto que representa a la célebre soberana).
Princesas del período de Amarna. Cuellos estilizados y
cráneos alargados.
Hasta la
reforma religiosa de Ajenatón, existía en Egipto un canon tradicional de
representación en relieves y pinturas murales que presentaba las siguientes
características:
·
la escuela artística
tradicional del Antiguo Egipto no utilizaba la perspectiva en las imágenes
murales, pues el tamaño determinaba el grado de importancia del personaje
respecto del resto de los componentes.
·
las imágenes antropomórficas
se dibujaban de la siguiente forma: la cabeza, los brazos y las piernas de
perfil, pero los ojos y el torso de frente. Este método de representación se
modulaba con una cuadrícula de cuatro unidades de ancho por nueve de alto.
Una de las
principales características del nuevo arte nacido con el Atonismo es el cambio
en este estilo de representación. Por un lado, se abandonó el canon tradicional
de representación del cuerpo humano, que sería modelado a partir de entonces en
una nueva cuadrícula de cuatro unidades de ancho por doce de alto, modificación
que se mantuvo bajo sus inmediatos sucesores. Las imágenes son más
naturalistas, llegándose a extremos descarnados. Se deja de lado la
representación idealizada, sin faltas o defectos físicos, y se remarcan algunos
rasgos de forma extrema: poseen cabezas alargadas en su parte posterior, ojos
rasgados, labios gruesos, mandíbulas prominentes, cuellos largos y estilizados,
vientres pronunciados —tanto en personajes masculinos como femeninos— y
contornos redondeados que, en muchos casos, dificultan la identificación del
sexo del personaje representado.
Escultura encontrada en el taller del
escultor Thutmose en Amarna. Ojos rasgados, labios gruesos, mandíbula
prominente y cuello estilizado y cráneo alargado. Ejemplo del estilo artístico
de Amarna.
Este último
cambio hizo pensar a muchos estudiosos del siglo XIX y de principios del XX que
las esculturas del faraón Ajenatón describían malformaciones físicas producto
de supuestas enfermedades que habría padecido el faraón, como el síndrome de
Marfan. Las esculturas halladas del faraón herético describen una imagen nunca
vista antes en cualquier otro rey: cuello alargado, hombros y torso estrecho,
caderas protuberantes, labios gruesos y mentón alargado. Hoy en día, los
historiadores y arqueólogos estiman que las imágenes del rey son
representaciones artísticas y no son elementos suficientes para suponer que
padeciese enfermedades crónicas.
Además, con
el hallazgo de la tumba de Tutankamon, se ha podido observar que la momia del
faraón-niño poseía un cráneo alargado parecido a las esculturas e imágenes
encontradas de la familia real del período de Amarna. Como consecuencia de
ello, se ha especulado con la posibilidad de que este tipo de creaciones
artísticas podrían pretender reflejar ciertos atributos físicos compartidos por
los miembros de las familias reales, con la intención de ofrecer una imagen
homogénea de la realeza.
Otro de los
innovadores cambios de la revolución de Amarna es el motivo de las
representaciones. Eliminados los motivos religiosos, ya que Atón era una deidad
abstracta simbolizada por el disco solar, en el universo artístico egipcio
surgirían las escenas íntimas, familiares y personales. Las imágenes
tradicionales del faraón destrozando a sus enemigos, tanto interiores como
exteriores, fueron reemplazadas por escenas íntimas del faraón venerando a su
dios, con su familia o con su Gran Esposa Real: Nefertiti.
Surgieron
piezas excepcionales que muestran al faraón en una faceta más humanista, sea
compartiendo un momento con su amada, jugando con sus hijas en el regazo, o en
momentos penosos, como la fúnebre despedida de una de sus hijas.
Gracias a
las excavaciones en la ciudad de Ajetatón, salieron a la luz importantes obras
de arte del período. Precisamente, en el taller de Thumose, el escultor real,
se encontraron dos docenas de piezas escultóricas, incluido el conocido busto
de la reina Nefertiti.
De todos
los legados del período de Ajenatón, solamente el artístico perduró tras su
muerte. El legado político se extinguió con ella, ya que durante el reinado de
su sucesor el faraón niño Tutankamón, sometido a Ay y Horemheb, la corte
regresó a Tebas. Y en el plano espiritual, como ya se ha indicado, la reforma
religiosa de Ajenatón se extinguió también con su muerte. Solamente, las
innovaciones artísticas del periodo de Amarna lograron sobrevivir algún tiempo
tras el deceso de Ajenatón, pudiendo encontrarse rastros aún durante los reinados
de Tutankamón, Ay y Horemheb. Con todo, durante la Dinastía XIX, el arte
egipcio volvió a la antigua ortodoxia artística.
Literatura de la época
Himno a Atón. Transcripción del texto
encontrado en una tumba en Amarna.
En algunas
tumbas de los funcionarios de Ajenatón, particularmente en el de Ay, se
encontraron fragmentos del Himno a Atón, en el que el propio faraón expresó los
conceptos de la nueva religión. Llama la atención por su parecido con el salmo
104 de la Biblia. Dice así:
Epidemias en Amarna
Durante el
Periodo de Amarna se produjo una importante pandemia, probablemente de peste
bubónica, poliomielitis o, tal vez, gripe, que se originó en Egipto y se
extendió por todo el Levante mediterráneo, acabando con la vida, por ejemplo,
de Suppiluliuma I, el rey hitita. En el supuesto de que hubiese sido una gripe,
se explicaría porque se trata de una enfermedad asociada a la proximidad de
aves acuáticas, cerdos y seres humanos, y su origen como una enfermedad
pandémica pudo ser debido al desarrollo de los sistemas ganaderos, pues
facilitaban la proximidad de estos animales con sus desechos. Algunas de las
primeras evidencias arqueológicas de este sistema ganadero se han fechado
durante el reinado de Ajenatón, y la pandemia que siguió a este período en todo
el Oriente Próximo puede haber sido el primer brote registrado de gripe.
Sin
embargo, la naturaleza precisa de esta plaga de Egipto sigue siendo
desconocida, y también se ha sugerido Asia como posible lugar de origen de la
pandemia de gripe en seres humanos.
La sucesión
de muertes en la familia real debió de impactar profundamente en lo personal al
faraón Ajenatón y, en general, a todo el reino. Fueron víctimas de esta
pandemia la reina madre Tiy, la Gran Esposa Real Nefertiti y las princesas
Meketaton, Meritatón, Setepenra y Neferura, en un intervalo de tiempo que va
desde el año 12 al 17 de, reinado.
Por lo
demás, la prevalencia de la enfermedad puede ayudar a explicar la rapidez con
que la ciudad de Ajetatón fue posteriormente abandonada, y también el por qué
las generaciones posteriores consideraron que los dioses se habían vuelto
contra los reyes de Amarna.
Zahi Hawass
ha sugerido que la epidemia podría ser de peste negra, porque se han encontrado
huellas de esa enfermedad en Amarna. Arielle Kozloff, por su parte, ha
discutido esa hipótesis y argumenta que la epidemia fue causada por una peste
bubónica sobrevenida junto a una epidemia de poliomielitis. Sin embargo, su
argumento de que la poliomielitis no es tan virulenta como algunas otras
enfermedades ha sido refutado pues ignora la evidencia de que las enfermedades
son menos virulentas cuanto más tiempo están presentes en la población humana,
como se demostró con la sífilis y la tuberculosis.
Final del reinado
No se sabe
a ciencia cierta cómo terminó el reinado de Ajenatón, ya que no se cuenta con
documentos ni crónicas de la época. Además, la damnatio memoriae decretada por
los posteriores faraones de la Dinastía XIX eliminó mucha información sobre su
mandato.
El cénit del reinado de Akenatón puede
situarse en su decimosegundo año de reinado cuando se efectuó una gran
celebración de ofrendas y tributos de países aliados y estados vasallos en
Aketatón. Dibujo extraído de la tumba de Meryra II en Amarna
La
culminación del reinado de Akenatón puede centrarse en una gran celebración en
Aketatón en el año 12 de reinado. El acontecimiento consistió en una gran
recepción real de embajadores de potencias extranjeras y enviados de estados
vasallos del Imperio Egipcio. Gracias a los relieves en la tumba del cortesano
Meryra, se puede saber que la familia real estaba en pleno: Akenatón, Nefertiti
y sus seis hijas.
Después del
duodécimo año de reinado de Akenatón, sobrevino la muerte de la princesa
Meketatón, que supuestamente falleció al dar a luz. Se desconoce tanto el
nombre como el sexo de este bebe real, lo que probablemente indica que no
sobrevivió a su madre. En el funeral de Meketatón se pudo ver a sus padres
despidiéndola, pero no hay rastro alguno de la reina-madre Tiye, razón por la
cual se estima que la madre de Akenatón falleció dentro de un lapso que va desde
el año 12 al 14 del reinado del faraón.
Después del
año 14 de reinado, no hay menciones a la reina Nefertiti, mientras que la
princesa Meritatón es elevada a la posición de Gran Esposa Real. Todo indica
que la reina Nefertiti falleció después de ese año de reinado.
A su vez,
las princesas Meritatón y Anjesenpaatón fueron elevadas sucesivamente a la
posición de Gran Esposa Real, no solo en funciones ritualistas sino también
bajo una base sexual. Ambas princesas dieron a luz sendas princesas, a quienes
se nombró como a sus madres con el agregado de "ta sherit" (“la menor”). Así, las princesas
Meritatón-Tasherit y Anjesenpaatón-Tasherit fueron el fruto de la relación
incestuosa del faraón Akenatón con sus hijas, muy probablemente con la
intención de conseguir un descendiente masculino.
El ascenso
de Semenejkara a corregente puede ser ubicado alrededor del año 15 de reinado,
ya que en ese año Anjesenpaatón reemplazó a su hermana Meritatón como Gran
Esposa Real. Así, Meritatón fue la consorte real del nuevo corregente
Semenejkara, mientras Anjesenpaatón se convirtió en la Gran Esposa Real de su
padre Akenatón.
Se pueden
datar los decesos de cuatro de las seis hijas de Nefertiti y el faraón, quienes
fallecieron entre los años duocécimo y decimoséptimo del reinado. Esta sucesión
de muertes en un corto período dentro de la familia real ha abierto el campo de
la especulación entre los estudiosos, con dos hipótesis explicativas al respecto:
·
las muertes fueron debidas a
una enfermedad congénita y hereditaria que padecerían las hijas de Nefertiti;
·
la causa de las muertes fue
una epidemia que azotó Egipto y afectó a la familia real. Esta hipótesis es la
más aceptada entre los especialistas. Las dificultades en la identificación de
momias o la falta de estas impiden avanzar más en la elucidación de este
aspecto.
Escena íntima entre el faraón Tutankamón y su Gran Esposa
Real Anjesenamón,
hija sobreviviente de Ajenatón y Nefertiti. Las imágenes y el motivo artístico son típicos de la época de Amarna. (Detalle del respaldo del trono
ceremonial de Tutankamón.)
En otro
orden de cosas, la sucesión no se encuentra debidamente registrada, sobre todo
si se tiene en cuenta que los faraones posteriores pretendieron borrar el
reinado de los registros, tendiendo un puente entre Amenhotep III y el
usurpador Horemheb.
La muerte
de Ajenatón en el decimoséptimo año de su reinado da al faraón una edad
probable de entre 30 y 36 años. Su inmediato sucesor, el desconocido
Semenejkara, reinó durante un breve período, que algunos estudiosos estiman
entre menos de un año a no más de tres. Tras él, ascendió al trono de Egipto un
niño de menos de once años de edad: Tutankatón (Tutankamon).
Ajenatón
fue enterrado en la tumba que se hizo construir, la llamada Tumba Real de
Amarna, como demuestra el hecho de que la cámara funeraria estaba sellada. Sin
embargo, el cuerpo del faraón fue retirado cuando la corte regresó a Tebas, y
su momia fue inhumada en el Valle de los Reyes, en la KV55, junto al de su
madre la reina Tiy. Su sarcófago fue destruido y permaneció en la necrópolis de
Amarna; ahora se encuentra, reconstruido, en el exterior del Museo de El Cairo.
Sucesores
Una
costumbre que se impuso durante la Dinastía XVIII era la de nombrar un
corregente, de modo que el faraón reinante delegaba algunas funciones políticas
y religiosas en el heredero, quien una vez acontecida la muerte del rey accedía
al trono. En los casos en que la posición del príncipe heredero era indiscutible
(por ser el hijo del rey y la Gran Esposa Real), la corregencia era vista como
un marco de continuidad y formación del joven príncipe. En otras ocasiones, la
instauración de un corregente era una necesidad para afirmarlo como heredero,
ya fuera porque no existía ese príncipe, ya porque provenía de una esposa de
menor rango que la Gran Esposa Real. El hecho de que Ajenatón y Nefertiti solo
tuvieran hijas debió de haber planteado el problema sucesorio de forma
prematura.
El período
de sucesión de Ajenatón no se conoce todavía bien. Se sabe que existió a
finales de su reinado un personaje denominado Anjjeperura-Semenejkara, que
portaba cartuchos reales, dando la apariencia de que, si no era corregente,
seguramente era el sucesor inmediato del faraón Ajenatón.
La duración
del reinado del rey Anjjeperura-Semenejkara no está clara, aunque los
egiptólogos han determinado que su lapso fue sumamente breve, estimándose un
intervalo que va de menos de un año a un máximo de tres. Se desconoce por
completo cuál era el vínculo sanguíneo o político con el faraón hereje, aunque
se han planteado varias hipótesis:
·
Semenejkara era hijo de
Ajenatón y de una reina de menor rango que Nefertiti (probablemente, Kiya).
·
Era hermano o hermanastro de
Ajenatón (o sea hijo real del faraón anterior Amenhotep III).
·
Pertenecía a la alta nobleza
en la corte del faraón, quien desposó a la princesa Meritatón,
y por su vinculación e influencia accedió primero a la corregencia en las
postrimerías del período de Amarna y después alcanzó el trono en solitario.
·
Era Nefertiti que emuló a su
antecesora Hatshepsut convirtiéndose en faraona y
asumiendo rasgos masculinos. En contra de esta teoría está el hecho de que
Nefertiti no era de sangre real, al contrario que Hatshepsut.
La sucesión
del faraón Semenejkara recayó en un joven príncipe de sangre real: Tutankatón,
quien tomando como Gran Esposa Real a Anjesenpaatón, una de las hijas de
Nefertiti y depositaria de los derechos reales, ascendió al trono. Los
historiadores opinan que el lento período de restauración comenzó durante este
reinado. El mismo faraón modificó su nombre de nacimiento en favor del anterior
dios Amón, llamándose de ahora en adelante Tut-anj-Amón. El abandono de la
ciudad de Ajetatón se produjo de forma paulatina, trasladándode no sólo las
oficinas administrativas y políticas del reino sino también su necrópolis, el
Valle Real, con las momias reales, como bien lo atestiguó el descubrimiento de
KV55. La pronta e inesperada muerte del faraón niño quebró la línea sucesoria
extinguiéndose con él la Dinastía XVIII.
Sarcófago encontrado en KV55. La peluca
de estilo nubio sugiere que fue diseñado primeramente para una mujer de la
realeza. Contiene menciones a la favorita real Kiya.
El añadido de la barba faraónica hace pensar en un posterior
reacondicionamiento muy probablemente para una momia real, quizá la de
Ajenatón.
La tumba
KV55 fue descubierta el 6 de enero de 1907 en el Valle de los Reyes por Edward
Ayrton, durante una expedición promovida por Theodore Davies. Se pensó que era
un lugar de entierros múltiples, ya que en un primer momento se identificó como
la morada de la momia de la reina madre Tiy, quien fue posteriormente
localizada en la tumba KV35. Los restos encontrados, en muchos casos destrozados,
hacen muy difícil su interpretación.
Las puertas
tienen los cartuchos de Tutankamón, el sarcófago encontrado porta el nombre de
la favorita real Kiya, el altar roto contiene los jeroglíficos de Tiy y existen
ladrillos mágicos con el nombre de Ajenatón. Una de las hipótesis es que el
lugar habría funcionado como un lugar de entierros múltiples en distintos
momentos dentro del lapso que fue desde finales del reinado de Ajenatón hasta
el de Ay.
Horemheb y
sus sucesores destruyeron sistemáticamente todo lo relacionado con Ajenatón y
su familia, incluyendo lo referente a Tutankamón y Ay, para aparentar
continuidad con Amenhotep III, por lo que no queda constancia de su
enterramiento, aunque se estima que fue sepultado en la Tumba real de Amarna.
Tras descubrir
la tumba KV55 con un santuario en su interior dedicado a la reina Tiy, se
realizaron diversos estudios de la momia allí enterrada, que arrojaron los
siguientes resultados:
·
la momia corresponde a un
varón de unos 35 años;
·
es del mismo grupo sanguíneo
que Tutankamón, supuesto hijo del faraón;
·
tiene el cráneo
proporcionalmente más grande que el cuerpo, guardando cierto parecido con las
estatuas esculpidas durante el reinado de Ajetatón.
Mientras
que algunos historiadores estiman que la momia pertenece a Ajenatón, basándose
tanto en que el sarcófago contiene los jeroglíficos del nombre y los atributos
de realeza (uraeus) borrados, como en la existencia de los ladrillos mágicos
que portan el nombre de Ajenatón, otros estudiosos adjudican la momia al sucesor
Semenejkara, basándose en recientes estudios forenses que dan al personaje
momificado una edad de deceso cercana a los veinte años, dato que excluye
terminantemente a Ajenatón.
Descubrimiento de la momia
En
septiembre de 2010, en la publicación mensual de National Geographic se dio a
conocer que un equipo de científicos liderados por Zahi Hawass había efectuado
una serie de estudios sobre la más que estudiada momia del faraón Tutankamón,
extrayendo muestras de ADN del cuerpo del "Rey Niño".
Los estudios
de ADN realizados sobre la momia de Tutankamón han permitido averiguar la
identidad de una serie de momias descubiertas hacía muchísimo tiempo, pero cuya
identidad era desconocida. Tomando como base la momia de Tutankamón y la que se
presumía era la de Amenhotep III, se pudo determinar que una de las momias de
la famosa tumba KV55 era el padre del faraón-niño e hijo del faraón Amenhotep
III. Tal patrón genético de la momia hace concluir que el morador de KV55 no
sería otro que Ajenatón. Además se identificó a dos momias femeninas conocidas
como la Dama Mayor y la Dama Joven, como la Abuela (La Reina Tiy) y Madre
respectivamente de Tutankamón, también a dos fetos hijos suyos y a su esposa
Anjesenamón.
Estatua de Akenatón a principios del estilo
de Amarna
Smenkhkare
anx-xprw-ra Ankhkheperwre (Living son la manifestación de Re) |
|
smnx-kA-ra Dsr-xprw Semenkhkare Djoserkheperw (vigoroso es el alma de Re Santo de las manifestaciones) |
|
NFR-NFRW-ITN (mri-wa-n-ra) Neferneferuaten
Meriwaenre (Hermosa es la belleza de Aten; Amado De Re
|
Ankhkheperure
Smenkhkare Djeser kheperu (a veces escrito Smenkhare, Smenkare o Smenkhkara) fue
un efímero Faraón a finales de la XVIII dinastía. Sus nombres se traducen como
"Son las formas de Re" y
"vigoroso es el alma de Re - Santo
de las formas». Su reinado fue durante el período de Amarna, un momento en
que Akenatón intentó imponer nuevos puntos de vista religiosos. Él debe ser
distinguido del rey que era mujer y usa el nombre Ankhkheperure Neferneferuaten
pero incluía epítetos tanto en cartucho.
Muy poco se
sabe de Smenkhkare con certeza porque dejó muy pocas pruebas y porque los reyes
posteriores trató de borrar todo el período de Amarna. Primero Horemheb en la
supresión de la edad por el borrado de los reyes de Ajenatón a Ay y la
incorporación de sus años de reinado en su propio. Más tarde, en la 19 ª
dinastía, se llevaron a cabo incluso más vigoroso esfuerzo de borrar el Periodo
de Amarna como resultado el desmantelamiento de la ciudad de Ajenatón.
Smenkhkare
era conocido ya en 1845 de la tumba de Meryre II. Allí, él y Meritatón, que
lleva el título de Gran Esposa Real, se muestran recompensar propietario de la
tumba. Los nombres del rey ya que se han cortado, pero se han registrado por
Lepsius ca 1850.
Más tarde,
un grupo diferente de nombres surgió con los mismos prenombre o nombre de
trono: "Ankhkheperure mery
Neferkheperure [Akhenaton] Neferneferuaten mery Wa en Re [Akhenaton]".
Esto llevó a una gran confusión ya que los nombres de trono tendían a ser
único. Durante la mayor parte de un siglo, la repetición de nombres de trono
fue tomada en el sentido de que Smenkhare cambió su nombre por el de
Neferneferuaten en algún momento, probablemente en el inicio de su reinado en
solitario. De hecho, Petrie hace exactamente esa distinción en sus notas de
excavación de 1894.
Por la
década de 1970, las huellas femeninas en algunas versiones del nombre y más a
menudo en los epítetos condujeron a diversas teorías. Entre ellos, que
Nefertiti se hace pasar por Smenkhkare antes de cambiar su nombre de nuevo a
Neferneferuaten. Cuando se considera con varias estelas que representan a
Akenatón con otro rey familiar, si no poses íntimas, la teoría de que Ajenatón
y Smenkhkare eran homosexual surgió.
En 1978 se
propuso que había 2 personas que utilizan el mismo nombre: Un rey masculino
Smenkhkare y una hembra Neferneferuaten. Diez años más tarde, James Allen
señaló el nombre 'Ankhkheperure' casi
siempre incluyen un epíteto en referencia a Ajenatón como 'deseado de Wa en Re' cuando se combina con 'Neferneferuaten'. No hubo ocasiones en las versiones «largos» de los prenombre ocurrieron
junto con el nomen 'Smenkhkare', ni
fue la versión "corta" que
se ha encontrado asociado con las nomen 'Neferneferuaten".
La cuestión de un Neferneferuaten femenina se resolvió finalmente para los
holdouts restantes cuando James Allen confirmó los hallazgos de Marc Gobolde
que los objetos de la tumba de Tutankamón originalmente consignado para
Neferneferuaten que había sido leído usando el epíteto"... deseado de Akenatón" fueron
inscritos originalmente como Akhet-en-Hyes o "efectiva para su marido".
Smenkhkare, como yerno, podrían ser 'deseada
de Akenatón", pero solamente una mujer cabe en la nueva lectura.
Por el
comienzo del siglo 21, un "cierto
grado de consenso" supo que Neferneferuaten era un rey femenina y
Smenkhkare un rey separadas para hombres, sobre todo entre los especialistas de
la época (el público y el internet
todavía a menudo mezclarse los dos, sin saberlo, y de otra manera). Casi tan
importante, cuando se presentó con sólo el nombre Ankhkheperure, ahora es
ampliamente aceptado que el uso de epítetos indica Neferneferuaten mientras no
hay epítetos indica Smenkhkare.
Evidencia
Aparte de
la tumba representación de Meryre ya mencionada hay varias piezas que evidencian
y establecen a Smenkhkare como rey.
· Un "jarrón
globular" de la tumba de Tutankamón lleva el doble cartucho lleno de
Akenatón junto al doble cartucho lleno de Smenkhkare. Este es el único objeto que
llevan a ambos nombres lado a lado.
·
Un único expediente vino, 'Año 1, el vino de la casa de Smenkhkare',
indica que probablemente tenía un corto reinado. Otra fecha para el Año 1 de 'La Casa de Smenkhkare (fallecido)" fue tomada originalmente para indican que
murió durante la cosecha de su primer año, más recientemente se ha propuesto en
el sentido de su finca todavía estaba produciendo vino en el primer año de su
sucesor.
Esta imagen se toma comúnmente para ser
Smenkhkare y Meritatón, aunque puede ser Tutankhaten y Anjesenpaatón.
· Se
registraron los dibujos lineales de un bloque que representa los nombres casi
completos del Rey Smenkhkare y Meritatón como Gran Esposa Real antes de que se
perdiera el bloque.
·
Flinders Petrie documentado 5
anillos que llevan el nombre de 'Ankhkheperure' y 3 rodamientos más
'Smenkhkare' en las excavaciones del palacio. Un ejemplo es UC23800 artículo en
el Museo Petrie, que muestra claramente el "Djeser" y
"kherperu" elementos de y una parte de la 'ka' glifo. Pendlebury
encontró más cuando se despejó la ciudad.
·
Un anillo que lleva su nombre
se encuentra en Malqata en Tebas.
·
Tal vez el más magnífico era
un gran salón de más de 125 metros cuadrados y que incluye más de 500 pilares.
Esta adición tardía al palacio central ha sido conocido como el Salón del
Regocijo, Coronación Hall o simplemente Smenkhkare Ayuntamiento porque se
encontró un número de ladrillos estampados Ankhkheperure en la Cámara de
Regocijo en la Aten en el lugar.
·
Imágenes indiscutibles para
Smenkhkare son raras. Aparte de la tumba de Meryre II, la imagen de la derecha
muestra un rey de Amarna y la reina en un jardín a menudo se atribuye a él. Es
completamente sin inscripción, pero ya que no se ven como Tutankhaten o su
reina, que se supone con frecuencia que Smenkhkare y Meritatón, pero Akenatón y
Nefertiti veces son presentadas también.
· Una inscripción en la tumba
de Pairi, TT139, por la otra Ankhkheperure (Neferneferuaten), menciona un
"templo de Ankhkheperure 'funcionamiento Amén.
Varios artículos de la tumba de Tutankamón llevan el nombre de Smenkhkare:
· Una prenda de lino decorado
con 39 margaritas de oro, junto con otros 47 lentejuelas teniendo los prenombre
de Smenkhkare junto al nombre de Meritatón.
·
Carter 101s número es un chal
de lino con el nombre Ankhkheperure
·
Un arco compuesto (Carter
48h) y las bandas de la momia (Carter 256b) ambos fueron reelaborados para Tut.
·
Menos seguro, pero mucho más
impresionante es el segundo ataúd antropoide que contiene la momia de
Tutankamón. La cara representada es mucho más cuadrada que la de los otros
ataúdes y bastante a diferencia de la máscara de oro u otras representaciones
de Tutankamón. El ataúd es de estilo Rishi y con incrustaciones de cristales de
colores, una característica sólo se encuentra en este ataúd y una de KV55, el
lugar de descanso especulado durante la momia de Smenkhkare. Dado que ambos
cartela muestran signos de haber sido reelaborado, Dodson y Harrison concluyen
que esto era más probable hecha originalmente para Smenkhkare y reinscribe de
Tutankamón.
Como la
evidencia salió a la luz en pedazos en un momento fue asumido Smenkhkare tener
también usó el nombre Neferneferuaten tal vez al comienzo de su reinado en
solitario, a veces desafiaba la lógica. Por ejemplo, cuando el expediente vino
mortuoria surgió de la "casa de Smenkhkare (fallecido) ', que pareció
surgir de que él cambió su nombre de nuevo antes de morir.
Desde su
reinado fue breve, y que nunca puede haber sido más que co-regente, la
evidencia de Smenkhkare no es abundante. Pero tampoco es tan insustancial como
a veces se hace para ser. Sin duda, asciende a algo más que "unos pocos
anillos y un expediente de vino 'o que' sólo aparece al final del reinado de
Ahkenaton en pocos monumentos' Como ocurre muy a menudo retratados.
Co-regente
La
representación de Meryre de Smenkhkare tanto como rey y como yerno de Akenatón
junto con la inscripción en un frasco parece indicar que Akhenaton y Smenkhkare
eran co-regentes, y fue tomado inicialmente para significar precisamente eso.
Sin embargo, la escena en la tumba de Meryre no tiene fecha y Akhenaton no se
representa ni se menciona en ella. El frasco puede ser simplemente un caso de
un rey asociándose con un predecesor. La simple asociación de nombres, sobre
todo en objetos de uso cotidiano, no es concluyente de una corregencia.
Para
confundir más las cosas, él tiene la competencia como el principal candidato
como corregente y sucesor de Ajenatón, la hembra Ankhkheperure Neferneferuaten.
Neferneferuaten
La
evidencia de la asociación de Neferneferuaten con Akenatón es más sustancial.
Tal como se detalla más arriba, todos menos unos pocos de su cartela asociarla
con Akenatón en el formulario si "... deseado de Neferkheperure [nombre
trono de Ajenatón]" y "...desired de Wa en Re [epíteto del nombre
trono de Ajenatón]".
Muchas
cosas de la tumba de Tutankamón llevan bien su nombre, o se hicieron
originalmente para ella y reinscribirse con su nombre. Estos incluyen un
impresionante pectoral de oro que representa la diosa Nut, su sarcófago de
piedra, envolturas de la momia, figurines reales diferentes pulseras y
artículos canópicos. De particular interés es una caja (Carter 001K) con los
nombres de Akenatón, Neferneferuaten y Meritatón como Gran Esposa Real. Una
inscripción hierática en tapa repite la inscripción del ferrocarril.
También hay
una serie de estelas que muestra claramente lo que se acepta como Akenatón
junto a una figura femenina que lleva una corona. La mayoría de estos son sin
inscripciones y dañado por lo que mientras que pictóricamente dan fe de una
asociación de Akenatón con un corregente femenino, que no identifican por su
nombre.
Una de
estas estelas (Berlin # 17813 o una imagen de
mayor resolución) representa 2 cifras reales en un ambiente
familiar, si no íntima, plantean. Una figura lleva la doble corona, mientras
que el otro, un poco más femenina, lleva el Khepresh o "corona azul".
Sin embargo, el conjunto de 3 cartucho vacío sólo puede dar cuenta de los
nombres de un rey y la reina. Esto ha sido interpretado en el sentido de que
Nefertiti puede tener en un momento dado fue algo así como un corregente según
lo indicado por la corona, pero no tiene derecho a los honores faraónicos completos tales como el doble cartucho.
Otra estela,
Berlin 25574 representa claramente Akenatón y Nefertiti en su familiar corona
superior plana. Por encima de ellos, 4 cartuchos vacíos - lo suficiente para 2
reyes -. Una de las cuales parece haber sido exprimido en Nicholas Reeves ve
esto como un elemento importante en el caso de Nefertiti como corregente
femenino. Cuando se inició la estela, ella era la reina y retrató con el casco
superior plana. Ella fue elevado al corregente poco después y un cuarto
cartucho fue exprimido en para alojar a 2 reyes.
Tal vez la
estela más importante tiene la condición opuesta y nos podría decir mucho más
si no fue tan dañada. En 1891, una estela privada se encontró que ahora está en
el Museo Petrie, UC410, a veces llamada la corregencia Estela. En esta estela,
la mayor parte de la escena no se encuentra, pero las inscripciones se pueden
leer. Representa el doble cartucho de Akenatón junto a la de Ankhkheperure
mery-Waenre Neferneferuaten Akhet-en-Hyes ('eficaz para su marido). La
inscripción originalmente llevaba el único cartucho de Nefertiti, que se
borrará junto con una referencia a Meritatón para hacer espacio para el doble
cartucho del rey Neferneferuaten.
La identidad de King
Neferneferuaten es una cuestión de debate. Inicialmente, Smenkhkare Neferneferuaten
y se supone que la misma persona, principalmente sobre la base del nombre de
trono repetido. Hoy los principales candidatos son Nefertiti o Meritatón.
Interpretaciones
Existe la
impresión de que hay evidencia sustancial para Smenkhkare como corregente y
sucesor. Esto comenzó hace más de 100 años, cuando se asumieron Smenkhkare y
Neferneferuaten a ser la misma persona. Si todas las pruebas para ambos
Smenkhkare y Neferneferuaten se ven para representar una sola persona, sería
una conclusión natural, lógica y obvia que él / ella era corregente y sucesor.
Como
hijo-en-ley a Akenatón y llevando la corona azul en la tumba de Meryre,
Smenkhkare como corregente es una conclusión aceptada por algunos egiptólogos.
Sin embargo, el nombre Smenkhkare sólo aparece durante el reinado de Ajenatón,
sin nada que dar fe de un reinado único con alguna certeza.
El nombre
Neferneferuaten es una adición más reciente a la imagen. Gran parte de la
evidencia para ella ha tenido que ser resucitada de inscripciones borradas y
ella ha sido aceptada como un individuo por la mayoría de los egiptólogos sólo
dentro de los últimos 20 años. Como recién llegado, muchas referencias
sinópticas tales como las enciclopedias, cronologías museo, atlas y listas de
reyes ni siquiera mencionan a ella. En su caso, la inscripción Pairi ofrece una
clara indicación de un reinado en solitario con una corregencia que podría ser
más una cuestión de interpretación.
Como
resultado los egiptólogos se dividen sobre la identidad de corregente de
Ajenatón y su sucesor.
Aidan
Dodson utiliza la representación de Meryre para concluir que Smenkhkare sirvió solamente como
corregente a partir de año 13 de Akhenaton con el expediente del vino
simplemente lo que indica que su estado seguía todavía en funcionamiento varios
años más tarde. Nefertiti se convierte en su siguiente corregente como Rey
Neferneferuaten (tal vez con honores abreviados) y lo consigue. El principal
argumento contra esto hasta hace muy poco (ver más abajo) ha sido la hipótesis
de que Nefertiti murió una vez que desapareció del expediente después de Año
13.
James Allen,
por otro lado, ve a Neferneferuaten como corregente que tiene éxito Akenatón en
gran medida sobre la base de los epítetos y estela. Él asume que Nefertiti ha
muerto, y ha ofrecido a su hija, Neferneferuaten-Tasherit (el menor, o "junior") como Rey Neferneferuaten
sobre la base de su nombre. Ella es seguida por Smenkhkare después de su
reinado 2-3 años. Él también ha especulado que "ambas" lograron
Akenatón: Neferneferuaten como sucesor de Ajenatón "elegido" y
Smenkhkare como un rey rival usando el mismo prenombre, quizá para eclipsar la opción
inaceptable de Ajenatón.
Otros han
abogado por Meritatón como Neferneferuaten en diferentes formas, tal vez
teniendo éxito Akenatón durante un interregno. Marc Gabolde ha defendido
durante mucho tiempo que ella siguió gobernando como Neferneferuaten después de
la muerte de Smenkhkare. El principal argumento en contra de esta es la caja de
la tumba de Tutankamón lista Akenatón, Neferneferuaten y Meritatón como 3
personas.
Cabe señalar que algunas teorías de sucesión representan todas las pruebas y sólo en raras ocasiones no ofrecen una explicación para el uso consecutivo del mismo nombre trono. Dodson, por ejemplo, coloca breve corregencia de Smenkhkare en el año 13/14, mientras que se cree Smenkhkare Hall a ser construido sobre el año 15 La sala, grande como debió haber sido, sin duda fue construida para algún evento importante relacionado con Ankhkheperure.
Cabe señalar que algunas teorías de sucesión representan todas las pruebas y sólo en raras ocasiones no ofrecen una explicación para el uso consecutivo del mismo nombre trono. Dodson, por ejemplo, coloca breve corregencia de Smenkhkare en el año 13/14, mientras que se cree Smenkhkare Hall a ser construido sobre el año 15 La sala, grande como debió haber sido, sin duda fue construida para algún evento importante relacionado con Ankhkheperure.
Colocación
de Allen de tarifas Smenkhkare hay mejor. Se cree Trabajo haberse detenido en
las tumbas de Amarna, poco después del año 13, por lo que la representación de
Smenkhkare como rey en Meryre II debe datar de aproximadamente el año 13 para
él haber conseguido Neferneferuaten significa que aparte de un solitario
expediente vino, él no dejó un solo rastro en el transcurso de 5-6 años (14 a
17 años de Akenatón, 2-3 años de reinado para Neferneferuaten).
Teoría
Meritatón de Gabolde tiene el problema de los diferentes estelas privado
representa el corregente femenino Akenatón que estaría muerto para el momento
de su regla. Sugiere éstos son retrospectivos, pero como son Stela culto
privado, esto requeriría un número de personas para obtener la misma idea de
encargar una estela conmemorativa retrospectiva en el mismo tiempo. Allen
señala que la interacción cotidiana retratada en ellos más probable indica que
dos personas que viven.
Templo de Ankhkheperure
Una pieza
interesante de la evidencia parece involucrar ambos reyes llamados
Ankhkheperure. En la Tumba Tebana 139 (TT139) una hierática inscripción
comienza:
Año de
reinado 3, tercer mes de Inundación, día 10.
El Rey del
Alto y Bajo Egipto, Señor de las Dos Tierras Ankhkheperure Amados de Atón, el
Hijo de Re Neferneferuaten Amado de Waenre.
Dar culto a
Amón, besando el suelo para Wenennefer por el sacerdote laico, escriba de las
ofrendas divinas de Amón en la Mansion [templo] de Ankhkheperure en Tebas,
Pawah, nacido para Yotefseneb. Él dice: ...
La
inscripción no indica la presencia de Ankhkheperure Neferneferuaten, sólo que
se está haciendo una ofrenda a Amón en su tercer año de reinado en el templo de
Ankhkheperure. Parece claro que por su tercer año de reinado, 3-5 años después
de la muerte de Akenatón, la proscripción si Amen fue levantada y algún tipo de
alojamiento estaba en marcha entre Amarna y el culto Amón.
Por la
"Regla de Allen", ya que el
nombre no tiene ninguna epítetos, debe ser asumido como Smenkhkare de. Dodson
toma este enfoque "que une primero corregente de Ajenatón [Smenkhkare]
mucho con el culto de Amón". Si este es el caso, entonces Smenkhkare debe
haber precedido Neferneferuaten en el trono ya que el templo está ya
establecida y lleva su trono nombrar en su tercer año de reinado.
Allen, por
su parte, parece ignorar su propia "regla"
cuando se refiere a este templo como "tal vez su templo funerario"
(énfasis añadido). Esto puede ser un caso único en el que se omitieron sus
epítetos. La inclusión de una referencia a Ajenatón en un templo Amén
seguramente sería ofensivo y poco político si las paces se están buscando. Esta
es probablemente la respuesta más simple, ya que la apertura o puesta en un
templo mortuorio Amen o en su propio nombre sería una de las mejores maneras de
hacer las paces con el culto de Amón. Si visto como su templo no es de ayuda
para arreglar el orden de sucesión, sino que también elimina la única referencia
a Smenkhkare después del reinado de Akenatón.
Nefertiti Año 16 de la pintada
En
diciembre de 2012, la Misión Arqueológica Lovaina anunció el hallazgo de una
inscripción hierática en una cantera de piedra caliza que se menciona un
proyecto de construcción en Amarna. El texto se dice que está muy dañada, pero
el estudiante de doctorado Athena Van der Perre ha leído el texto para indicar
una fecha del año de reinado de dieciséis de Ajenatón y Nefertiti menciona como
principal esposa de Ajenatón. La inscripción no se ha publicado oficialmente o
estudiado y la única información disponible es a partir de un comunicado de
prensa.
La
inscripción, si se verifica, parece dejar claro Nefertiti era muy vivo en el
año 16, pero también sigue siendo la reina consorte. Como mínimo, se invalida
la idea de que ella murió alrededor del año 13/14. Año 17 sería el último año
de Akenatón y como los cambios en la corregencia Estela (UC 410) parecen
indicar, por el momento en que se añadió el corregente femenino para que ella
también estaba ya actuando en nombre de Akhenaton.
¿Qué harán
los egiptólogos de que aún está por verse. Dado que el rey y la reina se
mencionan pero no un corregente, lo corregencia aún estaba por llegar, se
limitarían a un año o menos.
Dakhamunzu hitita Affair
Las Hazañas
de Suppiluliuma escritas por su hijo Mursili II a veces se utilizan para
proporcionar una resolución para el orden de sucesión de Egipto. Varias teorías
sucesión incorporan el episodio.
La historia
habla de una reina egipcia llamada Dakhamunzu, que escribe a Suppiluliuma. Ella
le dice a su esposo el rey, Nibhururiya, ha muerto y le pide que envíe un hijo
para que se case 'porque ella no tiene
hijos y tiene muchos", en casarse con ella, su hijo se convertirá en
rey de Egipto'. El rey hitita no se fía y envía un emisario para verificar la
falta de un heredero varón. La reina escribe espalda reprender Suppiluliuma por
sugerir que ella mintió acerca de un hijo e indica que es reacio a casarse con
un "siervo". Suppiluliuma
envía a uno de sus hijos, Zannanza a Egipto, pero muere poco después de partir.
Se ha supuesto que fue asesinado en la frontera de Egipto (Brier) para frustrar
el complot, pero no hay evidencia de cuándo o donde murió, ni que fue asesinado
frente a la muerte de una lesión mortal, accidente o enfermedad en ruta.
Dahkamunzu
(probablemente la transliteración hitita de ta nesu hemet o la esposa del rey)
se ha considerado tradicionalmente como Ankhesenamun ya que ella no tuvo hijos
y hizo finalmente casarse con un "siervo",
Ay. El rey muerto, Nibhururiya, a continuación, se refiere al nombre del trono
de Tut, Nebkheperure. Algunos han argumentado que Nibhururiya podría ser una
referencia a Neferkheperure (Akhenaton), sin duda el X-kheper-u-Re variaciones
en los nombres de trono de la dinastía 18a hace posible. De los reyes
masculinos en el periodo, Smenkhkare se puede descartar como su nombre trono
sería transcrito como algo así como Anahuriya.
"Escribiendo
en el episodio Dakhamunzu, Jared Miller señala que "'siervo' es probable que utilice de manera despectiva, en vez de
literalmente, y, probablemente, con referencia a la persona (s) de verdad que
de hecho estaban siendo presentado como candidatos." Si la referencia a un
'siervo' indica ya no exclusivamente Ay, entonces Meritatón y Nefertiti se
convierten en candidatos también. Sobre el complot tenga éxito, la reina
tendría que o bien ejercen una extraordinaria cantidad de energía con el fin de
impedir o retrasar la el matrimonio con el "siervo" o disfrutar con
el respaldo de algunos partidario poderoso (s), mientras que la correspondencia
y los viajes tienen lugar. Miller también ofrece la prominencia de las deidades
del sol con el rey hitita como un factor de motivación en la reina prefiriendo
una hitita príncipe sobre una Babilonia.
Nefertiti
Reeves
identifica Dakhamunzu como Nefertiti. Después de 17 años en el trono junto a su
marido, ella sin duda se puede ver que tiene el poder y el respaldo suficiente.
A pesar de que también puede ser rey Neferneferuaten, ella está escribiendo
como reina, quizá para asegurar una figura masculina o tal vez ella imagina una
corregencia como la que ella tuvo con Akenatón.
El
argumento en contra de Nefertiti es que ella habría tenido que ocultar la
presencia de al menos un hombre de linaje real de los espías y el enviado de
Suppiluliuma. Alternativamente, si sabía de Tutankhaten o Smenkhkare, en lugar
de simplemente astuto, se debe suponer que Suppiluliuma fue implacable en el
extremo y dispuesto a arriesgar la vida de su hijo en un esfuerzo precaria
donde sospechaba engaño. Por otro mano, que retrata Nefertiti como plenamente
informado de hitita minucias tales como la afiliación de Suppiluliuma con el
sol dios hitita.
Meritatón
Como se
muestra en la caja de la tumba de Tutankamón, Meritatón vino a ocupar el lugar
de Nefertiti como esposa real a finales del reinado de Akhenaton. Marc Gabolde
ha propuesto que Meritatón es Dakhamunzu y el rey muerto es Akenatón, en una
serie de artículos. Supone que Zannanza completó el viaje y murió sólo después
de ascender al trono como Smenkhkare. Es después de la muerte de Smenkhkare /
Zannanza que Meritatón asume el poder como Neferneferuaten.
Parece la
menos probable, sobre la base de que en el momento de la muerte de Akenatón que
sólo iba a sido unos 20 años Meritatón. Por el contrario, Ankhesenamun habría
sido alrededor de 25 y reina consorte sido por unos 10 años. Parece poco
probable que el joven Meritatón tendría las artimañas para engañar a
Suppiluliuma, mantener su interregno en la cara de presión para casarse con un
"siervo" y ocultar la presencia de un heredero varón en el personaje
de Tutankhaten.
Ankhesenamun
En apoyo de
Ankhesenamun, es la idea de que 'se encuentran en estado' Tutankamón durante
algún tiempo. Las fuentes hititas indican que él murió en la caída, pero un
pectoral aciano indica que no fue enterrado hasta abril o mayo. Como tal, no
puede haber habido tiempo para la escritura de la letra y los viajes.
Ankhesenamun se hace más plausible si ella tenía el respaldo de Ay o Horemheb,
o ambos. Contra ella, es la explicación más simple que el retraso en el
entierro fue el resultado de su inesperada muerte y la tumba inacabada.
Detalles
para el asunto Dakhamunzu / Zannanza son enteramente de fuentes hititas
escritos muchos años después de los acontecimientos. Existe la posibilidad de
que Mursili está revisando la historia, en cierta medida, poniendo toda la
responsabilidad por el fiasco de los egipcios que salen de los datos poco
fiables.
Reinado
La única
fecha de reinado (año 1) atestiguada por Smenkhkare proviene de un expediente
de vino de "la casa de Smenkhkare". Sin embargo, esta fecha podría
referirse ya sea al reinado de Smenkhkare o su sucesor, pero es dudoso que
gobernó durante más de año. Como ya se ha señalado, Dodson ve Smenkhkare como
corregente de Ajenatón por alrededor de un año a partir de años 13 que no lo
hicieron tener un único reino, mientras que Allen representa Smenkhkare como
sucesor Neferneferuaten.
Hay quienes
ven la posibilidad de un reinado de 2 o 3 años para Smenkhkare. Un número de
expedientes de vino de Amarna llevan fechas de los años de reinado 2 y 3, pero
falta el nombre de un rey. Algunos egiptólogos han sostenido estos deben ser
atribuidas a Smenkhkare. Sin embargo, éstos están abiertos a la interpretación
y no pueden considerarse decisiva.
Aún no se ha
encontrado evidencia clara de un reinado único para Smenkhkare.
Muerte y Entierro
En 1907,
una tumba fue descubierta por Edward R. Ayrton mientras trabajaba en el Valle
de los Reyes por Theodore M. Davis. Dentro de ella se encontró una serie de
objetos funerarios de varias personas, en particular, un santuario construido
para la reina Tiye por Akhenaton, y una momia. Esto hizo que Davis para
referirse a ella como La Tumba de la reina Tiye, su denominación más común es
KV55. La tumba es a veces llamado un caché porque los artículos de varias
personas se encuentran allí. Por ejemplo, está el santuario de Tiye,
"ladrillos mágicos" con el nombre y canópico frascos de alabastro de
Akhenaton que representa lo que se cree que es la semejanza de Kiya.
De
particular interés es la momia encontrada allí. El ataúd había sido profanada y
el nombre del titular eliminado, sino que estaba en el estilo Rishi de la 18
Dinastía. En general se acepta que el ataúd fue pensado originalmente para una
mujer, posiblemente de Ajenatón esposa Kiya, y más tarde volvió a trabajar para
dar cabida a un varón. Durante el siglo pasado, los principales candidatos a
este individuo ha sido o Akenatón o Smenkhkare.
El caso de
Ajenatón se apoya en gran medida en los "ladrillos mágicos" y la
reformulación de algunas de las inscripciones en el ataúd. El caso de
Smenkhkare viene sobre todo de la presunta edad de la momia (ver más abajo),
que, a 18-26 no cabrían Akenatón, que reinó durante 17 años y era el padre de
un niño cerca de su primer año de reinado. No hay nada en la tumba identificado
positivamente como pertenecientes a Smenkhkare, ni es su nombre encontró allí.
La tumba luego, no es propio de cualquier rey, pero menos aún para Akenatón.
Los primeros exámenes de la momia
El cráneo de la momia KV55, que se cree
Smenkhkare.
La momia
esqueleto se ha examinado en varias ocasiones a lo largo de los años,
incluyendo por Smith (1912), Derry (1931), Harrison (1966), Strouhal
(1998/2010) y Filer (2001). Wente utilizó el análisis cranofacial en 1995 (así
como examinar pasado Rayos-X) para examinar un alijo de momias, en su mayoría
de la 18 ª dinastía, con el fin de ordenar las relaciones y las identidades
verdaderas de cada uno. Se realizaron y se publicaron en la revista Nature
(1974) Pruebas serológicas sobre las momias KV55 y Tut. La momia KV55 fue
examinado también por Harris en 1988, pero sólo un resumen de los resultados
publicados, y más recientemente por Hawass, Gad en 2010.
Las
conclusiones de Filer eran en gran parte representativa de los exámenes
pre-2010, señalando que "... este
hombre no era un adulto completamente maduro, entre 18 y 21 años cuando murió."
Ella llegó a la conclusión:
Los restos
humanos de la tumba 55, tal como se presenta a mí, son las de un joven que no
tenía anomalías aparentes y no era mayor que sus más de veinte años en la
muerte y, probablemente, unos años más joven.
Estos eran
en gran parte de acuerdo con los resultados anteriores (18-26 años) que
permiten las tecnologías disponibles. Por ejemplo, Derry concluyó una edad de
aproximadamente 23 y Strouhal dio un rango de edad de 19 a 22. El estudio de
Wente encontró una estrecha similitud craneal entre las momias de Tutankamón,
KV55 y Tutmosis IV. Las Pruebas serológicas indicó KV55 y Tutankamón compartió
el mismo tipo de sangre poco común. En su conjunto, la momia KV55 se supone que
es el padre o el hermano de Tutankamon. Hermano parecía más probable, ya que la
edad sólo sería lo suficientemente mayor para plausiblemente engendrar un hijo
en los extremos superiores.
Las pruebas genéticas a
partir de 2010
En 2010,
las pruebas genéticas y las TC se realizaron con algunos de los resultados
publicados en JAMA y reportados en National Geographic incluyendo un especial
de televisión. El principal de los resultados genéticos, "El análisis
estadístico reveló que la momia KV55 es probablemente el padre de Tutankamón
(probabilidad de 99,99999981%), y la señora de la KV35 se pudo identificar como
su madre (99,99999997%)". El informe va a demostrar que tanto KV55 y KV35
Señora eran hermanos e hijos de Amenhotep III y la reina Tiye.
TC también
se llevaron a cabo en la momia y los resultados concluyeron que la momia era
mucho mayor que todas las estimaciones anteriores.
Nuevas
tomografías computarizadas de la momia KV55 también revelaron una degeneración
relacionada con la edad en la columna vertebral y la osteoartritis en las
rodillas y las piernas. Parecía que había muerto más cerca de la edad de 40 a
25, como se pensaba originalmente. Con la diferencia de edad por lo tanto
resuelve, podríamos concluir que la momia KV55, el hijo de Amenhotep III y Tiye
y el padre de Tutankamón, es casi seguro que Akenatón.(Ya que sabemos tan poco
sobre Smenkhkare, él no puede ser completamente descartada.)
Documentación
que corrobore la afirmación mucho más antigua no se proporcionó más allá de la
de un solo punto de la degeneración de la médula. Un creciente cuerpo de
trabajo pronto comenzó a aparecer el acuerdo de liquidación de la edad de la
momia y la identificación de KV55 como Akenatón. Donde Filer y Strouhal (abajo)
se basó en múltiples indicadores para determinar la edad más joven, el nuevo
estudio citó un punto para indicar una edad mucho mayor. Una carta a los
editores de JAMA vino de bioarqueólogo Universidad Estatal de Arizona Brenda J.
Baker. El contenido se vuelve a contar en el sitio web Arqueología News Network
y es representativo de una parte de la disidencia:
Un
especialista en osteología humana y Paleopatología, Baker está en desacuerdo
con la identificación de la momia KV55 esqueleto como el padre de Tutankamón,
Akenatón. Los autores [Hawass et al en JAMA] sitúan la edad de esta persona en
el momento de la muerte en el 35-45, a pesar de producir ninguna evidencia de
que repudia exámenes previos conocidos citando la edad en el rango 18-26.
Estos
análisis anteriores - documentados con escritos breves descripciones,
fotografías y radiografías - muestran un patrón de epífisis fusionadas y no
fusionadas (tapas en los extremos de los huesos en crecimiento) en todo el
esqueleto, lo que indica un hombre mucho más joven que Ajenatón se cree que ha
sido en el momento de su muerte. Baker también utiliza una fotografía de la
sínfisis púbica de la pelvis para reducir la edad de KV55 a 18-23 basado en
técnicas recientes utilizadas en osteología y antropología forense.
Un examen
de la momia KV55 se llevó a cabo en 1998 por el antropólogo checo Eugene
Strouhal. Publicó sus conclusiones en 2010, donde 'excluye totalmente la
posibilidad de Akenatón':
[E] l
esqueleto masculino inequívoca de la tumba 55 resultó decisiva por una larga
lista de desarrollo biológico cuenta su edad para estar en el rango de 19 a 22
años que está totalmente de acuerdo con los resultados de la determinación
anterior de Harrison (1966). ..He no poseía la patología dental leve y ni
siquiera la aparición de cambios degenerativos en la columna vertebral y las
articulaciones.
Otras
críticas rodean lo que el proyecto no hizo. Wente había señalado que las momias
de ambos Tut y KV55 llevaban una fuerte similitud cranofacial a la momia de
Tutmosis IV, sin embargo, esta momia no ha sido probado. Dylan Bickerstaffe
llama "casi perverso" que el "niño en un barco" misterioso
encontrado en KV35 no se puso a prueba, mientras que la "Dama Viejo"
y "Señora Joven" encontraron que había. El niño podría muy bien ser
el hermano mayor Prince Tutmosis de Ajenatón o incluso Smenkhkare dado que las
damas KV35 son ahora conocidos por estar relacionados con Tut.
Aunque
parece probable que la momia KV55 es el padre de Tutankamón, para muchos ahora
su identificación como Akenatón parece tan dudoso como antes.
Entierro
A solas en
una tumba sin algunas de las trampas de la sepultura del Antiguo Egipto típica,
la momia KV55, que parece ser no tanto enterrado como eliminados. Desde la
momia KV55 es concluyente un pariente cercano de Tut, si no su padre, ¿por qué
un entierro tan mala calidad? Puede ser simplemente que se quedaron sin tumbas
o tiempo.
La familia
real había estado preparando las tumbas de Amarna en vez de Tebas. Como lo
demuestra la tumba de Meryre, el trabajo parece haber detenido abruptamente en
las tumbas de Amarna tras año 13. En ese momento, un número significativo de
personas que salen de la escena incluyendo 3 de las hijas de Akenatón, su madre
y Kiya. En Amarna Carta 35, el rey de Alashia disculpa con Akenatón por su
pequeño regalo saludo de cobre, explicando que una plaga había matado a muchos
de sus mineros del cobre. Algo similar puede haber golpeado Amarna, si no es
Egipto.
Después de
la capital se trasladó de Amarna, el sucesor de Ajenatón pudo haberse
enfrentado a una grave escasez de tumbas para entierros reales. Smenkhkare
estaría en una particularmente mala situación. Desde que murió joven y reinó
tan brevemente no habría tenido tiempo de hacer y acumular los ajuares
funerarios propios de un rey. Al final, la tumba parece haber sido simplemente
sellado con la momia y lo que estaba disponible.
La tumba
había sido vuelta a entrar una vez sellada dos veces. Los sellos datan de
finales de la dinastía 18a que indica que la tumba fue entró y volvió a cerrar
probablemente bajo el reinado de Tutankamón. La naturaleza de la pared de
escombros, relleno de escombros y de contención de cemento sugieren la
profanación y tratar de eliminar el santuario de Tiye no ocurrió hasta más
tarde.
La tumba
fue una vez más entró un poco más tarde, en el 19, 20 o 21 dinastía (las
opiniones varían). Campana sugiere que esta entrada puede estar relacionado con
el entierro de las momias reales y dio lugar a Tiye ser trasladado a KV35. Fue
durante esta entrada que el nombre e imagen de Ajenatón fueron atacados en los que
se ha encontrado. La momia en sí era relativamente sin ser molestados: los
envoltorios fueron perturbados pero insignias reales fueron retirados y varios
objetos de oro se quedaron atrás incluyendo el collar buitre de oro en la
cabeza de la momia. Campana sugiere sentimientos hacia Ajenatón habían
suavizado por este tiempo que resulta en un "rey sin nombre pero sigue
siendo un faraón consagrada". Otros sugieren que después de la profanación
de la sepultura de Akenatón, incluyendo quizás la destrucción de su momia,
Smenkhkare fue colocado en el ataúd de Akenatón.
Resumen
Tal vez
nadie del Amarna Interlude ha sido objeto de tanta especulación como
Smenkhkare. Sólo hay pruebas suficientes para afirmar con cierta certeza que él
es un individuo aparte de Neferneferuaten. Pero no hay suficiente evidencia
para ser convincente de una corregencia o un único reino. Como resultado, los
egiptólogos lo mueven como un peón en su hipótesis más grande requiere. Él
puede ser propuesto como Zannanza (Gabolde) o Nefertiti disfrazada (Reeves,
Samson). Él puede reinar durante semanas o años. Él es un corregente de corta
duración sin reino independiente (Dodson) o que es el sucesor de Ajenatón
(Allen).
Las Reinas de Amarna
Del
registro arqueológico relativo al periodo de Amarna, también conocido como
“Herejía de Atón” o el reinado de Amenofis IV o Ajenatón, surgen principalmente
tres figuras femeninas de relevancia, independientemente de las hijas del rey,
estas son: Tiya, la madre del faraón, Nefertiti, la Gran Esposa Real y Kiya,
con quien muy probablemente el faraón herético haya engendrado su único
heredero sobreviviente, Tutankamón.
Tiya, Tiy o Tiye
Ancestros
de Tiya
El
descubrimiento de una tumba no real en el año 1905 por James Quibell en una
expedición de Theodore Davies fue la fuente de importantes datos el
descubrimiento de la tumba de Yuya y Tuya, padres de la gran esposa real de
Amenofis III y madre del faraón Ajenatón. El descubrimiento de la tumba casi
intacta ha sido solo superado, en cuanto a la riqueza arqueológica aportada,
por el descubrimiento de la tumba de Tutankamón.
Tiya era
proveniente probablemente de la ciudad de Ajmin (Akhmin), donde su padre era el
principal Profeta del dios local Min (de la fecundidad) y Superintendente del
ganado del templo. Esta fue la última de las posiciones oficiales ocupadas por
el padre de la futura reina, una vez que se retiró de sus principales
responsabilidades como Comandante de Carros y Señor de los caballos, posiciones
que ejerció durante el reinado del rey Tutmosis IV (padre de Amenofis III y
abuelo de Ajenatón).
Yuya
seguramente era una persona muy allegada al entorno real, con bastante
influencia en la corte, de tal forma que tuvo un importante casamiento con una
dama de la corte Tuyu, quien era Superintendenta de la Casa Jeneret de Min en
la ciudad de Ajmin y del dios Amón en Tebas, tal que ella ocupaba una alta
posición en la jerarquía del culto de la reina Ahmose-Nefertari con algún grado
de parentesco sanguíneo con aquella reina de comienzos de la dinastía. Por lo
tanto, Tiya, portaba ya un alto linaje, y en ella estaba el destino designado
de un casamiento con el faraón Amenofis III.
En los
escarabeos conmemorativos del reinado de Amenofis III, los padres de la reina
Tiya son referidos brevemente por su nombre, sin portar título real, siendo
este indicio la que ha sustentado la hipótesis de un origen humilde por parte
de Tiya, y su casamiento con el faraón Amenofis III hipotéticamente se debía
más a una relación fruto del amor que a un fin socio-político determinado.
Distintos
indicios señalan que los padres de Tiya tenían una alta posición en la
jerarquía de la corte, y era descendiente de la reina Ahmose Nefertari, de ahí
su destino como esposa del faraón. Tiyu y Yuya tuvieron también otro hijo,
Anen, quien se desempeñó como Segundo Profeta de Amón y Alto Sacerdote de
Ra-Atum, cargos ejercidos durante el reinado de Amenofis III; Es probable que
Anen, como sacerdote de Ra-Atum y hermano de la reina Tiya, haya tenido una
gran influencia sobre el príncipe Amenhotep (futuro Amenofis IV) durante su
infancia.
Si bien el
parentesco entre Tiya, Anen y Yuya y Tiyu se ha establecido basándose en
indicios directos hallados en la tumba de los abuelos de Ajenatón, no existen
indicios semejantes respecto a otro personaje de suma importancia del periodo
de Amarna, como es Ay. A falta de indicios en ese sentido, se puede decir que
tanto Ay como la reina Tiya eran originarios de la ciudad de Ajmin, la
proliferación de nombres de raíces similares (Ay, Yuya, Tiyu, Tiya) pueden
denotar una cierta familiaridad y algún grado de parentesco, pero los indicios
no son suficientes.
La Gran Esposa Real de Amenofis III
Tiya fue la
gran esposa real de Amenofis III, sobrevivió muchos años al rey para ver
gobernar a su sucesor y los indicios apuntan a que tenía una residencia en
Amarna (Ajenatón), donde fue enterrada a su muerte, siendo trasladados sus
restos a Tebas cuando la restauración fue establecida durante el reinado de
Tutankamón. De hecho, de todas las esposas reales del faraón Amenofis III que
han llegado a ser conocidas en nuestros días gracias a los indicios
subsistentes: Gilukhepa (hija del Suttharna II, rey de Mitani), Tadukhepa (otra
princesa del reino de Mitani) y Sitamón, hija misma del faraón Amenofis, de
todas ellas, es Tiya quien en los relieves, esculturas y diversas
representaciones es mostrada con toda los títulos de gran esposa real, como sus
atributos.
La influencia sobre Ajenatón
A la muerte
de su esposo, Amenhotep III, Tiya siguió ocupando una posición de preeminencia
en el gobierno de las dos tierras, tanto es así que se han encontrado
representaciones de Tiya con su hijo Amenhotep IV – Ajenatón. Más aún, se han
descubierto dentro de la correspondencia diplomática, misivas destinadas a Tiya
por parte de un monarca extranjero como el rey de Mitani Tushratta, instándola
a influenciar sobre el nuevo y joven soberano de Egipto Ajenatón. Esta carta
muestra la preeminente e influyente posición de Tiya] como madre del nuevo rey.
Los
indicios registrados en unas canteras de piedra caliza en las colinas al norte
de Amarna, donde se inscribieron el nombre de Tiya, como así también en los
relieves de la tumba del Alto Sacerdote Huya en Amarna, donde se muestra a Tiya
en la inauguración de un templo solar en la nueva ciudad Ajetatón, templo
construido por Ajenatón dedicado a su madre Tiya.
Nefertiti
El
parentesco de la reina ha sido de mucha especulación; como Gran Esposa Real,
era la dadora de herederos por sobre el resto de las mujeres del harén real.
Ciertamente, la posición ocupada por Nefertiti era mostrada por completo en
muchos monumentos como ser las estelas fronterizas de la ciudad Ajetatón, las
tumbas de los sacerdotes del nuevo credo de Atón, como Huya y Tute, donde se
proclama:
“La Heredera, Grande de Favor, Dama de la Gracia,
Valiosa de Amor, Señora del Alto y Bajo Egipto, Gran Esposa del Rey, a quien
ama, Dama de las dos tierras, Neferneferuatón-Nefertiti, que viva por siempre y
para siempre”
Como
heredera, es presumible que Nefertiti haya sido descendiente de
Ahmose-Nefertari, aunque no es descrita con la clásica cita “Esposa del Dios
Amón”, esta omisión es fácilmente explicada por la sencilla razón de que el
culto y toda mención a Amón estuvo proscrita desde casi los comienzos del
reinado de Ajetatón.
Escultura en caliza de Nefertiti.
Está
establecido que el padre de Nefertiti era Ay, quién más tarde alcanzó la
posición de faraón, sucediendo a Tutanjamón, a la muerte prematura de este. Si
bien se sabe que Ay estaba casado con una mujer llamada Tey, se sostiene que no
era la madre de Nefertiti, ya que no portaba el título de “Madre Real de la
Gran Esposa del Rey” sino algo así como “Gobernanta” de la principal esposa del
rey. Los indicios apuntan a que era en todo caso madrastra de Nefertiti, quien
quedo huérfana de madre a corta edad, siendo que su padre Ay, contrajo esposa
nuevamente.
Su rol en el periodo de Amarna
La
preeminencia y el rol fundamental que desempeño “La bella que ha llegado” como
Gran Esposa Real y compañera en toda la aventura de Atón es clara.
Distintos
relieves y esculturas hallados muestran a las claras tan alta posición. Así, en
los relieves, muchas veces es representada al mismo tamaño que el faraón.
El
crecimiento del rol de Nefertiti sigue al de su esposo Ajenatón, tal es así que
alrededor del 5º año del reinado, el mismo periodo aparente donde Amenofis IV
cambia su nombre por el de Ajenatón, al nombre de Nefertiti se le agrega el prefijo
Neferneferuatón.
Ciertamente,
desde comienzos de la corregencia entre Ajenatón y su padre Amenofis III, la
esposa del corregente ya portaba el título “hemet nisu ueret” (Gran Esposa
Real), asumiendo con el paso del tiempo una importancia hasta alcanzar la
dimensión del mismo faraón inclusive, portando cartuchos en la correspondiente
iconografía.
Existe una
hipótesis sobre la transformación de Nefertiti en corregente en los finales
años de Ajenatón para terminar gobernando en solitario a la muerte de este,
convirtiéndose en parte el aún ignoto faraón Semenejkara. Dicha hipótesis
sustenta también el caso Dahamunzu, una apelación que hoy en día es reconocida
como una vocalización del idioma hitita para la frase egipcia ta hemet nesu (la
esposa real).
En un
esfuerzo desesperado para controlar el poder que se le estaba yendo de las
manos, Nefertiti apela un reino extranjero para reforzar su posición interna.
Prontamente después de la muerte del príncipe hitita Zannanza, desaparece
Nefertiti probablemente muriendo.
Dibujo proveniente del relieve de la
tumba real de Amarna.
Nefertiti
dotó de niñas al rey, en un total de seis hijas, quienes son vistas por ejemplo
en los relieves de la tumba de Merira II en Amarna, a saber:
·
Meretatón: hija mayor de
Nefertiti. Asume el cargo de Gran Esposa Real alrededor del año 14 del reinado
de Ajenatón, transformándose en su esposa, basándose en restos encontrados en
Amarna y correspondencia con el monarca de Babilonia.
·
Meketatón: segunda hija de
Nefertiti, murió siendo niña y fue enterrada en Amarna.
·
Anjesenpaaton/Anjesenamón:
tercera hija de Nefertiti y esposa de Tutankamon.
·
Neferneferuatón-Tasherit:
cuarta hija de Nefertiti.
o
Neferneferura: quinta hija de Nefertiti.
o Setepenra: sexta y última hija de Nefertiti.
o Setepenra: sexta y última hija de Nefertiti.
La imagen
de Nefertiti es quizás uno de los emblemas clásicos de la cultura del Antiguo
Egipto, centrada en los hallazgos del taller del escultor Tutmosis localizado
en la ciudad de Amarna.
Ocaso y muerte de “La
Bella que ha llegado”
La falta de
datos concretos y la destrucción masiva de todo lo que tenga que ver con la
herejía de Amarna dificultan de sobremanera conocer como terminaron los
protagonistas principales del periodo dominado por la adoración de Atón.
Básicamente se han sostenido distintas hipótesis para explicar el fin de
Nefertiti.
Nefertiti faraón
Como
anteriormente en la misma dinastía XVIII Hatshepsut, Nefertiti alrededor del
año 12º del reinado de Ajenatón, Nefertiti es elevada a la corregencia, usando
el nombre Nefernefruaton con el epíteto “Amada de Uaenra-Ajenatón”. La
hipótesis sugiere que en los años finales de Ajenatón, existió una corregencia
con Nefertiti, quedando únicamente al mando Nefertiti, quien se cambiaría su
nombre a un ignoto Semenejkara.
Esta
hipótesis sostiene no sólo el caso del Dahamunzu sino también la importancia
que había adquirido en todos los actos oficiales y religiosos en los que estaba
involucrado la pareja real.
Sin
embargo, si nos remitimos únicamente las fuentes encontradas, las menciones a
Nefertiti durante los últimos años del reinado de Ajenatón son escasas. Se sabe
que estuvo en el probable festival Sed del año 12º de reinado de Ajenatón, como
lo muestran los relieves en las tumbas de Huya y Merira II, sacerdotes del
culto de Atón.
También hay
indicios de su presencia durante la ceremonia fúnebre de la princesa Meketatón,
su segunda hija de Ajenatón, quien probablemente murió después del año 12 del
reinado pero no mucho tiempo más. Esta ceremonia fúnebre es mostrada en la
tumba real en Ajetatón, precisamente en la cámara gamma de dicha tumba real. Es
precisamente esta imagen la última que se observa a Nefertiti, no aparece en
ningún relieve o documento existente "a posteriori" del año 13º o 14º
de reinado del faraón.
Adicionalmente,
haciendo referencia al caso Dahamunzu, su conocimiento viene por la
correspondencia hitita, donde la reina viuda egipcia escribe que su esposo “...
Nibhururiya ha muerto y se encuentra sin herederos...” Mucha discusión se ha
abierto para identificar a dicha reina, algunos estudiosos conectan el nombre
del faraón muerto a una vocalización hitita del praenomen “Neferjeperura” o sea
a Ajenatón, mientras otros eruditos vinculan aquel nombre hitita a
"Nebjeperura", el praenomen de Tutanjamón. En consecuencia, los indicios
disponibles podrían reflejar la existencia de dos reinas, una Nefertiti y la
otra, una de sus hijas Anjesepaatón. Pero la afirmación de que no había
heredero al trono descartaría a Nefertiti, ya que sabemos hoy en día que
existía un príncipe de sangre real, heredero de la dinastía XVIII fundada por
Amosis I, y era el futuro faraón niño Tutankamón.
Como
conclusión, se puede afirmar que la reina envuelta en el caso Dahamunzu sea con
mucha certeza Anjesepaatón, quien siguió en el cambio de nombre a su esposo el
faraón Tutankamón, muerte este último vástago de la gloriosa dinastía XVIII, se
extinguió la línea de los libertadores de los hicsos.
Nefertiti cae en desgracia
Algunas
excavaciones al principio del siglo XX en la zona de Amarna, ubicaron un palacio
donde supuestamente residió Nefertiti, generando una hipótesis de que la Gran
Esposa Real se retiró en desgracia junto con el príncipe heredero Tutanjatón
alrededor del año 14, tomando el poder en los años finales del reinado de
Ajenatón.
El rechazo
de esta hipótesis se basa en que fueron muchos los restos y estatuas
encontradas en la misma Amarna sobre imágenes que portaban a Nefertiti en
diferentes etapas de su vida.
Difícilmente
una persona que haya caído en desgracia no sea posible también de ser borrada
en imágenes, pinturas, relieves y estatuas; siendo así, ¿cómo fue posible
encontrar en el taller del escultor Dhjutmose tantos bustos y tallas realmente
hermosas de “La bella que ha llegado” sin muestras aparentes de ser borradas o
destruidas adrede, sabiendo que cuando un personaje (sea un rey o un personaje
menor) caía en desgracia se borraba cualquier rastro para la posteridad?
Escultura de Nefertiti
Muerte de Nefertiti
Es muy
difícil determinar esta instancia, porque se sabe hoy en día que originalmente
los lugares de entierro planeados en la nueva ciudad de Amarna fueron usados
brevemente, para los entierros de la princesa Meketatón primeramente y para la
pareja real después. Pero durante los reinados de Smenejkara o Tutanjamón
fueron trasladados a la necrópolis de Tebas y después, a comienzos de la
Dinastía XIX toda mención al periodo de Atón fue pretendidamente borrado del
mapa. Al día de hoy, todavía no se ha identificado fehacientemente la momia de
Nefertiti, ni la de Ajenatón, tampoco su sarcófago, por lo tanto no hay
elementos para avanzar.
Lo que se
puede considerar fehacientemente son las etiquetas de los envases sean de vino,
miel o cerveza, donde con escritura hierática se inscribía el origen de la
mercancía y el año de su producción.
Los
despachos de jarras de vinos etiquetados como de la “Casa de Neferneferuatón”
terminan en el año 11º del reinado de Ajenatón. Pero sabemos por los relieves
que Nefertiti estuvo en el festival del año 12º como así también en la
ceremonia fúnebre de su hija "a posteriori". También existen restos
de jarras etiquetadas en el año 15º y 17º del reinado del rey, pero estas
etiquetas hacen referencia a la “Casa de la Esposa del Rey”; se sabe que
alrededor del año 14º del reinado de Ajenatón, su hija Meritatón tomó el cargo
de “Gran Esposa Real” y como reina consorte. Este conocimiento no es sólo por
los restos encontrados en Amarna sino también por correspondencia diplomática
mantenida con el reino de Babilonia.
Así, toda
mención fidedigna a Nefertiti cesa entre los años 12 y 14 del reinado de
Ajenatón, pero aun así es difícil determinar que sucedió con “la Bella que ha
llegado”.
Finalmente
una prueba a favor de esta hipótesis se basa en un ushebti encontrada con la
inscripción: “La Heredera, alta y poderosa en el palacio, confidente del señor
del Alto y Bajo Egipto Neferjeperura Uaenra, el hijo de Ra, Ajenatón, la Gran
esposa Real Neferneferuatón Nefertiti”. Esta inscripción confirma que la
estatuilla fue confeccionada para Nefertiti y no para su esposo. Este objeto
era usualmente hecho durante el periodo de embalsamamiento "a
posteriori" de la muerte de la persona; y la imagen de la estatuilla es de
una reina con los cetros reales y no de un gobernante en co-regencia. Este
indicio apunta a que Nefertiti tuvo que haber muerto alrededor del año 14º del
reinado de Ajenatón, en todo caso no le sobrevivió.
Kiya "hemet mererty
aat" la Amada Gran Esposa
Los rastros
de Kiya son difusos de seguir, básicamente por dos motivos: por ser parte de la
“herejía de Amarna” y maldiciones a su memoria deliberadamente ejecutadas
quizás como parte de las rencillas internas tan habituales en la corte. Todas
las suposiciones apuntan a que su elevación del anonimato se debe al haber dado
a luz a un heredero varón de Ajenatón.
Imagen de Kiya besando a una princesa.
Su
elevación y caída en el olvido son rápidas. Existen relieves mostrándola junto
con una hija, también otros relieves que fueron deliberadamente trabajados para
borrar el nombre de Kiya para poner en su lugar a Meketatón, la hija de
Nefertiti que, aproximadamente durante el año 14º, asume la función de Gran
Esposa Real junto a su padre Ajenatón, cumpliendo no sólo los roles ritualistas
del culto sino también las funciones políticas.
Otra vez,
los indicios que sostienen la imagen de Kiya, son nuevamente las etiquetas
encontradas en los jarrones que contenían vino, cerveza, miel, etc. En ellas,
las inscripciones hacen referencia a Kiya como “la Casa de la Favorita”. De las
etiquetas se basan en dos fechas determinadas del año 6º y 11º del reinado de
Ajenatón.
Sus posibles orígenes
El nombre
de Kiya es observado como una forma abreviada o diminutivo de un nombre más
completo y elaborado. Algunos eruditos ven en este razonamiento una conexión
con las princesas extranjeras que estaban en el harén real de Ajenatón, el cual
fue heredado de su padre, el faraón Amenhotep III. Debe concentrarse en que
estos lazos tienen un fundamento más acorde a la política internacional que a
una costumbre dada, considerando que ambas princesas del reino de Mitani eran
el símbolo de una alianza entre las "Dos Tierras" (Egipto) y dicho
reino asiático.
En
consecuencia, el nombre de Kiya ha sido visto por algunos como una contracción
de los nombre sean de Gilukhipa o Tadukhipa. La primera entonces, caería fuera
de hipótesis, considerando que fue casada con Amenofis III durante el décimo
año de reinado de dicho faraón, convirtiéndola en una persona de mucha edad
para ser dadora de hijos de Ajenatón. La segunda, Tadukhipa parecería ser la
más probable.
También, el
nombre Kiya pueda ser originario de Egipto y no de origen asiático, algunos
piensan que su nombre deriva de la raíz egipcia ky.
Vaso canopo para Kiya
La Favorita “Ta shepset”
Cualquiera que
sea su origen, fue referenciada con el título “La Favorita”, y su nombre no
estuvo encerrada en ningún cartucho hasta el momento; tampoco fue titulada como
“Principal Esposa” o “Gran Esposa” o como “Heredera o Dadora de Herederos”,
sino con el epíteto simple de “La gran amada”.
Su
preferencia es fácilmente deducible por saber hoy en día que fue enterrada
originalmente en la tumba real construida inicialmente para la familia real en
las afueras de la misma ciudad de Amarna.
Los restos
de la tumba, hablan que el entierro de Kiya fue opulento y bien provisto, en
una cámara acondicionada especialmente para recibirla dentro de la tumba de la
familia real. Adicionalmente se encuentran rastros de Kiya en algunos restos de
edificios de Ajetatón, en capillas, tales como el templo “Maru-Atón” en dicha
ciudad.
Ataúd encontrado en la tumba KV55.
Las
menciones a Kiya van desapareciendo gradualmente después del año 14º a 16º del
reinado de Ajenatón, quien en sus años finales toma como Gran Esposa Real a su
hija Meritatón, quien usurpó muchas de las imágenes de Kiya borrando su mención
para colocar la suya, restos encontrados no solo en Amarna sino también en
Hermópolis.
Legado
La mayoría
de la iconografía del período hace referencia a una imagen central femenina
quien no es otra que Nefertiti, al final del reinado aparece su hija Meritatón,
pero estas imágenes no ocultan que Ajenatón tenía bastantes esposas de su harén
real, datos que no vienen de las imágenes “oficiales” sino muchas veces de la
correspondencia diplomática.
La
hipótesis más consistente alrededor de Kiya se centra en que su preeminencia
sobre el resto de las esposas del harén debe haber sido puramente de encanto
personal, junto con un condicionante político, el cual pudo ser haber dado una
descendencia masculina a la casa reinante, sea a través de los príncipes
Semenejkara o Tutankamón.
Sobre los
hallazgos en la tumba KV55, existieron variados rastros, los cuales muchos los
han vinculado a Kiya. La imagen más comúnmente mantenida de Kiya es un vaso
canopo con la tapa esculpida de una mujer portando una peluca nubia, muy común
y de moda para la época de Amarna entre las cortesanas.
El ataúd
encontrado en KV55 en su forma original tiene una peluca nubia en su cabeza, y
se piensa que fue originalmente ideado no sólo el ataúd sino también los vasos
canopos como un todo homogéneo.
En este
punto, es necesario aclarar que el ataúd de KV55 contenía una momia de sexo
masculino, estando en debate si era Semenejkara o Ajenatón mismo, y por lo
tanto no de Kiya, quien nunca es retratada portando uraeus, ni cartuchos reales.
El ataúd
mismo, si bien es claramente con peluca, se observa que después se le agregó no
sólo el uraeus sino también la barba real, haciendo entonces de un ataúd hecho
originalmente para Kiya, quien fue reutilizado para una momia real, cuando se
hizo el traslado de la corte de Amarna hacia Tebas, lo que implicó también el
traslado del cementerio real de Amarna a Tebas ante el temor de los saqueos de
tumbas. Dicho traslado muy probablemente se llevó a cabo durante el reinado de
Tutankamón.
TUTANKAMÓN
Nebkheperwre (Lord Of Manifestaciones Is Re) | ||
nb-xprw-ra HQA-Maat Nebkheperure Heqa Maat (Lord Of Manifestaciones Is Re; Señor de True) | ||
TWT-anx-ITN Tutankhaten (Imagen viva de Atón) | ||
TWT HQA-iwnw-Smai Tutankamón Heqa Iunu Semai (Imagen vida de Amun, gobernadora de Heliópolis) |
Neb-jeperu-Ra
Tut-anj-Amón, conocido como Tutankamón, fue 13º faraón perteneciente a la
dinastía XVIII de Egipto, que reinó de 1336/5 a 1327/5 a. C.
Su nombre original,
Tut-anj-Atón, significa «imagen viva de Atón», mientras que Tut-anj-Amón
significa «imagen viva de Amón». Es posible que Tutankamón sea el rey
Nibhurrereya de las cartas de Amarna, y probablemente el monarca denominado
Ratotis, Ratos o Atoris, que reinó nueve años, según los posteriores epítomes
de la obra de Manetón.
Si bien
formalmente se define que la Dinastía XVIII finaliza con el reinado de
Horemheb, se puede afirmar con un alto grado de certeza que el joven Tutankamón
fue el último faraón de sangre real de la dinastía. Ascendió al trono después
del periodo de Amarna y devolvió a los sacerdotes de Amón la influencia y el
poder que habían poseído antes de la revolución religiosa y política de
Akenatón. Durante su corto reinado estuvo en manos de Ay y Horemheb, que se
repartieron el poder: Ay administró Egipto y Horemheb manejó el ejército.
Su reinado
se caracterizó por un retorno a la normalidad en el plano socio-religioso
después del interludio protagonizado por el monoteísmo de Akenatón. Dicho
retorno fue paulatino, restaurando el culto en los templos abandonados de
dioses como Amón, Osiris o Ptah, colocando en funciones a la casta sacerdotal y
permitiendo la celebración de los ritos pertinentes. En el plano artístico, los
cánones inaugurados bajo la égida de Amarna seguirían fluyendo hasta fundirse
con los patrones tradicionales del arte egipcio. En las imágenes oficiales, la
imagen del joven rey sería enfatizada constantemente junto a su Gran Esposa
Real conjugando la herencia visual de Amarna (las imágenes de intimidad
familiar de la pareja real visibles en tronos, sillas, cofres, etc.,
encontrados en la tumba real) con el mensaje político oficial de continuidad de
la dinastía, claramente visible por la profusión de imágenes de Anjesenamón.
Tutankamón
no fue un faraón notable ni conocido en épocas antiguas; el tamaño
relativamente pequeño de su tumba (KV62) fue la razón de que no fuera
descubierta hasta el siglo XX. Howard Carter la encontró intacta en 1922. Su
descubrimiento y los tesoros encontrados en ella tuvieron cobertura mundial en
la prensa y renovaron el interés del público por el Antiguo Egipto,
convirtiéndose la máscara funeraria del faraón en la imagen más popular. El
hallazgo de su tumba, casi intacta, supuso una aportación fundamental para la
comprensión de la historia y cultura egipcia. Posibilitó sacar a la luz una
cantidad apreciable de joyas, muebles, armas y variados utensilios, aportando
una información fundamental que permitió ampliar el conocimiento de la
civilización egipcia.
Anillo portando el Nombre de Trono:
Neb-Jeperu-Ra.
Al nacer,
c. 1345 a. C., se le asignó el nombre de Tut-anj-Atón, que
posteriormente cambió a Tut-anj-Amón, cuando en el ocaso de la revolución
teológica de Amarna se abandonó el culto al dios Atón volviendo al viejo
panteón egipcio, beneficiando primordialmente al dios Amón. Bajo la ideología
del Atonismo: nombre de Nacimiento, Tut-anj-Atón Heka-hiunu-shema «imagen
viviente de Atón, gobernante de Heliópolis» o «el que vive en Atón, gobernante
de Heliópolis». El trono chapado en oro, descubierto por Howard Carter en la
tumba KV62, contiene en su respaldo el cartucho con el nombre original en la
forma del periodo denominado Atonismo. Bajo la ideología de Amón de Tebas:
nombre de Nacimiento, Tut-anj-Amón «el que vive en Amón» o «imagen viviente de
Amón»; nombre de Trono, Neb-jeperu-Ra «el Señor de las manifestaciones es Ra».
Su nombre
fue escrito como Amón-tut-anj, debido a la costumbre de los escribas de poner
el nombre del dios al principio de la frase para honrarle. En los epítomes de
Manetón es denominado Ratotis, Ratos y Atoris.
Predecesores
Sus
orígenes eran inciertos, ya que el final de la revolución religiosa conocida
como Período de Amarna, implicó una suerte de maldición de su recuerdo sobre
todo lo relacionado con el '"Rey hereje" Akenatón. Se formularon
varias hipótesis acerca de sus progenitores, algunas inducidas deliberadamente
para legitimar su acceso al trono. Hay razones de peso para creer que era hijo
de Ajenatón, el Faraón hereje (teoría defendida por Zahi Hawass y respaldada
por las pruebas de ADN de 2010) y de una de sus hermanas, aunque de hecho la
identidad de la madre seguía siendo un misterio. Durante muchos años algunos
sugirieron que era hijo de Ay, aunque las evidencias eran escasas (solo un
bloque de piedra proveniente de la ciudad de Hermópolis). Se han considerado tres
hipótesis respecto a sus orígenes:
Tutankamón como hijo de Amenhotep III
El joven rey Tutankamón ofrendando a la
divina pareja: el dios Ptah y a su izquierda su consorte Sejmet. El retorno a
los ritos tradicionales después del interludio de Amarna.
Esta
hipótesis se sustentaba en el hallazgo de diversos artículos en la tumba KV62
del rey niño con los cartuchos de Amenhotep III, de su Gran Esposa Real, la
famosa reina Tiya, del príncipe Tutmose, el primogénito de Amenhotep III muerto
prematuramente, y de la princesa Sitamón, quien a finales del reinado de
Amenhotep III ascendería como Gran Esposa Real. No existe en la tumba ningún
elemento o artículo que mencione remotamente al faraón hereje Akenatón ni a
ninguna de sus reinas.
En contra
de esta hipótesis se yerguen dos factores:
1. El primero hace referencia a los intervalos de tiempo. Se puede
asegurar con bastante certeza que la muerte de Tut-ank-atón (posteriormente
cambiado bajo la ideología tebana a Tutankamón Hekaiunushema), se produjo entre
los 17 y los 19 años de edad. Estas evidencias provienen de la momia, más
precisamente del desarrollo óseo del esqueleto del rey-niño. En consecuencia,
Tutankamón fue engendrado por Amenhotep III, o su hijo Amenhotep IV (Ajenatón o
el «faraón hereje»). Si se considera que el reinado de Ajenatón tuvo un lapso
de duración de unos 17 años, es menos probable la posibilidad de ser hermano
del hereje (o sea, hijo del faraón Amenhotep III) en vez de ser un hijo directo
de un rey más joven, sea Ajenatón o el enigmático Semenejkara. Si bien se sabe
que Amenhotep III fue un rey longevo, los intervalos de tiempo alejan
decididamente la hipótesis de que fuera el padre de Tutankamón.
2. El otro factor a considerar es el contexto político-religioso
existente en el momento de la muerte del rey niño. La variedad de utensilios y
pertenencias que hacían referencia a Amenhotep III, Tiya, etc., muestra con
claridad la intención de dar continuidad y legitimidad a la dinastía reinante y
olvidar el descalabro de la aventura religiosa del período
Tutankamón como hijo de Semenejkara
La
hipótesis que sostiene que el faraón niño es un vástago del sucesor de
Ajenatón, el enigmático faraón Semenejkara, carece de evidencias objetivas que
la sostengan:
El joven rey Tutankamón. Talla en madera policromada.
1. El punto a favor de esta hipótesis es la carencia absoluta de
referencia alguna a Tutankamón en los restos encontrados del período de Amarna,
en donde los rastros encontrados no mencionan prácticamente al príncipe
Tutankamón. El único rastro existente hasta el momento proviene de un relieve
de una piedra de arenisca, hallado en la ciudad de Hermópolis donde fue
evidentemente reutilizada al abandono de la ciudad Amarna por los reyes de la
Dinastía XIX, quienes utilizaron los materiales de la ciudad abandonada como
cantera para la provisión de materiales destinados a obras en otras
localizaciones. En dicho relieve, se menciona al hijo corporal (o físico) del
rey, su amado Tutankamón". Es la única mención que existe, no aclarando
quién podría ser su progenitor, quién indudablemente tendría un parentesco con
el rey, sea Ajenatón, Amenhotep III o Semenejkara. Lo más probable es que la
mención de ser de sangre real, haga seguramente referencia a su pertenencia a
una línea colateral. La no inclusión de cartucho en el nombre del hasta
entonces príncipe hace inferir que la inscripción fue realizada cuando
Tutankamon no era faraón. Además, las pruebas efectuadas a la momia encontrada
en KV55, sin identificar fehacientemente hasta ahora, muestran muchos rastros
de similitud tanto en su aspecto físico como en el grupo sanguíneo del faraón
niño.
2. En contra de dicha hipótesis, se suma la carencia de evidencias
que vinculen a Tutankamon con su antecesor en el trono Semenejkara así como
también la ambigüedad en la identificación de la momia encontrada en KV55, que
podría ser de Ajenatón o de Semenejkara.
Tutankamón como hijo de Akenatón y Kiya
Ha sido
hasta hoy la hipótesis más aceptada en el mundo académico, fundamentada no sólo
en las evidencias encontradas en los yacimientos arqueológicos de Amarna, Tebas
y el Valle de los Reyes, sino que además, en la investigación realizada por
Hawas et al. (2010) quienes realizaron diversos estudios antropológicos,
radiológicos y genéticos a 11 momias reales entre septiembre de 2007 y octubre
de 2009, y entre las cuales se encontraba la de Tutankamón y ascendencia.
El joven rey Tutankamón, cazando con
arco, portando la corona Jepresh junto a
su esposa Anjesenamón, la hija de Ajenatón y Nefertiti.
Se define a
la madre del faraón niño como la enigmática Kiya, quien, aparte de Nefertiti y
sus hijas, es la única mujer del harén real que es mencionada y de la que
existen rastros. Fue nombrada como hemet mererty aat o "La amada Gran
Esposa". Tal relevancia llevó al egiptólogo Cyril Aldred a afirmar que se
debía a que Kiya fue quien dotó de un vástago masculino al rey Ajenatón,
dándole la posibilidad de continuar el linaje de la gloriosa Dinastía XVIII. La
prematura muerte de Kiya, quien se piensa que no sobrevivió al faraón Ajenatón,
dio lugar a la ocupación de su espacio en la corte y posterior usurpación de
títulos por parte de Nefertiti y alguna de sus hijas. Esta hipótesis también
sostiene la necesidad de legitimar el ascenso al trono de Tutankamón, ya que es
desposado con la hija de Akenatón y Nefertiti, la princesa Anjesenpaatón, quien
posteriormente sufriría el cambio de nombre a Anjesenamón al igual que su
esposo.
Cabe
recordar que la costumbre de desposar a un príncipe de una esposa secundaria
con una princesa de la Gran Esposa Real, siendo hermanastros, había sido ya
practicada antes en el Antiguo Egipto y recientemente en la misma Dinastía
XVIII; la princesa Hatshepsut fue desposada con su medio hermano Tutmosis II,
quién era vástago del rey Tutmosis I, pero de una esposa de menor linaje del harén
real.
En contra
de esta hipótesis, sobre el linaje de Tutankamón se argumenta la carencia total
de alguna referencia a Ajenatón, pero sí a sus abuelos, tanto Amenhotep III
como Tiya. Pero este argumento suele ser rebatido considerando el contexto
político - religioso en el momento del deceso del faraón niño. Egipto se
encontraba en un momento de restauración de los cambios operados durante el
período de Amarna, intentando borrar toda referencia hacia el Rey Hereje;
siendo por lo tanto explicable la total omisión de referencias y, como proceso
de restauración, se estableció conexión entre Tutankamón y sus abuelos, dándole
sentido de continuidad a la dinastía real. Esto explicaría la carencia total de
referencia hacia algo que conecte con el período de Amarna en los utensilios y
enseres encontrados en la tumba de Tutankamón.
Pruebas de ADN
El 17 de
febrero de 2010, el Consejo Supremo de Antigüedades, en El Cairo (Egipto),
informó de una serie de estudios genéticos, publicados en la revista Journal of
the American Medical Association (JAMA) y llevados a cabo a lo largo de más de
dos años, en los que se evidenciaba que Tutankamón murió a causa del Mal de
Kohler (una necrosis avascular ósea) agravado por malaria. Esta teoría estaría
corroborada por los 103 bastones y la gran cantidad de medicinas que
encontraron en su tumba. Por ello, se deduce que, a pesar de haber muerto con
tan sólo 19 años, sufría grandes dolores de huesos.
También
afirmaron que el faraón era hijo de Ajenatón o, al menos, del monarca enterrado
en la tumba KV55 y que su abuela fue la reina Tiye o Tiya. Los estudios de ADN
realizados en la momia del faraón Tutankamón han permitido averiguar que la
momia de KV55 era el padre del faraón-niño e hijo del faraón Amenhotep III. Tal
patrón genético hace concluir que el morador de KV55 no sería otro que Ajenatón
Los mismos
estudios de ADN revelaron, además, que la momia de la tumba KV35YL, descubierta
al lado de la momia de Tiya (KV35EL) y conocida como Dama Joven, es la de la
auténtica madre de Tutankamón, revelada además como hermana plena de la momia
KV55. Este descubrimiento hace del joven faraón, como mínimo, fruto de un
incesto regio (nada infrecuente en la época), y supondría (asumiendo que KV55
es Ajenatón) que el rey "hereje" concibió a su hijo con una de sus
hermanas, siendo imposible especificar si fue alguna de las cinco hijas
conocidas de Amenhotep III y Tiye. Pero quedaría así descartada la hipótesis de
Kiya. La consanguinidad, según el mismo estudio, explicaría la acumulación de
taras en el joven rey, como tantas veces ha sucedido en la historia de las
dinastías reales.
Recientes
estudios de ADN, realizados por el instituto IGENEA, de Zurich, ha reconstruido
el perfil genético de Tutankamón. Según estos investigadores "Tutankamón
pertenecía a un perfil genético conocido como haplogrupo R1b1a2, al que
pertenecen más de un 50% de los varones de Europa occidental, lo que indica que
comparten un ancestro común. Curiosamente este haplogrupo constituye menos de
un 1% los egipcios actuales". La proporción aumenta al 70% entre españoles
y británicos.
Los datos
de su reinado son breves. Se sabe que fue coronado rey a la edad de ocho a diez
años aproximadamente. De acuerdo con el egiptólogo James Allen, hacia el año 14
ó 15 del reinado de Ajenatón, éste elevó al cargo de corregente a
Nefernefruatón, de quién sabemos por los determinativos femeninos de los
jeroglíficos inscritos en su cartucho, que era una mujer.
Primeramente
se pensó que era Nefertiti, pero el hallazgo en 1973 de un ushebti para
Nefertiti del año 12 aproximadamente del reinado de Akenatón, hace suponer que
Nefertiti falleció antes del ascenso de Nefernefruatón coincidiendo con la
ausencia de imágenes de Nefertiti en eventos posteriores al año 12 del reinado
de Ajenatón; por lo tanto, la enigmática persona nombrada Nefernefruatón fue,
muy probablemente, una de sus hijas sobrevivientes: Meritatón.
De Akenatón
no se tienen rastros pasado el año 17 ó 18 de su reinado, suponiendo entonces
que murió para esa época, donde asciende al trono el o mejor dicho la
corregente Nefernefruatón junto a un consorte, ignoto hasta el momento
denominado Semenejkara. Dicho consorte reinaría por un lapso de tiempo no mayor
a un año, dando lugar al ascenso posterior del joven príncipe Tutankaton quien
luego cambiaría su nombre a Tutankamón. La unión matrimonial de Tutankamón y
Anjesenamón hace suponer que la hija mayor sobreviviente de Akenatón,
Meritatón, con mucha probabilidad murió al mismo tiempo que su esposo, Semenejkara.
De cualquier forma, el lapso de tiempo que va desde el deceso de Akenatón y la
entronización del príncipe Tutanjatón es de solamente un año.
Heredó
prácticamente la misma corte que el faraón herético, así podemos ver que en el
cargo de Gran Visir se mantuvo Ay, padre de la La Gran Esposa Real de Ajenatón
y abuelo de la esposa del nuevo faraón, la comandancia de los ejércitos estaba
a cargo de Horemheb y el tesoro se encontraba bajo la supervisión de Maya.
El ascenso
al trono fue legitimado, -de acuerdo con la costumbre de los antecesores de la
Dinastía XVIII- desposando a la princesa Anjesenpaatón, única hija
superviviente de Ajenatón y Nefertiti y portadora por tanto de la legitimidad
real, que también cambió su nombre cuando se restauró el culto a Amón, pasando
a llamarse Anjesenamón.
El descubrimiento de su tumba casi
intacta ha permitido conocer la sofisticación de la vida de los faraones en el
1300 a.C. Esta silla de cedro con el respaldo tallado con el dios de la
eternidad Heh pertenecía a su ajuar funerario.
Mapa del antiguo Cercano Oriente durante
el periodo de Amarna, mostrando las grandes potencias del periodo: Egipto
(verde), Hatti (amarillo), el reino Kasita de Babilonia (púrpura), Asiria
(gris), y Mittani (rojo). Las áreas más claras muestran control directo, las
áreas más oscuras representan esferas de influencia. La extensión de la
civilización Aquea-Micénica se muestra en naranja.
La imagen
de la pareja fue exaltada repetidas veces, ya que en los hallazgos de su tumba
aparecen múltiples imágenes de ambos según el estilo artístico de Amarna.
Faltan referencias a su posible descendencia, aunque pudieron ser hijas suyas
dos bebés cuyas momias se encontraron en la KV62.
Cuando
ascendió al trono, se produjo la restauración de los antiguos cultos,
intentando olvidar el interludio que significó la experiencia religiosa de
Ajenatón. Por las fechas en que ocurrió esto y la escasa edad que tenía
Tutankamón, muchos estudiosos creen que el abandono del culto a Atón fue debido
más a sus consejeros, sobre todo a Ay y Horemheb, que a una propia decisión del
faraón.
Asimismo,
se especula que el abandono de la capital de Akenatón, Amarna, comenzó apenas
Tutankamón fue coronado. El arqueólogo Barry Kemp sostiene que el abandono de
la ciudad no fue repentino, sino que paulatinamente fueron trasladándose las
distintas dependencias estatales (como el tesoro, las residencias reales, los
archivos reales, etc.). Posteriormente, durante la época del faraón Horemheb,
la ciudad quedaría despoblada, y el golpe final sería dado por los reyes de la
Dinastía XIX, quienes utilizarían las construcciones abandonadas como canteras
para sus obras faraónicas.
No se
conocen textos de campañas militares durante el reinado de Tutankamón, lo que
lleva a suponer que la situación interna de Egipto era tan delicada que impedía
emprender campañas contra las potencias rivales, fuesen hititas o mitanios.
Su papel
resultó ser mucho más importante de lo que en un principio pareció, y fue un
gran constructor que se encargó de reparar los daños cometidos por Ajenatón
sobre los templos egipcios. Así, no cabe sorprenderse ante el hecho de que la
mayoría de los rostros de las estatuas de Amón de esta época sean los del
propio Tutankamón; esto es explicable desde el enfoque religioso, ya que se
creía que el faraón tenía un origen divino y que era engendrado por el mismo
dios. El rostro del faraón era la imagen viviente de Dios en la faz de la
tierra. Precisamente, su nombre de nacimiento tiene una traducción cercana a
ese significado.
Restauración religiosa
Durante el
cuarto año de su reinado el faraón trasladó la corte a Tebas y restableció no
solo el culto a Amón sino también al resto del panteón egipcio, adoptando su
nombre definitivo, Tut-anj-Amón, y publicó el Edicto de la restauración,
proclamando sus acciones:
Él ha hecho
que todo lo que estaba arruinado floreciese como un monumento de eternidad; él
ha expulsado el engaño de las Dos Tierras. Cuando su majestad se elevó como un
rey los templos de los dioses y las diosas desde Elefantina al Delta habían
caído en el abandono, sus tabernáculos estaban deteriorados, se habían
convertido en campos llenos de hierba; sus patios eran como caminos trillados.
El país estaba en desorden, los dioses se olvidaban de este país, sus corazones
estaban airados.
Este edicto
fue grabado en una estela en el templo de Amón en Karnak, estela que
actualmente se conserva en el museo de El Cairo. El texto fue luego usurpado
por Horemheb, que eliminó el nombre de Tutankamón colocando el suyo, en una
revancha iconoclasta para eliminar toda referencia a Amarna al colocarse él
como directo sucesor de Amenhotep III: las listas reales de Abidos y Saqqara
ignoran a Ajenatón, Semenejkara, Tutankamón y Ay.
La
restauración tenía una gran carga política. No sólo consistía en la vuelta al
politeísmo, sino en la devolución del poder al Sumo sacerdote de Amón, contra
el que se habían enfrentado Amenhotep III y Ajenatón (Amenhotep IV), ya que el
templo de Amón había acaparado grandes riquezas y el control de extensas propiedades
que antes eran de la corona.
Durante el
reinado de Horembeb y sobre todo durante la siguiente dinastía, la XIX, se
silenció sistemáticamente todo lo relacionado con Ajenatón y el periodo
herético de Atón. Desde entonces en las listas reales de soberanos se pasaba de
Amenhotep III a Horemheb, olvidando tanto a Ajenatón como a Tutankamón y Ay.
Escena íntima entre el rey y su Gran
Esposa Real. La herencia artística de Amarna siguió vigente durante su reinado.
Incluso el dios caído Atón brinda sus rayos protectores dando vida al igual
como lo hacía con Ajenatón y Nefertiti. Detalle del respaldo del Trono
ceremonial de Tutankamón.
Obras
No tuvo
tiempo de construir grandes obras que permaneciesen para la posteridad, solo
quedan la reconstrucción de los templos abandonados durante el reinado
anterior, un nuevo templo a Amón construido al oeste de Tebas y algunas
pinturas y relieves, así como el ajuar funerario. En lo referente al enfoque
artístico, es aquí donde se visualiza claramente el cambio de tendencia
política y su efecto sobre los cánones artísticos.
Primera fase: La herencia de Amarna
Gracias a
los muebles y utensilios hallados en KV62, sean tronos, sillas, cofres, etc. se
ha podido reconstruir el desarrollo artístico. En la primera fase, es fácilmente
identificable la continuidad del arte de Amarna: trazos gruesos, en la familia
real se distingue un cráneo alargado, cuello estirado y vientre protuberante.
Los motivos artísticos siguen la línea de los retratos de la época de Ajenatón:
el rey y su esposa, en escenas familiares, íntimas, en algunos casos bajo los
rayos del dios único caído.
La
representación de la pareja real es idéntica a las que se conocen de Ajenatón y
Nefertiti, y el bajorrelieve que se ve en el reverso del trono ceremonial incluso
representa sobre ellos el disco solar cuyos rayos acaban en manos dadoras de
vida. Este trono es uno de los mejores ejemplos de la maestría de los artesanos
egipcios, con una mezcla de tallas, bajorrelieve e incrustación, combinando
distintos materiales. También la máscara funeraria combina distintas técnicas:
de 54 cm, está construida con oro, cuarzo, obsidiana, lapislázuli y vidrio; en
el reverso está inscrito el capítulo 151 del Libro de los Muertos, con la
descripción de las distintas partes del cuerpo humano.
Monumental estatua de Tutankamón al modo
tradicional del arte egipcio.
Segunda fase: El retorno a la tradición
Las
monumentales estatuas del dios Amón en Karnak, personificadas con el rostro del
Rey, muestran al faraón totalmente alejado de los cánones artísticos de Amarna.
El retorno a la tradición es evidente no solo en el carácter monumental de las
estatuas, sino también en el énfasis en la imagen tradicional del faraón:
vestido con faldellín, corona, barba real y uraeus.
Asimismo,
si bien no se conocen documentos que atestigüen campañas militares efectuadas
por Tutankamón, en su tumba se ha encontrado un cofre con imágenes del rey
batallando en su carro y matando enemigos. Este es el mejor indicio del cambio
de temas, el abandono de los motivos artísticos de Amarna, el faraón en
imágenes familiares, por los tradicionales, con el faraón venciendo a sus
enemigos.
Desde el
punto de vista artístico, se observa que el viraje de la realeza, después de la
aventura del faraón Ajenatón, hacia el retorno a la tradición, no fue efectuada
de forma brusca, sino paulatina. A favor de esta posición se encuentra la
necesidad no solo de gobernar un Estado, que al final del reinado de Ajenatón
pudo haber sufrido una desestabilización, de acuerdo a lo atestiguado, por
ejemplo en las cartas de Amarna, sino también de otorgarle un marco de
legitimidad al nuevo rey dando muestras de continuidad con el statu quo
vigente. El golpe de timón brusco lo daría Horemheb y el tiro de gracia los
primeros reyes de la Dinastía XIX.
Los hombres del Rey
Del
conjunto de evidencias rastreadas (ushebtis, pinturas, estatuas, etc.) en KV62
y en otros templos y tumbas de la nobleza, se ha podido reconstruir el universo
de funcionarios de primera línea que rodeaban al faraón. Dada la precocidad del
rey, seguramente eran quienes llevaban los destinos de Egipto bajo sus riendas
en forma verdadera y efectiva.
Entre las joyas de su tumba, se
encontraba este pectoral del rey. Era común utilizar imágenes de los
jeroglíficos para construir joyas con el nombre del rey. En ésta es
identificable, Neb Jeperu Ra, el nombre del trono de Tutankamón: la barca solar
define el jeroglífico Neb, el escarabajo en el centro la palabra Jeper que,
junto con las tres flores de loto de la base del pectoral se transforma en el
plural Jeperu y el disco solar de la parte superior es Ra.
Bajo el
título de “Padre del dios”, ostentado ya durante el reinado del Faraón hereje,
Ay gozaba de un poder sin igual, con plena autonomía, incrementada ya desde los
tiempos que era el padre de Nefertiti, y después, con el faraón niño, la
discrecionalidad y libertad de movimiento le brindaba la posibilidad de obtener
un verdadero poder: el poder detrás del trono.
El hecho de
tener vínculos con la realeza, considerando que fue el padre de la Gran Esposa
Real Nefertiti y el abuelo de la siguiente reina en poseer tal título, su nieta
Anjesenamón, provee elementos para no sorprenderse de sus habilidades para los
cargos políticos de alto nivel una vez fallecido Tutankamón. Siendo el
principal consejero del rey.
Si bien,
fue un actor de primer nivel durante el reinado de Ajenatón, sus orígenes
pueden remontarse más allá de dicho reinado. Tanto Ay como la Gran Esposa Real
de Amenhotep III y madre de Ajenatón, la famosa reina Tiya eran originarios de
la ciudad de Ajmin. Esto posibilitó la elaboración de hipótesis donde se
afirmaba un grado de parentesco consanguíneo, enlazando a los principales
personajes de finales de la Dinastía XVIII, o sea: Ay, Tiya, Nefertiti,
Ajenatón, Tutankamón y Anjesenamón.
Si bien los
nombres Ay y Tiya, junto a Yuya y Tiyu (los padres de la reina Tiya, quienes
proveyeron el mejor yacimiento arqueológico hasta el descubrimiento de la tumba
de Tutankamón) denotan una cierta característica familiar, no existe evidencia
en concreto que relacione directamente en un lazo familiar a Ay y Tiya
Horemheb
Si Ay
basaba su posición en sus vínculos con la realeza, Horemheb balanceaba el poder
desde el lado del mando del poder militar. Era el delegado real en el ejército
y fue quién llevó a cabo la recuperación de los territorios bajo la influencia
egipcia tanto en el sur de Nubia como en el norte de Gaza y Siria.
El
egiptólogo Jacobus Van Dijk afirma que Horemheb al mando del ejército, procuró
restablecer la presencia egipcia en Siria que se encontraba muy deteriorada por
el avance de los hititas, quienes habían ya sometido al pueblo de Mitani, que
era aliado de los egipcios desde los tiempos del faraón Amenhotep III como bien
lo demuestran no solo los casamientos reales con las princesas mitanias
Taduhepa y Giluhepa, sino también las distintas misivas diplomáticas que
salieron a la luz, las llamadas Cartas de Amarna.
Tal
sometimiento, provocó la ruptura del statu quo en el fértil creciente y el
avance de los hititas ya sobre las posiciones egipcias en Siria y Canaán.
Las
campañas de Horemheb bajo el reinado de Tutankamón posiblemente hayan sido infructuosas
en cuanto a la recuperación de posesiones territoriales en Siria, y muy
probablemente, la muerte repentina de Tutankamón encontró a Horemheb lejos de
la corte, en campaña. Esta oportunidad fue aprovechada por Ay para hacerse con
el trono.
Najtmin o Minajt
Ocupaba un
cargo dentro de la jerarquía militar, siendo conocido por el hecho de ofrendar
una serie de ushebti con su nombre en KV62 en el momento de sepultar a
Tutankamón. Se supone que algún vínculo sanguíneo debiera existir con Ay, lo
que daría la posibilidad de un cuadro de intriga política complejo, ya que
resultaría evidente que, si tal vínculo fuera cierto, el tal oficial Najtmin
sería un contrapeso de Horemheb dentro de la jerarquía militar. Finalmente, se
ha encontrado una estatua de Najtmin con una leyenda inscrita en la que se lee
“Hijo del Rey”, siendo del período de reinado de Ay, seria una muestra
consistente de la intención de Ay de entronizar a una persona distinta de
Horemheb, haciendo que el conflicto de intereses a la muerte de Ay fuera
imparable. No se ha encontrado rastro alguno del oficial Najtmin, y la
ascensión al poder de Horemheb hace suponer que su destino no fue de larga
vida.
Se conoce
de él por similar vía que Najtmin, o sea, por su ofrenda de ushebti en KV62
magistralmente desvelado por Howard Carter. Las inscripciones de la figurilla
de madera designan a Maya como “Supervisor de los trabajos en el lugar de
Eternidad”, es decir, los trabajos en el cementerio real. Además, existe
también mención a la posición de “Supervisor del Tesoro”.
Resulta
concluyente que, la posibilidad de ofrendar una estatuilla en el entierro del
rey, implicaba que ostentaban una posición de mucha cercanía con Tutankamón, ya
que era considerado como un gran favor la oportunidad de dejar una ofrenda al
rey en su tumba. Se sabe que Maya continuó en cargos gubernamentales, ya que
existen rastros de su participación en trabajos del cementerio real, aún
durante el reinado de Horemheb.
Usermont
El cargo de
Visir, en egipcio Chaty –con funciones y responsabilidades cercanas a la
posición de un primer ministro en una nación moderna actual–, estaba dividido
en dos grandes áreas geográficas: el norte o Bajo Egipto y el sur o Alto
Egipto. Usermont ejercía el cargo de Visir del Alto Egipto.
Pentu
Al igual
que Usermont, su cargo implicaba responsabilidades en el Bajo Egipto.
Ejercía el
cargo de Virrey de Kush, responsable de las explotaciones de las minas de oro
nubias, así como también del control del tráfico comercial de productos desde
la lejana tierra del Punt. Era una posición que implicaba un grado alto de
responsabilidad, ya que la provisión de oro dependía mayormente de las minas
nubias, y dicho oro era la moneda de cambio que los faraones egipcios tenían,
por ejemplo, para pagar mercenarios como vasallaje de los principados y
reyezuelos de Gaza, Siria y Fenicia. Esto quedó demostrado cuando salieron a la
luz las Cartas de Amarna, donde en la correspondencia diplomática entre los
faraones y los gobernantes cercanos se hacían menciones a demandas de entrega
de oro por parte del faraón. Así la influencia egipcia dependía del flujo de
oro con que podían contar los faraones.
Muerte
Murió c.
1327 a. C., hacia los 19 años de edad, tras haber reinado unos nueve
años y sin haber consolidado su poder. Su prematura muerte dejó una cierta
inestabilidad en Egipto, ya que era el último miembro varón de la dinastía
XVIII. Según el egiptólogo egipcio Zahi Hawass, Tutankamón falleció lejos de
los centros de momificación, lo que precipitó la prematura descomposición del
cadáver y complicó el proceso de momificación.
Durante el
reinado de Tutankamón hubo en el país una epidemia de malaria que causó una
elevada mortalidad, y, como en la tumba se encontraron medicamentos contra la
fiebre, se sospecha que murió víctima de esa enfermedad. Un estudio de ADN
publicado en 2010 reveló un faraón con el sistema óseo debilitado, lo cual, al
ser víctima de una malaria severa, le habría provocado la muerte.
Otra teoría
de acerca de su muerte surgió en el año 2013, donde un egiptólogo, llegó a la
conclusión de que su cuerpo se quemó debido a una mala praxis en el proceso de
momificación, se examinaron apuntes originales de Howard Carter y junto con
científicos forenses del Cranfield Forensic Institute, de Bedfordshire, llevó a
cabo una autopsia virtual del cadáver utilizando la tecnología de escáner con
tomografía axial computarizada, cuyos resultados pueden reavivar también la
posibilidad de que el joven soberano muriera atropellado por un carro, en
combate.
A Tutankamón
le sucedió su consejero y chaty Jeperjeperura Ay, padre de Nefertiti, que
desposó a la reina viuda Anjesenamón en un intento de darle legitimidad a su
ascensión al trono. En términos familiares, Anjesenamón, al ser hija de
Nefertiti, era nieta de su nuevo consorte, quien acabaría reinando durante
cuatro años. Durante este periodo, Ay se ocupó del gobierno interior, mientras
el general Horemheb se ocupaba de recuperar el prestigio exterior, bastante
dañado durante los dos reinados anteriores, y fue posiblemente asociado al
trono. Ambos nombramientos fueron apoyados por el clero de Amón, agradecido por
los favores políticos recibidos.
Debido al
prematuro deceso de Tutankamón, este no había dispuesto los pormenores de su
honras fúnebres, o bien estaban en fase de preparación ya que se le enterró en
una tumba que no estaba pensada para él; la caja mortuoria, así como un
apresurado alhajamiento, se hicieron precipitadamente para cumplir el plazo de
40 días establecido. Se cree que la tumba estaba destinada para el propio Ay,
quien fungía como tesorero real. Debido a lo sobrio del enterramiento, durante
muchos siglos fue pasado por alto hasta su casual descubrimiento.
Su tumba,KV62, fue encontrada en el Valle de los Reyes el 4 de noviembre de 1922 por el
británico Howard Carter, constituyendo uno de los descubrimientos arqueológicos
más sensacionales de la historia de la egiptología, debido a la gran riqueza
arqueológica encontrada.
La fama
actual de Tutankamón no se debe a los acontecimientos de su reinado, que fue
breve e intrascendente comparado con el de otros grandes reyes como Tutmosis
III o Ramsés II; se debe más bien al tardío descubrimiento de su tumba, que es
hasta el momento la única tumba real encontrada con un ajuar funerario tan
variado, numeroso, bien conservado y prácticamente intacto. Si bien dicha tumba
había sido violada por saqueadores en la Antigüedad, el contenido de la tumba
fue restituido y se volvió a sellar. Tres mil años después, en 1922, la tumba
fue encontrada por Howard Carter, en una expedición sufragada por Lord
Carnarvon. A su descubridor le llevó casi una década despejar e inventariar
todo el material encontrado. La riqueza y variedad de los objetos encontrados,
junto con el excelente trabajo llevado a cabo por Carter y su equipo,
permitieron conocer muchos aspectos de la vida del Antiguo Egipto, desde los
avances científicos y tecnológicos o los aspectos artísticos, plasmados en
vasijas, cofres, juegos, armas, etc.
Howard Carter analizando el tercer y último
ataúd antropomorfo de oro macizo, en cuyo interior se encontraba la momia de
Tutankamón. Se aprecia que este ataúd todavía no se había extraído de la parte
inferior del segundo sarcófago, considerado el más bello.
Descubrimiento y excavación
Código
|
Estancia
|
Dimensiones
m |
Área
m² |
A
|
Escalera
|
4,7
x 1,6
|
7,5
|
B
|
Corredor
|
7,6
x 1,7
|
12,9
|
C
|
Antecámara
|
3,6
x 8,0
|
28,8
|
D
|
Anexo
|
2,6
x 4,3
|
11,2
|
E
|
Cámara
funeraria
|
6,4
x 4,0
|
25,6
|
F
|
Cámara
Tesoro
|
3,8
x 4,7
|
17,9
|
Veintiocho
faraones fueron enterrados durante 420 años en el Valle de los Reyes y del
orden de cincuenta equipos de arqueólogos fueron encontrando la mayoría de los
enterramientos que se sabía que existían en el Valle a lo largo del siglo XIX y
comienzos del XX. Theodore Davis, que peinando el valle había encontrado unas
treinta tumbas entre 1902 y 1914, declaró que consideraba agotado el yacimiento
del Valle. Sin embargo, desde que Davis descubriera en 1907 fragmentos de
objetos con el sello de Tutankamón, Howard Carter estaba convencido de que
todavía no se había encontrado la tumba del rey niño y que debía hallarse cerca
de la excavación de Davis, en un triángulo de una hectárea entre las tumbas de
Ramsés II, Merenpath y Ramsés VI. Durante seis temporadas buscó la tumba en el
mencionado triángulo, con resultados negativos, contando con el patrocinio de
Lord Carnarvon que gastó 25.000 libras. Carnarvon dudó en interrumpir las
excavaciones pero finalmente acordaron realizar una última campaña.
Comenzada
la última campaña, bajo los cimientos de unas cabañas de obreros que habían
construido la tumba de Ramsés VI, el 4 de noviembre de 1922 apareció el primero
de los escalones de la tumba prácticamente intacta. Recibió el nombre de KV62,
por ser la número 62 descubierta en este Valle de los Reyes (King Valley en
inglés). Carter contrató para que le ayudasen en la excavación varios expertos
de reconocido prestigio, entre los que se encontraban conservadores de
antigüedades, especialistas en textos antiguos, catalogadores y dibujantes. El
Museo Metropolitano de Nueva York le prestó al fotógrafo arqueológico Harry
Burton que fotografió todos los objetos encontrados tal como se encontraron en
la tumba y también después de retirarlos.
Se trataba
de una pequeña sepultura destinada a un personaje no real que debió ser
transformada para acoger al rey ante su prematura muerte. Carter y su equipo,
supervisados por el gobierno egipcio, fueron retirando y catalogando en un
lento proceso los 5000 objetos que encontraron en las cuatro pequeñas cámaras,
concluyendo en febrero de 1932. Este material está en la actualidad en el Museo
de El Cairo.
Capillas doradas: 1, 3, 4 y la silueta negra no marcada
Sarcófago de cuarcita: a
Ataúdes antropomorfos: b, c, y d
Marco de madera dorada con palio de lino: 2.
En la
estancia que Carter llamó Antecámara estaba apilado mobiliario, carros
desmontados, armas, vestidos y comida. La que llamó Anexo estaba llena de
objetos, preferentemente vasijas, muebles, armas, ungüentos y comida. En la
cámara funeraria, la única decorada con pinturas, se encontraron cuatro
capillas de madera recubiertas de oro, encajadas cada una dentro de la
anterior, que cubrían a su vez un sarcófago de cuarcita roja que contenía tres
ataúdes antropomorfos, también encajados uno dentro de otro, de madera chapada
en oro, los dos más exteriores, y de oro macizo el más interior. Dentro del
último estaba la momia del joven faraón, con la cabeza y los hombros cubiertos
por la célebre máscara. En la cuarta sala, que recibió el nombre de Cámara del
Tesoro, se encontraron las vísceras momificadas del rey y objetos empleados en
el rito funerario.
Sus restos y objetos en la tumba
En su tumba
se encontraron sus restos y sus posesiones que han ayudado a comprender la
sofisticación de la vida del Antiguo Egipto. Sin embargo, poca información ha
aportado sobre su biografía pues no había inscripciones importantes ni
documentos sobre él.
Los
alimentos que contenía la tumba eran panes, pasteles de trigo y cebada, espalda
de buey y costillas de cordero condimentadas con especias y miel, treinta
grandes jarras de vino, así como dátiles, higos, uvas y almendras. Entre las
armas había 46 arcos, desde uno infantil de 30 cm hasta otro de 1,8 m de largo,
mazas, bumeranes y cuchillos. También se encontraron seis carruajes, cuatro de
ellos de ceremonia, de madera revestida con oro e incrustaciones de cristal, y
los otros dos más ligeros debían ser para cazar. Debió coleccionar bastones,
pues aparecieron 130, todos diferentes de ébano, marfil, plata y oro, entre
ellos uno sencillo de una simple caña con bandas de oro con la inscripción una
caña que su majestad cortó con sus propias manos. Entre la ropa se hallaron más
de cien taparrabos triangulares de lino que se ataban a la cintura y 27 pares
de guantes.
Tutankamón
y su esposa Anjesenamón debieron tener dos hijas que nacieron muertas, pues en
la tumba del rey se encontraron dos pequeños féretros que contenían dos fetos
femeninos, uno de cinco meses de gestación y el otro debió morir al nacer.
Trece capas
de lino envolvían la momia del rey; hasta 143 joyas y amuletos se encontraron
entre los pliegues de las telas cuyo fin era proteger la transformación del
faraón de la muerte a la inmortalidad, entre ellos, la máscara que cubría su
cabeza, un pectoral de oro con el dios Horus que le protegía colgado al cuello
y, en la cadera derecha, un cuchillo de oro con la hoja de hierro. El estudio
de su momia reveló que el rey medía 1,63 metros de altura.
Retrato infantil del rey en madera como
dios sol Ra naciendo de una flor de loto azul
Maniquí de Tutankamón Hecho de madera
policromada con el rostro del rey, cortado en caderas y hombros, para exhibir
vestidos.
El rostro idealizado del faraón en el
ataúd más interior. Porta un pequeño cayado y un látigo, símbolos del gobierno
divino.
Una de las dos estatuas del Ka de
Tutankamón que guardaban la cámara funeraria.
El hecho de
que varios exploradores que participaron en el descubrimiento de la tumba de
Tutankamón murieron poco después, algunos en circunstancias extrañas, ha dado
pie a muchas historias fantásticas y leyendas. La ciencia tiene varias
hipótesis, normalmente aceptadas; una es que en el aire viciado de la tumba de
Tutankamón habría esporas de hongos microscópicos, conservadas durante varios
milenios, que aún fueron capaces de infectar a varios de estos exploradores al
inhalar el aire viciado. El descubridor de la tumba, Howard Carter, murió por
causas naturales muchos años después.
Cuando el
04 de noviembre 1922 Howard Carter descubrió la tumba KV62, casi intacta, del
faraón Tutankamón-Nebkheperura, una página importante en la arqueología quedó
abierta. Por primera vez, los egiptólogos y el público, fascinado, descubrió el
esplendor de que los reyes de Egipto se rodeaban, con los miles de objetos
presentes en la tumba, y los sarcófagos magníficos de los cuales el oro
serviría para inflamar la imaginación de generaciones de los arqueólogos y
turistas que se apresuran a miles todos los años a visitar la tumba. El número
medio de visitantes llegando a 2.000 por día, el servicio de las antigüedades
ha fijado. en 2004, las cuotas de visitas para preservar la tumba.
Las
circunstancias del descubrimiento de haber sido ampliamente detallado por
Carter, no lo vamos a reiterar aquí.
Un tema
recurrente es de lamentar el hecho de que sólo la tumba de un "menor"
Faraón se ha recuperado intacta, e imaginar lo que podría haber sido enterrado
con un Faraón de prestigio después de un largo reinado. ¿Podría ser más
prudente decir que esta tumba data de la 18 ª dinastía, una de las más
prestigiosas y ricas de la historia de Egipto, y que además se trata de un rey
situado en un período de transición de la historia. ¿Por qué el material funerario recuperado aquí en
cantidad es tan bajo? No tenemos ni idea.
EL REY Tut-Ankh-Amón
Su origen
materno, así como sus condiciones de acceso al trono, siguen siendo objeto de
debate como he decrito anteriormente. El estudio del ADN de algunos miembros de
la familia real del período Amarnian muestra que él no era el hijo de
Nefertiti, ni el de la señora Kiya (las dos esposas de Akenatón), pero si de
una hija en relación con Amenhotep III y Akhenaton. era por lo tanto, el fruto
de una relación incestuosa, lo que explica así su naturaleza debilitada (véase
más adelante).
Sin
embargo, parece claro que su legitimidad no estaba en duda por sus
contemporáneos. Ascendió al trono bajo el nombre de Tutankhatón "La imagen
viva de Atón", En el año 2 de su reinado renunció a la herejía Amarnian y
restablece el culto a Amón, como él lo describe en lo que se llama "la
estela de la restauración" que él había erigido en el templo de Karnak.
Entonces, cambió su nombre por el de Tutankamón "la imagen viva de
Amón" y regresó a Tebas, abandonando efímera capital de su padre,
Ajetatón.
Siendo
todavía un niño, que no sabe gobernar Egipto, y parece que dos de sus hermanas,
en particular Merytaton, había intrigado para separarlo - temporalmente – del
poder, al parecer sin resultado.
El
gobernante del país fue encomendado a tres personajes principales: Ay, el
"padre divino" (un epíteto específico, cuya importancia todavía se
nos escapa), quien jugó el papel central de regente; Maya, quien estaba a cargo
de la tesorería, y un general Horemheb, a la cabeza del ejército. En esta
dirección competente, Egipto restauró su interior y su poder.
Tutankamón
murió joven, a unos 19 años, alrededor de 1352 a.C, sin haber engendrado un
príncipe heredero.
Las
circunstancias de su muerte brutal siempre siguen siendo un misterio, pero la
publicación en marzo de 2005, del informe de la encuesta de escaneado de la
momia del rey permite la separación de la hipótesis de asesinato, por lo menos
por un instrumento contundente. El rey presenta una fractura de la pierna que,
si estaba abierta, podría haber sido la causa de muerte por infección. El
cráneo del rey no muestra ningún rastro de un golpe como se creía antes.
Su sucesor,
que ya era viejo cuando ascendió al trono, fue el "padre divino" Ay.
Fue él quien organizó la ceremonia funeraria en el Valle de los Reyes, de
acuerdo con la tradición, y de manera única, su nombre aparece en la tumba de
su sucesor. A su muerte rápida (tan sólo 4 años después), es otro personaje que
no tenía un derecho legítimo al trono, el general Horemheb, que lo sigue. El
periodo Amarnian queda finalmente cerrado, y sus años de reinado a partir del
último "legítimo" Faraón Amenhotep III.
Las
generaciones siguientes y, especialmente, la Ramésidas tratarán entonces de
borrar todo rastro de este período, mientras que el borrado de las listas oficiales
entre todos los reyes Amenhotep III y Horemheb.
El joven Tutankatón era aún un niño cuando ascendió al Trono en Amarna, pero poco después, quizás incluso durante el primer año de reinado, abandonó la ciudad fundada por su padre. La gente continuó viviendo en Aketatón durante algún tiempo pero la Corte regresó a Menfis, sede tradicional del gobierno. Se restauraron los viejos cultos y Tebas se convertiría, de nuevo, en el centro religioso del país. El nombre del faraón cambió al de Tutankamón, y el epíteto “Soberano de la Heliópolis Meridional”, referencia deliberada a Karnak como centro de culto del Dios-Sol Amón-Ra, le fue añadido. El nombre de su gran esposa real, su media-hermana Ankhesenpaaten, se cambió de igual forma por el de Ankhesennamón.
Tutankamón
no fue, ni mucho menos, el primer soberano en la historia de la dinastía que
ascendió al Trono cuando niño. Tanto Tutmosis III como Amenhotep III eran muy
jóvenes en sus ascensiones, pero en ambos casos un miembro femenino adulto de
la familia real (Hatshepsut y Mutemwiya, respectivamente) actuaron como
regentes durante sus primeros años. Esta opción no existía ahora; así que el
rol de regente lo asumió un oficial militar de rango, sin lazos con la familia
real, el Comandante-en-Jefe del ejército, Horemheb.
Sus títulos
como regente indican que se había ganado el derecho a suceder a Tutankamón en
caso de muerte sin descendencia. De hecho Horemheb acabaría siendo faraón, y en
su "Texto de la Coronación" – inscripción única que reseña su ascenso
al poder, y que aparece tallada en la parte posterior de una estatua, hoy en el
Museo de Turín – parece sugerir que fue él quien aconsejó al faraón que
abandonase Amarna “cuando una vez que el caos había irrumpido en el propio
palacio”; es decir, después de la muerte de Akenatón y la de su efímero
sucesor. Parece obvio que el ejército habría llegado a la conclusión de que el
experimento de Akenatón había acabado en desastre, y habría retirado su apoyo a
las reformas religiosas que inicialmente había ayudado a que se implementasen;
otro dato revelador del importante papel que jugaron los militare en toda la
trama.
Los templos
a los dioses estaban en ruinas y sus cultos abolidos. Los dioses, pues, habían
abandonado a Egipto; si se les rezaban, ya no contestaban, y, cuando se envió
al ejército a Siria para ampliar las fronteras de Egipto, éste no tuvo éxito.
La importancia de esta última sentencia probablemente nos muestra el porqué el
ejército ya no apoyaba la política de Amarna. Durante el reinado de Akenatón, Mitanni,
aliada de Egipto, había sido derrotada por los hititas que constituían ahora el
mayor poder del Norte. Esto habría propiciado que algunos vasallos de Egipto
intentasen establecer un estado de contención independiente entre las dos
potencias. Egipto había empezado a perder algunos de sus territorios de
ultramar, y el ejército, limitado a acciones policiales en Siria, no podía
hacer nada al respecto.
Con la
ascensión de Tutankamón, lógicamente estas restricciones se levantaron, ya que
los relieves del patio interior de la magnífica tumba menfita de Horemheb,
decorada por esta época, incluye la reivindicación de que su nombre “había sido
re-nombrado en tierras de los hititas”, sugiriendo así que, a principios del
reinado de Tutankamón, Horemheb habría estado envuelto en una confrontación con
los hititas. Estas escaramuzas, al igual que otras más adelante, parece que no
lograron un equilibrio de poder. Por otra parte, los simultáneos intentos para
reafirmar la autoridad egipcia en Nubia, documentados por los mismos relieves,
probablemente tuvieron más éxito.
En el
propio Egipto, se puso en movimiento una importante campaña para restaurar los
templos tradicionales y reorganizar la administración del país. La iniciativa
estaba encabezada por el Tesorero Jefe de Tutankamón, Maya, que fue enviado en
misión especial a los templos, desde el Delta a Elefantina, con objeto de
recaudar impuestos sobre sus ingresos, que habrían sido anteriormente desviados
hacia los templos de El Atón. Algunas de las medidas que más adelante se
describen en el "Texto de la Coronación de Horemheb" y en su
"Gran Edicto de Karnak", pudieron haber sido tomadas durante el
reinado de Tutankamón. Maya también fue responsable de la demolición gradual de
los templos y palacios de Akenatón; primero en Tebas, pero después también e
Amarna.
La mayoría
de los talatats encontraron su camino hacia las cimentaciones y pilonos de
nueva construcción de Luxor y Karnak. Maya, en calidad de supervisor de los
trabajos del Valle de los Reyes tuvo que haber organizado el traslado de los
restos mortales de Akenatón a una pequeña tumba sin decorar en el valle;
suponiendo que, en efecto, el cuerpo encontrado en la KV55 sea el de Akenatón,
como parece probable; más adelante, sería responsable de los enterramientos de
Tutankamón y de sus sucesor, Ay (1.327-1.323 a.C.), y de la reorganización de
la "Ciudad de los Trabajadores" en Deir el-Medina, al comienzo de los
trabajos en la tumba de Horemheb.
LOS REINADOS DE AY Y HOREMHEB
Los
acontecimientos que rodean la muerte de Tutankamón están lejos aún de estar
claros. El faraón falleció de forma inesperada en su décimo año de reinado en
un momento en que Egipto estaba enfrascado en una importante confrontación con
los hititas que acabaría con la derrota egipcia en Amqa, no lejos de Qadesh. La
noticia del desastre llegó a Egipto más o menos coincidiendo con el
fallecimiento de Tutankamón. No se sabe si el propio Horemheb lideraba las
tropas egipcias en esta batalla, pero el hecho de que no parece que estuviese
involucrado en las gestiones relacionadas con el entierro de Tutankamón, a
pesar de su rol como regente y presunto heredero, es altamente sugerente.
Por el
contrario, Ay, Consejero Mayor de la Corte, que había sido uno de los
funcionarios de más confianza de Akenatón, y probable familiar de la Reina
Tiya, esposa de Amenhotep III, condujo las exequias y, poco después, ascendió
al Trono. Al parecer, en un principio lo haría como una especie de faraón
interino, ya que la viuda de Tutankamón, Ankhesenarnun, estaba intentando
negociar una paz con los hititas mediante una carta al rey hitita,
Shupiluliuma, en la que le pedía que le enviase a un hijo suyo para casarse con
ella lo que le convertiría en Rey de Egipto, de forma que Egipto y Hatti serían
“un solo país”; un paso extraordinario dado, quizás, instigado por el propio
Ay.
Esta
petición fue recibida con enorme recelo en la capital hitita, y cuando
Shupiluliuma finalmente se cercioró de las honorables intenciones de la reina
egipcia, envió a su hijo Zannanza a Egipto, pero el infortunado príncipe fue
asesinado en route, quizás por fuerzas leales a Horemheb en Siria. El resultado
fue la prolongación sine die del estado de guerra con los hititas.
El faraón
Ay, que ya sería bastante mayor cuando ascendió al Trono, reinó durante al
menos tres años completos. Un fragmento de carta cuneiforme parece sugerir que
intentó desagraviar a los hititas negando cualquier responsabilidad en la
muerte del príncipe, pero no tuvo éxito.
También se
esforzó en evitar que Horemheb hiciese valer sus derechos después de su muerte
nombrando a un jefe militar llamado Nakhtmin – posiblemente un nieto suyo –
como su heredero. A pesar de ello, Horemheb consiguió ascender al Trono después
del fallecimiento de Ay, y tardó poco en poner en marcha la mutilación de los
monumentos de su predecesor y la destrucción de los de su rival Nakhtmin.
Si el
camino de Horemheb al Trono estuvo sembrado de dificultades, su reinado
(1.323-1.295 a.C.), en cambio, parece haber estado exento de contratiempos. Hay
que tener en cuenta, sin embargo, que existen pocas inscripciones de las
postrimerías de su reinado. Incluso su duración es todavía incierta; el último
año de reinado documentado es el 13, pero hay muchos que, basándose en la
cronología babilónica, y dos textos póstumos más, pretenden que su reinado duró
casi dos veces este período. El estado inacabado de su tumba real en el Valle
de los Reyes (KV57), no obstante, incluso si se hubiese empezado antes del año
7, sería difícil de reconciliar con un reinado tal largo.
Los
problemas con los hititas sobre los territorios del norte de Siria,
continuaron. Es incluso posible que Horemheb llegase a algún acuerdo con su
enemigo, ya que un texto hitita posterior habla de un tratado que habría
entrado en vigor antes de que se rompiese durante los reinados de Muwuatalli y
Sety I (1.294-1.279 a.C.).
En casa,
Horemheb se embarcó en un número de proyectos de edificios mayores, incluyendo
el Gran Salón Hipóstilo en Karnak. Es posible que también acometiese la
demolición sistemática de la ciudad de Amarna, aún habitada por entonces. Dos
fragmentos de piedra, incluyendo la base de una estatua mostrando sus
cartuchos, se encontraron en ese lugar. La reorganización del país también se
llevó a cabo con gran entusiasmo. El Gran Edicto, que publicó en una estela en
el templo de Karnak, enumera un gran paquete de medidas legales tomadas con
objeto de poner fin a abusos tales como el requiso ilegal de embarcaciones y
esclavos, el robo de pieles de ganado, el impuesto ilegal sobre las tierras de
cultivo privadas y el fraude en la tasación de impuestos legales, así como la
extorción de los alcaldes locales por parte de funcionarios que organizaban la
visita anual del faraón al festival Opet durante el viaje de Menfis a Tebas, y
regreso. Otros párrafos tratan de la regulación de los tribunales locales de
justicia, el personal del harem real y otros empleados del estado, y el
protocolo de la Corte.
Quizás, lo
más destacado del reinado de Horemheb sea la forma en que lo legitimó; después
de todo, él era un plebeyo y, por lo tanto, incapaz de aportar un vínculo
“genealógico” con el dios dinástico Amón. Se suele admitir que su reina, una
cantante de baladas del dios Amón llamada, Mutnedjmet, debería identificarse
como una hermana de Nefertiti del mismo nombre, pero esto no es muy probable ya
que, al parecer, ella se convirtió en esposa suya mucho antes de sus ascensión
al Trono, aparte del hecho de que la fuerza legitimadora de dicho matrimonio
real habría sido muy cuestionada, dadas las circunstancias.
En su
"Texto de la Coronación", Horemheb no oculta su origen plebeyo, pero
en cambio pone mucho énfasis en el hecho de que, cuando era un muchacho, fuese
escogido por el dios Horus de Hutnesu - presumiblemente su localidad natal -
para ser Rey de Egipto; luego continúa describiendo cómo fue cuidadosamente
formado para su futura tarea como faraón en funciones y príncipe regente, una
reivindicación ampliamente apoyada por las inscripciones en su tumba pre-real,
de la necrópolis menfita. Es, pues, Horus de Hutnesu quien finalmente lo
presenta a Amón durante la procesión del Festival Opet, y quien entonces
procede a coronarle como faraón.
Así que
Horemheb debe su realeza al deseo de su dios personal y a la elección divina
durante una aparición pública de Amón; es decir, mediante un oráculo. En este
aspecto, la coronación de Horemheb se asemeja a la de Hatshepsut (1.473-1.458 a.C.)
quien también habría sido elegida mediante un oráculo después de haber sido regente.
No obstante, al menos Hatshepsut pudo reivindicar su sangre real y hacer
hincapié en que Amón la había engendrado con la Reina Madre, tema que Horemheb
cuidadosamente evitó mencionar en su Texto de la Coronación.
A MODO DE CONCLUSIÓN
Y salimos
así de la penumbra, o semioscuridad, que envuelve este período final de la
Dinastía XVIII rodeado de sombras, que sólo permite conjeturas sobre temas tan
trascendentales como la prematura y enigmática muerte de Tutankamón, génesis de
tantas y controvertidas teorías y opiniones.
El
Egiptólogo y paleopatólogo norteamericano, Doctor Bob Brier, Ph.D., plantea la
teoría del asesinato en su bien documentado e interesante libro titulado “The
Murder of Tutankhamen” (Berkley Books, New York, revised edition, 2005).
Sombras son
también la acelerada ascensión al Trono de Ay; su rápido nombramiento de un
sucesor; la angustiosa carta de la viuda de Tutankamón al rey hitita; el
asesinato del hijo de éste enviado a Egipto para desposarse con ella; la
posible implicación de Ay/Horemheb en el magnicidio; la aparente y sospechosa
ausencia de Horemheb de la Corte durante esta trama; la rocambolesca
auto-legitimación real de Horemheb; y otras.
En la “Hoja
Suelta” que sigue, nos adentraremos en el Período ramésida, dentro ya de la
Dinastía XIX, iniciando así un camino que nos llevará, en volandas y de la mano
de nuestro eterno y docto guía, al anochecer del Imperio Nuevo.
Y, como
Nota Aclaratoria para los menos doctos, puntualizar que la Paleopatología es la
disciplina científica que estudia las enfermedades padecidas por personas o
animales en la Antigüedad, a través de vestigios hallados en los huesos, restos
orgánicos e inmediaciones donde se hallan dichos restos.
Ay
xpr-xprw-ra iri-Maat Kheperkheperwre Irimaat (Everlasting son las manifestaciones de Re; ¿Quién hace lo correcto) |
||
iti-nTr iy It-Netjer Ay It-Ay Netjer (Padre de Dios Ay) |
Kheperkheperura-Ay
fue el Faraón 14 de la dinastía XVIII, que tuvo un reinado corto de 3 o 4 años
(1346 / 43 a.C), en reemplazo del joven Tutankamón, que murió prematuramente.
Con él se cerró lo que se llamó "el período Amarnian", durante el
cual Akhenaton, "el hereje", y sus sucesores inmediatos trataron de
cambiar el sistema religioso de mil años de edad del país. De hecho, estos
nunca habían desaparecido, y después de estos faraones regresaron al estado
honorable.
El período
después de Akenatón se mantuvo en un estado de confusión, se sabe que un
determinado Smenkare y una mujer existen en el medio. Fue necesario esperar a
que el acceso al trono del heredero legítimo, Tutankamón, para que las cosas
sean más claras.
A pesar de
la ausencia de su relación biológica con la familia reinante y el hecho de que
él organizó el regreso a la ortodoxia, Ay fue atado demasiado para el período
Amarnian. Fue incluido en la damnatio memoriae ("la condena de la
memoria"), que borra la historia oficial entre los reinados de Amenhotep
III y Horemheb, que le sucedió.
Quién era
Ay?
Una cosa es
cierta, él no era el legítimo heredero al trono y, hasta cierto punto, su
reinado podría constituir una dinastía de todos los suyos, al igual que el de
su sucesor Horemheb.
Su origen
sigue siendo oscuro al igual que sus vínculos de carácter interno de la
dinastía de los Thutmosides que estaban en el poder hasta esta fecha.
Si su
reinado fue breve, la carrera militar y política de Ay fue por otro lado de
mucho tiempo, desde que se inició bajo Amenofis III, que abarca los reinados de
Akenatón, Smenkare (uno o varios reyes o reinas con este nombre) y la de
Tutankamón, en que su influencia sigue creciendo.
En virtud
de Akenatón, su importancia se ha manifestado ya en su tumba en Amarna (N °
25), uno de las primeras en ser excavada, y la que tiene éxito en la inclusión
de la versión más completa de la Gran Himno a Atón.
Aquí se
encuentran los títulos de su principal "Supervisor de todos los caballos
de su majestad", "portador de estándar a la derecha del rey",
"escribano real" y la que más amaba: "Padre Divino" (JT
NTR). Llevó a este título de Akenatón de Tutankamón, su significado exacto
sigue siendo controvertido, la mayoría de los autores siguen Otto Schaden,
quien propuso que se traducen como "guardián". Sin embargo, la
traducción de "padre-in-law" También se ha propuesto. Sin embargo,
sea como fuere, cuando Ay se convirtió en un "dios" a sí mismo, ni
siquiera él habría necesitado este título, pero parece que en este punto en el
tiempo se había convertido en inseparable del nombre de ¡Ay, hasta el punto de,
contra toda tradición, que lo incluyó en el cartucho del protocolo real.
También se
puede ver que bajo los soberanos Amarnian, y especialmente en Tutankamón, Ay
que efectivamente posee un estatus excepcional: visir, el general de los
carros, tutor y regente del joven rey.
El
importante el poder adquirido por Ay y que fue compartido con el general
Horemheb Sin embargo, sin saber exactamente la parte que cada uno tenía, pero
parece cierto que ambos jugaron un papel importante en el abandono de la
herejía Amarnian y en el retorno a la ortodoxia de Amón, que aseguraría décadas
de paz y prosperidad en Egipto. No tenemos conocimiento de ninguna negociación
o enfrentamientos, si los hubiere, entre los dos hombres para la sucesión del
joven rey, pero ¡Ay lo tomó como suyo, y parece bastante natural que siguió a
Tutankamón.
En este
negocio, el papel del general Nakhtmin sigue siendo vago. Nakhtmin fue general,
y el sucesor de Huy como virrey de Kush. Parece que se levantó con un ejército
en el sur para tratar de eliminar a Horemheb y su ejército del norte. Horemheb
posteriormente habría tenido sus monumentos mutilados. Esto podría explicar por
qué, en el momento de la sucesión de Tutankamón, Horemheb preferiría apoyar el
cortesano y viejo Ay en lugar de correr el riesgo de apoyar a un joven rival
demasiado cerca del trono. Lo que sucedió a la memoria de Nakhtmin no permite
saber cuál es su papel político real.
Él es
ciertamente el único que puede ser acreditado con el mobiliario funerario
ostentoso puesto a disposición del joven muerto Tutankamón en su tumba KV62. Y
es él quien - única de todas las tumbas reales - fue representado en esta tumba
como oficiante sem-sacerdote a la momia del joven rey, la realización de la
"Apertura de la Boca" ceremonia (un papel que normalmente se reserva
para el hijo del fallecido, que aquí es por lo tanto, mucho mayor que su
"padre").
A pesar de
su prueba de devoción a la tradicional
dinastía del dios Amón, como se muestra en su obra arquitectónica, así como la
usurpación de la estela por escrito de la restauración (erigido por
Tutankhamon) la posteridad lo incluya en el grupo de los soberanos Amarnian
obviamente vinculada. Sus monumentos se usurparon y su memoria borrada, en la
medida de lo posible, también se omitió de las listas reales de Abidos, o profanar su tumba poco después de su
funeral.
Fue
Horemheb, el origen de esta persecución, y uno puede fácilmente imaginar que la
relación entre los dos cortesanos se habían extendido, o incluso odiado. En el
extremo político, cuando se convirtió en rey Horemheb, fue su interés y el de
Egipto para que el recuerdo de este precursor engorroso desapareciera y ser
deshonrado antes de pasar a la herencia faraónica de un nuevo linaje de origen
militar como él: los Ramésidas.
La
historiografía oficial de este momento, el sucesor legítimo de la Thutmoside
reconoció por última vez, en Amenofis III, sería Horemheb.
Titulatura y el reinado del faraón Ay:
·
Horus nombre: "toro de gran
alcance", "Cuyas apariciones son brillantes" o "El toro poderoso, el que tiene el futuro es brillante".
·
Dos amantes nombre: "El uno cuya fuerza
es poderosa", "El que rechaza de Asia" o "El uno cuya
fuerza es poderosa, la que rechaza la región de Asia".
·
Nombre de Horus de Oro: "El soberano de Maat,
el que hace que se producen las Dos Tierras".
·
El rey del nombre del Alto
Egipto y el Bajo: "El
futuro de Re se ha producido" o "El futuro de Re se ha producido, el que
hace que la Maat".
·
Hijo del nombre Re: "El Padre Divino,
Ay" o "El Padre Divino Ay, dios y el soberano de Tebas".
Sobre el reinado actual de Ay no hay casi nada que decir porque no
hay prácticamente ninguna información. Al subir al trono a una edad avanzada
(por lo menos 60 o 65 años), su muerte fue sin duda natural.
Sólo los monumentos que había erigido existen, estos son
relativamente numerosos. A pesar de esta rápida desaparición, pero la mayoría
se reducen a las débiles huellas Como es el caso de su "templo de millones
de años", que fue arrasado hasta los cimientos por Horemheb y que
construyó su propio templo sobre el mismo.
Estela de Najtmin, hijo de Ay.
DSR-xprw stp.n-ra Djoserkheperw Setepenre (Santo son las manifestaciones de Re; Elegido de Re) |
||
Hr-m-Hb mri-IMN Horemheb Meriamon (Horus está en júbilo; Amado de Amón) |
Horemheb (a
veces escrito Horemhab o Haremhab y significado Horus está en júbilo) fue el
último faraón de la 18 ª dinastía, ya sea 1319 a.C hasta finales de 1292 antes
de Cristo, o 1.306 a finales de 1292 antes de Cristo (si él gobernó durante 14
años) a pesar de que no estaba relacionado con la familia real anterior y se
cree que ha sido de nacimiento común.
Before he
became pharaoh, Horemheb was the commander in chief of the army under the
reigns of Tutankamun and Ay. Antes de convertirse en faraón, Horemheb era el
comandante en jefe del ejército bajo los reinados de Tutankamón y Ay. After his
accession to the throne, he reformed the state and it was under his reign that
official action against the preceding Amarna rulers began. Después de su
ascensión al trono, se reformó el Estado y fue bajo su reinado que la acción
oficial contra los anteriores Amarna comenzó gobernantes.
Horemheb
demolido monumentos de Ajenatón, la reutilización de sus restos en sus propios
proyectos de construcción, y usurpó monumentos de Tutankhamon y Ay. Horemheb
probablemente no tuvo hijos ya que él designó a su visir Paramesse como su
sucesor, quien asumiría el trono como Ramsés I.
Inicios de su carrera
Se cree que
Horemheb que se originó a partir de Heracleópolis Magna o antiguos Hnes
(moderna Ihnasya el-Medina) en la orilla oeste del Nilo, cerca de la entrada al
Fayum desde su coronación texto acredita formalmente al Dios Horus de Hnes para
él establecer en el trono.
Una estatua de Horemheb como escriba
Su filiación
se desconoce pero se cree que fue un plebeyo. De acuerdo con los egiptólogos franceses
(Sorbona), según el egiptólogo Nicolas Grimal, Horemheb no parece ser la misma
persona que Paatenemheb (Aten está presente en Júbilo) que era el comandante en
jefe del ejército de Akenatón. Grimal señala que la carrera política de Horemheb
primero comenzó bajo Tutankamón donde "se muestra al lado de este rey en
su propia capilla de la tumba en Memphis".
En la etapa
más temprana conocida de su vida, Horemheb sirvió como "el portavoz real
para los asuntos exteriores [de Egipto]" y dirigió personalmente una
misión diplomática a visitar los gobernadores de Nubia. Esto dio lugar a una
visita recíproca por "el Príncipe de Miam (Aniba) "a la corte de
Tutankamón", un evento [que está] representa en la tumba del virrey Huy".
Horemheb subió rápidamente a la prominencia bajo Tutankamón, convirtiéndose en
el Comandante en Jefe del Ejército y asesor del Faraón.
Los Títulos
específicos de Horemheb se detallan en su tumba de Saqqara, que fue construida
cuando aún era sólo un funcionario: "Príncipe Heredero, Fan-portador en el
lado derecho del Rey y Comandante en Jefe del Ejército, el "asistente del
Rey en sus pasos en los países extranjeros del sur y del norte". Mensajero
del Rey en frente de su ejército a los países extranjeros en el sur y el norte"
del y el "Compañero Único, el que está por los pies de su señor en el
campo de batalla en ese día de matar a los asiáticos".
Cuando
Tutankamón murió cuando todavía era un adolescente, Horemheb ya había sido
designado oficialmente como el RPAT o iry-pat (básicamente el
"hereditaria o el príncipe heredero") y idnw ("Adjunto del
Rey" en toda la tierra) por el faraón niño estos títulos se encuentran
inscritas en la tumba de Menfis entonces privado de Horemheb en Saqqara que
data del reinado de Tutankamón desde el rey al hijo de ... Cartelas, aunque
luego usurpado por Horemheb como rey, se han encontrado en un bloque que linda
con el famoso oro de la escena de honor, una gran parte de los cuales se
encuentra en Leiden. La pareja real se muestra en esta escena y en la escena
adyacente 76, que muestra Horemheb actuar como intermediario entre el rey y un
grupo de sujetos gobernantes extranjeros, son, por tanto, a ser identificado
como Tut'ankhamun y 'Ankhesenamun. Esto hace que sea muy poco probable desde el
principio que ningún título de honores reclamados por Horemheb en las
inscripciones en la tumba son ficticios.
El alivio de la tumba de Horemheb.
Recepción de collares de oro 'de honor'.
El título iry-pat
(príncipe heredero) se utiliza con mucha frecuencia en Saqqara la tumba de
Horemheb, pero sin combinar con otras palabras. Cuando se usa solo, el
egiptólogo Alan Gardiner ha demostrado que el título iry-pat contiene
características de la antigua ascendencia y herencia legítima que es idéntica a
la designación de un "príncipe heredero". Esto significa que Horemheb
era el heredero reconocido abiertamente del trono Tutankamón y no Ay, último
sucesor de Tutankamón. Como egiptólogo holandés Jacobus Van Dijk señala:
No hay ninguna indicación de que Horemheb siempre
tuvo la intención de tener éxito Tut'ankhamun, obviamente ni siquiera él podría
haber predicho que el rey iba a morir sin descendencia. Debe siempre han
entendido que su nombramiento como príncipe heredero terminaría tan pronto como
el rey un heredero, y que iba a tener éxito Tut'ankhamun sólo en la
eventualidad de una temprana y / o la muerte sin descendencia del soberano. No
puede haber ninguna duda de que nadie superó el Príncipe Heredero del Alto y el
Bajo Egipto y el diputado del rey en la tierra entera, excepto el propio rey, y
que Horemheb fue derecho al trono una vez que el rey había muerto
inesperadamente sin problema. Esto significa que es Ay de no adhesión de
Horemheb que exige una explicación. ¿Por qué era Ay capaz de ascender al trono
a la muerte de Tut'ankhamun, a pesar de que Horemheb tenía en ese momento ya ha
sido el heredero oficial al trono desde hace casi diez años? "
El anciano
visir Ay marginado afirmación de Horemheb al trono y en vez sucedió Tutankamón,
probablemente debido a Horemheb fue en Asia con el ejército en el momento de la
muerte de Tutankamón. No hay objetos pertenecientes a Horemheb fue encontrado
en la tumba de Tutankamon, mientras que los artículos donados por otros
funcionarios de alto rango, como Maya y Nakhtmin se encontraron en la tumba KV62
por los egiptólogos. Además, la reina de Tutankamón, Ankhesenamun, se negó a
casarse con Horemheb, un plebeyo, y así convertirlo en rey de Egipto. Después
de haber empujado a las reclamaciones de Horemheb lado, Ay procedió a nombrar
al mencionado Nakhtmin, que era posiblemente el hijo de Ay o hijo adoptivo, a
sucederlo en vez de Horemheb.
Tras el
reinado de Ay, que duró un poco más de cuatro años, Horemheb logró hacerse con
el poder, presumiblemente, de su cargo de Comandante del Ejército, de asumir lo
que debe haber percibido que fuera su justa recompensa por haber servido bien a
Egipto bajo Tutankamón y Ay. Horemheb eliminado rápidamente reclamo rival de
Nakhtmin al trono y dispuso que de Ay WV23 tumba profanada por la rotura
sarcófago de este último, cincelado sistemáticamente nombre y la figura de Ay de
las paredes de la tumba y probablemente destruir la momia de Ay. Sin embargo,
le perdonó la tumba de Tutankamon del vandalismo presumiblemente porque era
Tutankamón que habían promovido su ascenso al poder y lo elegido para ser su
heredero. Horemheb también usurpado y ampliado templo funerario de Ay en Medinet
Habu para su propio uso y borró titulary de Ay en la parte posterior de una de
17 pies estatua colosal tallando su propio titulary en su lugar.
Horemheb con Amón en el Museo Egipcio
Tras su adhesión, Horemheb inició una amplia serie de
transformaciones internas de las estructuras de poder del reinado de Akenatón, debido a la transferencia anterior
del poder estatal de los sacerdotes de Amón a los funcionarios del gobierno de
Akhenaton. Horemheb ordenó el "nombramiento de jueces y tribunos
regionales... reintrodujo autoridades religiosas locales" y dividió el
poder legal "entre el Alto Egipto y el Bajo Egipto "entre" los
visires de Tebas y Memphis, respectivamente".
Estos hechos se registran en una estela que el rey erigió a los
pies de su décimo pilón en Karnak. De vez en cuando llama la atención “El Gran Edicto de Horemheb, que
es una copia del texto del decreto del rey para restablecer el orden en las Dos
Tierras y frenar los abusos de la autoridad estatal. Creación y destacada
ubicación de la estela hace hincapié en la gran importancia que Horemheb coloca
sobre la reforma interna.
Horemheb también
reformó el ejército y reorganizó el Deir el-Medina poblado de trabajo en su
séptimo año, mientras que Maya oficial de Horemheb renovó la tumba de Tutmosis
IV, que había sido perturbada por los ladrones de tumbas en su octavo año.
Mientras el rey restauró el sacerdocio de Amón, e impidió a los sacerdotes de
Amón que se formaran un dominio absoluto sobre el poder, por los sacerdotes
deliberadamente en su reelección que en su mayoría provenían del ejército
egipcio desde que podía confiar en su lealtad personal. Horemheb era un constructor
prolífico que erigió numerosos templos y edificios en todo Egipto durante su
reinado. Construyó el Segundo, Noveno y Décimo Pilones de la Gran Sala
Hipóstila, en el Templo de Karnak, utilizando reciclados talatat cuadras de
Akhenaton propios monumentos aquí, como material de construcción para las
primeras dos Pilones.
Debido a
su ascenso inesperado al trono, Horemheb tuvo dos tumbas construidas por sí
mismo: la primera - cuando era un simple noble - en Saqqara cerca de Memphis, y la otra en el Valle de los Reyes, en
Tebas, en la tumba KV57 como rey. Su
esposa principal fue la reina Mutnedjmet, que puede haber sido la hermana menor
de Nefertiti. No se sabe si tubo hijos con su primera esposa, Amenia, que murió
antes de que Horemheb asumió el poder.
La explanada de Menfis de Horemheb tumba
en Saqqara.
La política nacional:
El Rey Eje
de Haremhab siguió después de su muerte (a principios del verano de 1305, o
incluso 1319 d. C.) en el trono de Egipto y dejó su gobierno a fines del verano
del mismo año en Luxor durante el curso de Theban Opet-Festes por el dios Amun
confirmar. Después de que Rolf Kraus en SAK 23 encontró la adhesión de Horemheb
según el Ostrakon IFAO 1254 posiblemente celebrado entre el IV. Peret 28
y I. Shemu 13.
Decreto Rey Haremheb s sobre la restauración de la
justicia:
El rey
ordenó por su famoso decreto alrededor de 1300 a. C. Que contenía información
detallada sobre la reorganización de parte de la administración estatal y los
tribunales, la eliminación de la mala administración por corrupción. Las
reformas tenían como objetivo principal descentralizar el gobierno y restaurar
el orden después de la agitación del período de Amarna. U. a. El poder judicial
también se reorganizó y los dignatarios de las ciudades se reorganizaron.
Esta
"estela renovada" de arenisca fue descubierta por Gaston Maspero en
1882 frente al X Pilón en el Templo de Karnak (Templo de Mut). Desafortunadamente,
hoy está en muy malas condiciones: muchas piezas se han desprendido de la
estela de 5 metros de altura y la mitad izquierda con el final de las líneas
falta por completo. Los cartuchos reales en el texto y la mayor parte del campo
de la imagen con las escenas de sacrificio se pierden hoy. La estela ( in situ
) mide hoy solo 2.83 m de altura (el fragmento principal 2.50 m): la superficie
está severamente erosionada.
En Abydos
había una estela fragmentaria con un duplicado del texto de la estela de
Karnak, pero también en mal estado.
El decreto
fue dictado por Haremhab a un escriba y la interpretación jeroglífica en la
estela parece corresponder a la redacción que el rey dictó en ese momento y
reprodujo en papiro como un decreto real enviado a las autoridades competentes.
En la estela, el decreto ha sido enmarcado por un escriba de la cancillería
real con una introducción y un epílogo. Finalmente, el propio rey toma la
palabra al final del texto, por lo que el autor del texto no ha logrado del
todo una composición unificada, ya que primero deja que el rey diga su
intención en una narración general, pero el rey se vuelve inmediatamente al
grano. a lo que él le da gran importancia: el establecimiento de jueces y
tribunales.
Sin duda,
el decreto fue escrito por un abogado sacerdotal y él tiene el lenguaje de las
leyes, y como tal está dividido en secciones que comienzan y concluyen con una
determinada fórmula. La interpretación de este decreto ha recibido varias
críticas.
Decreto del rey Haremhab sobre la restauración de la
justicia:
El decreto
o edicto es una estela de arenisca en el muro norte de la torre occidental del
10º Pilón. Por lo tanto, este decreto era "público" accesible. Helck
(el análisis del texto de Helck, que significa que el guión de restauración de
Tutankamón fue similar al de Helmut, 1995, 115; Helck 1973, 264) asumió que la
autoría del Rey Tutankamón fue rechazada por Andrea Maria Gnirs en "SAGA
17", Un objetivo positivo en este decreto es la Guardia del Palacio Real,
que recibe privilegios, como un pago regular de 10 días y recompensas, así como
una recepción por parte del Rey de la "Ventana de Apariencia". Además,
a los soldados se les prometen mejores condiciones en su servicio como un
"permiso de hogar confortable" con muchos "movimientos
libres".
Sin
embargo, en su decreto, Haremhab también critica fuertemente a la
administración legal y a los cortesanos y penaliza la malversación de oro. Los
"pobres" deben ser salvados por los funcionarios y el "secuestro
irregular como esclavo debe considerarse un acto de violencia".
El texto
relevante del decreto se divide en seis secciones y contiene:
1. Una introducción a la legitimación de la toma
del poder de Haremheb a nivel divino;
2. Párrafos de ley para proteger a los sujetos contra los funcionarios públicos;
2. Párrafos de ley para proteger a los sujetos contra los funcionarios públicos;
3. El
establecimiento de tribunales independientes e incorruptible;
4. Una reglamentación de la guardia real;
4. Una reglamentación de la guardia real;
5. Sobre la administración del palacio: la
pomposa aparición de los funcionarios de la corte restringido y la etiqueta de
la XVIII dinastía restablecida.
6. Las
acciones de Haremhab son legitimadas por los dioses.
Amón lleva una corona con las dos plumas altas y se
llama así:
"Amun
Re, Rey de los Dioses, Señor del Cielo, [¿Primero?] De los Nueve de los
Dioses". Él habla: "Palabras para hablar: te he dado toda la
vida, la duración, la salvación, toda la salud, toda la alegría, como Re
eterna". En la imagen de la derecha, solo se han conservado los nombres de
Amón: "Amón Re, señor de Nesut - tawi (Karnak), señor del cielo,
gobernante de weset (Tebas)".
Es de
destacar que desde el reinado de Akhenaton, los militares se convirtieron cada
vez más en los portadores reales del estado. Una carrera en el ejército ahora
ofrecía mejores oportunidades de carrera que una carrera dentro del servicio
civil. También lo hizo el rey Haremhab en puestos de sacerdote anteriormente
vacantes o recién creados exfuncionarios del frente: El
comandante de la fortaleza "Paremhab",
por ejemplo, recibió el cargo de sumo sacerdote del Re Heliopolis y en un grupo
de estatuas en el Museo Egipcio/Turín, No. 1379, el rey informa que ha nombrado
hombres que anteriormente habían servido en el ejército como sacerdotes de
limpieza y presbiteriales en varios templos del país.
En el
momento de Haremhab, el ejército constaba de dos divisiones, Haremhab
estableció otra división. Con el rey Ramsés II, el ejército constaba de cuatro
divisiones.
Su tarea
principal vio a Haremhab en la pacificación y reorganización del país y la reforma
de la administración. Tebas fue abandonada como residencia y esto regresó a
Memphis.
A nivel
nacional, el intento es una característica de "equilibrio entre tradición y revolución". Haremhab, un hombre
de razón práctica, al principio de su reinado parece haber construido incluso
en Amarna, donde construyó los templos para. Reutilice las piedras en sus
propios proyectos de construcción. En el santuario del gran templo de Aton en
Achet-Aton se encontraron fragmentos de una base de estatua hecha de piedra
caliza. Esto mide 10 cm de altura a una longitud de 55 cm. La superficie está
desgastada y no hay residuos de color. El fragmento lleva una sola línea,
inscrita con líneas de línea, que el nombre del trono de Haremhabs con una
acumulación de Titulaturas".El nombre es solo el elemento del título y el
complemento recibido.
Haremhab, a
través de su enérgica apariencia de la corona, dio un nuevo prestigio y,
gracias a su enérgico gobierno, dio un nuevo impulso al país, que parecía haber
perdido algo de sus predecesores. Sin embargo, debe decirse en honor a todos los
Tutankamones y también a Ays, que no hizo nada más en todos sus esfuerzos, lo
que ya han hecho. Pero tal vez estaba en su represión despiadada y su reinado
más largo (en contraste con sus dos predecesores) probablemente más exitoso.
Probablemente
durante su reinado había sido difícil encontrar suficientes hombres adecuados
para los departamentos más importantes del estado, menos para los artistas y
artesanos, sino para el sacerdocio y el servicio civil, que dos veces habían
sido "limpiados". La
continuidad de la capacitación se interrumpió y, por lo tanto, carecía del
estado tanto de los antiguos funcionarios como de la descendencia recién
entrenada. Haremhab, por lo tanto, dependía del ejército, como es entendible
por sus antecedentes militares. Incluso ocupó los sacerdotes con la "selección del ejército". Del mismo
modo, las oficinas estatales más altas también contaban con oficiales que,
después de mostrar los nombres de sus padres, a menudo eran de origen
extranjero. También su sucesor Haremhab eligió de esta capa. Como él mismo no tenía heredero al trono,
estableció a su generalísimo "Paramessu"
como heredero del trono, al darle el título de "Iripat".
Paramessu
fue el primer militar, también la oficina del visir. En la época de Haremheb,
el vizierate no estaba dividido en el Alto y Bajo Egipto, una circunstancia que
convirtió al titular de este cargo en un hombre muy poderoso en el estado. Dotado
con el título de "Boca Suprema", Paramessu dirigió todos los asuntos
legales y administrativos del estado desde Memphis.
El reinado
de este faraón es un tema de debate entre los estudiosos.
Fechas claramente
más altas conocidas de Horemheb son un par de etiquetas de vinos de las bodegas de este rey en el año
13 y año 14, que se encuentra en su tumba real en el Valle de los Reyes. Se
cree tradicionalmente que la fecha más alta del año de Horemheb es probable
atestiguada en un anónimo hierático pintado escrito en el hombro de una estatua
ahora fragmentada de su templo funerario en Karnak, que menciona la aparición
del propio rey, o una estatua de culto real que representa el rey , para una
fiesta religiosa. El grafito en tinta se lee año 27, primer mes de Shemu día 9,
el día en que Horemheb, que ama a Amón y odia a sus enemigos, entró en el
templo para este evento.
(JNES
25[1966], p. 123) Donald Redford, in a BASOR 211(1973) No.37 observa que el uso
del nombre de Horemheb y la adición de un largo "Meryamun" (Amado de
Amón) epíteto en el esgrafiado sugiere una vida, rey elogiado en lugar de uno
largo fallecido.
El egiptólogo Rolf Krauss, en un 30 (1994) de papel DE, argumentó
que esta fecha puede muy bien reflejar la adhesión de Horemheb en una fiesta o
un día festivo fue tradicionalmente proclamación en honor a la fecha de
adhesión de un difunto o un rey actual. Krauss apoya su hipótesis con la
evidencia de la Ostraca IFAO 1254 que fue publicado inicialmente por Jac Janssen
en una BIFAO 84 (1984) de papel bajo el título "Un error curioso". La
ostraca registra el número de días en que un desconocido obrero de Deir el
-Medinah estuvo ausente del trabajo y cubre el periodo comprendido entre el año
26 III Peret días 11 al año 27 II Akhet día 12 antes de romper. El hecho
significativo es que un cambio de año se produjo en la ostraca del año 26 al
año 27 en todo el intervalo IV Peret días 28 y yo Shemu día 13 La fecha de año
27 de Horemheb se encuentra dentro de este intervalo y reflejaría la fecha de
la adhesión de Horemheb, es lo que Krauss sugiere. La fecha de la adhesión de
Ay se produjo en algún lugar en el mes de III Peret. Manetón da u reinado de Ay
de 4 años y 1 mes, este gobernante habría muerto en algún momento del mes de IV
Peret o la primera mitad del I Shemu. Este es precisamente el periodo de tiempo
que señala en la Ostraca IFAO 1254. El hecho de que la ostraca registra el caso
de un solo trabajador en lugar de todo un grupo de trabajadores significa que el
escriba de la necrópolis no se puede presumir - a primera vista - que ha
cometido un error de datación en alterando la fecha del rey desconocido Año en
el intervalo entre 28 y IV Peret me Shemu 13.
Sin embargo, es manifiestamente evidente de un estudio minucioso
de Manetón que no reconozca el último mes del reinado de un rey (y su muerte)
en el contexto de un año desde la fecha de la adhesión del faraón. Eso sólo se
hizo en citas civiles sobre un documento o un monumento. Manetón suministra
años de reinado enteros y luego dio el mes en el que el rey murió (si pensaba
que lo sabía) ajuste de cuentas desde el principio de ese año. Por ejemplo, el
historiador (erróneamente) pensó que Hatshepsut debía haber muerto en el noveno
mes del año, porque sabía que Tutmosis III tuvo éxito en el Día 4 del primer
mes de verano (el noveno mes del calendario civil), la asignación de ese modo a
ella un reinado de 21 años y 9 meses. (Marianne Luban) (Marianne Luban).
Un relieve de pared de Horemheb haciendo
una ofrenda a Amón en el décimo pilón en Karnak.
Janssen, en su artículo original BIFAO,
señaló el hecho curioso de que no hay faraones del Imperio Nuevo conocidos que
reinaron durante un cuarto de siglo incluyendo Ramsés II y Ramsés III que tuvieron
su fecha de adhesión en este marco de tiempo y sugiere el cambio de año que se
cometió un error en nombre del escriba. Luego atribuyó la ostraca de Ramsés
III, cuya adhesión fechada estaba yo Shemu días 26 y expresó su opinión de que
el escriba podría tener inadvertidamente implementado el cambio de año dos
semanas antes en su lugar. Janssen también observó que la paleografía de la
ostraca sugiere una fecha en la dinastía 20 en parte porque seguía la forma del
nuevo reino después de la escritura y, debido a su procedencia en la región de
Gran Putit, que cuenta con numerosas ostracas de la dinastía 20. Sin embargo,
esta forma de escritura también se atestigua en monumentos de Ramsés II y
sería, por lo tanto, no puede ser inesperado encontrar en un documento desde el
final de la dinastía 18 desde la transición de la Edad del Nuevo Reino en el
Formulario del Nuevo Reino de escritura ya había ocurrido antes de la final del
reinado de Horemheb, como Frank Yurco señaló una vez. De hecho, la referencia
paleográfica de Janssen por su papel-Prof. Georges Posener-él mismo sugirió una
fecha en la 19a dinastía, debido a la forma de la FSM (ausente) y akhet (inundación)
de texto. Como escribe el propio Janssen, unos ostracas dinastía 19a se han
encontrado en la zona de Grand Putit antes de la explotación intensiva de la
20a dinastía de esta región. Esto no excluye alguna obra tardía dinastía 18a
aquí tampoco. En segundo lugar, tanto Janssen y Krauss expresan en sus trabajos
que la escasez relativa del texto hierático en la Ostraca IFAO 1254 se opone a
una datación clara del documento del reinado de Ramsés III y que la
paleografía, en general, no da una fecha precisa para la creación de un
documento. Por lo tanto, una actualización de la ostraca al reinado de
Horemheb, sobre la base del cambio de año es eminentemente plausible. En otros
asuntos, una pintura fragmento de pared dañada de la colección Petrie informa,
menciona 15o o 25o Año de Horemheb.
Otro texto importante, la inscripción del Mes, registra que una
decisión de un caso judicial que se dictó a favor por una rama de la familia
rival Mes 'en el año 59 de Horemheb. Dado que la inscripción Mes fue compuesta
durante el reinado de Ramsés II, cuando los Faraones de Amarna-era fueron borrados
de las listas reales oficiales, la fecha de Horemheb años 59 comprende,
ciertamente, el largo reinado de casi 17 años de Akenatón, el reino
independiente de 2 años de Neferneferuaten, el reinado 9 años de Tutankamón y
el reinado 4 años de Ay. Una vez que todos estos reinados de los gobernantes se
deducen de la fecha en el año 59, Horemheb todavía podría haber disfrutado de
un reinado de 26 a 27 años con facilidad.
En una conocida Conferencia de
Gotemburgo, Suecia en 1987, Kenneth Kitchen astutamente señaló que cualquier
intento de justificar la fecha de Horemheb año 59 como un "error del
escriba" no tiene en cuenta la serie larga y voluminosa de la cotización
de los procesos judiciales y reveses legales que la familia Mes soportó con el
fin de recuperar el control sobre ciertas tierras valiosas que habían sido
robadas de la línea de su familia. De hecho, es probable que Mes ordenó la
disputa legal prolongada, que se presenta como una serie de declaraciones
judiciales y testimonios de varios demandantes y testigos, para ser inscrito en
sus paredes de la tumba con el fin de crear un registro permanente ('tallado en
piedra') de su lucha finalmente victoriosa de la familia para recuperar a estas
tierras. Mes, por lo tanto, difícilmente podría esperarse que olvidara el
principio de tribulaciones legales de su familia en el año 59 de Horemheb.
Kitchen también señala en su artículo que los proyectos de construcción extensos
de Horemheb en Karnak apoyaron la teoría de un largo reinado de este faraón e
hicieron hincapié en que "un buen número de monumentos privados sin fecha a
finales de la Dinastía 18, de los que están en Egipto y Museos del mundo deben,
de hecho, pertenecen a su reino". Horemheb, por lo tanto, probablemente se
asumió que murió después de un reinado mínimo de 27 o, como máximo, 28 años. El
Epítome de Manetón asigna una longitud de reinado de 4 años y 1 mes a Horemheb
y esto por lo general se asigna a Ay. Sin embargo, ahora se cree que la cifra
debe ser planteada por una década y no a 4 años y 1 mes que atribuye a Horemheb
en cambio, como pretende Manetón.
However, the most recent archaeological
evidence from 3 excavation seasons conducted under GT Martin in 2006 and 2007
establishes that Horemheb most likely died after a maximum reign of 14 years
based on a massive hoard of 168 inscribed wine sherds and dockets recently
discovered below densely compacted debris in a great shaft (called Well Room E)
in this king's royal KV57 tomb.Sin embargo, la
más reciente evidencia arqueológica de 3 temporadas de excavación llevada a
cabo bajo GT Martin en 2006 y 2007 establece que Horemheb muy probablemente murió
después de un reinado máximo de 14 años basado en una acumulación masiva de 168
tiestos y expedientes de vino inscritos recientemente descubierto debajo de los
escombros densamente compactados en un gran eje (llamado Bueno Sala E) en la
tumba real KV57 de este rey. De los 46 fragmentos de vino con las fechas de
año, 14 tienen nada más que la fórmula va del año, 5 expedientes tienen Año 10
+ X, 3 expedientes tienen Año 11 + X, 2 expedientes preservar Año 12 + X y 1
expediente tiene un año 13 + X. Mientras tanto, 22 expedientes "mencionan
el año 13 y 8 tienen Año 14 [de
Horemheb]" pero ninguno menciona una fecha más alta para Horemheb.
The full text of the docket reads are
identical and reads as:El texto completo de la
agenda es idéntico y dice así:
"Año 13 vino de la finca de
Horemheb-meren-Amón, LPH, en el dominio de Amón. Jefe vinicultor Ty".
Mientras
tanto, el año 14 los expedientes, por el contrario, son individuales y
mencionan vinos específicos tales como "vino de muy buena calidad" o, en un caso, "vino dulce" y la ubicación de la
viña se identifica. Un ejemplo general es este texto en un vino de expediente
Año 14:
"Año 14, buen vino de calidad de los bienes
de Horemheb-meren-Amón, LPH, en el dominio de Amón, desde el viñedo de Atfih,
jefe bodeguero Haty".
Varios rxpedientes
del año 14 mencionan Memphis (?), La orilla occidental del río, mientras que
sus viticultores se nombran como Nakhtamun, [] Mer- Seger-hombres, Ramose y
otros.
La
"calidad y consistencia de los expedientes de la tumba KV57 sugieren fuertemente
que Horemheb fue enterrado en su año 14, o al menos antes de la cosecha de vino
de su año 15 como muy tarde". Esta
evidencia es consistente "con los expedientes de Horemheb en Deir
el-Medina que mencionan Años 2, 3, 4, 6, 13 y 14, pero de nuevo no hay fechas
superiores"... mientras que un expediente atribuido a Horemheb de Sedment
tiene 12 años" La falta de inscripciones fechadas para Horemheb después de
su año 14 también explica el estado inacabado de tumba real KV57 del Horemheb -
"un hecho no tenido en cuenta por cualquiera de esos [estudiosos] la
defensa de un largo reinado [de 26 o 27 años]. La tumba es comparable a la de
Seti I en tamaño y técnica de decoración, y la tumba de Seti I es mucho más
amplia decorada que la de Horemheb, y sin embargo Seti logró completar
prácticamente su tumba dentro de una década, mientras que Horemheb ni siquiera
logra plenamente la decoración de las tres habitaciones que pensaba haber
hecho, dejando incluso la sala de sepultura sin terminar. Incluso si asumimos que
Horemheb no comenzó el trabajo sobre su tumba real hasta su año 7 u 8,... sigue
siendo un misterio cómo no podría haber sido completado el trabajo si había
vivido durante otros 20 o más años."
Por lo tanto, el reinado de Horemheb se ha determinado y aceptado hoy
por la mayoría de los estudiosos de 14 años y 1 mes-Manetón le había asignado
un reinado de 4 años en su Epítome y 1 mes-basada en la evidencia clara de las
etiquetas para envases de vino y la falta de fechas más allá de su año 14, pero
esta cifra debe ser criado por una década. Como para el Año 27 esgrafiado
hierático en el templo funerario de Horemheb en Medinet Habu y la fecha en el
año 59 de la inscripción de Mes, Van Dijk sostiene que la primera fecha
probablemente inaugurado una estatua de Horemheb durante el año 27 de Ramsés II
o III en el templo de Horemheb, mientras que la última fecha del mes
"difícilmente puede ser tomada en serio, y de hecho no se toma en sentido
literal por incluso los más firmes partidarios de un largo reinado" de Horemheb
ya que no existía la práctica Egptian estándar de incluir los años de todos los
gobernantes entre Amenhotep III y Horemheb como Wolfgang Helck deja claro.
Política Exterior:
La política
exterior de Haremhab en Siria es más compleja que la política interna, en su
mayor parte, solo escuchamos de fuentes hititas. Dado que la cronología egipcia
y hitita no está firmemente entrelazada y la interpretación de diferentes
procesos es controvertida, existen diferentes reconstrucciones. La secuencia de
eventos es muy controvertida, y no es seguro qué se remonta al reinado de
Horemheb. En cualquier caso, la epidemia de peste en la tierra de Hatti salvó a
Egipto de nuevas invasiones hititas.
El rey
Haremhab emprendió una campaña poco después de su adhesión a Nubia. El objetivo
principal de esta empresa era confirmar el poder recién ganado en la parte sur
del país. Se pueden encontrar representaciones en el templo de roca de Silsile
creado por el rey Haremhab.
Este tren a
Nubia y un viaje comercial a Punt son todo lo que sabemos sobre la política
exterior de Haremhab. Se puede suponer que el reinado de Horemheb fue un
"tiempo de descanso" después de que se omitiera la amenazante campaña
del rey hitita Shupiluliuma como resultado de la peste y la agitación interna
en el Imperio hitita.
Sabemos
poco sobre la política exterior oficial de Haremhab. DB Redfort tiene en dos
artículos la inscripción de una cáscara de granito moteada plana y
probablemente encontrada en Memphis, que apareció por primera vez en 1973 en el
comercio de arte. Se dice que este tazón de granito en el que hay una
inscripción privada (fórmula de sacrificio de un Stalloberst que ya no está
ocupado) perteneció a la familia de un propietario anónimo durante
generaciones. Lt. Se dice que la inscripción de este cuenco de piedra convirtió
a 'Haremhab en su decimosexto año de gobierno en la primera campaña asiática
que lo condujo en la ruta Byblos en la región de Karkemisch. El maestro de
establos real Sen-nefer llamó en este contexto en su oración por sí mismo a los
cuatro dioses semíticos occidentales Astarte, Anat, Reschef y Qudsu.
La
indicación de la campaña militar de Haremhab, que lo llevó específicamente a la
región Karkemisch, se confirma en los anales del rey hitita Muršili II. Según
la información allí, una rebelión en Karkemish tuvo lugar en el séptimo año del
reinado de Muršilis, que Haremhab se apresuró a ayudar, pero fue derrotado por
los hititas. Para la cronología, esto equivale al décimo año de reinado de
Haremhab con la asunción del trono de Mursili, que también registra un eclipse
solar en su décimo año de reinado.
La mención
del eclipse solar condujo a una variedad de enfoques de datación entre los
egiptólogos y asiriólogos. Ursula Kaplony-Heckel, Edward Wente, Eduard Meyer,
Emil Forrer y DB Redford se refieren en sus cronologías a la consideración de
los posibles eclipses solares. Otros historiadores no toman la información del
cuenco de piedra ni los posibles eclipses solares, razón por la cual
información divergente sobre el reinado de Haremhab.
Según
Redford (ISSEA 4, Número 1, 1973 y BASOR 211,1973, la autenticidad de la inscripción
no puede ser puesta en duda desde un punto de vista filológico, la mención de
la primera campaña real bajo el Rey Haremhab en su decimosexto año también
correspondería a la imagen general de su gobierno, según el Inicialmente, se
dedicó solo al proceso de reforma sociopolítica.
Sin
embargo, algunos científicos dudan de la autenticidad de este cuenco de piedra
y su inscripción, y algunos sospechan que se trata de una inscripción moderna.
Funcionarios bajo Haremhab:
Oficiales bajo Horemheb
|
||
Paramessu (más tarde Ramsés
I) |
Jefe de la tropa de carros, Visir de Oberu. Bajo Egipto, Diputado de Su Majestad en el Alto y Bajo Egipto, Boca / Lengua Satisfactoria en todo el país " |
KV 16 |
Maya | Tesorero del Alto Egipto | Saqqara |
Amen-em-inet | Comandante en jefe del ejército, comandante de las fuerzas de proa |
Saqqara - sin descubrir |
Analizador (I.) | Vizekönig von KuschVirrey de Kush | unbekanntdesconocido |
Ramose II | Jefe de todos los trabajos de
construcción en Oberu. Bajo Egipto, cabeza de todos los monumentos de Su Majestad, cabeza d. Trabajos de construcción de Amun, jefe de los trabajos de construcción en todos los monumentos de Amun. |
TT 166 - Dra Abu el-Naga |
Roy / Raj | Secretario, maestro de dominio la posesión de Haremhab y Amun | TT 255 - Dra Abu el-Naga |
Hatiai | Supervisor de los profetas de todos
los dioses, el Profeta Supremo de Sobek, escriba en el Templo del Mes. |
TT 324 - Tebas-Oeste |
Mes de usuario | Visir del Bajo Egipto (?) | Saqqara - sin descubrir |
Nebamun | Visir posiblemente ya bajo Haremhab | desconocido |
Paraemhab (I.) | Comandante de Fortaleza, Jefe de la Boca del Río (del Mar), Sumo Sacerdote de Re en Heliópolis |
desconocido |
Sakeh | Presidente del Rey, señor de la ciudad de Memphis. |
desconocido |
Tchoutchou / Thihu | Arztmédico | Saqqara |
Tai | caballerizo del rey | Probable. Saqqara, sin descubrir |
Ptahemheb | Escribano de la Mesa del Señor de las Dos Tierras, líder de las festividades de Osiris. | desconocido |
Ipuja / Ipuia | Jefe de los talleres y orfebre superior. | Saqqara ( S 2730) |
Djehutj | escriba real, sumo sacerdote de la señora de los dos países |
desconocido |
Nahuher | Administrador del Palacio Real (hermano de Maya) | desconocido |
Sachu | Alcalde de Memphis, Presidente Real, |
desconocido |
Ramose (IV.) | Secretario del ejército de regente, ayudante personal |
desconocido |
Msw (Mesu / Mosu) | jefe supremo de las obras del monumento de su maestro (nombrado en Gebel el-Silsile) | desconocido |
SEMATAUI | Escritor privado de su maestro | desconocido |
Amenhotep Huy | Gobernador del oasis de Bahariya. | Garet-Helwa / Qaret Hilwah |
Bajo
Horemheb, el poder y la confianza de Egipto fueron una vez restaurados después
del caos interno del período de Amarna esta situación sentó las bases para el
surgimiento de la 19ª dinastía bajo tales faraones ambiciosos como Seti I y
Ramsés II. Se cree que Horemheb pudo haber intentado, sin éxito, ser padre de un
heredero al trono ya que la momia de su segunda esposa se encontró con un
feto en ella. Geoffrey Martin en su trabajo de excavación en Saqqara establece
que el entierro de la segunda esposa de Horemheb Mutnedjmet se encuentra en la
parte inferior de un eje para las habitaciones de Saqqara la tumba de Horemheb.
Él señala que "un fragmento de un vaso de alabastro con inscripciones de
un texto funerario de la cantora de Amón y la esposa del rey, Mutnodjmet, así
como piezas de una estatuilla de ella [se encontraron aquí]... El jarrón
funerario en particular, ya que lleva su nombre y títulos difícilmente
habría sido utilizado para el entierro de alguna otra persona".
Análisis de
expertos posteriormente demostraron que los huesos representan una parte del
cráneo y otras partes del cuerpo, incluyendo la pelvis, de una hembra adulta
que había dado a luz varias veces. Además, había perdido todos sus dientes en
su temprana vida, y por lo tanto sólo era capaz de comer alimentos blandos
durante gran parte del tiempo. Ella murió en sus cuarenta y tantos años, tal
vez en el parto, ya que con sus huesos eran los de un feto o recién nacido. Los
saqueadores de tumbas habían arrastrado evidentemente las dos momias, madre e
hijo, de la cámara funeraria de abajo y roto y abiertas en la sala de columnas
anteriormente. El balance de la probabilidad, teniendo en cuenta la evidencia
de los objetos inscritos para Mutnodjmet, es que los huesos adultos son los de
la propia reina y que ella murió en el intento de dar a su marido el Faraón un
heredero al trono.
Desde que Horemheb
permaneció sin hijos, nombró a su visir, Paramesse para sucederle a su muerte,
tanto para premiar la lealtad de Paramesse y porque éste tenía un hijo y nieto para
asegurar la sucesión real de Egipto. Paramesse empleó el nombre de Ramsés I, al
asumir el poder y fundó la 19a dinastía del Imperio Nuevo. Mientras que la
decoración de la tumba de Horemheb KV57 estaba todavía inacabada a su muerte,
esta situación no tiene precedentes: La tumba de Amenhotep II tampoco fue
totalmente completada cuando fue enterrado, pero este gobernante disfrutó de un
reinado de 26 años.
Djeser-Kheperu-Ra
(aprox. 1319-1292) fue considerado clásicamente como el último faraón de la
dinastía 18. De hecho, constituye el inicio de la dinastía 19, y uno puede
incluso decir que constituye una dinastía completamente en sí misma.
Al no haber tenido hijos, fue elegido sucesor su fiel compañero de armas, Pa-Ramessu (el futuro Ramsés I), después de haber concebido la grandeza de un hijo, que en el futuro sería Sethy I.
Próximo Capítulo: Dinastía XIX - Primera Parte
Al no haber tenido hijos, fue elegido sucesor su fiel compañero de armas, Pa-Ramessu (el futuro Ramsés I), después de haber concebido la grandeza de un hijo, que en el futuro sería Sethy I.
Próximo Capítulo: Dinastía XIX - Primera Parte
Bibliografía
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· Hornung, Erik. Los agujeros negros visión
desde dentro: el infierno en el pensamiento del antiguo Egipto. Diógenes 165,
42/1: 133-156, 1994
· Thomas,
Elizabeth. La necrópolis real de Tebas. Princeton: Sector de publicación,
1966. Pp. 93, 95-96. Planifique p. 53, fig. 11.
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para la KV57.
· Martin, Geoffrey T. El menfita la tumba de
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Exploración de Egipto, 55, 60), Londres, 1989, 1996.
· El
"Antiguo Egipto Org" sitio para Horemhebs
menfita tumba.
· Darnell, JC 1995.
Los enigmáticos Libros inframundo de la Unidad
Solar-Osiris: Composiciones de cifrado en las tumbas de Tutankamón, Ramsés VI,
IX y Ramsés. 4 Vols. Tesis doctoral (inédita). Universidad de Chicago. (Disponible
en ProQuest / UMI).
· Griffis, K. 2002.
Recorrido de la tierra lejana: Post-Amarna hasta
principios ramésidas Tumbas Reales como Paisajes Sagrados en el Antiguo Egipto.
Instituto de Arqueología. MA (Egipto Arqueología) (sin publicar). University College de Londres: Londres. (Que pronto estará disponible en ProQuest / UMI).
· Wilkinson, RH Lugar Simbólico y la alineación
en el Nuevo Reino Tumbas Reales y su decoración. Diario del Centro
Interamericano de Investigación en Egipto. 31: 79-86, 1994
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