viernes, 24 de enero de 2020

Capítulo 13 - Segundo Periodo Intermedio- Dinastía 17



Dinastía XVII (c. 1650–1550 a. C.)

Tebas: corazón de Egipto
Tras la derrota sufrida por los reyes tebanos de la XVI, los hicsos de la XV ocuparon su territorio durante un periodo de tiempo que se ha considerado hubo de ser muy breve. Pero bien por el abandono al que se vieron obligados por la necesidad de hacer frente a las incursiones hurritas que por entonces se llevaban a cabo por tierras de Canaán, de una mayor importancia estratégica para ellos, bien por su posible expulsión, con su salida de Tebas se inicia una nueva dinastía faraónica: la XVII dinastía egipcia.

XVII Dinastía de Tebas y Ombos, Reyes del Alto Egipto. (1550 al 1550 a.C.)
·         Los Hicsos someten el Bajo y el Medio Egipto, desde el 1649 a.C.
·         El Nomarca de Tebas se rebela contra los Hicsos y funda su propia dinastía, en el 1649 a.C.
·         Los Hicsos sojuzgan a los egipcios tebanos y les obligan a pagar tributo por su independencia.
·         Rahotep ó Sekhemrewahkhaw, Rey del Alto Egipto, hacia el 1650 a.C. aprox.
·         Intef V, El Viejo, Rey del Alto Egipto, durante unos 3 años
·         Antef VI ó Sekhemrewepmaat, Rey del Alto Egipto, (periodo de reinado desconocido)
·         Antef VII ó Nubkheperre, Rey del Alto Egipto, (periodo de reinado desconocido)
·         Intef VIII ó Sekhemreherhermaat, Rey del Alto Egipto, (periodo de reinado desconocido)
·         Sobekemsaf II ó  Sekhemrewadjkhaw, Rey del Alto Egipto, ( periodo de reinado desconocido )
·         Thuty, Rey del Alto Egipto, durante un año
·         Mentuhotep VI, Rey del Alto Egipto, durante un año
·         Nebiryerawet I, Rey del Alto Egipto, durante 6 años
·         Nebiryerawet II, Rey del Alto Egipto, (periodo de reinado desconocido)
·         Semenmedjatre, Rey del Alto Egipto, (periodo de reinado desconocido)
·         Seuserenre, Rey del Alto Egipto, durante 12 años
     ·         Shedwast, Rey del Alto Egipto, ( periodo de reinado desconocido )
·         Intef VII, Rey del Alto Egipto, durante 3 años
·         Senakhtenre, Rey del Alto Egipto, (periodo de reinado desconocido)
·         Sekenenre Taa I, El Viejo, Rey del Alto Egipto, hacia el 1633 a.C.
·         Sekenenre Taa II, El Valiente, Rey del Alto Egipto, hacia el 1554 a.C.
·         Comienza la guerra entre los egipcios y los hicsos, en el 1554 a.C.
·         Los egipcios emplean por primera vez carros de guerra y caballos; el Faraón muere en combate.
·         Kamose ó Kamosis, Rey del Alto Egipto del 1553 al 1550 a.C.
·         Los Egipcios toman Buhen y derrocan a los faraones Kusitas nubios, durante su reinado.
·         Los egipcios expulsan a los hicsos del Bajo y el Medio Egipto, hacia el 1553 a.C. 
·         El Papiro Mágico de Westcar, confeccionado a finales de este período.
·         Unificación del Alto y el Bajo Egipto, en el 1553 a.C. 
Reconstrucción ideal de la ciudad de Tebas.

Efectivamente se desconocen los motivos de su salida, y de las razones por las cuales se retiran, no ya de esos territorios del Alto Egipto que pertenecían a aquél reino tebano, sino también, de una gran parte del Medio. De tal manera que ese repliegue les lleva a abandonar todo territorio al S. de la ciudad de Hermópolis Parva (actual el-Ashmunein), o quizás Cusae (actual el-Qusiya), conduciendo por lo tanto a que los tebanos se hicieran de nuevo con el control de su área geográfica, pero también y por la desaparición en manos hicsas de los dinastas de Abido (Dinastía de Abido), de la franja territorial que aquéllos habían administrado. El resto entre el límite abidense y la ciudad de Hermópolis (o Cusae), parece fue mantenido por pequeños príncipes locales fieles al poder hicso. Para los tebanos, su límite N. quedó marcado en algún punto sin determinar de la región abidense, y el S., no ya hasta la ciudad de Edfú como lo fue durante la XVI, sino que se llegó a extender hasta la ciudad de Elefantina aún más al sur. 

Desgraciadamente, y al contrario de lo que sucede para otras dinastías del II Periodo Intermedio, para las labores de reconstrucción dinástica de esta, no es posible utilizar el Papiro Real de Turín por cuanto la parte que es de prever los citara no ha llegado a nuestros días, aunque sí y con más o menos fortuna se ha logrado a partir de otros documentos o fuentes arqueológicas de la época. Gracias a ellos sabemos que el fundador de la dinastía fue el rey Sejemrauahjau-Rahotep, mencionado en la Lista Real de Karnak, y en apenas varias estelas en las que se habla de labores de reconstrucción en los templos de Osiris en Abido y de Min en Coptos. Tras él, le sucedió un no menos desconocido rey Sejemrashedtauy-Sebekemsaf (I), quien continuó similares trabajos de reparación, y a juzgar por las muchas evidencias posteriores, una práctica que continuarían la totalidad de los reyes egipcios que les sucedieron y así paliar en lo posible la destrucción y pillaje al que hubieron sometido los hicsos a templos y necrópolis durante su ocupación. 
Al efímero reinado de Sejemraupmaat-Intef, y ante la carente descendencia de éste, le sucede el de su hermano Nubjeperra-Intef. Este rey nos es especialmente conocido por uno de los "Decretos de Coptos", según el cual sabemos que en el 3er. año de su reinado se cometió un crimen en el templo de Min en Coptos, en el que además de sentenciar al culpable (un alto funcionario civil y religioso local), algunos autores han querido ver una posible existencia en la región de otros reyes junto al tebano y con ello, la fragmentación del poder. 
Pero si bien esa posibilidad no puede ser del todo descartable dadas las importantes lagunas documentales de este II Periodo Intermedio, es bastante improbable que fuera así por cuanto la frase, "En cuanto a todo rey del Alto Egipto, en cuanto a todo jefe que se muestre compadecido hacia él, no podrá recibir la corona blanca (del Alto Egipto), ni ceñirá la corona roja (del Bajo)...", más bien lo que pareciera querer dictar no era sino una ejemplar sentencia ante un asesinato sin duda grave (aunque no se señala cual), convocando de manera simbólica, a la vez que solemne, a la mas altas jerarquías del "Alto y Bajo Egipto" para que su sentencia fuera ejecutada. Una razón para pensar que eso fuera así, está en el hecho de que el rey tebano y en ese supuesto, no hubiera podido tener potestad alguna en el Bajo Egipto por cuanto era territorio hicso y escapaba a su dictamen, sino muy al contrario, era él (y todos los reyes tebanos que le siguieron hasta bien entrada la dinastía) quien debía someterse a la autoridad del poder hicso de Avaris. 
A este rey tebano le sucedieron un grupo de reyes de los que apenas se sabe continuaron la práctica constructiva de sus antecesores, así como de diversas expediciones al Desierto Oriental, todo ello en un clima de paz con sus dominantes vecinos hasta que en el reinado de Sequenenra-Taa (Qen), "El Bravo", parecen observarse los primeros síntomas de conflicto. Uno de ellos nos viene señalado en un documento de la XIX dinastía conocido como "Papiro Sallier I", en donde el rey hicso Aauserra-Ipepi le hace saber al "Príncipe de la Ciudad del Sur", Sequenenra-Taa (Qen), de las molestias que le originaban los bramidos de los hipopótamos que al parecer el tebano mantenía en un estanque de la capital, seguramente para el arponeo ritual al que se veían sometidos tales plantígrados. 
Independientemente de lo extraño de tal queja, estando como estaba la residencia real hicsa a tan gran distancia de la tebana, es probable que este documento no señalara sino el inicio de unas desavenencias religiosas por ser precisamente ese animal una de las representaciones de su deidad adoptada por excelencia, el dios Set. Desgraciadamente no se ha conservado la parte final de ese documento, y por lo tanto, el devenir de los hechos, pero el hallazgo de la momia de Sequenenra-Taa (Qen) con unas importantes lesiones cerebrales seguramente producidas durante algún combate, ha hecho pensar que tras ese relato se esconda un generalizado conflicto del que este rey acabaría siendo su primera y más importante víctima. Fue por quizás ese acontecimiento, el motivo por el cual a su esposa, la reina Ahhotep (I), le tocara desempeñar importantes funciones militares en aquéllos momentos, como así queda demostrado al concedérsele el notable "Collar de las Moscas", la más importante distinción militar egipcia. 
Le sucedió el que fuera probablemente su hermano Wadyejeperra-Kamose, y según nos señala la llamada "Tablilla Carnarvon I", aún a pesar de la negativa de sus consejeros, quiénes no deseaban el enfrentamiento con los hicsos, Wadyejeperra-Kamose, no satisfecho con compartir Egipto con kushitas e hicsos, además de por los sangrantes impuestos a los que les sometían estos últimos, decide desoírlos y continuar aquéllos combates en la búsqueda de la definitiva expulsión asiática. Así, con su ejército "medya" y una poderosa flota naval, se dirige hacia el norte camino de la capital hicsa y ocupa los territorios de Bahariya, Cinópolis, Gebelein, Neferusi y Per-Shak, por entonces defendidos por pequeños ejércitos locales fieles al extranjero. Es en ese contexto cuando según la "Segunda Estela de Kamose*", un heraldo del rey Aauserra-Ipepi que se dirigía al Reino de Kush, es interceptado en el Desierto Occidental y conocidos los planes del hicso. Estos no eran sino conseguir que su aliado el rey de Kush se sumase a la contienda y atacara a los tebanos por el sur para así debilitar su posición norte: "...! Ven hacia el norte !. No temas. Mira, él esta aquí en mi poder. No hay nadie que se alce contra ti en este Egipto. No voy a permitirle el paso hasta que tú hayas llegado. Entonces nosotros nos repartiremos las ciudades de este Egipto y nuestras dos tierras se alegrarán...". Pero ello no le detuvo y continuó con su objetivo de alcanzar Avaris, aunque no lo consiguiera a pesar de las informaciones que parecen desprenderse de su "Segunda Estela", por cuanto en su 3er año de reinado éste desaparece (es posible que muriese en algún combate), y hubiera de ser su sucesor, Nebpehtyra-Ahmose (I), quien en el año 11 de su reinado ocupase su capital de manera definitiva tras vencer a las tropas de Hotepibra-Jamudy, para posteriormente, y tras asaltar la fortaleza de Scharuhen en Palestina, en donde se habían refugiado, perseguirlos hasta el río Eúfrates. Posteriormente atacó el Reino de Kush, y colocó al frente de la fortaleza de Buhen a un "Virrey de Kush" a quien encargó velar por la seguridad de Egipto en el sur.
Con la expulsión hicsa por parte de los gobernantes de esta breve dinastía, se ponía fin a la dominación extranjera en Egipto. Un prolongado y convulso periodo histórico tras el cual se generarían, aún más si cabe, los profundos sentimientos patrióticos de los egipcios que acabaron por desembocar en la formación del renovado estado egipcio de la XVIII dinastía. El II Periodo Intermedio ha terminado; el Imperio Nuevo comienza.

Nombre común
Nombre
Comentarios
Reinado
Años CRT
Intef V
Sejemra Upmaat - Intef
c. 1625-1622 a. C.
2 años
Rahotep
Sejemra Uahjau - Rahotep
Los hicsos abandonan Tebas, de nuevo vasalla
c. 1622-1619 a. C.
3 años
Sobekemsaf I
Sejemra Uadyjau - Sobekemsaf
c. 1619-1603 a. C.
16 años
Dyehuti
Sejemra Sementauy - Dyehuty
Se funda la necrópolis real de Dra Abu el-Naga
c. 1602-1602 a. C.
1 año
Mentuhotep VII
Sejemra - Mentuhotep
c. 1601-1601 a. C.
1 año
Nebirau I
Suadyenra - Nebiraura
Posible incursión al sur, incluida Nubia
c. 1601-1582 a. C.
19 años
Nebirau II
Neferkara - Nebiraura
c. 1582-1582 a. C.
5 meses
Semenenra
Semenenra
c. 1580-1580 a. C.
?
Seuserenra
Seuserenra - Bebanj
c. 1582-1570 a. C.
?
Sobekemsaf II
Sejemra Shedtauy - Sobekemsaf
c. 1570 a. C.
?
Intef VI
Sejemra Upmaat - Intef
c. 1570-1560 a. C.
?
Intef VII
Sejemra Horhormaat - Intef
c. 1560 a. C.
?
Taa I
Senajtenra-Taa
c. 1560 a. C.
?
Taa II
Seqenenra-Taa
Comienza la guerra contra los hicsos de la dinastía XV y muere en el campo de batalla
c. 1560-1554 a. C.
?
Kamose
Uadyjeperra-Kamose
Con sus victorias contra los hicsos y los nubios libera casi totalmente Egipto
c. 1554-1550 a. C.
? 3-5 años

Esta tabla es orientativa, pues los gobernantes, orden y el tiempo de reinado son motivo de debate. Solamente de los últimos faraones se dispone de documentación contrastable arqueológicamente.
Se sabe mucho de los nueve faraones asignados por Ryholt a la Dinastía XVII, pero, hasta ahora, sólo consta que dos de ellos estaban emparentados: los hermanos Nubkheperra Intef VI y Sekhemra Intef VII. Es posible, aunque no seguro, que su padre fuese Sobekemsaf I. Sus nombres no aparecen en el Canon de Turín, cuya sección conexa se habría cortado y sutraido en la antigüedad, pero aparecen en otras listas de reyes de Tebas; muchas estelas han sobrevivido después de ser reusadas en otros edificios posteriores, y las excavaciones han proporcionado valiosos objetos procedentes de los enterramientos.
Los cuerpos del faraón Seqenenra Taa (hacia 1.560 A.C.) y de su esposa Anhotep y, posiblemente, de la madre de él, la Reina Tetisheri, se encontraron en el escondrijo de momias reales de Deir el-Bahri y, lo más curioso de todo, es que tenemos una descripción de los saqueadores del enterramiento del faraón Sobekemsaf II y su esposa, aún intactos, 600 años más tarde, en la Dinastía XX. 
Los nombres de faraones también aparecen en las tumbas privadas, además de los ajuares. Se cree que estos reyes tebanos habrían gobernado a la vez que los Hyksos de la Dinastía XV, pero no existe un referencia fija que nos permita datar el comienzo de la Dinastía XVII, sólo el final, marcado por el fallecimiento de Kamose en algún momento antes o después de su tercer año de reinado. La fortuna de los reyes parece que fluctuaron: a Nebkheperra Intef se le menciona en más de una veintena de monumentos contemporáneos, mientras que a Intef VII sólo se le conoce por su ataúd, ahora en el Louvre.
El continuo rasgo distintivo militar de la época viene ilustrado por los propios títulos militares, tales como “comandante del equipo del soberano” y “comandante del regimiento de la ciudad”. Ellos nos muestran a una agrupación defensiva de fuentes militares alrededor del faraón, y nos confirman la importancia de las milicias locales con base en las ciudades. La inestabilidad continuó siendo característica del Alto Egipto para el resto del Segundo Período Intermedio.
Rahotep, primer o segundo faraón de la Dinastía XVII, hace gala de las restauraciones de templos en Abydos y Koptos, mientras que una inscripción de Sobekemsaf II muestra que envió una expedición de 130 hombres a las canteras de Wadi Hammamat. Estas canteras, no obstante, estaban bien adentradas en territorio tebano, y el número de canteros no es comparable con los miles de hombres enviados al “wadi” durante la Dinastía XII. Por otra parte, la confianza iba en aumento, y tanto el territorio como las actividades del faraón iban creciendo. La expedición de Sobekemsaf tiene un distintivo aire ad hoc: solamente un hombre ostenta el título idóneo de “supervisor de los trabajos”, mientras que el resto ostentan títulos honoríficos, o cargos relacionados con el aprovisionamiento.
El escriba no mantiene la estricta jerarquía de estatus en su listado, y utiliza una mezcla de signos jeroglíficos e hieráticos. Parece que las habilidades tradicionales y los protocolos se estaban teniendo que reaprender después de una quiebra decisiva. 
En las minas de galena de Gebel Zeit, que dominan el Mar Rojo, se encontraron dos modestas estelas que registraban expediciones durante los reinados de Nubkheperra Intef VII y Swaserenra Bebiankh, de la Dinastía XVI; esta última era poco conocida más allá del listado del Canon de Turín. También se encontró un gran número de “sepulturas-sartén”, lo que sugeriría otra razón por la que los reyes tebanos habrían utilizado mercenarios nubios.
Tebas fue aislada de todo contacto con el Bajo Egipto, y se le negó acceso a los centros de enseñanza de escribas de Menfis. Dichos centros, junto con sus archivos, no se destruyeron, y puede incluso que floreciesen durante los Hyksos, pero a los tebanos se les habría negado el acceso a ellos para realizar sus consultas, de ahí la necesidad, quizás, de crear una nueva compilación de aquellos textos necesarios para los rituales funerarios, tan importante para todos.
Una de las primeras colecciones de ensalmos que se conocen es el El Libro de los Muertos”, que data de la Dinastía XVI, y aparece en un ataúd de la Reina Mentuhotep, esposa del faraón Djehuty. La cultura funeraria de Tebas también evolucionó en otros aspectos en respuesta al empobrecimiento de las fuentes. Los grandes ataúdes rectangulares de madera de cedro, se sustituyeron por ataúdes antropoides, de vastas formas, en madera de sicomoro decorada con dibujos de plumas, pero en un estilo tan crudo y particular, que no había dos iguales. Esta característica delata una falta de formación en las otrora rígidas convenciones del arte funerario para el que, quizás, había menos demanda. No obstante, unos cuantos ataúdes demuestran que, en algunos talleres tebanos, la tradición del Imperio Medio en la fabricación de ataúdes, sobrevivió hasta bien entrada la Dinastía XVIII.
En el Papiro de Abbot, que contiene el acta de una investigación judicial llevada a cabo por el alcalde de Tebas, durante la Dinastía XX, sobre el robo de una tumba, se describe la localización de cinco tumbas reales de la Dinastía XVII pertenecientes a: Nubkheperra Intef VI, Sekhemra Intef, Sobekemsaf II, Seqenenra, y Kamose. En 1923, Herbert Winlock se dispuso a relocalizar las tumbas utilizando el itinerario de los inspectores que aparecían en el papiro. También se inspiró en que muchos de los objetos procedentes de tumbas reales del mismo período, habían aparecido para su venta de excavaciones ilícitas de 1820 y entre 1859-1860. Los ladrones de la Dinastía XX describían así cómo encontraron el enterramiento de Sobekemsaf II:
“Él iba provisto de una espada y había….. un juego de amuletos y ornamentos de oro alrededor del cuello; la corona y diadema de oro descansaban en la cabeza y la…. momia del faraón estaba cubierta de oro por todas partes. Su ataúd era forjado en oro y plata, por dentro y por fuera, e iba incrustado con toda clase de espléndidas y valiosas piedras…. nos llevamos todos los objetos que había consistentes en vasijas de oro, plata y bronce”.
Los faraones y sus funcionarios gastaron su creciente fortuna al final de la dinastía en obtener nuevos objetos para sus tumbas, más que en las estructuras de las propias tumbas; en vez de ello, con frecuencia se apropiaban de tumbas antiguas que volvían a utilizar. Para entender de donde procedía tanta riqueza, basta con mirar hacia el sur, a Elefantina, a las fortalezas que custodiaban la 2ª Catarata de El Nilo y, finalmente, a Kerma, capital del reino de Kush, a más de 800 km al sur de Tebas.

Nubjeperra Intef  V, 1619 - 1616
Nubjeperra Intef, o Intef
La esposa de Intef fue la reina Sebekemsaf, la hija del gobernante de Edfu.
Vestigios de las actividades constructivas del rey se encuentran en Coptos, Abidos y Karnak. 


nbw-XPR-ra Nebukheperre (Golden es la manifestación de Re) 

ini.it.f NXT
 
ini-it.f Intef
En Gebel Intef la expedición de la Universidad de Chicago, de 1993-1994, localizó un dintel en piedra arenisca, de una capilla, inscrito con el cartucho egipcio del nombre de Trono de Intef V, Nubjeperra Intef, y un bloque del templo con vestigios del nombre de Horus, Neferjeperu "de perfectas manifestaciones."
Un decreto de Coptos, grabado en el 3º año del reinado de Intef, anuncia el despido del alcalde Teti por favorecer a sus enemigos, aparentemente.
La tumba de Intef fue descubierta por Auguste Mariette durante 1860, en la necrópolis de Dra Abu el-Naga, en Tebas occidental, es mencionada en el papiro Abbott, en época de Ramsés IX, comentando los inspectores que su tumba está algo dañada, pero intacta.
Posiblemente perteneció a Intef el sarcófago que actualmente se encuentra en Londres, y cuya momia se desintegró en pedazos en el momento del descubrimiento.
Daniel Boltz, el director de una misión Alemano-Egipcia, informó, en 2001, del descubrimiento en la necrópolis de Dra Abu el-Naga de la base de una pirámide perteneciente a Nubjeperra. La zona fue excavada en el siglo XIX pero se habían perdido todos los informes de estos hallazgos. La localización fue posible por un papiro del Museo Británico, de la dinastía XX, que reseñaba los enterramientos de este periodo.

Ataúd de Nubjeperra Intef (Intef V)

Rahotep - 1616 – 1613
Sejemra Uahjau - Rahotep, Puede ser (Sejemra...) 3..., mencionado en el Canon Real de Turín (11.1) con tres años de reinado.
 
sxm-ra wah-xaw Sekhemre Wahkhau
ra-HTP (w) Rahotep
ra-HTP (w) (SA-ra) Rahotep (Re está satisfecho, hijo de Ra)

Posiblemente, Rahotep fue el primer faraón tebano de la dinastía XVII. También Kim Ryholt opina que fue el primer faraón de la dinastía XVII. Otros egiptólogos, como von Beckerathestiman que fue precedido por Nubjeperra Intef.
Se le relaciona con Sobekemsaf II por el matrimonio de su hijo, Ameny, con la hija de Sobekemsaf.
Rahotep es bien conocido por una estela encontrada en Coptos que informa la restauración del templo de Min.  La estela, ahora en el Museo Petrie (UC 14327), lee: 
“(año... bajo) la Majestad de Horus Wahankh, (... Hijo de) Re Rahotep, dado vida. Su Majestad (¿dijo?) A sus nobles y a los cortesanos que lo seguían... el templo... Mi Majestad encontró a mi padre (Min), que está a la cabeza de todos los dioses, que sus puertas y Las puertas se habían arruinado (antes de que hicieran una reverencia), su Majestad dijo: "Lo que tus ka (órdenes) pasarán, oh rey, nuestro señor. Es, en efecto, Hu quien está en tu boca y Sia (quien está en tu corazón). Ptah -Sokar... los dioses te formaron... para que pudieras actuar para que fundaran sus templos...
Has unido el Alto y el Bajo Egipto. Que tu corazón esté alegre en el trono de los vivos de Horus... Estás gobernando lo que el sol (rodea) ... el dios (...) de la gente, el refugio de todos ... la noche ... en dormir ... los dioses en buscar lo que es beneficioso para esta tierra. Re te ha colocado como su imagen... lo que se elimina (?)... como lo fue en la época de tus padres, los reyes que siguieron a Horus. Nunca fue... perdido en mi tiempo... que existió anteriormente. Hice monumentos para los dioses... maravillas, que fueron traídas...
Rahotep también está atestiguado en una estela de piedra caliza, ahora en el Museo Británico (BM EA 833),  que lo muestra haciendo una ofrenda a Osiris por dos difuntos, un oficial y un sacerdote. Finalmente, se menciona a Rahotep en la proa del hijo de un rey dedicado al " servicio de Min en todas sus fiestas".
En el último cuento del Nuevo Reino, Khonsuemheb y el fantasma, el protagonista se encuentra con un fantasma que dice haber estado en la vida "Supervisor de los tesoros del rey Rahotep". Sin embargo, el fantasma también afirma haber muerto en el año 14 de un rey posterior Mentuhotep. Estas declaraciones parecen contradecirse entre sí, ya que se sabe que ninguno de los sucesores de Rahotep llamado Mentuhotep reinó durante tanto tiempo. Identificación de estos dos reyes problemáticos.  
Rahotep (levantando los brazos) mientras se ofrece a Osiris. Estela BM EA 833, dibujada por Wallis Budge. 

Mientras Ryholt y Baker proponen que Rahotep fue el primer rey de la XVII Dinastía, Jürgen von Beckerath lo ve como el segundo rey de esa dinastía.  Alternativamente, Claude Vandersleyen ha fechado provisionalmente a Rahotep a la 13ª Dinastía porque cree que Rahotep está relacionado con Sobekemsaf I, que Vandersleyen también data de la 13ª Dinastía debido a la calidad y el número de estatuas atribuibles a él. Baker considera que estos argumentos son "escasos y rechazados por la mayoría de los estudiosos".
Si de hecho fuera gobernante de la dinastía XVII, Rahotep habría controlado el Alto Egipto tan al norte como Abydos.  Según la reconstrucción de Ryholt del Segundo Período Intermedio, el reinado de Rahotep habría tenido lugar poco después del colapso de la XVI Dinastía con la conquista de Tebas por los hicsos y su posterior retiro de la región. A raíz del conflicto, los hicsos habrían saqueado y destruido templos y palacios.  En consecuencia, Rahotep "se jacta de las restauraciones [que realizó] en los templos de Abydos y Coptos".  En Abydos tenía las paredes del recinto del templo de Osiris renovado y en Coptos restauró el templo de Min del cual "las puertas y las puertas [han] caído en ruinas". Esta cronología de eventos se debate y algunos estudiosos afirman que Tebas fue conquistada por los hicsos. Más bien, creen que los reyes del Alto Egipto podrían haber sido vasallos de los hicsos.

Sobekemsaf I - 1613 – 1597
Sejemra Uadyjau - Sobekemsaf o Sobekemsaf I
 
sxm-ra Wad-xaw Sekhemre (Poderoso es RE)
 
sbk-m-sA.f Sebekemsaf (Sobek es su protección)
Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf.  Fue un faraón de Egipto durante la XVII Dinastía. Lo atestiguan una serie de inscripciones que mencionan una expedición minera a las canteras de roca en Wadi Hammamat en el desierto oriental durante su reinado. Una de las inscripciones está fechada explícitamente en su año 7.  También restauró y decoró el Templo de Monthu en Medamud, donde ha sobrevivido un gran alivio de este rey haciendo una ofrenda ante los dioses.  
El hijo de Sobekemsaf I, también llamado Sobekemsaf en honor a su padre, está atestiguado en la Estatua CG 386 de El Cairo, de Abydos, que representa a este joven príncipe prominente entre las piernas de su padre de una manera que sugiere que fue el sucesor elegido por su padre.  La esposa principal de Sobekemsaf era la reina Nubemhat; ella y su hija (Sobekemheb) son conocidas de una estela del marido de Sobekemheb, un Príncipe Ameni, que podría haber sido un hijo de Sekhemre-Heruhirmaat Intef o posiblemente Senakhtenre Ahmose.  
El "equipo de entierro de Sobekemsaf W [adjkhaw] no contiene su prenomen, pero, sin embargo, puede ser asignado con certeza a este rey" ya que la tumba de Sobekemsaf Shedtawy "fue completamente robada en la antigüedad" por ladrones de tumbas registrados en Papyrus Abbott III 1 -7 Sobre esta base, Kim Ryholt asigna un gran escarabajo de corazón, "que estaba, y aún sigue siendo, colocado en una gran montura de oro" que contiene el nombre de 'Sobekemsaf' a Sekhemre Wadjkhau Sobekemsaf I aquí, ya que los ladrones de tumbas no pase por alto un objeto tan grande en la momia del rey si proviene de la tumba de Sobekemsaf II.  Por la misma razón, un cofre canópico de madera que también lleva el nombre 'Sobekemsaf' también fue atribuido a este rey por Ryholt y Aidan Dodson. En contraste con el extenso daño que se podría haber esperado si el cofre hubiera estado en la tumba de Sobekemsaf II quemada y saqueada, " el daño sufrido por Cat. 26 (es decir, el cofre de Sobekemsaf I) es menor, consistente con lo que podría haber sufrido. a manos de los distribuidores de Qurnawi ".

Después de los reyes Intef 
Una estatua de granito rojo de Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf (Museo Británico.

Aidan Dodson data del reinado de Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf después de los de Djehuti y Sekhemre-Wepmaat Intef. Primero, señala que el cofre canópico de Sobekemsaf es un poco más grande (4.1 cm más largo y 3.4 cm más alto) que los cofres canópicos que pertenecen a los dos últimos reyes. También señala el hecho de que las inscripciones en la caja de Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf fueron "escritas verticalmente, en lugar de en la disposición horizontal encontrada en las de Djehuti y Sekhemre Wepmaet [Intef]".  
El egiptólogo danés Kim Ryholt también fechó el reinado de Sobekemsaf I después de los de Sekhmre-Wepmaat Intef y Nubkheperre Intef. Primero, comentó que el rey Sobekemsaf elogia a un "hijo del rey Antefmose" (o Intefmose) por su papel durante un festival de Sokar en la estatuilla BM EA 13329.  Pero según Ryholt "en en cualquier caso, el nombre de Antefmose es basilóforo", por lo que el rey Sobekemsaf que lo elogió debe haber sido un sucesor" de los reyes de Intef", a uno de los cuales se refiere el nombre (Antefmose)".  Además, desde Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf I's Ryholt concluyó que su hijo y presunto sucesor también se llamaba Sobekemsaf en lugar de Intef, y concluyó que este rey debía haber gobernado después de los reyes Intef.
En segundo lugar, Ryholt sugirió que Sobekemsaf Wadjkaw gobernó después de Nubkheperre Intef porque, si bien el anterior gobernante llevó a cabo extensas obras de restauración en el templo de Monthu en Medamud, "no hay rastro" de Nubkheperre Intef allí. Para Ryholt, esto "puede sugerir que este templo fue restaurado y puesto en servicio nuevamente solo después del reinado de Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf". En consecuencia, Ryholt llegó a la conclusión de que Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf gobernó después de Nubkheperre Intef y debería ser numerado como Sobekemsaf II.

Antes de los reyes Intef 
En el extremo opuesto, Daniel Polz, quien redescubrió la tumba de Nubkheperre Intef en Dra Abu el Naga 'en 2001, sostiene que Nubkheperre Intef gobernó muy tarde en la XVII dinastía. Esto significa que Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf no pudo haber reinado entre la línea de reyes Intef y la familia de reyes Ahmoside de la dinastía XVII final (Senakhtenre, Seqenenre y Kamose). De las inscripciones encontradas en una jamba de la puerta descubierta en los restos de un templo de la Dinastía 17 en Gebel Antef en la carretera Luxor-Farshut, hoy se sabe que Nubkheperre Intef y, por implicación, su hermano y su predecesor inmediato en el trono - Sekhemre-Wepmaat Intef- eran hijos de uno de los dos reyes Sobekemsaf. Este rey era muy probablemente Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf II ya que el hijo de Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf también se llamaba Sobekemsaf.  La interpretación de Ryholt del linaje aquí también ha sido aceptada por el egiptólogo británico Aidan Dodson.  
Polz también acepta esta opinión, pero colocó a Nubkheperre Intef justo antes de los tres últimos reyes de Ahmoside de la 17ª dinastía en su libro de 2003.  Desde entonces, ha insertado a Sekhemre-Heruhirmaat Intef como un sucesor de corta duración de Nubkheperre antes de Senakhtenre, pero su hipótesis sigue siendo la misma: Polz sostiene que Sekemre Wadjkhaw Sobekemsaf I era el padre de Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf. De hecho, se sabe que el hijo de este rey de la estatua de Abydos también tenía el nombre de Sobekemsaf y está designado como el sucesor de este rey en la misma estatua.  Polz afirma que esta es la reconstrucción más plausible de la relación entre los dos reyes con el nombre Sobekemsaf en la 17ª dinastía.  Por lo tanto, Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf sería Sobekemsaf II, el hijo y sucesor de —Sobekemsaf I, mientras que Sekhemre-Wepmaat Intef y Nubkheperre Intef serían grandes grupos de personas en el interior de la ciudad, por ejemplo: Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf antes de que los reyes Intef y que debe ser numerada Sobekemsaf I.
La hipótesis de Polz y la colocación de Nubkheperre Intef como uno de los últimos reyes en la línea familiar de Sobekemsaf-Intef también está respaldada "por la evidencia de la caja de Minemhat, quien fue gobernador de Coptos" en el año 3 de Nubkheperre Intef.  Esta caja "era parte del equipo funerario de un Hornakht (anteriormente conocido como 'Aqhor' en la literatura pasada) que vivió bajo Seqenenre".Si bien nadie sabe con precisión cuándo murió Hornakht, el hecho de que su equipo funerario contenía una caja que pertenecía a Minemhat sugiere que Nubkheperre Intef y Seqenenre Tao gobernaron muy de cerca en el tiempo y que sus reinados no deberían separarse por la intrusión de otros reyes de larga vida de la 17ª dinastía, como Sekhemre Wajdkhaw Sobekemsaf I, que está atestiguada por una inscripción de Year 7. Como el difunto egiptólogo alemán del Reino Medio, Detlef Franke (1952–2007) escribió sucintamente en un artículo de una revista que se publicó en 2008, un año después de su muerte:
"Contrariamente a Ryholt, no veo lugar para un rey Sobekemsaf que gobernó después de Nubkheperra Antef. Nubkheperra Antef (c.1560 AC) es el mejor atestiguado (desde Abydos a Edfu, por ejemplo, BM 631, EA 1645, ataúd 6652) y [el ] el más importante de los tres Antefs". 
Además, Polz argumentó que el rechazo de Ryholt de la evidencia en Cairo Statue CG 386, que nombró al hijo Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf como otro Sobekemsaf, al no dar ninguna indicación de la secuencia de la 17ta dinastía conocida, los gobernantes tebanos son insostenibles.  Si bien Ryholt reconoce en su libro de 1997 sobre el Segundo Período Intermedio que Anthony Spalinger sugirió al príncipe Sobekemsaf que está atestiguado en "una estatua de Abydos (Cairo CG 386)" y que "tiene el título adicional de profeta, puede ser idéntico a Sobkemsaf II Sekhemreshedtawy", Ryholt simplemente escribe que:
"esta identificación no es posible con la [presente] disposición actual de los dos reyes Sobkemsaf según la cual uno Sobkemsaf, Sekhemreshedtawy, gobernó antes al grupo Antef [de reyes] y el otro, Sekhemrewadjkhaw, después de ellos". 
Polzseñala que aunque Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf gobernó en un período durante el Segundo Período Intermedio en el que existen pocas fuentes documentales, no se puede simplemente aceptar la teoría de Ryholt de que Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf I y el sucesor designado no sucedieron a su propio padre como el próximo rey simplemente porque Ryholt La hipótesis no permitió que otro Sobekemsaf siguiera a Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf en el trono debido a su teoría de la sucesión de los reyes de la 17ma dinastía como: Sekhemre-Shedtawy Sobekemsaf-> Sekhemre-Wepmaat Intef-> Nubkheperre Intef-> Sekhemre-e-mail Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf-> Senakhtenre-> etc.  De hecho, Polz subraya que es más lógico ver a Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf I como un predecesorde la línea de reyes Intef en su lugar; su hijo conocido, el Príncipe Sobekemsaf en la Estatua de El Cairo CG 386, sería el futuro rey Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf II y padre de dos de los tres reyes Intef: Sekhemre-Wepmaat Intef y Nubkheperre Intef basado en una jamba que se encuentra en Luxor-Farsut camino en 1992-93  (la jamba de la puerta menciona a un rey Sobekem [saf] como el padre de Nubkheperre Intef-- [Nubkheperre] Antef / [Intef] engendrado de Sobekem ... —pero este rey debe ser rey Sobekemsaf II desde Sobekemsaf Wadjkhaw El hijo de Sobekemsaf fue nombrado Sobekemsaf en base a la Estatua de El Cairo CG 386).
Estatua de Sobekemsaf I, Museo de El Cairo.  

Daniel Polz también rechazó los argumentos de Ryholt de que la alabanza que cierto rey Sobekemsaf prodigó al hijo de un rey llamado Antefmose o Intefmose en la estatuilla BM EA 13329 tiene implicaciones cronológicas con respecto a la posición temporal de este rey después de los reyes de Intef. Polz escribe que el llamado Punto 3 de Ryholt:
"Suponemos implícitamente que las personas con el nombre Intef formadas con el nombre de dos (o tres) reyes de ese nombre en el momento de la XVII Dinastía pueden estar relacionadas, sin embargo [esto] ignora por completo el hecho de que estos mismos reyes eligieron su propia nombres en el estilo consciente de los mismos reyes de la dinastía 11 temprana, incluso asumiendo nombres adicionales como ("el Grande") como [en el caso de] Wep-maat Intef. El argumento de Ryholt sobre este punto no tiene sentido. Incluso si uno asume que el príncipe [llamado Intefmose] siguió a uno de los reyes de la Dinastía Intef 17 y fue, por lo tanto, un contemporáneo del sucesor de este [Intef] gobernante, [esta es] pero una interpretación de que el Príncipe fue honrado en la estatua de un rey gobernante Sobekemsaf: solo entonces el argumento de Ryholt con respecto a la secuencia de los 17 gobernantes de la Dinastía sería significativo. En contraste, si la estatuilla [Intefmose] y, por lo tanto, el Príncipe era cronológicamente más joven que los reyes Intef, y se reconoció un sucesor del rey Sobekemsaf, una adoración del príncipe por un rey Sobekemsaf no dice nada sobre la posición temporal del último [faraón] y, por tanto, [de] la sucesión de los gobernantes [de la dinastía 17] de esa época". 
Relieve de Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf en el Templo de Monthu en Medamud.

El "equipo mortuorio de Sobekemsaf W [adjkhaw] no contiene su Prenomen, pero sin embargo se pueden asignar con certeza a este rey", ya que la tumba de Sobekemsaf Shedtawy "fue robada a fondo en la antigüedad" por ladrones de tumbas según consta en el Papiro Abbott III 1 -7. Sobre esta base, Kim Ryholt asigna un gran corazón-escarabajo ", situado en un gran monte de oro, que contiene el nombre de 'Sobekemsaf' a Sekhemre Wadjkhau yo Sobekemsaf.
Algunos académicos estiman que pudiera haber reinado al final de la dinastía XIII.

Sobekemsaf II - 1566 – 1559
Sobekemsaf II (o, más bien, Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf ) fue un rey egipcio de la XVII Dinastía de Egipto que reinó durante el Segundo Período Intermedio, cuando Egipto fue gobernado por varios reyes (una vez se pensó que pertenecía a la finales de la Décima Tercera Dinastía). Su nombre del trono, Sekhemre Shedtawy, significa "Poderoso es Re; Rescatador de las Dos Tierras". Ahora los egiptólogos creen que Sobekemsaf II fue el padre de Sekhemre-Wepmaat Intef y Nubkheperre Intef basado en una inscripción tallada en una jamba de la puerta descubierta en las ruinas de un templo de la Dinastía 17 en Gebel Antef a principios de la década de 1990, que se construyó bajo Nubkheperre Intef. La jamba de la puerta menciona a un rey Sobekem [saf] como el padre de Nubkheperre Intef / Antef VII - (Antef engendrado de Sobekem...)  Fue con toda probabilidad el Príncipe Sobekemsaf, quien es declarado hijo y sucesor designado de el rey Sobekemsaf I en la estatua de El Cairo CG 386.  
Según el Papiro Abbott y el Papiro Leopold-Amherst, que data del Año 16 de Ramsés IX, Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf fue enterrado junto con su reina principal Nubkhaes en su tumba real.

Estela de Sobekemsaf II

El egiptólogo alemán Daniel Polz, quien redescubrió la tumba de Nubkheperre Intef en Dra Abu el Naga ', sostiene firmemente que Nubkheperre Intef gobernó muy tarde en la XVII Dinastía, lo que significa que Sekhemre Wadjkhau Sobekemsaf (I) no pudo haber intervenido entre la línea Intef de la línea Intef de Los reyes y la familia de reyes Ahmoside: Senakhtenre, Seqenenre y Kamose. La hipótesis de Polz de que Nubkheperre Intef gobernó al final de la XVII Dinastía está respaldada "por la evidencia de la caja de Minemhat, quien fue gobernador de Coptos" en el año 3 de Nubkheperre Intef", que era parte del equipo funerario de un Aqher que Viví bajo Seqenenre [Tao]". Este descubrimiento sugiere fuertemente que los reinados de Nubkheperre Intef y Seqenenre Tao fueron separados por solo unos pocos años en vez de 15 a 20 años en un momento en que pocos faraones disfrutaron de largos reinados en la XVII Dinastía. El difunto egiptólogo alemán del Reino Medio, Detlef Franke (1952–2007) también apoyó esta opinión en un artículo que se publicó en 2008, un año después de su muerte, donde escribió:
"Al contrario de Ryholt, no veo lugar para un rey Sobekemsaf que gobernó [Egipto] después de Nubkheperra Antef". 
Ryholt creía que Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf intervino entre la línea de los reyes Intef y el acceso de Senakhtenre, los primeros reyes de la 17ma dinastía de la línea familiar Ahmoside. Polz argumenta que Sekemre Wadjkhaw Sobekemsaf fue el padre de Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf (II) y el abuelo de los reyes Intef desde una estatua de Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf que demuestra que su hijo mayor también fue nombrado Sobekemsaf como anota Anthony Spalinger.  Esto significa que Sekhemre Wadjkhaw Sobekemsaf gobernó el trono antes de que los reyes Intef tomaran el poder a comienzos de la XVII Dinastía, y que él sería Sobekemsaf IEn cambio y el padre de Sobekemsaf II. Dado que se sabe que Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf (II) es el padre de Nubkheperre Intef, esto significa que tanto él como Sobekemsaf I gobernaron Egipto antes de Sekhemre-Wepmaat Intef y Nubkheperre Intef asumió el trono. Sobekemsaf II sería, por lo tanto, el hijo de Sobekemsaf I y el padre de sus dos sucesores inmediatos: Sekhemre-Wepmaat Intef y Nubkheperre Intef.

El robo de la tumba de Sobekemsaf 
Los Papiros de Abbott y Leopold-Amherst, que datan del Año 16 de Ramsés IX, afirman que la tumba de la pirámide real de este rey fue violada y destruida por ladrones de tumbas. Las confesiones y los juicios por robo de tumbas de los hombres responsables del saqueo de la tumba de Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf se detallan en el último papiro que data del Año 16, III Peret, día 22 de Ramsés IX. Este documento relata que cierto Amenpnufer, hijo de Anhernakhte, un albañil del Templo de Amun Re "tomó la costumbre de robar las tumbas [de los nobles de Tebas del Oeste] en compañía del albañil Hapiwer" y menciona que robaron la tumba de Sobekemsaf junto con otros seis cómplices en el año 13 de Ramsés IX.  Amenpnufer confiesa que
... fuimos a robar las tumbas... y encontramos la pirámide del [rey] Sekhemre Shedtaui, el hijo de Re Sebekemsaf, que no se parece en nada a las pirámides y tumbas de los nobles que habitualmente íbamos a robar.  
En su juicio, Amenpnufer testifica que él y sus compañeros cavaron un túnel en la pirámide del rey con sus herramientas de cobre:
“Luego atravesamos los escombros... y encontramos a este dios (rey) tendido en la parte posterior de su lugar de sepultura. Y encontramos que el lugar de enterramiento de Nubkhaas, su reina, situada junto a él ... Abrimos sus sarcófagos y sus ataúdes en los que estaban, y encontramos a la noble momia de este rey equipada con un halcón; una gran cantidad de amuletos y joyas de oro estaban sobre su cuello, y su cabeza de oro estaba sobre él. La noble momia de este rey estaba completamente adornada con oro, y sus ataúdes estaban adornados con oro y plata por dentro y por fuera y con incrustaciones de todo tipo de piedras preciosas. Recolectamos el oro en la noble momia de este dios... y también recolectamos todo lo que encontramos en ella (la Reina); Y prendemos fuego a sus ataúdes. Tomamos sus muebles... que consistían en artículos de oro, plata y bronce, y los dividimos entre nosotros... Luego cruzamos a Tebas.Y después de algunos días, el Superintendente de Distrito de Tebas escuchó que habíamos estado robando en el oeste, y me detuvieron y me encerraron en la oficina del alcalde de Tebas.Y tomé elVeinte deben de oro que habían caído a mí como mi porción y se los dieron a Khaemope, el escriba del cuarto adjunto al lugar de aterrizaje de Tebas. Me soltó y me reuní con mis compañeros, y me recompensaron con una parte una vez más. Así, junto con otros ladrones que están conmigo, he continuado hasta el día de hoy en la práctica de robar las tumbas de los nobles y las personas [fallecidas] de la tierra que descansan en el oeste de Tebas.”  
Amenpnufer afirma que los tesoros tomados de las dos momias reales ascendieron a "160 deben de oro" o 32 libras (14.5 kg). El documento termina con la condena de los ladrones, con una probable sentencia de muerte, y señala que se envió una copia de las transcripciones oficiales del ensayo a Ramsés IX en el Bajo Egipto. El mismo Amenpnufer habría sido condenado a muerte por empalamiento, un castigo que "estaba reservado para [solo] los crímenes más atroces" en el Antiguo Egipto.  

Intef VI
Nubkheperre Intef (o Antef, Inyotef) fue un rey egipcio de la XVII dinastía de Egipto en Tebas durante el Segundo Período Intermedio, cuando Egipto fue dividido por dinastías rivales, incluidos los hicsos en el Bajo Egipto. Se sabe que es el hermano de Sekhemre-Wepmaat Intef, y el sucesor inmediato de este rey, ya que donó el Louvre Coffin E3019 para el entierro de este rey que lleva la inscripción de que fue donado para el rey Sekhemre Wepmaat Intef " como ese hermano su hermano. Antef (Nubkheperre Intef aquí) da", señala Kim Ryholt.  Como el erudito alemán Thomas Schneider escribe en el libro de 2006 Ancient Egyptian Chronology (Manual de estudios orientales):
"De la leyenda en el ataúd Louvre E 3019 (ataúd de Sekhemre-Wepmaat), se deduce que Inyotef Nebukheperre '... organizó el entierro de su hermano Inyotef Sekhemre'-upimaat... y, por lo tanto, debe haberlo seguido en el trono. En su Untersuchungen, Beckerath había visto a Inyotef Sekhemre'-upimaat (VI) e Inyotef Sekhemre-herhermaat (VII) como hermanos, mientras que él había separado a Inyotef Nebukheperre '(VI; ataúd BM 6652) de ellos como un rey que consideraba no necesariamente relacionado con ellos, situándolo al comienzo de la dinastía. Ryholt basa igualmente sus argumentos en una peculiaridad paleográfica consistente (el Pleneschreibung de " j ") en el caso del ataúd de Inyotef Sekhemre-herhermaat "donde solo el nomen de Nubkheperre Intefcontenía una hoja de caña de los tres reyes Intef".

El ataúd de madera Rishi de Nebkheperre Intef

Nubkheperre Intef y, por implicación, su hermano Sekhemre Wepmaat Intef, fueron probablemente los hijos de Sekhemre Shedtawy Sobekemsaf (Sobekemsaf II hoy) sobre la base de inscripciones encontradas en una jamba de la puerta descubierta en los restos de un templo de la Dinastía 17 en Gebel-Antef en el Carretera Luxor-Farshut.  El egiptólogo británico Aidan Dodson también respalda la interpretación de Ryholt del texto de la jamba de la puerta y escribe:
"Ryholt... presenta las nuevas pruebas de" Caminos del Desierto "de la encuesta de Darnells para mostrar que Nubkheperrre Inyotef (apodado por Ryholt" Inyotef N") era un hijo de [Sekhemre-shedtawi] Sobekemsaf, lo que proporciona un vínculo genealógico clave. Dentro de la dinastía [17]".
El egiptólogo alemán Daniel Polz, quien descubrió la tumba de este rey en 2001, también estudió la misma jamba de la puerta y llegó a una conclusión similar en un libro en alemán de 2007.  Una asociación entre Nubkheperre Intef y un rey Sobekemsaf también está indicada por el descubrimiento de un fragmento de marco de puerta por John y Deborah Darnell a principios de la década de 1990 que conservó parte de una inscripción que nombraba a un rey Intef delante de un rey Sobekemsaf; La ortografía jeroglífica del rey Intef aquí fue la utilizada solo por Nubkheperre.  Desafortunadamente, no se descubrió suficiente inscripción para revelar la naturaleza de la relación aquí con certeza, o la intención del rey Sobekemsaf.  Nubkheperre Intef a veces se conoce como Intef VII, en otras fuentes como Intef VI,  e incluso como Intef V. 
Nubkheperre Intef gobernó desde Tebas y fue enterrado en una tumba en la necrópolis de Dra 'Abu el-Naga'. La tumba se cubrió originalmente con una pequeña pirámide (aproximadamente 11 m en la base, que se eleva a una altura de aprox. 13 m). Auguste Mariette encontró dos obeliscos rotos con un Titulario Quíntuple completo, que luego se perdió cuando se transportaba al Cairo. Museo.
La esposa del rey Intef era Sobekemsaf, que quizás provenía de una familia local de Edfu. En una estela de Abydos que menciona un edificio del rey están las palabras hijo del rey, jefe de los arquerosNakht.

Programa de construcción 
Nubkheperre Intef es uno de los reyes mejor atestiguados de la 17ª dinastía que restauró numerosos templos dañados en el Alto Egipto y construyó un nuevo templo en Gebel Antef. El edificio mejor conservado de su reinado son los restos de una pequeña capilla en Koptos. Cuatro muros que han sido reconstruidos muestran al rey frente a Min y lo muestran coronado por Horus y por otro dios. Los relieves se ejecutan en relieve elevado y hundido.  En Koptos, el Decreto Coptos se encontró en una estela que se refería a las acciones de Nubkheperre Intef contra Teti, hijo de Minhotep.  En Abydos, se encontraron varios fragmentos de piedra, incluyendo columnas que atestiguan algún tipo de trabajo de restauración.  En una estela encontrada en Abydos, se hace mención de una Casa de Intef. Esto probablemente se refiere a un edificio que pertenece a Nubkheperre Intef.  Por lo tanto, aunque la fecha más alta del año de Nubkheperre Intef (y la única conocida) es su Año 3 en la estela de Koptos,  esto debe considerarse una subestimación, ya que debe haber gobernado mucho más tiempo para cumplir su ambicioso programa de construcción y también completar su tumba real.  De hecho, Nubkheperre Intef está solo "mencionado en más de veinte monumentos contemporáneos" desde su reinado  lo que demuestra su posición como uno de los gobernantes más poderosos de la XVII Dinastía de Egipto.
La estela que representa a Nubkheperre y Nakht, de Abydos.  

Cronología de Nubkheperre Intef y robo de tumbas 
Tanto Kim Ryholt como el egiptólogo alemán Daniel Polz coinciden en que este faraón no gobernó en el comienzo de la dinastía 17 o cerca de él, sino que se extendió hasta la 17ª dinastía justo antes de los últimos tres reyes conocidos de esta dinastía (Senakhtenre, Seqenenre y Kamose).   Sin embargo, Ryholt, en su reconstrucción de 1997 de la secuencia de los gobernantes de la 17ª dinastía, sintió que un rey Sobekemsaf intervino entre el último rey Intef y Senakhtenre.  mientras que en la literatura más contemporánea, Detlef Franke rechaza esta opinión (abajo) y argumenta que no hay espacio para que un rey Sobekemsaf intervenga en el espacio después de Nubkheperre Intef. "Contrariamente a Ryholt, No veo lugar para un rey Sobekemsaf que gobernó después de Nubkheperra Antef. "Nubkheperra Antef (c.1560 aC) es el mejor atestiguado (desde Abydos hasta Edfu, por ejemplo, BM 631, EA 1645, ataúd 6652) y [el] el más importante de los tres Antefs."  
Polz, en su libro de 2007, coloca a Sekhemre-Heruhirmaat Intef como un rey efímero entre los reinados de Nubkheperre Intef y Senakhtenre Ahmose, el primer gobernante de la familia de reyes Ahmoside. 
La tumba de Nubkheperre Intef fue originalmente penetrada por ladrones de tumbas en 1827, pero algunos de sus tesoros llegaron a manos de los coleccionistas occidentales; su exclusivo ataúd de estilo rishi fue comprado por el British Museum de la colección Henry Salt, donde su número de catálogo es EA 6652.  Su tumba fue encontrada más tarde por los primeros egiptólogos alrededor de 1881, pero el conocimiento de su ubicación se perdió de nuevo hasta que fue redescubierto en 2001 por los estudiosos alemanes. Según los informes, el ataúd de Nubkheperre Intef se encontró en su tumba con una diadema o corona, algunos arcos y flechas, y el corazón-escarabajo de un rey Sobekemsaf.  

La tumba de Nubkheperre Intef fue redescubierta por Daniel Polz, director adjunto del Instituto Arqueológico Alemán en 2001.
Se cree que una corona real se originó en la tumba de Dra 'Abu el-Naga' de Nubkheperre Intef, ahora ubicada en el Rijksmuseum van Oudheden de los Países Bajos.

Intef VII – 1548
Sekhemre-Heruhirmaat Intef (o Antef, Inyotef ) fue un antiguo rey egipcio de la XVII Dinastía de Egipto, que gobernó durante el Segundo Período Intermedio, cuando Egipto se dividió entre la XVII Dinastía basada en Tebas en el Alto Egipto y la XV Dinastía Hyksos que Bajo controlado y parte del medio Egipto.
Sekhemre-Heruhirmaat Intef se conoce como Intef VII en algunas publicaciones,  mientras que otros se refieren a él como Intef VIII.  
Rishi ataúd de Sekhemre-Heruhirmaat Intef, en exhibición en el Louvre

Sekhemre-Heruhirmaat Intef gobernó desde Tebas y fue enterrado en una tumba en la necrópolis real de la XVII Dinastía en Dra 'Abu el-Naga'.
Su único testimonio claro es su ataúd, Louvre E 3020, ahora en Francia.  Su sarcófago contenía el nomen corregido de este rey, así como su prenomen, Sekhemre-Heruhirmaat, "que se añadió con tinta en el cofre del ataúd". Poco más se sabe sobre el reinado de este rey, excepto que fue un sucesor de corta duración de Nubkheperre Intef. El egiptólogo danés Kim Ryholt ha argumentado que Sekhemre-Heruhirmaat Intef era posiblemente un co-regente de Nubkheperre Intef basado en un bloque de Koptos, que conserva
... el nomen y el prenomen de Antef N [ubkheperre] junto con el desafortunadamente casi perdido prenomen de otro rey. A la prenomina de ambos reyes se les da el epíteto di-ˁnḫ y dado que normalmente se usaba solo para el rey gobernante, se puede inferir que estos reyes reinaron conjuntamente". 

Ryholt observa que la longitud del cartucho dañado encajaría bien con el largo prenomen de Sekhemre-Heruhirmaat.
Ryholt sugirió que Sekhemre-Heruhirmaat Intef murió prematuramente y fue enterrado en un ataúd real que inicialmente pertenecía a Nubkheperre Intef; por lo tanto, Sekhemre-Heruhirmaat Intef no disfrutó de un reinado independiente propio. El egiptólogo británico Aidan Dodson, sin embargo, critica la propuesta de Ryholt de que Sekhemre-Heruhirmaat Intef murió durante el reinado de su predecesor y fue enterrado en el ataúd real original de Sekhemre-Wepmaat Intef. Dodson observa que la forma del nombre Intef escrito aquí (que originalmente era similar a la que se usaba para designar a Nubkheperre Intef antes de que se modificara para Sekhemre-Heruhirmaat Intef) y el prenomen del rey agregado de Sekhemre-Heruhirmaat en el ataúd de este rey se compuso en una Mano totalmente diferente de los textos restantes en el ataúd. Dodson también subraya que:
Sobre la cuestión de los ataúdes de los reyes Inyotef, Ryholt no aborda el punto clave que el contenedor utilizado para Sekhemre-heruhirmaet (su "Inyotef H") es ciertamente un "stock" [es decir, no real] ataúd, hecho faltante El nombre del difunto, que se insertará más tarde, tal como se usó más tarde para el entierro de Kamose. Sobre esta base, parece que no hay posibilidad de que el primero haya sido el ataúd original de Inyotef N, puesto en servicio por su co-regente prematuramente desaparecido. La explicación previa del revisor de la ortografía modificada del nomen sigue siendo la más probable, y también puede proporcionar una explicación para la inclusión del prenomen: en vista de la confusión en la mente del escriba, se aseguró de que el rey estuviera correctamente identificado en el Más Allá agregando su prenomen también!  
La explicación anterior de Dodson se deriva de su artículo de GM 120 (1991) donde el autor sostiene que Sekhemre-Heruhirmaat Intef fue probablemente un rey tebano de corta duración que murió a los pocos meses de su acceso al poder ya que los escribas del templo probablemente todavía estaban acostumbrados a escribir. Inyotef a la manera de Nubkheperre [Intef] [sc. Con la hoja de caña: in-it = f], lo que lleva al error corregido en el ataúd [de Sekhemre-Heruhirmaat Intef]". 
Esto también explicaría la modestia del ataúd de Insef de Sekhemre-Heruhirmaat, que carecía de uraeus real y es estilísticamente similar al ataúd claramente no real de Kamose. Intef, por lo tanto, no habría tenido tiempo de crear un ataúd real adecuado en su reinado abreviado.
El prominente egiptólogo alemán Daniel Polz, quien redescubrió la tumba del poderoso rey de la Dinastía XVII Nubkheperre Intef en Dra 'Abu el-Naga' en 2001, también coloca a Sekhemre-Heruhirmaat Intef como un sucesor efímero de este influyente faraón en un libro de 2007 anterior a la adhesión de Senakhtenre Ahmose.  

Ahmose
Senakhtenre Ahmose fue el séptimo rey de la dinastía XVII de Egipto durante el Segundo Período Intermedio.  Senakhtenre reinó durante un corto período de tiempo en la región de Tebas, en el Alto Egipto, en un momento en que la décimo quinta dinastía de los hicsos gobernaba el Bajo Egipto. Senakhtenre murió c.1560 o 1558 a. C. a más tardar.

Dintel con cartuchos de Senakhtenre, de Karnak

Puede o no haber sido el hijo de Nubkheperre Intef, el más prominente de los reyes Intef. El egiptólogo danés Kim Ryholt observa que "desde que Senaktenre fue recordado como uno de los Lords of the West junto con Seqenenre y Kamose, generalmente se cree que fue miembro de la familia de Ahmose y como tal identificado con el cónyuge no identificado de" La reina Tetisheri, la abuela de Ahmose.  Fue sucedido por su hijo, Seqenenre Tao. Rey Senakhtenre también sería el marido de Tetisheri que es llamado el "gran esposa del rey" y "la madre de mi madre" en una estela en Abidos por el faraón Ahmose I. Senakhtenre fue, por lo tanto, el abuelo de Ahmose I.
A diferencia de sus dos sucesores, Tao y Kamose, Senakhtenre es un rey relativamente oscuro y, hasta 2012, no fue atestiguado "por [ninguna] fuente contemporánea (por su prenomen) sino exclusivamente por fuentes que datan del Nuevo Reino: la lista del rey Karnak [de Tutmosis III] y [en] dos tumbas tebanas". El libro de Donald Redford menciona estas 2 tumbas tebanas.  La evidencia arqueológica anterior a 2012 sugiere que su reinado fue breve y duró varios meses o un año como máximo. Sin embargo, en 2012, dos importantes monumentos contemporáneos de este rey fueron descubiertos en Karnak: una puerta que se encuentra esculpida con su nombre real, así como un dintel de piedra caliza fragmentaria. La puerta o la puerta está tallada con otras inscripciones jeroglíficas que indican que Senaktenre tenía este monumento, que está tallado en bloques de piedra caliza, transportado desde Tura (Helwan moderno, al sur de El Cairo), que estaba bajo el dominio de los hicsos durante su reinado.  

Nomen de Senakhtenre 
Hipótesis pre-2012 
A partir de una referencia en el Papiro Abbott (Columna III, 1.10), durante mucho tiempo se creyó que el nomen de Senakhtenre era Tao ("El Viejo"). De hecho, el papiro menciona a dos reyes con el nombre de Tao. El segundo rey Tao se identificó con Senakhtenre porque la primera mención de un Tao se refiere a Seqenenre Tao para el cual está escrito el nombre completo. En consecuencia, la hipótesis de que el nombre de Senakhtenre era tao fue dominante en la egiptología hasta 2012 y fue compartida, por ejemplo, por Darrell Baker, aunque también fue controvertida. Por ejemplo, el egiptólogo Claude Vandersleyen rechazó este punto de vista ya en 1983.  Además, en su estudio de 1997 del segundo período intermedio, el egiptólogo Kim Ryholt propuso que el nomen de Senakhtenre puede haber sido Siamun en lugar de Tao:  
Este nomen está inscrito en uno de los dos sellos de sello encontrados juntos en una tumba en Dra Abu el-Naga, el otro está inscrito con el prenomen Seqenenre [cuyo nomen era Tao]. Se ha sugerido que Siamun aquí fue utilizado como un epíteto. En ese caso, se situaría en lugar de un nomen ya que sigue inmediatamente al título "Hijo de Re". Sin embargo, aparte del hecho de que Kamose a veces reemplazó el suyo con el epíteto "el poderoso gobernante"... por razones políticas durante la guerra con Apophis, el título "Hijo de Re" siempre va seguido de un nombre apropiado durante el Segundo Período Intermedio. . Dado que Siamun fue un nombre popular durante este período y el Nuevo Reino, parece más probable que estemos tratando con un nombre que con un epíteto. El hecho de que los dos sellos se encontraron juntos y son virtualmente idénticos en su fabricación sugiere que se produjeron aproximadamente al mismo tiempo y se entregaron al funcionario de cuya tumba provienen. Por lo tanto, Siamun debe ser más o menos contemporáneo con Seqenenre, y dado que no es posible identificar a Siamun con su sucesor (este es Kamose), se puede sugerir que Siamun era el nomen de su predecesor Senakhtenre.

Nomen de Senakhtenre 
La situación cambió completamente en marzo de 2012 cuando el egiptólogo francés Sébastien Biston-Moulin de la CFEETK (Centro Franco-Égyptien d'Étude des Temples de Karnak) publicó inscripciones jeroglíficas en una gran jamba de piedra caliza de la dinastía XVII construida para un granero de un templo de Amun en Karnak. La jamba de la puerta lleva el nombre real completo de Senakhtenre y revela que su nombre ha sido Ahmose. Este es el mismo nombre que su nieto, Nebpehtyre Ahmose I, quien fundó la dinastía XVIII derrotando a los hicsos y expulsándolos de Egipto.  Las inscripciones en la puerta indican que fue construida siguiendo las órdenes del propio Senakhtenre. La puerta fue posteriormente reutilizada y descubierta en los cimientos de un edificio posterior contiguo al templo de Ptah en Karnak. El título real de Senakhtenre como lo revela la puerta es " Hr mry-mAa.t nswt bjty snxt-n-ra sA ra jaH-ms ", que se traduce como " El Horus Merymaat, el rey del Alto y Bajo Egipto Senakhtenre, el Hijo de Re Ahmes".  La inscripción en la puerta reutilizada indica que Senakhtenre "hizo un monumento para su padre Amun-Re (es decir, la puerta en sí)... de la hermosa piedra blanca de Anu". Anu es la Tura moderna., ubicado cerca de El Cairo, lo que podría significar que Senakhtenre importó la piedra caliza de la zona de Tura en el bajo Egipto, entonces controlada por los hicsa.  Sin embargo, Biston-Moulin advierte que "la hermosa piedra blanca de Anu" se usaba a veces como un término genérico para las piedras que en realidad se tomaban de canteras locales. Mientras tanto, un dintel fragmentario descubierto por el mismo equipo de eruditos franceses llevaba esta inscripción que mencionaba el nomen de Senakhtenre:
Behdety, el gran dios
[¡Viva el dios] hecho [por] Senakht-en-Re dado vida como Re para siempre!
[Aclamaciones] el hijo de Re Ahmes dado vida como Re para siempre!  
Estas dos inscripciones separadas en la puerta del granero y el dintel fragmentario hallado en enero-febrero de 2012 en Karnak demuestran que el nombre o el nombre de nacimiento del rey Senakhtenre era "Ahmose" ("Ahmes" en el Antiguo Egipto) y no "Tao" como se pensaba anteriormente. Biston-Moulin escribe en el resumen de su artículo: 
Publicación de dos elementos de una puerta de granero con el nombre del rey Senakhtenre Ahmose, recientemente descubierta cerca del templo de Ptah en Karnak. Las inscripciones permiten identificar con mayor precisión a este rey de la decimoséptima dinastía, que antes solo se conocía a través del nombre de coronación en listas de reyes posteriores. Finalmente, también resuelven las incertidumbres sobre su nombre de nacimiento: Ahmose. Las designaciones de Senakhtenre Tao I o Senakhtenre Siamun para este rey deben ser abandonadas. Las sugerencias para identificar la tumba del rey en el informe Ramesside de las investigaciones en la necrópolis de Tebas registrada en Papyrus Abbott también deben ser rechazadas. Sólo un rey lleva el nombre de nacimiento Tao: Seqenenre. Que Ahmose es el hijo de Re, el nombre de Senakhtenre lleva a la conclusión de que este rey debe ser un miembro de la familia real Ahmoside de las últimas dinastías XVII y XVIII, de las cuales es hasta la fecha el representante más antiguo conocido. 


Tetisheri fue la matriarca de la familia real egipcia de finales de la Dinastía XVII y principios de la Dinastía XVIII.
Tetisheri era la hija de Tjenna y Neferu. Los nombres de los padres de Tetisheri se conocen de los vendajes de momias que se encuentran en TT320.  Ella fue seleccionada por Senakhtenre, a pesar de su nacimiento no real, para ser no solo su esposa sino su Gran Esposa Real. Tetisheri fue la madre de Seqenenre Tao, la reina Ahhotep I y posiblemente Kamose.  
El faraón Ahmose erigió una estela en Abydos para anunciar la construcción de una pirámide y una "casa" para Tetisheri. Ahmose se refiere a la Reina como "la madre de mi madre y la madre de mi padre, la esposa del gran rey y la madre del rey, Tetisheri" (Breasted). 
Tetisheri probablemente fue enterrada en Tebas y ella pudo haber sido reenviada en el escondite real en TT320.  Ninguna tumba en Tebas ha sido identificada de manera concluyente con la reina Tetisheri, aunque una momia que podría ser suya se incluyó entre otros miembros de la familia real que se volvieron a enterrar en el Royal Cache (DB320).
El faraón Ahmose hizo erigir una estructura conmemorativa o cenotafio en Abydos en su honor, en medio de su extenso complejo funerario en ese lugar. Esta estructura de ladrillos de barro fue descubierta en 1902 por el Fondo de Exploración de Egipto, y se encontró que contenía una estela monumental que detalla la dedicación de Ahmose I y su hermana y esposa Ahmose-Nefertari de una pirámide y un recinto (o santuario) a Tetisheri. 

Estela que representa a Tetisheri (sentada) y el faraón Ahmose

Su descubridor, CT Currelly, creía que la referencia textual a una "pirámide" de Tetisheri no se refería al edificio en el que se encontraba la estela, sino a la pirámide más imponente asociada con un gran templo funerario en su base, descubierta en 1900 por a.C Mace. Sin embargo, según los descubrimientos recientes, esta vista ya no se puede mantener. Los cimientos de la estructura, originalmente descritos por Currelly en 1903 como un "santuario" o "mastaba", se demostraron en 2004 a través de las renovadas excavaciones del Instituto Oriental de la Universidad de Chicago bajo la dirección de S. Harvey para haber formado el Los cursos más bajos de una pirámide de ladrillos, la pirámide de la última reina que se construyó en Egipto. Porciones de la pirámide de piedra caliza.o también se descubrió una piedra angular, lo que demuestra de manera concluyente que esta estructura tenía forma piramidal. El estudio magnético también reveló un recinto de ladrillos de aproximadamente 70 por 90 metros, una característica que no fue detectada por los arqueólogos anteriores. Por consiguiente, ahora se pueden identificar como las características descritas en la estela de Ahmose que se encuentra dentro: una pirámide y un recinto, construidos en medio del propio complejo funerario de Ahmose.
WV Davies identificó una estatuilla en las colecciones del Museo Británico con una inscripción con el nombre de Tetisheri, como una falsificación, basada en la imitación servil de su inscripción de una parte inferior fragmentada de una estatua similar de la reina (ahora perdida). Sin embargo, algunos estudiosos cuestionan esta atribución y han estado planteando cuestiones sobre la autenticidad potencial de la estatuilla misma, si no la inscripción.

Estatuilla de Tetisheri, Museo Británico, posiblemente una falsificación. 

Taa I - 1548 – 1545
Senajtenra - Taa, o Taa I, (Snkht.n-Ra) Nombre de coronamiento del considerado decimotercer rey de la XVII dinastía egipcia y sucesor de Intef VII. De Senakkhtenre, denominado hasta hace poco Seqenenre Taa I, se ignora su nombre Sa Ra (no está probado que se llamara Taa); sin embargo, aparece registrado en la Cámara de los antepasados de Karnak y sobre la mesa de ofrendas y libaciones del escriba Qenhirkhopshet. Con el nombre de Sekhentenre quedó registrado en la Lista de la tumba de Khabekhnet. Asimismo, su nombre figuró al parecer en el Papiro Abbott III, pero el mismo fue sustituido por error por el de Seqenenre Taa. Se ha admitido que se casó con Tetisheri, de quien tuvo a Ahhotep II -luego reina- y a Seqenenre Taa, que se casarían entre sí, y a Inhapi, esposa que fue también de su hermano. Dada la distancia de Tebas de la Corte hicsa, Senakkhtenre, nominalmente vasallo de los reyes hicsos, gozó de total autonomía en su zona, si bien se desconocen los hechos de su actuación e incluso los años de su reinado. Muy probablemente fue enterrado en el área de la colina de Dra Abu el-Naga. Fue sucedido en el trono por su hijo, el citado Seqenenre Taa.

sxnt.n-ra Snakhtenre (igual que perpetúa Re)

tA-aaaa Tao ([Thot] es el Grande)

Por aquel entonces las Dos Tierras (Egipto) se hallaban divididas en múltiples principados, la mayoría de ellos controlados por la dinastía XV, de origen hicso o por el reino nubio de Kerma, al sur. Muy pocos podían vanagloriarse de tener cierta autonomía respecto de los invasores, y uno de ellos era el de Tebas.
Sabemos muy poco de Senajtenra, ni siquiera conocemos cuántos años estuvo gobernando Tebas, ni sus vínculos familiares y mucho menos de sus actos durante su reinado. Quizás fuese hijo de Intef VII y hermano de Sobekemsaf II, pero no está nada claro.
Es de suponer que estuviera seriamente limitado por los hicsos del norte, aunque también es muy probable que ya en su reinado comenzase a hablarse de rebelión, y un sentimiento nacional comenzó a surgir en la provinciana ciudad de Tebas, proponiéndose expulsar a los extranjeros y reunificar las Dos Tierras.
Más conocido que Senajtenra fue su esposa, de origen humilde, la matriarca del clan, Tetisheri. Ella plantaría la semilla de la rebelión y del culto a Amón en sus dos hijos, Seqenenra y Ahhotep cuando su marido desapareció.
Se ignora actualmente el paradero de la tumba y de la momia de este príncipe tebano, la raíz de la monumental y prodigiosa dinastía XVIII.

Taa II - 1545 – 1540
Seqenenra Taa, o Taa II fue el penúltimo rey de la dinastía XVII del Antiguo Egipto. Su nombre de coronación fue Seqen-en-Ra, pero al contrario que la mayoría de los reyes egipcios, es más conocido por el nombre de Nesut-Bity: Seqenenra, que por el nombre de Sa-Ra o nombre de Nacimiento: Taa.
Por aquel entonces, hacia 1560-1550 a. C., el delta de Nilo, al norte del país estaba dominado por los hicsos, un conjunto de pueblos provenientes de Asia cuyos dirigentes gobernaban casi todo Egipto. Sin embargo, el sur seguía siendo gobernado por dirigentes vasallos de origen egipcio, que resistían e incluso conspiraban contra el invasor. Uno de los territorios más rebeldes era el nomo de Tebas, gobernado por los mandatarios de la dinastía XVII, posibles descendientes de la dinastía XIII.
Sabemos muy poco, apenas sí los nombres de los predecesores de Seqenenra y, parece ser, que eran vasallos de los gobernantes hicsos. Los intentos de rebelión en otros fuertes principados, como el de Abidos, habían sido sofocados con dureza, y los príncipes tebanos se ocupaban de conspirar en silencio, sin despertar demasiadas sospechas. Más, algo cambió con Seqenenra.
Como relata una conocida historia, mitad leyenda, una embajada hicsa fue a Tebas a exigir a Seqenenra que sacrificase a los hipopótamos sagrados, pues, según decían, con sus ruidos no dejaban dormir al rey hicso, coronado faraón. No sabemos si la exigencia era textual o simbólica, y con esto se querían referir a que a sus oídos habían llegado noticias de rebelión y "recomendaban" apresar a los culpables. Sea como fuere, Seqenenra se lo tomó como una auténtica provocación y no dudó en declarar la guerra, no sin antes coronarse rey legítimo.
Pese a estar atrapado al norte por el reino de Menfis de los hicsos y al sur por el reino Kushita (Kerma) de los nubios, Seqenenra armó una considerable tropa y marchó hacia el Egipto Medio a luchar contra el rey hicso Apopi I, de la poderosa dinastía XV. Al parecer consiguió al principio algunas victorias, pero la situación no era favorable pues las fuerzas hicsas seguían siendo demasiado poderosas. Seqenenra, derrotado y muerto en combate, fue trasladado a Tebas como un auténtico héroe. La guerra de liberación de Egipto no había hecho más que comenzar.

La familia real
Seqenenra era hijo del príncipe Senajtenra y de una mujer de origen modesto, pero de una gran entereza, Tetisheri. Esta dama fue la fundadora de un linaje de importantes mujeres que, unidas al poder de sus hermanos-esposos, generarían la gran dinastía XVIII, una de las más largas y prósperas.
El rey estaba casado con tres hermanas, como era costumbre entre los faraones. Sus nombres eran Ahhotep, Ahmose-Inhapi y Sithut, aunque de todas ellas la más influyente y valiente era Ahhotep, madre de reyes y auténtica heroína de guerra. De estos matrimonios nacieron la familia llamada comúnmente ahmósida, ya que en sus nombres teóforos se mencionaba al dios lunar Ah: el rey Ahmose I, su gran esposa real Ahmose-Nefertari, así como los príncipes Ahmose-Sipair y Ahmose y las princesas Ahmose-Henuttamehu, Ahmose-Tumerisy, Ahmose-Henutemipet y Ahmose-Nebetta.

Sucesores
El reinado de Seqenenra fue corto, apenas superior a cuatro años, pero fue el antecedente de lo que vendría después. Los fieles consiguieron hacerse con el cuerpo destrozado del rey, momificarlo y enterrarlo en la necrópolis real de la época, en Dra Abu el-Naga. Su momia nos ha llegado gracias a ser una de las presentes en el escondrijo de Deir el-Bahari, y en ella aún se pueden apreciar cuatro grandes heridas que causarían la muerte de este monarca, el predecesor del linaje de Ahmose, de los Amenhotep y de los Thutmose.
Tras Seqenenra la lucha siguió bajo el reinado de Kamose, de quien se había pensado que era su primogénito, pero que al parecer era su hermano menor. Al morir también este rey en la lucha, cuando los hicsos ya estaban confinados en el extremo noreste de sus dominios, el siguiente rey y futuro vencedor sería el niño Ahmose, que tutelado por su madre regente, la reina Ahhotep, conseguiría reunificar el país e inaugurar la más importante de las etapas del Antiguo Egipto, el denominado por los modernos historiadores Imperio Nuevo de Egipto.
 
sqni.n-ra Seqenenre (¿Quién golpea como Re)
 
tA-AA Tao (Taakenu) ([Thot] es el Grande)

La momia de Seqenenre fue descubierta en el escondite de Deir el-Bahri, revelado en 1881. Fue enterrado junto con los líderes de la dinastía posterior, decimoctava y decimoctava, Ahmose I (su segundo hijo es el faraón), Amenhotep I, Thutmose I, Thutmose II, Tutmosis III, Ramsés I, Seti I, Ramsés II y Ramsés IX.
La momia fue desenvuelta por Eugène Grébaut cuando
El profesor Gaston Maspero renunció a su cargo de director el 5 de junio de 1886 y fue sucedido en la superintendencia de excavaciones y arqueología egipcia por M. Eugene Grebault. En el mismo mes, Grebault comenzó el trabajo de desabrochar a la momia del rey tebano Sekenenra Ta-aken, de la dinastía XVIII. Fue bajo este monarca que se originó una revuelta contra los hicsos, o los reyes pastores, en el curso de los cuales los asiáticos fueron expulsados ​​de Egipto. La historia de este rey siempre ha sido considerada legendaria, pero por los signos de las heridas presentes en la momia, es cierto que murió en la batalla. En la misma temporada, la momia de Seti I no estaba vendada, y también la de un príncipe anónimo. 

Una descripción vívida proporciona una descripción de la lesión que se le hizo al faraón en su muerte:
... no se sabe si cayó en el campo de batalla o si fue víctima de algún complot; la aparición de su momia prueba que murió de muerte violenta cuando tenía unos cuarenta años. Dos o tres hombres, ya sean asesinos o soldados, deben haberlo rodeado y enviado antes de que hubiera ayuda disponible. Un golpe de un hacha debe haber cortado parte de su mejilla izquierda, exponer los dientes, fracturarse la mandíbula y enviarlo sin sentido al suelo; otro golpe debe haber dañado gravemente el cráneo, y una daga o jabalina ha abierto la frente del lado derecho, un poco por encima del ojo. Su cuerpo debe haber permanecido acostado donde cayó durante algún tiempo: cuando se encontró, se había establecido la descomposición, y el embalsamamiento debía realizarse apresuradamente como mejor pudo. 

La herida en su frente probablemente fue causada por un hacha Hyksos y su herida en el cuello probablemente fue causada por una daga mientras estaba propenso.  No hay heridas en sus brazos o manos, lo que sugiere que no pudo defenderse.
Hasta 2009, las principales hipótesis han sido que murió en una batalla contra los hicsos o que murió mientras dormía.  Una reconstrucción de su muerte por el egiptólogo Garry Shaw y el arqueólogo y experto en armas Robert Mason sugirió una tercera, que consideraron como la más probable, que Seqenenre fue ejecutado por el rey Hyksos.  Garry Shaw también analizó los argumentos a favor de las hipótesis en conflicto y otras pruebas físicas, textuales y estadísticas que concluyen "que la causa más probable de la muerte de Seqenenre es la ejecución ceremonial a manos de un comandante enemigo, luego de una derrota tebana en el campo de batalla".
Cabeza momificada de Seqenenre que representa sus heridas de batalla

Su momia parece haber sido embalsamada apresuradamente. Las radiografías que se tomaron de la momia a fines de la década de 1960 muestran que no se ha intentado extraer el cerebro ni agregar lino dentro del cráneo o los ojos, ambas prácticas normales de embalsamamiento en ese momento. En opinión de James E. Harris y Kent Weeks, quienes realizaron el examen forense en el momento en que se tomaron las radiografías, su momia es la peor conservada de todas las momias reales que se llevaron a cabo en el Museo Egipcio, y señalaron que El olor aceitoso llenó la habitación en el momento en que se abrió el caso en el que se exhibió su cuerpo ", lo que probablemente se debe al mal proceso de embalsamamiento y la ausencia del uso de sales natron absorbentes , dejando algunos fluidos corporales en la momia en ese momento de entierro.  
Él es la momia real más antiguo en exhibición en el recientemente renovado (2006) Momias Reales Hall en el Museo Egipcio, El Cairo. 

Tetisheri
Tetisheri (?- Tebas 1541 a. C. fue una reina de la familia real egipcia de finales de la dinastía XVII y la matriarca de la XVIII. Era esposa de Senajtenra, madre de Seqenenra y de Kamose y abuela de Ahmose. Tetisheri participó en la expulsión de los hicsos de Egipto y estableció un precedente de reina con poder, que anticipó a grandísimas mujeres descendientes suyas como Ahhotep, Ahmose-Nefertari, Hatshepsut, Tiy o Nefertiti.
Tetisheri nació en una familia plebeya, hija de un juez llamado Tyenna y de un ama de casa de nombre Neferu, y fue elegida por Senajtenra para ser su esposa principal, dándole el título de Gran Esposa Real. Este hecho era bastante poco habitual en el Antiguo Egipto. Senajtenra concedió a Tetisheri muchos privilegios que no habían tenido reinas anteriores. Fue la primera reina en llevar la corona del buitre indicando que la posición de esposa principal había llegado a ser parte integral del poder faraónico. Cuando su hijo Seqenenra se levantó contra los hicsos, Tetisheri ayudó y contribuyó a reclutar tropas. Seqenenra murió en batalla, lo mismo que su sucesor, Kamose.
Su nieto Ahmose consiguió expulsar a los hicsos de Egipto. Tetisheri fue una sabia consejera de tres reyes durante la guerra contra los hicsos y el pueblo egipcio la tuvo como el motor de la resistencia nacional. Durante la campaña guerrera de Ahmose, Tetisheri gobernó junto con su hija Ahhotep, ésta en calidad de regente. Parece ser que Ahmose estuvo muy unido a su abuela y cuando ella tenía unos 70 años encargó varios proyectos más en su honor.

Entierro, Cenotafio, y la pirámide
Tetisheri fue enterrada probablemente en Tebas. 
El Faraón Ahmose tenía una estructura memorial o cenotafio en Abydos erigido en su honor, en medio de su propio complejo funerario extenso en ese sitio. Esta estructura de ladrillo de barro fue descubierto en 1902 por el Fondo de Exploración de Egipto , y se encontró que contenía una estela monumental que detalla la dedicación por Ahmose I y su hermana-esposa Ahmose-Nefertari de una pirámide y la caja (o santuario) para Tetisheri.
Su descubridor, CT Currelly, creía que la referencia textual a una "pirámide" de Tetisheri que no se refería al edificio en el que se encontró la estela, sino más bien a la pirámide más imponente asociada con un templo mortuorio grande en su base descubierto en 1900 por AC Mace. Basándose en los descubrimientos recientes, sin embargo, este punto de vista no puede ser mantenido. Los cimientos de la estructura, descrita originalmente por Currelly en 1903 como un "santuario" o " mastaba ", fue demostrado en 2004 a través de las nuevas excavaciones del Instituto Oriental de la Universidad de Chicago bajo la dirección de S. Harvey se han formado para la cursos más bajos de la pirámide de ladrillo, pirámide de la reina anterior que fue construida en Egipto. Algunas partes de la caliza o piedra angular pyramidion fueron descubiertas, así, lo que demuestra de manera concluyente que esta estructura era piramidal en la forma. Encuesta magnética reveló también un recinto de ladrillo a unos 70 por 90 metros en la escala, no es una característica detectada por los primeros arqueólogos. Estas en consecuencia ahora se pueden identificar como las características descritas en la estela de Amosis se encuentra dentro: una pirámide y un recinto, construido en medio del complejo funerario propio de Amosis. 
Una estatuilla de largo en las colecciones del Museo Británico con una inscripción de nombres Tetisheri se identificó como una falsificación por WV Davies, basado en la imitación servil de su inscripción a partir de una porción fragmentaria inferior de una estatua similar de la reina (ahora perdido). Sin embargo, algunos expertos cuestionan esta atribución, y han estado planteando preguntas sobre la autenticidad de la propia potencial estatuilla, si no la inscripción. 

 Ahhotep
Iahhotep (1570-1540 a. C.) fue una reina egipcia de finales de la dinastía XVII y comienzos de la XVIII (hacia los años 1570-1540 a. C.), que ejerció de regente durante la minoría de edad del faraón Kamose y promovió la expulsión de los dirigentes hicsos. Ahhotep (Iahhotep, La Luna está satisfecha) nació probablemente entre los años 1585 y 1575 a. C. en el seno de la familia gobernante de la ciudad de Tebas, en lo que hoy englobamos como dinastía decimoséptima. Sus padres eran el príncipe Senajtenra y su esposa Tetisheri, de orígenes más modestos. En aquella época Egipto vivía dividido en varios principados, todos ellos dependientes en mayor o menor grado del faraón de Menfis de la dinastía XV.
Tebas era uno de los principados más alejados de Menfis y de los hicsos, y fue allí donde se fraguó la rebelión que acabaría triunfando y sentando en el trono de un país unificado a un monarca autóctono. De no ser por la educación patriótica e inconformista que dio a sus hijos Tetisheri la historia hubiera sido bien distinta.Al morir su padre, asumió el trono tebano el hermano mayor de Ahhotep, Seqenenra, con quien tuvo que casarse, siguiendo las ancestrales costumbres. La nueva pareja real, asesorada siempre por la madre de ambos, Tetisheri, así como por un consejo formado por militares, nobles, escribas y sacerdotes, decidieron en secreto comenzar a plantar cara a los hicsos y a sus aliados.
Algunos rumores debieron llegar a Menfis, pues a poco de asumir el trono Seqenenra una embajada hicsa llegó a Tebas exigiendo que fuesen sacrificados los hipopótamos sagrados del templo de Amón, porque sus bramidos no dejaban dormir al faraón (¡quien vivía a cientos de kilómetros de Tebas!). Desconocemos qué hicieron los tebanos ante esta provocación, pero el caso es que en muy poco tiempo un ejército salió de la ciudad sureña con el claro objetivo de liberar a Egipto del yugo hicso. A su cabeza marchaba el ahora coronado rey Seqenenra, apodado el Bravo.
Mientras, en Tebas quedó acantonada el resto de familia real, a saber: la reina madre Tetisheri, todos los príncipes y princesas y, a la cabeza de ellos, la reina Ahhotep, quien se encargó del gobierno en la ausencia de su marido. Sus dotes fueron apreciadas por todos en tan complicados tiempos.
El éxito de la ofensiva de Seqenenra tuvo que residir sobre todo en el efecto sorpresa, pues cuando por fin se enfrentó al ejército hicso, fue severamente derrotado e incluso murió en la batalla, tal y como demuestra su momia. Ahhotep se había quedado viuda, pero sus fuertes convicciones y su fe en la liberación anunciada por el dios Amón fueron más fuertes, y no agachó la cabeza, sino todo lo contrario.
Ahhotep, para ganar tiempo y no dejar que los hicsos comieran el poco terreno ganado, no dudó en coronar rey a Kamose, su hermano menor o su hijo mayor. 
Pese a que el nuevo rey también estaría casado, Ahhotep siguió llevando la voz cantante mientras asumía la regencia en Tebas, y para la ciudad las cosas no habían cambiado en absoluto.
La mayor parte de su vida la pasó Ahhotep acompañada de su madre, la longeva Tetisheri, y la matriarca del clan. Juntas, estas dos mujeres inculcaron a su nutrida descendencia el valor de las Dos Tierras unidas y la fidelidad al dios que les había pronosticado su éxito, Amón, que sería convertido en la cabeza del panteón.
Ahhotep tuvo muchos hijos de Seqenenra, casi todos de ellos bien documentados por el hallazgo de sus momias en el escondrijo de Deir el-Bahari. Esta generación y la posterior reciben comúnmente el sobrenombre de ahmósida por llevar la mayoría de sus miembros en sus nombres una advocación al dios lunar Ah. Algunos de los miembros más importantes fueron Ahmose I, su esposa y hermana Ahmose-Nefertari y también Ahmose-Henutempet, Ahmose-Hentimehu, Ahhotep-Tao...
Muerte y entierro de Ahhotep
Cuando Ahmose fue lo suficientemente mayor como para gobernar por sí solo, Ahhotep se retiró al templo de Karnak y allí parece ser que vivió hasta que le llegó la muerte, a muy avanzada edad. Dejaba un Egipto completamente distinto al que había visto al nacer, y una pareja real muy carismática y eficaz con la descendencia asegurada. 
El egiptólogo francés Auguste Mariette, en 1859, localizaba en Dra Abu el-Naga la que tradicionalmente ha sido identificada como la tumba de la reina Ahhotep. En el interior de dicho enterramiento apareció un ajuar funerario con objetos en los que se encontraron los nombres de Kamose y Amosis, llamando especialmente la atención un conjunto de magníficas piezas de joyería. Parte de este tesoro lo conformaban armas como una daga y un hacha, ricamente ornamentales, así como una cadena con tres colgantes con la forma de moscas insignia con la que en Egipto se condecoraba el valor en la batalla y que no sorprende en el entorno de una mujer que consiguió que bajo su autoridad se forjaran las bases sobre las que se construiría el Imperio Nuevo.
Collar de las moscas, tomado de la publicación de C. Aldred, Jewels of the Pharaohs. Egyptian Jewelry of the Dynastic Period, Londres, 1978, Lám. 41.

Ahhotep, enterrada con condecoraciones de general, vivió una época belicosa y truculenta. Pero las vicisitudes parece que quedaron inextricablemente vinculadas al destino de la reina, incluso más allá de los milenios, al menos a juzgar por los acontecimientos que rodearon el hallazgo de su tumba. Todo empezó cuando en 1854 el príncipe Napoleón expresó su deseo de visitar Egipto. El virrey, para mostrarle los encantos del país, pensó en ofrecerle un hallazgo arqueológico y encargó a Auguste Marriette la localización de un lugar óptimo, por lo que empezaron las excavaciones en Dra Abu el-Naga. No obstante, finalmente el magnate francés canceló su visita y las responsabilidades alejaron Mariette de la zona tebana, dejando los trabajos en manos de un capataz. Pero cuando apareció el ajuar de Ahhotep, el gobernador de la provincia ordenó que le llevaran el sarcófago a su palacio y acabó destruyendo la momia tras despojarla de sus tesoros. En cuanto Auguste Mariette se enteró de lo sucedido mostró su indignación y tomó un barco de vapor con el que interceptó al gobernador en plena travesía por el Nilo. El egiptólogo consiguió arrebatarle por la fuerza el tesoro de Ahhotep y lo condujo ante el jedive en El Cairo. Pero el periplo de las joyas ni siquiera estuvo asegurado tras la construcción del Museo de El Cairo, ya que una favorita del virrey Said parece que se adornó durante algún tiempo con un collar de Ahhotep. 
Vista frontal del buitre en el brazalete, con ángulo ligeramente oblicuo. Tomado de la publicación de H. Wolfang Müller y E. Thien, El oro de los faraones, Madrid, 2001, p. 131.

El destinó aún iba a deparar nuevas peripecias a estas joyas, que viajaron en 1862 a la Exposición Universal de Londres y en 1867 a la de París, donde Auguste Mariette era el responsable del pabellón egipcio. Allí, Eugenia de Montijo vio las joyas de Ahhotep y no tuvo reparos en pedírselas al virrey de Egipto. Mariette se enfrentó con la codiciosa emperatriz de Francia y apunto estuvo de generarse un complicado conflicto diplomático; no obstante, Mariette no se rindió y luchó por recuperar las piezas nuevamente en litigio, las retiró urgentemente del pabellón de exposiciones y tramitó su regreso al Museo de El Cairo. Desde entonces, las joyas de Ahhotep no han vuelto a abandonarlo.
Entre el magnífico tesoro de Ahhotep una de las piezas más excepcionales es un brazalete en el que destaca en su parte anterior la forma de un buitre con las alas desplegadas. Se trata de una joya de diseño sencillo, pero muy colorista y llamativa, que en su conjunto se conforma por dos partes rígidas semicirculares, que quedan unidas por unas bisagras que llaman la atención por su modernidad, siendo quizá todavía más excepcional el sistema de cierre formado por una pasador extraíble. 
Vista lateral que permite observar una de las bisagras de la joya y el tornillo extraíble

El ave se representa con sus alas extendidas y con la cabeza mostrada de perfil, proyección que realza la forma de su característico cuello y del ganchudo pico. No obstante, el resto del buitre se plasma desde un punto de vista frontal, trayendo la cola, las patas y las alas al mismo plano. La posible sensación de aplastamiento viene compensada por la elegancia del diseño y el juego cromático conseguido mediante las incrustaciones del cloisonné, que parecen emular las plumas del ave, combinando elegantemente el intenso azul del lapislázuli, el rojo de la cornalina y el luminoso brillo turquesa de la loza; un tono que, sin embargo, debido al deterioro de la pátina vidriada, ha perdido buena parte de su antiguo esplendor.
En lo que respecta a los detalles del diseño hay que destacar la forma de las incrustaciones, ya que tienen un papel muy importante en el efectismo de la joya. Por ejemplo, se puede observar que el animal carece de garras, o éstas se confunden y funden con la forma de signos chen-  XX, símbolos de la eternidad, que rematan el extremo de sus patas. Estos elementos circulares permiten situar una incrustación de cornalina, en forma de disco, en su parte interior. Otra forma circular, aunque de dimensión más reducida, aparece en una incrustación próxima al cuello, que a su vez se encuentra rodeada por una incrustación de lapislázuli que se abre como una caracola hasta conformar la cabeza (Fig. 5). Nos encontramos aquí ante un hábil recurso que ayuda a descentrar armónicamente el arranque del cuello del ave del eje de simetría y, sobre todo, le otorga su característico aspecto alargado y carente de plumaje. Mediante estas efectistas incrustaciones, además, el cuello no arranca del borde superior de la joya, permitiendo así esbozar el aspecto un tanto jorobado que inevitablemente sugiere la observación del animal y que también forma parte de sus rasgos más identificadores. A la vez, el juego reiterado con incrustaciones circulares y del mismo color, ayuda a equilibrar el cromatismo, genera ritmo visual e incrementa la armonía estética.

Kamose - 1540 – 1534
 
Wad-XPR-ra Wadjkheperre (Floreciente es la manifestación de Re)
 
kA-msi (w) Kamosis (Ka Is Born)

Uadyjeperra Kamose, o Kamose, fue el último faraón de la Dinastía XVII de Egipto, entronizado bajo el nombre de Uady-Jeper-Ra.
Es llamado por Manetón, Kamosis o kames o Kamosis. Su linaje exacto es todavía un tema de debate, aunque su pertenecencia a la familia real de Tebas es indiscutible. Para algunos especialistas, entre ellos Nicolas Grimal, él es el hijo de Seqenenre (o Tao II) y la Reina IAH-Hotep I (o Ahhotep I). Sin embargo, los egiptólogos, incluyendo Aidan Dodson Marc, argumentan que Kamosis sería hermano mayor de Seqenenre hijo de Sénakhtenrê (o Tao I) y la Reina Tétishery (o Tetisheri). Esta idea ahora cumple con la aprobación de la mayoría. Dodson (entre otros) apoya esta teoría en el hecho de que Kamosis había llevado viejas campañas militares, parece que ya antes de llegar al poder. Si bien de acuerdo con la momia de Seqenenre su padre está asumido que murió a la edad de alrededor de 35/40 años. 
Sabemos que Seqenenre tenía un hijo mayor, llamado Ahmes-Sipair (o Ahmose Ahmose-Sipair o Sapaïr), que murió antes que él, y a su muerte su hijo Ahmose era muy joven. Aidan Dodson Marc llega a la conclusión de que Kamosis era el hermano de Seqenenre y hubiera tomado el poder en lugar de su hijo sobrino. Según Hans Goedicke, la interpretación especulativa de la estela (JDE 49566) de nomarca de Edfu, Emhab, confirma la filiación de Kamosis. También hay que señalar que la mayoría de los hijos de  Seqenenre tienen el elemento "Ahmes" en su nombre, lo que hace aún menos probable que Kamosis fuera uno de sus hijos. Gitton Michel menciona que podría ser de un rama colateral. Finalmente Anne Joyce Tyldesley dice de antemano: "Cualquiera que sea su linaje es poco razonable suponer que Kamosis era el hijo de un noble guerrero extracción opta por continuar la lucha contra los hicsos. " Como vemos se está lejos de un consenso.
A Kamosis generalmente se le atribuye un reinado de tres años (el último atestigua su año de reinado), aunque algunos estudiosos se inclinan a favor de darle un reinado más largo de aproximadamente cinco años. 
Su reinado es importante en las iniciativas decisivas militares que tomó contra los hicsos, que habían venido a gobernar gran parte del Antiguo Egipto. Su padre había comenzado las iniciativas y, muy posiblemente, perdió la vida en la batalla con ellos. Se cree que su madre, como regente, continuó las campañas después de la muerte de Kamosis (también en la batalla contra los hicsos), y que su propio hermano hizo la conquista final de ellos y unió todo Egipto. 

AVARIS Y TEBAS, EN GUERRA
El escenario estaba ya preparado para la guerra; los reyes tebanos dominaban su región; Kamose había reconquistado Buhen, con lo que la ruta a las minas de oro quedaba expedita; a los nubios de Kerma se les había hecho retroceder hacia el sur; y una armada se tenía ya preparada para la guerra. Tal como lo pone Kamose: “Me enfrentaré a él y puede que le abra el vientre en canal; pues es mi deseo rescatar a Egipto y expulsar a los asiáticos”. 

La mayoría de nuestras fuentes bélicas proceden del lado tebano y, como era de suponer, muestran a los tebanos como los protagonistas más fuertes y beligerantes. La guerra debe de haber durado al menos treinta años, ya que sabemos que el faraón Seqenenra Taa, el padre de Ahmose, luchó contra los Hyksos, pero que Avaris no fue tomada hasta los años de reinado entre el 18 y el 22 de Ahmose. Después del saqueo de la ciudad, inmediatamente o no, Ahmose partió con su armada hacia Palestina en una campaña que culminaría en un asedio de tres años, cerca de Gaza. Se suele dar por hecho que Sharuhen fue el último baluarte de los Hyksos, pero sobre este punto, las fuentes permanecen mudas.
Esta guerra no se libró de forma continuada: las campañas eran de corta duración y los ejércitos, comparados con los modernos, eran reducidos. Ahmose, hijo de Ibana, un importante oficial militar que sería enterrado en Elkab, en una tumba cavada en roca, describe cómo dio muerte a dos hombres y capturó a otro  en batallas en las inmediaciones de Avaris que para él eran lo suficientemente valiosos como para poder optar a las recompensas en oro prometidas por propio faraón.
Se sabe de un primer incidente que tuvo lugar durante el reinado de Seqenenra Taa, que ahora se piensa que Senakhtenra Taa y él eran la misma persona. Un papiro escrito durante el reinado del soberano de la Dinastía XIX, Merenptah (1.213-1.203 a.C.), unos 350 años más tarde, conserva fragmentos de una supuesta historia sobre el primer altercado entre Seqenenra y Apepi. Se dice que se inició con una protesta de Apepi de que el ronquido de los hipopótamos de Tebas lo mantenían despierto. A Seqenenra se le describe como el “Príncipe de la Ciudad del Sur”, mientras que Apepi es "Rey" (nesu), a quien todo Egipto pagaba tributo. La historia se interrumpe cuando Seqenenra convoca a sus consejeros, pero la estructura de la narrativa es tan cercana a la de los textos de Kamose, que parece como si este incidente fuese el preludio de la batalla.
Deir el-Ballas, yacimiento de un asentamiento construido sobre tierra virgen al borde del desierto, a unos 40 km de Tebas, nos ofrece alguna evidencia adicional de la actividad militar desplegada durante el reinado de Seqenenra. La interpretación del Arqueólogo norteamericano George Reisner (1867-1942) en 1900, y más recientemente estudiada (1980-86) por el Dr. Peter Lacovara, Director de Arte Egipcio, Nubio y Oriente Próximo, del Museo “Michael C. Carlos”, no es clara, pero la fecha de la primera fase del yacimiento, los reinados de Seqenenra Taa, Kamose y Ahmose, no presentan dudas.
Durante el reinado del propio Seqenenra, se construyó un palacio dentro de un enorme recinto amurallado. Como el resto de edificios de Ballas que han sobrevivido, estaba hecho de adobe, con los marcos de la puerta y las columnas de piedra caliza. Estaba formado por una serie de patios y un largo corredor de entrada alrededor de una zona central elevada donde, se supone, se alzaban los apartamentos privados reales. Las paredes iban pintadas en un estilo burdo, con escenas que mostraban escenas de hombres y armas, decoradas con baldosas de fayenza. Hacia el oeste, había un recinto con grandes corrales.
Al otro lado del muro del recinto amurallado, había grupos de grandes casas privadas muy dispersas; un grupo de casas más pequeñas dispuestas de modo aleatorio para los trabajadores; una zona abierta para preparar los alimentos; y un taller textil. En el extremo sur más alejado, en una colina que dominaba el río y rodeaba el desierto, había una plataforma que servía de soporte a un edificio, ahora destruido, al que se tenía acceso mediante una monumental escalera. Parece muy probable que se tratase de un puesto de observación militar.
Entre la cerámica de Ballas había una gran cantidad de productos “Kerma”; especialmente los tipos utilizados para cocinar y para la conservación de alimento. No existen dudas de que gran cantidad nubios de Kerma vivían allí junto a los egipcios. Parece difícil evitar llegar a la conclusión de que el propósito de este asentamiento, construido deliberadamente en un lugar remoto, fue militar; quizás con la intención de reunir un ejército que estuviese compuesto de un gran contingente de nubios.
El examen de la momia de Seqenenra muestra que falleció de forma violenta. La frente presenta un corte de hacha horizontal; los pómulos están hechos añicos y la parte posterior del cuello muestra la huella de una puñalada. Se ha argumentado que la forma de la herida de la frente sólo coincide con la de un hacha del tipo de las de la Edad de Broce Medio, similar a las encontradas en Tell el-Dab’a. Las hachas egipcias, como las que se ven representadas en las paredes del palacio de Ballas, tienen forma diferente.
Ésta evidencia representa, hasta ahora, la que más nos cuenta de una importante batalla contra los Hyksos que habría tenido lugar durante el reinado del faraón; una en la que el propio rey sería brutalmente aniquilado. El ángulo de la puñalada sugiere que el faraón ya estaba boca abajo cuando fue sacrificado.
Kamose sucedió a Seqenenra Taa. Se suele afirmar que era hijo del faraón, hermano mayor de Ahmose, pero en realidad no se sabe quiénes eran sus padres, y su ataúd no lleva ningún uraous, el emblema real. Sólo hay testimonio del tercer año de reinado de Kamose en la estela de Karnak y en la inscripción de Buhen. Ambas expediciones a Buhen y a Avaris tuvieron lugar antes o durante el tercer año de reinado; el primero precediendo al segundo.
Kamose fue un guerrero; “Kamose el Bravo” era uno de sus más usados epítetos, aunque es probable que muriese poco después del año 3. Sin embargo, su culto funerario, asociado con el de Seqenenra Taa, perduró hasta la era ramésida; al menos una de sus estelas en Karnak permaneció en pie durante más de 200 años después de su muerte.
Utilizando los textos de las dos estelas de Kamose y la copia casi contemporánea encontrada en una tabla para escribir en una tumba de Tebas, podemos reconstruir su expedición a Avaris. Hipérbole aparte, esta campaña fue lejos de ser definitiva  quizás no dejó de ser algo más que una incursión  porque que la destrucción final de Avaris no tuvo lugar hasta más de veinte años más tarde, y porque el oponente de Kamose era Aauserra Apepi, el más poderoso y longevo de los reyes Hyksos.
Kamose partió primero de Tebas hacia el norte, con su ejército y su armada, habiendo enviado antes una avanzadilla de exploradores con objeto de reconocer la posición de las guarniciones enemigas. El saqueo de Nefrosis, al norte de Cusae, está descrito gráficamente: “como leones con su presa, así fue mi ejército con los sirvientes, con su ganado, con su leche, con su manteca y su miel, repartiendo sus posesiones con el corazón pleno de júbilo”.
Conforme avanzaba hacia el norte, interceptó en Sake (el-Mes) un mensajero enviado por Apepi al rey de Kush, lo que hizo que enviase soldados al Oasis Vaharina para que cortasen las comunicaciones y para “prevenir que el enemigo se posicionase a mis espaldas”. Le sigue un espacio en blanco hasta que Kamose alcanza Avaris, donde despliega su flota por los accesos hídricos que rodean la ciudad a fin de conseguir un bloqueo, mientras patrulla las riberas del río para prevenir un contraataque.
Nos describe cómo las mujeres de palacio observaban detenidamente desde el baluarte a los egipcios como “pequeñas lagartijas saliendo de sus escondrijos”. Luego le sigue la tradicional perorata jactanciosa a Apepi: “Cuidado, estoy bebiendo el vino de tus viñas… Estoy arrasando tu residencia palaciega, talando tus árboles”, y una lista del pillaje que estaba llevando a cabo. A pesar de la rimbombancia, está claro que Avaris no fue atacada, y Apepi se negó a atacarle. Los textos de Kamose terminan con el feliz regreso del rey: “todos los rostros brillaban de alegría, la tierra era rica, la ribera del río estaba emocionada, y Tebas estaba de fiesta”. 
Desde nuestra actual perspectiva es difícil juzgar cuál fue el daño infringido a los Hyksos por la campaña de Kamose. Todos sus logros tuvieron que repetirlos su sucesor, y el almirante, Ahmose, hijo de Ibana, no hace mención alguna a Kamose, aunque su padre y él mismo sirvieron sucesivamente en las flotas de batalla de Seqenenra Taa y Ahmose. No hubo ningún inmediato seguimiento por parte tebana y pasaron al menos once años hasta que un ejército bajo Ahmose se abrirse camino luchando hacia el norte.
La razón de esta tregua fue que, tanto Kamose como su oponente Aauserra, habrían fallecido. Le sucedieron Ahmose y Khamudi, respectivamente. Ahmose era un muchacho, y el reino lo mantuvo unido la Reina Madre, Ahhotep. Los epítetos que se les dedican son únicos: “la que ama a Egipto; y cuida de sus soldados… ha hecho regresar a los fugitivos, y recogió a los desertores; ella pacificó el Alto Egipto, y arrojó a los rebeldes”.
La última fase de la guerra fue en el undécimo año de reinado de un faraón desconocido, a veces identificado como Ahmose, otras como Khamudi. La evidencia consiste en fragmentos de notas que aparecen en el reverso del Papiro Matemático de Rhind. El anverso se copió en el año 33 del reinado de Aauserra Apepi, en una región donde los acontecimientos se dataron por los años de reinado de los reyes Hyksos; la alta especialización del tema y la alta calidad del papiro hacen sugerir que fuese Menfis su lugar de origen. En el reverso aparecen unas notas: “Año 11 de reinado, segundo mes del shemu se entró en Heliópolis; primer mes del akhet, día 23  el Príncipe del Sur penetró en Tjaru. Día 25 – se rumorea que se habría entrado en Tjara”. Tjaru puede ser identificada como la fortaleza de Tell el-Habua, y  en opinión del que escribe el “Príncipe del Sur” se debe identificar con Ahmose, mientras que el año 11 pertenece a Khamudi, cuyo nombre, sin años de reinado, aparece en el Canon de Turín.
La estrategia de Ahmose parece que consistía en evitar Menfis y atacar Heliópolis, y, luego, tres meses más tarde, a mediados de octubre, cuando el nivel del agua de la inundación hubiese empezado a bajar, sus hombres y sus carros de combate podrían penetrar de nuevo en el valle y atacar Tell el-Habua, lo que produciría el efecto de cortar a los Hyksos de una retirada hacia Palestina, atravesando el norte del Sinaí.
Disponemos de tres fuentes contemporáneas de la campaña: una, la biografía de Ahmose, hijo de Ibana; dos, la evidencia física de Tell el-Dab’a; y tres, fragmentos de un relieve narrativo procedente del templo de Ahmose en Abydos. Ahmose, hijo de Ibana, lógicamente se centra más en su propio rol, lo que hace que su perspectiva sea más subjetiva y, por tanto, limitada pero, por otra parte, totalmente libre de la postura grandilocuente de los textos Kamose. Los relieves de Abydos sobre Ahmose, descubiertos en 1993, por otra parte, nos invitan a una fugaz mirada a sus protagonistas: los caballos de los carros de guerra de los egipcios; la flota de guerra real; los soldados destruyendo las cosechas; un cautivo Hyksos que muestra una cabeza totalmente rapada, barba de varios días, y una soga alrededor del cuello; un guerrero Hyksos con el brazo levantado, vestido con una prenda plisada, de mangas largas; y un caos de cuerpos que luchaban y caían. El relieve puede incluir episodios de las últimas campañas del faraón en Siria y Palestina, pero el centro de la narrativa nos habla de una flota de guerra, y esto sólo se puede referir al asedio de Avaris.
Ahmose, hijo de Ibana describe una serie de episodios en Avaris y, puesto que desconocemos la duración de las campañas desde el asedio al saqueo, su relato puede contener eventos que se extienden a lo largo de varios años. Su estilo narrativo directo sugiere de forma contundente que los acontecimientos que se reseñan guardan un orden cronológico. Si se acepta este razonamiento, se puede reconstruir la campaña de la siguiente forma:

Ahmose, hijo de Ibana, forma parte de la tropa de soldados de la nave “Nothern” quizás la nave real  que capitanea la flota de guerra. Llegan a Avaris y, después de una batalla, el faraón comienza el asedio. Mientras esto ocurre, el ejército lucha para pacificar las zonas colindantes. Ahmose, hijo de Ibana, es designado a una nueva nave, muy apropiadamente bautizada como “El Levantamiento de Menfis”, que lucharía en las aguas de Avaris, aniquilando al enemigo. Le quedaba aún por luchar en dos frentes: uno, “de nuevo en este lugar – presumiblemente Avaris y otro al sur de la ciudad”. Sólo después de estas escaramuzas, informa de forma lacónica: “Avaris fue saqueada y de alli me traje yo mi recompensa: tres mujeres… Su Majestad me las dio como esclavas". 

El historiador judío Josefo consideraba a los Hyksos como los fundadores de Jerusalén, de ahí que su versión de Manetón incluya una detallada información de los acontecimientos una vez que fueran expulsados de Egipto por Ahmose. Sobre el asedio de Avaris dice: “Ellos (los Hyksos) cercaron (Avis) con un alto y grueso muro que protegía posesiones y recompensas. El faraón egipcio intentó mediante el asedio que se rindiesen bloqueando la fortaleza con un ejército de 480.000 hombres. Finalmente, desesperado, levantó el sitio y acabó firmando un tratado mediante el cual los Hyksos se comprometían a abandonar Egipto”.
La evidencia del propio Avaris tiende a confirmar esta imagen de éxodo masivo más que la de una matanza posterior a la victoria de Ahmose. Se aprecia una ruptura en todo el yacimiento entre los últimos estratos Hyksos y los de principios de la Dinastía XVIII, en su mayor parte por la aparición de un nuevo repertorio cerámico. El mismo fenómeno aparece igualmente en Menfis, como ya hemos podido ver. Después de esta ruptura, no hay evidencia alguna de ninguna otra ocupación por pueblos con mezcla de las culturas egipcia y de la Edad de Bronce Medio mientras que en algunas partes del yacimiento, la ocupación cesó de forma repentina.
Por otra parte, el culto a Seth, reteniendo los atributos de un dios-de-la-tormenta sirio, continuó, y se extendió durante el Imperio Nuevo. Los últimos estratos Hyksos, como hemos podido ver, fueron testigos de la mayor expansión de la ciudad, y de la construcción de inmensas fortificaciones defensivas. Puede que éstas hubiesen sido ejecutadas durante el reinado del faraón Khamudi, pero no habrían sido suficientes.

Es posible encontrar alguna explicación de la derrota por una pista que nos inclina a pensar que, cuando el asalto final tebano se llevó a cabo, el guerrero ideal de élite para los Hyksos no se correspondía en nada con la realidad. Las hachas y dagas de guerra del estrato D/3 eran de cobre sin aleación, mientras que las de los estratos anteriores eran de una aleación de bronce y latón, lo que redundaría en un arma con un filo cortante de calidad muy superior. Se ha llegado a sugerir que la interrupción del suministro de latón debe descartarse, y que la explicación se encuentra más bien en un cambio en las funciones de las armas; de un uso práctico a uno de estatus y representación. En contraste, las armas del mismo período del Alto Egipto estaban fabricadas con una aleación de bronce y latón lo que habría dado a los tebanos una clara ventaja en los combates cuerpo a cuerpo.
Generalmente se da por hecho que los Hyksos introdujeron el caballo y el carro de combate, al no haber evidencia de lo contrario durante el Imperio Medio, mientras que aparecen a principios de la Dinastía XVIII. En Tell el-Dab’a, tampoco hay evidencia de carros de combate, y la evidencia de presencia de restos óseos de caballos es ambigua. Sin embargo, en Tell el-Habua, un esqueleto completo encontrado en un contexto de finales del Segundo Período Intermedio, ha sido identificado positivamente como el de un caballo. Los textos de Kamose hablan de los caballos del enemigo y los equipos de carros de combate de Avaris, como parte del botín de Kamose, lo que podría explicar su introducción en el Alto Egipto. En los relieves de Ahmose, en Abydos, aparecen caballos, y caballos enganchados a carros de combate; aún más, los carros de combate no son simples prototipos, sino que son exactamente comparables a los que aparecen en el templo mortuorio de Tutmosis II.
A pesar de la derrota de los Hyksos, la baladronada de la Reina Hatshepsut “He expulsado la abominación de los dioses, y la tierra ha borrado sus huellas”, ha sido refutada gracias al esmerado trabajo realizado por el Profesor Manfred Bietak, Arqueólogo austriaco, y su equipo en Tell el-Dab’a. El Profesor Bietak es actualmente Profesor de Egiptología en la Universidad de Viena, y Director del Instituto Austriaco de Arqueología en El Cairo. Se le conoce principalmente por su labor como director de dos excavaciones en el Delta de El Nilo: Tell el-Dab’a y Piramesse. Es responsable del descubrimiento de la enorme tumba de Ankh-Hor, Mayordomo Mayor de la Divina Esposa de Amun Nitokris I (Dinastía XXVI).

Las estelas de Kamose
Ya en 1916, Sir Alan Gardiner dijo que la Primera Tablilla Carnavon debía ser copia de una estela conmemorativa. Diecinueve años después, su tesis se confirmó cuando los egiptólogos franceses Lacau y Chévrier trabajaban en el Tercer Pilono de Karnak. Allí hicieron un importante hallazgo: dos fragmentos de estela. La menor de ellas se encontró en 1932 y en ella vieron la palabra Neferusi, la ciudad conquistada por Kamose.
En 1935 apareció el fragmento de mayor tamaño. Su perfil, ligeramente curvo, permitió deducir que pertenecía a una estela, pero lo más importante es que las primeras líneas se refieren al año 3 de un Horus que aparece sobre su trono. En el último renglón se podía ver un cartucho con el nombre de Kamose. Coincidía exactamente con la tablilla hallada por Carter y Carnavon.

En 1939 Lacau publicaba una reconstrucción de la estela con los fragmentos hallados en Karnak y la Tablilla Carnavon. Por tanto, efectivamente, Kamose había hecho erigir al dios dinástico Amón una estela que conmemoraba sus victorias sobre los hicsos.













En julio de 1957, de nuevo Chévrier estaba trabajando en Karnak, en el pórtico de entrada a la Gran Sala Hipóstila y allí halló los fragmentos de dos estatuas colosales de Pinudjem y Ramsés II, que hoy están a cada lado de la puerta.
La base del coloso de Ramsés estaba formada por varios bloques. Dos de ellos tenían decoración: uno era parte de un pilar de Thutmose IV y otro era una estela completa. Esta estela que servía de soporte al coloso narraba las guerras de liberación de Egipto. Se la conoce como la Segunda Estela de Kamose y hoy se encuentra en el Museo de Luxor. La parte posterior conserva aún restos de una decoración con los cartuchos de Senuseret I, porque la Segunda Estela de Kamose se realizó sobre una losa de un pilar de una capilla de este rey del Reino Medio. En esa parte posterior hay también un grabado que representa a un hombre en actitud de adoración, seguramente hecho después de la estela y como signo de admiración por las hazañas de Kamose.



Segunda Estela de Kamose en Luxor
La estela tiene la forma tradicional redondeada por arriba. En esa parte redondeada se representa el disco solar con alas abiertas que cubren la superficie superior. Del disco penden dos uraeus y a cada lado la misma inscripción: El Señor del Cielo Behdet. Debajo hay un texto de treinta y ocho líneas horizontales, con algunos restos de color: los jeroglíficos eran azules y las líneas de separación rojas.
Comienza con una frase cortada que es parte de una alocución de Kamose maldiciendo a Apopi y a los habitantes de Avaris, por lo que, evidentemente, el texto de la Segunda Estela de Kamose es una continuación de la narración de las primeras etapas de la guerra. Describe su avance por el río conquistando varios lugares hasta llegar a Avaris. Y aquí viene uno de los pasajes más expresivos del texto:
Observé a sus mujeres en la parte superior de sus palacios mirando por sus ventanas la orilla, sin mover sus cuerpos cuando me vieron. Asomaban sus narices sobre sus muros como las crías de los lagartos en el interior de sus agujeros diciendo: Es un asalto.
Este párrafo supone que Kamose se acercó tanto a Avaris que pudo contemplar el horror de las mujeres asomadas a los palacios. Los informes de Bietak sobre Tell el-Daba hablan del descubrimiento de los cimientos de una ciudadela que quizá sea la edificación referida por Kamose.
Continúa después con la relación del botín capturado en las tierras circundantes: oro, lapislázuli, bronce, incienso, miel, diferentes maderas, además de esclavos. 
La narración no sigue un orden cronológico y Kamose vuelve atrás para contar un hecho decisivo sucedido antes del inicio de la campaña:
Capturé un mensajero más allá del oasis viajando al Sur hacia Kush con un documento que le encontré que decía por escrito:
De la mano del gobernante de Avaris, Auserre, el hijo de Ra Apopis, dice: Saludos a mi hijo el gobernante de Kush. ¿Por qué te has alzado como gobernante sin hacer que yo lo supiera?. ¿Es que no has visto lo que Egipto ha hecho contra mí?. El gobernante que está allí, Kamose, me está atacando en mi territorio y yo no le he atacado en la forma en que él lo ha hecho contra ti. Ha escogido para dañarlas las Dos tierras, mi tierra y la tuya y las ha devastado. Ven hacia el Norte, no temas. No voy a permitirle el paso hasta que hayas llegado. Entonces nos repartiremos las ciudades de este Egipto y nuestras Dos tierras se alegrarán.

El mensajero de Apopi, que llevaba una propuesta de alianza al rey de Kush para destruir a Kamose, es capturado más allá del oasis. Esto, seguramente, significa que el enviado fue interceptado en un camino que pasaba por los oasis. El más importante de tales caminos es el conocido actualmente con el nombre de Darb el- Arbain, que comienza en Assiut, pasa por el oasis de Harga y termina en Darfur, en Sudán. Probablemente fue esta la vía utilizada por el mensajero de Apopi.
De las palabras del rey hicso al de Kush yo no le he atacado en la forma en que él lo ha hecho contra ti, se deduce que Kamose ya había realizado una campaña en el Sur, en Nubia, antes de comenzar la del Norte contra los hicsos.
Desde la Dinastía XIII el gobierno egipcio había renunciado al control sobre Nubia, pero no habían dejado de relacionarse con esta zona. En Buhen los restos de cuya fortaleza están hoy bajo las aguas de la gran presa, se han hallado varias estelas de las Dinastías XV y XVII que indican que los egipcios sirvieron como mercenarios a los gobernantes de Kush, a los que se dirigen con el título de Rey. Debemos suponer, por tanto, que los mandatarios nubios de este periodo habían alcanzado gran poder, como también lo demuestra la carta de Apopi.
Kush debía haberse convertido en un reino de considerable importancia, equivalente al de los hicsos en el Norte. En la Alta Nubia, el Sur, las excavaciones nos han dado a conocer la capital de estos reyes: Kerma. El edificio más importante de la ciudad, muy cercano al río, es un castillo de ladrillo llamado Deffufa Occidental. Tiene forma de L y mide unos 18 m de altura. Contra esta fortaleza debió dirigirse Kamose antes de ir a Avaris, reiniciando así el control egipcio sobre Nubia.
En Kerma, detrás del castillo, se ha hallado un cementerio de tumbas de túmulos en los que uno de los muertos apareció en la cámara funeraria rodeado de sus efectos personales y de doce cuerpos humanos, casi todos de mujeres, y también restos de carneros. Todos ellos parecen estar relacionados con sacrificios rituales. Este enterramiento debía corresponder a uno de los reyes contemporáneos de los hicsos y de la Dinastía XVII. El rey de Kush al que se dirige Apopi era precisamente uno de estos gobernantes de Kerma, lugar en el cual se había creado una potente cultura en la que no faltaban muchos elementos egipcios y que se desarrolló gracias al comercio del oro de Nubia.
La entrada en el territorio de Avaris no debió de ser más que un alarde, pues Kamose no conquistó la capital hicsa. Si Kamose no culminó la conquista, fue, seguramente, por su temprana muerte. Su momia fue hallada en 1857 en un sarcófago rishi en Dra abu el-Naga. Al abrirlo, el cuerpo prácticamente se descompuso, lo que no ha permitido conjeturar sobre las causas de su fallecimiento.
La Primera y la Segunda estela de Kamose no forman una pareja monumental. La Segunda no tiene fecha ni titulatura y comienza en medio de un discurso de Kamose, lo que hace suponer que es continuación de otra lápida, hoy perdida. 
Seguramente, la Primera se hizo en vida del rey y la Segunda tras su muerte. Ambas se colocaron en el Templo de Amón en Karnak. La Segunda debió permanecer en ese lugar hasta finales de la Dinastía XVIII, pues muestra restos en el nombre de Amón de haber sido borrado y restaurado después, lo que supone que los seguidores de Atón la mutilaron y Tutanjamon u Horemheb la restauraron cuando, de nuevo, se impusieron las antiguas creencias. Parece que la Primera Estela se encontraba en el interior de un santuario, mientras que la Segunda y su pareja se hallaban a ambos lados de un pilono en el camino procesional. Allí las mandó erigir Kamose, hecho con el cual el rey vinculó definitivamente al dios Amón el destino de la Dinastía tebana.

El hombre que recibió de Kamose el encargo de erigir sus estelas se llamaba Neshi:
Noble, gobernador, el que está sobre los secretos del Palacio, Jefe de la Tierra entera, portador del Sello del Bajo Egipto, Conductor de las Dos Tierras, Supervisor de los Amigos, Supervisor del Tesoro, el de Fuerte brazo, Neshi.
Nunca un personaje ha tenido tanta relevancia en una estela real. No sólo aparece su imagen al final de la inscripción, sino también una extensa relación de sus títulos y cargos. Neshi utilizó muy diversos recursos estilísticos que convierten a la Segunda Estela de Kamose en una joya de la creación literaria egipcia, porque no es una estela al uso, es una auténtica composición literaria.

Parte de su originalidad estriba en que está narrada en primera persona, algo que los faraones sucesores de Kamose, excepto Thutmose III, no volverán a hacer a la hora de relatar sus hazañas. Lo más interesante de este texto es la utilización tanto del lenguaje coloquial como del culto, correspondiendo ambos a la lengua hablada y escrita en el momento de su redacción, es decir, durante los comienzos de la Dinastía XVII en Tebas. Nunca más veremos este lenguaje en textos monumentales, ya que con los sucesores de Kamose se abandonó para utilizar otro arcaizante que había sido característico del Reino Medio.
Neshi, además de tesorero, sin duda fue soldado, como indican epítetos y títulos tales como Conductor de las Dos Tierras o De fuerte brazo, y debió acompañar a su rey en la campaña contra los hicsos, al igual que otros contemporáneos.

INSCRIPCIÓN DE Kamosis en Karnak 
Los siguientes dos inscripciones pretende ser rey Kamosis cuenta de su lucha para la reunificación de Egipto al final del Segundo Periodo Intermedio. Padre Kamosis, el Seqenenre Tao, había sido rey de los alrededores de Tebas, que se convirtió en el cuartel general de su esfuerzo bastante exitoso para recuperar el control del valle del Nilo a partir de la monarquía hicsos extranjero, en ese momento representada por el Apophis envejecimiento (llamados Apopy en el inscripción). Kamosis tomó la reconquista de papá, con el tiempo empujando el rey hicsos hacia su capital, Avaris, en el delta del Nilo Occidental. Apophis trató de extender la guerra a un segundo frente, haciendo un llamamiento a la gobernante de Kush, en la frontera sur de Egipto, para atacar Kamosis hacia atrás. Como indica la inscripción, plan de Apophis no tuvo éxito. Regla Kamosis fue bastante breve, y su sucesor Ahmose fue el que finalmente logró forzar a los hicsos de Egipto y Egipto re-unificar bajo una monarquía egipcia. 
Considere lo siguiente: 
¿por qué Kamosis atacar a los asiáticos? ¿Es su motivación típica de todos los egipcios en ese momento? en base a qué es lo que otros no están de acuerdo con sus planes? 
¿cómo se las arreglan para tener éxito Kamosis? cómo es la victoria representado en las inscripciones? 
68. Kamosis I (Helck, 1975a;. 82ff, n º 119).

(1) "año de reinado 3 de Horus, el que ha aparecido en su trono, The-Dos señoras, monumentos repetición; Horus-de-Oro, que pacifica las Dos Tierras, Rey del Alto y Bajo Egipto [Wadj]-Kheper - [re, hijo de Re] Kamose, vida dada, amado por Amenre Señor de los Tronos de las Dos Tierras, como Re eternamente y para siempre (2) Un nativo poderoso rey de Wese, Wadj-[kheper]! - re, vida dada para siempre, aunque sea un buen rey! es re [que hace] él mismo rey, y que la victoria autorizada por él en verdad! 
Su Majestad habló en su palacio a su consejo de magistrados que estaban en (3) el tren: '¿Para qué puedo saber mi (propia) fuerza? Un jefe está en Avaris, otro en Kush, y me siento (en este caso) se asocia con un asiático y un nubio! Cada hombre tiene su tajada en este Egipto y para que la tierra se divide conmigo! (4) Nadie puede pasar por ella en cuanto a Memphis (aunque es) de agua egipcio! Véase el (aún) no tiene Hermópolis! Nadie puede estar a gusto cuando se ordeñan por los impuestos de los asiáticos. (5) Voy a luchar con lo que yo podría aplastar su vientre, (por) mi deseo es rescatar a Egipto, que los asiáticos han destruido. 
Entonces hablaron a los magistrados de su consejo: "Mira, en cuanto a Kos es agua asiático, y han sacado la lengua de un acuerdo. Estamos haciendo todo bien con nuestro (parte de) Egipto: Elefantina es fuerte, y el interior es con nosotros en cuanto a Kos. Su tierra se cultiva libre para nosotros y nuestro ganado pastar en los pantanos de Delta, mientras que el maíz es enviado por nuestros cerdos. Nuestro ganado no han sido incautados, y [É] no han sido probado Él tiene la tierra de los asiáticos, tenemos Egipto. Sólo cuando viene uno que [actúa contra nosotros] debemos actuar contra él. 

Pero alborotaron corazón de Su Majestad. 
"En cuanto a su consejo [É] [EOP] opuesto a mí. El que divide la tierra con mi nunca me va a respetar  [É] los asiáticos que (9) [É] con él. Voy a navegar hacia el norte a participar a los asiáticos y el éxito vendrá! Si tiene la intención de estar a gusto en el [É] su llanto los ojos y toda la tierra [É]! ' (10) 
El poderoso gobernante de Tebas, Kamosis el protector fuerte, de Egipto.
Yo navegó hacia el norte en mi poder para repeler a los asiáticos a través del comando de Amón, exacto-de-abogado, y con mi ejército valiente (11) ante mí como una llama de fuego y el Medjay  arqueros a-leídos nuestra lucha contra las copas en la búsqueda de los asiáticos con el fin de destruir sus lugares. Oriente y Occidente le ofrecía su abundancia, (12) y el ejército se aprovisiona en todas partes. Me envió los batallones poderosos de Medjay, mientras me pasaba el día en el [É] con el fin de invertir [É] (13) Tety hijo de Pepi en medio de Nefrusy. Yo no iba a dejar escapar, una vez que había repelido a los asiáticos que habían desafiado a Egipto, por lo que podría convertirse en un nido Nefrusy de asiáticos. Pasé (14) la noche en mi barco, mi corazón feliz, y cuando amaneció yo estaba sobre él como si se tratara de un halcón. Cuando llegó la hora del desayuno me lo derrocaron haber destruido sus murallas y sacrificados a su pueblo, e hizo su esposa descender al banco (15) río. Mi ejército actuó como leones con su botín - bienes muebles, ganado, miel grasa, - dividiendo sus cosas, su alegre corazón. El distrito de Nefrusy (16) descendió (en la presentación): no nos llevará mucho tiempo hasta que su [É], fue encerrado en [lugar desconocido] estaba desierta cuando me acerqué [?]. Los caballos habían huido en el interior, y la patrulla fronteriza [É] los que habían pasado la noche en el valle, sus bienes e [resto perdido] 
69. Kamosis II (Habachi 1972)

(1) "" Las malas noticias son en su pueblo: que son conducidos en presencia de su ejército, y su autoridad está restringida - en la medida en que, en su calidad de soberano, me han hecho un jefe - de manera que (ahora) usted debe (incluso) ruego (2) para el bloque en el que caerá. Mira detrás de ti! Mis soldados son una amenaza detrás de usted. Las señoras de Avaris no concebirá, sus corazones no se movió (3) en el medio de su cuerpos, cuando el grito de guerra de mis tropas se oye! ' 
Puse en Per-djedken, con el corazón feliz, para que yo pudiera dejar (4) Apopy experimentar un mal momento, ese príncipe sirio con los brazos débiles, que concibe las cosas valientes que nunca vienen sobre para él! Llegué a Yenyet-(5) of-the-sur-viaje, y crucé hacia ellos para saludarlos. Puse la flota (ya) equipado en orden, uno detrás del otro, para que yo pudiera tomar la iniciativa, estableciendo el curso, con mi (6) bravos, volando sobre el río al igual que un halcón, mi buque insignia de oro en su cabeza, algo así como un ser divino en su parte delantera. (7) Hice el barco puede transportar en el borde del cultivo, con la flota detrás de él, ya que los desarraiga gavilán (plantas) en los pisos de (8) Avaris! 
Divisé a sus mujeres sobre su techo, mirando por las ventanas hacia el puerto. Sus estómagos no revuelto, ya que (9) me vio, atisbando desde sus aspilleras en sus paredes como la cría de animales INH en sus agujeros, diciendo: él (10) es rápido! 
¡He aquí! Yo he venido, un hombre de éxito! Lo que queda en mi poder, y mis prospera riesgo! Como poderoso Amón perdura, no voy a dejarte, no voy a permitir que (11) para recorrer los campos, incluso cuando no estoy (aquí) con usted! ¿Su corazón no, oh vil asiático? ¡Mira! Yo bebo el vino de sus viñedos (12) que los asiáticos quienes capturaron presionado para mí. Me han destrozado su edificio de descanso, me han cortado los árboles, me han obligado a sus mujeres a las bodegas de los buques (13), he aprovechado [sus] caballos, no he dejado un tablón a los cientos de barcos de cedro fresco que estaban llenos de oro, lapislázuli, plata, turquesa, (14) sin número hachas de bronce, por encima de la moringa, aceite, incienso, grasa, miel, mimbre, madera de caja palos, y todas sus (15) maderas finas - todos los productos finos de Retenu  - He confiscado todo! No he dejado una cosa a Avaris a su (propia) indigencia: el asiático ha muerto! (16) ¿Su corazón no, oh vil asiático, tú que solía decir: "Yo soy el Señor sin igual de Hermópolis a Pi-Hathor sobre el agua Rekhty. (17) (En cuanto a) Avaris de los Dos Ríos, me lo puso sin perder habitantes, que destruyeron sus pueblos y quemaron sus casas para enrojecida arruinar montones de (18) para siempre, a causa de la destrucción que había causado en el medio de Egipto,: los que habían dejado el prestar atención a la llamada de los asiáticos, había abandonado Egipto su amante!

Capturé (19) a su mensajero en las tierras altas oasis, cuando se dirigía hacia el sur hasta Kush con un despacho escrito, y encontré en él lo siguiente, escrito por la mano del Soberano de Avaris: (20) «[e] hijo de Ra, Apophis saluda a mi hijo el príncipe de Kush. ¿Por qué ha surgido como gobernante sin avisarme? ¿Usted (21) ver lo que Egipto ha hecho conmigo? La regla que está en medio de ella - Kamosis el Poderoso, vida dada! - Me está empujando mi (propia) de la tierra! No le he atacado en modo alguno comparable a (22) todo lo que ha hecho con vosotros, sino que ha cortado las dos tierras a su pesar, mi tierra ya los suyos, y él los ha hackeado. Vamos hacia el norte! No te contengas! (23) Véase, está aquí conmigo: No hay quien haga frente a ti en Egipto. Mira, yo no le dará una salida hasta su llegada! Entonces (24) se dividen las ciudades de Egipto, y [Khent]-hen-Nofer  estará en la alegría. " 
Wadj-khop-rica-the-mighty-Punisher-de-fechorías.

(25) "Me tomó posesión de ambos desiertos y Southland, y los ríos de la misma manera, y no hay manera fue la de la E (?). Nunca estoy laxa con respecto a mi ejército - el hombre en cuestión (26) no ha desviado la atención - Me temía incluso cuando yo estaba navegando hacia el norte, antes de haber luchado, antes de que lo alcanzado! Cuando vio mi llama él ganará a un camino hasta Kush (27) en busca de su libertador. (Pero) me agarró  en el camino y no dejes que llegar. Entonces yo lo había tomado de nuevo para que se le devuelva de nuevo, y puesto en libertad en el lado este (28) en Atfih.  Mi victoria sorprendió a él ya sus miembros estaban arruinado, cuando su mensajero le relató lo que había hecho hasta el barrio de Cynopolis que había sido su (29) posesión. Despaché mi batallón fuerte que estaba en marcha para destruir Djesdjes (mientras yo estaba en Sako), para evitar (cualquiera) son las fuerzas enemigas (30) detrás de mí. Así que les fue confiado y feliz al sur, destruyendo a todos los enemigos que estaban en mi camino! " 

¡Qué feliz y vuelta para la vida Ruler (31)! prosperidad! felicidad! con su ejército delante de él! No tenían ninguna baja, ni nadie culpar a su compañero, ni llorar sus corazones! Yo amarrado en casa durante la temporada de (32) Inundación, todo el mundo estaba con los ojos brillantes, la tierra tenía una comida abundante, la orilla del río estaba resplandeciente! Tebas era festivo, las mujeres y los hombres habían salido a ver (33) me, cada mujer abrazó a su vecino, nadie estaba llorosa. [Amón] incienso (quemado) en el santuario, en el lugar donde (34) se dice: "¡Reciba cosas buenas" ya que otorga la cimitarra al hijo de Amón vida! prosperidad! la felicidad, la perdurable rey Wadj-kheper-re, hijo de Ra, Kamosis-the-poderoso, vida dada, (35) que sometió el sur y se dirigió de nuevo al norte, que se apoderó de la tierra por la fuerza - la vida dada, la estabilidad , el dominio y la felicidad con su ku como Re eternamente y para siempre! 

(36) Su Majestad ordenó el príncipe heredero y el recuento, maestro de la materia Privado de los reyes de la casa, el jefe de toda la tierra, el sello portador del rey del Bajo Egipto (?) 'Star-of-the-Two -Tierras ', el dux, supervisor de cortesanos, (37) supervisor del sello, el usuario Neshi: "Tener todo lo que Mi Majestad ha hecho en la guerra se puso sobre una estela, y lo han puesto en Karnak en (38) Tebas siglos de los siglos. " Entonces él respondió a Su Majestad: "Voy a realizar cada tarea a satisfacción del rey." 
de D. Redford, "Fuentes textuales para el período de los hicsos", en ED Oren, (ed.), Los hicsos: nuevas perspectivas históricas y arqueológicas (Philadelphia: 1997), pp.1-44. 

LA REUNIFICACIÓN DE LAS DOS TIERRAS BAJO AHMOSE
El asedio de Avaris fue sólo el primer paso de una serie de campañas encaminadas a asegurar la unidad de Egipto. No existe un consenso general sobre la secuencia de los eventos, pero según nos cuenta Ahmose, hijo de Ibana, a la campaña de Avaris le siguió otra en el sur de Palestina durante la cual se tomó Sharuhen. No se sabe si la intención era hacer desaparecer los vestigios Hyksos o explotar el vacío que dejaron de una supuesta intervención en Palestina, e incluso en el Líbano.
Hay referencias posteriores de la importación de cedro del Líbano, o de los toros castrados de “Fenekhu”, término que hace referencia a Fenicia. Ahmose, hijo de Ibana, continúa su relato: “Ahora, una vez que Su Majestad hubo exterminado a los nómadas de Asia, navegó hasta Khent-hen-nefer, al sur, pasada las 2ª Catarata, para aniquilar a los arqueros nubios”. Está confirmado que el faraón Ahmose restauró  cuando llegó su momento  el control egipcio de Buhen, ya que una jamba de una puerta lo muestra a él y a su madre presentando ofrendas a Min y Horus (de Buhen) y menciona a un tal Turo, oficial de Buhen.
Cuando Ahmose regresó de Nubia, tuvo que abordar dos alzamientos. El primero fue un motín menor en el que un individuo llamado Aata, no egipcio posiblemente un nubio introdujo un pequeño ejército desde el norte en el Alto Egipto. Esto puede haber sido sólo una redada, con el botín como objetivo, ya que Aata no buscó el enfrentamiento con el ejército real. Fue localizado, finalmente capturado, y sus hombres también capturados vivos; Ahmose, hijo de Ibana, recibió, como recompensa, dos guerreros jóvenes. Aceptando que Aata fuese nubio, y puesto que los nubios de Kerma servían en el ejército en Avaris y Menfis, y disponían, por lo tanto, de suficiente riqueza para costearse enterramientos de categoría, es posible que un grupo de dichos nubios hubiese intentado aprovechar la estancia del faraón en Nubia para emprender redadas de saqueo en el Alto Egipto.
El segundo alzamiento tuvo un carácter diferente. Estaba liderado por un egipcio, Teti-an, quien “Atrajo para sí a los descontentos; Su Majestad le dio muerte; sus tropas fueron barridas”. La gravedad de esta rebelión puede medirse por la severidad de los castigos. Solo se puede especular que los descontentos eran aquellos que hasta ese momento habrían servido al rival de Ahmose, el rey d Avaris. Los últimos cinco años de reinado de Ahmose fueron dedicados a un ambicioso programa de construcción en los grandes centros de culto (Menfis, Karnak y Heliópolis y, sobretodo, Abydos), y en las fronteras norte y sur de Egipto, Avaris y Buhen.
El estrato más antiguo de la Dinastía XVIII en Tell el-Dab’a ha aportado valiosos descubrimientos; acontecimiento extraordinario incluso en el contexto de este excepcional yacimiento. Inmediatamente después del saqueo, las fortificaciones y el palacio del último rey Hyksos fueron sistemáticamente destruidos. Ahmose los sustituyó por fortificaciones parecidas y edificios palaciegos que también gozaron de una corta vida y que ahora sólo pueden reconstruirse a partir de sus cimientos y de fragmentos de murales encontrados en vertederos que se iban creando conforme se iban nivelando los edificios.
Los murales eran en estilo, técnica y motivo, minoicos, si bien aún no se ha llegado a un consenso entre los eruditos egeos sobre si fueron pintados por artistas minoicos, o por egipcios que los imitaron. Se han encontrado cientos de fragmentos, pero en muy mal estado, y pasarán años de conservación y estudio antes de que puedan ser completamente valorados. No obstante, su presencia en contextos de más de 100 años anteriores a las primeras representaciones de cretenses en tumbas tebanas, y anteriores a los frescos que han sobrevivido en Knossos, cuyo tema comparten, ha revolucionado las ideas que se tenían de las relaciones entre Egipto y Creta.
Uno de los edificios de donde proceden, fue un palacio real, y el único edificio comparable de su tiempo es el Palacio del Norte, en Deir el-Ballas. Los pocos murales que han sobrevivido de allí son totalmente diferentes, pintados en un estilo sencillo similar al de las pinturas de las tumbas contemporáneas. Los frescos de Tell el-Dab’a parece que les deben poco a la tradición de decoración mural egipcia, que se remonta a los comienzos del Imperio Antiguo.
Por analogía con los frescos de Knossos, parecen haber sido ejecutados para servir los propósitos de un ritual, y están repletos de referencias simbólicas al culto del gobernante cretense. Saltarines de toro y acróbatas, asociados con motivos relacionados con la cabeza del toro y patrones laberínticos pertenecen por completo al mundo egeo. Las escalas variables de los frescos, su temática y el color de fondo, todo indica que el sistema decorativo era extremadamente complejo y se extendió no sólo a uno sino a una serie de edificios.
En Tell Kabri, Palestina, se han encontrado otros frescos, menos complejos, claras imitaciones del arte minoico. Una de sus más asombrosas características en Tell el-Dab’a es que aparecen en un vacío. Hay un volumen pequeño de cerámica Kamares cretense pero aparece en un estrato de principios de la Dinastía XIII y no se aprecia continuidad en edificios y artefactos entre éste y el estrato de los frescos. Lo más extraño es que no existen artefactos cretenses asociados con los propios frescos, o en el estrato del que proceden originalmente.
El descubrimiento de los frescos ha hecho revivir viejas ideas descartadas hasta ahora de que Ahmose fuese un aliado de los soberanos cretenses y que hubiese tomado por esposa a una princesa de Creta. Como evidencia, se cita a un grifón de estilo minoico que aparece en un hacha de Ahmose, y en el hecho de que Ahhotep, la madre del faraón, ostentase un título de “Señora de Hau-nebut”, que en un principio se creyó que se refería a las islas de Grecia, aunque recientemente se ha argumentado que esta interpretación es poco verosímil. No obstante, los frescos prueban que los minoicos estuvieron en Tell el-Dab’a; ya fuese como meros artistas o como supervisores que adiestraban a los egipcios.
Las incógnitas que nos presentan los frescos inevitablemente nos llevan a otro problema: la fecha de erupción del volcán Thera, ya que los frescos mejor conservados encontrados hasta ahora son los procedentes de la isla cicládica de Thera, enterrada bajo las capas de lava. La erupción representa un acontecimiento clave para relacionar las secuencias cronológicas del Mediterráneo egeo y el oriental, entre sí, y para obtener una cronología absoluta. Se ha hecho un gran esfuerzo en los intentos de identificar el evento a través de fuentes egipcias para poder datarlo en años de reinado.
Las referencias a tormentas del Papiro de Rhind, y una estela de Ahmose describiendo un desequilibrio destructivo, han sido utilizadas en este argumento, pero la evidencia que más nos revela procede de Tell el-Dab’a. La pumita (piedra pómez o pómex), identificada mediante análisis como procedente del volcán de Thera, se ha encontrado en un estrato de asentamiento que data del período de reinado de Amenhotep I hasta principios del de Tutmosis III. Sin embargo, la pumita aparece en un taller donde se habría utilizado como materia prima, por lo que el contexto nos ofrece sólo un terminus ante quem, ya que la pumita podría haber sido recogida, por ejemplo, a orillas del mar, y, en cualquier caso, podría haber estado depositada allí durante bastante tiempo.
No toda la pumita procede de Thera: la fuente de, al menos, una muestra ha sido identificada como procedente de una erupción en Turquía que tuvo lugar hace más de 100.000 años. Es sorprendente que no se haya encontrado pumita hasta hoy en estratos anteriores al de Tell el-Dab’a, ni tampoco rastro alguno de la ceniza arrojada por la erupción.
Utilizando una combinación de de evidencias, incluyendo datos de registros de núcleos de hielo y anillos de árboles, donde condiciones atmosféricas excepcionales pueden, a veces, ir ligadas a acontecimientos históricos, se ha sugerido que la erupción del Thera tuvo lugar en 1.628 a.C. La evidencia de Tell el-Dab’a podría interpretarse como refrendo de la fecha tradicional de c.1.530 a.C. – dentro del reinado de Ahmose – pero aún se requiere mucho más trabajo si se quiere clarificar la interpretación de la fecha científica, por lo que la cuestión tiene que permanecer, por ahora, abierta.
Poco quedó del reinado de Ahmose después de su reconquista de Egipto. Muchos proyectos de construcción fueron abandonados, pero los beneficios de la unificación se veían ya claros. Los bellos objetos de los enterramientos reales, y las listas de donaciones a los dioses de Tebas, dan testimonio de una creciente riqueza y habilidad artística. Los fragmentos de relieve de Abydos, que nos han llegado gracias al pillaje de los escultores ramésidas, muestran que para finales de su reinado ya había evolucionado un estilo fácilmente reconocible como de la Dinastía XVIII.

El arte
Cronología 
La división que se plantea en cuanto a las dinastías que comprende este período en el aspecto referido al arte varía según el autor que tomemos. La opinión general es que abarca desde la Dinastía XIII a la Dinastía XVII, ambas incluídas, aunque hay quien prefiere comenzar en la Dinastía XIV y finalizar el período con la Dinastía XVIII.

Visión general 
Similar en cuanto a características generales al Primer Período Intermedio debido al momento de incertidumbre e invasiones que sufrió Egipto en esta época, el arte de este período no aparenta un cambio tan marcado como en el Primer Período Intermedio. Hay que tener muy en cuenta que, a pesar de los resultados de las excavaciones como la que actualmente se lleva a cabo en Tell el-Daba, todavía no es muy extensa la información de que disponemos, agravado este hecho fundamentalmente por la invasión de los hicsos. 
A principios del Segundo Período Intermedio, durante la Dinastía  XIII, la escultura real y las artes decorativas continúan el estilo del período anterior, asemejándose al arte de la región de Tebas. En cuanto a las primeras encontramos buenos ejemplos en la estatuaria real hallada en Karnak y en Tanis. A partir de esta Dinastía es cuando decae en cierta medida el estilo artístico debido a la causa ya comentada de la invasión hicsa. 
A finales de la Dinastía XVII se van sentando las bases de los rasgos que compondrán el arte del Reino Nuevo. Las proporciones serán más ligeras y de un mayor refinamiento y elegancia, aunque se siguen encontrando ejemplos de arte provincial que recuerdan a los ejemplos del Primer Período Intermedio, como la estela del arquero Mentuhotep y su esposa (Museo Egipcio de El Cairo).
En cuanto al relieve, especialmente en el real, apenas se nota diferencia entre el tallado a principios de este período y la Dinastía XVII. Para comprobarlo no hace falta más que constatar las cabezas de tres reyes: Sobekemsaf (XVII Dinastía), Sesostris III (Dinastía XIII).


En Tel el-Daba, antigua Avaris, cerca de Qantir, la misión austriaca descubrió en uno de los varios estratos que componen la ciudad, un número considerable de tumbas pertenecientes a hicsos, comprendiendo desde la Dinastía XIII hasta finales de la XVII. Entre las tumbas destaca la del Subdirector del Tesoro Aamu (el asiático): en su mano izquierda tenía un escarabajo de amatista que posiblemente era parte de un anillo y con el cual se le ha podido identificar, pero lo que más llama la atención es la cimitarra con la que fue enterrado, la cual todavía se hallaba dentro de su funda de piel portándola entre sus brazos; además, en un cinturón hecho de cobre se sostenía una daga. La cimitarra estaba también forjada en cobre y la empuñadura era de hueso; la hoja tenía una decoración estriada. Esta cimitarra es la más antigua que se conoce hasta el momento.



Por último, el arte egipcio comienza a relacionarse con el arte de otras culturas tales como la minóica, dejando ejemplos en frescos de parte de los palacios hicsos de Avaris o la cerámica, aquélla de Mari y otras orientales que acaban siendo utilizadas por los egipcios en sus obras. Será ya en la Dinastía XVIII cuando veamos aparecer, incluso, un grifo alado en la daga de Ahmosis.



Los fragmentos de fresco minoico de Avaris (Tell el-Daba) en Egipto, hicsos, 1674-1566 BC. Bietak, M., Minoan pinturas murales descubiertas en Avaris


Reconstrucción del fresco de Tell el-Daba (Avaris) Toros en el laberinto

Cerámicas del Segundo Periodo Intermedio:
Aparecen las jarras de Tell el-Yahudiye: son cerámicas con el cuello rematado con un borde engordado y  con un asa. Están hechas con arcillas grises, a veces de procedencia extranjera. Se decoran con motivos geométricos. En este periodo destacan sobre todo las novedades llegadas del Próximo Oriente Asiático. Encontramos recipientes realizados con arcillas que no proceden del ambiente nilótico ni de las tierras margosas de los desiertos circundantes. Son productos llevados a Egipto por grupos humanos que desde la zona de Canaán, y recorriendo el norte de la península del Sinaí, llegan a las tierras del delta internándose posteriormente en el valle.
La producción cerámica egipcia, es de clara tradición palestina, como la cerámica de Tell el-Yahudiye, fabricada con arcilla aluvial, con formas propias del ámbito levantino y decoración incisa a base de pequeños puntitos que forman sencillos diseños geométricos de líneas rectas y quebradas, como el ejemplo de la imagen. 
En el repertorio de esta peculiar cerámica de Tell el-Yahudiye, los vasos theriomorfos, con curiosos detalles anatómicos, también están representados.
En este periodo comienzan a ser relativamente frecuentes los sarcófagos de arcilla, mas barata que la madera, que era necesario importar. Están decorados con pintura policroma.

El carro 
Otra innovación en las representaciones lo configura la aparición del carro. No es hasta el Segundo Período Intermedio cuando es por primera vez representado, al igual que ningún otro vehículo o medio de transporte con ruedas, a pesar de que en la literatura egipcia se hace referencia a la utilización de esos carros en las luchas contra los hicsos. Las batallas y guerras contra los extranjeros obligaron a usar a los egipcios nuevas armas de combate, entre las que se enmarca este elemento. La primera representación aparece en una tumba de el-Kab de la XIII Dinastía, que compone un carruaje para una barca sagrada y ya en la Dinastía XVII, un ejemplo mucho más elaborado, de oro, perteneciente a la reina Aahotep, esposa de Seqenenra Tao, hallado entre su ajuar funerario y que representa un carruaje sobre el que se transporta la barca de la meritada reina. Sorprende el tamaño de las cuatro ruedas en comparación con el pequeño tamaño de la barca.

Enterramientos
Una vez más, al final de la XII dinastía, las costumbres funerarias testigo de un cambio dramático. Si bien muchos desaparecieron mucho ajuar típico, textos aparecieron otros. 
Los entierros de los más altos funcionarios y miembros de la Corte contenían un conjunto de insignias reales que se colocaban al lado del cadáver  que era tratado como Osiris. En las tumbas de la época aparecieron nuevos equipos de enterramiento como shabtis, varitas mágicas, y loza o pequeñas figuras de piedra caliza. También es común ver figuras de loza, textos religiosos, papiros, jarrones y vasijas de cerámica. 
No fue sino hasta la XII dinastía que el primer sarcófago antropomórfico (con forma humana) apareció. Cuatro vasos canopes colocados en una caja, se encuentran frecuentemente. 
En todos los períodos, la joyería era común en los entierros, pero abundaba especialmente bien en el Reino Medio. Vasijas de cerámica en miniatura eran comúnmente encontradas. 
En la Tumba de los dos hermanos, hubo ataúdes antropomorfos con colgantes de oro en forma de peces, un amuleto, muy popular en los entierros de la élite.
Las Tumbas Tebanas del Segundo Periodo Intermedio están excavadas en la montaña. La capilla, que contiene un pozo, estaría adornada con una pirámide construida que precedería un patio con dos obeliscos y cerrada por una entrada monumentalizada. Estos príncipes tebanos llevan a cabo innovaciones: utilizan ataúdes o cajas funerarias de madera de buena calidad recubiertas de estuco y pintados. Suele estar presente la figura del buitre con las alas desplegadas haciendo referencia a la diosa. También suelen tener descripciones.
Ajuar de la reina Ahhotep: moscas del valor, una condecoración militar, alguna hacha y brazaletes.

Los Sarcófagos 
Una de los elementos más interesantes en cuanto innovaciones en este período son los ataúdes. Alrededor de la Dinastía XVII encontramos los llamados sarcófagos “rishi”. El término proviene de la palabra que se utiliza en árabe para desinar a la pluma o a las alas, que son precisamente parte de los elementos que caracterizan a estos ataúdes. De forma antropomorfa, se distinguen fundamentalmente porque el difunto que se encuentra en su interior se halla protegido por dos alas grabadas en la superficie del cuerpo de la madera del ataúd o por estar cubierto de plumas. Se asocia generalmente a Isis como diosa protectora.
Al igual que ocurrió durante el Primer Período Intermedio, los atributos reales son usurpados por los particulares, de manera que veremos utilizar el nemes sea el ataúd de un civil o de un rey o miembro de la familia.

Artes decorativas 
Destacables son las armas y las joyas de las damas de la corte de este período. Estas joyas olvidan en cierto sentido la delicadeza que las caracterizaba en el Reino Medio, aquéllas del Lisht o Lahun, siendo testigos del ambiente bélico del momento.
Excepcionales muestras las constituyen todos los objetos hallados en el ajuar funerario de la reina Aahotep y su madre, la reina Tetisheri. No falta en todos estos objetos una gran destreza en cuanto a la técnica utilizada para el montaje de cada una de las piezas que lo componen.
Aunque menos conocido, un collar ancho de diez hilos perteneciente a la reina Aahotep, llama poderosamente la atención por los elementos de que está compuesto. Los remates lo constituyen sendas cabezas de halcón con diez incisiones cada uno en donde eran insertados los hilos, pero lo más interesante está en estos últimos, compuestos por pequeñas figurillas: los motivos, todos ellos labrados en oro batido, consisten en esferas, emblemas de distintos dioses, aspas, leones, gacelas e ibis volando. Los objetos se encuentran perforados en sus laterales, lo que parece indicar que cada hilo no estaba unido con el inmediatamente superior.
Un brazalete perteneciente a esta misma reina está compuesto por dos piezas semicirculares sujetadas con dos bisagras. Al abrirse las bisagras, el pasador desmontable que une ambos semicírculos puede soltarse del mismo. El brazalete tiene en su parte anterior la forma del buitre que representa a la diosa Nejbet, protectora del Alto Egipto. Las plumas del buitre las componen  incrustaciones de lapislázuli, cornalina y vidrio verde engarzadas en celdas de oro con la forma de las plumas. En sus garras lleva el símbolo shenu, trabajado en cornalina. En su parte posterior, el brazalete está formado por dos semicírculos huecos, paralelos y con incrustaciones de turquesa en su parte exterior. Ambos se encuentran unidos en el centro por una pieza de cornalina engastada en oro de la que parte un fino hilo de oro que se remata con una lágrima de turquesa engastada en oro. 

Escarabeo de corazón del Faraón Sobekemsaf procedente de su tumba en Tebas, Dinastía XVII, hacia 1590 A.C. Se trata de una pieza única por ser una de las más antiguas de su género y ser el primer escarabajo de corazón conocido como perteneciente a un faraón. Se trata de un escarabajo de jaspe verde con cabeza humana, montada en oro. Puede que sea una de las piezas del botín que los ladrones de tumbas que, durante el juicio celebrado hacia el año 1109 A.C., se confesaron autores del desvalijo de la momia de la tumba del faraón Sobekemsaf II, según consta en el papiro depositado en el Musèe Cinquantenaire, Bruselas y la Pierpont Morgan Library, Nueva York. 

El amuleto se colocaba en el pecho de la momia para asegurarse así que su corazón, asiento de la inteligencia y la personalidad del finado, permanecería intacto. Alrededor de la base aparece inscrito un verso del ensalmo 30B del "Libro de los Muertos". El aspecto del escarabeo coincide con exactitud con la descripción que se impone en el ensalmo: "...hecho de piedra verde montado sobre oro fino". El ensalmo 30B, muy antiguo, puede datar del Imperio Antiguo (hacia 2.613-2.160 A.C.). Un escarabajo de corazón de la Dinastía XIII (hacia 1.795-1.650 A.C.) sugiere que su producción tiene su origen en el Imperio Medio; es decir, unos 400 años después de que supuestamente se compusiese el ensalmo, si bien su mera mención favorecería al pedigree del amuleto, aparentando ser más viejo de lo que realmente era. La ilusión de antiguedad también se utiliza para dar validez a la "Teología Menfita" de la Piedra Shabako, reliquia de la Dinastía XXV, que ha propiciado una nueva persepción de la cultura y doctrinas religiosas de los antiguos egipcios. Mientras el faraón Shabako realizaba una inspección en el Templo de Ptah, en Menfis, contempló horrorizado cómo un viejo papiro estaba siendo devorado por los gusanos. No queriendo perder lo que aún quedaba de la información, hizo grabar lo que pudo en una piedra de 66 cm de alta por 137 cm de ancha. Posteriormente su deterioro iría a más al ser utilizada como piedra de molino, afectando muy en particular a los jeroglíficos que sufrirían así un nuevo y posterior deterioro. Acualmente, la Piedra Shabako se encuentra expuesta en el Museo Británico. 
Barras espaciadoras de oro con gatos en relieve, para un brazalete. Probablemente procedente de Edfu, Dinastía XVII, hacia 1.650 a.C.
Con el nombre de Sobekemsaf incrito - esposa del faraón Nubkheperre Inyotef - estos espaciadores originalmente sujetaban un brazalete compuesto de doce tiras trenzadas de cuentas - quizás cornalina o lapizlásuli - que se han perdido. 

Los brazaletes egipcios era típico llevarlos en parejas, y estos espaciadores es lo que queda de un par de brazaletes idénticos. Pertenecieron a la Reina Sobekemsaf, cuyo nombre, junto al de su esposo, aparece grabado en la cara inferior de cada barra. Algunas mujeres de la familia real de principios del Imperio Nuevo poseían joyas con elementos felinos. Por ejemplo, tres esposas menores de Tutmosis III fueron enterradas con brazaletes que tenían espaciadores con gatos. El gato estaba consagrado a la Diosa Bastet, asociada con la fertilidad femenina, y las cuentas con forma de gato las utilizaban las mujeres como amuletos para asegurarse la fertilidad y la concepción. Es probable que los elementos felinos en las joyas de las damas reales se utilizasen con la misma intención. La fertilidad era de tremenda importancia para las esposas reales ya que uno de los deberes primordiales de la reina era proporcionar al Faraón un heredero. Esto aseguraría la continuidad de la Realeza y, por tanto, el continuo orden del Universo.


Ataud del Faraón Nubkheperra. Procedente de la tumba de Nubkheperra Intef, Dra Abu el-Naga, Tebas, Dinastía XVII, hacia 1.600 a.C.

El ataud del faraón Nubkheperra Intef es un bello ejemplar del nuevo tipo de ataud que apareció duante el Segundo Peíodo Intermedio. Se les conoce con el nombre de ataudes rishi, de la palabra árabe "pluma", ya que la supericie del cuerpo iba decorada con un par de alas de buitre que protegían a la momia. Los ataudes rishi eran antropoides - de forma humana - y muestraban los tocados reales nemes, hubiesen sido confeccionados o no para un rey.
Las proporciones masivas y el enome tocado de este ejemplar son típicos. La superficie de la tapa va dorada, con los detalles de las plumas incrustadas. Los ojos van taraceados, y originalmente llevaban adheiridos a la cabeza un uraeus y una falsa barba. El interior del ataud iba recubierto de resina, bajo la que aparecía atrapado un escarabajo. 
El ataud, encontrado en 1827, se supone que estaba dentro de un sarcófago ya usado, cavado y extraido de la roca que lo rodeaba, en lo podría haber sido la tumba original del faraón. Una reciente investiació de esta zona tebana ha revelado la existencia de otras amplias tumbas que podrían pertenecer a los faraones de la Dinastía XVII, hacia 1.650-1.550 a.C.

Estatua de granito rojo del Faraón Sobekemzaf. Probablemente de Karnak, Dinastía XVII, hacia 1.650 a.C.

Esta impresionante escultura representa un inusual ejemplo de estatua real de la Dinastía XVII (hacia 1.650 A.C.) y, de hecho, la mayor pieza de escultura real conocida de la época. Poco se conoce del faraón Sobekemzaf, aunque con se sabe con certeza que llevó a cabo proyectos de construcción en el templo de Madamud. La inscripción que aparece en la estatua, menciona a Amun-Re, lo que hace pensar que la estatua fue erigida en Karnak.
La figura muestra una interesante mezcla de estilos esculturales; mientras la cara ha sido modelada muy cuidadosamente, y es naturalista, el torso está tallado de una forma muy estilizada. El vaciado de los ojos es muy impactante, aunque la escultura original habría tenidos los ojos incrustados. 
Un examen a más corta distancia ha revelado cómo los habrían fijado. Aunque normalmente esto se haría con yeso, se aprecia un par de pequeños taladros que atraviesan los párpados en los que se podían introducir unas pequeñas clavijas que los mantendrían en posición. Es evidente que este método tuvo éxito; el daño ocasionado alrededor de los ojos da idea de la fuerza considerable que se tuvo que aplicar para desprender el taraceado completo. 

Próximo Capítulo: Dinastía XVIII - Imperio Nuevo

Bibliografía:
Anderson 1992. W. Anderson. Badarian Burials: Evidence of Social Inequality in Middle Egypt During the Early Predynastic Era. JARCE, 29 (1992). 51-6
Arkell 1949. A.J. Arkell. Early Khartoum. Oxford 1949
Ayrton/Loat 1911. Edward R. Ayrton/W. L. S. Loat. Pre-dynastic cemetery at El Mahasna. London.
Baines/Malek 2000. John Baines. Jaromir Malek. Cultural atlas of Ancient Egypt .Oxford
Bard 1994. Kathryn A. Bard. From Farmers to Pharaos. Mortuary Evidence for the Rise of Complex Society in Egypt. Sheffield
Barocas 1985. C. Barocas. Fouilles de l' Istituto Universitario Orientale (Naples) à Zawaydah (Naqada; "South Town" de Petrie): campagne 1984' in S. Schoske ed. 'Fourth International congress of Egyptology. Abstracts of papers 7-8, Munich. 
Barocas 1986. Claudio Barocas. Les raisons d' une fouille et d' une survey: Le site de Naqada CRIPEL 8 (1986) 17-28
Barich 1998. Barbara E. Barich. People, Water and Grain: The Beginnings of Domestication in the Sahara and the Nile Valley. Rome
Baumgartel 1955. Elise J. Baumgartel. The Cultures of Prehistoric Egypt. I. London (second edition)
Bavay/de Putter/Adams/Novez/André 2000. Laurent Bavay. Thierry de Putter. Barbara Adams. Jacques Novez. Luc André. The Origin of Obsidian in Predynastic and Early Dynastic Upper Egypt. MDAIK 56 (2000). 5-20
Brunton/Caton-Thompson 1928. Guy Brunton. Gertrude Caton-Thompson. The Badarian Civilisation and Predynastic Remains near Badari. BSAE 46. London
Case/Payne 1962. H. Case,J.C. Payne."Tomb 100: The Decorated Tomb at Hierakonpolis". Journal of Egyptian Archaeology 48 (1962). 5-18. 
Caton-Thompson/Gardner 1934: Gertrude Caton-Thompson. E.W. Gardner. The Desert Fayum. London
Cialowicz 1995. Cialowicz, K.M. Once More the Hierakonpolis Wall Painting. Proceedings of the 7th International Congress of Egyptologists Cambridge, 3-9 September 1995. Orientalia Lovaniensia Analecta 82. edit. by C. Eyre. 273-279 
Close/Wendorf 1992. Angela E. Close. Fred Wendorf. The Beginning of Food Production in the Eastern Sahara, in: Anne Birgitte Gebauer. T. Douglas Price (editors). Transitions to Agriculture in Prehistory. Monographs in World Archaeology No. 4, Madison, 63-72
Clutton-Brock 1993. Juliet Clutton-Brock. The spread of domestic animals in Africa. in: The Archaeology of Africa. Food, metals and towns. (edited by Thurstan Shaw, Paul Sinclair, Bassey Andah, and Alex Okpoko). London. 61-70 Coqueugniot/Crubézy/Hérouin/Midant-Reynes 1998. Hélène Coqueugniot/Eric Crubézy/Stéphane Hérouin/Béatrix Midant-Reynes. La nécropole nagadienne d'Adamïma. Distribution par âge sujets du secteur est. BIFAO 98 (1998). 127-137
Crowfoot Payne 1987. Joan Crowfoot Payne. Appendix to Naqada Excavations Supplement. Journal of Egyptian Archaeology 73 (1987). 181-189
Davis 1983. Whitney Davis. Cemetery T at Nagada. MDAIK 39 (1983). 17-28
Debono/Mortensen 1990. Fernand Debono/Bodil Mortensen. El Omari: a Neolithic settlement and other sites in the vicinity of Wadi Hof, Helwan with appendixes on geology by H.A. Hamroush. Mainz
Dreyer et al. 2000. Günter Dreyer. Angela von Driesch. Eva-Maria Engel. Rita 
Hartmann. Ulrich Hartung. Thomas Hikade. Vera Müller. Joris Petres. Umm el-Qaab. 
Nachuntersuchungen im frühzeitlichen Königsfriedhof. 11/12. Vorbericht. MDAIK 56 (2000).43-129
Eiwanger 1987. Josef Eiwanger. Die Archäologie der späten Vorgeschichte: Bestand und Perspektiven. in Problems and Priorities in Egyptian Archaeology, Edited by Jan Assmann, Gunter Burkard and Vivian Davies. London/New York. 81-103 
Eiwanger 1992. Josef Eiwanger. Merimde-Benisalâme 3, Die Funde der jüngeren Merimdekultur. Mainz
Friedman 1996. Renée Friedman. "The Ceremonial Centre at Hierakonpolis, Locality HK29A", Aspects of Early Egypt, ed. by A.J. Spencer. British Museum Press: London: 16-35. 
Gautier 1993. P. Gautier. L'analyse de l'espace figuratif par dipôles. La tombe décorée n. 100 de Hiérakonpolis. Archéo-Nil 3 (1993). 35-47 
Gebauer/Price 1992. Anne Brigitte Gebauer. T. Douglas Price. Foragers to Farmers: An Introduction, in: Anne Birgitte Gebauer. T. Douglas Price (editors). Transitions to Agriculture in Prehistory. Monographs in World Archaeology No. 4, Madison, 1-10
Geharz 1994. Rudolf Gerharz. Jebel Moya. Meroitica 14. Berlin
Ginter/Kozlowski 1984. Bolesko Ginter. Janusz K, Kozlowski. The Tarifian and the origin of the Naqadian. in: Origin and Early Development of Food-Production cultures in Northern-Eastern Africa. edit. by Lech Krzyzaniak and Michal Kobusiewicz. Poznan 1984, 247-260
Harlan 1995. Jack R. Harlan. The living fields: our agricultural heritage. Cambridge
Hartung 1998. Ulrich Hartung. Prädynastische Siegelabrollungen aus dem Friedhof U in Abydos. (Umm el-Qaab). MDAIK 54 (1998). 187-217
Hassan 1988. Fekri A. Hassan. The Predynastic of Egypt. Journal of World Prehistory. vol. 2.no. 2.1988
Hassan 1999. Fekri A. Hassan, 'Nagada (Naqada)'.in: Encyclopedia of the Archaeology of Ancient Egypt. Compiled and edited by Kathryn A. Bard. London/New York, 555-557
Hendrickx 1995. Stan Hendrickx, Analytical Bibliography of the Prehistory and the Early Dynastic Period of Egypt and Northern Sudan, Leuven
Hendrickx 1996. Stan Hendrickx. The Relative Chronology of the Naqada Culture. Problems and Possibilities. in: Aspects of Early Egypt, edited by Jeffrey Spencer, London, 36-69
Hikade 2001. Thomas Hikade. Silex-Pfeilspitzen in Ägypten. MDAIK 57 (2001). 109-125 
Hoffman 1991. Michael A., Hoffman. Egypt before the pharaohs: the prehistoric foundations of Egyptian civilization Rev. and updated.. Austin
Holmes 1988. D.L. Holmes. The Predynastic Lithic Industries of Badari, Middle Egypt: New Perspictives and interreginal Relations. World Archaeology 20. no.1 (1988). 70-86
Junker 1912. Hermann Junker. Bericht über die Grabungen der Kaiserl. Akademie der Wissenschaften in Wien auf dem Friedhof in Turah.
Kaiser 1957. Werner Kaiser. Zur inneren Chronologie der Naqadakultur. Archaeologia Geographica. 6 (1957). 69-77
Kaiser 1958. Werner Kaiser. Zur vorgeschichtlichen Bedeutung von Hierakonpolis. MDAIK 16 (1958). 183-192
Kemp 1973. Barry Kemp. Photographs of the Decorated Tomb at Hierakonpolis. JEA 59 (1973). 39-43. 
Kroeper 1996. Karla Kroeper. Minshat Abu Omar - Burials with Palettes, in: Aspects of Early Egypt, edited by Jeffrey Spencer, London, 70-92
Krzyzaniak 1977. Lech Krzyzaniak. Early Farming Cultures on the Lower Nile. Warszawa.
LARA PEINADO 1991 LARA PEINADO, F.: El Egipto Faraónico. Ediciones Istmo. Madrid.
LARA PEINADO 1998 LARA PEINADO, F.: Diccionario Biográfico del Mundo Antiguo. Egipto y Próximo Oriente. Alderabán Ediciones. Madrid.
L. W. King, H. R. Hall: History Of Egypt Chaldea, Syria, Babylonia, And Assyria In The Light Of Recent Discovery (Illustrated Edition) 1906.
Limme 1982. Luc Limme. 'Naqada' in Lexikon der Ägyptologie. IV. 344-347. Wiesbaden
Lythgoe 1965. A. M. Lythgoe.edited by Dows Dunham. The predynastic cemetery, N 7000: Naga-ed-Dêr. Berkeley: University of California
Marseille 1990. Catalogue: L'Egypte des millénaires obscurs. Marseille
Midant-Reynes 1992. Béatrix Midant-Reynes. Préhistoire de l'Egypte.Paris
Midant-Reynes 2000. Béatrix Midant-Reynes. The Naqada Period in: The Oxford History of Ancient Egypt. edited by Ian Shaw. Oxford. 44-60
Möller/Scharff 1926. Die archaeologischen Ergebnisse des vorgeschichtlichen Gräberfeldes von Abusir el-Meleq / nach den Aufzeichnungen Georg Möllers / bearbeitet von Alexander Scharff. Leipzig
Mond/Myers 1937. Sir Robert Mond/Oliver H. Myers. Cemeteries of Armant, I. London
Monnet-Saleh 1983. J. Monnet-Saleh. Remarques sur les Representations de la Peinture d'Hierakonpolis (Tombe No. 100). Journal of Egyptian Archaeology 73 (1983).
51-58. 
Mortensen 1999. Bodil Mortensen. el-Omari.in: Encyclopedia of the Archaeology of Ancient Egypt. Compiled and edited by Kathryn A. Bard. London/New York. 592-594
Payne 1973. J.C. Payne. Tomb 100: The Decorated Tomb at Hierakonpolis Confirmed. Journal of Egyptian Archaeology 59 (1973) 31-35
Payne 1987. Crowfoot Payne. Appendix to Naqada Excavations Supplement. JEA 73 (1987). 181-189
Peregrine/Melvin 2001. Peter N. Peregrine/Melvin Ember (editors). Encyclopedia of Prehistory. I. Africa. New York/Boston/Dordrecht/London/Moscow
Petrie 1901. W.M. Flinders Petrie. Diospolis Parva. The Cemeteries of Abadiyeh and Hu. London
Petrie 1920. W.M. Flinders Petrie. Prehistoric Egypt. London.
Petrie/Quibell 1896. W.M. Flinders Petrie, J.E. Quibell. Naqada and Ballas. BSAE I. London
Petrie/Wainwright/Mackay 1912. The Labyrinth, Gerzeh and Mazghuneh. BSAE XXI. London
Pirelli 1998. R. Pirelli 'Naqada' in 'Kemet: alle sorgenti del Tempo. L' antico Egitto dalla preistoria alle piramidi' p. 101-106 
PIRENNE 1971 PIRENNE, J.: Historia de la Civilización del Antiguo Egipto
Volumen I. Versión española de J. MALUQUER DE MOTES. 3ª edición. Editorial Éxito. Barcelona
Regner 1996. Christina Regner. Schminkpaletten. Bonner Sammlung von Aegyptiaca 2. Wiesbaden
Rizkana/Seeher 1987 Ibrahim Rizkana/Jürgen Seeher. The Pottery of the Predynastic Settlement. Mainz
Posener-Kriéger, P. & J. de Cenival. Hieratic papyri in the British Museum, fifth series: The Abu Sir Papyri British Museum Press. London, 1968.
Posener-Kriéger, P. Les archives du temple funéraire de Néferirkarê-Kakaï. BdÉ 65. Cairo, 1976.
Rizkana/Seeher 1988 Ibrahim Rizkana/Jürgen Seeher. The Lithic Industries of the Predynastic Settlement. Mainz
Rizkana/Seeher 1989 Ibrahim Rizkana/Jürgen Seeher. The Non-lithic Small Finds and the Structural Remains of the Predynastic Settlement. with appendixes by Joachim Boessneck. Mainz
Rizkana/Seeher 1990. Ibrahim Rizkana/Jürgen Seeher. The Predynastic Cemeteries of Maadi and Wadi Digla. with an appendix on the Physical Anthropology by Karl-Georg Beck and Stefan Klug. Mainz
Roth 1992. Ann Macy Roth. The Pss-kf and the 'Opening of the Mouth' Ceremony: A Ritual of Birth and Rebirth, Journal of Egyptian Archaeology 78 (1992), 113-147
Seeher 1990. Jürgen Seeher. Maadi - eine prädynastische Kulturgruppe zwischen Oberägypten und Palästina. Praehistorische Zeitschrift 65 (1990). 123-156
Seeher 1999. Jürgen Seeher. Ma'adi and Wadi Digla. in: Encyclopedia of the Archaeology of Ancient Egypt. Compiled and edited by Kathryn A. Bard. London/New York 1999, 455-458
Spencer 1993. A.J. Spencer. Early Egypt. The Rise of Civilisation in the Nile Valley. London
Trigger 1983. B.G. Trigger. The Rise of Egyptian civilization.in: Ancient Egypt. A social History
Ucko 1968. Peter Ucko. Anthropomorphic figurines of predynastic Egypt and neolithic Crete with comparative material from the prehistoric Near East and mainland Greece. London
Wendorf/Schild 1976. Fred Wendorf. Romuald Schild. Prehistory of the Nile Valley. New York
Wendorf/Schild 1980. Fred Wendorf. Romuald Schild. Prehistory of the Eastern Sahara. New York/London
Wetterstrom 1993. Wilma Wetterstrom. Foraging and farming in Egypt: the transition from hunting and gathering to horticulture in the Nile vally.in: The Archaeology of Africa. Food, metals and towns. (edited by Thurstan Shaw, Paul Sinclair, Bassey Andah, and Alex Okpoko). London. 165-226
Wilkinson 1996. Toby A.H. Wilkinson. State Formation in Egypt. Cambridge Monographs in Africa Archaeology 40. BAR International Series 651. Oxford
Wilkinson 1999. Early Dynastic Egypt. London/New York
Wilkinson 2000. Toby A.H. Wilkinson. Political Unification: Towards a Reconstruction. MDAIK 56 (2000). 377-395
Williams 1986. Bruce Beyer Williams. The A-Group Royal Cemetery at Qustul: Cemetery L. The University of Chicago Oriental Institute Nubian Expedition. vol. III. Chicago.

No hay comentarios:

Publicar un comentario