DINASTIA
VI (2345-2181 a. C.)
Según Manetón, con el reinado de Unas se cerró la Dinastía V y el
faraón siguiente, Teti, Horus Seheteptawy, (2.345-2.323 a.C.) dio entrada a la
Dinastía VI. No disponemos de una información fiable sobre la relación entre
Teti y sus predecesores, pero es probable que su primera esposa Iput fuese hija
de Unas. El visir de Teti, Kagemni, comenzó su carrera bajo el reinado de
Djedkara y de Unas. No obstante, el Canon de Turín también muestra una ruptura
en este punto seguida de una cifra total de reyes entre Menes, primer faraón de
la Dinastía I, y Unas, cifra que ahora se ha perdido. Esto nos da que pensar,
ya que el criterio en el que el Canon de Turín se basó para dicha división era,
ciertamente, el cambio de lugar de la capital y de la residencia real.
Es probable que la primitiva capital de White Wall (Muro Blanco),
fundada a principios de la Dinastía I, se fuese reemplazando en importancia de
forma gradual por suburbios más poblados, más hacia el sur; aproximadamente al
este de la pirámide de Teti. Djed-isut, el nombre de esta parte de la ciudad,
se deriva del nombre de la pirámide de Teti y de su ciudad piramidal. Es
probable que los palacios reales de los faraones Djedkara y Pepy I, y
probablemente también el de Unas, hubiesen sido ya trasladados más al sur,
lejos de la miseria, el ruido y el olor de una ciudad atestada de gente, a
otros lugares en el valle este de la actual Saqqara Sur y separada de Djed-isut
por un lago. Al menos esto explicaría la elección de Saqqara Sur como lugar
para la construcción de las pirámides de Djedkara y Pepy I.
En un desarrollo que iba creciendo en paralelo con el de la
cercana pirámide de Teti, el asentamiento anejo tomó el nombre de Mennefer
(Menphis, en griego) del nombre de la pirámide de Pepy I y de su ciudad
piramidal. Más adelante, durante el segundo milenio, acabó físicamente unido a
otros asentamientos alrededor del Templo del Dios Ptah, más hacia el este, y la
ciudad fue conocida en su totalidad como Mennefer.
Así que, hasta cierto punto, el lugar de la residencia real puede
que cambiase a finales de la Dinastía V, o principios de la Dinastía VI, lo que
explicaría la división del Canon de Turín, más adelante reflejada en la cuenta
de Manetón, en la que el padre de Pepy I, Teti, se incluyó en la nueva línea de
soberanos. Pero aquí entramos en un mundo de especulación, y sólo futuros
trabajos de campo en la región menfita nos podrán justificar su alcance.
A Teti puede que le sucediera el Faraón Userkara (2.323-2.321 a.C.),
aunque su existencia parece estar cuestionada. La confusión puede que venga del
hecho de que a Pepy I, Horus Merytawi (2.321-2.287 a.C.), hijo del faraón Teti
y de su esposa Iput, se le conociese como Nefersahor durante la primera parte
de su reinado. Éste era su prenomen o “nombre del trono”, recibido durante
su coronación, que iba precedido del título de nesu-bit (“el del junco y la
abeja”), y encerrado en un cartucho oval. Más adelante, lo cambiaría por el de
Meryra. El nomen
o “nombre de nacimiento”, Pepy, - cuyo número romano convencional que le sigue
es de aplicación moderna - precedió al de su ascensión al trono, y se adoptó a
raíz del título de sa Ra (“Hijo del Dios Ra”), y también se escribía dentro de
un cartucho.
La situación de Egipto por entonces comenzó a cambiar. La posición
del faraón permanecía teóricamente inalterada, pero no hay dudas de que
surgieron dificultades. Esta impresión sólo puede explicarse parcialmente
gracias al incremento y fiabilidad de una información que nos ha permitido
ahondar aún más profundamente en la sociedad egipcia de lo que permitiría la fachada
de un edificio, formal y monolíticamente monumental, de los períodos
anteriores. La persona del faraón dejó de ser intocable. En un texto biográfico
de Weni, un alto cargo de la Corte, se habla de un fracasado complot para
derrocar al faraón Pepy I inspirado por una de sus esposas hacia finales de su
reinado. Su nombre se desconoce, pero no así sus andanzas matrimoniales: En sus
años de declive, el faraón se casó con dos hermanas, ambas llamadas
Ankhnes-meryra (“El Faraón Meryra [Pepy I] vive para ella”). El padre era un
alto cargo con influencia en Abydos.
Estos eventos eran sin duda dramáticos, pero el hecho real es que,
el aumento de poder e influencia de los administradores locales, muy
especialmente en el Alto Egipto, lejos de la capital, y el progresivo
debilitamiento de la autoridad real, con ser menos dramático, eran
potencialmente de consecuencias más graves. A finales de la dinastía se crearía
así un nuevo cargo en la Administración: "Inspector del Alto Egipto”.
Los faraones de la Dinastía VI construyeron de forma extensa,
edificando capillas para deidades locales por todo Egipto, pero muchas
acabarían siendo víctimas de reconstrucciones posteriores, y otras aún no han
sido excavadas.
Los templos del Alto Egipto, como los de Khenti-amentiu, en Abydos,
Min, en Koptos, Hathor, en Dendera, Horus, en Hierakonpolis y Satet, en
Elefantina, fueron especialmente favorecidos. Las donaciones hechas a estos
templos, y las exenciones fiscales y de servicios forzosos, se multiplicaron.
Los templos piramidales de las Dinastías V y VI muestran escenas
tan convincentes que uno se siente tentado a tomarlas por lo que aparentan ser.
Es así que, por ejemplo, una escena que muestra la sumisión de jefes libios
durante el reinado de Pepy II, es una copia casi exacta de la misma
representación que aparece en los templos de Sahura, Nyuserra y Pepy I; y que
se repetiría unos 1500 años más tarde en el templo del faraón Taharqo, en Kawa,
Sudán. Estas escenas constituyen expresiones estándar de triunfos de un faraón
idealizado que poco tendrían que ver con la realidad. Su inclusión en templos
garantizaría su continuidad en el tiempo.
La misma explicación podría darse a las escenas de barcos a su
regreso de una expedición a Asia, o a alguna correría contra nómadas en
Palestina, reproducidas en la calzada elevada del complejo de Unas. Por otra
parte, otras fuentes muestran que acontecimientos parecidos habían realmente
acaecidos.
El ya mencionado testimonio de Weni describe acciones militares
repetidas a gran escala contra los Aamu de la región sirio-palestina. A pesar
de la forma que se presentaban, en realidad consistían en ataques preventivos o
punitivos más que en auténticas campañas defensivas.
La explotación de recursos minerales en los desiertos fuera de
Egipto, continuó. La turquesa y el cobre se seguían obteniendo de las minas de
Wadi Maghara, en el Sinaí, en la época de los faraones Djedkara, Pepy I y II;
el alabastro, en Hatnub, en los reinados de Teti, Merenra, Pepy I y II; el
greywacke y la arenisca fina, en el Wadi Hammamat, durante los mandatos de Pepy
I y Merenra, en el Desierto Oriental; el gneiss, en las canteras del nordeste
de Abu Simbel, durante el reinado de Djedkara.
Se enviaron expediciones al Punt, bajo el reinado de Djedkara, y
se mantuvieron los contactos comerciales y diplomáticos con Byblos, durante los
reinados de Djedkara, Unas, Teti, Pepy I y II, y Merenra, y también con Ebla,
en tiempos de Pepy I.
Nubia llegó a crecer en importancia durante la reciente Dinastía
VI, y se hicieron intentos para mejorar la navegación en la región de la 1ª
Catarata bajo el reinado de Merenra. La zona empezó a recibir un flujo de
nuevos colonos que procedían de más al sur, entre la 3ª y 4ª Cataratas,
conocidos como Grupo C Nubio, con centro en Kerma.
Eran frecuentes los ocasionales incidentes con estas gentes, ya
que Egipto intentaba prevenir cualquier amenaza potencial a sus intereses
económicos y a su seguridad. Las caravanas a través de territorio nubio – en
tierras de Wawat, Irtjet, Satju y Iam – las organizaban administradores del nome
egipcio más al sur de Elefantina, tales como Harkhuf, Pepynakht Heqaib y Sabni.
Las mercancías de lujo africanas que llegaban a Egipto por este
medio, incluían incienso, ébano, pieles de animales y marfil, pero también
enanos danzarines y animales exóticos. El empleo de nubios, especialmente para
las unidades de policía de frontera, y como mercenarios en las expediciones
militares, data de este período en adelante.
El Desierto Occidental era un entrelazado de rutas de caravanas.
Una de ellas dejaba El Nilo en la región de Abydos con dirección al Oasis
Kharga, y luego proseguía hacia el sur a lo largo de un camino conocido hoy
como Darb el-Arbain, o “ruta de los cuarenta días” en árabe, hasta el Oasis
Selima. Otra partía de Kharga hacia el oeste hasta el Oasis Dakhla, donde un
importante asentamiento prosperaba en Ayn Asil, cerca de la moderna Balat,
especialmente durante el reinado del faraón Pepy II.
DECADENCIA Y CAÍDA DEL IMPERIO ANTIGUO
A Pepy I le sucedieron dos de sus hijos; primero Merenra,
Merenra-nemtyemsaf, Horus Ankh-Khau (2.287-2.278 a.C.), y después Pepy II,
Horus Netjerkhau (2.278-2.184 a.C.). Ambos ascendieron al trono muy joven, y
ambos construyeron sus pirámides en Saqqara Sur. Pepy II reinó durante unos
noventa y cuatro años, habiendo heredado el trono a los seis, lo que le
convierte en el faraón más longevo de la Historia de Egipto. Sin embargo, es
probable que la segunda parte de su mandado fuese de alguna manera poco
efectivo, ya que las fuerzas que habían ido insidiosamente erosionando los
teóricos cimientos del estado egipcio se hicieron patente.
La crisis que se implantó era inevitable, pues la semilla
germinaba ya dentro del propio sistema. Primero, era ideológica, ya que el
faraón, cuyo poder económico se encontraba sensiblemente debilitado, era
incapaz de representar el rol que le había sido asignado por la propia doctrina
de la Realeza. Las consecuencias para la totalidad de la sociedad egipcia
fueron tremendas; el sistema de remuneración ex officio hacía tiempo que había
dejado de funcionar satisfactoriamente, y el sistema fiscal estaría por
entonces al borde del colapso.
Algunos puestos de la Administración se habían convertido en
hereditarios y permanecían dentro de la misma familia durante generaciones. En
el Medio y Alto Egipto, las tumbas cavadas en roca de yacimientos como,
Sedment, Dishasha, Kom el-Ahmar Sawaris, Sheikh Said, Meir, Deir el-Grebrawi,
Akhmim (el-Hawawish), el-Hagarsa, el-Qasr wa ‘l-Saiyad, Elkab y Aswan (Qubbet
el-Hawa), dan testimonio de las aspiraciones de los gobernantes locales, para
entonces semiindependientes soberanos.
Menos conocemos de los correspondientes cementerios del Delta,
aunque sabemos que los yacimientos de Heliópolis y Mendes existían. La
proximidad de la capital puede que hiciese más difícil cualquier intento de
autonomía, pero la razón principal de la falta de evidencia radica en su propia
geografía y geología. Los niveles del Imperio Antiguo están hoy cerca o por
debajo de la capa freática, lo que dificulta las excavaciones. Mucho más se
sabe de los administradores del Oasis Dakhla, que vivían en el asentamiento de
Ayn Asil y fueron enterrados en grandes tumbas-mastabas en el cementerio
local de Qilat el-Dabba.
El gobierno central prácticamente dejó de existir, y las ventajas
de un estado unificado se perdieron. La situación se vio agravada aún más
debido a factores climáticos; muy especialmente a una sensible disminución del
caudal del río regulador de las crecidas, unida a un declive en las
precipitaciones, que afectaron a zonas colindantes del Valle del Nilo, con la
consiguiente presión en las zonas fronterizas por parte de tribus nómadas. El
hecho de que muchos sucesores en potencia esperasen bajo las protectoras alas
del faraón Pepy II que terminase el excepcionalmente largo reinado del faraón,
probablemente propició la caótica situación que acabó instalándose.
A Pepy II le sucedió Merenra II (Nemtyemsaf), la Reina Nitiqret
(2.184-2.181), y unos diecisiete o más faraones efímeros que representan a las
Dinastías VII y VIII de Manetón. Sus separaciones dinásticas, de nuevo, son
difíciles de explicar; excepto como meras divisiones accidentales de las
listas. La mayoría de los gobernantes son poco más que nombres para nosotros,
aunque a algunos de ellos se les conoce por los decretos proteccionistas
expedidos para el templo de Min en Koptos.
Qakara Iby es el único faraón cuya pirámide de 31’59 m de lado se
ha encontrado en Saqqara Sur. Por lo que, lo único que asemejaba a estos
pequeños reyezuelos con los faraones gigantes del primitivo Imperio Antiguo,
eran la propia ubicación de la residencia real en Menfis, y la teórica
reclamación de dominio sobre todo Egipto.
El Gran Total que nos da el “Canon de Turín” de 955 años que
separan al faraón Menes, al principio de la Dinastía I, del último de estos
efímeros gobernantes, pone fin a la línea de faraones menfitas y al período que
se ha denominado Imperio Antiguo.
El preludio de la crisis
Se desconoce en qué condiciones se produjo el paso de la V a la VI
dinastía, aunque se ha considerado la posibilidad de que el primero de sus
reyes, Teti, pasase a ocupar tal
cargo al tomar en matrimonio a la princesa Iput
(I), una de las hijas de Unis. Otros
autores, han querido ver en el “Nombre de Horus” de éste rey, Sehoteptauy, “El que pacifica el Doble
País”, razón de una posible usurpación tras algunos incidentes que hubieron
podido producirse desde algunos gobiernos provinciales de la etapa anterior.
En cualquier caso, no hay registrado altercado social alguno como
así queda demostrado por el hecho de que varios funcionarios de Unis, a su vez
también lo fueron de Teti.
Durante el gobierno de Teti, pasó a consolidarse definitivamente
la transmisión del título de nomarca de padres a hijos, pasando de ser unos
gobiernos dirigidos por un funcionariado más o menos capaz, a otros en dónde el
único mérito residía en ser hijo del anterior. Tal circunstancia permitió que
se crearan pequeños principados oligárquicos a lo largo del Valle y que con el
paso del tiempo acabasen suplantando otras funciones estatales como la
recaudación de impuestos, ejército, etc., lo que es obvio decir significó un
desmantelamiento paulatino del poder central y con ello del declive de la
monarquía. Un ejemplo de la importancia que adquirieron, reside en el hecho de
que uno de sus reyes, Meryra-Pepy
(I), casó con las hijas de uno de éstos gobernantes.
Tras el gobierno de un breve y desconocido rey Userkara (I), en quien se ha visto a un
usurpador e incluso a un corregente durante la minoría de edad de Meryra-Pepy
(I) tras ser asesinado su padre el rey Teti, Pepy (I) emprendió diversas reformas en la administración pública,
así como regularizó unos censos que a partir de entonces se iban a realizar con
carácter bianual.
Fue un excelente constructor y emprendió diversas expediciones al
Wadi Hammamat, Sinaí y Nubia, así como también facilitó el desarrollo de
contactos comerciales con diferentes puntos del Oriente Próximo.
Gracias a cierto bloque monolítico actualmente en el Museo de El
Cairo y en dónde aparece la “autobiografía” de un gobernador del Alto Egipto
por nombre Uni, es conocido cierto proceso en el harén real en el que a una de
las esposas de Pepy (I) se le acusó de conspiración junto a un visir de nombre Raur, por lo que éstos excepcionales
hechos hablan de la decadencia a la que se vió sometida la monarquía en un
proceso irreversible de degradación y de consecuencias políticas tan fatales
como las vividas al final de éste periodo histórico.
Le sucedió su hijo Merenra-Antyemsaf
(I) tras varios años de haberlo tenido asociado al trono. Éste continuó con
la política de su padre tanto en el interior (control de los nomarcas), como en
el exterior (campañas asiáticas y nubias), y en el ámbito comercial, envió a su
“Amigo Único”, Herjuf, para que
estableciera contactos con el “País de Yam” en la 2ª catarata del Nilo.
Como consecuencia de su temprana desaparición, a su muerte se
produjo una corregencia entre una de sus esposas, la reina Anjnesmeryra (II) y el nomarca de This, Djau hasta la mayoría de edad de su hermanastro; por aquél entonces
un niño de 6 años de edad, Neferkara-Pepy
(II).
Con Neferkara-Pepy (II)
ya en el gobierno, se produjeron importantes expediciones a Hatnub en busca de
alabastro, así como continuaron las expediciones al “País de Yam” por Herjuf.
De allí se trajeron, incienso, ébano, aceite y diversos y exóticos productos.
En cuanto a sus actuaciones militares, podríamos decir que se vieron casi
exclusivamente centradas en Nubia, hacia dónde hubo de mandar en diversas
ocasiones a su ejército.
Como consecuencia de su largo reinado (murió cuando contaba con
más de 90 años por lo que es considerado el monarca de más largo reinado de la
Historia Universal), Egipto se ve abocado a uno de los periodos más decadentes
de su larga historia, pues unido a la debilidad de su gobierno, lo que parecen
unas pésimas condiciones climáticas que condujeron al abandono de su
agricultura y la otra inercial que vino madurándose desde sus antecesores en
las que se devaluó la verdadera función del poder real en beneficio de las locales,
no se produjo durante su reinado sino el detonante de unos graves
acontecimientos que estallaron a su muerte y que no fueron capaces de superar
los efímeros reyes que le sucedieron; entre ellos la desconocida reina Neitikerty, último representante de la
dinastía de cuyo gobierno apenas quedan informaciones muy tardías que se mueven
entre la tradición y la leyenda.
Faraones de la dinastía VI
Nombre
común
|
Nombre
de Nesut-Bity
|
Nombre
de Sa-Ra
|
Comentarios
|
Reinado
|
Teti (Otoes)
|
-
|
Teti
|
12 años
|
|
Userkara
|
Userkara
|
-
|
1 año
|
|
Pepy I
|
Meryra
|
Pepy
|
49 años
|
|
Merenra
I
|
Merenra
|
Nemtyemsaf
|
5 años
|
|
Pepy II
|
Neferkara
|
Pepy
|
El rey
que más tiempo permaneció en el trono de toda la historia
|
90 años
|
Merenra
II
|
Merenra
|
Nemtyemsaf
|
1 año
|
|
Nitocris
|
Neithiqerty (?)
|
-
|
Manetón
la describe como la más bella y noble de la época y comenta que erigió la
tercera pirámide de Guiza
|
2 años
|
Teti
s ḥtp tȝ.wy (Sehoteptauy)
El que pacifica las Dos Tierras (Egipto)
El que pacifica las Dos Tierras (Egipto)
s ḥtp (Sehotep nebty)
Las Dos Señoras, [están] satisfechas
Las Dos Señoras, [están] satisfechas
t t ỉ (Teti)
Teti
(L R Abidos nº 34) (L R Saqqara nº 33)
Teti
(L R Abidos nº 34) (L R Saqqara nº 33)
Teti, menos conocido
como Othoes, a veces también Tata, Atat o Athath en
fuentes obsoletas, fue el primer faraón de la Sexta dinastía de
Egipto. Está enterrado en Saqqara. La duración exacta de su
reinado ha sido destruida en la Lista del Rey de Turín, pero se cree que
fue de unos 12 años.
En la Lista Real de Abidos y la Lista Real de Saqqara
se le denomina Teti (tti). Manetón asigna a Othoes
treinta años de reinado (Julio Africano), Eratóstenes 33 años. El
Canon de Turín cita 21 años de reinado aunque su nombre es ilegible. El
último año que se le puede atribuir es del sexto censo de ganado, unos once
años (si eran bianuales). La mayoría de los egiptólogos estiman que reinó entre
diez y doce años.
Después de la muerte de Unis, el último rey de la dinastía
V, que no dejó heredero conocido, hubo un corto período de confusión, así que
Teti tomó el trono. Se casó con la hija de Unis, Iput, para
legitimar su reinado (los faraones tenían que casarse con una mujer de linaje
real para ser considerados legítimos). Su hija Sesheshet (Uatetjether) se casó con el chaty[i]
Mereruka.
Teti trató de instaurar un gobierno centralizado, pues desde el reinado de Dyedkara
los nomarcas habían adquirido
cada vez más poder.
Teti tuvo varias esposas:
·
Iput, la hija de Unas,
el último rey de la quinta dinastía. Iput era la madre de Pepi
I.
·
Khuit, que puede haber sido
la madre de Userkare (según Jonosi y Callender)
·
Khentkaus IV
·
Weret-Imtes? Esta reina
se menciona en la autobiografía de Wenis. Puede ser una referencia al
título de la reina en lugar de su nombre personal. Ella estuvo involucrada
en un complot de harén para derrocar a Pepi, pero aparentemente
fue atrapada antes de que tuviera éxito. En la tumba del oficial Wenis se
menciona "un cargo secreto en el harén real contra el Grande de
Cetro".
Se sabe que
Teti tuvo varios hijos. Él era el padre de al menos tres hijos y
probablemente diez hijas. De los hijos, dos están bien atestiguados, un
tercero es probable:
·
Pepi yo
·
Tetiankhkem
·
Nebkauhor, con el hermoso
nombre de Idu, "el hijo mayor de su cuerpo como rey", enterrado en la
mastaba de Vizier Akhethetep / Hemi, enterrado en una tumba de Vizier caído,
dentro del complejo funerario de su abuelo materno
Según N.
Kanawati, Teti tenía al menos nueve hijas, por parte de varias esposas, y el
hecho de que llevaran el nombre de su madre, Sesheshet, permite a los
investigadores rastrear a su familia. Al menos tres princesas que llevan
el nombre de Seshseshet están designadas como "la hija mayor del
rey", lo que significa que había al menos tres reinas
diferentes. Parece que hubo una décima, nacida de una cuarta reina, ya que
también fue designada como "la hija mayor del rey".
·
Seshseshet, cuyo hermoso
nombre era Waatetkhéthor, se casó con Vizier Mereruka, en cuya mastaba
tiene una capilla. Ella es designada como "la hija mayor del rey de
su cuerpo". Ella pudo haber sido la hija mayor de Iput.
·
Seshseshet con el hermoso
nombre de Idut, "la hija del rey de su cuerpo", que murió muy joven
al comienzo del reinado de su padre y fue enterrada en la mastaba de Vizier
Ihy.
·
Seshseshet Nubkhetnebty,
"la hija del rey de su cuerpo", esposa de Vizier Kagemni,
representada en la mastaba de su marido. Ella tal vez también nació de
Iput.
·
Seshseshet, también llamado
Sathor, casado con Isi, gobernador residente en Edfu y también titulado
visir. Ella también habría nacido de Iput I.
·
Seshseshet, con el hermoso
nombre de Sheshit, la hija mayor de su cuerpo, del rey, y esposa del supervisor
de la gran corte Neferseshemptah, y está representada en la mastaba de su
esposo. Como es la hija mayor del rey, no puede nacer de la misma madre
que Waatkhetethor y, por lo tanto, puede haber sido hija de la reina
Khuit.
·
Seshseshet también llamó a
Sheshti, "la hija del rey de su cuerpo", se casó con el guardián de
los adornos para la cabeza Shepsipuptah, y aparece en la mastaba de su marido.
·
Seshseshet con el hermoso
nombre de Merout, titulado "la hija mayor del rey", pero sin la
adición de "su cuerpo" y, por lo tanto, nació de una tercera, tal vez
una reina menor, y se casó con Ptahemhat.
·
Seshseshet, esposa de Remni,
"única compañera" y supervisora del departamento de guardias de
palacio.
·
Seshseshet, casado con
Pepyankh Senior de Meir.
·
La llamada "Reina de la
Pirámide del Oeste" en el cementerio del Rey Pepy I. La llaman
"la hija mayor de su cuerpo del rey" y la esposa de rey de Meryre (el
nombre de Pepy I). Por lo tanto, ella es la esposa de Pepi y sin duda su
media hermana. Como ella también es la hija mayor del rey, su madre debe
ser la cuarta reina de Teti.
Otra
posible hija es la princesa Inti.
Durante el
reinado de Teti, los altos funcionarios empezaron a construir monumentos
funerarios que rivalizaban con los del
faraón. Su visir, Mereruka, construyó
una tumba mastaba en Saqqara que consistía en 33 habitaciones
ricamente talladas, la tumba más grande conocida por un noble egipcio.
Esto se considera una señal de que la riqueza de Egipto se estaba transfiriendo
del tribunal central a los funcionarios, un proceso lento que culminó al final
del Antiguo Reino.
Manetón afirma
que Teti fue asesinado por sus guardaespaldas de palacio en un complot de
harén, pero pudo haber sido asesinado por el usurpador Userkare. Fue
enterrado en la necrópolis real en Saqqara. Su complejo
piramidal está asociado con las mastabas de los oficiales de su
reinado.
Durante el reinado de Teti siguieron en su cargo muchos
funcionarios y administradores del periodo de Unis. Teti otorgó por decreto
tierras en Abidos.
Varias inscripciones muestran que eximió a la región de impuestos,
probablemente a causa de las malas cosechas. Es el primer faraón conocido con
vínculos al culto de Hathor en Dendera. Durante el Imperio Medio y en la dinastía XIX, fue venerado con
el epíteto de «Teti, amado de Ptah». Nada se conoce de campañas
militares o posibles alianzas, aunque se estima que siguieron los contactos
diplomáticos con los territorios del norte y el sur. Ordenó realizar
extracciones en las minas sureñas e importar madera de Siria. Según Manetón,
fue asesinado por su guardia personal y enterrado en la necrópolis real de Saqqara.
Tal vez fue una conspiración urdida por Userkara,
el posible usurpador.
Teti y una de sus esposas
PIRAMIDE DE TETI
La pirámide de Teti, de 52 m de altura, está en ruinas. La
erigió a un centenar de metros del Complejo de Dyeser. Fue descubierta por Perry en 1839, y excavada posteriormente
por Auguste Mariette. En la
cámara están inscritos los Textos de las Pirámides, y se encontró un sarcófago sin decoración que contenía
el brazo de una momia, posiblemente del faraón.
Situada en la zona septentrional de Saqqara, la pirámide de Teti domina toda la zona, a su alrededor se encuentran algunas de las más grandes e importantes mastabas de Saqqara, como las de Mereruka y la de Kagemni.
Teti construyó su pirámide al noroeste de la pirámide de Dyeser,
su interior guarda un gran parecido con las pirámides de Pepi I y Merenre y
estas a su vez guardaban un gran parecido con la pirámide de Unas. Sus
dimensiones son de 79 m. de lado y 52,3 m. de altura. Al igual que las otras
dos pirámides su estado era semi ruinoso, muchas de las piedras del
revestimiento fueron reutilizadas para la construcción de edificios de El
Cairo. Solamente, los ladrones de piedra dejaron alguna muestra en el
revestimiento del lado este de la pirámide.
El primer egiptólogo que entró en la pirámide fue Auguste Mariette,
pero el quién la excavó fue James Quibell en 1907 y más tarde Philippe
Lauer y Pierre Leclant.
La entrada se encuentra situada en el lado norte de la pirámide,
de donde parte un corredor que desemboca en un vestíbulo o antecámara que como
en la mayoría de las pirámides va directamente al centro de la pirámide, hasta
la cámara del sarcófago. Al este y al oeste del vestíbulo hay unas puertas que
comunican con unas cámaras. En la cámara del lado este se
encontraron tres nichos que quizás guardasen estatuas del rey. La puerta del
oeste es la entrada a la cámara del sarcófago.
Las paredes de esta cámara están repletas de columnas verticales
de textos jeroglíficos, estos textos son conocidos como “Textos de lasPirámides”.
La cámara del sarcófago esta revestida de piedra procedente del
Wadi-Hammamat, en el desierto oriental, el sarcófago de basalto gris fue destrozada
por los ladrones, aunque la parte inferior está bien conservada, y se
encuentra decorada con inscripciones doradas (una banda de textos de las
pirámides).
La momia del rey no ha sido encontrada. Al pie del sarcófago, en
un foso de un metro de profundidad estaban los vasos canopos que guardaban los
órganos internos del rey.
En el lado norte de la entrada, había una pequeña capilla, cuyas
paredes estaban esculpidas en relieve y a la que se entraba por una puerta de
doble hoja.
El templo funerario estaba situado en el lado este de la pirámide,
aunque su estado es lastimoso, se puede ver que constaba de un gran patio
rodeado por columnas, con los restos de un altar de alabastro. Los ladrones de
piedras no solo se llevaron la piedra de la pirámide también se llevaron las
del templo, pero, entre sus ruinas se encontró una máscara de la momia, no hay
certeza si sería una máscara del rey (esta máscara se encuentra en el Museo del
Cairo).
El templo funerario estaba situado en el lado este de la pirámide,
aunque su estado es lastimoso, se puede ver que constaba de un gran patio
rodeado por columnas, con los restos de un altar de alabastro. Los ladrones de
piedras no solo se llevaron la piedra de la pirámide también se llevaron las
del templo, pero, entre sus ruinas se encontró una máscara de la momia, no hay
certeza si sería una máscara del rey (esta máscara se encuentra en el Museo del
Cairo).
Respecto al templo del valle y a la calzada que lo unía con el
templo funerario no se han encontrado pruebas de su ubicación.
En la arquitectura de este templo se abandona el estilo de
columnas de piedra en forma de palmeras y plantas. En su lugar se utilizan
columnas cuadradas, octogonales y poligonales.
En el noroeste del complejo se observan dos pirámides satélites
pertenecientes a las reinas Iput y Kuit, ambas esposas de Teti. Las pirámides
tenían sus propios recintos y se encontraban situadas: una al lado norte de la
pirámide del rey; la otra detrás de las mastabas de los funcionarios más
destacados del monarca. La pirámide de Iput fue en un principio una mastaba, su
hijo, Pepi I, la transformó en pirámide.
Los restos de la reina fueron encontrados en un ataúd de madera de
cedro en el interior de un sarcófago de piedra. A pesar de que los
ladrones habían entrado en la tumba y abierto el sarcófago, el esqueleto
de la reina estaba intacto y conservaba un brazalete de oro y fragmentos de un
collar. Junto al sarcófago fueron encontrados los vasos canopos.
Inscripción del sarcófago del faraón Teti (de la VI Dinastía,
2.323-2.291 a.C.), donde se aprecia perfectamente la identificación de la diosa
Nut con el ataúd, en el que puede leerse:
“Has sido dado a tu madre Nut en su nombre de sepultura;
Te ha envuelto y abrazado en su nombre de ataúd;
Has sido llevado a ella, en su nombre de tumba”.
* El Templo del valle y la Calzada no se han excavado.
* La pirámide de la madre del faraón Teti, hallada en el desierto
de Saqqara y excavada en 2008 por el arqueólogo Zahi Hawass, midió en su momento catorce metros de altura y
tenía una base de veintidós metros. Una estatua del faraón fue encontrada cerca
de la pirámide; actualmente se expone en el Museo Egipcio de El Cairo. Son de esta época las mastabas de Kagemni y Mereruka,
la más grande de Saqqara y profusamente decorada.
Userkara
wsr kȝ rˁ (Userkara)
Fuerte es el espíritu (Ka) de Ra
(Lista Real de Abidos nº 35)
Fuerte es el espíritu (Ka) de Ra
(Lista Real de Abidos nº 35)
Userkara (también Woserkare,
que significa "Poderoso es el alma de Ra") fue el segundo faraón
de la Sexta Dinastía, que reinó brevemente, de 1 a 5 años, desde fines del
siglo 24 hasta principios del siglo 23 a. La relación de Userkare con su
predecesor Teti y su sucesor Pepi I es desconocida y su
reinado sigue siendo enigmático. Aunque está atestiguado en fuentes
históricas, Userkare está completamente ausente de la tumba de los funcionarios
egipcios que vivieron durante su reinado. Además, el sacerdote
egipcio Manetón. Informes de que el antecesor de Userkare, Teti, fue
asesinado. Userkare es a menudo considerado como un usurpador de corta
duración. Alternativamente, puede haber sido un regente que gobernó
durante la infancia del hijo de Teti que más tarde ascendió al trono como Pepi
I.
Userkare
está presente en la Lista de Abydos King, una lista de reyes escrita
durante el reinado de Seti I (1290–1279 a.C) más de 1000 años después
de la temprana Dinastía Sexta. El cartucho de Userkare ocupa la 35ª
entrada de la lista, entre las de Teti y Pepi I, lo que lo convierte en
el segundo faraón de la dinastía. Userkare posiblemente también se
incluyó en el canon de Turín, una lista de reyes compuesta durante el
reinado de Ramsés II (1279-1213 a.C). Desafortunadamente, una
gran laguna afecta a la segunda línea de la cuarta columna del papiro
en la que se escribió la lista, el lugar donde se pudo encontrar el nombre de
Userkare.
Pocos
objetos que datan de la vida de Userkare han sobrevivido hasta el día de hoy,
las únicas declaraciones seguras contemporáneas con su reinado son sellos de
dos cilindros inscritos con su nombre y títulos y un mazo de cobre de
la colección Michaelides. El mazo lleva una pequeña inscripción que
da el nombre de un grupo de trabajadores "Amados de Userkare" que
provienen de Wadjet, el décimo nome del Alto Egipto, ubicado alrededor
de Tjebu, al sur de Asyut.
Posibles atestaciones
Los
egiptólogos franceses Michel Baud y Vassil Dobrev también han
propuesto que una cabeza de hacha de cobre descubierta
en Siria podría pertenecer a Userkare. El hacha lleva el nombre
de otra cuadrilla de trabajadores llamados "Amados de los Dos Halcones
Dorados", donde "Dos Halcones Dorados" es el nombre dorado
de Horus de un faraón. Aunque tanto Khufu como Sahure llevaban
este nombre y cualquiera de ellos puede ser el dueño del hacha, Baud y
Dobrev notan que los nombres del horus dorado de Teti y Pepi son "Halcón
dorado que se une" y "Tres halcones dorados",
respectivamente. Por lo tanto, es tentador concluir que Userkare era
"Dos halcones dorados".
El
egiptólogo inglés Flinders Petrie identificó tentativamente Userkare
con un rey llamado Ity atestiguado por una sola inscripción de roca encontrada
en el Wadi Hammamat. La inscripción, que data del primer año de
reinado de Ity, menciona una banda de 200 marineros y 200 albañiles bajo la
dirección de los supervisores Ihyemsaf e Irenakhet enviados al Wadi
Hammamat para recoger piedras para la construcción de la pirámide de Ity
llamada "Bau Ity", que significa "Gloria de
Ity". La identificación de Petrie de Userkare con Ity se basa
únicamente en su estimación de la inscripción a la Sexta Dinastía y en el hecho
de que Userkare es el único rey de este período cuyo título completo no se
conoce. Actualmente, esta identificación se considera conjetural y
se han propuesto varias fechas para el Primer Período Intermedio para
Ity.
Al sur de Saqqara Piedra
Además de
las fuentes históricas y contemporáneas, los detalles sobre el reinado de
Userkare se dieron una vez en la casi contemporánea Piedra Saqqara del
Sur, un aniversario real de la Sexta Dinastía que data del reinado de Merenre
Nemtyemsaf I o Pepi II. Desafortunadamente, aproximadamente el
92% del texto original se perdió cuando la piedra se pulió aproximadamente
para reutilizarla como una tapa de sarcófago, posiblemente en
el primer Intermedio tardío (c. 2160–2055 a.C) hasta
el Reino Medio temprano período (c. 2055-1650 a.C).
No obstante, la presencia de Userkare en el anal puede inferirse de un gran
espacio entre las secciones relativas a los reinados de Teti y Pepi I, así como
de las huellas de una titularidad real en este espacio. Aunque el
texto que informa las actividades de Userkare se ha perdido, su extensión
sugiere que Userkare gobernó Egipto durante cuatro o menos dos años.
Dada la
escasez de documentos relacionados con Userkare, sus relaciones con su
predecesor y sucesor son en gran medida inciertas y los egiptólogos han
propuesto varias hipótesis sobre su identidad y su reinado. Estos caen en
dos escenarios contradictorios: uno que ve a Userkare como un gobernante o
regente legítimo, mientras que el otro percibe a Userkare como un
usurpador, posiblemente responsable del asesinato de su antecesor Teti.
El
Egiptologista William Stevenson Smith, William C.
Hayes y Nicolas Grimal creen que Userkara brevemente gobernó
Egipto ya sea como una regla provisional legítima o como Regente con la
reina Iput I. De hecho, el hijo de Teti, Pepi I, reinó durante unos
50 años, lo que indica que probablemente era muy joven en la muerte de su
padre, probablemente demasiado joven para asumir el trono de inmediato.
La teoría de que Userkare era simplemente un regente es rechazada por muchos
egiptólogos, incluido Naguib Kanawati, sobre la base de que Userkare se
menciona en las listas de los reyes de Turín y Abydos y tiene plena titularidad
real, algo reservado exclusivamente a los faraones reinantes.
En apoyo de
la hipótesis de que Userkare fue un legítimo gobernante provisional, Grimal
destaca que está bien documentado por fuentes históricas y contemporáneas, en
particular la Piedra Saqqara. Esto parece contradecir la idea de que,
siendo ilegítimo, fue víctima de un Damnatio memoriae por su sucesor
Pepi. Además, no hay evidencia directa de dificultades asociadas con el
ascenso de Pepi I al trono en el registro arqueológico, lo que uno podría
esperar si Userkare fuera un usurpador.
Como usurpador del trono
El
sacerdote egipcio Manetón, quien escribió una historia de Egipto,
la Aegyptiaca, en el siglo III a.C durante el reinado de Ptolomeo II (283–246
a.C), menciona que Othoes, el nombre helenizado de Teti, fue
asesinado por sus guardaespaldas o sus ayudantes. Sobre la base de esta
declaración, los egiptólogos encontraron plausible que Userkare participara o
al menos se beneficiara del asesinato de Teti, a pesar de la ausencia de
Userkare de la Aegyptiaca. El nombre de Userkare es teofórico e
incorpora el nombre del dios sol Ra, una moda de denominación común
durante la Quinta Dinastía precedente. Como Teti no era hijo del
último rey de la Quinta Dinastía Unas, algunos egiptólogos han propuesto
que Userkare podría haber sido descendiente de una rama lateral de la familia
real de la Quinta Dinastía que tomó el poder brevemente en un golpe de estado.
El
egiptólogo egipcio-australiano Naguib Kanawati también encuentra la
hipótesis de que Userkare fue un gobernante legítimo de corta duración o
"no convincente". De hecho, la evidencia arqueológica da crédito
a la idea de que Userkare era ilegítimo a los ojos de su sucesor Pepi I. En
particular, no se menciona a Userkare en las tumbas y biografías de los muchos
oficiales egipcios que sirvieron bajo Teti y Pepi I. Los visires Inumin y
Khentika, que sirvieron tanto a Teti como a Pepi I, guardan silencio sobre
Userkare y ninguna de sus actividades durante el tiempo de Userkare en el trono
se reporta en su tumba. Además, la tumba de Mehi, un guardia que vivía bajo
Teti, Userkare y Pepi, produjo una inscripción que mostraba que el nombre de
Teti primero fue borrado para ser reemplazado por el de otro rey, cuyo nombre
fue borrado y reemplazado de nuevo por el de Teti. Kanawati argumenta que
el nombre que intervino fue el de Userkare a quien Mehi puede haber transferido
su lealtad. El intento de Mehi de volver a Teti fue aparentemente
infructuoso, ya que hay evidencia de que el trabajo en su tumba se detuvo
abruptamente y que nunca fue enterrado allí.
Tumba La
ubicación de la tumba de Userkare aún no se ha identificado. La brevedad
de su reinado implica que la tumba probablemente no estaba terminada en su
muerte, lo que dificulta la identificación moderna. Dado que Userkare era
un faraón de la Sexta Dinastía, su tumba fue probablemente planeada como una
pirámide. Una posible vindicación de esta hipótesis es el mazo de cobre
que menciona a un equipo de trabajadores remunerados del nome de
Wadjet. Es probable que estos trabajadores estuvieran involucrados en un
importante proyecto de construcción, que probablemente sea la pirámide de
Userkare.
Se han
expuesto dos hipótesis para la ubicación de la pirámide de Userkare. El egiptólogo
Vassil Dobrev propuso que la pirámide de Userkara se encuentra en el área de
Saqqara sur conocida hoy en día como Tabbet al-Guesh, al noroeste del complejo
funerario de Pepi I. De hecho, allí se encuentra una gran necrópolis de
funcionarios de la administración de la Sexta Dinastía, que, según Dobrev,
alude a la presencia cercana de una pirámide real. El astrofísico Giulio
Magli cree que la pirámide de Userkare se encuentra a medio camino entre
las de Pepi I y Merenre Nemtyemsaf I, en un lugar que haría que las tres
pirámides formen una línea paralela a la formada por las pirámides de Sekhemkhet, Unas, Djoser, Userkaf y Teti al
Norte.
Pepy I - 2343-2297 a.C.
mr y tȝ.wy (Merytauy)
Al que aman las Dos Tierras (Egipto)
Al que aman las Dos Tierras (Egipto)
mr y ḫ t (Meryjet)
De cuerpo amado
De cuerpo amado
bỉkw nb (biku nub)
Horus de Oro
Horus de Oro
Amado de Ra
(L R Abidos nº 36)
p p y (Pepy)
Pepy, hijo de Ra
(L R Saqqara nº 34)
Pepy, hijo de Ra
(L R Saqqara nº 34)
(Ppy) Tercer rey
de la VI dinastía egipcia, hijo de Teti
y de Ipuet. Su primer nombre de
trono fue Neferdjahor que el rey más tarde alterado
para Meryre que significa "amado de Rê".
Tras el posible asesinato de su padre y siendo Pepy I menor de
edad se ignora cómo pudo acceder al trono.
Se ha supuesto que pudo haberlo compartido con Userkare -a quien había sucedido- o que
durante su minoría de edad habría sido regente la reina Ipuet, contando incluso
-según algunos- con la ayuda de Userkare. Pepy I, cuyos nombres Horus y Sa
Ra fueron respectivamente los de Merytauy y Pepy, había adoptado
primeramente como nombre neswt bity el de Nefersahor, para después
cambiarlo por el de Meryre (coincidiendo con una de sus Fiestas Sed).
Aunque el Papiro real de Turín asigna a Pepy I veinte años de
reinado -cifra, sin lugar a dudas, errónea-, tal rey hubo de gobernar al menos
casi 50 años, cifra coincidente con la facilitada por Manetón, que le atribuye
53 años de reinado y le llama Phiops. De los primeros años del gobierno de Pepy
I nada se conoce. Hechos perfectamente datados se sitúan en sus años de reinado
18, 21, 25, 36 y 42.
Entre ellos caben destacarse los censos bianuales, la celebración
de una Fiesta Sed, el proceso que se siguió contra su primera esposa -de nombre
Imates, según algunos-, culpable de
conspiración, y sus posteriores matrimonios con dos hermanas -llamadas ambas Ankhnesmeryre.
(Ankh-n.s-mry-Ra) Reina de Egipto y Segunda esposa de Pepy
I, tercer rey de la VI dinastía, con quien casó tras repudiar aquel a su
primera esposa, de nombre desconocido. Ankhnesmeryre I fue hija de un
influyente personaje provinciano, originario de Abidos, llamado Khui y que no era de sangre real, y de
su esposa Nebet, sacerdotisa y
creída por algunos egiptólogos de origen principesco. A fin de no registrar el
nombre de la esposa repudiada, a Ankhnesmeryre I se le atribuyó la maternidad
de Merenre I, que luego sería rey y
que casaría con la princesa Neit,
hija también de Pepy I y de Ankhnesmeryre
II, hermana de ella misma. La estela de su hermano Djau, más tarde Visir,
localizada en Abidos y hoy en el Museo de El Cairo, en la que Ankhnesmeryre I
aparece junto a su hermana, de igual nombre, permite conocer algunos datos
sobre tal reina. Otras referencias de Ankhnesmeryre I son conocidas gracias a
un Decreto de Abidos, en favor de la estatua de Pepy II, y a una inscripción fragmentada, hoy perdida. Con toda
probabilidad, su tumba ha de ser una de las tres tumbas de reinas (pirámides
satélites) halladas en 1989 en el complejo funerario de Pepy I en Saqqara.
(Ankh-n.s-mry-Ra) Hermana de Ankhnesmeryre I y tercera esposa de Pepy I. Del matrimonio de Pepy
I y Ankhnesmeryre II nació Pepy II (llamado Phiops por Manetón),
que más tarde sería rey y que casaría con su hermana Neit, tras enviudar ésta de su hermanastro Merenre I. Una estela, localizada en la tumba de su hermano Djau,
en Abidos, y hoy conservada en el Museo de El Cairo, informa de algunos
particulares de las dos Ankhnesmeryre. Tenemos también referencia de esta reina
en una estela rupestre del Sinaí; su nombre figura asimismo en un Edicto,
grabado sobre un bloque de caliza de Saqqara, alusivo a su propio culto al lado
de Neit. De Ankhnesmeryre II poseemos una estatua que la representa teniendo en
sus rodillas al joven Pepy II, hoy en el Museo de Brooklyn. Su tumba sería una
de las tres tumbas de reinas (pirámides satélites) del complejo funerario de
Pepy I, existente en Saqqara, halladas en 1989.
La política interna de Pepy I, que reformó bastantes aspectos de
la administración, se caracterizó por un deseo pacificador, reflejado en su
propio nombre Horus, Merytauy ("El
amado de las Dos Tierras"); su matrimonio con dos mujeres que no eran de
sangre real directa era señal de la importancia que las provincias habían
alcanzado frente a una monarquía que se debilitaba. Pepy I construyó numerosos
templos y santuarios en distintos lugares del país, entre ellos, Tanis,
Bubastis, Heliópolis, Abidos, Dendera, Hieracónpolis, Edfú y Elefantina;
asimismo, efectuó algunos decretos de exención de impuestos a determinados
templos (casos de un Decreto de Coptos en relación con la capilla de la reina Ipuet
y de otro de Dashur conectado con la pirámide de Esnefru) y ordenó expediciones
militares y comerciales (de las que hay diferentes pruebas arqueológicas y
documentales) al Uadi Hamma- mat, Sinaí y Nubia.
Con la franja costera de Fenicia continuó los tradicionales
contactos comerciales (materiales egipcios de Biblos) y estableció nuevas
relaciones con la lejana Ebla (tapa de alabastro con el nombre de Pepy I) y con
otros puntos del Próximo Oriente, si bien la penetración de nómadas en
Palestina dificultaron las mismas. Sin embargo, pudo efectuar un avance por
tierras asiáticas gracias a las cinco campañas dirigidas por el gobernador del
Alto Egipto y Amigo Único, llamado Uni,
según se sabe por la autobiografía que este importante personaje mandó grabar en
su mastaba de Abidos.
Su pirámide se encuentra en Saqqara Sur, en la cámara sepulcral se
grabaron los Textos de las Pirámides.
Capillas (Hut-ka) en Bubastis, Tanis, Abidos, Dendera y Coptos.
Complejo funerario (Mennefer-Pepy)
Pepi I, se encontró, cuando
fue a construir su pirámide, que el espacio en Saqqara Norte, tras la
construcción del recinto de su padre Teti estaba muy limitado, por lo que
trasladó la construcción a una zona cercana al poblado de Saqqara, al norte de
la pirámide de Izezi. La pirámide conocida como "La pirámide asentada y
bella" (Mennefer-Pepi) dio origen al nombre Menfis.
Actualmente la pirámide está
reducida a un montón de escombros. La pirámide era una copia de la de Teti, en
distribución y dimensiones (L = 78.5 m h = 52.5 m a = 53º 7' 48'').
Contiene gran cantidad de textos en todas las paredes excepto en el serdab,
grabados con jeroglíficos verdes sobre calcárea blanca. En la cámara funeraria
se encontró uno de los vasos canopos destinados a guardar las vísceras
del rey, que actualmente ha desaparecido.
Una capilla
del norte estuvo una vez sobre el corredor de entrada en la cara norte de la
pirámide. La entrada conduce a un corredor descendente construido de
piedra caliza. Este corredor descendente termina en un vestíbulo que
conduce al paso horizontal. A medio camino a lo largo del pasaje
horizontal se encuentra la barrera principal de tres portcullises de granito
rosa. El corredor se refuerza aún más con granito en tres lugares.
La disposición de las cámaras en la pirámide de Pepi I es la misma que las de
las pirámides de su predecesor: la antecámara se asienta sobre el eje
vertical de la pirámide, con una habitación que contiene tres huecos,
llamada serdab, a su al este, y la cámara funeraria a su oeste. Las
cámaras de ante y entierro tenían a dos aguas, los techos hechos de
bloques de piedra caliza establecen tres capas de profundidad con dieciséis
bloques para cada capa. Se estima que los techos tienen un peso de
alrededor de cinco mil toneladas.
El techo
estaba pintado con estrellas blancas, orientadas hacia el oeste, sobre un fondo
negro. Se encontró un sarcófago en la pared oeste de la cámara
funeraria; aunque el examen indica que este fue un sarcófago sustituto, no
el original. El arqueólogo Audran Labrousse sugiere que el
original se dañó durante el transporte o contenía fallas que se revelaron en la
piedra utilizada. La "Misión Saqqara Arqueológica Francesa"
(MAFS, por sus siglas en inglés) hizo un descubrimiento extraño al realizar un
trabajo de restauración en la cámara: un cofre canópico de granito rosa,
hundido en un nicho al pie del sarcófago, junto con un manojo de vísceras, una
vez dentro de un frasco de alabastro y que conserva su forma, se presume que
pertenece al rey. La procedencia de un fragmento de momia y envolturas de
lino fino encontradas en la cámara de entierro son desconocidas, pero se cree
que pertenecen a Pepi I. Otros componentes del equipo de entierro encontrado en
la cámara son: fragmentos de vasos canópicos hechos de alabastro amarillento; una
sandalia hecha de madera rojiza, posiblemente sicómoro; un pequeño
cuchillo de pedernal; un poco de ropa de cama y un fragmento de lino
con la inscripción "Lino para el rey del Alto y Bajo Egipto, que viva para
siempre".
Las paredes
de la antecámara, la cámara funeraria y el pasillo de Pepi I estaban inscritas
con columnas verticales de texto jeroglífico pintado de verde. Los textos
del corredor en la pirámide de Pepi I son los más extensos, cubriendo todo el
pasaje horizontal, el vestíbulo e incluso una sección del corredor
descendente. El serdab se dejó sin inscribir, como lo
había estado en la pirámide de Unas y Teti.
Textos de la pirámide de Pepi I
Los Textos
de las Pirámides aparecieron originalmente en la Pirámide de Unas al
final de la Quinta Dinastía, y luego la tradición continuó en las
pirámides de los reyes y reinas de la Dinastía Sexta
a Octava, hasta el final del Reino Antiguo. Los textos en la
pirámide de Pepi I, que comprenden 2.263 columnas y líneas de texto, son el más
extenso de los textos del Antiguo Reino. Aunque la tradición de escribir
textos en pirámide había comenzado en la pirámide de Unas, se
descubrieron originalmente en la pirámide de Pepi I en 1880.
La antigua
creencia egipcia sostenía que el individuo constaba de tres partes
básicas; El cuerpo, el ka y el ba. Cuando la
persona moría, el ka se separaba del cuerpo y regresaba a los dioses
de donde había venido, mientras el ba permanecía con el cuerpo.
El cuerpo del individuo, enterrado en la cámara funeraria, nunca fue abandonado
físicamente; pero el ba, despertado, se soltó del cuerpo y comenzó
su viaje hacia una nueva vida. Significativo para este viaje fue
el Akhet: el horizonte, una unión entre la tierra, el cielo y el Duat.
Para los antiguos egipcios, el Akhet era el lugar desde donde salía el sol, y
así simbolizaba un lugar de nacimiento o resurrección. En los
textos, el rey está llamado a transformarse en un akh en el
Akhet. El akh, literalmente "ser efectivo", fue la forma
resucitada del fallecido, se logró a través de la acción individual
y el desempeño ritual. Si el fallecido no pudo completar la
transformación, se convirtió en mutu, que es "el
muerto". La función de los textos, en congruencia con toda la literatura
funeraria, era permitir la reunión de los ba y ka de los
gobernantes que llevan a la transformación en un akh, y
asegurar la vida eterna entre los dioses en el cielo.
El complejo funerario estaba
rodeado de un muro de 6.7 metros de altura decorado con jeroglíficos. El
recinto incluye pirámides pertenecientes a las reinas Anjenesmerira (La
mayor y la Joven). Todas son una copia reducida de la pirámide de Pepi I.
La primera medía unos 21 metros de lado y de altura y está situada al sur del
recinto. Pertenecía a la reina Nubunet y su sarcófago se encontró totalmente
destruido en la cámara funeraria. La pirámide no tiene nada excepcional y sigue
una distribución clásica. La segunda, descubierta en 1989 parece ser idéntica a
la anterior en dimensiones y distribución. La tercera pirámide, con la misma
distribución y dimensiones que las otras 2 (excepto la cámara funeraria que es
de menor tamaño), fue construida de manera menos cuidadosa. La parte interior
del templo funerario se realizó en ladrillo. En el serdab de esta
tercera pirámide se encontraron restos de un collar de bronce, un vaso también
de bronce y una sandalia de madera. Existen restos de una cuarta pirámide
atribuida a la reina Meritites II.
En el interior fue encontrado uno de los vasos canopes, con las
vísceras del rey. Desgraciadamente hoy día ha desaparecido.
Ha sido una de las pirámides que más daño ha sufrido por los
saqueadores de piedras.
Templo funerario
El templo
funerario ha sido severamente dañado por ladrones de piedra que cosecharon la
piedra caliza utilizada en la construcción para la producción de cal. Un
ladrón de cal había sido instalado incluso por los ladrones en los terrenos del
templo. A pesar del estado del templo, el trabajo arqueológico de MAFS ha
permitido comprender mejor el plan y las características del templo. El
templo fue diseñado de acuerdo con un plan estándar que es casi
exactamente igual a los templos de Djedkare Isesi, Unas y Teti.
El templo
tenía un vestíbulo de entrada que daba a un patio de columnas
abiertas. Estos estaban flanqueados por revistas de
almacenamiento. El templo interior contenía una capilla con cinco nichos
de estatua. También contenía una sala de ofrendas y otras cámaras
centrales. Se descubrieron estatuas de piedra caliza de cautivos
arrodillados con las manos atadas a la espalda en la sección
suroeste del templo interior, donde se planeaba arrojarlas al horno de
cal. Las estatuas se rompieron en el cuello y la cintura. El
egiptólogo Miroslav Verner afirma que estas estatuas una vez se
alinearon en un patio abierto de columnas, y posiblemente también en el
vestíbulo, donde sirvieron para protegerse de cualquiera que amenazara la
tumba. El arquitecto Jean-Phillipe Lauer postula que las estatuas una vez se
alinearon en la calzada que representa a las personas subyugadas del norte y
del sur. El egiptólogo Richard Wilkinson señala que la ubicación original
de estas estatuas es desconocida.
El antichambre
carée en el templo de Pepi I ha sido destruido casi totalmente, aunque una
puerta de entrada en su lado este se ha identificado sobre la base de restos de
granito. La sala originalmente tenía un techo de 6.29 m (20.6 pies; 12.00
pies) de altura. Los descubrimientos dentro de la sala incluyen secciones
de pavimento junto con la base de la columna central que permanece in
situ en el centro de la cámara. La columna de granito típica había
sido reemplazada por un pilar octagonal. Labrousse recolectó fragmentos
del relieve, que están pendientes de publicación pero que Jean Leclant describe
con motivos como los que se encuentran en la cámara de Pepi II.
Templo del valle, calzada, pirámide de culto y
pueblo de pirámide
El templo
del valle, la ciudad piramidal y la calzada, a excepción de unos pocos metros
cerca del templo funerario, aún no han sido excavados. La pirámide de
culto está en un mejor estado de conservación que el templo
funerario. Fragmentos de estatuas, estelas y tablas de ofrendas indican la
continuación del culto funerario en el Reino Medio. A pesar de esto, la
pirámide se estaba arruinando por el Nuevo Reino.
El
recinto sagrado del complejo de Faraón tradicionalmente abarca las tumbas de
las esposas y niños que de este modo gozan de la protección real. Lógicamente
entonces, se han hallado, datadas de la época de Pepi I, las tumbas de la reina
Inenek/Inti, primera esposa real que
haya ostentado el título de visir, de la reina Nubunet y del príncipe
Horneterirkhet, hijos de una tercera esposa, la reina Mehaa cuya tumba sigue siendo desconocida. Quizá también una
pirámide anónima que podría pertenecer a otro príncipe.
Pirámides de la reina
Los
hallazgos más significativos en el complejo de Pepi I son las pirámides de las
reinas. A partir de 2017, se han descubierto un total de nueve pirámides
en un área al suroeste de la pirámide de Pepi I. Estas pirámides
pertenecen a: Nebuunet, Inenek-Inti, Meritites
IV, Ankhesenpepi II y Ankhesenpepi III, Mehaa con una
tumba de su hijo Hornetjerikhet al
norte, Behenu, Reherichefnakht y una anónima.
Pirámide de Nebuunet
Nebuunet
fue una de las esposas de Pepi I, enterrada en una pirámide adyacente a la
suya. El complejo es el más oriental descubierto hasta ahora, con una
pirámide en ruinas y un pequeño templo funerario. Su pirámide, construida
a partir de piedra caliza, tenía una longitud de base de unos 20 m (66
pies; 38 cu). La entrada de la pirámide se colocó en el pavimento de la
capilla del norte. La entrada conducía a un corredor descendente que
pasaba a un pasaje horizontal a través de un vestíbulo falso. Un único
portcullis de granito custodiaba la cámara funeraria, que estaba ubicada al sur
del eje vertical de la pirámide. La subestructura tenía la misma disposición
que la pirámide de Inenek-Inti, con la distinción de que su sarcófago estaba
hecho de granito rosa, en lugar de greywacke. Al este de la cámara funeraria
estaba el serdab que contenía fragmentos de equipo funerario que
incluía un peso de madera cilíndrico y madera modelada en plumas de avestruz,
potencialmente las plumas de Maat.
Una vez se
ingresó al complejo por una puerta de piedra caliza que daba a la pirámide de
Pepi I. La puerta estaba casi totalmente ensamblada a partir de
componentes que se habían redescubierto. Cada jamba de la puerta tiene una
imagen completa de la reina que la representa como una mujer esbelta, con una
peluca que enmarca su rostro, equipada con una vaina y un collar grande que
cuelga alrededor de su cuello. En una mano sostiene una flor de loto que
respira su aroma, mientras que la otra se queda atrás. Su nombre y título
están inscritos en las jambas de la puerta: "la esposa del rey, su amada,
Nebuunet" (traducido del francés: l'épouse du roi, son aimée,
Noubounet). En la parte superior de la jamba, debajo del jeroglífico por
el cielo, un halcón real con alas extendidas agarra un ankh que lo apunta a un
cartucho que lleva el nombre de Pepi, que es parte de una unidad de tres
columnas de texto.
La puerta
de piedra caliza del complejo conduce a una antecámara desde donde se puede
acceder al patio que rodea la pirámide y a un pequeño templo funerario de la
cara este de la pirámide. El templo está en ruinas completas, a excepción
de la sala de ofrendas y una sección de pared de aproximadamente 1 m de
espesor, que se han conservado mejor. Había una capilla con tres
nichos al norte de la sala de ofrendas. Dentro de la sala, fragmentos de
esculturas que representaban a la reina en un podio con leones frente a una
diosa con un cetro era el signo ankh. Se ha
conservado muy poco de la decoración en relieve del templo.
Pirámide de Inenek-Inti
Inenek-Inti
fue una de las esposas de Pepi I, enterrada en una pirámide adyacente a la
suya. La pirámide tenía una longitud de base de 21 m, convergiendo hacia
el vértice en una proporción de 1/2. El área base de la pirámide de
Inenek-Inti es, por lo tanto, 1/14 de la pirámide de Pepi, y su volumen
1/10. En contraste, tanto su pirámide como su templo funerario son más
grandes que los que pertenecen a Nebuunet al este. La pirámide de
Inenek-Inti está encerrada en un muro perimetral de 1,5 m de
espesor.
La entrada
a la pirámide se obtiene más allá de una pequeña capilla de entrada en su cara
norte. La entrada conduce a un corto pasaje descendente que termina en un
vestíbulo que se abre hacia el corredor principal. El corredor,
custodiado por un único portcullis de granito, conduce hacia la cámara
funeraria bajo el eje vertical de la pirámide. Al este de la cámara
funeraria hay un pequeño almacén, y en el lado oeste de la cámara hay un
sarcófago de Greywacke. La cámara está en ruinas, y solo se han
conservado fragmentos de equipo funerario: piezas de herrajes de piedra en
varios colores, recipientes con cubiertas de piedra caliza para proteger las
disposiciones funerarias.
Complejo funenario de Inenet-Inti
El templo
funerario del complejo es estrecho y se extiende a lo largo de los lados norte,
este y sur de la pirámide. Dos pilares de granito que miran hacia el
norte hacia la pirámide del rey sirven de puerta al templo. Los pilares
están grabados con el nombre de Inenek-Inti, y se representa a la reina sentada
respirando el aroma de una flor de loto. Dos obeliscos de piedra caliza
gris están presentes aquí, que representan a la reina en pie. Estos
también están grabados con su nombre, uno con Inenek y otro con Inti, pero
también llevan sus títulos. El templo exterior consiste en una sala
y un patio con columnas en el noreste. Al sur del patio, en la
cara este, estaban la sala de ofrendas y una sala que contenía tres nichos por
tener estatuas. Un grupo de almacenes flanqueaba estos en el norte y
el sur. En la esquina sureste, había una pequeña pirámide de culto.
Esta pirámide de satélite tenía una longitud de base de 6 m.
Pirámide occidental
La
identidad del propietario de esta pirámide se conserva en un obelisco frente a
su pirámide solo como "la hija mayor del rey". Esta fue la
primera pirámide desenterrada por MAFS en 1988. La pirámide tenía una
longitud de base de alrededor de 20 m, la misma que la de Nebuunet, y las
ruinas son una miseria 3 m de altura. La entrada a la subestructura
se gana en la cara norte. La cámara funeraria está ubicada debajo del eje
vertical de la pirámide. La ubicación del serdab es inusual, ya
que se encuentra al sur de la cámara funeraria en lugar de al este. Se
encontraron restos sustanciales de equipo funerario en el interior, pero ningún
nombre: pesas de madera y plumas de avestruz, anzuelos de cobre y
recipientes de arcilla cocida. Tiene un templo funerario construido
apresuradamente, con una sala de ofrendas y una sala con dos nichos de
estatuas. Los fragmentos de relieves descubiertos son escenas de
procesiones y propiedades, junto con un cartucho incompleto con el nombre de
Pepi I.
Por fin, más asombroso, al final del Primer Período Intermedio un
simple particular, Reherichefnakht,
jefe de los selladores, quien probablemente vivía en los últimos días de la 11ª
dinastía (o a comienzos de la 12ª), viene a insertar su propio monumento
funerario con forma de pirámide dentro de la necrópolis real.
Poco a poco, pudo ponerse en evidencia una verdadera preocupación de
urbanismo: delimitada por un recinto amurallado general, la necrópolis real
consta de una cuadrícula de calles que delimitan concesiones, con una primera
hilera directamente al Sur y al Oeste del monumento del rey Pepi I. Una segunda
serie de concesiones se extiende más allá de la primera, hasta el recinto
amurallado general. Todo se hace para y por Faraón: orientadas hacia la
pirámide de Pepi I, las puertas de entrada de los monumentos afirman un vínculo
simbólico con el rey difunto.
La historia de la familia real se ha visto considerablemente
enriquecida: hasta estos últimos descubrimientos, ¿a quién se conocía como
esposa de Pepi I? Una reina escandalosa, comprometida en una conspiración de
harem y cuyo nombre ha desaparecido; dos hermanas o hermanastras, hijas de un
notable de la región de Abidos, llevando ambas el mismo nombre «Ânkhnes Pepi»
formado sobre el del rey con quien iban a contraer enlace. A ellas vinieron a
añadirse las reinas Inenek/Inti, Nubunet, Sebutet, Méehaa, una reina todavía
anónima «hija mayor del rey» así como el primogénito del rey Horneterikhet y un
príncipe todavía anónimo. A las esposas antes conocidas de Pepi II, Neit, Iput
II y Udjebten, hoy pueden añadirse las reinas Ânkhnes Pepi III y quizá Meretites
II.
Más tarde, dará testimonio del saqueo de la necrópolis el incendio del
templo de Pepi I. Por último, la rehabilitación de la necrópolis, al final del
Primer Período Intermedio, se traduce en la construcción de la pirámide de
Reherichefnakht, que no dudará en reutilizar en su pirámide monumentos consagrados
al culto de las reinas, ya abandonado. Sólo el culto real retomará vigencia:
con la reorganización del país, será instituido el culto de los reyes
antepasados bajo el impulso de los faraones del Imperio Medio, como lo
atestigua el material de culto dejado por los sacerdotes en el templo de Pepi
I.
De Pepy I se conservan
una figura de bronce, de tamaño natural, encontrada en Hieracónpolis, una
figura sedente, de alabastro, y otra que lo figura como oferente, de rodillas,
labrada en esquisto, así como una cabeza, también del mismo material.
Estatua de cobre del Faraón Pepy I,
es una escultura que fue elaborada en época del Imperio Antiguo de Egipto,
durante la Dinastía VI de Egipto y está considerada la mas antigua de las
escultura realizadas en metal en toda la historia.
La estatua fue hallada en un santuario de Hieracómpolis, desde el periodo
Predinástico capital del Alto Egipto y de ella partió Narmer para lograr la
unificación de las Dos Tierras (Egipto). Durante el Imperio Nuevo la
capital pasó a Eileithyaspolis (El Kab).
Estatuilla del faraón
Pepi I arrodillado
Presenta al faraón arrodillado portando una vasija de libación en
cada mano. En esta escultura, perfectamente conservada, las extremidades
superiores se encuentran totalmente liberadas de sus rellenos de piedra y la
postura que adopta el monarca constituye un nuevo modelo que pervivirá con
éxito dentro de la estatuaria faraónica.
Es de gran interés histórico una inscripción rupestre del Uadi Maghara (Sinaí)
en la que el rey se halla representado por dos veces: en una matando a un
asiático y en la otra, tocado con la corona roja, ejecutando un ritual de la
Fiesta Sed.
Merenra
I - Nemtyemsaf I
ˁnḫ ḫˁ w (Anjjau)
Aparición vivente
Aparición vivente
ˁnḫ ḫˁ w (Anjjau)
Aparición vivente
Aparición vivente
bỉk.wy nb (bikuy nub)
Dos Horus de Oro
Dos Horus de Oro
mr n rˁ (Merenra)
Predilecto de Ra
(L R Abidos nº 37) (L R Saqqara nº 35)
Predilecto de Ra
(L R Abidos nº 37) (L R Saqqara nº 35)
nmty m sȝ f (Nemtyemsaf)
Nemty es su protección
Nemty es su protección
Él fue el cuarto rey de la dinastía VI. (2283 - 2278 aC) - "Amado de Re".
Merenre era un hijo de Pepi I y Ankhesenpepi I, y nieto de la
mujer y su visir Nebet Khui cónyuge.
Mientras Merenre Nemtyemsaf se creía haber servido como un breve
co-regente a su padre que Pepi Meryre antes de pronunciarse por derecho propio,
la publicación del documento sur de Saqqara Stone anales en 1995 por Vassil
Dobrev y Michel Baud muestra que Merenre directamente logrado su padre en el
poder sin interregno o corregencia. El documento dañado conserva el récord del
último año de Pepi I - 25 y su conde procede inmediatamente a la cuenta el
primer año de Merenre.
Merenre compartida fascinación de su padre con Nubia y continuó
explorando profundamente en la región. También comenzó un proceso de
consolidación real, designando Weni como el primer gobernador de todo el Alto
Egipto y ampliar el poder de varios otros gobernadores. Aunque se suponía que
había muerto a una edad temprana, los recientes descubrimientos arqueológicos
descartar esta teoría.
Inició un proceso de consolidación de la monarquía designando a Ueni
como primer gobernador del Alto Egipto y ampliando el poder de varios
gobernadores. Compartió con su padre la fascinación por Kush y continuó
explorando la región con gran interés.
Se pensaba que habría muerto joven pero recientes descubrimientos
arqueológicos desmienten esta teoría. Dos objetos de su época muestran que su
reinado duró más de una década. Su décimo año, después del quinto censo (si son
bianuales), está refrendado en una inscripción de la cantera de Hatnub
(Inscripción nº 6, según Anthony Spalinger). El documento recientemente
publicado de la Piedra del sur de Saqqara, con anales del reinado de
Pepy II, ratifica un reinado mínimo de once a trece años.
Esta estatua de cobre, que se encuentra con una estatua de cobre
más grande de Pepi I, desde hace mucho tiempo se ha supuesto que era de Merenre
joven. Se cree que son las más antiguas, estatuas de cobre grandes jamás
encontradas, pero algunos cuestionan ahora si la estatua del niño es en
realidad la de Merenre, o más bien un joven Pepi II.
La estatua de cobre más pequeña de
Merenre o Pepi I
Los sellos reales y los bloques de piedra que se encuentran en
Saqqara demuestran que la tía de Merenre, la reina Ankhesenpepi II, era la esposa de Pepi I. Los bloques de piedra que
se encuentran en el sur de Saqqara muestran el reinado de Merenre entre Pepi I y II y se
prolongó durante un mínimo de poco más de una década, de manera indirecta
indica que Merenre que era en realidad el padre de Pepi II, en lugar de Pepi I,
como se suponía tradicionalmente. La hija de Merenre era Ankhesenpepi III, la futura esposa de Pepi II.
Su madre era Ankhnesmerire I (Ankhesenpepi I), quien, junto con su
hermana menor con el mismo nombre, se casó con Pepi I en la última parte de su
reinado. Labrousse, que está excavando en el sur de Saqqara con un equipo,
donde se encuentra la pirámide Merenre, ahora cree que Ankhnesmerire II
(Ankhesenpepi II), se casó con Merenre. Ella era una difunta esposa de Pepi I,
padre de Merenre.
Merenre puede haber servido como corregente de su padre durante
unos años antes de la muerte de Pepi I. Uni (Weni?), Que había trabajado bajo
Pepi I, continuó haciendo con su hijo en expediciones, y egobernando Asuán,
también dirigió expediciones a África. Alrededor, su noveno año de reinado,
Merenre visitó Asuán y recibió a un grupo de caciques del sur.
Los gobernantes de Nubia se dice que han contribuido mediante el
suministro de la madera necesaria para la construcción de las barcazas. (Puesto
que no había madera en la Baja Nubia, habrían tenido que obtener de fuentes mucho
más al sur). Al mismo tiempo, los gobernantes de la Baja Nubia parece que también se han beneficiado en gran medida por
enviar a sus combatientes alquilados a Egipto. A finales del Imperio Antiguo
(ca. 2150 a.C), los ejércitos egipcios estaban compuestos principalmente de
mercenarios nubios, muchos de los cuales finalmente se asientan en Egipto, se
casan con mujeres egipcias, y se asimila a la población egipcia.
Durante el Imperio Antiguo, los textos egipcios hablan de una
tierra en la Alta Nubia llamado "Yam". Además de las tropas de
"Wawat, Irtjet y Setju" (Baja Nubia), tropas del Yam, también, fueron
contratadas para servir en el ejército egipcio. La única fuente que proporciona
la información real acerca de Yam es una biografía del gobernador de Asuán, Harkhuf, conservada en su tumba en
Asuán. Harkhuf nos dice que, en nombre de los faraones Merenre y Pepi II, dirigió cuatro expediciones
a Yam, cada uno de las cuales duró ocho meses.
Merenre fue enterrado probablemente en su pirámide en Saqqara Del sur,
aunque al parecer debido a su inesperada muerte, esta pirámide no se completo.
Con base en el lugar donde fue descubierto, en el sarcófago de
granito negro en el interior de la pirámide, se ha identificado como
perteneciente a Merenre I. Si esta identificación es correcta, esta momia sería
la más antigua momia real completa que conocemos hoy en día.
Una parte importante del problema es el hecho de que el actual
paradero de la momia es desconocido, por lo que es imposible examinarla con más
herramientas y equipos modernos que la que existía a fines del 19 y principios
del siglo 20.
La pirámide funeraria del faraón Merenra I fue
construida durante la Dinastía VI de Egipto en Saqqara, a cuatrocientos
cincuenta metros al sudoeste de la pìrámide de Pepi I y una distancia similar
de la pirámide de Dyedkara-Isesi. Su nombre antiguo era La belleza de
Merenra resplandece o tal vez La perfección de Merenra aparece.
En la actualidad, la pirámide está reducida casi completamente a
ruinas; es difícil acceder a ella y no está abierta al público.
Al momento de su construcción, la pirámide tenía 52,5 metros de
alto, 78,75 metros de longitud de base y una inclinación de 53°07'48". La
calzada tiene 250 metros de largo y el complejo estaba rodeado por un muro de
ladrillos de barro y arcilla.
Se han encontrado pocos restos del templo funerario y las
evidencias indican que la construcción se detuvo de manera abrupta en algún
momento y jamás se reinició, probablemente debido a la muerte del faraón.
La entrada a las cámaras funerarias se encuentra en la cara norte
y desciende hacia un vestíbulo, donde otro pasillo lleva a la antecámara. Hacia
la derecha de la antecámara se encuentra la cámara propiamente dicha; hacia la
izquierda hay otra habitación pequeña, un Serdab. En la cámara funeraria se
erige contra la pared un sarcófago decorado con relieves policromáticos; cuando
fue encontrado, estaba en buenas condiciones, pero desde entonces ha sido
saqueado.
El techo de la cámara estaba decorado con una temática astrológica
y estaba cubierto de estrellas.
El primer egiptólogo que examinó la pirámide fue el británico John
Perring, en la década de 1830. Años más tarde, en la década de 1880, Gaston
Maspero exploró las cámaras subterráneas en su búsqueda de unos textos piramidales
(inscripciones en las paredes que describían el reinado del faraón); su
expedición descubrió una momia dentro de la pirámide, que se creyó que sería de
algún entierro posterior. Sin embargo, algunos historiadores modernos creen que
podría haberse tratado de la momia de Merenra, lo que la convertiría en la
momia más antigua conocida. Desde finales del siglo XX, un equipo francés
liderado por Jean Leclant investiga el sitio.
Ankhesenpepi II o Ankhesenmeryre II fue una reina consorte durante la sexta dinastía de
Egipto. Era la esposa de los reyes Pepi I y Merenre
Nemtyemsaf I, y la madre de Pepi II. Fue enterrada en una
pirámide en Saqqara.
Ankhesenpepi
II era la hija de Khui y la visir Nebet. Su
hermana Ankhesenpepi también estaba casada con el rey Pepi
I y su hermano Djau sirvió como visir.
Estatuilla de la reina Ankhnes-meryre II
y su hijo, Pepy II, ca. 2288-2224 o 2194 aC Egipto alabastro, Museo
de Brooklyn
Tanto
Ankhesenpepi II como su hermana Ankhesenpepi I estaban casadas con
el faraón Pepi I, cuyo nombre en el trono
era Meryre ; su nombre fue tomado cuando se llevó a cabo el
matrimonio, ya que significa "Su vida pertenece a Pepi /
Meryre". Ambas reinas dieron a luz a los reyes: el hijo de
Ankhesenpepi Yo era Merenre Nemtyemsaf I, que gobernó solo por unos pocos
años; El hijo de Ankhesenpepi II fue Pepi II, quien tuvo éxito
después de la muerte de Nemtyemsaf. Pepi II era un niño cuando
sucedió en el trono. Hay indicios de que Ankhesenpepi II sirvió como
regente para su hijo en los primeros años de su reinado. Una estatua que
la muestra con su hijo en su regazo (ahora en Brooklyn) muestra a la reina
mucho más grande en tamaño que su hijo. Algunos han interpretado esta
estatua como Ankhesenpepi II y su hijo Pepi II asumiendo los papeles de la diosa Isis y
su hijo Horus.
También se la menciona
junto a su hermana en la estela de su hermano en Abydos, en su
pirámide y en la de su nuera Neith. Ella además aparece en
un decreto en Abydos. Ella está representada en el Sinaí, donde se le
muestra igual en tamaño a su hijo.
Títulos reales de Ankhesenpepi II
Sus títulos
como reina fueron: Gran de los hetes-cetro (wrt-hetes), Ella que
ve a Horus y Seth (m33t-hrw-stsh), Great of
Praises(wrt-hzwt), King's Wife of Mennefer-Meryre (hmt
-niswt-mn-nfr-mry-r`, la Esposa del Rey, su amada (hmt-nisw
meryt.f), la Hija de Dios (s3t-ntr), Esta Hija de un
Dios (s3t-ntr-wt), Asistente de el Grande (khtt-wr), Compañero
de Horus (tist-hrw), Compañero de Horus(smrt-hrw). Sin embargo,
ahora se sabe que ella también fue la reina principal de Merenre después de la
muerte de Pepi I, su primer marido. En 1999/2000, el trabajo de excavación
en su templo funerario de Saqqara descubrió varios bloques de piedra inscritos
con un título real previamente desconocido para ella:
"[La] Esposa del Rey de la Pirámide de Pepy I,
Esposa del Rey de la Pirámide de Merenre, Madre del Rey de la Pirámide de Pepy
II".
Dado que el
templo fue construido bajo Pepi II porque hace referencia al rey Pepi II, esto
demuestra que Merenre se casó con la reina Ankhesenpepi II después de que Pepi
I muriera. Merenre era el sobrino de Ankhesenpepi II. Como
el documento South Saqqara Stone, un documento anual creado bajo Pepi
II, muestra que no existió ningún período de corregencia bajo Pepi I y Merenre,
esto sugiere que Merenre y Ankhesenpepi II fueron los padres de Pepi II (en
lugar de Pepi I), particularmente desde este documento también asigna a Merenre
un reinado independiente de aproximadamente una década a Merenre.
Después de
que su hijo Pepi llegó al trono, Ankhesenpepi añadió los títulos Madre del
Rey Dual Men-ankh-Neferkare (mwt-niswt-biti-mn-kh`-nfr-k3-r`), Madre
de los Hombres del Rey-ankh- Neferkare (mwt-niswt-mn-kh`-nfr-k3-r`),
y la Madre del Rey (mwt-niswt).
La pirámide
de Ankhesenpepi II en Saqqara fue encontrada y excavada en 1998. Los
hallazgos muestran que la pirámide de Ankhesenpepi contenía los primeros
ejemplos conocidos de los textos de pirámide en la pirámide de la
Reina. Los textos se refieren a ella como una reina madre, de ahí que la
construcción de su pirámide data del reinado de su hijo.
En 1963, se
descubrió la cámara funeraria y se encontraron restos que podrían ser de la
reina. El entierro se perturbó y la momia encontrada en el sarcófago y
cerca de él estaba incompleta. Los huesos pertenecen a una mujer de
mediana edad. A continuación, en su pirámide, también se encontraron los
restos de un obelisco. Es uno de los más grandes del Reino Antiguo.
Perfil de Ankhnespepy II de su templo
funerario.
Pepy
II
nṯr ḫˁ w (Necherjau)
Divina aparición
Divina aparición
nṯr ḫˁ w (Necherjau)
Divina aparición
Divina aparición
sḫm (Sejem)
Poderoso
Poderoso
nfr kȝ rˁ (Neferkara)
El espíritu (Ka) de Ra es maravilloso
(L R Abidos nº 38) (L R Saqqara nº 36)
El espíritu (Ka) de Ra es maravilloso
(L R Abidos nº 38) (L R Saqqara nº 36)
p p y (Pepy)
Pepy
Pepy
Neferkara Pepy o Pepy II, fue el último faraón destacable de la VI dinastía y del Imperio
Antiguo de Egipto, aproximadamente entre el 2281 y el 2194 a. C.
(según Von Beckerath).
Su nombre
del trono, Neferkare (Nefer-ka-Re), significa "Hermoso es
el Ka de Re". Él tuvo éxito al trono a los
seis años, después de la muerte de Merenre I.
Tradicionalmente
se pensaba que era el hijo de Pepi I y la reina Ankhesenpepi
II, pero los anales de South Saqqara Stone registran que
Merenre tenía un reinado mínimo de 11 años. Varios sellos reales de la 6ta
dinastía y bloques de piedra, el último de los cuales se encontraron en el
templo funerario de la reina Ankhesenpepi II, la conocida madre de Pepi II, se
descubrieron en la temporada de excavación de 1999/2000 en Saqqara, lo que
demuestra que ella también se casó con Merenre después de La muerte de Pepi I y
se convirtió en la esposa principal de este rey. Las inscripciones
en estos bloques de piedra le dan a Ankhesenpepi II los títulos reales de:
"Esposa del Rey de la Pirámide de Pepy I, Esposa del Rey de la Pirámide de
Merenre, Madre de la Pirámide del Rey de Pepy II".
Por lo
tanto, hoy en día, muchos egiptólogos creen que Pepi II era probablemente el
propio hijo de Merenre. Pepi II sería, por lo tanto, el nieto de Pepi I,
mientras que Merenre fue, probablemente, el padre de Pepi II, ya que se sabe
que se casó con la conocida madre de Pepi II, la reina Ankhesenpepi
II. Esto también estaría de acuerdo con la evidencia de la Piedra Saqqara
del Sur, que no muestra coregia entre los reinados de Pepi I y Merenre, por lo
que es mucho más probable que Pepi II fuera el propio hijo de Merenre.
El reinado
de Pepi II marcó un marcado declive del Reino Antiguo. A medida que
el poder de los nomarcas creció, el poder del faraón
disminuyó. Sin poder central dominante, los nobles locales comenzaron a
asaltar los territorios de cada uno y el Reino Antiguo llegó a su fin
en las meras décadas después del cierre del reinado de Pepi II.
Estatua de alabastro
de Ankhesenmeryre II y su hijo Pepi II.
Los primeros años del reinado de Pepi II
Su
madre, Ankhesenpepi II (Ankhesenmeryre II) muy probablemente gobernó
como regente en los primeros años de su reinado. Ella pudo haber sido
ayudada a su vez por su hermano Djau, quien era un visir bajo el
faraón anterior. Una estatuilla de alabastro en el Museo de
Brooklyn muestra a un joven Pepi II, con sus atuendos reales, sentado en
el regazo de su madre. A pesar de su largo reinado, esta pieza es una de
las tres representaciones escultóricas conocidas en existencia de este rey en
particular. Algunos estudiosos han tomado la relativa escasez de estatuas
reales para sugerir que la corte real estaba perdiendo la capacidad de retener
a los artesanos expertos.
En una
carta que escribió a Harkhuf, un gobernador de Aswan y jefe de
una de las expediciones que envió a Nubia, se puede ver la
personalidad del faraón cuando aún era un niño. Enviado para comerciar y
recolectar marfil, ébano y otros objetos preciosos, capturó
un pigmeo. Las noticias de esto llegaron a la corte real, y un joven
rey entusiasmado le envió un mensaje a Harkhuf de que sería recompensado en
gran medida si el pigmeo volviera con vida, donde probablemente habría servido
como animador de la corte. Esta carta se conservó como una
larga inscripción en la tumba de Harkhuf, y se llamó el primer cuaderno de
viaje.
Familia
Un plato que menciona el primer jubileo
heb sed de Pepi II.
Durante su
larga vida, Pepi II tuvo varias esposas, incluyendo:
·
Neith - Ella fue la
madre del sucesor de Pepi, Merenre Nemtyemsaf II. Puede que sea hija
de Ankhesenpepi I y, por lo tanto, también prima y media hermana de
Pepi II.
·
Iput II - Una media
hermana de Pepi II.
·
Ankhesenpepi III Era
hija de Merenre Nemtyemsaf I y, por tanto, nieta de Pepi I.
·
Ankhesenpepi IV - La
madre del rey Neferkare según los textos en su tumba. No se sabe qué
Neferkare ya que hay varios reyes con ese nombre durante el Primer Período
Intermedio. Su nombre puede ser Neferkare Nebi.
·
Udjebten También fue
hija de Pepi I.
De estas
reinas, Neith, Iput y Udjebten tenían cada una sus propias pirámides menores y
templos funerarios como parte del propio complejo piramidal del rey
en Saqqara. La reina Ankhesenpepi III fue enterrada en una pirámide
cerca de la pirámide de Pepi I Meryre, y Ankhesenpepi IV fue enterrada en
una capilla en el complejo de la reina Udjebten.
Se conocen
dos hijos más de Pepi II: Nebkauhor-Idu y Ptashepses (D).
Política exterior
Pepi II
parece haber llevado a cabo la política exterior de manera similar a la de sus
predecesores. El cobre y la turquesa se extrajeron
en Wadi Maghareh en el Sinaí, y el alabastro se extrajo
de Hatnub. Es mencionado en las inscripciones encontradas en la
ciudad fenicia de Byblos.
En el sur,
las relaciones comerciales consisten en caravanas que comercian con los
nubios. Harkhuf era un gobernador del Alto Egipto que
dirigió varias expediciones bajo Merenre y Pepi II. Su última expedición
fue un viaje a un lugar llamado Iam. Harkhuf trajo consigo lo que su
correspondencia con el joven faraón se refiere como un enano, aparentemente pigmeo. Egipto
recibió bienes como incienso, ébano, pieles de animales
y marfil de Nubia. Se sabía que el desierto occidental tenía
extensas rutas de caravanas. Algunas de estas rutas permitían el comercio
con el Oasis de Kharga, el Selima Oasis, y el Oasis Dakhla.
"El rey Neferkare y el general
Sasenet"
Solo un
pequeño número de faraones fueron inmortalizados en la ficción antigua, entre
ellos Pepi II. En el cuento del rey Neferkare y el general Sasenet,
tres fragmentos de un papiro que datan del último Reino Nuevo (aunque
la historia puede haber sido compuesta anteriormente), informan
sobre reuniones nocturnas clandestinas con un comandante militar, un general
Sasenet o Sisene. Algunos han sugerido que esto refleja una relación homosexual; Aunque
se discute que el texto se relaciona con Pepi II en absoluto. Algunos,
como R. S. Bianchi, piensan que es una obra de literatura arcaizante y se
remonta a la 25ª dinastía que se refiere
a Shabaka Neferkare, un faraón kushita.
La decadencia del antiguo reino
El declive
del Reino Antiguo podría decirse que comenzó antes de la época de Pepi II, y
los nomarcas (representantes regionales del rey) se hicieron cada vez
más poderosos y ejercieron una mayor influencia. Pepi I, por ejemplo, se
casó con dos hermanas que eran hijas de un nomarca y luego hizo que su hermano
se viera. Su influencia fue amplia, ambas hermanas tuvieron hijos que
fueron elegidos como parte de la sucesión real: Merenre Nemtyemsaf
I y Pepi II.
El aumento
de la riqueza y el poder parece haber sido entregado a altos funcionarios
durante el reinado de Pepi II. Grandes y costosas tumbas aparecen en
muchos de los principales nomos de Egipto, construidos para
los nomarcas reinantes, la clase sacerdotal y otros administradores. Los
nomarcas tradicionalmente estaban libres de impuestos y sus posiciones se
volvieron hereditarias. Su creciente riqueza e independencia llevaron a un
cambio correspondiente en el poder de la corte real central a los nomarcas
regionales.
Un decreto de Pepi II, que otorga
inmunidad fiscal al templo de Min, en exhibición en el Metropolitan Museum
of Art, Nueva York.
Más tarde,
durante su reinado, se sabe que Pepi dividió el papel de visir de modo que
hubiera dos visires: uno para el Alto Egipto y otro para el Bajo, una mayor
descentralización del poder lejos de la capital real
de Memphis. Además, el asiento de visir del Alto Egipto fue movido
varias veces. El visir del sur se basó en Tebas.
Se ha
sugerido que el largo reinado de Pepi II fue un factor que contribuyó a la
ruptura general del gobierno real centralizado que llevó al Antiguo
Reino a su fin.
Duración de su reinado
Pepi II se
menciona a menudo como el monarca reinante más largo de la historia, debido a
un relato del Antiguo Egipto de Manetón en el siglo III a. C, que
otorga al rey un reinado de 94 años; sin embargo, esto ha sido discutido
por algunos egiptólogos debido a la ausencia de fechas confirmadas conocidas
por Pepi I después de su 31° conteo (Año 62 si bienal) como Hans Goedicke y
Michel Baud. Las fuentes antiguas en las que se basa la estimación de
Manetho se han perdido durante mucho tiempo, y podrían haber resultado de una
mala lectura en nombre de Manetho (ver von Beckerath). El canon de
Turín atribuye 90+ [X] años de reinado a Pepi II, pero este documento se
remonta a la época de Ramsés II, 1.000 años después, y su precisión para
la duración del reinado del rey del Reino Antiguo, Pepi II, es incierto.
En la
actualidad, la fuente escrita más antigua contemporánea con Pepi II data del
"Año después del 31 ° Conde, 1er mes de Shemu, día 20" de Hatnub
graffito No.7 (Spalinger, 1994), lo que implica, suponiendo un
sistema de recuento de ganado bienal, que este rey tuvo un reinado de al menos
62 años completos o parciales. Por lo tanto, algunos egiptólogos sugieren
que Pepi II reinó no más de 64 años. Estos egiptólogos disputan un
reinado de 94 años para Pepi II y abogan por un reinado más corto de no mucho
más de 64 años para este rey. Esto se basa en la ausencia total de fechas
confirmadas más altas para Pepi más allá de su Año posterior al 31º Recuento
(Año 62 en un recuento bianual de ganado). Una sugerencia anterior de Hans
Goedicke de que el Año del 33º Condeo aparece para Pepi II en un decreto real
para el culto mortuorio de la reina Udjebten fue retirado por el propio
Goedicke en 1988 a favor de una lectura del "Año del 24º Conde". ,
señala Spalinger. Goedicke escribe que Pepi II está atestiguado por
numerosas fechas de año hasta el Año de su 31° conteo, lo que implica
fuertemente que este rey murió poco después de un reinado de aproximadamente 64
años. Otros estudiosos señalan que la falta de fuentes contemporáneas con
fecha después de su 62º año en el trono no impide un reinado mucho más largo,
en particular desde que el final del reinado de Pepi II estuvo marcado por un
marcado descenso en la suerte de los faraones del Reino Antiguo que tuvieron
éxito.
El
egiptólogo David Henige afirma que, aunque ha habido ejemplos de listas
magistrales en las que los gobernantes se atribuyeron reinan mientras que la
asignada a Pepi II, "a menudo más de 100 años, pero estos son
invariablemente rechazados como míticos", los problemas inherentes a la
fecha del reinado de Pepi II son muchos desde
... una duración hiperextendida [para el reinado de
Pepi II] no es realmente necesaria para llevar la cronología del Antiguo Reino
a algún equilibrio con otras cronologías. Para Mesopotamia desde al menos
esta temprana hasta prácticamente la conquista persa, numerosos sincronismos
localizados juegan un papel vital en la datación absoluta, pero rara vez
afectan la duración de las dinastías individuales. No solo el Antiguo
Reino de Egipto está fuera de cualquier "zona de sincronismo" sino
que, como sucede, ya que Pepy [II] fue el último gobernante sustantivo de
Egipto antes de un período de caos político y cronológico... no hay efectos de
ramificación torpes al reducir Su reinado por veinte o treinta años, un período
que puede simplemente agregarse al Primer Período Intermedio.
El propio
Henige es algo escéptico con respecto a la cifra de 94 años asignada a Pepi
II y sigue la sugerencia de Naguib Kanawati en 2003 de que el
reinado de este rey probablemente fue mucho más corto que 94 años.
Esta
situación podría haber producido una crisis de sucesión y conducir a un
estancamiento de la administración, centrado en un gobernante absoluto pero que
no fue reemplazado debido a su estado divino percibido. Un ejemplo
posterior, pero mejor documentado, de este tipo de problema es el caso
del faraón reinante de la dinastía XIX Ramesses II y
sus sucesores.
Se ha
propuesto que el evento de 4,2 kilómetros por año esté vinculado al
colapso del Reino Antiguo en Egipto, aunque la resolución actual
de pruebas no es suficiente para hacer una afirmación.
El papiro de Ipuwer
En el
pasado se había sugerido que Ipuwer el sabio sirvió como funcionario
de la tesorería durante los últimos años del reinado de Pepi II
Neferkare. El Ipuwer papiro fue considerado por algunos para
describir el colapso del Imperio Antiguo y el comienzo de la edad
oscura conocida como el Primer Período Intermedio. Se había afirmado
que la evidencia arqueológica de los sellos de botón sirios apoyaba esta
interpretación. Sin embargo, las advertencias pueden no ser una discusión con
un rey. Otto fue el primero en sugerir que la discusión no fue entre
Ipuwer y su rey, sino que fue una discusión entre Ipuwer y una
deidad. Fecht demostró a través de la interpretación filológica y la
revisión de los pasajes relevantes que esto es de hecho una discusión con una
deidad. La investigación moderna sugiere que el papiro se remonta a
la dinastía XIII, mucho más tarde, con parte del papiro que ahora se
piensa que data de la época del Faraón Khety, y las advertencias de Ipuwer en
realidad se dirigen al dios Atum, no un rey mortal. Se piensa que las
admoniciones se remontan al Primer Período Intermedio y registran un declive en
las relaciones internacionales y un empobrecimiento general en Egipto.
Pirámide de Pepi II
Esta pirámide se encuentra
situada al sur de la pirámide de Dyekare-Izezi. El reinado de Pepi II fue
el más largo de la historia de Egipto, pero su pirámide fue similar en tamaño a
la de sus predecesores.
El nombre que se le dio a
este monumento es “Pepi es estable de por vida” y es la pirámide mejor
conservada del sector meridional. Su construcción se realizó en un momento
de pleno declive del poder real y al mismo tiempo, en un período de retroceso
económico, estos dos factores, fueron determinantes en las medidas de la
pirámide pues su altura original era de 52,5 m. y 78,5 m. de lado; si la
comparamos con las grandes pirámides de la Dinastía IV podemos comprobar que el
momento de esplendor artístico en que ambas se construyeron no era el mismo.
La pirámide fue excavada y
estudiada por el arqueólogo francés G.Jequier entre 1926 y 1936, quién
consiguió recuperar la totalidad de su planta y una parte importante de su
estructura.
El arqueólogo quedó
sorprendido cuando descubrió las cámaras internas de la pirámide, catalogando
el monumento como el mejor conservado de la segunda mitad del
Reino Antiguo.
La mayor sorpresa que
guardaba el interior de la pirámide, fue el hallazgo en la antecámara de
580 fragmentos calcáreos con inscripciones de texto y más de mil en la cámara
del sarcófago que una vez recolocados permitieron reconstruir muchos capítulos
de los Textos de las Pirámides; en esta cámara se encontró intacta la caja de
los vasos canopos. En 1965, tras un largo período sin excavar, Jean
Leclant puso de nuevo el proyecto de restauración de los Textos de las Pirámides.
La pirámide está construida
con pequeñas piedras unidas con barro y revestidas de piedra caliza de Tura,
este tipo de construcción tenía el inconveniente de que el edificio se
desintegraba cuando desaparecía el revestimiento externo de sus lados y así
ocurrió cuando ese revestimiento fue utilizado en la construcción de muchos
edificios de El Cairo. Alrededor de toda la base se había construido una faja
cuadrada de mampostería de 6 m. de ancho, que se elevaba hasta la segunda o
tercera hilera de la pirámide, posiblemente esta faja fue construida al
finalizar la construcción de la misma.
Vaso real
El templo funerario situado
en la cara este de la pirámide, se encuentra en buen estado de conservación, en
cambio, el templo del valle no ha tenido la misma suerte y se
encuentra en bastante mal estado, ambos templos estaban unidos por una calzada
de la que quedan solamente restos dispersos.
Del estudio de estos restos
se desprende que los temas incluidos en la decoración, son parecidos a los
encontrados en los relieves de la calzada de la pirámide de Sahure; el rey,
bajo la forma de esfinge masacrando a sus enemigos, con la diosa Seshat
recopilando una lista con las victimas y el botín confiscado a los enemigos. En
este templo se encontraron algunos objetos que llevaban el nombre del rey.
Frente al templo del valle, y
proyectándose a una distancia considerable, se encontraba una ancha terraza
rodeada por sus lados norte, sur y oeste por un muro ancho construido de piedra
caliza. Unos escalones estrechos construidos en mampostería en cada extremo del
muro, conducían hasta un parapeto que se extendía a lo largo de todo el
muro.
La sala transversal del
templo funerario estaba decorada con relieves, que muestran al rey cazando hipopótamos
desde una barca hecha de juncos. El patio que se encuentra a continuación,
estaba formado por dieciocho pilares rectangulares de cuarcita roja sin
decoración alguna, salvo en la cara exterior donde se representaba al rey y a
algunos dioses. Pasado el patio se encontraban unos almacenes y a
continuación el santuario, el lugar más sagrado del templo, con techo abovedado
y cubierto de estrellas de oro sobre fondo azul, de la estela de falsa puerta, no
quedan restos.
En las dos paredes más
grandes del santuario, puede distinguirse al rey sentado ante una mesa de
ofrendas y una procesión de porteadores de ofrendas formada por sacerdotes y
dignatarios de la corte, llevando distintos alimentos para el ka real. En
ningún otro templo funerario se ha podido reconstruir una parte tan importante
de la decoración de un
santuario.
Fuera de la pirámide real, se
encontraron tres pirámides subsidiarias para las reinas: Udyebten, Iput y Neit,
eran una copia de la pirámide y del templo funerario del rey pero a una escala
reducida. Pepi II quiso honrar a sus esposas, vinculándolas a su propio
destino, mediante la inclusión en las paredes de las cámaras funerarias de las
tres pirámides de “Los Textos de las Pirámides”.
Piramide
subsidiaria
Pirámide
satélite
Merenre
ll
mr n rˁ dfȝ m sȝ f (Merenra dyefamesaf)
Amado de Ra, amplia es su protección
(L R Abidos nº 39)
Amado de Ra, amplia es su protección
(L R Abidos nº 39)
nmty m sȝ f (Nemtyemsaf)
Nemty es su protección
Nemty es su protección
Merenra Nemtyemsaf (II), o Merenra
II, fue el sexto faraón de la dinastía VI de Egipto, de c. 2161 a
2160 a. C. (Nicolás Viurra).
Merenre Nemtyemsaf II fue faraón de Egipto brevemente, probable
sucesor de su longevo padre Pepi II Neferkara.
Es mencionado en algunas listas reales, pero no hay evidencias
arqueológicas de acontecimientos de su reinado.
En la lista Real de Abidos figura como Merenra Dyefamesaf.
La lista Real de Saqqara no lo menciona. Manetón le denomina Mentesufis,
según Julio Africano, comentando que reinó un año.
El Canon de Turín, muy deteriorado en la zona correspondiente a
este periodo; después de una línea con el dato de noventa años,
correspondiente a Pepy II, sólo se conserva un trozo con los signos de un
año, posible duración del reinado del faraón Nemtyemsaf II. El fragmento
conteniendo el siguiente nombre se ha perdido, probablemente era el de su
hermana y esposa, la denominada Nitocris por Manetón, última gobernante de esta
dinastía.
Su nombre se leía anteriormente como Antyemsaf, lectura
reconocida como inexacta.
Neitiqerty Siptah -> Reina Nitocris
n t ỉ ḳ r t y (?)
Neitikerty (?)
(Canon de Turín n° 4.8) (?)
Neitikerty (?)
(Canon de Turín n° 4.8) (?)
Netjerkare Siptah (también Neitiqerty
Siptah y posiblemente en el origen de la legendaria figura Nitocris)
fue un antiguo faraón egipcio, el séptimo y último gobernante de
la Sexta Dinastía. Alternativamente, algunos eruditos lo clasifican
como el primer rey de la Séptima u Octava Dinastía.
Como el último rey de la sexta dinastía, algunos egiptólogos consideran que
Netjerkare Siptah es el último rey del período del Antiguo
Reino. Netjerkare Siptah disfrutó de un breve reinado a principios del
siglo 22 a.C, en un momento en que el poder del faraón se estaba desmoronando y
el de los nomarcas locales estaban en aumento aunque era hombre,
Netjerkare Siptah es probablemente la misma persona que la gobernante
femenina Nitocris mencionada por Heródoto y Manetón.
El
prenombre Netjerkare está inscrito en la entrada 40a de la Lista
Real de Abidos, una lista de reyes redactado durante el reinado de Seti
I. Netjerkare sigue inmediatamente a Merenre Nemtyemsaf II en la
lista. El prenomen Netjerkare también está atestiguado en una única
herramienta de cobre de origen desconocido y ahora en el Museo
Británico. El nomen Neitiqerty Siptah está inscrito en
el canon de Turín, en la 5ª columna, 7ª fila (4ª columna, 7ª fila
en la reconstrucción del canon por Gardiner).
Identificación con Nitocris
En
sus Historias, el historiador griego Heródoto registra una
leyenda según la cual una reina egipcia, Nitocris, se vengó del
asesinato de su hermano y esposo por una turba alborotadora. Desvió al
Nilo para ahogar a todos los asesinos durante un banquete donde los había
reunido. Esta historia también es reportada por el sacerdote
egipcio Manetón, quien escribió una historia de Egipto
llamada Aegyptiaca en el siglo III antes de Cristo. Manetón describe
a Nitocris que ella era "... más valiente que todos los hombres de su
tiempo, la más bella de todas las mujeres, de piel clara y mejillas
rojas". Maneón va más allá y le atribuye la construcción de
la Pirámide de Menkaure."Por ella, se dice, la tercera pirámide fue
levantada, con el aspecto de una montaña". Aunque el rey asesinado no
es nombrado por Heródoto, Nitocris sigue inmediatamente a Merenre
Nemtyemsaf II en la Aegyptiaca de Manetón, por lo que a
menudo se lo identifica como este rey. Como el rey que sigue a Merenre
Nemtyemsaf II en la lista de reyes de Abydos es "Netjerkare", el
egiptólogo alemán Ludwig Stern propuso en 1883 que Netjerkare y Nitocris son la
misma persona.
El
egiptólogo danés Kim Ryholt confirmó la hipótesis de Stern en un
estudio reciente sobre el tema. Ryholt argumenta que el nombre
"Nitocris" es el resultado de la confusión y distorsión del nombre
"Netjerkare". Confirmando este análisis, el canon de Turín,
otra lista de reyes redactada durante el período Ramesside
temprano, enumera un Neitiqerti Siptahen una posición
incierta. Los análisis microscópicos de Ryholt de las fibras del papiro
sugieren que el fragmento donde aparece este nombre pertenece al final de la
sexta dinastía, inmediatamente después de Merenre Nemtyemsaf II. Dado que
en la lista del rey Abydos, Netjerkare se coloca en el lugar equivalente que
Neitiqerti Siptah tiene en el canon de Turín, los dos deben ser
identificados. Además, el nomen "Siptah" es masculino, lo que
indica que Nitocris era en realidad un faraón masculino. El nombre
"Nitocris" probablemente proviene del prenomen
"Neitiqerti", que a su vez proviene de una corrupción de
"Netjerkare", o bien "Neitiqerti Siptah" era el nomen del
rey y "Netjerkare" su prenomen.
Las mastabas
VI Dinastía.
Las mayores, las más bellas y las más variadas en escenas murales
son las tumbas de las Dinastías V y VI (2400-2300 a. C.) que pertenecieron a
importantes funcionarios de la administración egipcia, como Ti, Ptahhotep, Mereruka y Kagemni, entre otros.
Los generosos ingresos que les proporcionaban sus cargos les permitieron
promover la construcción de monumentales tumbas representativas y de contratar
a los mejores artistas de los talleres reales. Llegaron a levantar mastabas con
hasta veinte o más estancias, con múltiples puertas falsas, cámaras destinadas
a los miembros de la familia del fallecido, doble escultóricos, así como miles
de inscripciones jeroglíficas y representaciones.
Es precisamente esta decoración lo que mejor se ha conservado y
nos permete hacernos una perfecta idea de la vida de esta clase social y de la
calidad de las artes del relieve y de la pintura de hace más de 4400 años.
Veamos algunas de las imágenes/temáticas más repetidas.
Las paredes de estas tumbas se hallan presididas por imágenes en
grandes dimensiones del fallecido, alusión a su importancia en vida. Le
acompañaban sus familiares, esposas, madres e hijos, en clara jerarquización de
tamaño. En estas figuras se dan plenamente las características idealizadoras del
arte egipcio. Mereruka en altorrelieve
dando el paso ritual en una capilla (izquierda) y el mismo en un relieve
pintado (centro). En pequeño tamaño, a sus pies, se encuentran representadas su
mujer, Watetkhethor, y su madre, Nedjetempet.
Para los
antiguos egipcios no había distinción alguna entre los objetos del mundo
material, tales como las personas o las ofrendas, y las pinturas o
representaciones de los mismos. Por ello, cada una de las escenas de ofrendas
tenía un carácter mágico que las convertía en algo real en el más allá. La
tumba debía llenarse de provisiones y de objetos que pudiera utilizar en el
otro mundo su propietario.
Sirvientes-portadores
de ofrendas, de animales y de provisiones en la tumba de Kagemni.
Otros
motivos presentes son escenas en las que puede verse gente desarrollando
diversas actividades, como campesinos en sus tareas agrícolas y ganaderas,
artesanos en pleno trabajo, carreras de botes en las marismas, cacerías en el
Nilo, viajes en grandes barcos por el mar, bailes o peregrinajes a lugares
sagrados como Abidos.
MrrukaIhy, hermano del
visir Mereruka, en un barco de juncos de papiro por el río. Nótese que sobre él
no se da la idealización corporal. La obesidad en este caso es un síntoma de
éxito social.
Destacan algunas representaciones de gran vitalidad y originalidad
como las escenas de pastores. Son imágenes idealizadas de la realidad que
estuvieran a disposición del funcionario para toda la eternidad. Me gusta
especialmente la escena de la Tumba de Ti,
que podemos ver debajo, que representa la conducción de un rebaño de vacas a
través de un vado al regreso de los pastos. El primer campesino lleva un
ternero sobre los hombros para asegurarse de que llegue a la orilla sano y
salvo. El animal, asustado, se vuelve para mirar a su madre, mientras ésta
levanta la cabeza y muge. El agua se representa con líneas en zigzag que
desdibujan las piernas de los hombres y las patas de los animales. El
"portador del becerro" como motivo aislado forma parte del repertorio
escénico de otras tumbas.
También voy a destacar la magnífica escena de Mereruka cazando entre los papiros del Nilo, en especial el detalle secundario que recrea el momento en que se han acorralado a tres hipopótamos que tratan de intimidar a los cazadores con las fauces abiertas y sus poderosos colmillos a la vista. Algunos arpones los han alcanzado. La fiereza del momento contrasta con la imagen idílica de las plantas acuáticas pobladas de ranas y saltamontes.
También voy a destacar la magnífica escena de Mereruka cazando entre los papiros del Nilo, en especial el detalle secundario que recrea el momento en que se han acorralado a tres hipopótamos que tratan de intimidar a los cazadores con las fauces abiertas y sus poderosos colmillos a la vista. Algunos arpones los han alcanzado. La fiereza del momento contrasta con la imagen idílica de las plantas acuáticas pobladas de ranas y saltamontes.
Meryteti, como su padre, era "el
visir del rey (Teti) de Alto y Bajo Egipto", un cargo que le hizo la
segunda persona más poderosa en el estado, ya que los cargos Primer Ministro y
Presidente del Tribunal Supremo recaían sobre su persona.
La mastaba / capilla de Meryteti consta de cinco salas, un eje de
sepultura y la cámara funeraria. La
cámara C2 es casi seguro que un almacén, mientras que la cámara C5 es el
serdab. Las cámaras C1, C3 y C4 están decoradas las paredes de los restantes
están en blanco. Todas las paredes decoradas, con la excepción de la puerta
falsa en C3 (que se realiza una incisión), son en relieve alzado, cuya calidad
no fue la más alta y, de hecho disminuye con el progreso a través de las
cámaras (C4 es la peor). Los espesores de los pasillos, la entrada de la cámara
a Mereruka la A13, los de C1 a C3, C4 y C3, están decoradas también.
Pared sur cámara A3
Dibujo de la pared oeste de la mastaba de
la cámara A3
La tumba mastaba de Mereruka también conocido
como Meri
Lamastaba de Watetkhethor, Su "bella" nombre
Seshseshet.
Seneb
Seneb era un enano que se desempeñó
como funcionario judicial de alto rango en el Imperio Antiguo de Egipto antiguo,
alrededor del año 2520 antes de Cristo. Se le representa con su esposa e hijos
en una escultura pintada de la tumba que es un famoso ejemplo del arte Imperio
Antiguo. A pesar de su diminuto tamaño, Seneb era una persona de gran
importancia y la riqueza que poseía miles de cabezas de ganado, que se celebró
veinte palacio y títulos religiosos y estaba casado con una sacerdotisa de alto
rango de tamaño normal con la que tuvo tres hijos. Su exitosa carrera y el lujo
de sus arreglos funerarios son indicativos del alto estatus concedido a los
enanos en la sociedad egipcia antigua.
La mastaba tumba de Seneb se encuentra en el Campo Oeste de
la Necrópolis de Giza cerca de la actual El Cairo, donde se construyó un
complejo de antiguas tumbas egipcias reales y estructuras mortuorias,
incluyendo la Gran Pirámide. Fue redescubierta por el arqueólogo alemán Hermann
Junker en 1926. La tumba se encuentra cerca de la de otro enano, Perniankhu, un
alto cortesano real que pudo haber sido el padre de Seneb. Su fecha pasó mucho
tiempo incierta, pero ahora está firmemente atribuida a la V o VI dinastía. El
nombre de su esposa, también aparece en la tumba cercana de un funcionario,
Ankh-ib, lo que sugiere que las familias de Seneb, Perniankhu y Ankh ib-pueden
haber estado relacionadas. Seneb fue enterrado al parecer con su esposa, pero
no queda rastro de los cuerpos, y la tumba fue saqueada hace mucho tiempo, como
la mayoría de los otros en Giza. Fue uno de los primeros intentos conocidos en
la construcción de una cúpula de techo sobre una cámara cuadrada, con cúpula
que descansa sobre sobresalía ladrillos en las esquinas de la habitación. Tres
estatuas se encuentran contenidos en cajas de piedra en la tumba - una
escultura de piedra caliza de Seneb y su familia y otras dos estatuas en madera
y granito. La madera se había desintegrado pero Junker grabado que había sido
de unos 30 cm (12 pulgadas) de alto y se representa de pie Seneb con
walking-bastón en una mano y un cetro en la otra.
El grupo escultórico que muestra a Seneb acompañado de su familia
se encontró en la tumba de este personaje en la meseta de Guiza, colocado en el
interior de una especie de urna bastante burda realizada con piedra caliza.
Tanto la escultura como la urna se exponen en una vitrina del museo de El
Cairo, compartiendo sala con algunas de las obras de arte más carismáticas del
Imperio Antiguo. De hecho, esta escultura forma parte de las creaciones más
célebres y singulares de este período, siendo una de las más admiradas por los
visitantes del museo cairota. Posiblemente llama especialmente la atención por
no mostrar la idealización y estandarización que tantas veces se presenta en el
arte egipcio, y plasmar a Seneb como a un enano, con su cabeza grande y
desproporcionada respecto al tronco, así como unas extremidades cortas y algo
deformes. La escultura, por tanto, plasma a Seneb sin eludir sus singularidades
físicas, haciendo perdurar los rasgos que le hicieron inconfundible y le
dotaron de personalidad.
Seneb y su familia. Vista frontal. Foto
en A. Eggebrecht, El antiguo Egipto. 3000 años de historia y cultura del
imperio faraónico, Barcelona, 1990, p. 427.
La escultura tiene como base un podio sobre en que se sientan
Seneb y su esposa. Sobre este elemento se encuentran inscritos los nombres de
los personajes representados, sus títulos y el cartucho del faraón Didufri. Lo
cierto es que Seneb, como Jefe del Guardarropa Real, debió disfrutar de una
posición bastante elevada, ya que su cargo lo situaba en proximidad a la
monarquía y en el ámbito de la corte. Además, Seneb ostentó cargos sacerdotales
como responsable del culto a los faraones Quéops y a Didufri. La esposa,
Senetefes, también se vinculó al mundo religioso como sacerdotisa de Neit, un
tipo de titulatura recurrente entre las grandes damas del Imperio Antiguo.
En el grupo escultórico Seneb aparece con las piernas cruzadas, en
una postura que en la estatuaria egipcia caracteriza a los escribas. Sin
embargo, él aparece en una actitud relajada e incluso tiene las manos sobre el
pecho, en una postura de reposo. La actitud relajada todavía se hace evidente
ante la presencia de los niños y, más todavía, ante el abrazo que le extiende
su esposa: apoya su brazo izquierdo en el codo de su esposo y lo rodea
afectuosamente con el otro. Ciertamente, este tipo de expresiones de afecto son
muy comunes en el arte egipcio y son la demostración del deseo de la pareja de
perpetuar su unión gracias a la poderosa magia del arte.
Seneb se muestra en el grupo escultórico con el pelo muy corto y
luciendo tan solo un sencillo faldellín, un aspecto muy común entre los
personajes masculinos mostrados en el arte egipcio de todos los tiempos pero
especialmente presente en el Imperio Antiguo. Su esposa luce un vestido blanco
que se ajusta al cuerpo y se extiende hasta los tobillos, sin mostrar más
ornamentación que una sencilla pulsera en una de las muñecas. También lleva una
peluca corta que oculta el pelo natural, que solo se hace visible levemente en
la zona de la frente. Su atuendo y este tipo de peluca es muy común en la moda
de las féminas del Imperio Antiguo.
Los rostros de Seneb y su esposa se muestran solemnes y serenos,
pero con una leve sonrisa dibujándose en sus labios. Son rostros de facciones
bastante pormenorizadas y personalizadas, lo que quizá se haga más evidente
observando el perfil de ambos y especialmente atendiendo a la nariz: la de ella
es corta y redondeada, la de él es mucho más alargada y con una curva que la
hace suavemente aguileña. Ella tiene también unas mejillas carnosas y
redondeadas, con algunos hoyuelos en el entorno de la boca. Seneb tiene unos
pómulos más huesudos y con algún surco que parecer aludir a alguna arruga
marcándose entre la zona de la nariz y la boca. Los ojos y las cejas solamente
aparecen perfilados en bajorrelieve, sin conservar un perfil de policromía que
los realce. El acabado pictórico y detalles como ciertas zonas de textura
irregular podrían hacer pensar que la escultura fue colocada en la tumba de
Seneb estando aún inacabada, como si hubiera habido una cierta precipitación,
idea que se posiblemente se agudiza al observar el aspecto de la urna en la que
la imagen fue localizada.
En lo que respecta a la policromía, el grupo escultórico de Seneb
muestra un convencionalismo recurrente en el arte egipcio de todos los tiempos:
él se muestra con la piel morena, mientras que ella aparece muy pálida. Esta
dicotomía alude a un ideal de belleza que se mantuvo vivo durante milenios y en
el que se priorizada la piel oscurecida por el sol en los hombres y la tez
clara y diáfana en la mujeres. En la escultura esta tradición también se hace
patente en la figura de los hijos de la pareja, de ahí que la niña se muestre
con la piel tan blanca como la de su madre; el niño, sin embargo, se pintó del
mismo tono suavemente anaranjado del podio.
Los niños, mostrados en altorrelieve sobre el podio, se muestran
desnudos y algo rollizos, correspondiéndose con la imaginería tradicional en el
tratamiento de los personajes de corta edad. También era un tópico mostrarlos
chupándose uno de los dedos de las manos, gesto que es, de hecho, identificador
de las figuras infantiles en la iconografía egipcia. También era muy
tradicional mostrarlos con cabello rapado o con un mechón recogido en una
trenza a un lado de la cabeza.
Seneb y su familia. Vista semilateral.
Foto en M. Damiano, Antiguo Egipto. El esplendor del arte de los faraones,
Madrid, 2001, p. 78.
Uno de los aspectos más interesantes del grupo escultórico de
Seneb es que muchas de sus características siguen los parámetros de los
convencionalismos tradicionales y se responde a la tipología tradicional de
retrato familiar tridimensional de Imperio Antiguo. Pero en otros aspectos es
una obra audaz y excepcional, tanto a nivel técnico como en lo que respecta a
los recursos utilizados para generar una composición general armónica y
equilibrada.
Lo cierto es que la postura de las piernas de Seneb es excepcional
en un grupo escultórico que muestra a un personaje sentado junto a su esposa.
Lo habitual es que las piernas de ambos se muestren juntas y que se extiendan
hasta la base. Pero, evidentemente, el enanismo hacía imposible este tipo de
representación. De modo que para generar un diseño compensado, en la zona que
debía estar ocupada por las piernas de Seneb se colocó la figura de dos hijos
de la pareja. Ciertamente tienen un protagonismo eclipsado por el de sus
padres, pero a nivel compositivo su presencia es relevante pues elimina el
vacío que quedaría bajo la figura de su padre. De este modo se genera una
volumetría que busca el equilibrio y la armonización con las piernas de la
mujer, lo que no habría sido posible si Seneb hubiera sido mostrado con las
piernas en otra posición. Cruzar sus piernas, como dejar las manos reposadas
sobre el pecho, suaviza la descompensación de las medidas de sus extremidades
en relación con la figura de la esposa. Ciertamente la escultura deja patente
que Seneb era más bajo que su esposa, sin embargo, la composición y la manera
de situar a los personajes, permite que la cabeza de ambos se muestre a la
misma altura. Incluso las dimensiones algo más grandes de la cabeza de Seneb,
insinúan una especie de perspectiva jerárquica. Así que aunque a Seneb se le
muestra de un modo naturalista, en su representación se buscaron recursos que
compensaran desequilibrios de carácter compositivo. Lo cierto es que el
tratamiento iconográfico de Seneb implicaba conflictos difíciles de resolver
dentro de las pautas de las convenciones plásticas egipcias, y, sin embargo, la
obra consigue ser armónica y sorprendentemente canónica.
El artista que creo la escultura de Seneb con su familia fue
bastante audaz y resolvió airosamente problemas compositivos de difícil
factura. También fue audaz generando zonas liberadas, consiguiendo una especial
vivacidad al no integrar las figuras en una pilastra dorsal y al generar espacios
calados en puntos complicados, como, por ejemplo, entre los personajes, o en el
brazo que Senetefes reposa sobre el codo de su esposo; incluso es excepcional
el volado con el que se trató el otro codo de la dama, lo que, sin embargo,
parece que terminó con una fisura que fracturó la piedra.
El grupo escultórico de Seneb es una pieza sin parangón en el arte
egipcio. Su singularidad radica, sobre todo, en la voluntad de mostrar a Seneb
de un modo naturalista y sin eludir sus deformaciones. Unas deformaciones que
no le impidieron llegar a las capas más elevadas de la sociedad egipcia y
ocupar cargos próximos a la figura del monarca. Un hombre privilegiado que
buscó la eternidad en una tumba en la meseta de Guiza y que se inmortalizó
disfrutando del gesto afectuoso extendido por su esposa.
La escultura
Quiero hacer referencia a la existencia de dos escuelas
escultóricas durante la IV Dinastía desarrolladas en los talleres reales
asociados a los cementerios reales de Dashur, Giza y Meidum. Ambas gozan de
igual perfección en la técnica y se esfuerzan en conseguir un aspecto más
natularista pero se diferencian en que el acabado de la primera resulta de una
apariencia más severa y con un estilo más simplificado que la segunda. Modelado
más suave y detallado caracterizan a la segunda escuela que empieza a
perfeccionar estas características ya con Dyedefra.
Los ejemplos mostrados son una clara evidencia del incipiente uso
de temas más familiares o privados dentro del apartado real, motivos que habían
sido desarrollados con anterioridad en la escultura civil.
Esta estatuaria civil, como veníamos diciendo, no resulta tan
acusadamente rígida como la real, aunque copie de ella las actitudes y la tomen
como modelo a seguir. De hecho, algunas de ellas se alejan bastante de estos
cánones llegando a ser precursoras de los llamados “modelos”, representaciones
en bulto redondo, extremadamente realistas, de lo que posteriormente serán los
relieves que se tallen en las tumbas y que empiezan a verse en el Primer
Período Intermedio.
Muestras de este tipo de esculturas son bastante abundantes. En
cuanto al gran realismo que desprenden pueden destacarse la antes mencionada de
Kaaper, llamado también el alcalde del pueblo “Sheik el-Balad”, nombre que le
dieron los operarios de Mariette en el momento de su descubrimiento debido a su
gran parecido con el jefe de su pueblo y, fundamentalmente, las estatuas
representando a escribas (como el conocido escriba sentado del Museo de El
Cairo). La vivacidad de estas figuras se consigue en gran parte por los
apliques de cristal usados para los ojos.
Durante la V Dinastía en las estatuas, incluidas las reales, se
comienza a prescindir del colosalismo de la anterior e incluso se reduce la
calidad aunque no perfección de las mismas. Aunque tenemos ejemplos como la de
Kaaper, lo normal es que disminuyan en tamaño.
Figura de Kaitep y
Hetepheres
Sacerdote Kaitep y su esposa Hetepheres, de la Dinastía V o VI, de
47,5 cm de altura, en piedra caliza, también se encontraba en un serdab
(Estatua en el Museo Británico).
Se cree que esta estatua proviene de Giza.
Pertenecería a la Dinastía V o Dinastía VI.
Dentro de la clasificación del arte egipcio se puede decir que es
una estatua par, o en grupo.
Es un excelente ejemplo de las convenciones del antiguo Egipto en
la representación de hombres y mujeres.
Aunque es muy estrecha en la apariencia, los dos se dintinguen por
el color de la piel y la amplitud de los hombros del hombre.
Seguramente esta estatua fue colocada en el serdab.
El hecho de ser colocada allí fue una característica común en las
tumbas de la época, especialmente, en los cementerios de Memphis (Giza, Sakkara
y Dahshur).
Actuaron como un medio adicional de mantener en la tumba la
memoria y la personalidad del propietario en la existencia, si su cuerpo se
destruye, su " casa de la eternidad " sería fácilmente reconocida por
sus espíritus.
Katep, esposo de Hetepheres,
era un sacerdote relativamente de menor importancia, pero sí tiene la
denominación de "sacerdote de Kheops», el rey de la Dinastía IV, y el
constructor de la Gran Pirámide de Giza.
Así Katep era un sacerdote que sirvió en los templos relacionados
con la pirámide real.
Una serie de fragmentos de los relieves de la tumba también han
sobrevivido, algunos de los cuales se encuentran en el Museo Británico,
mientras que otros están en el Museo Field de Chicago.
Medidas: altura de 47,500 cm.
Estatua de Nenkheftka
(EA1239)
Esta estatua
procede de la tumba de Nenkheftka en Deshasha.
Estas estatuas
eran características del Imperio Antiguo.
Las
tumbas a menudo tenían una cámara llamada serdab donde era colocada una estatua
del difunto que servía para mantener viva la memoria de a persona fallecida
No era muy
usual econtra estatuas como ésta, de la Dinastía V fuera de los cementerios
cercanos a Memphis.
Los rasgos faciales son magníficos y el detalle de la peluca la
hace especial.
En la cámara de a tumba de este personaje fueron encntradas varias
estatuas que hoy día se exponen en el Museo del Cairo y en el Museo de Bellas
Artes de Boston.
Nenkheftka era un funcionario provincial.
La pieza está realizada en piedra caliza y fue una donación de la
Egyptian Exploration Society al British Museum donde se expone actualmente.
El
Artesanal Inti-Shedu, ca. 2470 aC
Esta pieza procede de una tumba ubicada en el cementerio de los
trabajadores en Giza. La estatua constituía una de las varias que muestra
Inti-Shedu en diferentes momentos de su vida. El mayor del grupo, esta estatua
probablemente lo representa en el momento de su muerte. La inscripción en el
lado derecho del asiento describe Inti-Shedu como "Supervisor de la Barca
de la diosa Neith, Conocimiento Real." Una de las más antiguas deidades
egipcias, Neith era la diosa de la caza y, posiblemente, una diosa de la guerra.
Su progenie incluida Horus, Osiris e Isis. A pesar de Sais se convirtió en su
centro de culto, Neith también tenía un templo en Giza. Con toda probabilidad,
Inti-Shedu era un carpintero que construyó barcos de este templo. Esta pieza es
casi 30 centímetros de altura.
Escultura del escriba Rahotep en granito rosa
procedente de su tumba en Saqqara. Imperio Antiguo.
Escriba
del Louvre
Dimensiones:
Altura: 53'7 cm. Ancho máximo: 35 cm.
Material:
Piedra caliza policromada. Detalles en cristal de roca, cobre, madera…
Lugar de conservación: Colección Egipcia del Museo
del Louvre, París.
Lugar de localización: Posiblemente la pieza se localizó en las proximidades del Serapeum de
Saqqara durante las excavaciones de Auguste Mariette en noviembre de 1850.
El Escriba del Louvre (E 3023) es una de las esculturas más célebres
legadas por el arte egipcio y es visita obligada para todos aquellos que
recorren el museo parisino. La obra, que recientemente ha sido restaurada y ha
cobrado nuevo esplendor, se encuentra en bastante buen estado y conserva buena
parte de su delicada policromía original. Dicha policromía muestra a un hombre
de cabello negro, de piel terrosa y portador de un faldellín sencillo e
intensamente blanco. Además, la escultura se conserva prácticamente de forma
íntegra, únicamente existe una fractura importante en la mano izquierda y en el
extremo del pie izquierdo, apreciándose también otra fractura en la base
próxima a esa zona.
El hecho de que se trate de una pieza sin inscripciones, así como la
problemática sobre la concreción de su origen, ha dificultado la identificación
del individuo que el artista plasmó realizando su trabajo como escriba. No
obstante, sea quien sea dicho personaje, de lo que no hay duda es que debía ser
alguien orgulloso de su oficio y, precisamente cumpliendo con su labor, deseó
ser inmortalizado.
El Escriba del Louvre muestra un rostro detallado en el que se realzan
unas facciones algo huesudas, así como una barbilla y pómulos bastante
marcados. Los labios resultan finos y la comisura algo tensa. Además, el pelo
corto y la carencia de peluca o tocado, permite la representación de orejas
bien definidas y magníficamente esculpidas. Sin embargo, todos los elementos de
la cara quedan eclipsados por los espectaculares ojos de cristal de roca y
destacados con un perfil en cobre. La compleja técnica utilizada en su
realización otorga a esta obra una gran vivacidad y expresividad, e incluso el
brillo y la posición de las pupilas pueden hacer pensar que la escultura nos
observa con su azulada mirada. Unas negras pupilas que se encuentran algo
descentradas y bajas, de modo que la sensación de que la escultura
responde a la mirada se consigue de forma realmente efectiva desde una posición
un tanto elevada.
Detalle de los ojos.
Pero el rostro anguloso y de facciones marcadas contrasta con el torso
relleno y fláccido del personaje. El escriba se muestra entrado en carnes,
luciendo incluso unos pechos hipertróficos cuyo realismo viene subrayado por el
uso de unas pequeñas incrustaciones talladas en madera que dan forma a los
pezones. Un aspecto fondón que queda aún más subrayado por la llamativa la
línea curva que dibuja la bastante prominente barriga.
Los brazos tampoco muestran una musculatura marcada, pero han sido
esculpidos de forma completamente liberada del torso, lo que denota una gran
habilidad técnica y atrevimiento por parte del escultor de la obra, ya que este
no es un recurso demasiado frecuente en este tipo de obras y, de hecho, es poco
habitual en la creación escultórica egipcia. Esta liberación permite plasmar
una postura natural y relajada, favoreciendo la sensación de verosimilitud y
armonía.
El escriba se sitúa sobre un zócalo semicircular (en forma de D) con
las piernas cruzadas (quedando la derecha por delante). Esta postura genera una
superficie plana sobre las rodillas, que sirve como espacio de apoyo para
realizar el trabajo propio de escriba. El personaje extiende sobre esa
superficie un rollo de papiro que sujeta con la mano izquierda, mientras que
con la diestra sostiene el cálamo para escribir. Esta herramienta fundamental
en el trabajo del escriba debió ser también un elemento añadido en la
escultura, como otros de sus detalles, lo que puede apreciarse en la pequeña
hendidura conservada entre los dedos que debió servir como encaje.
Vista del Escriba del Louvre desde arriba, donde
se puede observar perfectamente la posición de las manos y del papiro
desplegado.
La genialidad del creador del Escriba del Louvre no sólo se hace
evidente en la maestría de su forma de esculpir y en la habilidad para
conseguir dar vida a la piedra, considero que también resulta asombrosa su
capacidad para forzar ciertos elementos con el objetivo de conseguir una mayor
intensidad expresiva. Ello se hace evidente en el recurso utilizado para generar
y ensalzar la zona plana sobre las rodillas, lo que se consigue creando una
suave desproporción tanto en la zona de las caderas como de las piernas del
personaje, dando así amplitud y énfasis al espacio en el que se condensa la
acción. Dicha desproporción, por tanto, permite generar una sensación de
profundidad y de espacio despejado que, a su vez, dirige la atención hacia unos
elementos esenciales y que son la más auténtica herramienta de cualquier
escriba: las manos. Estas extremidades, también realizadas con cuidada
dedicación y consiguiendo una vivacidad especial, condensan en su cotidiano
gesto buena parte del componente narrativo de la obra.
Pero en el Escriba del Louvre, para conseguir ensalzar las manos, se
consideró adecuado trastocar la representación de los pies. De hecho, si se
observan las esculturas de escribas conservadas, es fácil comprobar que los
creadores egipcios utilizaron diversos recursos con mayor o menor éxito: pueden
no representarlos y dejarlos únicamente sugeridos, pueden dejarlos ocultos o
casi ocultos bajo las piernas o hacerlos desaparecer bajo el faldellín, y hasta
pueden mostrarlos aplastados o con la planta completamente hacia arriba dando
una sensación un tanto desarticulada. Este "conflicto compositivo" parece
que podría deberse al hecho de que mostrar estas extremidades de forma completa
o anatómicamente natural, implica generar una superficie en declive sobre las
rodillas, limitando o dificultando la creación del espacio en el que se centra
la acción de estas obras.
En el caso del Escriba del Louvre el conflicto fue resuelto, en parte,
cambiando la proporción de la parte inferior del cuerpo del personaje. Pero,
además, el creador de esta sensacional obra consiguió incrementar el efecto
forzando de manera efectista la representación de las extremidades: se eliminó
la representación de dos dedos de los pies, es decir, únicamente se esculpieron
tres dedos.
De haberse realizado la representación de los cinco dedos en cada pie,
se habría cambiado la postura de las piernas y, por tanto, se habría ladeado la
superficie entre las rodillas. Es decir, mostrar los cinco dedos de los pies de
forma proporcionada habría dado una configuración distinta a la posición
completa del escriba, lo que habría dificultado el objetivo de realzar las
manos y el acto mismo de escribir.
Además, lo cierto es que la representación únicamente de tres dedos no
resulta del todo chocante ni siquiera desde una perspectiva anatómica, ya que
en la postura adoptada por el escriba difícilmente se hacen visibles los dedos
meñique y anular. A ello sumar que el escriba parece haber sido diseñado para
ser observado desde una perspectiva un tanto elevada y desde ese punto de vista
la forma singular de resolver la realización de los pies queda casi completamente
disimulada.
Pero aunque el escriba efectivamente sostiene el cálamo en una mano y
con la otra sostiene el papiro desenroscado, lo cierto es que su mirada no se
concentra en sus manos ni en lo que podría estar escribiendo.
Tampoco nos encontramos ante una obra en la que simplemente se exhiben
los objetos propios de una profesión, como también es habitual en la
representación de escribas. En este caso, su espalda está recta y la
espectacularidad de sus ojos dirige la atención hacia el frente, aunque con una
cierta desviación hacía arriba. Más que en pleno acto de escribir parece
detenido en un momento de reflexión, o quizá en el momento de levantar la
mirada para concentrarse en quien podría estar dictando las palabras que debía
escribir, o quizá mirando sutilmente hacia arriba meditando sobre cómo elevarse
del pozo próximo al Serapeum en el que parece haber sido depositado como
Estatua de Sustitución.
No hay respuesta unívoca a la pregunta de cuál podría ser la razón de
ese momento de quietud. De hecho, ante el Escriba del Louvre parece inevitable
preguntarse ¿qué debe estar pensando?.
En cualquier caso, ese momento el escriba lo afronta con sencillez y
en solitario, luciendo un sencillo faldellín y teniendo como únicos accesorios
su cálamo y un papiro. Pero a estas herramientas básicas hay que sumar otras
dos aún más trascendentales y que el creador de la obra supo realzar
magistralmente: los ojos y las manos. Los ojos, de tan compleja
realización y de realismo tan sugestivo, son la expresión de la perspicacia y
la inteligencia.
Sus manos, también llenas de vida, son el vehículo para plasmar todo
lo que esos ojos contemplan, todo lo que han aprendido, todo lo que con su
mirada parecen penetrar.
El Escriba del Louvre es una obra escultórica magistral, que
aparentemente resulta sencilla e incluso sobria. El escriba se sienta sobre el
suelo, no luce joyas, ni siquiera peluca, ni se representó con ningún otro
personaje, ni se muestra idealizadamente atlético y joven.
El Escriba del Louvre es un hombre concentrado en su trabajo, en sus
manos y en su mente. Una escultura que atrae todos los días miles de miradas de
miles de visitantes y cuya presencia parece resultar en ocasiones casi
hipnótica. El Escriba del Louvre para el espectador moderno resulta intensamente
atrayente, tal vez por el hecho de que su mirada milenaria interactúa con quien
le observa. Los vivos ojos del escriba parecen proyectase más allá de la piedra
en la que fue esculpido hace miles de años, como si aún escribiera o meditara,
como si desde el pasado pudiera vernos. Pero nosotros al observarlo miramos
hacia adentro, nos sumergimos en el fondo de sus ojos, tal vez como queriendo
ver lo que esos ojos pudieron ver, como queriendo desvelar un misterio, como si
quisiéramos leer en ellos, como si en el brillo de su iris pudiéramos ver
reflejado un mundo remoto y perdido en la distancia de los tiempos.
El alcalde de pueblo o el Sheikh el-Balad
Época: Dinastía IV-V [1] (c. 2500 a.C.)
Dimensiones: Altura: 112 cm.
Material: Madera. El detalle de los ojos realizado con cobre, cristal de roca, alabastro y obsidiana.
Lugar de conservación: Museo de El Cairo
Lugar de localización: mastaba de Kaaper (nº 36 o C8 de Saqqara), localizada durante las excavaciones de Auguste Mariette en 1860.
Dimensiones: Altura: 112 cm.
Material: Madera. El detalle de los ojos realizado con cobre, cristal de roca, alabastro y obsidiana.
Lugar de conservación: Museo de El Cairo
Lugar de localización: mastaba de Kaaper (nº 36 o C8 de Saqqara), localizada durante las excavaciones de Auguste Mariette en 1860.
Esta magnífica obra de arte
comúnmente es conocida como "el alcalde de pueblo", o, en árabe, el Sheikh
el-Balad. Así fue como le llamaron, de manera espontánea, los obreros que
en 1860 trabajaban bajo órdenes de Auguste Mariette en las excavaciones
arqueológicas de Saqqara, ya que la imagen les recordaba enormemente a las del
alcalde de su localidad. En realidad, el personaje retratado era un Jefe de
Sacerdotes Lectores, nacido en Egipto durante el Imperio Antiguo y cuyo
auténtico nombre fue Kaaper.
Vista
lateral.
La imagen de Kaaper se talló
en un gran tronco, aunque el resultado final se consiguió mediante el
ensamblado de varios fragmentos de madera. Ello es fácilmente perceptible, por
ejemplo, en el anclaje y unión de los brazos. También el brazo izquierdo está
realizado con varias piezas, para conseguir componer su gesto. Todas estas
junturas y pivotes se disimulaban completamente bajo la capa de estuco y
pintura que recubría la pieza. De este acabado, en la actualidad, apenas queda
ningún rastro.
En el momento de su
localización la escultura tenía múltiples desperfectos, por lo que fue
restaurada para su exhibición al público. La zona inferior y el soporte era lo
que se encontraba en peores condiciones, aunque continuaba siendo legible el
nombre y la titulación del personaje. En la actualidad, la escultura se expone
con parte de las piernas y los pies reconstruidos, y se sostiene sobre una peana
moderna. La vara que "el alcalde de pueblo" luce en una mano también
es actual. Pero a pesar de los avatares del tiempo, de las grietas y de las
fisuras, el trabajo que en la antigüedad se realizó es tan magnífico que la
obra sigue mostrando un esplendor y una viveza sorprendentes.
El "alcalde de
pueblo", para ser una talla en madera, tiene unas dimensiones inusualmente
grandes. Sin embargo, esta no fue la única escultura en madera de gran formato
localizada en la tumba de Sheik el-Balad, ya que allí también se encontraron
dos piezas de dimensiones similares: una parece representar al propio Kaaper,
aunque mostrado en plena juventud (Fig. 4); la otra ha sido identificada como
una representación de su esposa (Fig. 5). Sin embargo, la estatua del "alcalde
de pueblo" no destaca únicamente por sus dimensiones, se trata de una obra
singular en muchos otros aspectos.
De esta magnífica escultura,
ciertamente, lo que más llama la atención es el realismo con el que Kaaper fue
representado. Se le muestra como un hombre de cierta edad y con tendencia
obesa, además de lucir unos músculos fláccidos y un vientre pronunciado. La
imagen impresiona por lo magníficamente captados que se encuentran los detalles
más pormenorizados y por la sensacional verosimilitud del conjunto.
El rostro, que tiene un
protagonismo especial, muestra a un hombre de formas redondeadas y llenas, con
la mandíbula amplia y la papada desarrollada (Fig. 6). Los labios son gruesos y
de expresión amable, siendo realmente magistral la forma otorgada a las
mejillas, así como la suave curva que modela unos pómulos que se hunden
suavemente para dar forma a unas leves y naturalistas ojeras. La nariz es más
bien corta y el perfil desvela una cierta curvatura en su extremo (Fig. 7),
aunque todos los rasgos quedan bastante eclipsados por el brillo conseguido en
los ojos, realizados con incrustaciones, lo que les proporciona una gran
profundidad. Y aunque apenas pueden adivinarse las cejas, éstas consiguen
subrayar aún más la expresión de la mirada [6].
Foto. 4. El joven Kaaper.
Foto. 5. La esposa de Kaaper.
En la estatua del Sheikh
el-Balad resulta excepcional el perfilado del límite de las entradas,
aludiendo a una incipiente calvicie. Ello amplifica la frente y redondea aún
más el conjunto de la cabeza. El detalle en la zona de los cabellos es
realmente minucioso, incluso se capta la sinuosa textura del cabello, muy
corto, pero con unas ondulaciones que lo delatan como rizado. También hay que
hacer mención especial al tratamiento de las orejas, aunque la izquierda se
encuentra muy deteriorada.
La actitud de Kaaper es la
propia de un hombre de posición, mostrado con pose altanera y ademán solemne. Y
aunque no se han conservado, en la antigüedad el personaje debía sostener en
sus manos los cetros y emblemas que lo distinguían como un individuo de rango y
con un cargo sacerdotal de cierta relevancia. Además de esos elementos, Kaaper
no parece haber lucido ninguna joya ni nada que resultara especialmente
ostentoso. De hecho, su única vestimenta es una faldellín anudado a la cintura
y que se extiende hasta las rodillas. Este sencillo atuendo, no obstante,
contiene un detalle a sumar a los muchos otros que hacen de esta escultura una
pieza especial: sorprende que la tela se curve y que caiga ampliamente, generando
un elegante y profundo pliegue (Fig. 8). Un pliegue que sólo puede ser
observado en su auténtica dimensión mirando a la pieza desde un perfil, de modo
que es como si la escultura nos invitara a girar a su alrededor para poder
percibirla desde múltiples puntos de vista y poder apreciar así la riqueza de
su singularidad.
Foto. 6 Detalle del rostro de Kaaper.
Foto 7.
Perfil de la cara de Kaaper.
Como es tradicional en la
estatuaria egipcia, la talla de Kaaper también avanza la pierna izquierda. Pero
incluso en este gesto el "alcalde de pueblo" resulta singular, ya
que, a diferencia de lo más corriente, la carga no se muestra descansando en el
pie derecho (Fig. 9 y 10). Aunque la parte de las piernas y de los pies han
sido muy restauradas, lo cierto es que el conjunto de la composición tiene la
peculiaridad de conseguir la sensación de que el peso recae en la extremidad
que se adelanta.
De manera sorprendente ello
otorga a la escultura de Kaaper una cierta sensación de desequilibrio y, a la
vez, un suave movimiento. La presencia del pliegue en la ropa, la manera en que
cae el faldellín, la forma de la cadera y la postura del brazo izquierdo,
agudizan este insólito efecto de difícil parangón en la escultura egipcia. Dada
la intensa capacidad retratística de la que hace gala la obra, quizá podemos
llegar a pensar que el artista quería captar algún rasgo particular en el
caminar del personaje. Tal vez la orondez y el exceso de peso le confirieran a
los pasos de Kaaper, al desplazar su cuerpo, unas características que el
artista quiso evocar en una imagen que debía recordarle para siempre.
Foto. 8.
Detalle del faldellín de Kaaper.
La verosimilitud captada por
el artista y la calidad de la ejecución hacen de Kaaper un hombre reconocible y
afín, con el que nos sentimos en singular comunicación. El hecho de realizarse
en madera proporcionó, además, la capacidad de intensificar el naturalismo, al
permitir liberar los brazos y las piernas, e incluso alzar la mano izquierda
para sostener algo con ella. Pero la magia conseguida en el rostro, a lo que se
suma la realista y cristalina mirada, alimenta aún más esa sensación de
proximidad y hasta de mutua observación. Incluso las insólitas dimensiones para
una talla, prácticamente a tamaño natural, hacen de Kaaper un individuo aún más
cercano.
En esta escultura el arte
egipcio está lejos de la soberbia idealización y del sublime distanciamiento.
El atractivo de Kaaper es que resulta atemporal por lo mundano y cotidiano, y
ante su retrato podemos perdernos en el tiempo e imaginar a este hombre
deambulando por las calles de Menfis, comprando en un mercado, releyendo un
papiro algo arrugado, durmiendo la siesta y, quizá, hasta disfrutando de su
familia ante una buena mesa. No parece que se tengan que hacer grandes esfuerzos
para que la imagen de Kaaper consiga evocar un mundo y un tiempo que ante su
presencia hasta se antoja cercano.
Foto. 9. Detalle del
faldellín de Kaaper. Foto en D. RAGAI, L' art pour l'art dan l'Égypte
antique, París, 1940. PL.4.
10. Kaaper. Vista semiperfilFoto en D. WIL-SON, L' art pharaonique,
París, 1999, p. 23.
|
En el "alcalde de
pueblo" la desnuda madera cobra una vivacidad palpitante, capaz de
aproximarnos a un hombre que caminó por Egipto hace milenios pero con unos
rasgos y complexión que fácilmente podemos encontrar rememoradas entre los
transeúntes de alguna calle de nuestras ciudades, quizá viviendo en nuestro
vecindario o siendo el alcalde de nuestro propio pueblo. Esa capacidad de
proximidad, de presencia real, es lo que hacen de esta obra una de la
creaciones artísticas más fascinantes legadas por el Egipto de los faraones.
De este periodo son también muchas esculturas populares, grupos escultóricos como La Nodriza, representada por una mujer amamantando a un niño, en la parte posterior otro niño jugando.
Otro ejemplo lo
tenemos en la figura de El Arpista, o del Hombre cortando la pata de una vaca, relacionado con el ritual de la
Apertura de la Boca.
DECADENCIA
Y CAÍDA DEL IMPERIO ANTIGUO
A Pepy I le sucedieron dos de sus hijos; primero Merenra,
Merenra-nemtyemsaf, Horus Ankh-Khau (2.287-2.278 a.C.), y después Pepy II,
Horus Netjerkhau (2.278-2.184 a.C.). Ambos ascendieron al trono muy joven, y
ambos construyeron sus pirámides en Saqqara Sur. Pepy II reinó durante unos
noventa y cuatro años, habiendo heredado el trono a los seis, lo que le
convierte en el faraón más longevo de la Historia de Egipto. Sin embargo, es
probable que la segunda parte de su mandado fuese de alguna manera poco
efectivo, ya que las fuerzas que habían ido insidiosamente erosionando los
teóricos cimientos del estado egipcio se hicieron patente.
La crisis que se implantó era inevitable, pues la semilla
germinaba ya dentro del propio sistema. Primero, era ideológica, ya que el
faraón, cuyo poder económico se encontraba sensiblemente debilitado, era
incapaz de representar el rol que le había sido asignado por la propia doctrina
de la Realeza. Las consecuencias para la totalidad de la sociedad egipcia
fueron tremendas; el sistema de remuneración ex officio hacía tiempo que había
dejado de funcionar satisfactoriamente, y el sistema fiscal estaría por
entonces al borde del colapso.
Algunos puestos de la Administración se habían convertido en
hereditarios y permanecían dentro de la misma familia durante generaciones. En
el Medio y Alto Egipto, las tumbas cavadas en roca de yacimientos como,
Sedment, Dishasha, Kom el-Ahmar Sawaris, Sheikh Said, Meir, Deir el-Grebrawi,
Akhmim (el-Hawawish), el-Hagarsa, el-Qasr wa ‘l-Saiyad, Elkab y Aswan (Qubbet
el-Hawa), dan testimonio de las aspiraciones de los gobernantes locales, para
entonces semiindependientes soberanos.
Menos conocemos de los correspondientes cementerios del Delta,
aunque sabemos que los yacimientos de Heliópolis y Mendes existían. La
proximidad de la capital puede que hiciese más difícil cualquier intento de
autonomía, pero la razón principal de la falta de evidencia radica en su propia
geografía y geología. Los niveles del Imperio Antiguo están hoy cerca o por
debajo de la capa freática, lo que dificulta las excavaciones. Mucho más se
sabe de los administradores del Oasis Dakhla, que vivían en el asentamiento de
Ayn Asil y fueron enterrados en grandes tumbas-mastabas en el cementerio local
de Qilat el-Dabba.
El gobierno central prácticamente dejó de existir, y las ventajas
de un estado unificado se perdieron. La situación se vio agravada aún más
debido a factores climáticos; muy especialmente a una sensible disminución del
caudal del río regulador de las crecidas, unida a un declive en las precipitaciones,
que afectaron a zonas colindantes del Valle del Nilo, con la consiguiente
presión en las zonas fronterizas por parte de tribus nómadas. El hecho de que
muchos sucesores en potencia esperasen bajo las protectoras alas del faraón
Pepy II que terminase el excepcionalmente largo reinado del faraón,
probablemente propició la caótica situación que acabó instalándose.
A Pepy II le sucedió Merenra II (Nemtyemsaf), la Reina Nitiqret
(2.184-2.181), y unos diecisiete o más faraones efímeros que representan a las
Dinastías VII y VIII de Manetón. Sus separaciones dinásticas, de nuevo, son
difíciles de explicar; excepto como meras divisiones accidentales de las
listas. La mayoría de los gobernantes son poco más que nombres para nosotros,
aunque a algunos de ellos se les conoce por los decretos proteccionistas
expedidos para el templo de Min en Koptos.
Qakara Iby es el único faraón cuya pirámide de 31’59 m de lado se
ha encontrado en Saqqara Sur. Por lo que, lo único que asemejaba a estos
pequeños reyezuelos con los faraones gigantes del primitivo Imperio Antiguo,
eran la propia ubicación de la residencia real en Menfis, y la teórica
reclamación de dominio sobre todo Egipto.
El Gran Total que nos da el “Canon de Turín” de 955 años que
separan al faraón Menes, al principio de la Dinastía I, del último de estos
efímeros gobernantes, pone fin a la línea de faraones menfitas y al período que
se ha denominado Imperio Antiguo.
Mastabas de este periodo en Guiza
La mastaba (tumba) del Idu
La mastaba de Idu (UDIt) se encuentra en el cementerio
del Este en Guiza cerca de El Cairo, Egipto. En la vida, él era el escriba de
los documentos reales de la presencia del rey. También ocupó el título, "El inquilino de la pirámide de Pepi
I", así como "Inspector de
las WAB-sacerdotes de las pirámides de Keops y Kefrén durante el reinado de
Pepi I. Él vivió en Egipto 6ta dinastía. Su mastaba numerada G 7102, se
encuentra cerca de la tumba de Qar, que se cree que fue su padre o hijo.
También tiene claras similitudes estilísticas con esa tumba.
Ambas mastabas se encuentran
entre las más interesantes de las tumbas privadas en Guiza, cada uno con
estatuas inusuales, así como escenas muy detalladas del séquito funerario
Imperio Antiguo.
La mastaba de Idu consiste en
una escalera descendente seguida por un gran vestíbulo que no es exactamente
cuadrado, con un pasillo de entrada seguido de una sola habitación rectangular
con su eje mayor en dirección norte-sur.
La pared oeste de esta última
sala está adornada con una serie de cinco nichos que contienen una serie de
estatuas en alto relieve pensado para representar al difunto, o los familiares,
además de una más pequeña a la izquierda (la más cercana a la puerta de
entrada) de su posible hijo Qar, con sus nombres y títulos de los jeroglíficos
bellamente tallados.
Las estatuas
de los cinco nichos más grandes a veces se dice que son miembros de distintos
de la familia, pero muchos eruditos creen que representan sólo el difunto en
diferentes edades, aunque no como un niño en el sexto nicho.
Plano Tumba
de Idu – G7102
En la pared este, una estela de puerta falsa, pintada para simular el
granito. En la mitad inferior de la puerta falsa una estatua de Idu
misteriosamente levanta de la tierra para recibir sus ofrendas. Se trata de una
puerta falsa muy inusual. Sus brazos se extienden hacia adelante con las palmas
vueltas hacia arriba, abierto a recibir ofrendas.
En un panel anterior, el difunto, con el rostro esculpido
elegantemente y llevaba la peluca usual y un cuello ancho, y su esposa,
Meretites, aparecen sentados uno frente al otro en una mesa de ofrendas. En la
mesa de los panes son altos y estilizados que ofrecen. Cerca del suelo, y el
banco ofrenda se coloca delante de este muro, que representa a las ofrendas que
ha de darse al propietario de la tumba y su esposa.
El plan decorativo de la tumba gira en torno a temas funerarios. En la
pared sur, a la izquierda y a la derecha de la puerta, es una representación de
dolientes en la casa del difunto, la tienda purificación y la procesión
funeraria. Esta es una de esas tumbas que proporcionan mucha información sobre
las prácticas funerarias privadas, a partir de su casa y termina con su
entierro.
Pared sur de la mastaba de Idu. Se observan en los diferentes
registros, escenas de juegos y musica en honor a Hathor. De la misma fuente
citada en ocasiones anteriores.
Juego de mesa
Meryrenefer era un oficial de Egipto durante la dinastía quinta-sexta,
probablemente durante el reinado de Pepi II. Él era el "Obispo de los
Pueblos de las Pirámides de Keops y Micerinos", el "Inspector de
WAB-sacerdotes de la Pirámide de Kefrén" y "El inquilino de la
Pirámide de Pepi I. Sin embargo, es más conocido por nosotros como Qar (o Kar).
Estaba casado con Gefi, que era una
"profetisa de Hathor".
La mastaba tumba de Qar (G 7101) se encuentra en el cementerio del
Este en Guiza. Se encuentra al este de la pirámide perteneciente a la reina Hetepheres y al lado de la tumba mastaba
de Idu. Puede haber habido una relación entre estos dos hombres, pero si es
así, la relación no está clara.
Qar sentado en un nicho en la pared este
de la sala principal
Esta tumba se compone de una escalera que conduce a un pasillo
pequeña entrada seguido de la sala principal o primera, que es a su vez
flanqueado al oeste por un hall de oferta y por el este con una sala anexa o
almacenamiento. Muchas referencias se refieren a la sala principal como en
realidad son dos canchas separadas por los pilares, con corte C es la más
septentrional seguido de corte D.
En la sala principal hay un pilar autónomo individual y dos
pilares comprometidos. Estos pilares soportan un arquitrabe que está ricamente
trabajado en jeroglíficos incisos.
En la cara de los pilares Qar se representa en las diversas etapas
de su vida. Sólo dentro de la habitación principal en el muro norte encontramos
dos procesiones de hombres remolcando el barco funerario con el sarcófago de
Qar hacia su tumba.
La pared a la derecha de la entrada representa los ritos
funerarios, con Qar sentado en una mesa para recibir ofrendas. El texto en el
registro superior se puede traducir como "escribano real del documento del
dios, Idu". En el registro inferior, el "obispo de ka-sacerdotes,
Nakhti" se muestra verter una libación.
Cerca de la esquina suroeste de la primera sala es la entrada a
una segunda habitación que se ha denominado cámara de las ofrendas. En la
puerta de esta habitación son más bajos relieves policromados de los
fallecidos, y dentro, la puerta falsa de Qar se fija en la pared occidental con
escenas de los portadores de ofrendas a cada lado. Esta tumba contiene
excelentes ejemplos de obras de arte que distinguen a este último viejo reino
del Imperio Antiguo temprano. Aquí, al igual que en la tumba de Idu y otros, la
figura humana se representa con los ojos bien apretados, torsos y musculatura
mínima, lo que es diferente, a veces, de manera espectacular a partir de
representaciones tempranas. Tales diferencias son muy a menudo esencial para los
egiptólogos para datar nuevos descubrimientos.
Estatuas dedicadas en la parte trasera
(sur) de la pared de la sala principal en la Sala D
Inusual escena, los personajes tienen la
mano sobre la boca
Más información en:
CONCLUSIÓN
Terminamos uno de los períodos más significativos de la Historia del Antiguo Egipto, si no el que más, ya que muestra los cimientos consolidados de un imperio en cierne que duraría milenios.
Terminamos uno de los períodos más significativos de la Historia del Antiguo Egipto, si no el que más, ya que muestra los cimientos consolidados de un imperio en cierne que duraría milenios.
Este período, de más de quinientos años (2.680-2.160 a.C.), fue el
más rico y creativo de su historia. Se mantuvo así durante cuatro dinastías –
de la III a la VI - y fue durante esta última que se inició y confirmó su
evidente declive y caída final.
Las periódicas crecidas del rio Nilo que regaban los campos y
hacía brotar su rico limo, se interrumpieron de forma precipitada; las altas
capas sociales alcanzaron las cotas más altas de influencia y poder, y se
convirtieron en un pesado lastre para el país; los gastos sociales y la rémora
de un largo reinado superaban a los cada vez más disminuidos ingresos; las
incursiones en ultramar para obtener recursos no eran suficientes para inclinar
favorablemente la balanza económica; el comercio exterior era aún una actividad
incipiente; la descentralización fue nefasta, resquebrajando la unidad del
imperio al igual que lo haría dos milenios más tarde con el de Roma; el
creciente poder de ciertos núcleos religiosos desgastaba la autoridad real; y
el reinado casi centenario de su último soberano, tuvo que haber sumido al país
en un estado letárgico, falto de liderazgo, carente de proyectos, y muy
probablemente, corrompido, sin una mano fuerte, joven y dispuesta a mantener la
ilusión de un pueblo, por otra parte, totalmente entregado.
Mastabas
de los gobernantes y visires de la V y VI dinastía
La mastaba emplea tres tipos de piedra en su construcción: las
piezas visibles, tales como las paredes exteriores y la parte superior de todas
las paredes interiores (sin duda las que contienen la decoración), fueron
construidas principalmente con piedra caliza blanca Tura. El resto, con la
excepción de las losas para techos (que eran de una piedra amarilla de calidad
pobre), utiliza una piedra de color púrpura. La entrada a la mastaba se
encuentra hacia el extremo oriental de la fachada norte. Una estrecha entrada
lleva a una habitación larga y decorada que parece haber servido sólo como un
corredor, con orientación norte-sur, que mide aproximadamente 7 metros de largo
por 2 metros de ancho. El detalle de las paredes no se habían completado, y
todas las etapas de producción se encuentran, a partir de diseños de tinta casi
borrada de relieves exquisitamente terminados.
Fue decorada por Akhethotep, y aparece nombrado Ptahhotep como su
hijo. Parte de la decoración (al este de la pared) contiene un desfile de 17
mujeres, cada una actuando como un símbolo de una de las fincas de Akhethotep.
Otras representaciones reflejan esencialmente las actividades agrícolas y
ganaderas.
Frente a la entrada, el extremo sur termina en un nicho relativamente profundo. Su base se eleva un metro sobre el suelo del pasillo, y posiblemente se tenía la intención, de colocar una estatua sedente de la persona fallecida.
Este pasillo de entrada tiene tres salidas, una en el lado
oriental, dos en el oeste. Antes del nicho, el paso hacia el este lleva a un
anexo muy dañado. La salida más al norte-oeste, da acceso, por un pasaje, a dos
habitaciones subsidiarias.
La sala es el centro principal estratégico del complejo funerario,
y mide aproximadamente 6.3 m de ancho (este-oeste) y 8.4 m de longitud (de
norte a sur). La cubierta de pesada piedra se realizó en bruto con arquitrabes
tallados, de más de 3 metros de longitud, que cruza la habitación en tres
tramos con la ayuda de los cuatro pilares.
Los pilares son de sección rectangular. La sala fue construida con
piedra blanca, a excepción de la elaboración de las puertas sur y oeste, pero
la superficie de las paredes y los pilares se mantuvo en bruto, por lo que su
estado sin inscripciones parece intencionado.
Una puerta en el centro de la pared norte de la sala otra vez
también lleva a las dos habitaciones que se accede desde el norte de corredor
de entrada.
En la pared occidental de la sala, frente a la entrada principal
del corredor, es la vía que conduce a la capilla totalmente decorada de
Akhethotep. Esta es la forma de una
"T" girada. Frente a la entrada del pasillo, en el extremo
occidental de la "T" girada, está la puerta falsa de Akhethotep, a
los pies de los cuales es un altar de piedra.
Finalmente, una puerta en la esquina sureste de la sala de columnas conduce, a través de una pequeña cámara, a la capilla decorada de Ptahhotep. Esta pequeña colección de habitaciones se encuentra en un nivel inferior al de la propia sala y está orientada básicamente hacia el norte a sur.
Para una información más detallada ver
Mastaba
de Ty
Ty o Ti, era el
supervisor de de las pirámides de Neferirkare y de Niuserre (entre otros
títulos) a finales de la V dinastía.
La mastaba, tumba de Ty, En Saqqara, es una de las más famosas del
Reino Antiguo, notable por la diversidad y pertinencia de los temas, así como
por la calidad de la ejecución de sus relieves y su estado de conservación.
La mastaba, identificada como N
° 60 (de acuerdo con Jacques de Morgan) o D22 (de acuerdo con Mariette), está situada a unos cientos de
metros al noroeste de la pirámide escalonada de Zoser y unos 150 metros de la
puerta de entrada que conduce al Serapeum. El Serapeum es el conjunto de
galerías subterráneas (catacumbas), donde los bueyes Apis fueron enterrados,
que se considera sagrado como la imagen viva del dios Ptah de Menfis. A la
mastaba se accede desde el exterior por un pórtico de entrada, con dos columnas
de sección cuadrada ambas inscritas con los títulos y la figura del difunto. En
el pórtico pasadas las columnas, en su muro izquierdo, se observa al difunto
sentado junto a demás personas, sobre unos registros con la lista de los
estados. El dintel de la puerta de entrada presenta inscripciones muy
deterioradas del difunto y su título.
La lista de los títulos dados a Ty numerosos. Esta lista ha sido
establecida de acuerdo con el trabajo de P. Piacentini, pero no da la escritura
jeroglífica. Para superar este problema (que es un problema básico tipográfico:
el texto mezcla y jeroglíficos) pilares de la capilla se han utilizado como
medio de ilustración: la cara este de pilares, la cara oeste de los postes,
pilares de la cara norte y cara sur de los postes. En la parte inferior de cada
columna es el nombre de Ty con su figura sentada debajo de ella.
La "tumba de Ty", fue un monumento de la familia, que
fue utilizado no sólo por Ty, sino también por su esposa y sus hijos.
Su esposa Neferhetepes,
era una sacerdotisa de Neith y Hathor.
Hasta hace poco, sólo dos hijos eran conocidos: Demedj, que parece haber tenido un
significado especial, y Ty (''junior
").
Al igual que con muchos de los enterramientos en Saqqara, el efecto
de la arena durante varios milenios ha cambiado la cara del lugar y la tumba se
encuentra por debajo del nivel del desierto.
El dibujo de la derecha, que utiliza una de las figuras dibujadas
por Mariette, muestra el aspecto externo de la probable tumba, como un reflejo
de "L".
Desde su aparición, a comienzos de la civilización faraónica, la
superestructura funeral se conoce como una mastaba (derivado del árabe
"banco") es característico del Imperio Antiguo (aunque algunos se
encuentran en una fecha posterior). Presentan un aspecto exterior casi sin
cambios, un recordatorio de una pirámide (muy) truncada. El cuerpo del edificio
está construido a partir de piezas de piedra y barro, y se divide por ladrillos
de barro. En el mejor de los casos, se ve reforzada por un revestimiento de
losas de piedra caliza.
La colina primordial evoca una estructura simbólica, el montículo
inicial que surgió de la monja, el mar de los abismos, en el primer día del
mundo. Por los difuntos, que era el lugar mágico permite la comunicación entre
los dos mundos, donde el culto se podría hacer, y presentaron ofrendas, de modo
que la parte inmortal de la persona podría beneficiarse, de manera que su Ka
podría mantenerse por toda la eternidad.
Aun cuando la forma exterior era casi inalterable durante el
Imperio Antiguo, esto no fue el caso de la distribución interior. En esta parte
central de la 5 ª dinastía, la mayor parte de la mastaba está formada por el
núcleo central sólido, pasillos y habitaciones que ocupan una porción restringida
de la masa. Con el tiempo, esta parte del espacio en el interior estaba cada
vez más a expensas de la parte sólida. La 6 ª dinastía marca el apogeo de este
proceso, que culminó con el poder de las grandes familias, como en la mastaba
de Mereruka.
El plan de la tumba de Ty es simple: un pórtico de entrada se abre
a un patio con columnas, por lo tanto, dos corredores sucesivos conducen a la
primera sala (una bodega), y luego otro conduce a la capilla principal para
recibir las ofrendas y culto.
La mastaba de Ty es una de las primeras tumbas privadas que
consiste en un patio con columnas grandes. Este patio es externo a la
estructura principal, al este del principal macizo rectangular, y no en el
interior, lo que significa que tal vez había sido añadido en una segunda fase.
La orientación del monumento es casi perfectamente norte-sur, la
capilla, serdabs y trastero, orientados de este a oeste.
Los relieves del Pórtico
Cada registro incluye doce mujeres, y se refieren a los doce
dominios. Había por lo tanto (en teoría, porque algunos de ellos podrían ser
ficticios) por lo menos treinta y seis, y si los dos registros que faltan
contenían el mismo que los demás, su número habría aumentado a sesenta.
Todas las mujeres llevan en su cabeza una canasta (el diseño de
rayas que invoca que es de mimbre), que apoyan con su mano izquierda, el brazo
está ligeramente doblado. Algunos productos alimenticios son reconocibles:
panes de diferentes formas y tamaños, verduras, etc. El brazo derecho hacia
abajo, la mano sostiene un ave, un florero o la correa de un ternero o una
gacela pequeña. Más raramente, el brazo se flexiona y la mano, entonces tiene
dos largos tallos de papiro, mientras que tallos de loto pasan a través del
pliegue del codo.
Estas mujeres están vestidas con un largo vestido transparente con
dos correas para los hombros. El estilo de cabello se divide, con los
filamentos colgando en la espalda y la frente. Al examinar con cuidado, se
puede observar que el artesano tenía trabajo notable: no hay dos idénticas.
Para una
información más detallada ver la siguiente dirección:
Nyankh Khnom y Khom Hotep eran los
peluqueros y encargados de la manicura del faraón Nyuserra (2500-2350 a.C.), y
fue la tumba común lo que hizo pensar en un principio que eran hermanos, hasta
que se demostró que lo que les unía era una profunda amistad, explica el
arqueólogo Ahsraf Mohiedin, uno de los responsables del conjunto de Saqara.
El mausoleo adquirió relativa fama en los últimos años, después de
que en una conferencia celebrada en la Universidad de Gales los peritos
afirmasen que las escenas esculpidas en sus muros confirman que la
homosexualidad era una conducta tolerada en el antiguo Egipto.
Una tumba sencilla
La tumba, pequeña y sencilla en comparación con la majestuosidad
de las erigidas para los faraones y la nobleza, esta compuesta de dos partes:
la delantera, construida con bloques de roca, y la posterior excavada en la
montaña.
En la parte trasera están sepultados los dos peluqueros en sendas
cámaras funerarias, uno al lado del otro, a una profundidad de seis metros.
El interior de la cripta esta ornamentado además con imágenes
esculpidas y pintadas que representan a los peluqueros haciendo la manicura al
faraón, presentando ofrendas a los dioses y pescando cada uno en su barca,
además de escenas de la vida cotidiana y de las polémicas en las que aparecen
abrazados o besándose.
El mausoleo fue descubierto en 1964 por el arqueólogo egipcio
Ahmed Musa, y está situado en las proximidades de la pirámide escalonada de
Zóser, la principal atracción turística de Saqara, que fue la necrópolis de
Menfis, la antigua capital de Egipto.
Nianjjnum y Jnumhotep fueron dos
funcionarios del Antiguo Egipto, que sirvieron al faraón de la quinta dinastía
Nyuserra. Ambos llevaban el mismo título de Supervisor de la manicura real,
y se definen en su tumba como Confidente Real y Sacerdote de Ra en el
Templo Solar Nyuserra.
Son conocidos por su tumba común, una tumba que muestra a dos
colegas en una posición extraña íntima, pero no debe confundirse como una
pareja de un mismo sexo.
Ambos hombres estaban casados y tenían hijos, varios de ellos se
muestran en la tumba. Recientes investigaciones apuntan la idea de que fuesen
gemelos o incluso siamenes, pero la mayoría de expertos se inclinan a
considerarlos como una pareja homosexual. Sin lugar a dudas las
representaciones muestran un profundo afecto, especialmente teniendo en cuenta
el simbolismo de unir las narices.
Puede arrojar luz el hecho de que los nombres de ambos indiquen
proximidad por medio de una referencia lingüística:
Nianjjnum significa "unido a la vida" y Jnumhotep
"unido al estado bendito de la muerte". Ambos juntos pueden
traducirse como "unidos en la vida y en la muerte".
Ambos nombres tienen una relación lingüística:
Nianjjnum significa la vida pertenece (a) Jnum y Jnumhotep Jnum
está satisfecho. Además de la importancia que tiene Jnum, dios creador de los hombres llamado Padre de los padres y
Madre de las madres, los nombres se han interpretado como "unido a
la vida" y "unido al estado bendito de la muerte".
En una puerta del interior de la mastaba los dos nombres están
combinados en lo que se lee conjuntamente como "unidos en la vida y en la
muerte":
No hay manera de saber si estos eran sus nombres de nacimiento,
que sugerirían un par de gemelos, o si los adoptaron posteriormente.
Ambos, Nianjjnum y Jnumhotep tienen los mismos títulos, tanto
civiles como religiosos:
·
Supervisor de la Real
manicura,
·
Confidente Real,
·
Siervo del Dios Ra en el
Templo del Sol de Nyuserra.
El primer título es oficial, el que describe la actividad
profesional. El segundo es un título de honor y una indicación del alto nivel
social de quien lo recibe, y el tercero hace referencia a un lugar de trabajo,
además de a una profesión que se ha ejercido.
La tumba es una mastaba que fue descubierta en 1964 por el
egiptólogo Ahmed Moussa en la necrópolis de Saqqara, durante los trabajos de
excavación de la calzada de la pirámide del rey Unis. Es la única tumba de la necrópolis donde dos hombres
se muestran abrazados y con las manos unidas. Fue examinada y restaurada por
una misión alemana a finales de la década de 1970, y abierta al público en
1990.
La mastaba parece haberse construido en distintas fases, siendo la
más antigua una sala tallada en piedra, a la que se añadió posteriormente una
patio y otras tres cámaras. En la entrada, cuyo techo sujetan dos pilares, se
encuentran descritos los títulos de sus dos propietarios. En otras cámaras se
nombran a sus esposas, la de Jnumhotep se llama Jenut y la de Nianjjnum es
Jentjaus, ambas sacerdotisas del Templo de Hathor. También se menciona el
nombre de uno de los hijos de Jnumhotep, Ptahshepses.
El mausoleo adquirió relativa fama en los últimos años, después de
que en una conferencia celebrada en la Universidad de Gales los peritos
afirmasen que las escenas esculpidas en sus muros confirman que la
homosexualidad era una conducta tolerada en el antiguo Egipto.
Una tumba sencilla.
La tumba, pequeña y sencilla en comparación con la majestuosidad
de las erigidas para los faraones y la nobleza, esta compuesta de dos partes:
la delantera, construida con bloques de roca, y la posterior excavada en la
montaña.
En la parte trasera están sepultados los dos peluqueros en sendas
cámaras funerarias, uno al lado del otro, a una profundidad de seis metros.
El interior de la cripta esta ornamentado además con imágenes
esculpidas y pintadas que representan a los peluqueros haciendo la manicura al
faraón, presentando ofrendas a los dioses y pescando cada uno en su barca,
además de escenas de la vida cotidiana y de las polémicas en las que aparecen
abrazados o besándose.
El mausoleo fue descubierto en 1964 por el arqueólogo egipcio
Ahmed Musa, y está situado en las proximidades de la pirámide escalonada de
Zóser, la principal atracción turística de Saqara, que fue la necrópolis de
Menfis, la antigua capital de Egipto.
En una escena que representa un banquete, Nianjjnum y Jnumhotep
están entretenidos por bailarines, músicos y cantantes; en otras se les ve
cazando, pescando y supervisando sus preparativos fúnebres. En la imagen más
llamativa los dos se abrazan, las narices se tocan en la actitud más íntima
permitida por el arte canónico egipcio, y están rodeados por los que parecen
ser sus hijos.
La tumba es un tipo de mastaba con 32 partes. Dentro de esta
estructura sólida, las diversas salas, toman la forma de "L",
ubicadas principalmente hacia la esquina sur-este, por lo tanto, una gran parte
de su estructura es sólida. El brazo sur de la L (largo del eje de entrada)
está orientado de este a oeste, el otro brazo es de sur a norte.
El plano da una buena idea
de la complejidad de este enorme edificio, de los cuales algunos de ellos son
todavía inéditos. También muestra la falta de aprovechamiento del valioso
espacio tal.
La mastaba fue creada en piedra caliza, piedra caliza local para
el cuerpo principal y la puerta y sus marcos de las puertas, blanco Tura piedra
caliza para el resto y en particular el frente externo. La cara exterior del
edificio debe haber presentado un brillo blanco de la piedra caliza cuando aún
no había sido dañado por el tiempo. En cualquier caso, era arrancado el
edificio hace mucho tiempo.
Los bloques utilizados de dos metros de longitud con un ancho y
espesor no superior a unos cincuenta centímetros. Los bloques se cortan con
cuidado, de modo que las juntas de mortero a veces son casi invisibles.
Descripción general:
La entrada es a través conduce, en su parte posterior, a una
escalera que daba acceso de una puerta
en el lado izquierdo de la fachada principal, en una primera sala de
tamaño pequeño (I). A la derecha se encuentra un cuarto largo (II), que a la
azotea.
• Desde la I habitación, una pequeña abertura da acceso a la sala
III, que tiene tres pilares centrales a lo largo de su eje longitudinal. En su
extremo occidental de una abertura creada para un conjunto de cinco almacenes.
Una nueva puerta de entrada escalonada, a la derecha (norte) en entrar en la
sala III, lleva a la sala IV y más allá.
• Al oeste de la sala IV, y enterrado en la obra de fábrica sin
aberturas, es el serdab. En esta sala se suele encuentra una estatua del
difunto, que sale a comer de las ofrendas. En algunas mastabas, una apertura se
conserva en la pared para que los muertos pueden "ver" lo que ocurre
en su tumba, pero no aquí. En el momento de la excavación inicial, la habitación
estaba vacía.
• Sala V tiene la particularidad curiosa de incluir un banco,
destinados a la gente que vino a participar en el culto funerario.
• Sala VI incluye un eje funeral de un período posterior.
• Sala VII fue la destinada a la oferta, ya que incluye en su
extremo occidental de la puerta falsa estela, lo que asegura el punto de
contacto entre el mundo en la tierra y el más allá. También incluye una mesa de
ofrendas en el suelo.
• Sala VIII parece que no tiene otra función que se extienden más
hacia el monumento, probablemente para acercarse de la vivienda terrestre del
visir. De hecho, representa sólo una extensión de compensación a la cámara de
las ofrendas. Aquí se conservan los colores más vivos.
• En la sólida estructura de la obra de fábrica situada en la
esquina noroeste de la mastaba, y por lo tanto cerca de la sala de oferta, a
través de una abertura en el techo y hacia abajo en el suelo, es el eje
funerario. Esto conduce a una estructura funeraria subterránea, estrictamente
destinado a los difuntos, a la que nadie tuvo acceso después de la ceremonia
fúnebre. Esta construcción tiene la forma de una gira "T" e incluye
el sarcófago de Kagemni.
• Al oeste de la serdab y sala VI (pero en realidad se encuentra
en el techo) se conservan dos pozos en forma de barco, que habría sido
destinado a las barcas, pero que quedó vacía. Tenga en cuenta que estas barcas
se suponía que vienen exclusivamente con pirámides reales, como la recuperada a
los pies de la pirámide de Kheops, o los dos pozos de barco perteneciente a la
pirámide de Unas, aquí en Saqqara.
Estado actual de la tumba
Además de saqueo, que data de tiempos faraónicos, el monumento
sufrió mucho cuando se transformó en una cantera de piedra. La forma de las
losas originales del techo desapareció por completo. De la misma manera la
parte superior de las paredes, sobre todo en las primeras salas, desapareció.
Las escenas restantes, llevadas a cabo en relieve alzado, son de una gran
calidad, las cuales están situadas entre la zona superior de vacío y el zócalo
en la parte inferior de la pared, que mide aproximadamente 1 metro de altura.
Esto es superado aquí por dos amarillas y una banda roja, cada delineados en
negro.
La decoración interior
• Recordar que - al contrario de lo que a veces suponen - las
representaciones de la pared de una tumba egipcia sólo tiene afinidades
superficiales con la historieta moderna, debido a que su organización
sintáctica es mucho más compleja y de ninguna manera pretende crear una
narrativa: la persona fallecida, el sólo espectador real de las imágenes, se
encuentra la totalidad de un mundo real idealizado en el que, en sentido
figurado que reflejan ráfagas de la realidad, estos se organizan de manera
colectiva (en la antítesis, quiasmo, etc) que involucran el espacio de una o
varias salas, incluso el de toda la capilla.
• El conjunto de las escenas, talladas en relieve alzado, se han
logrado en un fondo azul-gris, que está bien conservado sólo en la Sala VIII.
En otro lugar la desaparición temprana de las losas de la cubierta han expuesto
pinturas al aire y el sol, lo que les hace desaparecer más o menos
completamente. Espacios vacíos, como los que se salvaron de detrás de las
puertas, fueron pintados en rojo sobre negro con el fin de imitar el
granito, la piedra dura y noble por excelencia.
Tengamos en cuenta que ciertas escenas, parecen haber sido
olvidadas, con esculturas torpes y apresuradas. De hecho, hay zonas sin
terminar, que se encuentran en las partes más cerca de la entrada, normalmente
el último en decoración.
• En el Reino Antiguo no era costumbre representar escenas divinas, ni aún los de un Dios, como se puede ver en los últimos tiempos.
Los temas que eligió Kagemni son estereotipados de las veces,
sobre todo a sus actividades terrestres y su culto, la intención de mostrar la
abundancia de los bienes que le gustaba, la fertilidad de su ganado, la riqueza
de sus campos... Esta es la razón por las escenas agrícolas, de caza y pesca,
así como los de transporte de diversas riquezas constituyen la parte principal
del itinerario artístico de la tumba.
Por casualidad, el diseño muy preciso de las escenas nos permite
capturar muchos detalles. A veces son los detalles científicos, al igual que
las técnicas de caza y pesca, o la identificación de especies de aves o peces.
En otras partes, son los detalles del movimiento, como el becerro pequeño que
un pastor lleva en su espalda mientras cruzaba el agua, y que gira su cabeza
como si fuera a llamar a su madre. Algunas escenas de fiesta muy animada
también se encuentran.
• Las escenas al aire libre ocupan las primeras salas, mientras
que las escenas relacionadas con la comida funeral se concentran en la parte
más remota de la tumba. Las inscripciones contienen el título de las escenas,
la descripción de la oferta y su fuente, así como los títulos de Kagemni.
Son visualmente marcados por las conversaciones o interjecciones
intercambiados por los siervos del amo. Por lo tanto, hay que imaginar la
capilla como por arte de magia viva, ocupado con las actividades de la vida
cotidiana, en la que participa Kagemni como si estuviera vivo. Es importante
saber escuchar, en el silencio de las habitaciones, los hombres que cuestionan
y responden el uno al otro, es necesario "ver" no como figuras en la
piedra, pero realmente lo que está representado. Todo un mundo se abrió
ante nuestros ojos.
La fachada
La entrada está situada en el extremo sur de la fachada con
orientación este. A cada lado de ella, la fachada lleva los nombres, cargos y
representaciones de los difuntos. Dos figuras de Kagemni están presentes en las
jambas de la puerta de entrada para recibir al visitante. Se le representa de
pie, Sekhem cetro de poder en su mano derecha, y la caña larga de la oficina en
su mano izquierda.
Los textos que acompañan repasan las etapas de la carrera de
Kagemni y las buenas obras que él logró.
Esta se extiende a través de parte de la fachada, a ambos lados de
la puerta de entrada. El texto en sí se divide así en dos partes simétricas y
complementarias, que también muestran una naturaleza compleja. En la narración
es imposible de encontrar, como en cualquier otro lugar, una distinción entre
el ideal buenas obras, las oficinas de la práctica realizada por los faraones,
y los atractivos para los visitantes. Los tres tipos se mezclan en un estilo
narrativo típicamente que tiene en cuenta las etapas cronológicas de la vida.
El espíritu del discurso parece que supera el concepto tradicional de un hombre
justo y piadoso, para describir a su cargo los últimos de la autoridad: la
nomarca.
Otros nobles de su reinado, cuyas tumbas se encontraron en Saqqara
es Nyankhnefertem, sacerdote
funerario Nyankhnefertem, también
conocido como Temi (su nombre
descriptivo). Fue descubierto en 1997 en Saqqara, por debajo de la parte oeste
de la muralla de la pirámide escalonada de Zoser, al este del "foso",
por la misión polaca de Saqqara, controlado por el profesor Karol Mysliwiec.
Este descubrimiento se produjo poco después de la una de la Merefnebef visir
(también conocido como Fefi), su vecino, justo al sur.
Entre todos estos títulos,
los correspondientes a los templos funerarios de Unas y Teti son los más
significativos, mientras que el epíteto de "única compañía", muy
importante en tiempos anteriores, pero ya no en la 6 ª dinastía, era un título
honorífico que sirve para indicar la cita a la nobleza
La
tumba de Nyankhnefertem también conocido como Temi
Las representaciones de los complejos de Temi y Fefi son difíciles
de considerar uno sin el otro.
La capilla de Nyankhnefertem
es - y seguirá estando - cerrada al público debido a su fragilidad, al igual
que la de Merefnebef.
Complejo de tumbas
Los niveles arqueológicos del Imperio Antiguo se oculta bajo un
espesor de varios metros de arena, tierra y escombros, en las que fueron las
puntuaciones de los nuevos enterramientos, esencialmente data del período
tolemaico, que sumados a los cientos descubiertos con anterioridad. El estudio
de las capas superficiales de la necrópolis ha demostrado ser muy fructífera, y
dio lugar a una publicación especial: Saqqara III, Necrópolis Alta, Volumen 2.
Algunos de los entierros descubiertos últimamente material revelado funerario interesante, como una muchacha de unos veinte años de edad, cuya momia fue acompañado por una caja de madera, pintura magníficamente canopos, coronada por un halcón con dos plumas altas en la cabeza (ver el pecho canopos ). Hubo también una estatuilla, también en madera policromada, que representa una imagen de momia de Ptah-Sokar-Osiris. Otra niña, de entre 15 y 18 años de edad, llevado a su mamá un hermoso cartonaje dos partes: una máscara dorada en la cara y un gran collar de usekh en el pecho.
En los niveles que se remonta al Imperio Antiguo, tres capillas
que datan del final de la 6 ª dinastía se han descubierto, en torno a un patio
común, situada al norte de la una de Merefnebef, con la que se une. Algunos
ejes de funerarias están conectados a ellos, pero su relación con las capillas
no es evidente, porque ninguno de ellos se terminó y todos se han reutilizado
durante el tiempo hacia el final de la 6 ª dinastía, y \ o en el período
greco-romano.
Las tres capillas que comparten el mismo patio (ver XXXVa) es N º
15 (el de Nyankhnefertem, que es el tema de estas páginas), N º 16 (anónimo,
pero bastante avanzado) y N º 17 (sin inscripciones, y en la etapa de desbaste
en bruto). Presentan una consistencia arquitectónica y estructural, por lo que
es posible considerarlos como pertenecientes al complejo de Nyankhnefertem, sin
saber si los ocupantes eran miembros de su familia (el hijo mayor? Mujer?).
Obviamente No.15 precedido a los otros dos.
Los diluvios de lluvia que marcó el final de la 6 ª dinastía inundaron
todas las capillas, obligando al abandono de la adoración del culto que se
llevó a cabo allí. Es también durante este período que la superficie de la
mastaba se derrumbó y cuando el eje funerario N º 89 fue excavado.
Además de la muy importante labor de restauración, los arqueólogos protegidos de las capillas de Merefnebef y Nyankhnefertem, así como la capilla de 16, por las construcciones hechas de ladrillos.
Capilla 15 - En general
Esto representa uno de los Nyankhnefertem, también conocido como
Temi, que es el tema de las páginas siguientes.
El complejo funerario total se compone de cuatro elementos: la
capilla 15 excavadas en el acantilado, originalmente coronado por una mastaba,
a través de la cual se anexaron dos ejes funerarios.
• La mastaba de ladrillos de barro se construyó sobre una gruesa
capa ya existente de arena y grava, etc Este tipo de mastaba no se debe
confundir con los de Mereruka, Kagemni, Nikauisesi y muchos otros, que incluía
en su interior las cámaras de la capilla real, a menudo con el acceso a los
ejes de entierro se encuentra con una de las cámaras. Hoy en día, la de
Nyankhnefertem es casi completamente destruida, pero los restos demuestran que
era la misma que la tumba al lado de Merefnebef, especialmente con respecto a
la orientación, la dirección y el tamaño (10.60m por 8.00m, o 20 por 15 codos).
Prácticamente no se conocen otros detalles, excepto que su pared oeste, la más
cercana a la moldura de la roca, en la que se excavó la entrada y la cámara de
la capilla, había sido apoyada por un lecho de piedras, que no fue el caso de
la de su vecino. El área por encima de la entrada a las cámaras de Merefnebef
en realidad se derrumbó totalmente cerrado y la parte de entrada y frente al
patio.
Además de estás mastabas existen otras como:
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[1] Agradecimiento
al Prof. Karol ir Mysliwiec, porque él, personalmente, hizo posible la visita
all complejo Temi.
[i] Chaty (ṯȝty) o Tyaty era el más alto
funcionario del Antiguo Egipto, el primer magistrado después del faraón.Este
puesto, cuyo nombre se creó probablemente en la época del faraón Seneferu
para Nefermaat, se definía como «el que es la voluntad del amo, los oídos y los
ojos del rey». Durante la dinastía VI el título del chaty era tayty-sab-chaty,
B. Gunn, A Sixth Dynasty Letter from Saqqara, in ''Annales du Service
des Antiquités de l'Égypte, Le Caire, 1925, p.242-255 literalmente
«Envuelto», «El dignatario de la sala».Chaty se ha traducido
erróneamente como Visir, por analogía con el ministro que aconsejaba a los
dirigentes musulmanes.
Los primeros en ejercer las responsabilidades que
luego asumieron los chaty fueron los herederos de los faraones, siendo el
primero cuya existencia se conoce Menka, durante la segunda dinastía.P.Lacau/J.
Ph. Lauer: La pyramide à
degrees V, Cairo 1965, 1-3, pl. 1; Peter Kaplony: Die Inschriften der
ägyptischen Frühzeit Bd 1, Wiesbaden 1963, 488-89 Más tarde fueron miembros
de la familia real, pero no necesariamente el heredero: Nefermaat, chaty de
Seneferu, era un hijo del anterior faraón y una esposa secundaria.