Segundo Período Intermedio
XV DINASTÍA (1650-1550 a. de
J.C.)
XV Dinastía de los Grandes Hicsos, de
Avaris ó Tanis. (1674 a 1535 a.C.)
·
Salitis ó Sheshi, Rey de los Hicsos del Delta del Nilo, durante 1 a 3
años desde el 1674 a.C.
·
Beon, Rey de los Hicsos del Delta del Nilo, ( periodo de reinado
desconocido )
·
Apakhanas, Rey de los Hicsos del Delta del Nilo, ( periodo de
reinado desconocido )
·
Yakubher, Rey de los Hicsos del Delta del Nilo, ( periodo de
reinado desconocido )
·
Hkaian ó Khyan, Rey de los Hicsos del Delta del Nilo, durante unos 30
o 40 años.
·
Apofis o Apepi I, Rey de los Hicsos del Delta del Nilo, durante más de
40 años.
·
Khamudi ó Khamudy, Rey de los Hicso del Delta del Nilo, hasta el 1535
a.C. prox.
·
Los Egipcios expulsan a los Hicsos del Delta, hacia el 1535 a.C.
aprox.
Los "Heka-Jasut": llegan los hicsos
No se
conoce con exactitud la verdadera naturaleza de esta dinastía de también
gobernantes extranjeros en Egipto, y de las razones por las cuales Manetón en
su disposición dinástica la diferenciaba de su antecesora la XIV por cuanto
ambas y a juzgar por la onomástica de sus reyes, tuvieron similares orígenes
semíticos y por lo tanto, es de pensar, procedieron de similares sociedades
asiáticas. Pero una circunstancia si que nos ha permitido aventurar que en un
momento de debilidad política de los gobernantes cananitas de la XIV, en la que
se sucedieron unos muy breves reinados, otro ú otros pueblos también cananitas,
aunque en esta ocasión del N., aprovechándose de la situación se fueron
asentando en el Delta Oriental hasta conseguir una hegemonía política y
naciendo tras de sí la XV dinastía; la genuina dinastía hicsa o mal llamada
"de los Grandes Hicsos".
Se han
barajado diversas hipótesis para explicar lo sucedido con aquellos gobernantes
de la XIV dinastía y de las verdaderas razones por las cuales entraron en tan
notorio declive, pero trabajos arqueológicos desarrollados por el profesor
austriaco Manfred Bietak en la ciudad de Avaris (actual Tell el-Daba), su capital,
en la que fueron hallados un buen número de enterramientos superficiales y
hasta apresurados, apuntan a que esta circunstancia bien pudo deberse a una
hambruna o epidemia que diezmó su población y de la que si bien no hay texto
alguno, si que se tiene noticia de una importante escasez de alimentos en la
época. Sea como fuere, la XV dinastía acabó con el dominio de la XIV en el
Delta y como quiera que los gobernantes menfitas de la XIII, coetánea de la
XIV, atravesaban no menos problemas a juzgar por sus también efímeros reinados,
en un momento de su gobierno se dirigieron hacia Menfis poniendo también fin a
la XIII dinastía “egipcia”.
Tras la
desaparición de las XIII y XIV dinastías, el vacío de poder que con ello se
originó y el seguramente escaso interés mostrado por los nuevos reyes de la XV
por aquellos alejados territorios del Sur, nacieron dos nuevas dinastías: una
con sede en Abido que se ha dado en llamar “Dinastía de Abido” a falta de
mención manetoniana y otra en Tebas conocida como la XVI dinastía ó “1ª
Dinastía Tebana”. Alguna de ellas es probable que tuviera su origen en los
propios dinastas menfitas, más no hay pruebas en tal dirección.
Con esa
nueva situación quedaba marcado el límite territorial sur de los hicsos. En
cuanto a su flanco asiático, si bien no hay evidencias, o al menos en menor
medida que la existente para sus antecesores de la XIV de que siguieran
manteniendo sus antiguos territorios cananitas, es de prever que desde Avaris,
su capital, se siguieran administrando. Las razones de tal falta sin duda
cabría verlas en la sistemática destrucción a la que fue sometida su memoria
por parte de los gobernantes de la XVIII en aquél territorio.
Una de las
principales señas de identidad de sus gobernantes, y gracias a la cual es posible
diferenciarla de su antecesora, es el uso que hicieron del epíteto "hk3-h3swt"
(Jefes de los Países Extranjeros) para preceder a sus nombres en el lugar
en el que en la titulatura real egipcia se señalaba el “prenomen”. Así los
cuatro primeros, de los seis reyes que componen ésta dinastía, concretamente, Semqen, Aperanati, Sakirhar y Suserenra-Jyan lo utilizaron en su
nomenclatura, y sólo a partir de Aauserra-Ipepi,
su sucesor, quien por otro lado fue el primero en utilizar un nombre
genuinamente nativo, pasaron tan sólo a utilizar el habitual modo egipcio. Cabe
señalar que en este término, o quizás en el otro similar de "hk3-h3sww"
(Jefes de Xois), seguramente esté el origen de la palabra “hicso” para
referirse a estos pueblos que el historiador egipcio Manetón recogió, y hoy
utilizada ampliamente para designar a estas dinastías extranjeras en el Egipto
del II Periodo Intermedio.
Mantuvieron
el propio aparato gubernamental egipcio, rindieron culto a Set en quien
reconocieron probablemente a su dios principal, Baal, el dios de la tempestad,
del cielo y del sol, y continuaron con la importante labor comercial de sus
antecesores con los pueblos del Mediterráneo Oriental, ampliándolo a Chipre y
quizás, a Creta. Con Nubia parece disminuyó aunque no así el contacto político
que mantuvo un alto nivel.
Entre los
objetos que entraron en tal tráfico, desgraciadamente se hallaban un buen
número de restos artísticos egipcios producto del saqueo al que los hicsos
inflingieron a templos y tumbas egipcias, y en especial en el área menfita.
Así, son notables los diferentes restos que se han ido hallando en territorios
tan dispares como Ugarit, Siria y posiblemente Kerma, productos sin duda de tan
doloroso comercio y con el que seguro se ha privado de importantes documentos a
los investigadores actuales.
En cuanto a
las relaciones que mantuvieron con sus vecinos sureños, no hay mucha
información, o al menos no para los primeros reinados. No obstante se acepta
que existió el vasallaje por parte de los dinastas abidenses, así como de los
tebanos de la XVI y parte de la XVII hacia el rey hicso al cual hacían llegar
sus impuestos. Fue tal el grado de aceptación, que hasta una hija del rey hicso
Aauserra-Ipepi*, se casó con un
miembro de la familia real tebana, mas por razones desconocidas y seguramente
como fruto del expansionismo del que hicieron gala, no en vano fueron los
introductores en Egipto de una buen número de artefactos militares, esa
situación no tardó en cambiar. En un momento sin determinar arrasaron la
capital abidense y su significativa necrópolis, para posteriormente dirigirse
hacia Tebas y ocupar su ciudad. Pero por las razones que fueran los ejércitos
de Ipepi abandonaron el Sur, bien
por necesitar acudir al frente asiático en un momento en el que podían estar siendo
atacados por hurritas e incluso pudiendo firmar un armisticio, bien por haber
sido expulsados. La cuestión es que ése es el momento, o inmediatamente
después, en el que nace la XVII dinastía (2ª Dinastía Tebana) y nuevamente
vuelve a surgir ese centro de poder en Egipto, aunque sin duda, sin dejar de
mantener la tensión con el sur mientras esperaban una situación más favorable.
Un claro ejemplo de esa situación la tenemos en cierto pasaje del "Papiro
Sallier I" en el que se narra como Ipepi
envía a Tebas un emisario para quejarse ante el rey tebano de la XVII, Sequenenra-Taa (Qen), de las molestias
que le causaban los hipopótamos que este rey tenía en su estanque de palacio.
Esta cita y aún a pesar de no saber la respuesta del tebano, evidencia cierto vasallaje
de Taa hacia el rey hicso cuando
éste se atreve a hacerle llegar tan extraña queja estando como además estaba su
palacio tan alejado del Bajo Egipto.
Esa cita
documental, que no deja de ser anecdótica, con seguridad envuelve otro tipo de
incidentes mayores, pero bien si está o no basada en tan poco probables hechos
reales, la cuestión es que bajo el reinado de Taa ya se inició el conflicto generalizado con los hicsos y además
con bastante fortuna, pues conseguía expulsar el poder hicso en el Alto Egipto
y hacerse con el control hasta la ciudad de Hermópolis en el Egipto Medio
seguramente en manos de pequeños príncipes vasallos. No obstante, no pudo
terminar la empresa ya que probablemente muriese en combate y hubo de ser su
hijo Wadyejeperra-Kamose quien, a
pesar de la negativa de su corte, continuase con tal cruzada contra el hicso.
En esa
circunstancia, y en el marco de las antes mencionadas buenas relaciones entre
hicsos y kushitas, resulta representativo citar el hecho que tuvo lugar durante
el reinado de este rey Kamose, en el
que un heraldo del rey hicso Aauserra-Ipepi,
y en lo que parece una misión sin duda importante, era interceptado camino de
Kush portando un mensaje en el que su rey solicitaba ayuda al otro kushita para
hacer frente común contra los tebanos, hablándole de la recompensa que en caso
de aceptarla conseguiría: “..., entonces nosotros (nos) repartiremos las
ciudades de este Egipto y nuestras dos tierras se alegrarán”. Mas esa
colaboración nunca llegó a producirse ya que Kamose con una clara visión estratégica ya se hubo encargado de
reducir las tropas nubias y arrasar su reino, con además de las suyas, otras
mercenarias nubias "medya". Pero igual que le sucediera a su padre, Kamose tampoco pudo terminar la empresa
ya que murió prematuramente (año 3 de su reinado) y hubo de ser su hermano Nebpehtyra-Ahmose (I) quien la
continuase. En esta ocasión ya definitivamente, pues tras duras batallas en el
Medio y Bajo Egipto, en el año 11 de su reinado, Ahmose vencía a las tropas de,
probablemente Hotepibra-Jamudy en
Avaris y tras su huída a la fortaleza de Scharuhen y posterior victoria
egipcia, los hicsos abandonaban Egipto. Con ello se ponía punto final a la
dominación extranjera en Egipto por más de 200 años y nacía una nueva dinastía:
la XVIII.
EL TERRITORIO DE AVARIS
El
apelativo Aamu era el término contemporáneo que se aplicaba para
distinguir a la población de Avaris de la población egipcia. Se utilizaba ya
mucho antes del Segundo Período Intermedio, y continuó en uso por mucho tiempo, Rameses II por ejemplo, lo utilizaba para
referirse a sus oponentes de Kadesh para
denotar, en un sentido general, a los habitantes de Siria-Palestina.
Los
egiptólogos, convencionalmente traducen Aamu como “asiáticos”; es decir, “habitantes
de Asia Occidental”. El término “Hyksos”,
por otra parte, viene, vía Grecia, del epíteto egipcio hekau khasut, o “gobernantes
de países extranjeros”, literalmente de “países
montañosos”, y sólo se aplicaba a los gobernantes de los asiáticos. En sí
mismo, carece de significado peyorativo, excepto que denota un estatus inferior
al del faraón egipcio, y se utilizaba tanto por los egipcios como por los
propios reyes de los Hyksos.
Cuando se
consigue establecer su etimología, todos los nombres de los Asiáticos de Egipto
de la época, tanto privados como reales, se derivan de las lenguas semíticas
occidentales. Aquellas primeras sugerencias de que algunos eran urrianos pueblo que vivía al norte de
Mesopotamia e incluso hititas, no han sido confirmadas. Las
referencias a los asiáticos son numerosas durante el Imperio Medio; sus
ocupaciones eran varias, a veces adoptando nombres egipcios mientras
conservaban la designación de “Asiático” (aamu).
Los
inmigrantes representaban una mano de obra económica, pero una inscripción del faraón
de la Dinastía XII, Amenemhat II, hace reseña de una campaña marítima en la
costa libanesa que resultó en un botín que incluía 1.554 Asiáticos. Tales
campañas encajan en la existente evidencia arqueológica de Tell el-Habua que
muestra la frontera oriental de Egipto tan fuertemente fortificada como la del
sur.
Tell
el-Habua es un amplio yacimiento situado al este de Tell el-Dab’a que data del
Imperio Medio en adelante. Su excavador, Mohammed Maksoud, encontró restos de
instalaciones mayores - con toda probabilidad un fuerte a juzgar por el grosor de sus muros, bajo
estratos de sedimentos del Segundo Período Intermedio. Por analogía con las
fortalezas de la 2ª Catarata, las patrullas sin duda salían al desierto que les
rodeaba y tomaban notas de los movimientos de gentes que pretendían
“introducirse en Egipto”, notas que posteriormente remitirían, en forma de
despachos, a la capital.
Existe
evidencia de Tell el-Dab’a de que una comunidad de Asiáticos si bien muy
“egiptizada” existía ya allí desde principios
de la Dinastía XIII. No obstante, al día de hoy, es la única prueba
arqueológica convincente de la existencia de una población de asiáticos dentro
del país durante el Imperio Medio, aunque con una forma de vida diferente a la
de los egipcios. También tenemos textos contemporáneos que hacen referencia a
“campos de trabajadoras asiáticas”.
Es probable
que el asentamiento más antiguo de Tell el-Dab’a que data del Primer Período Intermedio fuese
deliberadamente concebido como parte del sistema defensivo construido para
defender la frontera oriental. Durante el período que abarca finales de la
Dinastía XII y principios de la XIII, el asentamiento creció enormemente a la
vez que surgía en paralelo un asentamiento compuesto por una población de asiáticos.
El carácter no-egipcio de la comunidad es obvio por la distribución de las
casas que aparentemente seguían el modelo sirio
y por el hecho de que las tumbas eran parte integrante de las zonas
habitadas, más que elementos situados fuera del asentamiento.
Las diferencias
no se limitaban sólo a la cultura del material, definida por los tipos de
cerámica y de armas, sino por la naturaleza de los enterramientos, que muestran
una mezcla de tendencias egipcias y palestinas. En un pozo de ladrones cavado
en la capilla de una tumba se han encontrado fragmentos de una estatua, de un
tamaño mayor al natural, de un hombre sentado sosteniendo una lanzadera de
madera; su estilo artístico y su ropaje no son egipcios, pero su tamaño sugiere
una persona de alto rango. Irónicamente, su mejor paralelismo lo encontramos en
una diminuta estatuilla de madera de una tumba del Imperio Medio, en Beni
Hasan, que representa a una mujer Asiática con su bebé.
En el siguiente estrato (d/I), la cultura del Bronce Medio es más evidente, y
las tumbas incluyen enterramientos de asnos, a veces en parejas. Otros
hallazgos incluyen la impresión de un sello cilíndrico de estilo sirio nórdico,
fragmentos de la excelente cerámica minoica polícroma de Kamares (Creta), y un
pectoral de oro de dos perros de presa encarados; también supuestamente
minoico. Tales objetos, junto con el testamento que supone la cerámica
importada del Bronce Medio y las imitaciones egipcias, confirman el carácter
mixto del asentamiento.
El origen
de estos asiáticos, si es que, en verdad, tienen un único origen, no es tarea
fácil de determinar. La cultura Asiática fue, sin duda, adulterada por el
enorme peso de la egipcia que subyacía, el grueso de la cerámica era
egipcio si bien en declive, de un 80% a
un 60% en el estrato d/I y su
administración, a juzgar por los títulos de funcionarios que aparecen en los
escarabeos, se aplicó siguiendo el modelo egipcio. Paralelismos con rasgos
distintivos foráneos se han encontrado en yacimientos al sur de Palestina,
tales como el de Tell el-Ajjul, en el yacimiento sirio de Ebla, y en Byblos, en
el actual Líbano.
En un
estudio de la cerámica no-egipcia de Tell el-Dab’a, Patrick McGovern,
arqueólogo, Director Científico del Laboratorio de Arqueología Biomolecular,
Universidad de Pensilvania, ha postulado que, en su mayoría, proceden de
ciudades del sur de Palestina. Puesto que la riqueza de la ciudad del pasado
Imperio Medio de Tell el-Dab’a se centraba en el comercio marítimo a lo largo
de la costa del Levante Oriental, en la ruta de las caravanas a Palestina que
atravesaban el Sinaí por el norte, e incluso en las posibles expediciones a las
minas de turquesa, no debería sorprender la idiosincrasia de la cultura de sus
habitantes.
La cultura
de la población de Tell el-Dab’a, por lo tanto, no permanece estática, sino que
rápidamente desarrolla nuevos rasgos y peculiaridades propias, y desecha las
antiguas. Esto hace que la caracterización de cada estrato, en términos de su
arquitectura, costumbres funerarias, cerámica, metal y de otros artefactos, sea
suficientemente clara, si bien deja sin respuesta la cuestión de por qué y cómo
tuvo lugar tanta mezcla cultural, y fue tan rápido su desarrollo.
Una
hipótesis plantea que la población básica de egipcios recibiría,
esporádicamente, una afluencia de colonos; en principio de regiones del Líbano
y Siria y, con posterioridad, de Palestina y Chipre. De entre ellos, la élite
se casaría con mujeres locales, sugerencia que respalda un estudio preliminar
de restos óseos humanos, cuyo estado de conservación, desgraciadamente, estaba
muy lejos de ser óptimo.
Tell
el-Dab’a ha proporcionado cientos de objetos que pueden ser reconocidos como
pertenecientes al bien conocido período del Bronce Medio II A-C de
Siria-Palestina. Este material ha aparecido en nueve capas (H-D/2), cuyos
extremos, ambos superior e inferior, han sido relacionados por el excavador
austríaco Manfred Bietak con los reinados de dos faraones egipcios: Amenemhat
IV (1.786-1.777 a.C.) y Ahmose (1.550-1.525 a.C.) El Profesor Bietak, cuyo
proyecto más famoso es el de Tell el-Dab’a, ostenta la cátedra de Egiptología
de la Universidad de Viena, y es Director del Instituto de Ciencias
Arqueológicas de dicha capital. Lleva dirigiendo excavaciones en Tell el-Dab’a
desde 1966, y formó parte del equipo creador de la rama del mencionado
Instituto austríaco en El Cairo a principio de los años 70.
Bietak,
divide el período resultante por nueve, asignando treinta años aproximadamente
a cada estrato, con lo que obtiene un marco de fechas absolutas para desarrollar
su “secuencia relativa”. No obstante, cuando estas fechas se importan a los
yacimientos de Siria-Palestina, donde se han encontrado objetos similares a los
de Tell el-Dab’a, a veces trastocan la cronología existente. Una vez que se
resuelvan los encarnizados debates a que han dado lugar, habrá que pensar
seriamente en llevar a cabo revisiones radicales; no sólo en la datación de los
estratos de Tell el-Dab’a, sino incluso en la metodología utilizada para la
datación del Bronce Medio de toda la región Mediterránea oriental.
La
expansión inicial de Tell el-Dab’a ha sido comprobada temporalmente por una
epidemia. En varios lugares del yacimiento, Bietak ha encontrado sepulturas en
fosas comunes en las que los cuerpos se habrían depositado sin ningún tipo de ceremonia.
Más adelante, a partir del estrato F, los patrones de asentamientos y
cementerios sugieren una sociedad menos igualitaria que antes. Casas grandes
con pequeñas se acoplan a su alrededor, con edificios más elaborados en el
centro que en los extremos, sirvientes enterrados frente a las tumbas de sus
amos: todo ello sugiere el dominio social de un grupo acaudalado de élite.
Hasta este
punto de su historia, la identificación de la ciudad con la documentalmente
autenticada como capital de los Hyksos, Avaris, parece clara. Dos jambas de
puertas de piedra caliza se han encontrado con una leyenda labrada que dice: “buen Dios, Señor de las Dos Tierras, Hijo
de Ra, de su cuerpo, Nehesy”. Otros fragmentos de Tell el-Habua, Tanis y
Tell el-Muqdam, proporcionan más títulos y epítetos de este personaje, “amado por Seth, Señor de Avaris, el mayor
de los hijos del faraón”. Este último epíteto es un título que implica un
alto rango militar, pero no significa que su titular fuese literalmente “hijo del faraón”. La referencia al dios
Seth muestra que su culto estaba ya establecido, y que él era el dios local de
Avaris, al igual que Amun era el Dios-Patrón de Tebas. El culto a Seth puede
que hubiese evolucionado a partir de una mezcla de un culto preexistente en
Heliópolis, con el culto al Dios del Tiempo (meteorológico) del norte de Siria,
Baal Zephon, que habría sido introducido por los Asiáticos.
Nehesy aparece listado en el Canon de Turín, en el grupo generalmente identificado como de la Dinastía XIV, cuya capital, según Manetón, era Xois, en el Delta Occidental. Nehesy fue un alto cargo que durante un corto período asumió estatus real en Avaris, aunque sus años de reinado se desconocen. Es probable que Nehesy fuese un egipcio, o quizás nubio, por ser éste el significado literal de su nombre, al no haber nada que sugiera lo contrario en sus inscripciones. El faraón al que originalmente sirvió aún estaría reinando desde la ciudad de Itjtawy, cerca de Lisht, que no se abandonaría hasta 1.685 a.C., si bien Sobekhotep IV (c.1.725 a.C.) fue el último faraón realmente poderoso de la Dinastía XIII. Después del reinado de Sobekhotep, es probable que la unidad de Egipto empezase a resquebrajarse, y un claro candidato para su elevación al rango de reino independiente era, sin duda, la región que rodeaba a la rica y poderosa Avaris.
¿Hasta
dónde se extendía la autoridad del faraón Nehesy? A juzgar por los yacimientos
donde su nombre aparece, su territorio podría haber abarcado el Delta Oriental
desde Tell el-Muqdam hasta Tell el-Habua, pero la práctica universal de
usurpación y desmantelamiento de antiguos monumentos complica el panorama. Dado
que los únicos ejemplos que en efecto se encontraron en los lugares donde
originalmente se habían alzado eran Tell el-Habua y Tell el-Dab’a, su reino
debe haber sido mucho más reducido.
Uno de los
enterramientos del Segundo Período Intermedio parece confirmar que la
estructura de la burocracia egipcia todavía era patente en Avaris. Al
propietario de la tumba se le identifica por un escarabeo que lleva en el dedo
de la mano, como Tesorero Adjunto, Aamu
(el asiático). Su enterramiento era de una enorme riqueza pero se caracterizaba
por ciertos rasgos no egipcios: el cuerpo descansaba contraído en vez de
yacente, como es normal en las sepulturas egipcias; las armas y la cerámica
eran del tipo sirio-palestino; y, ante la tumba, se habían enterrado cinco o
seis asnos. Un alto cargo habría sido enterrado junto a su rey esperando así
pasar su vida cerca de la residencia real y sede del gobierno que, para él, era
Avaris.
Si se
acepta la reconstrucción del Canon de Turín del Egiptólogo danés K.S.B. Ryholt,
en las columnas asignadas a los grupos de faraones que incluyen a Nehesy, hay
32 nombres, 17 nombres perdidos y dos espacios en blanco; uno que cubre los
cinco predecesores de Nehesy, y uno de longitud desconocida en el que el
escriba había indicado como existente en el antiguo manuscrito del que el Canon
de Turín habría sido copiado.
En todos,
con excepción de los cinco reyes nombrados, falta la duración del reinado, o
figura como inferior a un año. Aparte de Nehesy, sólo tres de ellos aparecen en
otro lugar: los faraones Nebsenra y Sekheperenra en una jarra y en un
escarabeo, respectivamente, y el faraón Merdjedefra
en una estela contemporánea acompañado del “Portador
del Sello Real, el Tesorero, Renisobet”. El “punto de hallazgo” se
desconoce, si bien se ha sugerido como probable el Delta Oriental; más
exactamente en Saft el-Hinna, a unos 30 km al norte de Tell el-Yahudiya.
Muestra al faraón como oferente ante Soped, "Señor del Este", un dios
cuya esfera abarcaba las rutas desérticas al Mar Rojo y las minas de turquesa
del Sinaí. Su centro de culto, durante la Dinastía XXII, era Saft el-Hinna. La
estela de Merdjedefra es de una significancia que trasciende la de confirmar la
existencia de un faraón menor, pues además confirma que los nombres de los
faraones de la Dinastía XIV no son ficticios, si bien, es más que improbable
que representen una única línea de reyes que gobernasen uno tras otro desde el
mismo lugar.
La
inscripción de Nehesy es la primera evidencia contemporánea de la fragmentación
del reino egipcio. Según el Profesor Bietak, Nehesy encaja en la relativa
cronología de Tell-el-Dab’a, estrato F (o b/3), que corresponde a la pasada
Dinastía XIII. A partir de entonces, ningún faraón fue capaz de controlar todo
Egipto hasta la conquista de Avaris. Más de 105 nombres reales se conservan de
este período, su mayoría en el Canon de Turín. La implicación resultante es que
los nombres de todos estos reyes se guardaban en registros que se conservaban
en Menfis, por muy cortos que fuesen sus reinados, y por muy localizados que
fuesen su dominios.
Por muy
concienzuda y meticulosa que haya sido la reconstrucción llevada a cabo por
Ryholt de los papiros dañados, la utilización de la coincidencia de fibras y el
análisis de textos ha dado como resultado un registro mucho más coherente. Los
nombres reales se distribuyen ahora en cuatro grupos que corresponden a las
Dinastías XIV y XVII de Manetón. Las Dinastía XIV y XV se ubican en el Delta
Oriental, con su capital en Avaris - si bien la Dinastía XV también controlaba
parte de Egipto, al sur de Menfis, como se verá más adelante y las Dinastías XVI y XVII se centraban en
Tebas, en el Alto Egipto.
El estado
incompleto y fragmentario del papiro se brinda a más de una interpretación;
incluso si se acepta la reconstrucción física del papiro por el Profesor
Ryholt. Una de las ideas más debatidas y de mayor trascendencia consiste en
asignar el grupo más antiguo de reyes de Tebas a la Dinastía XVI de Manetón.
Publio
Cornelio Escipión Africano Mayor, conocido como “Escipión Africano” (236-183 a.C.), cuyos extractos son famosos por
su especial pulcritud y exquisita corrección, describe la Dinastía XVI como
“Reyes Pastores (Hyksos)”, mientras que Eusebio de Cesarea, conocido como “Eusebius Pamphili”, se refiere a ellos
como tebanos. Ahora pasaremos a ver qué interpretación hace el Profesor Ryholt.
Hay unos
cuantos reyes cuyos nombres aparecen en monumentos, pero no pueden identificarse
en el Canon de Turín; quizás por aparecer en alguno de los trozos que faltan.
Uno de ellos es Sekerher, que
ostenta una titulatura egipcia completa
se han conservado tres de los cinco nombres pero se describe a sí mismo como un heka khasut, es decir, “soberano de países extranjeros”; su
inscripción se conserva en la jamba de una puerta que se ha encontrado, vuelta
a usar en un edificio de la Dinastía XVIII en Tell el-Dab’a. Bietak lo
identifica con Salitis, cuyo nombre se ha conservado en la versión del
historiador judío Flavius Josephus (37-c.100 d.C.) de la historia de Manetón,
como el conquistador de Menfis.
Hay, sin
embargo, también un grupo grande de unos quince nombres reales que aparecen
sólo en los escarabeos. Estos nombres personales son a veces egipcios, otras
semitas occidentales, y van precedidos de epítetos tales como “Hijo de Ra”, y “El Soberano de Países Extranjeros”. Los dos primeros epítetos los
habrían ostentado los faraones egipcios durante cientos de años, haciendo
referencia, en términos muy amplios, al estatus del faraón. El término nesu
(rey), usado en fuentes egipcias tales como el Canon de Turín, nunca se utilizó
para describir a un soberano.
Estilísticamente,
los escarabeos pertenecen a una serie de tipos definidos que se fabricaban
tanto en Egipto como en Palestina. Sus contextos arqueológicos muestran que
pertenecen al período que sigue a la Dinastía XIII, y su estilo los enlaza con
los escarabeos que llevaban inscrito el nombre de los faraones de la Dinastías
XIV y XV. Es posible que tengamos aquí más ejemplos de funcionarios con una
autoridad meramente local que se auto otorgaban epítetos reales que acabarían
apareciendo en sus sellos, en tiempo y lugar, cuándo y dónde los rígidos
protocolos no eran ya ejecutables.
Ante la
inexistencia de confirmación procedente de otras fuentes, no parece ofrecer
suficiente seguridad utilizar la distribución de escarabeos como indicador del
alcance de la autoridad de tales “reyes”, o argumentar los cambios en su diseño
o forma para colocarlos dentro de una secuencia cronológica. Al día de hoy, los
hallazgos de Tell el-Dab’a no nos ayudan a ubicar ninguno de ellos, excepto de
una forma indirecta. Es probable, dado el modelo del Bronce Medio IIB
palestino, y una interpretación literal de los nombres adoptados por Sekerher,
que él fuese el Gran Señor a quien los reyes menores pagarían los impuestos y
rendirían pleitesía. De ser así, ello explicaría la utilización del título de
“soberano de países extranjeros”, tanto en los escarabeos propiedad de
individuos desconocidos, como en las inscripciones de los propios soberanos de
Avaris.
El Profesor
Manfred Bietak, asocia la fase final de los Hyksos en Tell el-Dab’a – estratos
b/I-a/2; E/2-D/2; VI-V – con la Dinastía XV de Manetón, y un fragmento del
Canon de Turín reserva “6 soberanos de
países extranjeros en 108 años”. Sólo se puede leer el nombre del último, Khamudi. Sekerher, Apepi y Yanassi, el hijo de Khyan, aparecen registrados en Tell
el-Dab’a y el primero y el último pueden identificarse con el Salitis y el Iannan de Manetón. Todas las evidencias, escritas y arqueológicas,
sugieren que la autoridad de estos gobernantes era bastante mayor que la de sus
predecesores. La sucesión de padre-a-hijo de dos de ellos, y el
excepcionalmente largo reinado de Apepi – al menos cuarenta años – muestran que
ahora sí existía una auténtica dinastía que gobernaba desde Avaris; en el
sentido de, por ejemplo, la Dinastía XII.
La ciudad
en sí misma cubría un área de casi 4km², lo que la haría dos veces mayor de lo
que habría sido en la Dinastía XIII y tres veces más grande que Hazor, el
emplazamiento más grande del Bronce Medio IIA-C en Palestina. En el último
estrato de los Hyksos, el D/2, se habría levantado una ciudadela en un terreno
aún sin asentar, en el borde occidental de la ciudad, que dominaba el río, y
una torre vigía a unos 200 m al sureste que protegía una posible aproximación
por tierra. Se construyó un enorme recinto amurallado que las rodeaba, con
muros que medían 6’2 metros de ancho, que se aumentarían hasta 8’5 m más
adelante, con contrafuertes a intervalos. Estas fortificaciones se levantaron
sobre amplios jardines que originalmente habían formado parte gran complejo
palaciego.
El período
de los Hyksos llega a su zénit durante el reinado de Aauserra Apepi (c.1.555-a.C.), a pesar del hecho de que dos reyes
tebanos liderasen campañas en su contra. Hay ya signos de un resurgimiento
consciente de las tradiciones escribanas egipcias, indispensable para la
creación y control de la compleja burocracia que se requería para gobernar al
modo egipcio. En la paleta de un escriba llamado Atu, se describe a Auserra
como “escriba de Ra, discípulo del propio
Thoth… con numerosos logros en el día en que nos lee difíciles pasajes de los
escritos, mientras El Nilo fluye”.
Fue durante
el trigésimo-tercer año de su reinado que el Papiro Matemático de Rhind se
copió; tarea que sólo podría acometer un escriba entrenado al máximo nivel y
con acceso a un archivo de textos matemáticos que difícilmente habría existido
fuera del Templo de Ptah, en Menfis. Una estela de Menfis, posterior al Imperio
Nuevo, recoge la genealogía de una serie de sacerdotes que se remonta a la
Dinastía XI. También conserva los nombres de faraones reinantes y hacen
referencia a Apepi y Sharek, en un período anterior a Ahmose. Se han
encontrado, en Tell el-Dab’a, restos de una ermita erigida en conmemoración de
Apepi y su hermana Tany, por iniciativa de dos Asiáticos cuyos escribas habrían
adaptado sus nombres semíticos occidentales a la escritura jeroglífica egipcia.
También se encontró una placa para la hija de Apepi, Herit, inscrita en finos
jeroglíficos, en la tumba del faraón de la Dinastía XVIII Amenhotep I
(1.525-1504 a.C.).
Como
fenómeno cultural, los Hyksos han sido descritos como “egipcios peculiares”. La mezcla de rasgos egipcios y
sirio-palestinos, según se aprecian en objetos procedentes de los estratos D/3
y D/2 del reinado de Apepi, se pueden reconocen en una amplia zona del Delta,
de Occidente a Oriente: Tel Fauzilla y Tell Geziret el-Faras, al oeste de la
rama tanita del Nilo, incluyendo Farasha, Tell el-Yahudiya, Tell el-Maskhuta, y
Tell el-Habua, en su lado este. Todos estos lugares son mucho más pequeños que
Tell el-Dab’a, y el principal período de ocupación coincide, en cada caso, con
los últimos estratos Hyksos. Pero dos de ellos, Tell el-Maskhuta y Tell
el-Yahudiya habrían llegado a su fin antes del período representado por el
último estrato Hyksos (D/2) en Tell el-Dab’a.
Tell
el-Maskhuta y sus yacimientos satélites están ubicados en el Wadi Tumilat, que
conducía a una de las principales rutas a Palestina atravesando el norte del
Sinaí. Se trataba de un pequeño asentamiento ocupado, quizás, de forma
estacional. La riqueza de Avaris provenía de su comercio no sólo con Palestina
y el Levante Oriental sino también, en su fase final, especialmente con Chipre.
La estela de Kamose enumera una lista de artículos importados por los Hyksos
tales como cuadrigas y caballos, barcos, madera, oro, lapislázuli, plata,
turquesas, bronce, innumerables hachas, grasa y miel, pero poca evidencia ha
quedado de la mercancía que los Hyksos proporcionarían a cambio.
El soberano
de Avaris reclamaba para sí el título de Rey del Alto y Bajo Egipto, aunque por
la estela de Kamose sabemos que Hermópolis marcaba la teórica frontera del sur,
y Cusae, algo más al sur, el específico punto fronterizo. Esta región incluye a
Menfis y Itjtawy, las dos capitales de los respectivos faraones de las
Dinastías XII y XIII.
¿Cómo
ejercía su autoridad el faraón de Avaris en esta región, y cómo podremos
reconocer allí la característica y particular cultura del Delta Oriental? Pues,
vamos a verlo.
Avaris
Fué la
capital de las Dinastías hicsas (siglo XVII a.C.) en Egipto, era el centro de
los reyes hicsos del Segundo Período Intermedio. Se estima que estaba
localizada en la actual Tell el-Daba, al Este del Delta del Nilo.
La ciudad se construyó sobre las ruinas de un poblado del Imperio Medio que había sido tomado por los hicsos. Después de esta captura, los hicsos fortificaron adecuadamente la ciudad y gobernaron el país utilizando tecnologia nunca antes vista por los antiguos egipcios, concretamente: el arco compuesto, la armadura de escamas, las dagas y espadas curvas de bronce, la utilización del caballo y los carros de guerra al final de su reinado.
La ciudad se construyó sobre las ruinas de un poblado del Imperio Medio que había sido tomado por los hicsos. Después de esta captura, los hicsos fortificaron adecuadamente la ciudad y gobernaron el país utilizando tecnologia nunca antes vista por los antiguos egipcios, concretamente: el arco compuesto, la armadura de escamas, las dagas y espadas curvas de bronce, la utilización del caballo y los carros de guerra al final de su reinado.
El
territorio cubría un área de cerca de dos kilómetros cuadrados. Ahora está en
ruinas, pero las excavaciones demuestran que fué un dinámico centro de
comercio. El descubrimiento de un templo erigido en el período de los hicsos
han proporcionado objetos procedentes de todas las zonas del mar Egeo. Este
templo tiene aún pinturas murales tipo minoico que pueden ser anteriores
a las que se encontraron en el palacio de Cnosos en Creta. Ha sido excavada una
gran tumba de ladrillo, al oeste del templo, en donde se han encontrado objetos
tales como espadas de cobre. También han sido desenterrados objetos que
evidencian contactos con las primeras civilizaciones mediterráneas.
En la
tradición egipcia los hicsos se ganaron una escabrosa reputación como
sanguinarios conquistadores. De hecho la identidad de los hicsos queda lejos de
estar clara, pero el relato de Manetón es el más detallista que tenemos sobre
los hicsos.
Hyksos, de donde procede el sustantivo hicsos, es una forma griega
derivada del nombre egipcio "heqa jasut" o "príncipes de
paises extranjeros".
Dinastía XV (1655–1537 a. C.)
Nombre
común
|
Nombre
|
Comentarios
|
Reinado
|
Salitis
|
Sejaenra –
Sharek
|
Dominación
hicsa del Bajo y Medio Egipto
|
1624-1604
a. C.
|
Bnon
|
Maaibra –
Sheshi
|
Destrucción
de los principados locales de Abidos y Tebas, antes fieles vasallos
|
1633-1619
a. C.
|
Apacnan
|
Meruserra
- Yaqebhor
|
Se
reanuda el vasallaje de los nubios, cananeos y principados sureños
|
1619-1608
a. C.
|
Iannas
|
Seuserenra
–
Jyan
|
Con este
soberano, la dinastía XV, quizá llega a su mayor grado de influencia
|
1608-1578
a. C.
|
Apofis I
|
Aauserra –
Apepi
|
La
dinastía XVII, de Tebas, procede a la reconquista. Se pierde el Medio Egipto,
Menfis y casi todo el Delta
|
1578-1538
a. C.
|
Kamudy
|
Aasehra –
Jamudy
|
El rey
Ahmose expulsa a los hicsos y los persigue hasta Canaán, donde se dispersan
|
1538-1537
a. C.
|
Salitis o Sharek (1650
a.C.)
Salitis fue
un gobernante hicso, ca. 1630 - 1615 a. C., y según Flavio
Josefo fue el fundador de la dinastía XV de Egipto, también
denominada de los Grandes hicsos.
Salitis se
conoce principalmente por algunos pasajes de la obra de Flavio
Josefo Contra Apionem; para estos pasajes, Josefo afirmó haber
reportado las palabras originales de Manetón. Parece que durante el
reinado de un faraón egipcio llamado Tutimaios o
Timaios, un ejército de extranjeros de repente vino del Cercano
Oriente y se apoderó del Delta del Nilo sin
luchar. Después de conquistar Memphis y probablemente depender
de Tutimaios, los invasores cometieron varias atrocidades como destruir
ciudades y templos y matar o capturar a los egipcios nativos. Después de
eso, ellos:
Hizo uno de ellos, cuyo nombre era Salitis,
rey. Él residió en Memphis y exigió tributo tanto
del país superior como del inferior, dejando fortalezas en los
lugares más estratégicos".
Durante el reinado de Tutimeos, por una causa que
ignoro, nos golpeó Dios e, inesperadamente, unos hombres de estirpe
desconocida, procedentes de oriente, con osadía invadieron nuestro país, al que
sometieron mediante la fuerza, sin dificultad ni combate...
proclamaron rey a uno de los suyos, cuyo nombre
era Salitis...
Flavio
Josefo: Contra Apión, I, 14,
Parece que
la principal preocupación de Salitis era la defensa de su nuevo reino de la
posibilidad de un ataque asirio. Por esta razón, fortificó las
fronteras orientales y buscó una posición estratégica para establecer un
bastión imponente. Habiéndolo encontrado en la ciudad
de Avaris en la orilla este de la rama de Bubastite en
el Nilo,
“(Salitis) estableció esta ciudad y la volvió
extremadamente segura con muros, estableciendo allí un gran cuerpo de tropas armadas,
hasta 240,000 hombres, como guardia de la frontera. "Solía ir allí
en el verano, en parte para repartir raciones y distribuir el pago, y en parte
para entrenarlos cuidadosamente en ejercicios militares, para asustar a los
extranjeros".
Salitis murió
después de 19 años de reinado y su trono pasó a otro asiático llamado Bnon o
Beon.
Julio
Africano escribió: «El primero de estos reyes, Saites, reinó 19 años
y de él recibe su nombre el nomo saita».
Soberano
del Bajo Egipto, mantuvo como vasallos tanto a los últimos
dirigentes de la dinastía XIII, como a los primeros jefes tebanos de
la dinastía XVII de Egipto. Se alió con varios gobernantes de los reinos
independientes que surgieron en Kush (Nubia).
Es
identificado por von Beckerath con Sejaenra, con Sharek por
Borchardt, y con Samuqenu por Ryholt, nombres hallados en
escritura jeroglífica en los escarabeos hicsos.
Su nombre
de coronamiento fue el de Maaibre,
si bien algunos egiptólogos le asignan el de Sakhayenre; su nombre personal fue probablemente el de Sheshi, documentado en numerosos
escarabeos (algunos autores adscriben el nombre a Bnon), o también el de Sharek,
conocido por la Tabla genealógica de los sacerdotes menfitas. Salitis residió
en Menfis, donde logró controlar, al menos nominalmente, todo Egipto; luego
fundó más exactamente reconstruyó en el este del delta nilótico la ciudad de
Avaris (Tell el-Daba), fortificándola con murallas.
Se hicieron
varios intentos para identificar a Salitis con un gobernante acreditado
arqueológicamente. A veces lo asociaron con un gobernante
llamado Sharek o Shalek, que se menciona en un documento
sacerdotal genealógico de Memphis, y también con el mucho más atestiguado
rey Sheshi.
El egiptólogo alemán Jürgen
von Beckerath creía que Salitis podría estar asociada con Yakbim,
otro segundo gobernante del período intermedio. En el
estado actual del conocimiento, Salitis permanece sin identificar.
Incluso por su nombre no hay pistas de lo que pudo significar originalmente en egipcio, aunque la variante Saites utilizada por Sextus Julius Africanus en su epítome de Manetho, podría contener una referencia a la ciudad deltaica de Sais. Se ha sugerido que el nombre podría estar vinculado a shallit, un título que lleva el patriarca bíblico José durante su estancia en Egipto (Génesis 42: 6) con el significado de "guardián del poder"; sin embargo, esto también se considera un supuesto muy débil.
Incluso por su nombre no hay pistas de lo que pudo significar originalmente en egipcio, aunque la variante Saites utilizada por Sextus Julius Africanus en su epítome de Manetho, podría contener una referencia a la ciudad deltaica de Sais. Se ha sugerido que el nombre podría estar vinculado a shallit, un título que lleva el patriarca bíblico José durante su estancia en Egipto (Génesis 42: 6) con el significado de "guardián del poder"; sin embargo, esto también se considera un supuesto muy débil.
En cuanto a
él, también fue objeto de debate la identificación de su antecesor egipcio
Tutimaios y el sucesor asiático Bnon; aunque el primero se identificó
provisionalmente con Djedneferre Dedumose of de la 13ª Dinastía esta
identificación fue cuestionada por ser bastante débil.
Para el
precitado Manetón, Salitis (a quien llama Saites) hubo de gobernar durante
diecinueve años. Le sucedió en el trono Bnon.
Sheshi (Bnon)
Bnon fue el segundo soberano la dinastía XV de Egipto, según Flavio
Josefo. Gobernó ca. 1615 - 1602 a. C.
Manetón
asigna a Bnon 44 años de reinado, según Flavio Josefo, y Julio Africano
en la versión del monje Jorge Sincelo, aunque actualmente la duración de su
gobierno se considera en torno a los trece o catorce años.
El lugar de
Sheshi, en el segundo puesto en la dinastía XV, se asociaría en consecuencia
con el Bnon de Manetón, y por la semejanza estilística de sus escarabeos con
los de Sejaenra. Es conocido arqueológicamente por los escarabeos encontrados
en Palestina y Sudán.
De los
datos estratigráficos resultaría que este soberano fue contemporáneo de Rahotep,
considerado el fundador de la dinastía XVII.
Jürgen von
Beckerath identifica a Bnon con Maaibra Sheshi, nombres hallados en los escarabeos
hicsos.
Apacnan
Apacnan fue el tercer soberano hicso de la dinastía XV de Egipto, y
gobernó ca. 1602 -1594 a. C.
Copiando a Manetón,
Flavio Josefo comenta de Apacnán que reinó durante 36 años y 7 meses; Julio
Africano escribe que Pacnán reinó 61 años. Actualmente la duración de su
reinado se considera en torno a los ocho o nueve años.
El nombre
Apacnan, como el de su predecesor, Bnon, no se encuentra en los textos jeroglíficos.
Jürgen von
Beckerath lo identifica con Meruserra Yaqebhor, o Ya'qub-Har
nombres hallados en los escarabeos.
Según Jürgen
von Beckerath, fue el segundo rey de la XVI Dinastía y un vasallo de
los reyes hicsos de la XV Dinastía. Esta opinión fue rechazada
recientemente por Kim Ryholt. En su estudio de 1997 sobre el Segundo
Período Intermedio, Ryholt argumenta que los reyes de la XVI Dinastía
gobernaron un reino tebano independiente c. 1650-1580
a.C En consecuencia, Ryholt ve a 'Aper-'Anati como uno de los primeros
reyes hicsos de la XV Dinastía, quizás su segundo gobernante. Este
análisis ha convencido a algunos egiptólogos, como Darrell Baker y Janine
Bourriau, pero no a otros, incluido Stephen Quirke.
'Aper-'Anati
solo se conoce por un solo sello de escarabajo, ahora en el Museo
Petrie. En el escarabajo se le da el título de Heka-chasut, que se
traduce como "Gobernante de las Tierras Extranjeras" y del
cual se deriva la palabra Hyksos. Significativamente, este
título fue llevado por los primeros reyes hicsos de la XV
dinastía. Basándose en esta evidencia, Ryholt tentativamente
propone que 'Aper-'Anati fue el segundo gobernante de la dinastía
15, pero señala que esta identificación no es segura.
Iannas
ỉ n ḳ tȝ.wy (Ineqtauy) El que unifica las Dos Tierras (Egipto)
s wsr n rˁ (Seuserenra) A quien ha hecho fuerte Ra
ḫ y ȝ n (Jyan) Jyan
Seuserenre Khyan, Khian o Khayan fue rey de la dinastía XV Hyksos de Egipto. Su nombre real, Seuserenre, se traduce como "Aquel a quien Re ha hecho fuerte". Khyan lleva los títulos de un rey egipcio, pero también el gobernante del título de la tierra extranjera (heqa-khaset). El título posterior es la designación típica de los gobernantes hicsos.Khyan es uno de los reyes mejor atestiguados del período de los hicsos, conocido por muchos sellos e impresiones de sellos. Son notables los objetos con su nombre encontrado en Knossos y Hattusha que indican contactos diplomáticos con Creta y los hititas. Una esfinge con su nombre fue comprada en el mercado de arte en Bagdad y podría demostrar contactos diplomáticos con Babilonia.
Los restos de un palacio fueron excavados recientemente en Avaris. Allí se encontraron impresiones de sellos de Khyan, lo que indica que este era su palacio.
Khyan se identifica con el rey Iannas en las obras de Josefo cuyo conocimiento de los faraones hicsos se derivó de una historia de Egipto escrita por Manetón. Josefo lo menciona después de Apofis cuando hablaba sobre la longitud del reinado de los reyes que gobernaron después de Salitis. Esto llevó a eruditos del siglo XVIII como Arthur Bedford a ubicar a Khyan después de Apophis, hacia el final de la dinastía Hyksos. Sin embargo, en la versión del Epítome de Manetho, Julius Africanus, Khyan (cuyo nombre se transcribe allí como Staan) aparece después de un rey Pachnan, tal vez Yaqub-Har. Estilísticamente, los escarabajos de Khyan se parecen mucho a los de Yaqub-Har, que podrían tener una fecha más bien al principio y no al final del período Hyksos. Esto indica que Khyan fue uno de los primeros gobernantes de la 15ª dinastía.
La posición temprana de Khyan dentro de la dinastía 15 puede ser confirmada por nuevos hallazgos arqueológicos en Edfu. En este sitio se encontraron impresiones de sellos de Khyan en estrecha relación con las impresiones de sellos del rey de la XIII Dinastía Sobekhotep IV, lo que indica que ambos reyes podrían haber reinado casi al mismo tiempo. Los estudiosos Moeller y Marouard discuten el descubrimiento de un importante edificio administrativo de la dinastía 12 del Principio Medio en el área este de Tell Edfu, que se utilizó continuamente en el segundo Período Intermedio temprano antes de que dejara de usarse durante la dinastía 17 cuando sus restos fueron sellados por Un gran patio de silos. El trabajo de campo realizado por los egiptólogos en 2010 y 2011 en los restos del antiguo edificio de la dinastía 12 que también se usó en la dinastía 13 condujo al descubrimiento de una gran sala contigua que demostró contener 41 sellos que muestran el cartucho del gobernante de Hyksos Khyan junto con 9 Selecciones nombrando al rey de la dinastía 13 Sobekhotep IV. Como escriben Moeller y Marouard: "Estos hallazgos provienen de un contexto arqueológico seguro y sellado y abren nuevas preguntas sobre la evolución cultural y cronológica de finales del Reino Medio y principios del Segundo Período Intermedio". Estas conclusiones son rechazadas por Robert Porter, quien sostiene que Khyan gobernó mucho más tarde que Sobekhotep IV y que los sellos de un faraón se usaron incluso mucho después de su muerte. Otra opción que propuso es que Sobekhotep IV reinó mucho más tarde de lo que se pensaba anteriormente.
Una estela de Khyan que menciona al hijo de un rey también fue descubierta en Avaris. Manfred Bietak observó que: "una estela instalada en Avaris contiene el nomen y el prenomen de Khyan y una dedicación ahora perdida (presumiblemente para Seth, el Señor de Avaris) debajo de la cual están inscritos el título y el nombre del Hijo Yanassi del Rey Mayor".
El egiptólogo danés Kim Ryholt, quien publicó un extenso catálogo de los monumentos de todos los numerosos faraones del Segundo Período Intermedio, señala un importante detalle personal con respecto a la familia de este rey; Ryholt escribe que la asociación de Khyan con las de su hijo mayor en esta estela sugiere que, de hecho, Yanassi fue su sucesor designado, como también lo indica su título. "Ryholt especula que Manetho pudo haber mencionado a Yanassi en un pasaje ahora perdido y ese La posible explicación del nombre Iannas utilizado por Josefo para Khyan es una cita errónea de un pasaje en el que se extrajo el nombre del hijo en lugar del del padre.
Ryholt señala que el nombre, Khyan, en general, se ha "interpretado como amorreos Hayanu (lectura h-ya-an), que la forma egipcia representa a la perfección, y esto es con toda probabilidad la interpretación correcta." Se debe enfatizar que el nombre de Khyan no era original y había estado en uso durante siglos antes de la XV Dinastía (Hyksos). El nombre de Hayanu está registrado en las listas de reyes asirios; consulte "Lista de Khorsabad I, 17 y Lista de SDAS, I, 16" - "para un antepasado remoto de Shamshi-Adad I(c.1800 a.C)".
León inscrito con el cartucho de
Khyan, British Museum, EA 987.
Apepi o Apofis I - 1574
a 1534 a. C.
i
pp (i) Apepi |
|
ippy Apepi
|
Apepi (también Ipepi)
o Apophis (griego nombres
regnal Neb-khepesh-Re, A-qenen-Re y A-user-Re) fue el
quinto faraón hicso de la dinastía XV de Egipto, según Flavio Josefo,
gobernando desde c. 1574 a 1534 a. C. . Según el Canon de
los Reyes de Turín, gobernó la parte norte de Egipto durante cuarenta
años. Gobernó durante la primera mitad del siglo 16 antes de Cristo y
sobrevivió a su rival del sur, Kamosis, pero no Ahmose I. A
pesar de que su reinado solo incluía el norte de Egipto, Apepi fue dominante en
la mayor parte de Egipto durante la primera parte de su reinado, y comerciaba
pacíficamente con la dinastía nativa Theban Sevente al
sur.
Si bien
pudo haber ejercido soberanía sobre el Alto Egipto durante el inicio
de su reinado, la décimo séptima dinastía asumió finalmente el control sobre
esta región, y los hicsos fueron expulsados de Egipto no más de quince años
después de su muerte.
Kamose, el
último rey de la XVII Dinastía Theban, se refiere a Apepi como un "Jefa
de Retjenu" en una estela que implica un fondo cananeo para este rey hicsa.
Neb-khepesh-Re (nb
ḫpš rˁ), A-qenen-Re (ˁ3 nn n rˁ) y A-user-Re (ˁ3 wsr rˁ)
son tres nombres de praenomina o trono utilizados por esta
misma regla durante varias partes de su reinado. Aunque algunos
egiptólogos creyeron que había dos reyes separados que llevaban el nombre de
Apepi, a saber, Auserre Apepi y Aqenenre Apepi, ahora se reconoce
que Khamudi sucedió a Apepi I en Avaris y que solo había un rey
llamado Apepi o Apophis. Nebkhepeshre o "Re es el Señor de la
Fuerza" fue el primer prenomen de Apepi; hacia la mitad de su reinado,
este gobernante hicso adoptó un nuevo prenomen, Aqenenre, que se traduce
como" La fortaleza de Re es grande". En la última década,
aproximadamente, su reinado, Apepi eligió a Auserre como su último prenomen.
Mientras que el prenomen fue alterado, no hay diferencia en la traducción de
Aqenenre y Auserre. Su nombre de Horus, Shetep-tawy, solo se
certifica dos veces (una vez junto con A-qenen-Re) Aparece en una tabla de
ofrendas y en los bloques encontrados en Bubastis.
Reinado
En lugar de
construir sus propios monumentos, Apepi usurpó los monumentos de faraones
anteriores al inscribir su propio nombre sobre dos esfinges de Amenemhat
II y dos estatuas de Imyremeshaw. Se cree que Apepi usurpó el
trono del norte de Egipto después de la muerte de su predecesor, Khyan, ya
que este último había designado a su hijo, Yanassi, como su sucesor en el
trono como un gobernante extranjero. Le sucedió Khamudi, el último
gobernante de los hicsos. Ahmose I, quien expulsó a los reyes hicsos de
Egipto, estableció la XVIII Dinastía.
En la era
de Ramesside, se registra que adoraba a Seth de una manera
monolítica: "[Él] eligió para su Señor, el dios Seth. No adoraba a ninguna
otra deidad en toda la tierra, excepto a Seth". Jan
Assmann argumenta que debido a que los antiguos egipcios nunca podrían
concebir un dios "solitario" sin personalidad, Seth, el dios del
desierto, que era adorado exclusivamente, representaba una manifestación del
mal.
Hay algo de
discusión en la egiptología acerca de si Apepi también gobernó el Alto
Egipto. De hecho, hay varios objetos con el nombre del rey que
probablemente provienen de Tebas y el Alto Egipto. Estos incluyen una daga
con el nombre del rey comprado en el mercado de arte en Luxor. Hay un
hacha de procedencia desconocida donde el rey se llama amado de Sobek,
señor de Sumenu. Hoy en día, Sumenu está identificado con
Mahamid Qibli, a unos 24 kilómetros al sur de Tebas, y hay un fragmento de un
vaso de piedra encontrado en una tumba tebana. Por todos estos objetos, se
puede argumentar que se intercambiaron al Alto Egipto. Más problemático
es un bloque con el nombre del rey encontrado en Gebelein. El bloque se
había tomado como evidencia de la actividad de construcción del rey en el Alto
Egipto y, por lo tanto, se consideraba una prueba de que los hicsos también
gobernaban en el Alto Egipto. Sin embargo, el bloque no es muy grande y
muchos estudiosos argumentan hoy, que podría haber llegado a Gebelein después
del saqueo de la capital de los hicsos y no es una prueba de un reinado de los
hicsos en el Alto Egipto.
Se conocen
dos hermanas: Tani y Ziwat. Tani se menciona en la puerta de un santuario
en Avaris y en el stand de una mesa de ofrendas (Berlín 22487). Ella era
la hermana del rey. Ziwat se menciona en un cuenco encontrado en
España. Es probable que un Príncipe Apepi, nombrado en un sello
(ahora en Berlín) haya sido su hijo. Apepi también tenía una hija,
llamada Herit: se encontró un jarrón que pertenecía a ella en una
tumba en Tebas, a veces considerada como la del rey Amenhotep I,
lo que podría indicar que en algún momento su hija estaba casada con un
rey tebano. El jarrón, sin embargo, podría haber sido un elemento que fue
obtenido de Avaris después de la victoria final sobre los hicsos
por Ahmose I.
Khamudi
Jamudy (también
conocido como Khamudy) fue el último de los hicsos gobernantes
de la dinastía XV de Egipto. Khamudi llegó al poder en 1534 a.C o
1541 a.C, gobernando la parte norte de Egipto desde su
capital Avaris. Su derrota definitiva a manos de Ahmose I,
después de un breve reinado, marca el final del Segundo Período
Intermedio.
Khamudi
figura en el canon de Turín, columna 10, línea 28 (entrada 10.20
de Gardiner) como el último rey de los hicsos. Más allá de esto, solo
se le atribuyen firmemente dos sellos de escarabajo, ambos de Jericó.
Además, un
sello de cilindro de procedencia desconocida pero posiblemente
de Byblos está inscrito con un cartucho que puede leerse
"Khamudi". Esta lectura es impugnada por el egiptólogo Kim
Ryholt, quien propuso que el cartucho lea "Kandy" en su lugar y
se refiera a un rey hasta ahora desconocido. En cualquier caso, incluso si
el cartucho lleva el nombre de Khamudi, se cree que está inscrito en el sello
simplemente para llenar el espacio en lugar de una referencia explícita a
Khamudi. El sello se encuentra actualmente en el Museo Petrie,
número de catálogo UC 11616.
Reinado
Basándose
en la escasez de material que se remonta al reinado de Khamudi, Ryholt ha propuesto
que su reinado debe haber sido corto, por un monto de no más de un año.
En esta situación, Khamudi habría heredado poco más que el trono de los
hicsos, posiblemente ya estaba asediado en Sharuhen, el último
bastión de los hicsos en el desierto de Negev.
Esto es
impugnado por otros eruditos, como Manfred Bietak, quien apunta a
un año 11 de un rey desconocido en el papiro matemático
Rhind. Bietak y muchos egiptólogos creen que este año 11 pertenece a
Khamudi, ya que el texto del papiro se refiere a Ahmose I, fundador
del Nuevo Reino de Egipto como "el del Sur". Como
escribe Thomas Schneider:
"Otra longitud del reinado se puede inferir
de la nota en el verso del Papiro Matemático de Rhind, por el cual en el
undécimo año regnal del rey gobernante, Heliópolis ha sido
conquistada, y" el del Sur "ha atacado y tomado a Sile. del Sur
"debe denotar al gobernante tebano Ahmose, el año 11 de la temporada solo
puede asignarse al sucesor del rey hicso Apepi: Khamudi. La capital
de los hicsos, Avaris, habrá caído a Ahmose poco después".
Otra fecha
en el papiro está fechada explícitamente en el año 33 de la predecesora de
Khamudi, Apepi. En general, se cree que Ahmose I derrotó al rey
de los hicsos en su decimoquinto o decimoctavo año anual. Esto es sugerido
por "un graffito en la cantera en Tura por el cual se usaron 'bueyes de
Canaán' en la apertura de la cantera en el año 22 de noviembre de
Ahmose". Dado que el ganado solo pudo haber sido traído después del
asedio de 3 a 6 años de Ahmose a la ciudad canananita del sur
de Sharuhen, que siguió a la caída de Avaris, esto significa que el
reinado de Khamudi debe haber terminado antes del año 18 o 19 de Ahmose. 25
años de reinado a más tardar.
DINASTÍA DE ABIDO (1650-1530 a. C.)
Una
efímera dinastía del Egipto Medio
La dinastía
que en este espacio se recoge, es producto de las investigaciones llevadas a
cabo por la seguramente máxima autoridad mundial en el II Periodo Intermedio,
el profesor danés K.S.B. Ryholt, de acuerdo con el cual durante un periodo de
tiempo de unos 20 años, hubo un reino independiente en Egipto que no ha
recogido la Historia y que nació tras la incursión hicsa de la XV. Según tales
estudios, cuando las tropas hicsas de la XV dinastía ocupan la ciudad de Menfis
y acaban con el ya debilitado gobierno de la XIII dinastía, se creó un vacío de
poder en el resto del país que pronto fue aprovechado por sus hombres fuertes
para fundar unos reinos paralelos al gobierno extranjero del norte. Así nació
en Tebas, Alto Egipto, el reino que conformó la XVI dinastía, y en la ciudad de
Tinis, en el Egipto Medio, una dinastía que gobernó la región de Abido en la
que sustenta el periodo histórico aquí recogido.
Las razones
en las que se basa Ryholt lo están principalmente en el hecho de que los únicos
reyes testados documentalmente para este periodo, Upuatemsaf, Pantyeni y Senaaib, lo sean únicamente gracias a
tres estelas localizadas en la necrópolis de Abido, además de por una raíz
onomástica común en todos ellos tras la que subyace de una manera directa su
relación con la región abidense, y otras, el que los gobernantes tebanos de la
XVI no sobrepasaran su gobierno en su límite territorial norte, la ciudad de Hut (Hwt)
o Dióspolis Parva, (100 km. al norte de Tebas y 40 al sur de Abido),
permitiendo con ello el que bien pudiera desarrollarse un territorio
independiente o vasallo hicso entre esa ciudad de Hut y la frontera que los
hicsos marcaron como límite sur en la ciudad de Kis o Cusae, e incluso y si fue acertada la
lectura que del rey Upuatemsaf hizo
el egiptólogo alemán Von Beckerath en el hipogeo número 2 de Beni-Hassan, en
ese lugar aún más al norte (véase mapa). Por
otro lado, este periodo abidense permitiría ubicar históricamente a un grupo de
efímeros reyes que se señalan al final de la muy dañada columna XI del Papiro
Real de Turín y que si bien ocupan un espacio posterior a los soberanos que se
señalan de la XVI, la imposibilidad de que cronológicamente ocupasen tal
posición ya que el traspaso de poder de la tebana XVI dinastía a la también
tebana XVII no plantea ninguna duda dinástica, hace pensar que éstos no fueran
sino los nombres de otros monarcas abidenses.
La razón de
tan crítica posición en el Papiro Real de Turín, quizás obedezca al hecho de
que esta dinastía abidense fuera fundada en algún momento posterior a la
tebana, teniendo una buena prueba de ello en las conocidas disputas que
mantuvieron los reyes de Tebas con los gobernantes hicsos de la XV, cuando no
así y hubiera sido lo propio, con los dinastas locales de Abido más próximos
geográficamente. Sea como fuere, el grave expolio al que se vió sometida la
región y sobre todo su Necrópolis, por parte de las tropas hicsas cuando la
asaltaron hace que la práctica inexistencia de restos arqueológicos de esta
dinastía no nos permita sino determinar unos breves trazos
geográfico-temporales de lo que fue tan efímero periodo histórico.
Con la
finalización de la "Dinastía de
Abido", Egipto quedaba dividido una vez más en dos territorios: por un
lado el Alto Egipto en manos de los tebanos de la XVI y por el otro, los hicsos
de la XV quienes ocuparon el Medio y Bajo Egipto.
La
existencia de una Dinastía de Abidos fue propuesta por primera vez por Detlef
Franke; idea reforzada tiempo después por Kim Ryholt en 1997. Ryholt observa
que dos de los reyes confirmados de este período, Upuautemsaf (Upuaut es su
protección) y Pantyeny (Él de Tinis), portan nombres relacionados con Abidos:
Upuaut es un importante dios de Abidos y Tinis, una importante ciudad situada
pocos kilómetros al norte.
Además,
Upuautemsaf, Pantyeny y Senaib (otro rey del período), cada uno de ellos es
conocido por una única estela descubierta en Abidos, lo que podría indicar que
ésta fue la sede del poder. Finalmente, Ryholt sostiene que la existencia de
esta dinastía explicaría los dieciséis nombres del Canon Real de Turín situados
al final de la dinastía XVI. La dinastía de Abidos podría haber aparecido en el
lapso de tiempo entre la caída de la dinastía XIII con la conquista de Menfis
por los hicsos y la expansión sur de los hicsos hacia Tebas.
La
existencia de la dinastía puede haber quedado confirmada en enero de 2014
cuando la tumba del previamente desconocido faraón Seneb Kay fue descubierta en
la zona sur de Abidos, en un lugar llamado "Montaña Anubis" en la
antigüedad. Si Seneb Kay pertenece sin duda a la dinastía de Abidos, su tumba
podría señalar la necrópolis real de esta dinastía, adyacente a las tumbas de
los gobernantes del Imperio Medio.
La sede del
poder de la Dinastía de Abidos fue probablemente o bien Abidos o Tinis. Un grafito
posible de Upuautemsaf fue descubierto por Karl Richard Lepsius en la tumba n°
2 en Beni Hasan, alrededor de 250 km al norte de Abidos, en el Egipto medio. Si
la atribución de este grafito es correcta y si Upuautemsaf perteneció realmente
a esta dinastía, entonces su territorio podría haberse extendido hasta esta
región del norte. Siendo que la dinastía fue contemporánea de la dinastía XVI,
el territorio bajo el control abidense no pudo haberse extendido más lejos de
Hu, 50 km al sur de Abidos.
En rojo, la posible extensión del poder
de la dinastía de Abidos
Los
siguientes 16 registros del canon de Turín son atribuidos a la dinastía de
Abidos por Kim Ryholt:
Faraones
de la Dinastía de Abidos
|
||
Nombre del
trono
|
Registro del canon de Turín
|
Transliteración
|
User[...]ra
|
Col 11. Línea 16
|
Usr-[...]-Rˁ
|
User[...]ra
|
Col 11. Línea 17
|
Usr-[...]-Rˁ
|
Ocho reyes (fragmentos
perdidos)
|
Col 11. Líneas
18-25
|
|
[...]hebra
|
Col 11. Línea 26
|
[...]-hb-[Rˁ]
|
Tres reyes (fragmentos
perdidos)
|
Col 11. Líneas
27-29
|
|
[...]hebra (incierto)
|
Col 11. Línea 30
|
[...]-ḥb-[Rˁ]
|
[...]uebenra
|
Col 11. Línea 31
|
[...]-ubn-[Rˁ]
|
Algunos de
los gobernantes arriba mencionados podrían indentificarse con los cuatro reyes
autenticados y tentativamente atribuidos a la dinastía de Abidos, puestos aquí
sin consideración por su orden (desconocido) cronológico:
Sekhemraneferkhau Wepwawetemsaf fue un faraón egipcio durante el Segundo
Período Intermedio. Según los egiptólogos Kim Ryholt y Darrell
Baker, él era un rey de la dinastía Abydos, aunque dejan su posición
dentro de esta dinastía indeterminada. Alternativamente, el
egiptólogo Jürgen von Beckerath ve a Wepwawetemsaf como un rey de
la dinastía XIII, mientras que Marcel Marée propone que él fue un rey de
la dinastía XVI.
La única
declaración contemporánea del reinado de Wepwawetemsaf es una estela
de piedra caliza "de calidad excepcionalmente cruda" descubierta
en Abydos y ahora en el Museo Británico (EA 969). La
estela muestra al rey ante el dios "Wepwawet, señor de Abydos" y se
describe generalmente como de mala mano de obra. La estela fue producida
por un taller que opera en Abydos. Otras estelas producidas por este
taller pertenecen al rey Rahotep y al rey Pantjeny. El
egiptólogo Marcel Marée, por lo tanto, concluye que estos tres reyes reinaron
bastante cerca en el tiempo. Él cree que la estela de Pantjeny fue hecha
por un artista diferente, mientras que las estelas de Rahotep y Wepwawetemsaf
fueron talladas por el mismo hombre. Argumenta que Wepwawetemsaf reinó
directamente después del rey Rahotep. No asigna reyes individuales a
dinastías específicas, pero llega a la conclusión de que estos reyes pertenecen
a finales de la dinastía XVI o principios de la XVII.
Estela de Wepwawetemsaf, dibujo realizado
en 1913 por Wallis Budge
Otro
posible testimonio de este rey es un graffito descubierto en la tumba
no. 2 en Beni Hasan, perteneciente al nomarca de
la Dinastía 12, Amenemhat, y ubicado a unos 250 km al norte de
Abydos, en el Medio Egipto. El graffito ha sido leído tentativamente
por Beckerath como "Sekhemreneferkhau" pero esto sigue siendo
incierto ya que el original ahora está perdido.
En su estudio
del Segundo Período Intermedio, Kim Ryholt elabora sobre la idea originalmente
propuesta por Detlef Franke de que después del colapso de la XIII
Dinastía con la conquista de Memphis por los hicsos, surgió un
reino independiente centrado en Abydos en el medio Egipto. La Dinastía
Abydos designa así a un grupo de reyes locales que reinan por un corto
tiempo en el centro de Egipto. Ryholt señala que Wepwawetemsaf solo se
atestigua en el centro de Egipto y que su nombre comprende
la referencia teofórica al dios Abydene Wepwawet. Por lo
tanto, concluye que Wepwawetemsaf muy probablemente gobernó desde Abydos y
pertenece a la Dinastía Abydos. Esta conclusión es compartida por Darrell
Baker, pero no por Beckerath, quien ubica a Wepwawetemsaf a finales de la XIII
Dinastía.
El
egiptólogo Marcel Marée también rechaza la hipótesis de Ryholt y, en cambio,
sostiene que Wepwawetemsaf es un rey de la última dinastía XVI. De hecho,
Marée señala que el taller que produjo la estela de Wepwawetemsaf también es
responsable de la producción de las estelas de Pantjeny y Rahotep, esta última
asignada con mayor frecuencia a principios de la Dinastía XVII. Marée,
por lo tanto, concluye que Rahotep, Pantjeny y Wepwawetemsaf reinaron bastante
cerca en el tiempo. Este razonamiento también excluye la existencia de una
dinastía Abydos c. 1650 a.C
Sekhemrekhutawy Pantjeny fue un faraón egipcio durante el Segundo
Período Intermedio. Según los egiptólogos Kim Ryholt y Darrell
Baker, él era un rey de la dinastía Abydos, aunque dejan su posición
dentro de esta dinastía indeterminada. Alternativamente, Pantjeny podría
ser un rey de la última dinastía XVI. Según Jürgen von
Beckerath, Pantjeny debe identificarse con Sekhemrekhutawy Khabaw, a quien
ve como el tercer rey de la XIII Dinastía.
Pantjeny es
conocido por una sola estela de piedra caliza "de calidad
excepcionalmente cruda" encontrada en Abydos por Flinders
Petrie. La estela está dedicada al hijo del rey Djehuty-aa ("Thoth es
grande") ya la hija del rey, Hotepneferu. La estela se encuentra en
el Museo Británico con el número de catálogo BM EA 630. La estela fue
producida por un taller que opera en Abydos. Otras estelas producidas por
este taller pertenecen al rey Rahotep y al rey Wepwawetemsaf. Los
tres reyes reinaron por lo tanto bastante cerca en el tiempo.
En su
estudio del segundo período intermedio, Kim Ryholt elabora sobre la idea
originalmente propuesta por Detlef Franke de que después del colapso
de la XIII Dinastía con la conquista de Memphis por parte de
los hicsos, surgió un reino independiente centrado en Abydos en el Medio
Egipto. Por lo tanto, la dinastía Abydos designa a un
grupo de kinglets locales que reinan por un corto tiempo en el centro de
Egipto. Ryholt señala que Pantjeny está atestiguado por un solo hallazgo
de Abydos y además que su nombre significa "El de Thinis", una ciudad
prominente a unas pocas millas al norte de Abydos. Por lo tanto, concluye
que es probable que Pantjeny haya gobernado desde Abydos y pertenezca a la
Dinastía Abydos. Como tal, Pantjeny habría gobernado partes del centro de
Egipto y habría sido contemporáneo con las dinastías 15 y 16.
El
egiptólogo Marcel Marée rechaza la hipótesis de Ryholt y, en cambio, sostiene
que Pantjeny es un rey de la dinastía XVI. De hecho, Marée observa que el
taller que produjo la estela de Pantjeny también es responsable de la
producción de las estelas de Wepwawetemsaf y Rahotep, este último reinó a
principios de la Dinastía XVII. Marée, por lo tanto, concluye que
Rahotep, Pantjeny y Wepwawetemsaf reinaron bastante cerca en el
tiempo. Este razonamiento también excluye la existencia de una dinastía
Abydos c. 1650 a.C
Estela de piedra caliza que representa al
príncipe Djehuti-Aa y a la princesa Hotepneferu y con los cartuchos del faraón
Sekhemrekhutawy Pantjeny.
Menkhaure Snaib fue
un faraón egipcio durante el Segundo Período Intermedio. Según
los egiptólogos Kim Ryholt y Darrell Baker, él era un rey de la Dinastía
Abydos, aunque dejan su posición dentro de la dinastía indeterminada. Alternativamente, Jürgen
von Beckerath ve a Snaaib como un rey que reina cerca del final de
la XIII Dinastía.
El único
testimonio contemporáneo del reinado de Snaaib es una estela
de piedra caliza pintada "de calidad excepcionalmente
cruda" descubierta en Abydos y ahora en el Museo
Egipcio (CG 20517). La estela le da al nomen, al prenomen y a Horus
los nombres del rey y lo muestra usando la corona de Khepresh y
adorando al dios Min.
En su
estudio del Segundo Período Intermedio, Kim Ryholt elabora sobre la idea
originalmente propuesta por Detlef Franke de que después del colapso
de la XIII Dinastía con la conquista de Memphis por los hicsos,
surgió un reino independiente centrado en Abydos en el medio Egipto. La dinastía
Abydos designa así a un grupo de reyes locales que reinan por un corto
tiempo en el centro de Egipto. Ryholt señala que Snaib solo está
atestiguado por su estela de Abydos y por lo tanto puede pertenecer a
esta dinastía. Esta conclusión es compartida por Darrell Baker, pero
no por von Beckerath, quien coloca a Snaaib cerca del final de la XIII
Dinastía.
EL REINO DE KUSH
Sekhemre
Seusertawy Sobekhotep VIII fue posiblemente el tercer rey de la XVI
Dinastía de Egipto que reinó en la región de Tebas en el
Alto Egipto durante el Segundo Período Intermedio. Alternativamente,
puede ser un gobernante de la Dinastía XIII o XVII. Si
él fuera un rey de la XVI Dinastía, Sobekhotep VIII sería acreditado con 16
años de reinado por el canon de Turín, comenzando c. 1650 aC, en el
momento de la invasión de los hicsos de Egipto.
Sewadjenre Nebiryraw (también Nebiriau I, Nebiryerawet I) fue un antiguo faraón egipcio de la 16ta dinastía basada en Tebas, durante el Segundo Período Intermedio.
Woseribre Senebkay (alternativamente Seneb
Kay) fue un antiguo faraón egipcio durante el Segundo
Período Intermedio. El descubrimiento de su tumba en enero de 2014 apoya
la existencia de una Dinastía Abydos independiente, contemporánea de
las Dinastías XV y XVI durante el Segundo Período
Intermedio. También podría aparecer en el Canon de Turín, donde
aparecen dos reyes con el nombre del trono "Weser... re" (los nombres
solo se conservan parcialmente). Otro posible objeto con su nombre es
una varita mágica que lleva el nombre de Sebkay. La varita
se encontró en Abydos, pero podría referirse a uno o posiblemente a
dos reyes de la dinastía XIII anterior. La existencia de la
llamada Dinastía Abydos fue propuesta por primera vez por Detlef
Franke y luego desarrollada por Kim Ryholt en 1997.
Dibujo del cartucho de Senebkay.
La tumba de
Senebkay (CS9) fue descubierta en 2014 por Josef W. Wegner de
la Universidad de Pennsylvania y un equipo de arqueólogos egipcios en
la parte sur de Abydos, Egipto La tumba de cuatro cámaras tiene
una cámara de entierro de piedra caliza decorada. En el
este, pared corta hay una representación pintada de los dos ojos de Wadjet. Izquierda
y derecha están de pie la diosa Neith y Nut. Sobre la
escena se representa un disco solar alado. En la pared norte se representa
a una diosa de pie, su nombre es destruido. Hay líneas de texto cortas que
mencionan las deidades Duamutef y Qebehsenuf.. En el centro
de la pared aparece el cartucho con el nombre del rey, Senebkay. El muro
sur está muy destruido. Son visibles los restos de dos deidades
femeninas. Los textos mencionan las deidades Amset y Hapi.
La cabeza del rey fue una vez decorada con una máscara de momia. Los
textos registran la titularidad del faraón y lo llaman el "rey del Alto
y Bajo Egipto, Woseribre, el hijo de Re, Senebkay". El nombre de
Senebkay fue encontrado inscrito dentro de un cartucho real. Algunos
de los equipos de entierro, como la caja canópica de madera, fueron sacados de
tumbas antiguas. Los restos de la caja canópica fueron inscritos
originalmente para un rey Sobekhotep, probablemente de la tumba cercana S10,
que ahora se cree que pertenece a Sobekhotep IV.
La tumba no
albergaba muchos bienes funerarios y puede haber sido robada en la
antigüedad. El rey medía alrededor de 5 pies y 10 pulgadas (1.78 metros)
de altura y murió entre los 35 y los 40 años. Los estudios en su
esqueleto revelan que lo más probable es que lo mataran en la batalla. Hay
dieciocho heridas en sus huesos, que afectan su espalda baja, pies y
tobillos. Los ángulos de corte sugieren que recibió un golpe desde abajo,
tal vez mientras estaba en un carro con caballo. Al caer al suelo, fue
asesinado por varios golpes de hacha al cráneo. La curvatura de las
heridas en el cráneo indica el uso de ejes de batalla contemporáneos
al Segundo Período Intermedio.
Dinastía
XVI (c. 1650–1530 a. C.)
Más de 18 reyes locales, de orden y
procedencia incierta. Según Julio Africano, esta dinastía XVI fue también de 32
reyes pastores (hicsos) que reinaron durante 518 años. Pero Eusebio de Cesarea
comenta que la dinastía XVI sólo tuvo cinco reyes, de Tebas, que reinaron 190
años, según Sincelo y la versión armenia.
XVI Dinastía de los Pequeños Hicsos, de Menfis
(1663 al 1555 a.C.)
·
Los Hicsos dominan el Bajo
Egipto y fundan una dinastía de reyes asiáticos, en el 1663 a.C.
·
Djehuty ó Sekhemresementawy, Rey del
Bajo Egipto, durante unos 3 años
·
Sobekhotep VIII ó
Sekhemresewosertawy, Rey del Bajo Egipto, durante unos 16 años
·
Neferhotep III ó Sekhemresankhtawy,
Rey del Bajo Egipto, durante un año
·
Mentuhotepi ó Sankhenra, Rey del
Bajo Egipto, durante un año
·
Nebiryraw I ó Sewadjenra, Rey del
Bajo Egipto, durante unos 26 años
·
Nebiryraw II, Rey del Bajo Egipto,
durante unos 3 meses
·
Semenra, Rey del Bajo Egipto,
durante un año
·
Bebiankh ó Sewoserenra, Rey del Bajo
Egipto, durante unos 12 años
·
Sekhemreshedwaset, Rey del
Bajo Egipto, durante unos 3 meses
·
El Papiro Médico de Edwin
Smith, elaborado hacia el 1600 a.C.
·
( los seis siguientes son
dudosos, su período de gobierno es desconocido )
·
Semqen, Rey del Bajo Egipto
·
Khauserre, Rey del Bajo Egipto,
·
Seket, Rey del Bajo Egipto,
·
Ahtepre, Rey del Bajo Egipto,
·
Amu, Rey del Bajo Egipto,
·
Nebeskhepeshere o Apepi III, Rey del
Bajo Egipto, quizás hacia el 1555 a.C. aprox.
·
Los Egipcios expulsan a los
Hicsos del Bajo y el Medio Egipto, hacia el 1553 a.C. aprox.
La necesidad de un gobierno nativo en el Egipto ocupado
Dentro de
la habitual dificultad existente para posicionar cronológica e históricamente
todos los periodos dinásticos comprendidos en el II Periodo Intermedio, en lo
referente a esta XVI dinastía, cabría decir que en gran medida ha sido debida a
la confusión que por mucho tiempo se ha mantenido al considerársele, bien una
dinastía extranjera (hicsa) por las informaciones que se desprenden de la obra
del sacerdote e historiador egipcio Manetón (s.III a.C.), según la versión de
Julio Africano (s.II-III d.C.) y recogida por Jorge Sincelo (s.VIII-IX d.C.),
bien una dinastía tebana de acuerdo con la otra versión de Eusebio de Cesarea
(s.III-IV d.C.), también recogida por el monje Sincelo. Hoy en día,
ateniéndonos a las evidencias históricas derivadas de las otras arqueológicas,
cabe señalar que la llamada XVI dinastía, en realidad hubo de estar más próxima
a la versión manetoniana de Eusebio de Cesarea, que a la citada con
anterioridad, ya que ciertamente estuvo formada por reyes cuya área de
influencia se limitó al área local tebana o zonas muy próximas, y por lo tanto,
lejos de la identidad hicsa señalada.
Tras el
vacío de poder que originó la caída del gobierno de Menfis, probable capital
del Egipto faraónico durante la XIII dinastía, en manos de las tropas hicsas de
la XV y con ello, la eliminación del poder central egipcio, nació en el sur del
país cierta resistencia que acaba desembocando en la formación de dos pequeños
reinos que no tratan sino de hacerles frente: por un lado en la región tebana
nacía la XVI dinastía, y en la de Abido, otra denominada por K.S.B. Ryholt,
"Dinastía de Abido".
Ciertamente
hay muchas dudas sobre la verdadera naturaleza de estas dos dinastías, y de las
razones por las cuales se conformaron ambas, y no una como hubiera sido lo
propio en esas circunstancias si es previsible se contara con la presencia de
algún miembro de la corte menfita de la XIII que, huído hacia el S. ante el
avance de las tropas hicsas, le hubiera concedido legitimidad. Pero si bien hoy
en día se carecen de esas evidencias documentales, y en realidad es posible que
tal circunstancia atendiera a otro tipo de cuestiones hoy por hoy desconocidas,
sí que la presencia de algunos oficiales de la desaparecida corte menfita en la
ahora dinastía tebana de la XVI, permite aventurar la hipótesis de que al menos
sí que con esta pudo existir algún tipo de nexo de unión. Por otro lado, y es
de destacar, no conociéndose conflictos armados entre los vecinos reinos de
Abido y Tebas, y por el contrario, sí entre éstos y los hicsos (sobre todo con
los tebanos tras la destrucción del abidense), hace pensar, y fuera cual fuera
la verdadera identidad de ambos reinos, que tanto abidenses como tebanos
mantuvieran un similar objetivo: expulsar al extranjero.
En base a
la profunda reconstrucción histórica llevada a cabo por K.S.B. Ryholt de lo
señalado en el "Papiro Real de
Turín", se ha podido identificar como pertenecientes a este periodo, a
15 reyes que aparecen entre sus columnas X y XI. Prácticamente todos ellos
atestados en la ciudad de Tebas, o dentro de su área de influencia marcada en
el N. por la ciudad de Hut y en el S. por la de Edfú, a excepción de diversos
escarabeos del rey Suadyenra-Nebiryrau
(I) hallados en lugares como Gennari, Faras y Mirgissa en Nubia, cuya
localización permite aventurar que durante su reinado existió cierto tráfico
comercial con sus otros enemigos, los nubios, o como se ha apuntado
recientemente gracias a las inscripciones halladas en la tumba de un gobernador
de la ciudad de El Kab, por nombre Sebeknajt (II), a alguna posible incursión
tebana por aquéllas tierras durante su reinado. En cualquier caso, si esa
circunstancia se dió, esa frontera sur en tierras nubias hubo de mantenerse por
un muy escaso periodo de tiempo.
En el
aspecto social, son significativos los lazos que se establecieron entre realeza
y familias importantes de la región, o también, el incremento del favor real
hacia dioses tebanos como Amon-Ra o Mentu. Por otro lado, y como cabría esperar
de un reino aislado por sus poderos enemigos, hicsos al norte, y nubios al sur,
no se tienen noticias de contactos con otros pueblos asiáticos. Únicamente es
conocida cierta expedición mandada realizar por el rey Seuserenra-Bebianj a la región minera de Dyebel Zeit (véase mapa),
en la costa del Mar Rojo, según nos narra cierta estela allí encontrada. Hasta
tal punto entrañó dificultad el tráfico comercial con otros pueblos, que fue
práctica común durante esta dinastía y la XVII, que incluso hubieron de
construirse en madera de sicomoro los ataúdes reales, o de personajes
influyentes, ante la imposibilidad de conseguir otro tipo de materias más
preciadas del Mediterráneo Oriental.
Aunque no
ha llegado a nuestros días tumba real alguna de este periodo, a excepción de
una en Dra Abu el-Naga (Tebas occidental) propiedad de la reina Mentuhotep,
esposa del rey Sejemrasementauy-Tot,
su hallazgo y el de los posteriores enterramientos reales de la XVII dinastía
aquí localizados, hacen suponer que esta fuera su necrópolis.
Cuando el
vecino reino de Abido cae en manos hicsas, ya sólo Tebas pudo hacerles frente.
Debieron ser años difíciles para el pueblo tebano, pues unido a las hambrunas
endémicas que regularmente vino padeciendo Egipto durante todo su II Periodo
Intermedio, ahora se unía el acoso al que se verían sometidos por parte de las
fuerzas de la XV dinastía. De esa situación, se da buena cuenta en algunos
textos y onomásticas reales que nos han llegado: "Quien ase a través de la
Fuerza" o "Violento de Apariencias" (Sejemrasementauy-Tot), "El
Poder de Ra que restablece las Dos Tierras" (Sejemraseusertauy-Sebekhotep), "Quien
nutre su ciudad salvándola del hambre" o "El Poder de Ra que nutre las Dos Tierras" (Sejemrasanjtauy-Neferhotep), "El
Poder de Ra que rescata Tebas" (Sejemrasheduaset),
"Quien trae la Paz" o "La Paz de Ra es estable" (Dyedhotepra-Dyedumes I) o "Quien nutre las Dos Tierras"
(Seneferibra-Senusert IV), por citar
tan sólo unos ejemplos. Pero si bien Tebas acabó cayendo en manos hicsas tras
no menos de medio siglo de combates, aún a pesar de la carencia de datos
existente sobre la toma de Tebas, su estancia parece fue breve ya que bien por
un levantamiento tebano, bien por la necesidad de hacer frente a los avances
hurritas por tierras de Canaán, se produjo el abandono del Alto Egipto en
tiempos del rey hicso Aauserra-Ipepi,
y favorecidos con ello, se inició una nueva etapa histórica: la XVII dinastía.
Reino de Tebas independiente
En su
estudio de 1997 sobre el Segundo Período Intermedio, el egiptólogo
danés Kim Ryholt sostiene que la XVI Dinastía fue un reino independiente
de Tebas. Desde la reconstrucción de Ryholt del canon de Turín, 15 reyes
pueden asociarse a la dinastía, varios de los cuales son atestiguados por
fuentes contemporáneas. Si bien los gobernantes más probables se basan en
Tebas, algunos pueden haber sido gobernantes locales de otras ciudades
importantes del Alto Egipto, como Abydos, El
Kab y Edfu. En el reinado de Nebiriau I, el reino controlado
por la dinastía 16 se extendió al menos tan al norte como Hu y al sur
de Edfu. No incluido en el canon de Turín (después de Ryholt)
está Wepwawetemsaf, quien dejó una estela en Abydos y
probablemente era un rey de la dinastía Abydos.
Ryholt da
la lista de los reyes de la dinastía 16 como se muestra en la tabla a
continuación. Otros, como Helck, Vandersleyen, Bennett combinan algunos
de estos gobernantes con la Dinastía Diecisiete de Egipto. La lista
de gobernantes se da aquí según Kim Ryholt y supuestamente está en
orden cronológico:
La dinastía XVI como un reino tebano independiente
|
||
Nombre del rey
|
fechas
|
Comentarios
|
Desconocido
|
1649-1648 a.C
|
Nombre perdido en una laguna del
canon de turín.
|
Sekhemre-sementawi Djehuti
|
1648-1645 a.C
|
|
Sekhemre-seusertawi Sobekhotep VIII
|
1645-1629 a. C.
|
|
Sekhemre-seankhtawi Neferhotep III
|
1629-1628 a.C
|
|
Seankhenre Mentuhotepi
|
1628-1627 a. C.
|
|
Sewadjenre Nebiryraw I
|
1627-1601 a.C
|
|
Nebiriau II
|
1601 a.C
|
|
Semenre
|
1601-1600 a.C
|
|
Seuserenre Bebiankh
|
1600–1588 a.C
|
|
Sekhemre Shedwaset
|
1588 a.C
|
|
Desconocido
|
1588-1582 a.C
|
Cinco reyes perdidos en una laguna
del canon de Turín
|
TEBAS, LA
CIUDAD DEL SUR: LAS EMERGENTES DINASTÍAS XVI Y XVII
Basándose en la reconstrucción del Canon
de Turín de Ryholt, se pueden ahora identificar hasta 15 nombres de
faraones Dinastía XVI de Menatón como predecesores de los faraones de la
Dinastía XVII; cinco de ellos aparecen en fuentes contemporáneas indican que el
centro del poder se concentraba en el Alto Egipto.
No se sabe a ciencia cierta si todos ellos
gobernaron desde Tebas, y algunos pueden haber sido gobernantes locales de
ciudades importantes, como Abydos, Elkab y Edfu. El faraón Wepwawetemsaf, que
no aparece en el listado del Canon de Turín, dejó su modesta estela en Abydos y
pudo haber sido uno de estos gobernantes locales; la estela lo muestra haciendo
ofrendas a Wepwawet, el dios local cuyo nombre adoptó. El estilo de su
escritura, diseño y ropaje la sitúa en una línea de desarrollo entre las
estelas reales de la Dinastía XIII y la XVII.
El faraón Iykhernefert Neferhotep, que definitivamente gobernó desde Tebas, dejó atrás estelas mucho más impresionantes, en las que se describe a sí mismo como un faraón victorioso, querido por su ejército, que alimenta a su ciudad, vence a los rebeldes y reconcilia las tierras extranjeras rebeldes. A Neferhotep se le representa protegido por los dioses Amun y Montu, y por una diosa que personifica la propia ciudad de Tebas. Aparece armada de cimitarra, arco y flechas. El lenguaje del elogio formal es familiar desde los antiguos himnos compuestos para faraones, pero también para nomarcas y grandes señores de la guerra que, en el Primer Período Intermedio, gobernaron como reyes locales.
La estela, como la de Kamose, fue erigida para conmemorar un acontecimiento preciso, que pudo haber sido el levantamiento de un bloqueo de la ciudad de Tebas.
El faraón Iykhernefert Neferhotep, que definitivamente gobernó desde Tebas, dejó atrás estelas mucho más impresionantes, en las que se describe a sí mismo como un faraón victorioso, querido por su ejército, que alimenta a su ciudad, vence a los rebeldes y reconcilia las tierras extranjeras rebeldes. A Neferhotep se le representa protegido por los dioses Amun y Montu, y por una diosa que personifica la propia ciudad de Tebas. Aparece armada de cimitarra, arco y flechas. El lenguaje del elogio formal es familiar desde los antiguos himnos compuestos para faraones, pero también para nomarcas y grandes señores de la guerra que, en el Primer Período Intermedio, gobernaron como reyes locales.
La estela, como la de Kamose, fue erigida para conmemorar un acontecimiento preciso, que pudo haber sido el levantamiento de un bloqueo de la ciudad de Tebas.
No se sabe si Neferhotep llegó a
enfrentarse a los Hyksos, a sus vasallos egipcios, o a los gobernantes rivales
locales, pero el Egiptólogo canadiense Donald Redford se ha percatado de una
capa de destrucción que aparece, pasado el nivel de la Dinastía XIII, en parte
de la ciudad bajo el Karnak Oriental. El nombre de Neferhotep se conoce también
por los monumentos contemporáneos de Elkab y Gebelein. En épocas tan inciertas,
el rol del faraón, como Comandante en Jefe del ejército, va siendo cada vez más
prominente y, como tal, incorporado a las letanías reales. Tanto la ideología
como algo de la fraseología acaban sobreviviendo hasta adentrarse en la
Dinastía XVIII.
Pueden faltar faraones, pero los funcionarios que les servían tenían sus propios monumentos, y de las genealogías registradas en ellos se ha construido una cronología. El hijo suele seguir al padre en su servicio real, y los faraones tomaban esposa de las grandes familias de funcionarios, de forma que los faraones se veían gradualmente ligados por una red de interdependencia a las ciudades donde residían sus funcionarios, tanto en Elkab como en Tebas. Las evidencias genealógicas sugieren que, sólo tres generaciones separaban el abandono de Itjtawy del reinado del faraón Nebererau I, sexto faraón de la Dinastía XVII, y que la transición del grupo de faraones de la Dinastía XIII y la XVI, pasó inadvertida oficialmente para los funcionarios que les sirvieron.
Pueden faltar faraones, pero los funcionarios que les servían tenían sus propios monumentos, y de las genealogías registradas en ellos se ha construido una cronología. El hijo suele seguir al padre en su servicio real, y los faraones tomaban esposa de las grandes familias de funcionarios, de forma que los faraones se veían gradualmente ligados por una red de interdependencia a las ciudades donde residían sus funcionarios, tanto en Elkab como en Tebas. Las evidencias genealógicas sugieren que, sólo tres generaciones separaban el abandono de Itjtawy del reinado del faraón Nebererau I, sexto faraón de la Dinastía XVII, y que la transición del grupo de faraones de la Dinastía XIII y la XVI, pasó inadvertida oficialmente para los funcionarios que les sirvieron.
ELEFANTINA Y
LAS FORTALEZAS DE LAS CATARATAS
Elefantina, una isla frente a la moderna
ciudad de Aswan, ofrece una interesante y ventajosa situación desde donde poder
estudiar el Segundo Período Intermedio. Como ciudad provincial, representa una
contrapartida a las fuentes tebanas, y ofrece una serie de ininterrumpidas
dedicaciones, privadas y reales, que datan de finales de la Dinastía XII a la
Dinastía XVI. El estratificado emplazamiento de la ciudad, y los cementerios
del mismo período, están siendo excavados por el Instituto Alemán de
Arqueología.
La fortuna de Elefantina está ligada de
forma inseparable a la de Nubia. Durante la mayor parte del Imperio Medio no
marcó frontera alguna con el sur; lo hizo el faraón Senusret III, en Semna, a 400 km al sur. Sin embargo, en la etapa
más baja de poder de los reyes tebanos, es posible que Elefantina estuviese
gobernada independientemente e, incluso, que los nubios, de forma esporádica,
arrasasen la ciudad. El botín, producto de una redada en Elefantina, o en las
fortalezas, parece ser la explicación más favorable al hecho de que una tumba
real, en Kerma, de finales del Segundo Período Intermedio, albergase estatuas
de un nomarca de Asyut y su esposa, que vivieron en el reinado del faraón Senusret I (1.956-1.911 a.C.).
El valor de la Baja Nubia reside en sus
canteras, en especial las de diorita, granito y amatista; en sus accesos a las
minas de oro y plata; y en su estratégica situación en términos de control del
desierto y de las rutas a lo largo del río. Un funcionario local de Elefantina,
de la Dinastía XVI, Heqaib, fue deificado tras su muerte, y se ha encontrado
una serie de estelas votivas y estatuas en una capilla. Las Dinastías XIII a
XVI están particularmente bien representadas y, como en Menfis, la continuidad
sólo se rompe con la llegada de la Dinastía XVIII. Las genealogías que aparecen
en las inscripciones, muestran que las mismas familias servían, tanto a los
últimos reyes de finales de la Dinastía XIII, como a los de la XVI.
La estatua del alcalde de Elefantina
evidentemente cambió, de ser una de gran significación local, a otra
típicamente militar, como parte del cortejo del faraón de Tebas. Tal personaje
fue Neferhotep, que era responsable al faraón de todo el territorio que se
extienda de Tebas a Elefantina. Pasado su tiempo durante la Dinastía XVI, a
juzgar por la ortografía de la estela
las dedicaciones en la capilla de Heqaib cesaron, y quizás no sea
coincidencia que fuese en este período cuando el Príncipe del Kush fuese más
poderoso, y que incluso las fortificaciones de las cataratas estuviesen bajo
control suyo.
La suerte de una de las fortalezas, Buhen,
puede reconstruirse a partir de evidencias que aún no han sido publicadas en su
totalidad. Después de finales de la Dinastía XII, a los soldados se les
enterraba con su familia en el Cementerio K de Buhen; estos enterramientos se caracterizaban
por la cerámica de la región de Menfis, lo que confirmaría que los suministros
del fuerte aún procedían de los talleres de la Residencia. El Cementerio K
sugiere una ocupación continuada hasta bien entrado el Segundo Período
Intermedio, y hay al menos dos grupos de enterramientos múltiples, intactos,
que contienen pequeñas jarras de Tell el-Dab’a, incluyendo un tipo que no
aparece en Tel el-Dab’a hasta el estrato E/I, muy probablemente de principios
de la Dinastía XV. Uno de los cuerpos lleva en el cuello una pepita de oro
grande, lo que sugeriría que los colonos permanecían en Buhen principalmente
por su proximidad a las minas de oro de la región.
Para entonces, la frontera entre el Alto y
el Bajo Egipto ya existía, así que los suministros desde el Bajo Egipto sólo
podían llegar a Buhen utilizando la ruta de los oasis que sabemos estaba en uso
durante el reinado de Apepi. ¿Quién – se pregunta uno - era el responsable de
la organización de este comercio en el extremo norte? Se puede especular que
funcionarios todavía trabajaban en Itjtawy bajo el soberano Hyksos, y sabemos
que el cementerio de Lisht aún estaba en uso. El mismo Avaris era el centro de
producción y distribución de las jarritas de Tell el-Yahudiya, cuyo contenido
aún no ha sido identificado pero eran muy apreciadas.
Los colonos de las fortalezas tienen que
haberse sentido cada vez más aislados y vulnerables, a pesar de sus conexiones
con el Bajo Egipto, por lo que tendrían que amoldarse al poder militar local,
que no era ni de los Hyksos ni de los reyes de Tebas, sino del Rey del Kush.
Una familia, cinco generaciones atrás, dejaron inscripciones en Buhen que
muestran que las dos últimas sirvieron al Rey del Kush, y que incluso llevaron
a cabo campañas locales en su nombre; este período viene marcado
arqueológicamente por la presencia de cerámica importada del Alto Egipto, de la
zona de Tebas, en vez de cerámica procedente del Bajo Egipto. El río permanecía
abierto entre Tebas y las fortalezas, pero solamente, como denuncian los textos
de Kamose, si se pagaba al amo del Nilo Sur, el Rey del Kush. Buhen sería
eventualmente saqueada hay restos de un gran incendio pero más probablemente
por el ejército de Kamose que por los nubios.
Otras fortalezas como Mirgissa y Askut nos
cuentan con una historia parecida de continua invasión por egipcios - pero
paralelamente a la de nubios - hasta finales del Segundo Período Intermedio.
Llegó un momento en que el control de la región de las cataratas por el rey de
Kerma se haría tan insoportable para los soberanos tebanos que se hacía
necesario retomar los fuertes antes de proceder con seguridad contra los
Hyksos. Tenemos una primera prueba de que en el tercer año del reinado de
Kamose, la región estaba de nuevo bajo control tebano. En Buhen, hay evidencias
de la construcción de un muro; probablemente se trataría de una renovación de
las fortificaciones después de la exitosa campaña que se menciona en una carta
de los Hyksos al rey del Kush.
EL REINO DE KUSH
Rey de Kush, es el nombre que las fuentes
egipcias dan al rey, de cuyo reino, la capital era Kerma. Los arqueólogos
utilizan Kerma como un adjetivo que describe la cultura de los kushitas, y la
distinguen de otras culturas nubias contemporáneas, tales como la del Grupo “C”
y la de “sepultura sartén”. Kerma está situada al sur de la 3ª Catarata, al
final de las rutas occidentales de los oasis, y está siendo excavada por
Charles Bonnet, de la Universidad de Ginebra.
La población de Kerma no dejó referencias
escritas, aunque sabemos que su cultura, extendida por toda Nubia, se remonta a
principios del Imperio Antiguo. El rey alcanzó su poder máximo durante la fase
de la llamada Kerma Clásica, que coincide, aproximadamente, con el Segundo
Período Intermedio. Puede que el faraón Kamose hubiese conseguido reconquistar
Buhen con éxito, pero no fue hasta mucho más adelante, durante la Dinastía
XVIII, después de, al menos, tres largas campañas, que Kerma fue finalmente
reconquistada.
La destrucción que le siguió fue tan
drástica que, actualmente, es muy difícil reconstruir cómo era la ciudad
durante los reinados de los últimos gobernantes independientes. Sí sabemos, que
las grandes tumbas de túmulo donde se enterraban a los reyes, contienen
sirvientes ejecutados y gran cantidad de provisiones, en su mayoría, importadas
del Alto Egipto, que puede que se tratasen de impuestos pagados por aquellos
que querrían pasar al sur, más allá de Elefantina. Hasta por lo menos mediados
de la Dinastía XIII, el rey habría estado comerciando, tanto con el Alto como
con el Bajo Egipto, comercio que estaría administrado desde las propias
fortalezas.
Los nubios de Kerma eran ganaderos y
guerreros, particularmente famosos por sus arqueros. Los arcos y flechas
encontrados en sus sepulturas, y las masivas fortificaciones de Buhen diseñadas
para defenderse de los ballesteros, confirman esta reputación. En el centro de
la ciudad, había una enorme cabaña, dentro de un recinto de estacas, que se
utilizaba en las ceremonias reales. Un amplio programa de construcción y
reconstrucción durante la fase de la Kerma Clásica, da testimonio de la inmensa
fuente de material y mano de obra que el rey tenía a su total disposición.
La presencia de nubios de Kerma en los
ejércitos de Kamose y Ahmose está fuera de toda discusión, si bien no está
claro si eran reclutados voluntaria o forzosamente durante la campaña de
Kamose. Parece probable que los nubios de Kerma constituyesen una federación de
tribus de las que no todas aceptarían necesariamente la autoridad del Rey de
Kerma, y con ello, ni la política de hostilidad hacia los reyes tebanos. En
cualquier caso, fuese la que fuese la política real, el comercio entre Kerma y
Tebas floreció durante el Segundo Período Intermedio. La gente viajaba al igual
que la mercancía: artesanos egipcios a Kerma, quizás, y, por supuesto, nubios
de Kerma a Egipto.
Se han encontrado esparcidos entre Tebas y
Abydos, los enterramientos de un puñado de individuos. Un rico enterramiento,
encontrado intacto en Tebas, es de tiempos de Kamose, y pertenecía a una mujer
y su pequeño. Es de estilo totalmente egipcio, y la mujer lleva un obsequio
real, “el oro del honor”, un collar con muchas cuentas de aros de oro. Además,
en su ataúd había una barra portadora de la que colgaban redes con seis jarras
de cerámica, hechas en un estilo tan típico de la cultura Kerma que se conoce
como “producto Kerma.
El oro unió a los Tebanos y a los Nubios
de Kerma; primero, como aliados; pero, final e inexorablemente, como enemigos.
Dyehuti
sḫm rˁ smn tȝ.wy (Sejemra Sementauy)
Ra es poderoso, el que consolida las Dos Tierras
(Egipto)
sḫm rˁ s... (Sejemra S...)Ra es poderoso,...
(Canon Real de Turín 11.3)
ḏḥwty (Dyehuty) Dyehuty
Sekhemre
Sementawy Djehuti (también Djehuty y otras variantes) fue
posiblemente el segundo rey de la XVI Dinastía Tebana reinando
en partes del Alto Egipto durante el Segundo Período Intermedio. Alternativamente,
puede ser un rey de la dinastía XIII tardía o el cuarto rey de
la dinastía XVII. Djehuty se acredita con un reinado de 3 años en la
primera entrada de la 11ª columna del canon de Turín. Según los
egiptólogos Kim Ryholt y Darrell Baker, fue sucedido por Sobekhotep
VIII.
La dinastía
de Djehuti sigue siendo debatida. De hecho, en este punto, el Canon de
Turín está abierto a interpretaciones. Hay varios reyes registrados con el
nombre "Sekhemre [...]" y el daño al documento original no conserva
el nombre completo. Como resultado, Djehuti, llamado Sekhemre Sementawy,
puede en principio corresponder a cualquier "Sekhemre" [...]
preservado en la lista del rey, es decir, puede ser un gobernante de las
dinastías 13, 16 e incluso 17.
Los
egiptólogos Darrell Baker y Kim Ryholt creen que formó parte de
la Dinastía XVI, que controlaba la región de Tebas después de 1650 a.C.
Alternativamente, dos estudios de Claude Vandersleyen y Christina Geisen datan
del reinado de Djehuti hasta el final de la XIII Dinastía Memphite.
La datación de Geisen se basa en consideraciones estilísticas del ataúd de su
reina, que, sin embargo, argumenta Stephen Quirke, utiliza suposiciones no
probadas. Una teoría más antigua de Jürgen von Beckerath, cuyas
conclusiones son compartidas por Hans Stock, sostiene que Djehuti fue un gobernante
de la dinastía temprana del siglo XVII, que surgió en
el Alto Egipto tras la caída de la dinastía 16a tras la efímera hicsos conquista
de Tebas. Esta teoría se apoya en el descubrimiento de la tumba de la
reina de Djehuti, Mentuhotep, que se encuentra en Dra 'Abu el-Naga',
una necrópolis generalmente asociada con la XVII Dinastía. Sin embargo,
estudiosos como Chris Bennett señalan que esto no significa necesariamente que
Djehuti también haya sido enterrado en la Dra. 'Abu el-Naga'.
Caja de cosméticos de la reina
Mentuhotep, esposa de Djehuti. La caja puede haber sido destinada a ser el
cofre canópico del rey.
Algunos
egiptólogos propusieron que Djehuti estuviera casado con una nieta del visir Ibiaw que
sirvió bajo el reinado de la XIII Dinastía, el rey Wahibre Ibiau c. 1712
- 1701 a.C, y por lo tanto, lo más probable es que dos generaciones fueron
removidas de este rey. Sin embargo, en tiempos más recientes, se señaló
que el vínculo entre Ibiaw y la consorte Mentuhotep de Djehuti aún no está
comprobado y que la correlación temporal propuesta entre Wahibre Ibiau y
Djehuti sigue siendo conjetural.
Djehuti
está atestiguado en el canon de Turín y en la lista del rey Karnak. Todos
los testimonios contemporáneos de Djehuti provienen de un tramo de 145 kilómetros
(90 millas) de largo del valle del Nilo, desde Deir
el-Ballas en el norte hasta Edfu en el sur. Esto
corresponde aproximadamente al territorio en la esfera de influencia de los
gobernantes de la XVI dinastía. El nomen y el prenomen de Djehuti se
conocen a partir de un solo bloque descubierto por Flinders Petrie en
Deir el-Ballas. Un bloque pintado que llevaba el cartucho de Djehuti y que
lo mostraba con la corona roja del Bajo Egipto, mucho más allá
de su esfera de influencia, fue descubierto en Edfu. y por lo demás, Djehuti
solo es atestiguado por objetos del entierro de su esposa. La tumba de
lareina Mentuhotep se encontró intacta en 1822 y su ataúd (ahora
perdido) fue inscrito con uno de los primeros casos de los textos del Libro
de los Muertos. La caja de cosméticos de Mentuhotep lleva el nomen, el
prenomen y el cartucho de Djehuti, junto con fórmulas funerarias y una
inscripción que revela que la caja fue un regalo del rey
Se ha
sugerido que la pirámide del sur de Saqqara no atribuida puede haber
sido construida para Djehuti. Esta hipótesis se basa en una inscripción
fragmentaria que se encuentra dentro de la pirámide y que lee
"Weserkha...", una posible referencia a Weserkhau, es
decir, el nombre de Golden Horus de Djehuti.
Sobejotep VIII
Sejemra
Seusertauy Sḫm-Rˁ-s-wsr-t3.wj poderoso
es Ra, Él que hace fuerte a las dos tierras
Sobejotep Sbk-ḥtp Sobek
está satisfecho
La segunda
línea de la 11ª columna del canon de Turín lee Sekhem [...]
re y refiere, según los egiptólogos Kim Ryholt y Darrell Baker,
a Sekhemre Seusertawy, que es el nomen de Sobekhotep VIII. Si esta
identificación es correcta, entonces Sobekhotep VIII reinó durante 16 años como
el tercer rey de la XVI Dinastía. Esto lo convertiría en el sucesor
directo de Djehuti y el predecesor de Neferhotep III, aunque su
relación con estos dos reyes sigue siendo desconocida. En su
reconstrucción de la cronología del Segundo Período Intermedio, Ryholt
propone que Sobekhotep VIII reinó desde 1645 a.C hasta 1629 a.C, poco después
de la XV Dinastía de los Hyksos se apoderó del Delta del Nilo y
de la ciudad de Memphis, precipitando así el colapso de la XIII Dinastía.
En estudios
anteriores realizados por los egiptólogos Jürgen von Beckerath y Labib
Habachi, Sobekhotep VIII se consideraba un rey de la XIII Dinastía.
Sobekhotep VIII (izquierda) frente al
dios Hapi, de la Estela de la Inundación
La única
declaración contemporánea de Sobekhotep VIII es una estela que se encuentra
dentro del tercer pilón en Karnak. Esta estela se usó como
material de construcción para llenar el pilón durante los extensos
trabajos de Amenhotep III en el sitio. La estela está fechada en
el epagomenal, o cinco días finales, del cuarto año regnal de Sobekhotep
VIII, y describe su actitud en un templo, probablemente el de Karnak, durante
una inundación masiva del Nilo:
“(Vida para) el hijo
de Ra Sobekhotep, amado de la gran inundación, dado por la vida
para siempre. Año 4, cuarto mes de Shemu, los días epagonales, bajo
los auspicios de la persona de este dios, viviendo para siempre. Su
persona fue a la sala de este templo para ver la gran inundación. Su
persona llegó al salón de este templo que estaba lleno de agua. Entonces
su persona se metió allí [...]”
Según el egiptólogo John Baines,
que estudió la estela en detalle, al llegar al templo mientras estaba inundado,
el rey volvió a representar la historia egipcia de la creación del
mundo al imitar las acciones del dios creador Amun - Ra, a la
que La iconografía de la estela asocia estrechamente al rey, ordenando que las
aguas retrocedan alrededor del monte primordial.
Neferhotep III
Sekhemre
Sankhtawy Neferhotep III Iykhernofret fue el tercer o cuarto gobernante de
la XVI Dinastía Tebana, reinando después de Sobekhotep VIII según
los egiptólogos Kim Ryholt y Darrell Baker. Se le asigna un
reinado de 1 año en el Canon de Turín y es conocido principalmente
por una sola estela de Tebas. En un estudio anterior, Von Beckerath data
de Neferhotep III hasta el final de la XIII Dinastía.
Neferhotep III (derecha) en la estela JE
59635
En la
estela muy dañada (Cairo JE 59635 [CG 20799]), Neferhotep III llama
repetidamente a Tebas "mi ciudad" y se elogia a sí mismo
como "el guía de Tebas victoriosa. Ryholt entiende que este
énfasis en Tebas muestra que Neferhotep III reinó exclusivamente en la región
de Tebas. Además, Baker señala la falta total de testimonios
contemporáneos para los reyes de la XVI Dinastía (excepto Bebiankh y Nebiryraw
I) fuera de un tramo de 200 km del valle del Nilo que comprende Tebas,
desde Hu en el norte hasta Edfu en el sur. El hecho de que
Neferhotep III gobernara poco más que la región de Tebas se ve reforzado por
una estela del sucesor de Neferhotep, Seankhenre Mentuhotepi, donde
Mentuhotepi dice: "Soy el rey de Tebas, esta es mi ciudad".
En su
estela tebana, Neferhotep III enfatiza su papel como proveedor de alimentos
para su gente al afirmar que "el que nutre su ciudad, salvándola de
la hambruna". Esto, junto con su nombre real Sekhemre
Sanhktawy, El poder de Ra, que nutre las dos tierras, es un
signo fuerte de que el Alto Egipto sufrió de hambrunas a finales de la XVI
Dinastía. Otro rey de la época, Senusret IV, adoptó un nombre real
similar.
Neferhotep
III se vio envuelto en una guerra defensiva contra la XV
Dinastía Hyksos, que acabaría invadiendo el estado de la XVI
Dinastía. Neferhotep se elogia a sí mismo en su estela como "El
que levanta su ciudad, después de haber sido sumido en una lucha con
extranjeros". Se cree que la estela contiene la primera mención conocida
de la corona Khepresh. Se dice que Neferhotep está
"Adornado con Khepresh, la imagen viva de Re, señor del
terror". Por razones que siguen siendo difíciles de entender, en la
estela de Neferhotep III también se menciona el
epíteto Iykhernofret escrito dentro de un cartucho:
Después de
su breve reinado, fue sucedido por un rey igualmente efímero, Seankhenre
Mentuhotepi.
Montuhotepi
s ˁnḫ ... rˁ
(Seanj...ra) Ra, ... el que vivifica
(Canon Real de Turín 11.4)
(Canon Real de Turín 11.4)
mn ṯ w ỉ ḥtp
(Mentuyhotep) Montu está satisfecho
Seankhenre
Mentuhotepi fue un antiguo faraón egipcio durante
el Segundo Período Intermedio fragmentado. Según los
egiptólogos Kim Ryholt y Darrell Baker, él fue el quinto rey de
la Dinastía XVI reinando sobre la región de Tebas en
el Alto Egipto. Alternativamente, Jürgen von Beckerath lo
ve como el quinto rey de la XVII Dinastía.
Mentuhotepi
está atestiguada por una estela de Karnak y un sello de escarabajo de
procedencia desconocida que lleva un prenomen que lee a Sewahenre, Sewadjenre y
Seankhenre. Además, se descubrieron dos esfinges de piedra caliza de
Mentuhotepi en 1924 en las ruinas del Templo de Horus en Edfu, una
con el prenomen Seankhenre y la otra con el nomen
Mentuhotepi. Finalmente, Mentuhotepi se atestigua en el canon
de Turín bajo el prenomen Seankhenre.
Dibujo de una esfinge de Mentuhotepi,
portando el prenomen Seankhenre entre las piernas
La
identificación de Mentuhotepi ha evolucionado a lo largo de los años: Jürgen
von Beckerath enumera a Mentuhotepi como un rey de la XVII dinastía con
el nombre de Mentuhotep VII y Wolfgang Helck como Mentuhotep
VI. La reciente reconstrucción del canon de Turín por Ryholt estableció a
este rey como Seankhenre Mentuhotepi.
Si la
identificación de Mentuhotepi por parte de Ryholt en el canon de Turín es
correcta, entonces tomó el trono después de Sekhemre Sankhtawy Neferhotep
III y reinó solo por 1 año. El breve reinado de Mentuhotepi
probablemente estuvo marcado por el conflicto constante con el reino de
los hicsos de la XV dinastía. En ese momento, la XVI Dinastía ya
estaba en una posición debilitada y reinó poco más que la propia Tebas. En
su estela de Karnak, Mentuhotepi afirma enfáticamente: "Soy el rey
dentro de Tebas, esta es mi ciudad" y llama a Tebas la "dueña de
toda la tierra, ciudad de triunfo". Informa de conducir de vuelta las
"tierras extranjeras", Se enfatiza el poder militar de
Mentuhotepi, y el rey es comparado con Sekhmet, quien mata a sus
enemigos con su "aliento en llamas". Mentuhotepi fue
sucedido por Nebiryraw I, quien gobernó el Alto Egipto durante más de 25
años.
Nebirau I
|
Sewadjenre Nebiryraw (también Nebiriau I, Nebiryerawet I) fue un antiguo faraón egipcio de la 16ta dinastía basada en Tebas, durante el Segundo Período Intermedio.
En el Canon
de Turín se le acredita con un reinado de 26 años y fue sucedido por su
homónimo Nebiryraw II, quien pudo haber sido su hijo. Todos los
sellos emitidos por Nebiryraw fueron hechos de arcilla o frita en lugar
del esteatito habitual, lo que implica que no hubo expediciones
mineras enviadas a la región del desierto oriental de Egipto
durante su reinado. Se encontraron dos sellos de este rey en Lisht, que
en ese momento formaba parte del reino de los hicsos; este
hallazgo puede demostrar contactos diplomáticos entre la dinastía Tebana y los
hicsos durante el reinado de Nebiryraw, aunque esto es incierto.
Además de
la mención en el Canon de Turín y los sellos antes mencionados, Nebiryraw I se
conoce principalmente por la Estela Jurídica, un documento administrativo
bien conocido que data de su primer año, ahora en el Museo de El Cairo (JE
52453). También en El Cairo (JE 33702) hay una daga de cobre con
el nombre de su trono, descubierta por Flinders Petrie en un
cementerio de Hu, a fines de la década de 1890. Nebiryraw también se
representa junto con la diosa Maat en una pequeña estela que forma
parte de la colección egipcia ubicada en Bonn.
El nombre
del trono de Nebiryraw Sewadjenre (junto con los epítetos "dios
bueno" y " fallecido") aparece en la base de
una estatuilla de bronce del dios Harpócrates que ahora
se encuentra en El Cairo (JE 38189), junto con otros nombres reales, dos de
ellos: Ahmose y Binpu: al parecer, pertenece a los príncipes de la XVII
Dinastía que reemplazaría a la XVI Dinastía poco después. La
estatuilla también menciona a un "buen dios Neferkare, fallecido",
que generalmente se cree que es el nombre del trono del supuesto hijo y sucesor
de Nebiryraw, Nebiryraw II. Sin embargo, la estatuilla es claramente no
contemporánea, ya que el culto de Harpócrates se introdujo durante el período
ptolemaico, es decir, unos 1500 años después de que las personas nombradas en
la estatuilla hubieran vivido.
Daga de Nebirau I
Nebirau II
Nebiriau
II (también Nebiryraw II , Nebiryerawet II) fue un antiguo faraón egipcio de
la 16ta dinastía basada en Tebas, durante el Segundo
Período Intermedio.
Algunos
egiptólogos asumen comúnmente que es el hijo de su antecesor Nebiryraw I,
dada la rareza del nombre Nebiriau en las fuentes históricas
egipcias. A diferencia de su presunto padre, que gobernó el Alto
Egipto durante 26 años, fue un rey oscuro que no está totalmente atestado
por las fuentes arqueológicas contemporáneas.
Los dos
únicos testimonios no contemporáneos de Nebiriau II son la mención de su nombre
personal en el Ramesside Turin Canon (posición 13.5, se perdió su
nombre del trono), y una estatuilla de bronce del dios Harpócrates (Cairo
38189). Los cuatro lados de la base de la estatua fueron inscritos con los
nombres escritos en cartuchos; estos son "Binpu",
"Ahmose", "El dios bueno Sewadjenre, fallecido" y "El
dios bueno Neferkare, fallecido" respectivamente. Los dos primeros
probablemente eran dos príncipes de la familia real de la XVII Dinastía que
reemplazaría a la XVI Dinastía poco después; Sewadjenre era el nombre del
trono de Nebiriau I y, finalmente, se cree que Neferkare es el nombre del trono
de Nebiriau II, que de otro modo no está autorizado. El hallazgo es
también peculiar porque el culto de Harpócrates, y por lo tanto la propia
estatuilla, se remonta al período ptolemaico, es decir,
aproximadamente 1500 años después de que las personas nombradas en la
estatuilla hayan vivido.
A Nebiriau
II le sucedió un rey igualmente oscuro llamado Semenre, quien fue
atestiguado por un solo hacha, inscrito con su nombre de trono, y luego
por Seuserenre Bebiankh, quien recibió 12 años en el Canon de Turín.
Semenre
Semenre,
también Smenre o Semenenre, es un faraón tebano poco
atestiguado durante el Segundo Período Intermedio de Egipto que
sucedió al igualmente oscuro Nebiriau II. Él reinó desde 1601
hasta 1600 a.C (Kim Ryholt) o ca. 1580 a.C (Detlef Franke) y
perteneció a la XVI Dinastía (Ryholt) o la XVII
Dinastía (Franke).
Por esta
regla sólo el nombre de trono es conocido, tallado en una lata - bronce cabeza
de hacha de procedencia desconocida, ahora en el Museo Petrie, Londres (UC30079). Posiblemente
también figura en el Canon de Turín (11.7).
Semenre fue
sucedido por Seuserenre Bebiankh que dejó más rastros de proyectos de
construcción y actividad minera en su reinado que la mayoría de los reyes de
esta dinastía con la excepción de Djehuti.
Axehead con el nombre de Semenre, Petrie
Museum UC30079
Bebiankh
Seuserenre
Bebiankh fue un antiguo rey egipcio de la XVI
Dinastía Tebana durante el Segundo Período Intermedio y,
según Kim Ryholt, el sucesor del rey Semenre. Se le asigna un
reinado de 12 años en el Canon de Turín (11.8).
Bebiankh fue sucedido ya sea por un rey poco conocido llamado Sekhemre Shedwast o por el gobernante igualmente sombrío Seneferankhre Pepi III.
Bebiankh fue sucedido ya sea por un rey poco conocido llamado Sekhemre Shedwast o por el gobernante igualmente sombrío Seneferankhre Pepi III.
Bebiankh es
conocido principalmente por una estela encontrada en Gebel Zeit que
atestigua la actividad minera llevada a cabo en esta área por el Mar Rojo
durante su reinado y conserva sus nombres
reales Seuserenre y Bebiankh. Esta modesta estela registra
las actividades de este rey en las minas de Gebel Zeit galena. También
se sabe que construyó una extensión al Templo de Medamud. El nomen
de Bebiankh también se encontró en una daga de bronce encontrada
en Naqada y ahora en el Museo Británico, bajo el número de
catálogo BM EA 66062.
Daga de bronce con la inscripción
"El hijo de Ra, Bebiankh, dado vida". Museo Británico EA
66062.
Shedwast
Sekhemre
Shedwast (también Sekhemreshedwaset) fue un faraón egipcio nativo de
la XVI Dinastía Tebana durante el Segundo Período Intermedio.
Su nombre
del trono, Sekhemre Shedwast, se traduce literalmente como "el poder
de Re que rescata a Tebas", mientras que su nombre
personal es desconocido. Sekhemre Shedwast no está confirmado fuera
de la Lista del Rey de Turín, donde aparece como el sucesor del rey Bebiankh.
Se ha sugerido,
pero no aceptado universalmente, que Sekhemre Shedwast puede ser idéntico
a Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf II, ya que los nombres de sus tronos difieren
ligeramente. Si es así, puede haber estado casado con la reina Nubkhaes II
y pueden haber tenido un hijo llamado Sekhemre-Wepmaat Intef.
Los reyes
adicionales se clasifican como pertenecientes a esta dinastía según Kim Ryholt,
pero su posición cronológica es incierta. Pueden corresponder a los
últimos cinco reyes perdidos en el canon de Turín:
Dinastía XVI como
un reino tebano independiente (orden incierto)
|
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Nombre del rey
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fechas
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Comentarios
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Djedhotepre Dedumosa I
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Puede haber intentado demandar a los
hicsos por la paz.
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Djedneferre Dedumosa II
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Djedankhre Montemsaf
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Merankhre Mentuhotep VI
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Seneferibre Senusret IV
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Dejó una estatua colosal de sí mismo
en Karnak
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Dedumose I
Djedhotepre
Dedumose I fue un faraón egipcio del Segundo Período
Intermedio. Según los egiptólogos Kim Ryholt, Darrell Baker, Aidan
Dodson y Dyan Hilton, él fue un rey de la XVI Dinastía. Alternativamente, Jürgen
von Beckerath, Thomas Schneider y Detlef Franke lo ven como
un rey de la XIII Dinastía.
Djedhotepre
Dedumose se menciona en la estela encontrada en julio de 1908 en la parte sur
del Tell of Edfu. La estela pertenece al hijo
de un rey y al comandante Khonsuemwaset ("Khonsu está
en Waset"). No se sabe si este último era realmente el hijo del
rey o si el hijo del rey está aquí solo el título, que no estaba
necesariamente reservado a los hijos reales de un rey. Otro rey del
Segundo Período Intermedio lleva el nombre Dedumosa: Djedneferre Dedumosa
II. Dada la rareza del nombre Dedumose, es posible que fuera el hijo de
Dedumose I. Varios artefactos nombran a un rey Dedumose pero sin proporcionar
el prenomen, es difícil decidir a qué Dedumose pertenecen. Por
ejemplo, una estela de un Harsekher oficial de Edfu afirma que el
Hijo del Rey Harsekher, hijo del Hijo del Rey Sobekhotep, está relacionado con
un rey Dedumose, que Aidan Dodson y Dyan Hilton identifican como Dedumose
I.
Las fechas
precisas para la Dedumosa son desconocidas, pero si él fue un rey de la XIII
Dinastía, su reinado probablemente terminó alrededor de 1690 a.C mientras que si
él fuera un rey de la XVI Dinastía, posiblemente hubiera reinado entre 1588 a.C
y 1582 a.C, en el Últimos años de la XVI dinastía. Ryholt cree que frente
a la invasión de su territorio por los hicsos, Dedumose intentó
demandarlos por la paz, como lo indican sus nombres "La paz de Ra es
estable; el que trae la paz; el que rescata las dos tierras".
Estela de Djedhotepre
Dedumose I, 1908 fotografía por Alessandro Barsanti
Dedumose II
Djedneferre
Dedumose II fue un faraón egipcio nativo durante
el Segundo Período Intermedio. Según los egiptólogos Kim Ryholt y
Darrell Baker, él era un gobernante de la XVI Dinastía Tebana.
Alternativamente, Jürgen von Beckerath, Thomas Schneider y Detlef
Franke lo ven como un rey de la XIII Dinastía.
Williams y
otros colocan a Dedumose como el último rey de la XIII Dinastía de
Egipto. Las fechas precisas para la Dedumosa son desconocidas, pero de
acuerdo con la cronología egipcia comúnmente aceptada, su reinado probablemente
terminó alrededor de 1690 a.C.
Djedneferre
Dedumose II se conoce a partir de una estela originaria de Gebelein que
ahora se encuentra en el Museo de El Cairo (CG 20533). En la
estela, Dedumose afirma haber sido criado para la realeza, lo que puede indicar
que es un hijo de Dedumose I, aunque la declaración también puede ser
simplemente una forma de propaganda. El tono marcial de la estela
probablemente refleja el constante estado de guerra de los últimos años de la
XVI Dinastía, cuando los hicsos invadieron su territorio:
“El dios bueno, amado de Tebas; El elegido
por Horus, que aumenta su [ejército], que ha aparecido como el relámpago
del sol, que es aclamado a la realeza de ambas tierras; El que pertenece a
los gritos”.
Ludwig
Morenz cree que el extracto anterior de la estela, en particular
" quien es aclamado a la realeza", puede confirmar la
controvertida idea de Eduard Meyer de que ciertos faraones fueron
elegidos para el cargo.
La dedumosa
generalmente está vinculada a la historia de Timaios y su conflicto
con los hicsos y su caída, como lo contó el historiador Josefo, quien
citaba a Manetón. La frase introductoria en la cotización de Manetón Josefo του Τιμαιος ονομα parece algo ungrammatical y siguiendo A. von
Gutschmid, las palabras griegas του Τιμαιος ([artículo genitivo
definida] Timaios [nominativo]) a menudo se combina en el nombre
propuesto Τουτιμαιος (Tutimaios) basado en el tenue argumento de von
Gutschmid de que esto sonaba como Tutmes, es decir Thutmose. Esto
ha influido en la transliteración del nombre Dedumose
como Dudimose para reforzar el parecido, pero esta transliteración no
está justificada por la ortografía jeroglífica del nombre. Sin embargo, la
Dedumosa gobernó como un faraón de la 13ª dinastía que precedió a los hicsos o
como parte de la 16ª dinastía contemporánea con los primeros hicsos y la forma
real de Timaios en el manuscrito de Josefo todavía representa
plausiblemente su nombre. La traducción de Whiston de Josefo entiende que
la frase significa "[Había un rey] nuestro, cuyo nombre era Timaus
"A. Bülow-Jacobsen ha sugerido, sin embargo, que la frase en Josefo puede
haber sido derivada a través de una serie de errores de escritura (no
atendidos) ("del asunto") y que ("este es un nombre",
típicamente se queda fuera de las traducciones) es una glosa posterior de donde
el texto original de Josefo no contenía el nombre de un faraón en
absoluto. Sin embargo, la siguiente oración de la cita de Josefo dice
"En su [reinado] "lo que implica que se ha mencionado a un faraón. El
relato en Josefo también se ha relacionado durante mucho tiempo con un relato
sobre Egipto conservado en un texto indio en el que el nombre del faraón
aparece como Tamovatsa.
Ha
habido intentos revisionistas por el historiador Immanuel
Velikovsky y el egiptólogo David Rohl para identificar a
Dedumose II como el Faraón del Éxodo, mucho antes que los candidatos
principales. Rohl, en particular, trató de cambiar puntos de vista
sobre la historia de Egipto por el acortamiento del tercer
período intermedio de Egipto por casi 300 años. Como resultado, los
sincronismos con la narrativa bíblica han cambiado, haciendo que Dedumose sea el
faraón del Éxodo. La teoría de Rohl, sin embargo, no ha logrado
encontrar apoyo entre la mayoría de los estudiosos en su campo.
Montemsaf
Djedankhre
Montemsaf fue un rey tebano de la XVI Dinastía en
el Alto Egipto durante el Segundo Período Intermedio c. 1590
a.C. Como tal, habría gobernado simultáneamente con la XV Dinastía que
controlaba el Bajo Egipto y el Medio Egipto.
Djedankhre
Montemsaf es atestiguado por un bloque inscrito encontrado en Gebelein, una
hoja de hacha de bronce de origen desconocido, ahora en el Museo Británico,
y que lleva "El buen dios Djedankhre, dado vida" y
finalmente dos escarabajos, También de procedencia desconocida.
Djedankhre Montemsaf no está atestiguado sobre los fragmentos sobrevivientes
del canon de Turín, su reinado y los de otros 4 reyes del final de la XVI
Dinastía se perdieron en una laguna. Por esta razón, no se puede
determinar la posición cronológica exacta ni la duración de su reinado.
De acuerdo
con el nuevo acuerdo de los reyes del Segundo Período Intermedio y Kim
Ryholt, Djedankhre Montemsaf sucedió a Djedneferre Dedumose II y precedió
a Merankhre Mentuhotep VI en el trono. Por lo tanto, fue un rey
de la última dinastía XVI y pudo haber reinado ca. 1590 a.C Los
argumentos que apoyan esta posición cronológica son: 1) la forma de su
prenomenal Ḏd-X-Rˁ, que es común con los de Dedumose I y Dedumose
II; 2) la ubicación de los hallazgos que atestiguan Montemsaf en Tebas y
el sur; y 3) el estilo de la cuchilla del hacha que puede ser fechado
hasta el Segundo Período Intermedio tardío.
Por otro
lado, un estudio más antiguo de Jürgen von Beckerath ubica a
Djedankhre Montemsaf en la XIII Dinastía, siguiendo a Mentuhotep VI y
sucedido por Dedumose I en el trono.
Mentuhotep VI
Merankhre
Mentuhotep VI fue un rey tebano de la dinastía 16 con sede
en el Alto Egipto durante el Segundo Período Intermedio. Fue tal vez
el decimocuarto rey de la dinastía.
Merankhre
Mentuhotep solo se atestigua a través de dos estatuillas, JE 37418 / CG 42021 y
BM EA 65429. La primera, descubierta en la caché de Karnak por Georges
Legrain, le falta la cabeza y los pies y le da el nombre y el prenomen del
rey, así como Una dedicación al dios Sobek, señor de smnw. La
segunda estatuilla cuyo origen se desconoce también tiene el título de rey pero
sin dedicación.
Otro
posible testimonio de Merankhre Mentuhotep VI lo proporciona un fragmento de un
ataúd de madera, ahora en el Museo Británico con el número de
catálogo BM EA 29997. El ataúd tiene el siguiente texto:
“El Patricio, el Representante Real, el hijo del Rey
Mayor, el Comandante Principal Herunefer, verdadero de la voz, que fue
engendrado por el rey Mentuhotep, verdadero de la voz, y llevado por la reina
mayor Sitmut”.
Estatua de Mentuhotep VI, Museo
Británico EA 65429.
Falta el
prenomen del rey Mentuhotep y la identificación de este Mentuhotep sigue siendo
problemática. Kim Ryholt señala, sin embargo, que el ataúd también está
inscrito con una versión temprana de los pasajes del Libro de los Muertos,
que es una de las dos inscripciones anteriores a Nuevo Reino de
este texto. Por lo tanto, Ryholt argumenta que este Mentuhotep debe haber
reinado durante el Segundo Período Intermedio tardío. Así, tres reyes
podrían ser los mencionados en el ataúd: Seankhenre Mentuhotepi, Sewadjare
Mentuhotep V y Merankhre Mentuhotep VI. Aunque suena similar a Mentuhotep,
Ryholt ha demostrado que Mentuhotepi es un nombre diferente a Mentuhotep y, por
lo tanto, no se habría reportado como Mentuhotep. Para decidir entre los
dos reyes restantes, Ryholt nota que la otra instancia del Libro de los Muertos
se encuentra en el ataúd de la reina Mentuhotep, esposa de Djehuti,
el segundo faraón de la XVI Dinastía quien reinó c. 1645 a.C En
este caso, el texto es casi idéntico al que se encuentra en el ataúd de Herunefer,
que sostiene una estrecha proximidad en el tiempo entre los dos. Mientras
Sewadjare Mentuhotep reinó c. 10 años antes de Djehuti, se cree que
Merankhre Mentuhotep reinó 60 años después de él. Por lo tanto, Ryholt
concluye que Sewadjare Mentuhotep es el Mentuhotep del ataúd, Sitmut su reina y
Herunefer su hijo. Sin embargo, esta identificación está lejos de ser
cierta, y Aidan Dodson y Dyan Hilton han fechado el ataúd hasta el final de la
dinastía 16, lo que le da a Herunefer el hijo de Merankhre Mentuhotep VI y
Sitmut como su esposa.
Merankhre
Mentuhotep no se atestigua en los fragmentos sobrevivientes del canon de
Turín, su reinado y los de otros 4 reyes del final de la 16ta dinastía se
pierden en una laguna. Por esta razón, no se puede determinar la posición
cronológica exacta ni la duración de su reinado. Ryholt propone que
Merankhre Mentuhotep fue un rey de la última dinastía 16 basado en dos
argumentos. Primero, su prenomen Merankhre tiene la forma X-ankh-re,
similar a la de Djedankhre Montemsaf y ambos reyes llevan el
nomen Montu-X, lo que indica que se sucedieron muy cerca en el
tiempo. En segundo lugar, la primera estatuilla de Merankhre Mentuhotep está
dedicada a Sobek de smnw (Sumenu) y, por lo tanto, probablemente se
instaló en el-Mahamid Qibli cerca de Gebelein, donde tanto Dedumose
II como Djedankhre Montemsaf se atestiguan antes de ser
trasladado a la etiqueta de Karnak en un momento posterior, tal vez en el
colapso de la dinastía.
En un
estudio más antiguo realizado en 1964 por Jürgen von Beckerath, Merankhre
Mentuhotep fue clasificado como un rey de la 13ª dinastía.
Senusret IV
Senusret IV
Seneferibre fue un antiguo rey egipcio tebano durante
el Segundo Período Intermedio tardío que se atestigua solo a través
de hallazgos del Alto Egipto. La posición cronológica de Senusret IV
no está clara e incluso se debate la dinastía a la que pertenece.
Según
mientras que Kim Ryholt lo clasifica como un rey de la dinastía
XVI con una posición incierta en la dinastía. Alternativamente, Norbert
Dautzenberg propuso que Senusret IV es parte de la 17ª dinastía. Dautzenberg
basa esta hipótesis en su lectura de la entrada 11.4 del canon de Turín como
referencia a Senusret IV. También atribuye el graffiti en una
puerta del templo de Medamud que menciona un rey "Senusret"
a Senusret IV ya que la puerta fue decorada por Sobekemsaf I, que vivió a
principios de la dinastía 17. Ryholt rechaza ambos argumentos: primero,
Ryholt observa que la entrada 11.4 del canon de Turín no es compatible con el
prenomen de Senusret IV y, segundo, observa que la puerta del templo de Medamud
fue construida por Senusret III, por lo que es probable que el
graffiti Para referirse a este rey en lugar de Senusret IV. En el nuevo
arreglo, la dinastía de Senusret IV se deja parcialmente indeterminada, y
se clasifica simplemente desde finales del 13 hasta principios del 17.
Estatua colosal CG 42026 de Senusret IV,
descubierta en 1901 por Georges Legrain en Karnak.
Senusret IV
está atestiguado en la lista del rey Karnak bajo su prenomen
"Senefer [...] re". El testimonio contemporáneo más importante
del rey es una estatua colosal de 2 m 75 cm de altura, esculpida en granito
rosa y descubierta en Karnak en 1901 por Georges Legrain. Otras
declaraciones incluyen una cuadra de El-Tod y la esquina superior
derecha de una estela descubierta en 1907 por Georges Legrain en Karnak y
que está inscrita con la fecha II Shemu 1 del primer año regnal de
Senusret IV. Finalmente, un dintel de Edfuy una hoja de hacha con el
nomen Senusret también se han atribuido a Senusret IV en base a consideraciones
estilísticas. En el caso de la hoja de un hacha sin embargo, algunos
han atribuido a Sesostris I.
Próximo Capítulo: Dinastía XVII - Segundo Periodo Intermedio
Próximo Capítulo: Dinastía XVII - Segundo Periodo Intermedio
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