viernes, 24 de enero de 2020

Capítulo 15 - El Período Amarna y el Tardío Imperio Nuevo


DINASTIA XVIII

El Período Amarna y el Tardío Imperio Nuevo (c.1.352-1.069 A.C.)  Amenhotep IV/Akenatón
AMENHOTEP IV/AKENATON
Museo Nacional de Alejandría


Se inicia un nuevo capítulo, el 15º, en el que se pretende cubrir lo que resta del Imperio Nuevo incluyendo, claro está, el controvertido Período Amarna que, a pesar de su relativa corta vida, sigue siendo el período de la Historia Antigua de Egipto que ha atraído más atención de egiptólogos, arqueólogos, filólogos, antropólogos, teólogos e historiadores, y profanos en general. Son muchos los profesionales que han dedicado, y dedican, su vida profesional al estudio de Amarna y al faraón que la creó; al cisma religioso que intentó imponer; a sus orígenes y a sus consecuencias, inmediatas y futuras; a sus repercusiones e influencia en otras religiones.
Se puede pensar en el faraón Akenatón personaje principal del Período Amarna  como el crisol en el que se depuran y purifican aquellas tendencias y posturas teológicas que la Dinastía XVIII tan claramente venía ya arrastrando e imponiendo, pero de cuyo arraigo real en la sociedad nada se sabe.
La figura de Akenatón es vilipendiada y denostada por unos, e idealizada y encumbrada por otros, todo ello cuando la realidad sigue siendo una: Que poco o casi nada se sabe de él y de su entorno. Lo que queda, pues, son meras conjeturas viciadas.

EL GRAN HIMNO A ATÓN
“… Tú apareces hermoso por el horizonte del firmamento, ¡oh! Atón vivo, que has dado inicio al vivir. Cuando te elevas sobre el horizonte oriental, colmas de tu belleza todas las tierras. Tú eres bello, grande, resplandeciente, excelso sobre cada pueblo; tus rayos circundan las tierras hasta el límite de todo lo que tú has creado. […] Tú estás lejos, pero tus rayos están en la tierra. […] Cuando marchas en paz al horizonte occidental, la tierra queda en la oscuridad, como muerta. […]"
"Yace la tierra en silencio, su creador reposa en el horizonte. Al alba tú reapareces por el horizonte, resplandeces como Atón durante el día. La tierra entera se pone a trabajar. Cada animal disfruta de su pasto. Árboles y arbustos reverdecen. […] Tú procuras que las mujeres sean fecundas, tú, que haces viriles a los hombres, tú, que haces vivir al hijo en el seno de su madre, que le calmas para que no llore, tú, nodriza de quien está aún en el vientre. […] ¡Cuán numerosas son tus obras! Ellas son incognoscibles para el rostro [de los hombres], tú, dios único fuera del cual nadie existe. Tú has creado la tierra a tu albedrío, cuando estabas solo, con los hombres, el ganado y los animales salvajes, y todo lo que está sobre la tierra–y camina sobre sus pies–es todo lo que está en el cielo–y vuela sobre sus alas-."
"Y los países extranjeros, Siria, Nubia y la tierra de Egipto, tú has colocado a cada hombre en su lugar, te has ocupado de sus necesidades. Cada uno y su alimento, y está contada su duración en vida."
"Sus lenguas son distintas en palabras y su escritura también, así como su piel. Has diferenciado a los pueblos extranjeros. […] Y todos los países extranjeros y lejanos, tú haces que vivan también ellos. […] Tus rayos alimentan todas las plantas, cuando tú brillas, ellas viven y prosperan por ti. Tú haces las estaciones para que se desarrolle todo lo que creas…” 
El Gran Himno a Atón constituye la mayor expresión mística del período que nos atañe y se considera una obra magistral de la literatura religiosa. El texto fue hallado en la tumba concebida para Ay en la necrópolis meridional de Aketatón. Aunque se ha subrayado con frecuencia el sorprendente parecido con el Salmo 104 de David, es oportuno recordar que el texto se ajusta perfectamente a la antigua tradición religiosa de los himnos que los teólogos egipcios dedicaban al sol. Este canto de amor y entusiasmo, el más vibrante que haya legado la literatura del Antiguo Egipto constituye, asimismo, un magnífico ejemplo de 'neoegipcio', el idioma hablado, con toda probabilidad, desde finales del Imperio Medio, y considerado lengua 'oficial' precisamente desde el período de Amarna. 

INTRODUCCIÓN
Cuando Amenhotep III fallece, deja atrás un país tan rico y poderoso como jamás lo había sido. El tratado con Mitani alcanzado por su padre, trajo paz y estabilidad, y dio fruto a una cultura extraordinariamente exquisita. Un alto porcentaje de los ingresos generados por el propio Egipto, y por el comercio exterior, se empleó en proyectos de construcción a una escala sin precedente; las inscripciones nos hablan de enormes cantidades de oro, plata, bronce y piedras preciosas usadas en la decoración de los templos. La riqueza de Egipto se veía simbolizada en el tamaño de sus monumentos; todo tenía que ser mayor que lo anterior; desde los templos y palacios hasta los escarabeos; desde las colosales figuras del faraón hasta los shabtis de su élite.
La paz también cambió la actitud del pueblo egipcio hacia sus vecinos extranjeros, que ya no eran vistos, de entrada, como las hostiles fuerzas del caos que rodeaba a Egipto, del mundo creado al principio de los tiempos. La Corte de Amenhotep se había convertido en un centro de la diplomacia de importancia internacional, y los amistosos contactos con los vecinos de Egipto propiciaron la existencia de una atmósfera abierta a las culturas foráneas.
Durante la primera época de la dinastía, los inmigrantes habrían introducido en Egipto sus dioses nativos y algunas de sus deidades habrían llegado a asociarse con el soberano egipcio, especialmente en su aspecto bélico, pero ahora los pueblos extranjeros eran vistos como parte de la creación divina, protegidos y sustentados por el benevolente dominio del Dios-Sol, Ra, y de su representante terrenal, el faraón.

LA RELIGIÓN DEL IMPERIO NUEVO
El Dios-Sol y el faraón yacían en el fondo del pensamiento teológico y en la práctica cultual egipcia según éstos evolucionaban a lo largo de los siglos. El curso diario del Dios-Sol, que a la vez era el dios creador primigenio, garantizaba la existencia continuada de su creación. En el templo, el viaje diario del Dios-Sol a través de los cielos se iniciaba simbólicamente por medio de rituales e himnos, cuyo objeto principal consistía en mantener el orden creado del Universo. El faraón jugaba un papel crucial en este ritual diario; él era el oficiante principal, el Sacerdote-Sol, que poseía un conocimiento íntimo de todos los aspectos del curso diario del Dios-Sol. Cada amanecer era una repetición de “la primera ocasión”, la creación del mundo en el Principio. El propio Ra emprendía un ciclo diario de muerte y de renacimiento; cada puesta de sol entraba en el Submundo, donde era regenerado y preparado para renacer en la mañana como Ra-Horakhty. 
La Luz no podía existir sin la Sombra; sin Muerte, no podría haber Regeneración ni Vida. Junto con el Dios-Sol, los muertos también renacían; se unían a Ra en su viaje diario y acometían el mismo ciclo eterno de Muerte y Resurrección. Osiris, el dios de los Muertos y del Submundo, con el que el fallecido estaba tradicionalmente identificado, se veía cada vez más como un aspecto de Ra, y lo mismo es aplicable para los otros dioses, pues, si el Dios-Sol era el creador primigenio, entonces todos los demás dioses habrían emergido de él y eran, por lo tanto, aspectos suyos. En este sentido, hay una tendencia hacia una forma de monoteísmo inherente a la religión del Imperio Nuevo Egipto.
Hacia finales del reinado de Amenhotep III el culto de muchos dioses, además de su deificado sí mismo, estaba solarizado e iba en aumento, pero a la vez, el faraón parecía haber intentado equilibrar este desarrollo encargando un gran número de estatuas de una multitud de deidades, y desarrollando, a la vez, el culto a sus manifestaciones terrenales como animales sagrados. Sin embargo, en los himnos de finales del reinado, al Dios-Sol se le sitúa alejado de los otros dioses; él es el Dios Supremo que está solo, lejos en el cielo, mientras los demás son parte de su creación, junto con los hombres y los animales. El sucesor de Amenhotep iba pronto a encontrar una solución radicalmente diferente al problema de Unidad y Pluralidad.
Aunque la sede del gobierno durante la mayor parte del Imperio Nuevo estuvo en la capital del norte, Menfis, los soberanos de la Dinastía XVIII eran oriundos de Tebas, y esta ciudad continuó siendo el centro de culto religioso más importante del país. Su dios local, Amón (el oculto) se había asociado con el Dios-Sol Ra, y como Amón-Ra, Rey de los Dioses, se le adoraba en todos los templos más importantes de Egipto, incluido Menfis. El faraón era el hijo carnal de Amón, nacido de la unión del dios con la reina madre, en un matrimonio sagrado que se renovaba anualmente durante el Festival Opet en el templo de Amón, en Luxor.
Durante las grandes procesiones que formaban parte de este importante festival, al faraón se le aclamaba públicamente como la encarnación terrenal de Amón; de esta forma, el faraón y el dios se veían ligados íntimamente en una poderosa amalgama de lazos religiosos y políticos. Todo esto había hecho de Amón-Ra el dios más importante del país, cuyo templo recibía una parte substanciosa de la riqueza de Egipto, y cuyo sacerdocio había adquirido un poder político y económico considerables. Esto, también pronto iba a cambiar bajo el sucesor de Amenhotep III.

AMENHOTEP IV Y KARNAK
Pocas dudas pueden haber de que Amenhotep IV fuese coronado oficialmente por Amón, de Tebas, ya que se le describe como “El que Amón ha escogido (para gozar de gloria durante millones de años)” en algunos escarabeos de principios de su reinado, pero esta referencia atribuida a Amón no puede ocultar el hecho de que el nuevo rey estaba claramente dispuesto, desde su ascensión, a hacer las cosas a su manera. Exactamente cuándo tuvo lugar dicha ascensión es aún objeto de polémica; está claro que originalmente no se contaba con que Amenhotep sucedería a su padre, ya que se sabe que había un príncipe Tutmosis desde principios del reinado de Amenhotep III. A Amenhotep IV se le menciona como el “verdadero hijo del faraón” en uno de los muchos sellos de jarras de barro encontradas en el palacio de su padre en Malkata, en su mayoría asociadas con tres festivales-sed (jubileos) celebrados por Amenhotep III durante los siete últimos años de su reinado.
En cuanto al tema de una posible corregencia entre Amenhotep III y IV, las opiniones están divididas; algunos eruditos han optado por ese período de gobierno compartido, durante doce años; otros, lo más que han admitido es la posibilidad de un corto período de solape de entre uno y dos años; mientras que la mayoría lo rechaza por completo.
Amenhotep IV comenzó su reinado con un amplio programa de construcción en Karnak; el propio centro del culto a Amón. Se desconoce la ubicación exacta de estos templos, pero algunos, quizás todos, estaban situados al este del recinto de Amón y orientados hacia el este; es decir, hacia la salida del Sol. Los templos que empezó a construir aquí y allá no estaban, sin embargo, dedicados a Amón sino a la nueva imagen del Dios-Sol cuyo nombre oficial era “El que vive, Ra-Horus del horizonte, que se regocija en su identidad de Luz que está en el disco solar”, larga fórmula que pronto aparecería encerrada en dos cartuchos, al igual que los nombres de un faraón, y que con frecuencia iba precedida, en las inscripciones reales, de las palabras “mi Padre vive”.
El nombre del dios podía a veces acortarse a “el disco solar viviente” (o, utilizando la palabra egipcia, “el Atón”). La palabra en sí no era nueva, se había utilizado anteriormente para referirse al cuerpo celestial visible del Sol. Durante el reinado de Amenhotep III este aspecto del Dios-Sol fue creciendo en importancia, especialmente en los últimos años de su reinado. Durante los festivales-sed del faraón, su Yo deificado había sido identificado con el Dios-Sol, y en varias inscripciones, más claramente en una en el pilar posterior de una estatua recientemente descubierta, el faraón se llama a sí mismo “el Deslumbrante Atón”.
Originalmente, esta nueva imagen del Dios-Sol se representaba en la forma tradicional, como un hombre con cabeza de halcón coronada por un disco solar, pero al principio del reinado de Amenhotep IV, esta iconografía se abandonó a favor de una forma radicalmente nueva de representar a un dios; como un disco con rayos terminados en manos que tocaban al faraón y a su familia, y les ofrecían símbolos de vida y poder, a la vez que recibían sus ofrendas. Si bien el Atón claramente goza de prioridad sobre los dioses restantes, aún no los reemplaza totalmente. Si bien el Atón claramente goza de prioridad sobre los dioses restantes, aún no los reemplaza totalmente. 
Uno de los templos de Karnak está consagrado a un festival-sed, un hecho poco común, ya que los faraones no solían celebrar su primer jubileo antes del trigésimo año de su reinado. Desgraciadamente, se desconoce la fecha exacta de este festival de Amenhotep IV, pero debe de haber tenido lugar dentro de los primeros cinco años de su reinado y, posiblemente, alrededor del año 2 o 3; de haber sido así, puede que ocurriese a intervalos regulares de tres años después del último festival-sed de Amenhotep III, que se había celebrado no mucho antes de su muerte.
Esto proporcionaría otro argumento en contra de una supuesta corregencia entre Amenhotep III y IV. El Atón, que está presente en todos y cada uno de los episodios de los festivales de jubileo representados en los muros del nuevo templo, es ahora, de forma evidente, idéntico al solarizado difunto Amenhotep III, y el festival-sed celebrado por su hijo, es tanto un festival para el Atón como para el nuevo faraón, aunque éste no sea, por necesidad, el principal protagonista de los rituales. El Atón es el “padre divino” que reina Egipto como corregente celestial de su encarnación terrenal, su hijo. Que el jubileo de Karnak no estuviese considerado como el primer festival-sed oficial de Amenhotep IV, lo demuestra una inscripción posterior en la que un cortesano de Amarna incluye en sus oraciones funerarias un deseo de ver al faraón “en su primer jubileo”, indicando claramente que dicho festival aún no se había celebrado.
Otro rasgo extraordinario de los edificios de Karnak de Amenhotep IV es la prominencia sin precedentes de la esposa del faraón, Nefertiti, en las decoraciones de los templos y, por consiguiente, en los rituales que se celebraban en ellos. Una construcción estaba dedicada en sus totalidad sólo a ella, con total ausencia en los relieves de su real esposo. A Nefertiti se le da un nuevo nombre, Neferneferuaten y, acompañada con frecuencia de su hija mayor, Meritaten, ejecuta numerosos rituales que hasta entonces habían estado reservados al faraón; entre ellos, el del mantenimiento del orden universal, “Mostrando a Maat”, y el del dominio de los poderes del caos, “Castigando al enemigo”. 
En esta temprana etapa del reinado no era ya tanto la actuación de Nefertiti como corregente de su esposo, como que la pareja real, juntos, representan a los míticos gemelos de la religión tradicional, Shu y Tefnu, la primera pareja de divinidades procedente del andrógeno dios creador, Atum. La triada original compuesta por Atum, el padre primigenio, su hijo Shu y su hija Tegnu, es reemplazada por una triada compuesta por Atón, como padre, y el faraón y su esposa, como sus hijos vivos. La iconografía única de la pareja regia representada en estatuas y relieves, reflejan la nueva interpretación de su estatus divino.

AKENATÓN Y AMARNA
A principios de su quinto año de reinado, Amenhotep IV decidió cortar todos los lazos con la capital religiosa tradicional de Egipto y su dios Amón, y construir una ciudad totalmente nueva en tierra virgen, que se consagraría exclusivamente al culto de El Atón y de sus hijos. Al mismo tiempo cambió su nombre por el de Akenatón, que significa “el que de hecho actúa en nombre de El Atón” o quizás “manifestación creativa de El Atón”. A la nueva ciudad, conocida hoy como Amarna, se le llamó Aketatón, “Horizonte de El Atón”, es decir, el lugar donde El Atón se manifiesta y donde actúa a través de su Hijo, el faraón, que es “el Hijo perfecto de El Atón viviente”. Aún se desconoce si existían motivos políticos, además de religiosos, para una decisión tan drástica, si bien el faraón parece insinuar cierta oposición a sus reformas religiosas en el decreto inscrito en una serie de “estelas fronterizas” que delimitaban el territorio de Aketatón. 
Oposición tuvo que haber existido, especialmente por parte del desposeído sistema sacerdotal de los grandes templos de Amón en Tebas, y probablemente de cualquier otra parte del país. Incluso antes de marchar a Aketatón, algunas de las ganancias procedentes de los cultos ya establecidos habrían sido desviadas hacia el culto de El Atón, y la situación debe de haberse deteriorado aún más cuando el faraón dejó la ciudad del dios Amón para marchar a su nueva capital.
Antes de proceder al análisis de esta ciudad, sus habitantes y la nueva religión “atonista”, según se practicaba en el lugar, habría que hacer un breve resumen de los principales eventos políticos del reinado de Akenatón. Se desconoce exactamente cuándo cambió su residencia a Aketatón, pero es probable que tuviese lugar dentro del primero o segundo año de su fundación; los juramentos prestados por el faraón en aquella ocasión en relación a los límites del territorio de la ciudad, se renovaron en el año 8 de su reinado. Una vez tomada la decisión de marchar, todas las actividades de construcción en Tebas cesaron, aunque el nombre original del faraón se borró de las inscripciones y fue sustituido por el nuevo.
Una vez que Akenatón estaba firmemente asentado en su nueva residencia, tuvo lugar una nueva radicalización de sus reformas religiosas. En el año 9, la fórmula oficial del nombre de El Atón se cambió a “el que vive, Ra, soberano del horizonte que se regocija en su identidad de Ra, el Padre, que ha vuelto como el Disco-Solar”. Aunque esta fórmula suprime el nombre del dios Horus, que huele demasiado a conceptos tradicionales, pone incluso más énfasis en la relación padre-hijo entre El Atón y el faraón. 
Probablemente, a la vez que este nombre cambió, los dioses tradicionales fueron prohibidos por completo, y se inició una campaña para borrar sus nombres y esfinges – en especial las de Amón – de los monumentos, tarea hercúlea que sólo pudo haberse consumado con la ayuda del ejército. Los templos estatales tradicionales se cerraron, y el culto a sus dioses se paralizó. Y, quizás lo más importante, los festivales religiosos con sus procesiones y festividades, dejaron de celebrarse. 
El papel del ejército durante el Período Amarna ha sido subestimado desde hace tiempo; en parte porque a Akenatón se le tachaba de pacifista. Sin embargo, más recientemente, se ha reconocido no sólo que el programa de reforma política y religiosa del faraón nunca habría tenido éxito sin un respaldo militar activo, sino también que Akenatón envió sus tropas al exterior para aplastar una rebelión en Nubia en el año 12. Incluso se ha sugerido que pudo haber estado involucrado en una confrontación con los Hititas quienes, durante el reinado de Akenatón, habrían derrotado a los hurrianos del imperio de Mitanni, aliado de Egipto, destruyendo así el equilibrio de poder que había existido durante varias décadas, aunque el archivo diplomático de Aketatón – las “Cartas de Amarna” - muestra que la actividad militar de Egipto en el norte de Siria solía limitarse a acciones policiales, cuyo objetivo primordial consistía en prevenir que los volátiles estados vasallos cambiasen de bando. Y fue en el año 12 que tuvo lugar una gran ceremonia durante la que el faraón recibió el tributo de “todos los países extranjeros unidos en uno”, evento que bien pudo estar relacionado con la campaña nubia del mismo año.

Damas de la Realeza. Arte y Arquitectura. Tumbas y Creencias Funerarias
En el período de Amarna (1.390-1.327 a.C) un importante cambio de énfasis llevó a cabo en algunas creencias religiosas y el estilo artístico. Esta estela de piedra caliza ilustra el cambio en ambas zonas de la vida egipcia. El rey Amenofis IV (Akenatón, reinó 1.390-1.352 a.C), se muestra en una pose relajada, que hubieran sido impensable en épocas anteriores, con un mentón saliente y vientre; esta sentado debajo del disco de Atón (el sol) cuyos rayos se extienden hasta el rey. Cada rayo termina en una mano pequeña y simboliza la manera en que el sol las manos sus beneficios hasta el rey.
Las nuevas creencias formulan en Tell el-Amarna y llevó a cabo de manera limitada en otros lugares, destacado que Akenatón era la única persona con acceso a Atón. Atón, Akenatón creía, era el Dios principal y la fuente de toda la vida. Por lo tanto, sólo la familia real se muestra siempre hacer ofrendas a Atón; particulares tuvieron que dirigir sus devociones por el rey. Estelas, con imágenes del rey, se han encontrado en un número de casas en Tell el-Amarna y probablemente habrían formado el centro de devociones domésticas.
 (Base de Datos del Museo Británico).

Estela de piedra caliza con una figura sentada de Akenatón. Probablemente de Tell el-Amarna, Egipto. XVIII dinastía, alrededor del año 1340 a.C.

DAMAS DE LA REALEZA EN EL PERÍODO AMARNA
Más o menos, a la vez que tenían lugar estos eventos políticos, hubo un cambio importante en la familia real. Nefertiti había dado a luz, hasta el momento, seis niñas, pero ningún varón y, aunque nunca perdió su posición principal de “Gran Esposa Real”, una segunda esposa de Akenatón apareció en escena. Con frecuencia se ha especulado que se trataba de una princesa de Mitania, pero su nombre, Kiya, es un nombre egipcio perfectamente normal y no hay nada que sugiera su procedencia extranjera. Se le dio el nuevo tratamiento de “Amadísima Esposa del Faraón” que la situaba apartada de las otras damas del harén, a la vez que la distinguía claramente de Nefertiti.
En el año 12 de reinado, o poco antes, repentinamente desaparece de los monumentos; su nombre se borra de las inscripciones, siendo sustituido por los de las hijas de Akenatón - con más frecuencia el de Meritaten - y sus representaciones se alteran de la misma manera. Puesto que el equipo funerario ya preparado para ella - que incluía un magnífico ataúd antropoide – se adaptó para otra persona real diferente, es más que probable que Kiya, en cierto momento, cayese en desgracia; quizás porque se habría convertido en rival para Nefertiti después de haber dado a Akenatón, no sólo otra hija sino también un heredero varón. No hay una evidencia contundente que apoye esta teoría, pero una sola inscripción de aproximadamente la época, lee:”el hijo carnal del Faraón, su amado, Tutankhaten” - el futuro Tutankamón (1.336-1.327 a.C.) - que era, con casi total certeza, hijo de Akenatón, pero no de Nefertiti.
La influencia de ésta aumentó aún más durante el último período del reinado al convertirse en corregente de su esposo como Neferneferuaten, con el nombre de entronización de Ankh (et) kheperura; su rol de Reina Consorte pasaría a su hija mayor, Meritaten. Qué fue lo que instó a Akenatón a nombrar un corregente, medida que se sólo se solía tomar en casos muy excepcionales, se ignora. Quizás la oposición a su régimen en alguna parte, es decir, en Tebas, amenazaba su posible control, lo que haría necesario tener a alguien que ejerciese como faraón, e incluso que estableciese su residencia lejos de Amarna; de todos modos, un grafiti tebano fechado en su año 3 de reinado revela que Neferneferuaten poseía una “Mansión de Ankhkheperura en Tebas” en la que tenía empleado a un escriba de ofrendas divinas a Amón; una muestra clara de que había tenido lugar un intento de reconciliación con los viejos cultos. El texto, en su mayoría, consiste en una oración del escriba a Amón, con una conmovedora apelación al dios para que volviese y disipase la oscuridad que había descendido sobre sus seguidores.
No se sabe con certeza si Nefertiti sobrevivió a Akenatón, que fallecería en su año 17 de reinado. Smenkhkara, un faraón efímero, con un nombre prácticamente idéntico al de entronización de Nefertiti/Neferneferuaten, aparece en algunas inscripciones de finales del Período Amarna; en una o dos raras representaciones, se le ve acompañado de su reina Meritaten. Muchos eruditos aún lo ven como el sucesor varón de Nefertiti; quizás un hermano menor, e incluso otro hijo de Akenatón, pero hay una gran posibilidad de que “él” no fuese otro que la propia Nefertiti quien, al igual que Hatshepsut antes que ella, habría asumido la condición de varón y gobernado en solitario durante un breve período después del fallecimiento de Akenatón, con Meritaten en su rol ceremonial de “Gran Esposa Real”.
Es probable que el sucesor de Akenatón no le sobreviviese por mucho tiempo, y que, cuando él o ella muriese, el muy joven Tutankhaten, el único miembro varón de la familia real que quedaba, subiese al Trono. A principios de su reinado, él y su reina, su media-hermana Ankhesenpaaten, abandonarían Amarna y re-establecerían los cultos tradicionales. Con él, se puso así fin a uno de los períodos más críticos de la historia de Egipto.

EL ARTE Y LA ARQUITECTURA DEL PERÍODO AMARNA 
Las primeras representaciones de Amenhotep IV lo muestran en un estilo tradicional muy parecido a los retratos de Tutmosis IV y Amenhotep III, pero poco después de su coronación, a Amenhotep IV se le habría representado con un rostro delgado y alargado, de barba puntiaguda y gruesos labios, cuello alargado, pechos casi femeninos, barriga redonda y prominente, caderas anchas, muslos gruesos, y zanquivano de piernas. En un principio, el nuevo estilo era bastante moderado, pero en la mayoría de los monumentos tebanos, y durante los primeros años de Amarna, las facciones reales se representaron de forma tan exagerada que parecían caricaturas; más adelante en su reinado, evolucionaría hacia un estilo más equilibrado. 
No eran sólo Akenatón, Nefertiti y sus hijas que se representaban en este estilo, sino también cualquier otro ser humano, aunque de forma no tan exagerada. Esto no debe sorprender ya que las representaciones de individuos a nivel privado siempre siguieron el modelo artístico del faraón de su tiempo, y Akenatón, en particular, puso mucho énfasis en el hecho de que él era la “la madre que da luz a todas las cosas”, el que “crea a sus súbditos con su ka”. Él era el Dios-Creador en la Tierra que modelaba la Humanidad a imagen suya.
Pocas dudas puede haber de que la forma tan extraordinaria con que Akenatón se retrata a sí mismo, a su familia y, hasta cierto punto, a todos los seres humanos en sus monumentos, de alguna forma refleja la apariencia física real del faraón, si bien en un estilo exagerado que se ha denominado “expresionista”, e incluso “surrealista”. Las inscripciones nos cuentan que fue el propio faraón quien instruía a sus artistas en el nuevo estilo, que no sólo afecta a la figura humana, sino también a la forma en que inter-actúan, recíprocamente. Las escenas de la familia real muestran un despliegue de intimidad tal como nunca se había visto en el arte egipcio; incluso entre individuos a nivel privado; mucho menos dentro de la propia realeza.
Se besan y se abrazan bajo los benefactores rayos de El Atón, cuyo amor impregna toda su creación. Otro rasgo característico del estilo Amarna es su extraordinario sentido del movimiento y de la rapidez; y una “soltura” y libertad de expresión que iba a tener una influencia duradera en el arte egipcio durante siglos después de que el Período Amarna llegase a su fin.
Y en un sentido diferente, la rapidez es el factor determinante de una nueva técnica de construcción. De nuevo, las primitivas estructuras de Amenhotep IV utilizaron los grandes bloques tradicionales de arenisca para construir los muros de los templos, pero pronto fueron sustituidos, en Tebas y Amarna, por unos bloques mucho más pequeños llamados talatat, de un tamaño de unos 60 x 25 cm y, por tanto, suficientemente pequeño para que un solo hombre pudiese levantarlo y transportarlo. Esto facilitó en gran manera la construcción de grandes edificios en un espacio de tiempo relativamente corto. El nuevo sistema, no obstante, se abandonaría poco después del Período Amarna; quizás al haberse observado para entonces que los relieves tallados en muros construidos con bloques tan pequeños, que exigían una cantidad mayor de yeso para cerrar los huecos entre bloques contiguos, podrían no aguantar el paso del tiempo como lo hacían los muros construidos de forma tradicional. Por supuesto, los sucesores de Akenatón pronto se dieron cuenta también que con el nuevo sistema se requería mucho menos esfuerzo y tiempo en la demolición de los edificios construidos con talatat.
La “soltura” del estilo artístico de Amarna parece estar en línea con el plan de la ciudad de Aketatón; al menos en lo referente a la zona de alojamiento. A pesar del hecho de que se tratase de una ciudad recién planificada, no se construyó sobre una cuadrícula octogonal rígida, como se hizo con la ciudad de Kahun, en el Imperio Medio, en la que se reflejó la altamente estratificada sociedad burocrática de la época. La disposición de Amarna es más la de un grupo de aldeas centralizadas alrededor de casas agrupadas libremente, grandes y pequeñas, cada una con sus propios edificios subsidiarios tales como silos, corrales, cobertizos, y talleres. 
La variedad en el tamaño de estos recintos se ajusta a las diferencias existentes de riqueza y estatus social de sus propietarios. Muchos de ellos disponían de su propio pozo, una prestación única de esta ciudad, que hacía a sus ciudadanos independientes del rio Nilo para cubrir sus necesidades hídricas diarias. En general, se asemeja más a una ciudad que crece de forma natural en un período de tiempo, que al resultado de una escrupulosa planificación. 
Obvia decir, sin embargo, que los templos y palacios son temas aparte. Ambos estaban ligados a las ideas religiosas de Akenatón, y por esta razón tienen que haber sido diseñados y planificados por el propio faraón, en estrecha colaboración con arquitectos y artistas que trabajaban bajo su “instrucción” personal, como las inscripciones nunca se cansan de recordarnos. Si bien estos edificios no se pueden aquí describir con detalle, sí se deben mencionar algunas de sus características.
Ante todo, Akenatón y su familia vivían a cierta distancia de la capital en lo que ahora se conoce como el “North Riverside Palace” (Palacio Ribereño del Norte). Una amplia avenida, la “Carretera Real”, se extendía hasta el Palacio Norte – residencia de Nefertiti – a lo largo de una línea recta de unos 3’5 km, en dirección a la Ciudad Central, con sus dos palacios y sus dos templos mayores a El Atón. Uno de los palacios, se usaba, entre otras cosas, en ocasiones relacionadas con ceremonias estatales, como podían ser las recepciones de emisarios extranjeros; el otro, servía como palacio de trabajo del faraón, con su “Ventana de Apariciones”, desde la que recompensaba a sus fieles funcionarios.
De los dos templos, el Gran Templo a El Atón era el equivalente en Amarna del Gran Recinto del Templo a Amón-Ra, en Tebas; consistía en varios edificios separados que incluían una estructura con la piedra-benben, el símbolo solar sagrado, cuyo arquetipo se levantaba en el templo a Ra, de Heliópolis. Esta es una de las muestras de la influencia de la teología heliopolitana en el pensamiento de Akenatón; siendo otra el que el faraón hubiese proyectado la construcción de un cementerio para el sagrado toro Mnevis de Ra-Atum, de Heliópolis, en Amarna.
El otro templo a El Atón era mucho más pequeño, y se encontraba al sur del palacio de trabajo del faraón. Parece que hubiese estado dedicado al propio faraón, además de a El Atón, y pudo haber sido el equivalente a los llamados “templos del millón de años” que, como los del margen occidental de Tebas, pudo haber servido como una capilla mortuoria de Akenatón que habría sido orientada hacia la entrada del wadi en el que la tumba real estaba ubicada.
La diferencia más obvia entre, por una parte, los templos a El Atón en Amarna y antes en Karnak, y, por otra, los templos tradicionales, es que los primeros se abren a los cielos. El templo tradicional típico empieza con un pilono y un patio peristilo abierto seguido por una sucesión de nuevos patios y habitáculos, que poco a poco se hacen más reducidos y oscuros, conforme el devoto va penetrando en el edificio. En el santuario más íntimo, la imagen de culto del dios se guardaba en un altar que la mayoría del tiempo permanecía en total oscuridad. El Dios de Akenatón estaba allí para que todos lo viesen, aunque no se necesitaba ninguna imagen de culto hecha por el Hombre. Las únicas estatuas que podían encontrarse en los templos atonistas eran representaciones de Akenatón y otros miembros de la familia real.
En la arquitectura de estos templos se aprecia un deliberado esfuerzo para conseguir la menor sombra y oscuridad posibles; incluso los linteles de las puertas aparecen abiertos en el centro. Estos linteles “rotos”, supusieron una innovación arquitectónica que continuaría utilizándose hasta el Período Greco-Romano. El faraón adoraba a su dios en patios abiertos sembrados de un gran número de pequeños altares en los que se realizaban ofrendas a El Atón. El porqué de tantos altares, es un misterio; quizás la explicación más probable es que fuesen altares para los muertos que alimentaban el templo como parte del culto diario.
El componente esencial de El Atón era la Luz. Él era el Dios de la Luz que surgía del disco solar y mantenía vivos a todos los seres vivientes en una creación continua. Él era el Dios-Creador que gobernaba el mundo como Rey Celestial. Y de la misma forma que El Atón era el Rey del Mundo, Akenatón lo era de sus súbditos.
Su “procesión” diaria cuando, conduciendo su carro de combate a lo largo de la Carretera Real, desde el North Riverside Palace hasta la Ciudad Central, reemplazaba a las tradicionales procesiones divinas durante las que los habitantes de la ciudad podían entrar en contacto con las deidades, cuyas estatuas solían permanecer ocultas a la vista en el templo. Akenatón era, como su nombre indica, “la manifestación creativa de El Atón”, a través de quien El Atón realizaba su beneficial tarea. Fue el faraón quien “hizo” la Humanidad y en especial su élite, que él mismo escogió.
En sus inscripciones, estos funcionarios negaban sus verdaderos orígenes, a pesar de que muchos de ellos tenían que proceder de familias influyentes; todos se confesaban pobres, huérfanos desgraciados, que debían su existencia a su faraón, que los habría “creado con su propio ka”. El trabajo del faraón estaba ligado a la inundación anual de El Nilo, que sustentaba a la Humanidad y a todos los seres vivos. La devoción personal estaba ahora unida a una fidelidad absoluta a Akenatón, personalmente. En sus hogares, la élite amarniense guardaba pequeñas capillas con altares y estelas que representaban a la divina familia real, y reemplazaban a las viejas capillas domésticas dedicadas a las deidades locales.

TUMBAS Y CREENCIAS FUNERARIAS EN AMARNA 
Incluso en las tumbas de la élite de Aketatón, el faraón dominaba por completo la decoración de los muros. Las representaciones de Akenatón y de su esposa e hijas – así como descripciones de los distintos templos de Aketatón - eran omnipresentes, y los himnos y las distintas fórmulas de ofrendas estaban con frecuencia dedicadas lo mismo al faraón que a El Atón. Merece destacar que estas fórmulas de ofrendas iban normalmente dirigidas – aunque no exclusivamente - al dios por el propio faraón, más que por el dueño de la tumba. Las únicas copias que han sobrevivido del famoso “Gran Himno a El Atón”, el texto más completo del dogma de la nueva religión – muy probablemente compuesto por el propio Akenatón – aparecen en dichas tumbas.
Este himno, y todos los demás textos de Amarna, fueron escritos en un lenguaje oficial recién creado, mucho más cercano al lenguaje diario que el egipcio clásico, que se venía usando para textos oficiales y religiosos. La frontera entre la lengua oficial y la vernácula no desaparecería completamente, pero el uso de esta última para las composiciones literarias se vio fomentado enormemente por este hecho, y daría lugar a una nueva literatura durante los siglos que siguieron al Período Amarna.
El dios más importante de los Muertos, Osiris, parece que habría estado proscrito desde el mismo inicio del reinado de Akenatón. El Atón era un dios dador de la Luz de la Vida; durante la noche, estaba ausente, aunque no está claro donde se pensaba que iba. La Oscuridad y la Muerte se negaban por completo, en vez de ser consideradas como un estado positivo y necesario de la Regeneración. De noche, los fallecidos simplemente permanecían dormidos, como cualquier otro ser viviente, y como lo hacía el mismo Atón. No se encontraban, pues, en el “Bello Occidente”, el Submundo; y sus tumbas no estaban ni siquiera físicamente situadas en el Oeste, sino en el Este, por donde salía el Sol. 
La “Resurrección de los Muertos” tenía lugar por la mañana, cuando El Atón se alzaba. El propio Atón representaba “el tiempo en el que uno vive”, como así lo expresaba el “Gran Himno”. El modo de existencia de los Muertos era, por lo tanto, uno de una presencia continua con El Atón y el faraón en el templo, donde ellos, o sus almas-ba, se alimentarían de las ofrendas diarias. Por esta razón, las tumbas privadas de Amarna estaban repletas de representaciones de los templos de El Atón, y del faraón conduciendo su carro a lo largo de la Carretera Real hacia los templos, y haciendo ofrendas en ellos. Los templos y los palacios de Akenatón eran ahora la nueva “Vida en la otra Vida”; los Muertos ya no vivían en sus tumbas, sino en la Tierra, entre los Vivos. Las tumbas servían, por lo tanto, sólo como lugar de reposo nocturno. 
La momificación persistió, ya que por la noche el ba regresaba al cuerpo hasta el amanecer. Por esta razón los ritos funerarios - incluyendo las ofrendas y los elementos de la tumba - al parecer, también habrían perdurado, aunque la mayoría de las estatuillas-shabtis dejaron de tener inscrito el tradicional capítulo del "Libro de los Muertos". Es difícil de saber con certeza cómo serían los ataúdes privados y sarcófagos del Período Amarna, ya que no se ha encontrado muestra alguna en Amarna. En el gran sarcófago de piedra del propio Akenatón, las cuatro diosas aladas que tradicionalmente aparecían adosadas en las esquinas, fueron sustituidas por figuras de Nefertiti, y algunos hallazgos procedentes de otros yacimientos sugieren que los sarcófagos privados también pudieron adornarse con representaciones de miembros de la familia del finado, más que con deidades. 
Tan poco había ya un “Juicio del Muerto” ante el trono de Osiris, que antes tenía que pasar el fallecido a fin de alcanzar el estatus de maaty (el “justificado”); en su lugar, los funcionarios del faraón se ganaban la "vida-después-de-la- muerte" siguiendo las enseñanzas de Akenatón, y siendo totalmente fiel a él durante toda su vida. Akenatón era el dios que concedía la vida y garantizaba un enterramiento después de la vejez; él encarnaba a maat, y era a través de la lealtad hacia él que sus súbditos podían alcanzar el maaty. Sin esto, no había vida posible después de la muerte, y la continuidad de su existencia en la Tierra dependería del faraón quien, por tanto, poseía el monopolio de todos los aspectos de la religión amarniense, incluyendo las creencias funerarias. 

LA VIDA FUERA DE AMARNA DURANTE EL PERÍODO AMARNIENSE
La mayoría de lo que sabemos de la nueva religión de Akenatón procede de sus primeros monumentos en Tebas y de la propia ciudad de Amarna. Lo que pasaba en el resto del país, especialmente después de que el faraón estableciese su residencia en su nueva ciudad, está mucho menos claro. Akenatón tuvo, con toda seguridad, que viajar fuera de Aketatón; él incluso estipula en una estela fronteriza que, en caso de fallecimiento donde fuese, su cuerpo debería ser llevado a Amarna y enterrado allí.
Además de las primitivas actividades en Nubia, sabemos de templos en Menfis y Heliópolis, y puede haber habido otros. Algunos bloques menfitas tienen la forma final del nombre de El Atón – después del año 9 de reinado – y un bloque perdido de Tebas también tiene esa forma: así que, incluso después de la radicalización de la reforma de Akenatón, los trabajos fuera de Amarna continuaron. Lo que no se sabe es hasta qué punto se abolieron realmente los cultos tradicionales; la imagen que tenemos se ve mucho más ilustrada por una posterior descripción de la situación del Decreto de Restauración de Tutankamón, cuya tendencia es, como es obvio, totalmente propagandístico. 
En la práctica cotidiana, la nueva religión probablemente sólo reemplazó al culto oficial estatal y a la religión de la élite; la mayoría de la gente habría continuado adorando a sus propios dioses locales tradicionales. Incluso en la propia Amarna hay un número considerable de objetos votivos que han sobrevivido, estelas y pinturas murales que muestran o mencionan a dioses como Bee y Taweret, ambos relacionados con los partos; la Diosa-Cosecha Renenutet; las deidades protectoras Isis y Shed (“el Salvador”), una nueva versión de Horus, nunca encontrado antes en Amarna; Thoth, el dios de los escribas; Khanun, Satet, y Anuket, la triada de Elefantina; Ptah de Menfis; e incluso Amón de Tebas. 
No siempre es fácil decidir si los relieves de las tumbas, las estelas, y los elementos que componen el equipo de enterramiento que mencionan a El Atón junto a los tradicionales dioses tales como Osiris, Thoth, o Ptah, datan de principios del reinado, o más tarde; o incluso de un tiempo inmediatamente posterior al Período Amarna. Tampoco se sabe si los fallecidos enterrados en una necrópolis que no fuese Aketatón podían participar en las ofrendas en el templo de El Atón, o en su ciudad natal, o cómo se pensaba que el fallecido viviría en lugares donde no había ningún templo a El Atón. Aquí se necesita investigar más; en particular, en la necrópolis de Menfis, donde muchas tumbas de este período quedan aún por descubrir. 
Tampoco está claro qué le ocurrió a la administración civil durante el Período Amarna. Está claro que Akenatón había reemplazado Tebas como capital religiosa y centro del culto estatal, pero ¿reemplazó también a Menfis como capital administrativa? Uno de los dos visires residían en Amarna, pero su homólogo del norte permanecía destacado en Menfis. Es probable que esta ciudad conservase su posición de centro administrativo de todo el país durante todo el Período Amarna.
La situación durante el Período Saíta puede ofrecer un paralelismo: los soberanos de la Dinastía XXVI favorecieron en gran medida a Sais, su ciudad de origen – si bien ellos eran de ascendencia libia – que funcionaba como su capital, y la mayor parte de los ingresos estatales acababan en el templo de su diosa Neith. No obstante, Menfis siguió siendo el centro administrativo de Egipto durante todo el Período Saíta, situación que se mantuvo hasta que el sucesor de Alejandro Magno trasladó sus restos mortales a Alejandría, convirtiendo así a la ciudad en el centro del Egipto Romano y Tolemaico. 


REPERCUSIONES DEL PERÍODO AMARNA
Aunque el episodio Amarna duró escasamente veinte años, su impacto fue enorme. Es, quizás, por sí solo, el acontecimiento más importante de la vida religiosa y cultural de Egipto, y dejó profundas cicatrices en la conciencia colectiva de sus habitantes. En la superficie, el país volvió a la religión tradicional de antes de Akenatón, pero la realidad es que nada volvió a ser lo mismo. Algunos de los cambios se pueden detectar en las disposiciones de los entierros de la élite, siempre un buen barómetro para conocer las fluctuaciones de las actitudes religiosas.
Más a destacar es la evolución de la arquitectura de tumbas. En Menfis en particular, aparecen las tumbas autónomas que en todos los aspectos esenciales parecen templos. En Tebas, las tumbas cavadas en la roca continúan usándose, pero su arquitectura y decoración se adaptan al mismo nuevo concepto, el de la tumba como el templo mortuorio privado de su propietario, cuyo culto funerario está integrado al culto a Osiris. A este dios, que habría sido prohibido por Akenatón, se le veía universalmente ahora como la manifestación nocturna de Ra, y su rol en los asuntos funerarios aumentó dramáticamente, comparado con los días que precedieron al Período Amarna. 
En estas tumbas, el símbolo solar par excellence, la pirámide, antes una prerrogativa real, descansaba en el techo de la capilla central, generalmente con una piedra de remate (piramidión), mostrando escenas de adoración frente a Ra y a Osiris. En las propia capilla central, la estela principal, foco central del culto, generalmente mostraba una doble escena, emplazada simétricamente, que estaba formada por estos dos dioses sentados espalda-con-espalda. Estatuas que antes habrían sido colocadas típicamente en templos, empezaron a aparecer en tumbas privadas, incluyendo imágenes de varias deidades, y las “estatuas naophorous”, que muestran al fallecido sujetando una capilla con la imagen de un dios. 

Nota aclaratoria: 
La Estatua Naophorous es una estatua que en realidad consta de dos estatuas: la primera es de un hombre arrodillado que presenta al segundo, que representa a Osiris, el Dios de los Muertos. Este tipo de estatua apareció por vez primera durante la Dinastía XIX, pero ganó popularidad en el Período Tardío. El término “estatua naophorous” se deriva de la palabra “naos”, que significa “santuario” en griego. Este nombre se le daba a las estatuas de los dioses que se colocaban frente a un funcionario o sacerdote, que podía estar, como en la estatua, de rodillas o de pie.

Los relieves y pinturas en los muros de las tumbas no tenían ya como objetivo primordial mostrar escenas de la carrera u ocupación profesional del propietario – si bien estas escenas no desaparecen por completo – sino que se concentran en mostrarle adorando a Ra, Osiris, y una amplia variedad de otros dioses y diosas, vestido con un largo sayo de lino plisado – con frecuencia llamado erróneamente el “traje de la vida cotidiana” - y tocado con una elaborada peluca. El mismo traje festivo también aparece en los sarcófagos antropomorfos y shabtis que, hasta ese momento, habían mostrado al difunto exclusivamente como una momia.
A excepción de uno o dos ejemplos de muy a principios del reinado de Tutankamón, las escenas que representaban al difunto haciendo ofrendas al faraón, desaparecen por completo; su lugar lo ocupa ahora Osiris entronizado. En general, las escenas y textos religiosos, normalmente tomados del "Libro de los Muertos" dominaron la decoración de las tumbas post-Amarna. Ilustraciones y extractos de textos de varias composiciones funerarias, exclusivamente reales, tales como la “Letanía de Ra” y los llamados “Libros del Submundo” empezaron a aparecer en las paredes de las tumbas privadas; primero en Deir el-Medina, pero pronto también en todas partes. Todas estas facetas se pueden entender como una reacción contra la monopolización total por parte de Akenatón del culto funerario de sus súbditos, y el rol de los templos de El Atón en la religión amarniense como nueva “Vida en la otra Vida”. Los propietarios de tumbas disponían ahora de sus propios templos en los que podían adorar a los dioses sin la intervención del faraón, cuyo rol, ahora, se veía restringido.
Los cambios en la cultura funeraria mencionados son sintomáticos de una relación entre dioses y devotos totalmente diferente, así como el papel que jugaba el faraón en esta relación. En otros 200 años más, la consecuencia final de esta cosmovisión se haría patente con la realización de la así llamada “Teocracia tebana”, por la que se pensaba que el propio Amón reinaba como faraón de Egipto, gobernando a sus súbditos mediante intervención directa en forma de oráculos. Pero, no obstante, antes de que se pueda discutir este tema, habría que volver a la historia política y dinástica de Egipto inmediatamente después del Período Amarna. 
Amenofis IV  ó Amenhotep IV ó Akenatón ó Akhnaton, Faraón de Egipto desde el 1352 a.C.
·       Tell el Amarna ó Ajenaton, nueva capital de Egipto, sólo durante su reinado.
·       Implantación del culto supremo a Atón en la corte y cambio del canon artístico, solo durante su reinado.
·       Templo de Atón en Luxor, construido durante su reinado.
·       Busto de Nefertiti, célebre primera esposa del Faraón, tallado por Tutmés, durante su reinado.
·       Los hititas arrebatan Siria y parte de Palestina a Egipto, durante su reinado.
·       Egipto pierde el dominio sobre las ciudades de Byblos y Jerusalén, durante su reinado.
·       Sublevación de la Tierra de Ikayta, durante su reinado.

Smenkhare ó Semenejkara, Faraona de Egipto, corregente de Tutankhamon del 1338 al 1336 a.C.
·       Fin del culto supremo a Atón, el clero de Amón recupera su poder socio-político, desde su reinado.
Tutankhamon ó Tutanjamón, Faraón de Egipto desde el 1336 a.C. es coronado siendo niño.
Kheperkheprure Ai ó Eye, Visir, Faraón de Egipto desde el 1327 a.C.
Horemheb, general, Faraón de Egipto desde el 1323 a.C.
·       Intento de borrar todo recuerdo de los faraones del culto a Atón, durante su reinado.

Reconquista de Palestina, durante su reinado.
La Tumba de Horemheb, es decorada con célebres pinturas murales, realizadas durante su reinado.
Paramesu, visir del Faraón, instaura su propia dinastía tras su muerte con el nombre de Ramsés I.

Akenatón
ỉ mn ḥtp nṯr ḥḳȝ wȝst (Amenhotep Necherheqauaset)
Amón está satisfecho, Señor de Tebas


nfr ḫprw rˁ wˁ n rˁ (Neferjeperura Uaenra)
Hermosas son las manifestaciones de
Ra, el Único de Ra.   (K. Sethe - W. Helck)


ȝḫ n ỉtn (Ajenatón)
Agradable a Atón, Útil a Atón o Resplandor de Atón
(British Museum)





Neferjeperura Amenhotep, también conocido como Ajenatón, Akhenatón o Akenatón, fue el décimo faraón de la dinastía XVIII de Egipto. Su reinado está datado en torno a 1353-1336 a. C. y pertenece al periodo denominado Imperio Nuevo de Egipto. Hacia el cuarto año de su reinado, cambió su nombre a Neferjeperura Ajenatón
Dentro de la historia del Antiguo Egipto, su reinado inicia el denominado Período de Amarna, debido al nombre árabe actual del lugar elegido para fundar la nueva capital: la ciudad de Ajetatón, esto es, «Horizonte de Atón». Es célebre por haber impulsado transformaciones radicales en la sociedad egipcia, al convertir al dios Atón en la única deidad del culto oficial del Estado, en perjuicio del, hasta el momento, predominante: el culto a Amón. Es el primer reformador religioso del que se tiene registro histórico. Su reinado no sólo implicó cambios en el ámbito religioso, sino también reformas políticas y artísticas.
Aunque tardíamente descubierto y todavía poco conocido, está considerado por muchos historiadores, arqueólogos y escritores, como uno de los faraones más interesantes.
Akenatón llegó al trono con el mismo nombre de nacimiento que su padre: Imn htp, transcrito Amen-Hotep, que en el antiguo idioma egipcio significa «Amón está satisfecho» o «hágase la voluntad de Amón» (el nombre completo es Nefer-Jeperu-Ra Amen-Hotep, esto es, Hermosas son las manifestaciones de Ra, Amón está satisfecho). Como consecuencia de su reforma religiosa, tras cuatro o cinco años de reinado, cambió el nombre de Amenhotep por el de Ajenatón (3ḫt itn), esto es, «útil a Atón» o «agradable a Atón».
Amenhotep III y Tiy con la princesa Henuttaneb.

El sacerdote e historiador egipcio Manetón lo denominó Horus y, posteriormente, otros historiadores también le asignaron el nombre de Amenhotep IV o Amenofis IV. También es conocido como Akhenatón, Ecnatón e Ijnatón. La transcripción de los jeroglíficos de su primer nombre de Trono y de nacimiento es Nefer-Jeperu-Ra Amen-Hotep.
Ajenatón fue hijo de Amenhotep III y de la reina Tiy, la Gran Esposa Real. De la familia de ésta se tuvo conocimiento cuando se descubrió casi intacta la tumba de sus padres, los nobles Yuya y Tuyu, originarios de la ciudad de Ajmin. Tras la muerte del faraón Amenhotep III, la reina viuda Tiy fue testigo del ascenso al trono de su hijo Ajenatón y de sus consecuencias: el proceso de sustitución del antiguo orden establecido en torno al culto de Amón y la posterior fundación de la nueva capital del reino, la ciudad de Ajetatón. Los historiadores opinan que Ajenatón construyó en dicha ciudad un palacio para residencia de su madre, donde pasaría sus últimos días hasta llegar a su muerte. Fue sepultada también allí, en la tumba TA28, pero al despoblarse la ciudad probablemente durante el reinado de su supuesto nieto Tutankamón, se ordenó el traslado de sus restos a la necrópolis de Tebas, donde fueron hallados posteriormente en la tumba KV55 del Valle de los Reyes.
Akenatón tuvo un hermano mayor, cinco hermanas (Sitamón, Henuttaneb, Isis, Nebetta y Baketatón) y varios medios hermanos, hijos de las esposas secundarias del rey. Su hermano Tutmose, que era el príncipe primogénito o Príncipe de la Corona, ejercía, según parecen indicar los hallazgos arqueológicos relacionados con él, diversos cargos oficiales, como por ejemplo la función de sumo sacerdote de Ptah, en Menfis, un puesto normalmente asignado al sucesor real. Tutmose falleció antes de heredar el trono. No se encuentran rastros ni imágenes de él durante el festival Heb Sed de su padre celebrado en el año 30 de reinado; razón por la cual muchos historiadores afirman que su deceso ocurrió cercano a esa fecha del reinado de Amenhotep III.

Matrimonios
El cargo de Gran Esposa Real (Ta hemet nesu) fue ejercido por Nefertiti, a quien históricamente se le ha adjudicado una gran belleza física y unas grandes dotes como gobernante. Con ella, la figura de la Gran Esposa Real alcanzó cotas nunca vistas, como lo demuestra el hecho de que haya registros con los nombres de Ajenatón y Nefertiti en cartuchos reales, algo inusual en otros reinados. Una teoría sostiene que llegó a ser corregente junto a su marido, con el nombre de Neferneferuatón. Nefertiti era hija de Ay y de su primera esposa, que se estima que falleció prematuramente cuando la niña aún era pequeña. Ay era un noble muy arraigado en la corte, y muy influyente en los años finales de la dinastía. Con posterioridad, Ay volvió a desposarse nuevamente y tuvo otra hija: Mutnedymet. Esta media hermana de Nefertiti llegó a ser consorte del faraón Horemheb (que no pertenecía al linaje de la Dinastía XVIII), quien la desposó para legitimar su ascenso al trono, aunque de manera poco ortodoxa, ya que lo habitual hubiera sido su matrimonio con una princesa de la familia del rey Ajenatón y no de Nefertiti. 
Nefertiti acompañó al faraón en todas las obras que emprendió. Se la puede ver no sólo en las inscripciones conmemorativas religiosas en torno al nuevo dios Atón, sino también en otras ceremonias, como recepciones de embajadores extranjeros y funerales; incluso, aparece su imagen grabada en las estelas fundacionales de la nueva capital: Ajetatón. Como no pudo aportar herederos varones, sus hijas tuvieron que desposarse con los pretendientes masculinos al trono, para darles legitimidad, tanto si eran de sangre real (como era muy probablemente Tutankamón) o meros cortesanos (Ay). El deceso de Nefertiti ocurrió, probablemente, antes que el de su esposo, lo que implicó que Ajenatón eligiese a una de sus hijas para ocupar el puesto de Gran Esposa Real a efectos de poder oficiar los rituales que demandaba la presencia femenina real. 
Nefertiti. Neues Museum.

También destacó la figura de Kiya, mencionada como «La amada esposa», esposa secundaria de Ajenatón. Se pensaba que Kiya, probablemente, cobrase relevancia por haber podido dotar de un hijo varón al rey, el príncipe Tut-anj-Atón, el futuro Tut-anj-Amón, pero análisis de ADN demostraron que el muchacho era hijo del rey y una de sus hermanas.
Como era costumbre en los reyes de la dinastía XVIII, Ajenatón heredó de su padre Amenhotep III el «harén real» (Casa Jeneret), que incluía a la princesa mitannia Taduhepa, fruto de un tratado diplomático que la había enviado para fortalecer aún más las relaciones entre Egipto y Mitanni durante el reinado de su padre Amenhotep III, con el fin de poder mantener el statu quo internacional.

Descendencia
Anjenatón, Nefertiti y sus hijas.

Hijas nacidas de Nefertiti (los años de nacimiento se cuentan a partir del comienzo del reinado de Ajenatón): 
·       Meritatón: durante el año 1 ó 2. Fue gran esposa real de Ajenatón y de Semenejkara.
·       Meketatón: durante el año 2 ó 3. Murió en el año 14.
·       Anjesenpaatón: durante el año 4 ó 5. Fue gran esposa real de Ajenatón y de Tutankamón
·       Neferneferuatón-Tasherit: durante el año 7 u 8. Murió entre el año 14 y el 17.
·       Neferneferura: entre el año 8 y 10. Murió entre el 12 y el 17.
·       Setepenra: entre el año 10 y 12. Murió entre el año 12 y el 17.

Hijas nacidas de Meritatón: 
·       Meritatón-Tasherit: entre el año 14 y 17. Murió en esas fechas.

Hijas nacidas de Anjesenpaatón: 
·        Anjesenpaatón-Tasherit: entre el año 14 y 17. Murió en esas fechas.

Hijos nacidos de Kiya: 
·       Kiya-Tasherit

Hijos nacidos de una hermana no identificada: 
·       Tut-anj-Amón (Tutankamón): posterior faraón de Egipto.

La Dinastía XVIII vivió un periodo histórico de excepcional importancia en Egipto. Liberado del yugo de los gobernantes hicsos, la tierra de los faraones se convirtió en una potencia militar al dominar los territorios aledaños: por el sur, a la vecina Nubia, abundante en minas de oro y puerta de acceso fluvial al África negra, con sus riquezas en forma de marfil, pieles y maderas; y, por el norte, a Siria y Canaán, con Gaza y Fenicia, donde Egipto se podía aprovisionar de telas, maderas y diversos minerales. 
Como consecuencia, Kemet (Egipto) se convirtió en un país sumamente opulento y los faraones se volcaron en promover grandes construcciones y embellecer el país. Muchos estudiosos estiman que durante el reinado de Amenhotep III, padre de Ajenatón, Egipto alcanzó su mayor cota en términos económicos. Ajenatón heredó, pues, un estado en muy buena posición financiera y económica, que el faraón utilizó para sus fines políticos.
Ajenatón no figura como sucesor en ningún documento ni monumento de la época, lo que apoya la teoría de la prematura muerte del príncipe heredero Tutmose; en este sentido, los egiptólogos afirman que el joven príncipe Amenhotep (Ajenatón) fue ascendido a corregente en los últimos años de reinado de su padre. Se cree que su residencia estaba en la ciudad de Tebas, lugar donde en sus primeros años contribuyó a la construcción de diversos templos.
El futuro Ajenatón era un hijo menor de Amenhotep III y consejero de la reina Tiye. El hijo mayor, el príncipe heredero Tutmosis, fue reconocido como el heredero de Amenhotep III, pero murió relativamente joven y el siguiente en la línea de sucesión al trono era un príncipe llamado Amenhotep. 
Hay mucha controversia en torno a si Amenhotep IV accedió al trono a la muerte de su padre, Amenhotep III, o si hubo una corregencia (que dura hasta 12 años según algunos egiptólogos). Los estudios actuales por Eric Cline, Nicholas Reeves, Peter Dorman y otros estudiosos están en contra de una larga corregencia entre los dos gobernantes y si están a favor de una corregencia y breve duración de uno o dos años, como máximo. Otros como Donald Redford, Guillermo Murnane, Alan Gardiner y más recientemente Lawrence Berman en 1998 Rebaten la opinión de cualquier corregencia entre Akenatón y su padre. 
Estatuillas policromadas con las imágenes de Nefertiti y Ajenatón, hacia el noveno año de reinado. Museo del Louvre, E15593.

Comienzo del reinado como Amenhotep IV
Berlin Alivio que representa a Amenhotep IV antes de que cambiara su nombre por el de Akhenatón, Neues Museum, Berlín

En febrero de 2014, el Ministerio de Antigüedades de Egipto anunció lo que llamó una prueba concluyente de que Ajenatón podría haber compartido el reinado con su padre por lo menos 8 años. La evidencia proviene de las inscripciones encontradas en la tumba de Luxor del visir Amenhotep-Huy. Un equipo de arqueólogos españoles ha estado trabajando en esta tumba. 
Amenhotep IV fue coronado en Tebas y allí se inició un programa de construcción. Decoró la entrada sur del recinto del templo de Amón-Ra con escenas de sí mismo adorando a Re-Harakhti. Pronto se decretó la construcción de un templo dedicado a la Atón en el Karnak Este. Este templo de Amenhotep IV fue llamado el Gempaaten ("El Atón se encuentra en la finca de Atón"). El Gempaaten consistió en una serie de edificios, entre ellos un palacio y una estructura llamada hwt Benben (llamado así por el Benben piedra) que se dedicó a la reina Nefertiti. Otros templos de Atón en Karnak construidos durante este tiempo incluyen el menú de Rud y el menú Teni que pueden haber sido construidos cerca del Noveno Pilón. Durante todo este tiempo Amenhotep IV no reprimió el culto de Amón, y el Sumo Sacerdote de Amón estaba todavía activo en el cuarto año de su reinado. El rey aparece como Amenhotep IV en las tumbas de algunos de los nobles de Tebas: Kheruef o Jeruef (TT192), Ramose (TT55) y la tumba de Parennefer (TT188). 
 Placa de bronce con el titulo de Amenhotep IV antes de que cambiara su nombre por el de Akhenatón, Museo Británico.

En la tumba de Ramose, Amenhotep IV aparece en la pared del oeste en el estilo tradicional, sentado en un trono con Ramose que comparece ante el rey. En el otro lado de la puerta Amenhotep IV y Nefertiti se muestran en la ventana de aparición con el Aten representado como el disco solar. 

En la tumba tebana de Parennefer, Amenhotep IV y Nefertiti con el disco del sol que se muestra sobre el rey y la reina. 
Uno de los últimos documentos conocidos se refieren a Amenhotep IV son dos copias de una carta del administrador de Memphis Apy (o API) al Faraón. Se encontró que los documentos en Gurob y datan de años de reinado 5, tercer mes de la temporada de crecimiento, el día 19.

Primer período del reinado
Talatas (del italiano Tagliata) provenientes del templo de Atón en Karnak, edificado en los comienzos del reinado de Amenhotep IV. El uso de estos pequeños bloques de piedra caliza resultó ser una innovación en las técnicas de construcción de su tiempo



Los historiadores creen que la duración del primer período del reinado del rey no fue más allá del quinto año. En este lapso de tiempo, la figura de Nefertiti cobró importancia como Gran Esposa Real y el matrimonio, probablemente, tendría ya, al menos, dos hijas. Durante esta primera etapa no hubo ruptura con el orden establecido, aunque se empezó a gestar el cambio que llevaría a privilegiar el culto a Atón. Su padre, Amenhotep III, realizó varias fiestas Heb Sed, cuya principal función era la de regenerar la fuerza del faraón, celebrando algunas en la actual Malkata, donde se hallaba una residencia real, llamada Palacio del deslumbramiento de Atón, lo que atestigua un temprano interés en Atón. Amenhotep III tenía a este dios solar como el más venerado, hecho reflejado en la correspondencia con los reyes de Mitani e Hititas, donde el sol también era la deidad principal.

Cambio de nombre de Akenatón
El día 13, mes 8, en el quinto año de su reinado, el rey llegó al lugar de la nueva ciudad Akhetaton (ahora conocido como Amarna). Un mes antes de que Amenhotep IV cambió oficialmente su nombre por el de Akhenatón. Amenhotep IV cambió la mayor parte de su titularidad 5 veces en 5 años de su reinado. El único nombre que mantuvo fue su prenombre o nombre de trono. 


Edificaciones de los primeros años
El culto a Atón, era característico de Tebas. Al principio de su reinado, Ajenatón promovió numerosas obras edilicias en la zona, que se realizaron gracias a diversas innovaciones en las técnicas de construcción. En este sentido, no se utilizaron grandes bloques, sino pequeños mampuestos de caliza, a modo de ladrillos, denominados talata, más fácilmente manejables y trasportables por los trabajadores. Esos bloques fueron descubiertos como material de relleno reutilizados en los pilonos de los templos de Amón en Karnak, construidos por los reyes posteriores.
Entre las obras edificadas en este período están algunas dedicadas a Atón, simbolizado por el disco solar. Debido a la posterior persecución a la que fue sometido todo lo relacionado con el rey hereje, en especial por los gobernantes de la dinastía XIX, han sido escasos los restos hallados de estas representaciones artísticas, más allá de los pertenecientes a las etapas más primitivas.
La etapa histórica de su reinado más importante es la que inicia el conocido como período de Amarna, que comprende los siguientes doce años.

Cortesanos destacados
El recuerdo de los cortesanos del faraón Akenatón sobrevive en los relieves de sus tumbas localizadas en Amarna, más precisamente en el grupo de tumbas del sector Norte. Mucho se ha escrito en torno al cuerpo de servidores de la corte, de quienes se han tejido conjeturas de diversas índoles, desde simples advenedizos que siguieron al faraón en sus “delirios” místicos hasta un grupo de cortesanos incondicionales del faraón y su credo. Sin embargo, la historia no develó mucho de sus secretos al día de hoy, lo siguiente es la información con la que se cuenta:

Huya. Supervisor de la Casa Jeneret real, supervisor del Tesoro Real y Mayordomo de la reina-madre Tiye. Está claro que Huya fue un funcionario heredado de la administración del faraón Amenhotep III, siguió a la reina sobreviviente Tiye en su traslado a la nueva capital de Aketatón durante el reinado de su hijo Akenatón. Su tumba está identificada como la número 1 dentro del conjunto de tumbas del sector norte de la ciudad.
Meryra II. Escriba real, Mayordomo y Supervisor de los dos Tesoros, Supervisor de la Casa Jeneret real de Nefertiti. Su tumba es la número 2 dentro del conjunto de tumbas del sector norte.
Ahmes. Real escriba del Rey, Mayordomo de la hacienda de Akenatón. Su tumba está localizada en el sector norte e identificada con el número 3.
Pentu. Escriba real, Principal servidor de Atón en la hacienda de Atón en Ajetatón, Jefe de los médicos. Le corresponde la tumba 5.
Panehesy. Principal servidor de Atón en el templo de Atón en Ajetatón. Es el sepulcro número 6 del conjunto de tumbas del sector norte.
Tutu. Chambelán real, Principal Servidor de Ajenatón en el templo de Atón en Aketatón, Supervisor de todos los trabajos de su Majestad, Supervisor de la plata y el oro del Señor de las Dos Tierras. El sepulcro es localizado dentro del conjunto de tumbas de la zona sur de Amarna con el número 8.
Mahu. Jefe de Policía de Ajetatón. Tenía a cargo la protección y seguridad personal del faraón. Se lo puede observar custodiando a Ajenatón en sus traslados en carro dentro de la ciudad. El sepulcro es el número 9 de las tumbas del lado sur.
Ramose. Escriba real, Comandante de las tropas del Señor de las Dos Tierras, Mayordomo de Amenhotep III. Es otro de los funcionarios heredados del padre de Akenatón y acompañó a Ajenatón en su nueva ciudad. Su tumba identificada con el número 11 del grupo de tumbas sur demuestra que era de edad avanzada cuando surgió la mudanza a la nueva capital de Egipto.
Maya. Escriba real, escriba de los reclutas, Mayordomo del palacio de Akenatón en Heliópolis, Supervisor del ganado de la hacienda de Ra en Heliópolis, Supervisor de todos los trabajos del rey, General del Señor de las Dos Tierras. Es un cortesano proveniente de la ciudad de Heliópolis, centro del culto solar en el Antiguo Egipto. Su preeminencia en la corte de Amarna sugiere que el faraón Akenatón se nutrió de seguidores provenientes de fieles del antiguo dios Ra.
Ay. Padre del dios, Supervisor de los caballos de su Majestad, Supervisor del Tesoro Real. Se cree que el título de Padre del Dios era un honor para denotar la extremada cercanía al faraón en términos familiares. Era el padre de la Dadora de Herederos, la bella Nefertiti y abuelo de las reinas posteriores: Meritatón y Anjesenpaatón. Inclusive llevó a tomar como Gran Esposa Real a ésta última reina con lo que trató de legitimar su ascenso al trono una vez fallecido el último descendiente real masculino de la Dinastía XVIII, el joven príncipe Tutanjatón. Este cortesano fue testigo presencial del ascenso al trono de Amenhotep IV, del nacimiento de Akenatón, del levantamiento y apoteosis de Atón, de los fallecimientos del yerno (Akenatón), hija (Nefertiti) y nietas (Meketatón y Meritatón); además de la vuelta a la ortodoxia con Tutankamón. Finalmente ascendió al trono como sobreviviente más cercano a la familia real. Dentro del grupo de tumbas de la zona sur de Amarna, la correspondiente a Ay identificada con el número 25. Cabe consignar que un ejemplo del famoso Himno a Atón se encuentra grabado en dicha tumba, que nunca fue utilizada porque, una vez ascendido a faraón, Ay fue enterrado en la necrópolis de Tebas conforme a la vuelta a la ortodoxia ya emprendida durante el reinado de Tutankamón.
Bek. Si bien se conoce de él no a través de su sepultura sino de su taller localizado en las ruinas de la ciudad de Aketatón. Era el hijo del Jefe de Escultores. Arquitecto y maestro escultor, en el solar donde se ubicaba su taller fue encontrado el busto de Nefertiti así también como innumerables piezas inacabadas de esculturas en especial de la familia real.

La antigua ciudad de Ajenatón en el-Amarna
Lo que llamamos Amarna, o el-Amarna hoy fue la ciudad de Ajenatón (El Horizonte de Atón). Fue creado por el rey hereje de Egipto, Akenatón por su religión revolucionaria que adoraba Atón durante el período de Amarna.
La antigua capital de Ajenatón se encuentra unas 365 millas al sur de El Cairo, en un anfiteatro natural entre acantilados inhóspitos. Existe una abertura estrecha de unos doce kilómetros a lo largo del río Nilo y tiene una profundidad media redondeada de unos cinco kilómetros.
Este es el lugar donde, en aproximadamente el quinto año del reinado del rey, se nos dice que por inspiración divina, Akenatón construyó su capital.

The History of DiscoveryLa Historia de los Descubrimientos
El sitio era desconocido para los viajeros europeos era un pueblo que se llama Et Til el-Amarna. Los primeros visitantes entendieron mal su nombre, por lo que se convirtió como Tell el-Amarna, aunque no hay un solo tell, o gran montículo que marca el sitio antiguo.
.A pesar de que John Gardner Wilkinson inicialmente investigó el sitio en 1824, y pronto regresó con James Burton para examinar más a fondo las tumbas situadas en el-Amarna, no tenían en ese momento ni idea de su significado. Durante este  tiempo Champollion hizo sus descubrimientos iniciales sobre la escritura egipcia, por lo que los dos primeros exploradores eran incapaces de leer los nombres y las inscripciones que se encontraron en esta expedición. De hecho, identificaron el sitio como la romana Alabastronopolis de una cantera de alabastro cerca.
Más tarde, Robert Hay investigó el sitio no sólo de todas las tumbas abiertas, sino que limpió las demás que estaban debajo de extensas montones de arena. Sin embargo, al igual que Wilkinson y Burton antes de él, nunca fue publicada.
Sin embargo, debido a las decoraciones únicas en las tumbas de el-Amarna, muchas mostrando las actividades de la familia real en sus más íntimos detalles como seres humanos comprometidos en los asuntos del hogar no en las actitudes formales de culto que se repite tan a menudo en otras tumbas, loss estudiosos siguieron visitando el sitio. De hecho, a causa de las representaciones que conocemos que representan a Ajenatón y Nefertiti, estos primeros exploradores se preguntaron si esto no era el hogar de dos reinas, por el físico casi femenino del rey.
A pesar de la capacidad de leer los jeroglíficos repartidos entre los primeros egiptólogos, el descubrimiento de la naturaleza de este sitio se mantuvo esquivo. Los antiguos egipcios, ayudados después por los primeros cristianos, destruyeron este lugar y no era fácil encontrar un cartucho intacto que llevara el nombre del rey o la reina por el cúal fuere construido. Incluso cuando lo hicieron encontraron cartuchos, que eran más grandes que los de otros faraones, y rodeados por un borde doble. Por otra parte, los signos dentro de éstos eran complejos y difíciles de interpretar, pero eran, evidentemente, los mismos que los que acompañaban una representación del dios Sol, Re-Horakhty encontrados en algunos monumentos en otras partes.
Fue finalmente Richard Lepsius, discípulo de Champollion y, sin duda, los principales egiptólogos de su época, que llegaron a el-Amarna para grabar inscripciones y tomar apuntes sobre el papel de los relieves y después, publicar su trabajo. Este trabajo permitió a los estudiosos finalmente hacer avances en su comprensión de la ciudad y su rey, que inicialmente se leía como Khuenaten. Ahora, más de un siglo de estudio nos ha dado el nombre de este rey correctamente, Akenatón, así como revelar muchos de los misterios que rodeaban el lugar.

The General Area El Área General


The plan of the area of el-AmarnaEl plano de la zona de el-Amarna
Situado en el lado este del río Nilo, El-Amarna, al igual que todas las demás capitales del antiguo Egipto, fue compuesta por templos, establecimientos públicos, instalaciones utilitarias tales como silos de cereales y panaderías, palacios y casas de adobe comunes, varias necrópolis, así como un número de parques zoológicos, jardines y otros edificios públicos. De hecho, el alcance de esta ciudad es algo sorprendente si se tiene en cuenta que fue fundada en 1350 a.C y abandonada sólo unos veinte años más tarde. La población de la ciudad se ha estimado que han sido de entre veinte y cincuenta mil habitantes.
El área de la ciudad y su propiedad circundante fue fijada por copias de decretos tallados en catorce comprimidos incrustados en los acantilados a ambos lados del río. Por lo tanto, estas losas de piedra son conocidas por los egiptólogos como estela fronteriza. Ellos no sólo abarcan la propia ciudad, sino también los campos y pueblos de la orilla oeste. La más impresionante de ellas hoy en día es la Estela U, que mide unos 7,6 metros de arriba a abajo y ocupa casi toda la altura del acantilado en una pequeña bahía al norte de la entrada a la Real Wadi. En la base de esta estela en ambos lados se encuentran los restos de un grupo de estatuas talladas de la Familia Real. 




Estas estelas dan un relato vívido de la selección y la dedicación del sitio para su capital del rey, siguiendo las instrucciones de su padre Atón cuando ilumina un determinado punto en el desierto al amanecer. Gran parte de la zona oeste de la zona, incluyendo casas, puertos y el palacio principal del rey, fue oscurecida en el cultivo moderno. Sin embargo, hay un gran número de estructuras que se han conservado en el desierto al este, y en general, la mayor parte de la distribución es discernible de fundaciones.
El área se divide en los suburbios, con la llamada "ciudad central" de vivienda el Palacio Real y el Templo Mayor (El Per-Aten), así como varios edificios arqueólogos han etiquetado oficiales (policía, impuestos...). Es aquí, en uno de esos edificios, la oficina de registros, que las Cartas de Amarna fueron encontradas por una campesina. Esta zona de Amarna fue completamente excavado en la década de 1930. Las otras áreas residenciales consisten en el Norte de la ciudad o suburbio, el principal o Ciudad del Sur, y el pueblo de los trabajadores.
La ciudad central fue aparentemente planeada cuidadosamente, mientras que las otras zonas residenciales donde no. En estas otras áreas, los espacios entre las primeras grandes casas fue llenando gradualmente con los grupos más pequeños de los hogares.

The Central CityEl Centro de la Ciudad
Había un antiguo camino que conducía desde el norte a la ciudad central, que tuvo una trayectoria idéntica a la carretera moderna de hoy en día. Es la ciudad más central que las escenas en las tumbas del Norte representan, aunque el diseño de esta parte de la zona requiere de tiempo y paciencia para seguir ahora debido a la desintegración. Dentro de una generación de Akenatón reinado 's, la mayor parte del material de construcción se retiró, dejando el ladrillo de barro que ahora se ha ido en su mayoría.
La cronología de los edificios aquí se puede bastante bien determinada. La Capilla en el Templo Mayor y la propiedad real se construyeron en primer lugar, seguidos de cerca entre seis y nueve años por la pared temenos del Gran Templo y su santuario, en sustitución de la capilla antes. El palacio se inició pero nunca terminó.
La calle principal es el Camino Real, que es un nombre moderno. Viene del sur y pasa a través de la vieja ciudad de Sur mudarse a la Ciudad Central, entre el palacio oficial y la propiedad real, donde es atravesado por un puente y se ensancha en una plaza frente a la fachada de la entrada del Gran Templo. Al este se corre el Road West, continuando el Sacerdote de la calle Alta de la Ciudad del Sur y pasando por la Oficina de Registros y parando en las revistas del templo.
Layout of the Central CityDisposición de la Central City
La ciudad fue dividida por dos calles este-oeste que cumplieron la carretera West. El del sur se extiende entre la casa del rey y el pequeño templo y luego la oficina de registros y los secretarios casas al sur y llega al cuartel general del ejército. La segunda calle pasa al norte de la propiedad real a lo largo del lado sur de las revistas. Todo este distrito estaba desierta en el tercer año del reinado de Tutankamón.  

The TemplesLos Templos
Aquí, nos encontramos con el gran templo de Atón, así el pequeño templo de Atón. Los Templos en Amarna son considerablemente diferente a la mayoría de los templos de culto del antiguo Egipto. Eran, por supuesto, los templos solares, con los elementos esenciales que consisten en un pequeño obelisco en una base de altura y un altar. Aunque templos solares se habían construido durante el Imperio Antiguo, la adoración de la Atón no requería el equipo y elementos arquitectónicos que se encuentra en estos establecimientos de más edad, con la excepción del altar. No hubo necesidad de una naos, porque no hay más deidad que ser protegida.
Sin embargo, algunos elementos del templo son esenciales. Estos atributos incluyen un plan general rectangular cercada por una muralla tremenos que es simétrica alrededor de un eje longitudinal y la orientación con la fachada que da al oeste. También están las torres de alta tensión como frentes entrada a los tribunales junto con una entrada tortuosa para ocultar el interior de los ojos de los no iniciados. También debe haber un tribunal masacre, el altar y los árboles que flanquean el enfoque de entrada. La mayoría de estas características, que había sido característico de los templos egipcios desde época arcaica, no podría fácilmente estar ausente incluso en Amarna.
El elemento más básico de un Atón templo es el altar, a la que una rampa o escalera asciende desde el oeste en el centro de la cancha, rodeado por un muro temenos. La plataforma altar de vez en cuando podría estar rodeada por un muro y afrontó con un porche. Algunos también podrían lindaba por cuatro rampas orientadas hacia los puntos cardinales. El altar fue generalmente rodeado por hileras de ofrecer tablas. El tribunal que alberga el altar también podría estar precedido por otro tribunal o más.
El Gran Templo de Atón

El Gran Templo de Atón está en el borde norte de la Ciudad Central. Es en parte cubierto por el cementerio moderno de el-Till. El muro de cierre de este templo se extendía detrás de la carretera moderna para algunos 750 metros, y ahora está representada por una arista recta baja. Dentro, el santuario era muy similar a la que en el pequeño templo de Atón y se caracteriza por un grupo de aislados de escombros montones cerca de la parte posterior.

Templo Mayor The Great Temple consisted of at least two composite sanctuaries surrounded by a temenos wall of 300x800m.
El Gran Templo consistió en al menos dos santuarios compuestos rodeados por un muro temenos de 300x800m. Además, otras estructuras, incluyendo el Salón de Homenaje Exterior y parte patio-formado los carniceros del complejo. Al sur del Gran Templo sentar la residencia oficial de la Superintendencia del Ganado de Atón, Panehsy, y las revistas del templo, lo que produjo grandes cantidades de moldes de pan. Inmediatamente al oeste del Templo Mayor fue el complejo del Gran Palacio.
A, servants' quarters;A, sirvientes;
B, capilla;
C, porche posterior;
D, porche anterior;
E, vestíbulo;
F, tienda;
G, logia norte;
H, antesala;
I, despensa;
J, corte de la cocina;
K, entrada anterior;
L, loggia al oeste;
M, sala central;
N, el dormitorio de maestro;
O, sala de unción;
P, sala de estar interior;
Q, revistas;
R, gatekeeper.
Tell el-Amarna, el plan de la casa de Hatiay, Supervisor de Obras del Rey

El ritual diario celebrado en el Gran Templo por el rey y la reina era probablemente muy simple. Unas expresiones de adoración y acción de gracias fueron pronunciadas a Atón, cuyo texto puede haber sido reflejada por las representaciones de las tumbas de la época. El altar mayor estaba reservado para el culto de la familia real, mientras que el mar de miniatura, altares secundarios fueron utilizados por los individuos y las comunidades para hacer ofrendas al rey y la Atón.
"En la parte oriental del recinto del gran templo estaba el sitio del santuario más antiguo, conocido por el excavador JDS Pendlebury simplemente como "el santuario". Un nuevo trabajo de la Sociedad de Exploración de Egipto bajo la dirección de Barry Kemp ha alterado nuestra visión reconstruida del santuario (estructuras religiosas y de Amarna generalmente) de ser un área cerrada, privada de una estructura elevada, al aire libre adecuado para la adoración semipública del rey de el disco solar, una escena familiar de las decoraciones de tumbas. El Santuario fue construido sobre una plataforma de hormigón de yeso elevada baja y consistía en dos tribunales-las casas abiertas al público-, seguidas de dos recintos amurallados atravesada por una calzada central de exteriores sacerdotes que contienen. La parte amurallada del templo pudo haber sido mayor y parece haber tenido una entrada poco convencional con mástiles de banderas-de pie, en lugar del tipo habitual montados en los pilones. La parte trasera del santuario estaba rodeado por una muralla de casamatas bajo y contenía el altar del Templo Mayor y más pequeñas mesas de ofrendas.
Elusive referencias a la "la Mansión del Benben en la Cámara de Atón" (VWT n-Pr-Aten) no definitivamente identifican la ubicación de esta estructura, pero Pendlebury ha identificado con el Santuario. En este caso, la piedra benben no era el obelisco del culto solar heliopolitano, sino más bien una gran estela de los reyes adorando a Atón.
El segundo santuario compuesto en el Templo Mayor, compuesto por el Per Hai (Casa del Regocijo) y la gema de Aten (Encontrar la Aten), puede haber superado el Santuario en los últimos años en Tell el-Amarna. El Per Hai precedió al Gem Aten en una progresión lineal de patios y santuarios a lo largo de un eje central. El Per Hai consistía en una plataforma con dos filas de cuatro columnas a cada lado del eje central. Al pasar por el Per Hai al Gem Aten, había tres patios de estilo similar, pero diferente tamaño, separados por torres de alta tensión. Cada patio contenía numerosas mesas que ofrecen y al norte y al sur del Per Hai y Gem Aten también estaba "un bosque de ofrecer tablas," unos 1.800 en total. Tras el tercer corte había dos tribunales santuario interior que recuerdan a la parte trasera del Santuario. Estos tribunales santuario estaban rodeados de pequeñas cámaras, cada una de las cuales contenía una mesa de ofrendas. En la parte posterior de cada uno de los santuarios interiores había un gran altar, rodeado de nuevo por muchas mesas de ofrendas más pequeñas.

Small TemplePequeño Templo
La Casa de Atón, o Aten, yacían al sur del gran templo en un lugar visible al lado del Camino Real. A pesar de que fue construido sobre un plan similar al Gran Templo, una diferencia clave fue la pared fuertemente apuntalado por tres lados. La Casa de la Aten constaba de dos patios separados por torres de alta tensión, el primero de los cuales contenía el altar mayor, se cree que data de los primeros tiempos de Ajenatón en Tell el-Amarna. El altar mayor fue nivelado durante una fase posterior de la utilización por el templo. Tras el tercer pilón, había un santuario en un plan muy similar al Santuario del Templo Mayor, aunque de forma menos elaborada. En la fase final, el templo tenía una puerta de enlace interesante que consiste en una plataforma central cuadrada de piedra caliza, consultado en el interior por una rampa y en el exterior, posiblemente por pasos. La plataforma puede haber llevado a un dosel o puertas de madera y habría servido a la doble función de una entrada ceremonial y lugar de presentación de la Royal Road exterior.

BakeriesPanaderías
Hay un largo y bajo montículo al sur del templo corre de este a oeste con cerámica rota visible. Esta cerámica es en realidad rompe los moldes de pan, y la línea marca el sitio de las panaderías centrales.

The BridgeEl Puente
Al final de esta cordillera es la base masiva para un puente que cruzaba el llamado Camino Real en frente de la Casa del Rey por medio de pilares de ladrillo. Sigue habiendo algunas antiguas vigas que una vez atados los ladrillos juntos. Al otro lado de la carretera era el Gran Palacio, que consiste en un complejo de tenis y salas de las que sólo quedan cimientos.

The Small Temple of the AtenEl pequeño templo de Atón
En los últimos años, una cierta consolidación y restauración se ha llevado a cabo en el pequeño templo de Atón. Esto incluyó la erección de una réplica de la columna. Una pared de ladrillo prominente recinto también se mantiene, lo que una vez fue reforzada por torres en el exterior. Hay torres de ladrillo en la entrada, y otros que subdividen el interior de este edificio. En la parte posterior del templo se encontraba el santuario construido originalmente de piedra caliza y arenisca.
Este templo tenía una capa base de yeso que ahora está cubierto por más de arena. Sin embargo, modernos bloques de piedra se han sentado encima de la arena con el fin de proporcionar los lineamientos básicos de este templo.
Un paseo circular que comienza en el centro de la parte norte de la pared de la caja de este pequeño templo revela otras partes de la ciudad central. Hay una cresta alta de arena y algunos escombros que corre hacia el norte desde el otro lado de la calle a través del centro de un pequeño palacio construido con ladrillos de barro. Conocido como la Casa del Rey, probablemente acomodada la familia real en sus visitas desde su Palacio Norte. Detrás de la Casa del Rey y el Templo Pequeño de Atón (más lejos del río Nilo) fueron un grupo de edificios gubernamentales construidos con ladrillos de barro. Esto es en realidad donde las famosas Cartas de Amarna fueron descubiertas por una señora campesina en 1888.

The Main City Sometimes Known as the South SuburbLa Ciudad Principal Algunas veces conocida como el Arrabal del Sur
Hacia el sur del Templo Pequeño de Atón es la ciudad principal, que era la principal zona residencial de la ciudad antigua que corría hacia el sur hasta las proximidades de la aldea moderna de el-Hagg Qandil. Era la parte de la ciudad ocupada por las personas más importantes (excepto el rey), incluyendo el visir Nakht, el sumo sacerdote Panehsy, el sacerdote Pawah, General de Ramose, el arquitecto y el escultor Manekhtawitf Tutmosis (Tutmosis). Probablemente conectado a este trimestre fue de un río templo, todavía en uso bajo Ramsés III y más tarde a través de tal vez la 26 Dinastía.
Probablemente fue distribuida sólo después de la Ciudad Central. Hay una plataforma aquí construida con el fin de permitir a los visitantes ver el interior de una de las privadas casas que ha sido habilitado y reparado en los últimos años. Aunque, probablemente, un alto funcionario, el dueño de la casa es desconocida. Here, there are also the ruins of grain silos. Aquí, también hay las ruinas de silos de grano.
Más al sur, cerca de la mitad de camino entre el-Hagg Qandil y el borde del desierto del sitio en el borde de la ciudad principal, el famoso busto de Nefertiti fue descubierto en el taller de Tutmosis.
Algunos sugieren Akenatón carecía de los recursos para controlar el rápido crecimiento de su nueva ciudad y regular sus planes (otras ciudades egipcias son mucho más cuidadosamente dispuestas).

North SuburbSuburbio Norte
El Suburbio Norte se separa de la ciudad central por una depresiónFue al parecer predominantemente habitado esencialmente por una clase media que incluye un fuerte componente mercantil. No se inició hasta mediados del reinado de Ajenatón y fue abruptamente abandonado, al parecer, al final de su reinado. Después, al parecer, las casas fueron re-habitadas por aquellos que no podían permitirse el lujo de viajar de regreso a Tebas después de la final del período de Amarna.
Había grandes propiedades construidas aquí en principio, entre las carreteras del oeste y del este, y de clase media, posteriormente, las casas y los barrios marginales que aparentemente aún bloqueadas se añadieron las calles.

The North Palace (Palace of Nefertiti)El Palacio Norte (Palacio de Nefertiti)
Aún más al norte es el palacio del norte que los lugareños llaman "El Palacio de Nefertiti" (Kasr Nefertiti). Este era una autónoma residencia construida a lo largo de tres lados de un espacio abierto de largo, que a su vez fue dividido por un muro y torre. La parte residencial tenía jardines y salones con columnas a lo largo de su parte posterior. En la esquina noreste se encuentra la parte más famosa de esta residencia, que consiste en un patio del jardín. Una cámara central en el lado norte, conocida como la "sala verde", fue pintada con un friso continuo que representa la vida natural de las marismas. Cada habitación tiene una ventana desde la que el jardín centro hundido podría ser visto. En los últimos años, las paredes han sido algo restaurado y algunas de las bases de las columnas que faltan se han reemplazado con réplicas modernas. Había corrales más al oeste en el lado norte y también un corte que contiene tres altares solares, de los cuales nada ahora las salidas, pero sus fundaciones. Este palacio fue probablemente construido originalmente para uno de Ajenatón principales reinas 's, pero más tarde fue convertido para su uso por la Princesa Meritatón.

The North CityEl Norte de la ciudad
Más hacia el norte, donde el cultivo termina en los acantilados hay también una ciudad del Norte, que era una zona residencial El palacio en sí está situado justo al norte de la zona residencial. Esta fue probablemente la residencia principal de la familia de Akenatón. La mayor parte de esta se ha ido, pero hay una longitud de un enorme muro de ladrillo recinto perforado por una enorme puerta de entrada al palacio.

The Desert AltarsLos Altares Desierto
En el camino de las tumbas del Norte, se pasa la casa de unas atalayas, y una corta distancia al oeste y al norte de este se encuentran los restos de tres grandes altares solares de adobe en forma de plataformas cuadradas con rampas que se conocen como los Altares del Desierto. El más septentrional de ellos tenía cuatro rampas de arena bien apisonada-y probablemente un altar en el centro.

The NecropolisesLas necrópolis
La necrópolis se compone de más de veinticinco tumbas enfrenta la base del frente del acantilado que se encuentra en el lado este de la llanura desértica, que alcanza una altura de unos ochenta y cinco metros y al sur de los Royal Wadi Seis tumbas se encuentran en el lado norte, cerca de Darb El-Malik y conocida como las Tumbas del Norte. Estas fueron probablemente tumbas pertenecen a los funcionarios bastante elevados mientras que diecinueve más tumbas se encuentran en el sur y conocidos como las Tumbas del Sur. Estas tumbas del sur eran propiedad de una mezcla de funcionarios.
Estas tumbas están construidas para ser muy complicado para asegurarse de que están protegidos de los ladrones. La mayoría de ellos comienzan con una audiencia pública que conduce a tres cámaras. Dentro de estas cámaras hay columnas de papiro que se reúnen en la parte trasera.. Hay una estatua de los muertos se habrían colocado mirando hacia la entrada.
Las Tumbas del Norte una vez fueron invadidas por un antiguo asentamiento cristiano copto, y grupos de pequeñas cabañas de piedra en la ladera debajo de las tumbas pertenecen a estas personas, que convierten la tumba número seis en una Iglesia. A partir de estas tumbas, hay una excelente vista del valle.
Las Tumbas del Sur son el mayor de los dos grupos de tumbas. Ellas se cortan en los flancos de una meseta baja frente a una ruptura importante en los acantilados, donde la roca es de mala calidad. Sin embargo, aquí se encuentra la tumba número 25, que fue construido para el "Padre de Dios", Ay, quien más tarde se convertiría faraón. Aunque a menudo no es tan imponente como las tumbas en el norte, ellos tienen su encanto, así como más variedad. Por otro lado, muchas de las Tumbas del Sur contienen poca o ninguna decoración y algunos apenas se habían iniciado antes de que se abandonó la ciudad. Algunas de estas tumbas también fueron utilizados para enterramientos posteriores, y entre ellos son fragmentos de maceta en su mayoría datan de entre la 25 y 30 de la dinastía.

The Workers (or Eastern) VillageVilla de los Los trabajadores
Hacia el este, en un pequeño valle en el lado sur de una meseta baja que corre desde la base de los acantilados entre la Real Wadi y las tumbas del sur hay un interesante asentamiento conocido como "aldea de los trabajadores". Se trata de un recinto amurallado de casas muy regulares a lo largo de varias calles paralelas. Los arqueólogos creen que acogían a los trabajadores que trabajan en las tumbas de roca en las inmediaciones (que, por cierto, aunque construido para la realeza y cortesanos, no fueron en su mayoría nunca ocupada). Sin embargo, esta ciudad amurallada tenía una casa de guardia en la única salida, y parece más probable que haya sido la de mantener a los trabajadores en que cualquier cosa fuera (la principal ciudad estaba protegida por tal pared, para todo el sitio, incluyendo la aldea de los trabajadores, está rodeada por altos acantilados).

The Royal TombLa Tumba Real
La tumba real construida para Akenatón se encuentra en un valle lateral estrecho en la apertura de la Real Wadi. Su diseño básico y las proporciones no son diferentes a los de las tumbas reales en el Valle de los Reyes en la Ribera Occidental en Tebas (actual Luxor). Sin embargo, se tenía la intención de enterrar varias personas, entre ellas el rey, los príncipes y, probablemente, la reina Tiy por lo que hay cámaras funerarias adicionales. También hay un anexo sin terminar que pueden haber sido destinados a Nefertiti. Aquí, la calidad de la roca es pobre, y así las decoraciones de la tumba se cortaron en una fina capa de enlucido de yeso. Por lo tanto, la mayoría de las decoraciones no han sobrevivido y la mayor parte de lo que queda está en los aposentos de la princesa Meketatón.

Other RuinsOtras Ruinas
En Kom el-Nana, al sur de la ciudad principal y al este de la aldea moderna de el-Hagg Qandil es un recinto pensado para haber rodeado otra de Ajenatón templos del sol. Recientes excavaciones han revelado ladrillo edificios ceremoniales y los cimientos de dos santuarios de piedra. La parte norte fue ocupada por un monasterio cristiano en los siglos sexto y quinto d.C. También está muy al sur de la ciudad un centro de culto inusual conocido como Maru-Atón. A pesar de que ha desaparecido completamente bajo la tierra cultivada, esto parece haber sido una estructura especial de la función de culto. Amarna es única en Egipto. Incluso las ciudades construidas por los gobernantes extranjeros no sufrieron su destino. Se estableció con toda probabilidad a partir de cero, y parece haber sido abandonado por completo poco tiempo después de la muerte de Akenatón. Hoy en día, la investigación continúa considerable en este lugar que con el tiempo debería descubrir más de los secretos del reinado del faraón más interesante. 

Grupo Norte de Tumbas
El Grupo Norte de Tumbas de Tell el-Amarna consiste en 25 tumbas y se consideran de naturaleza similar a los encontrados en Abd el-Qurna en Tebas occidental.
Desde las ruinas del principal Palacio Real es un paseo de 45 minutos al noreste, más allá del sitio del gran templo, junto al palacio, al Grupo Norte de Tumbas. Las tumbas de roca de Tell el-Amarna son similares en forma a las de Abd el-Qurna en Tebas occidental. Al frente de cada tumba es una estación de servicio, que en la mayoría de los casos probablemente fue cerrado por un muro de ladrillo. La gran puerta se abre con frecuencia en una cámara de pilares, de las que una puerta o pasaje conduce a una antecámara estrecha, más allá de que es una cámara que contiene una estatua del hombre muerto. Muchas tumbas quedaron sin terminar cuando la capital se trasladó de nuevo a Tebas. Las tumbas están numeradas en negro de 1 a 25, que va de norte a sur.
Tumba de Merire, Sumo Sacerdote del Sol
No. 4, la Tumba de Merire, Sumo Sacerdote del Sol, es una de las mayores y más interesantes en el grupo. Los relieves son muy oscuros y requieren una buena iluminación (linterna potente aconsejable).
Frente a la tumba es un amplio patio delantero. La puerta, rematada por una cornisa cavetto y con figuras de hombre muerto en la oración en las paredes internas, conduce a una antecámara, en la mano derecha y las paredes de la mano izquierda de las cuales son falsas puertas, con Merire orando delante de ellos detrás de él un gran ramo de flores, en forma de una columna. Las otras paredes están cubiertas de inscripciones. La cámara principal, más allá, al principio tenía cuatro columnas, de las cuales dos se dejan. En la puerta son figuras del hombre muerto (derecha) y su esposa (a la izquierda) en la oración. La mano izquierda pared de la entrada: el rey en una ventana en el palacio presentando oro para Merire. Pared de la izquierda: el rey en su carro de conducir desde el palacio (arriba, izquierda) para el Templo del Sol (más adelante frente a él su guardaespaldas, detrás de él la reina, las princesas y séquito, en carros ya pie. La escena continúa en la mitad izquierda de la pared posterior: sacerdotes y músicos chica esperando el Rey a la entrada del templo. Pared de la derecha, continuando por la mitad derecha de la pared posterior: el Rey de visitar el templo a continuación, Merire se presenta con cadenas de oro por el rey y la reina en la izquierda, los graneros reales y trasteros. Mano derecha pared de entrada: el Rey y la Reina, con dos princesas, haciendo ofrendas al sol en los altares Merire y otro sacerdote a continuación, la comitiva real y sacerdotes (nota, abajo a la derecha, las bellas representaciones de cantantes ciegos). Las dos cámaras traseras están sin terminar.

Tumba de Pentu
No. 5, la Tumba de Pentu, un médico, está muy afectada. En la puerta de entrada, a la derecha ya la izquierda, el muerto se muestra en la oración delante de él una inscripción (un himno al sol). En la pared izquierda de la primera cámara del rey y la reina se representan rezando al sol, por encima de la torre del templo. En un pasillo lateral a la derecha es un eje de la momia de profundidad. La estatua del muerto que se encontraba en la cámara trasera se ha cincelado de distancia.

Tumba de Penehse
Al sureste de la Tumba de Pentu, a corta distancia, es la número 6, la Tumba de Penehse.
En la puerta de entrada, a la izquierda: el Rey y la Reina, seguido de tres princesas y la hermana de la reina, orando al sol a continuación, seguidas de los funcionarios, portadores de ventiladores y otros asistentes a los pies, el hombre muerto rezando. Escena similar en el lado derecho. La cámara principal originalmente tenía cuatro columnas de papiro con capiteles cerrados, dos de los cuales permanecen. En la pared del fondo es una puerta falsa, convertido en un tipo de letra cuando se utilizó la tumba como una iglesia. Escaleras a la derecha conducen a la cámara de la tumba. Izquierda pared de la entrada a mano: el Rey y la Reina presentando Penehse con adornos de oro de una ventana en el palacio. Pared de la izquierda: arriba, izquierda, el Templo del Sol, con el rey rezando en un altar en el patio delantero. Mano derecha pared de entrada: el muerto y su séquito trayendo ofrendas votivas al Rey y la Reina, que se acompaña de cuatro princesas. Una puerta con figuras del hombre muerto y su hermana lleva a una segunda cámara con cuatro columnas, que contiene un nicho para la estatua del hombre muerto (que ha sido cincelado de distancia).

Tumba de Huye
N º 1 es la Tumba de Huye, superintendente de la Real Harem y Steward a la reina madre, Tiy.
En la entrada hay una figura del hombre muerto rezando. La cámara principal tenía originalmente dos columnas de racimo, una de las cuales sigue en pie. Pared de la entrada a mano derecha: el rey y la reina sentados a la mesa por debajo de la reina, dos princesas que se sientan uno frente al otro a la derecha, guardias, etc, por encima de la pareja real (como en todas las representaciones similares en las tumbas de El-Amarna), el sol, con rayos que terminan en las manos a continuación, los músicos de la muchacha, una tabla con las ofrendas, los funcionarios inclinación, soldados, etc Derecho de pared extrema mano: el Templo del Sol, con el gran altar en un tribunal con columnas y estatuas, a la derecha del Rey realización de la Reina Madre en el templo funerario de Amenofis III sus padres y Tiy, acompañados por guardias detrás y debajo de ellos, arriba, el sol, con sus rayos que terminan en las manos. En la pared del fondo, a la derecha ya la izquierda de la puerta, son dos representaciones coincidentes (mucho dañados) de Amenofis III y IV y sus esposas. Pared extrema izquierda: el rey está llevando en una camilla a una sala de recepción (a la derecha) para recibir el tributo de las naciones sometidas, acompañado de una gran comitiva. Izquierda pared de entrada de mano: similar a la de la derecha uno. En ambas paredes de la puerta de entrada a la siguiente cámara del muerto se muestra en la oración. En la siguiente habitación (sin terminar) es el eje de la momia, rodeada por un parapeto excavada en la roca. En la última cámara, el santuario, es un nicho que contiene una figura sobre-tamaño natural sentada del hombre muerto (la cara mutilada). En las paredes hay escenas de entierro, luto las mujeres, los hombres que llevan los regalos votivos, un carro, sillas, etc.

Tumba de Merire
No. 2, la Tumba de Merire, que también era superintendente de la Real Harem, es de particular interés porque el trabajo en la tumba continuó durante el reinado de Akenatón del hijo-en-ley y sucesor Smenkhkare.
Sólo la cámara principal, con dos columnas, se completa. Izquierda pared de la entrada a mano: el rey sentado bajo un dosel de la celebración de un cuenco que la reina está vertiendo el agua, con tres princesas asistentes. Mano derecha pared de entrada: el Rey y la Reina, en un balcón, dictar adornos de oro para el muerto en la explanada del palacio (a la derecha), los carros y el ventilador portadores reales, junto con funcionarios y agentes de Merire a continuación, Merire siendo recibido al regresar a su casa. Derecha pared extrema mano: el Rey y la Reina sentado bajo un dosel alto recibir tributo de los asiáticos (a la izquierda) y los negros (a la derecha otros presos que hacen homenaje al Rey.

Las próximas tumbas yacen a 15 minutos en viaje en sureste, en el lado de la otra colina. No. 3, la tumba de Ahmose, "portador del ventilador en la mano derecha del rey", se puede omitir si el tiempo es corto.
Sobre la entrada al muerto se representa la adoración de los nombres del sol; en la puerta, a la derecha ya la izquierda, se le ve orando, vestido con su traje oficial, con el ventilador y el hacha. Cámara principal, la pared de la izquierda: la familia real a la mesa en el palacio anteriormente, cuatro filas de soldados con escudos, lanzas, etc, que marchaban al templo, seguido de la carroza real (sólo esbozadas). En cámaras laterales de la izquierda y la derecha son dos ejes de la momia, con puertas falsas en la pared detrás de la última cámara está una estatua del hombre muerto.

Grupo Sur de Tumbas
Tumba de Tutu
N º 8 es la Tumba de Tutu.
En las jambas de la puerta el hombre muerto se representa en la oración por encima de él, sus nombres y títulos. En la puerta, a la derecha, el Rey y la Reina haciendo ofrendas al sol, con el muerto de rodillas en oración a continuación a la izquierda, el hombre muerto en la oración. La cámara principal tenía originalmente 12 columnas, en dos filas, de los cuales ocho permanecen. Las columnas de la fila trasera están unidas por las pantallas, y entre las dos columnas centrales es una puerta baja, de un tipo que normalmente se encuentran sólo en el período ptolemaico. Escalera en la delantera izquierda en la cámara de la tumba. En las dos paredes frontales son pequeños nichos que contienen estatuas inconclusas. Mano derecha pared de entrada: el Rey y la Reina miran por una ventana del palacio como Tutu está decorado con cadenas de oro a continuación, el muerto en la oración Pared de la entrada de la izquierda: el rey y la reina sentados en el palacio, con Tutu y otros cortesanos en actitudes de respeto ante ellos a continuación, el muerto rezando. El corredor está sin terminar.

Tumba de Mahu
Inmediatamente adyacente a la tumba de Tutu es No. 9, la tumba de Mahu, un alto oficial del ejército.
Un corto tramo de escaleras conduce a la entrada. En la puerta, a la izquierda, son el Rey, sosteniendo el jeroglífico de "verdad" hacia el sol, la reina y una princesa, con sistra, en presencia del sol a continuación, el muerto de rodillas, con el texto de su oración delante de él a la derecha, el muerto rezando. Cámara principal, la mano izquierda pared de la entrada: el rey en una ventana en el palacio (bosquejo preliminar en el pigmento negro). Pared izquierda extremo a mano: una ronda coronada lápida, abordado por dos pasos anteriormente, el rey y la reina a continuación, el muerto rezando. A la derecha (continúa en la mitad izquierda de la pared posterior), la gente en frente del Templo del Sol fila inferior, el muerto de rodillas y ofreciendo gracias por la bondad del Rey. La mitad derecha de la pared posterior (continúa en la mitad izquierda de la pared final): arriba, el Rey y la Reina de conducir fuera del palacio de inspeccionar las defensas de la Ciudad del Sol, con hombres corriendo por delante a continuación, su regreso. En el centro de la pared extrema derecha es una lápida forma de puerta. Pared Righthand entrada: fila de abajo, a la izquierda, Mahu establece en su carro a la derecha, Mahu trayendo presos al visir, que estará acompañado por su séquito, segunda fila de abajo, en el Mahu izquierdo apoyado en un bastón con sus subordinados frente a él, a la derecha un carro y soldados corriendo. Las filas superiores están mal conservados. La segunda cámara tiene una puerta falsa en la pared posterior a la derecha una escalera de caracol de 46 escalones conduce a una cámara que contiene el eje de la momia.

Tumba de EPEI
N º 10, la Tumba de EPEI, está sin terminar. En la puerta de entrada, a la izquierda, el Rey y la Reina presentan dos cuadros con el Sol, la imagen del rey que muestra a dos princesas que adoran los nombres de el sol, mientras que la Reina presenta su propio retrato adorar a los nombres de el sol, detrás de ellos tres Princesas con sistra los rayos del sol brillando sobre un altar cargado de comida y bebida.

Tumba de Ramose
N º 11 es la Tumba de Ramose. En la puerta de entrada, a la izquierda, el Rey y la Reina, acompañada de una princesa, recibirá el jeroglífico de la "vida" de las manos de Atón. En el nicho son figuras sentadas del hombre muerto y su esposa.

Tumbas Inconclusas
Núms. 12 y 13 son sin terminar. Muestran cómo fueron excavadas las tumbas en la roca.

Tumba de Mei
N º 14 es la Tumba de Mei, "comandante militar y Fan portador en la mano derecha del rey. El nombre de Mei ha sido cuidadosamente borrado todas partes, mientras que los nombres de los reyes se han quedado sin tocar. La tumba está sin terminar. En la pared de la entrada de la derecha es un bosquejo preliminar del muelle del puerto de la Ciudad del Sol, con los barcos, los jardines y el palacio en el fondo. N º 17 es una tumba guapo, pero no tiene relieves o inscripciones. N º 19, la Tumba de Suti, está más que empezar.

Tumba de Enei
No. 23, la tumba de Enei, un Steward y Scribe en la casa real, se diferencia en forma de las otras tumbas.
Un tramo de escalones de piedra caliza conduce a la entrada, que tiene una cornisa cavetto y fue planeado para tener una columnata delante de él. En el dintel, a la derecha y la izquierda, son el rey y la reina y tres princesas orando al sol. En la puerta, a la izquierda, el muerto se muestra orando, con el texto de su oración delante de él a la derecha del hombre muerto con un personal y un ramo de flores (pintado en estuco). Las paredes de la cámara principal tienen un recubrimiento de estuco, pero aparte de la cornisa cavetto en la parte superior no están pintados. En el nicho es una estatua de un exceso de tamaño natural del hombre muerto pared de la derecha, el hombre muerto y su esposa sentados, con un hombre de oración delante de ellos pared de la izquierda, el muerto sentado en la mesa, con un sacerdote le ofrece flores. Estas escenas están pintadas en estuco, pero son mucho desvanecieron.

Más al sur de la tumba de Enei es la número 25, la tumba de Ay, el sucesor de Tutankamón como Rey. Al igual que muchas otras tumbas, que quedó inconclusa cuando la capital se trasladó de nuevo a Tebas (donde Ay tenía un sepulcro nuevo, construido para él).
En las jambas de la puerta, a la derecha ya la izquierda de rodillas, Ay y su esposa se representan (abajo). En la puerta de entrada, a la izquierda, el Rey y la Reina, acompañada de cortesanos, orando al sol, cuyos rayos, que termina en las manos, llegar hasta el altar a continuación, Ay y su esposa Tiy en la oración derecho, Ay, con el traje oficial, y su esposa orando, sus oraciones inscrito junto a ellos. La cámara principal era tener 24 columnas de papiro con capiteles cerrados, pero sólo 15 fueron tosco y sólo cuatro completado los otros, hacia el sur, han sido meramente comenzado en la roca en la parte superior. En tres de las columnas del hombre muerto y su esposa se representan adorando los nombres del dios sol y el Rey y la Reina. En el centro de la pared posterior es una puerta sin terminar, en la esquina noreste es un vuelo de pasos diseñados para llevar a la cámara de la tumba, que ni siquiera se inició y en la esquina noroeste es una puerta sin terminar. En la pared de la entrada a mano izquierda se encuentra un relieve interesante, el único completado: a la izquierda son el Rey y la Reina arrojando adornos a Ay y su esposa (partes superiores de los cuerpos en el Museo Egipcio de El Cairo) desde una ventana del palacio al lado de la reina son sus tres pequeñas hijas, el que está delante acariciando la barbilla de su madre arriba, el sol. En el patio del palacio de la comitiva real (aurigas, los escribas, los portadores de fans, soldados), levantar la mano en homenaje observar las actitudes dobladas curiosos de los cortesanos. A continuación se presentan los niños brincando de alegría. A la derecha Ay se ve salir del palacio y recibir las felicitaciones de sus criados, que levantan sus manos en alegría, sirvientes llevan los regalos de distancia y en la fila superior los porteros del palacio con unos muchachos observan la escena.

Tumba de la Familia de Amenofis IV (Akhenaton)
Algunos 7MI / 11km de Tell el-Amarna, en el Darb el-Hamzawi o Darb el-Melek un valle que corre de este entre los Grupos Norte y del Sur de tumbas, son una serie de tumbas de roca y sin relieves o inscripciones y uno (No. 26 ) que tiene relieves interesantes pero por desgracia mucho dañada. Esta es la tumba de la familia de Amenofis IV / Akhenaton, el pensamiento de largo, erróneamente, que es la tumba del propio Akenatón, que fue enterrado en la tumba de su madre Tiy en el Valle de los Reyes.
Un vuelo de 20 pasos, con una rampa en el centro para el sarcófago, conduce a la puerta, de la que un corredor inclinado y otro tramo de 16 escalones conducen a una antecámara con un eje de la momia, ahora lleno, y muy dañada relieves murales. Más allá del eje es la cámara de la tumba, que una vez contenía un sarcófago. Todas las columnas excepto uno han desaparecido. Los relieves murales se practicarán con una incisión en estuco. El mejor conservadas son las de la pared de la entrada de la izquierda (el Rey y la Reina y Princesas orando al sol) y la pared lateral izquierda, que representan el rey y la reina, una princesa y mujeres dolientes en un féretro (?). En la pared de la derecha hay un pequeño nicho.
Volviendo hacia la entrada, entramos (a la izquierda de las escaleras) tres habitaciones con relieves e inscripciones, tal vez la capilla funeraria de la princesa Meketatón. Tanto las paredes principales del primer sitio de la demostración casi la misma escena: el rey y la reina, cuatro princesas y el séquito real orar y presentar ofrendas al sol, que se ve que se levanta sobre las colinas detrás del templo a los pies de las colinas son varios animales. A la izquierda (en la pared de la entrada de la izquierda y en la pared posterior entre las puertas) una variedad de personas, incluyendo a los negros y los asiáticos en su atuendo distintivo, adorar al sol. En la pared de la entrada de la derecha, en la fila inferior, la difunta princesa se ve en su féretro, con el rey y la reina y las mujeres dolientes de pie junto a él en la fila superior son el Rey y la Reina, una enfermera con un poco de princesa, y las mujeres dolientes lamentando la princesa muerta. La segunda habitación no tiene relieves. Tercera habitación, la pared posterior: a la izquierda, la difunta princesa de pie bajo un dosel frente a ella, el luto, la familia real y su séquito. Esta escena se continúa en la pared de la derecha. Pared de la izquierda la mano: la momia mentir bajo el mismo pabellón, con el luto de la familia real delante de ella derecha más lejos, una nodriza con un bebé princesa en el pecho. Pared de entrada: representaciones de muebles de tumbas (espejos, cucharas, ataúdes, etc, muy dañado). Más cerca de la entrada de un pasillo conduce a un pasaje inclinado que termina en una cámara sin terminar.

La revolución de Amarna
Ajenatón, como esfinge oferente, ante el disco solar, símbolo de Atón.

Antecedentes
Desde los inicios del Egipto faraónico, la religión había ido adaptándose a los diversos factores de carácter histórico que tanto social como culturalmente influenciaban la vida espiritual de los antiguos egipcios. Conforme se sucedían las distintas dinastías egipcias, los centros de poder e influencia iban sufriendo cambios y desplazamientos, originando variaciones en las prácticas religiosas y en el panteón egipcio. Esto suponía también privilegios en la asignación de recursos (tierras, ganado, siervos, etc.) sobre el resto de los dioses (y sus respectivos templos y clero).
Desde el 2400 a. C. el dios del sol se adoraba como Ra-Horajty, un dios con cabeza de halcón, coronado por el disco solar y el uraeus, con cetro uas y anj. Era el dios de los faraones, que se consideraban sus hijos y su representación en la tierra. Sin embargo, esta preferencia cambió a finales de la Dinastía XVII: los príncipes tebanos impulsaron la expansión de sus fronteras hasta liberar completamente el territorio egipcio del dominio de los gobernantes hicsos. La reunificación del reino del Alto y Bajo Egipto en una sola corona se efectuó bajo el mando de los príncipes de Tebas, y la guía espiritual del dios tebano Amón, cuyo centro espiritual estaba en Karnak. Así, el culto a Amón (y, por tanto, su clero) ocupó su sitial dorado de preeminencia en el panteón egipcio y se transformó en el «Dios de la Victoria». Este impulso guerrero no se acabó con la expulsión de los hicsos, sino que continuó con la expansión de las fronteras hasta conquistar los territorios de Canaán y Nubia, lo que dio origen al denominado Imperio Nuevo.
Los gobernantes de la Dinastía XVIII, con Amón a la cabeza, convirtieron a Egipto en un gran imperio. Con cada nueva conquista, el agradecimiento a Amón se traducía en nuevos templos y obras, como las sucesivas ampliaciones de los templos de Karnak, y en nuevas prebendas económicas a sus sacerdotes: el culto y el clero de Amón recibieron un trato preferencial como nunca hasta entonces había recibido ningún dios o diosa egipcios, acumulando inmensas cotas de poder.
Durante los reinados de Amenhotep III y Thutmose IV, la tendencia se invirtió paulatinamente, pues el clero de Amón había sido desplazado por el de Ra y se había introducido de nuevo el culto a Atón, aunque como un dios secundario. Atón, Shu y Tefnut, formaban la tríada creadora, y su culto era símbolo del retorno a las bases del panteón egipcio. El culto a estos dioses había sido sustituido por el de sus hijos, pero el faraón abogó por el regreso a los tres primeros dioses, postergando los cultos de otros.
Con Ajenatón, la reforma religiosa se radicalizó con la imposición de la preferencia del dios Atón sobre el resto de dioses y la prohibición del culto a Amón. El faraón intentó, como ya había hecho su padre, aminorar el poder que el sumo sacerdote y el clero de Amón habían adquirido con el tiempo. Sin embargo, este cambio no se realizó en los primeros años del reinado. El propio nombre de nacimiento del rey Amenhotep conllevaba mención al dios Amón y, al principio, ambos cultos podían coexistir libremente. Según los historiadores, fue alrededor del quinto año de reinado en solitario cuando el rey Amenhotep IV abandonó su nombre de nacimiento en honor al dios Amón y adoptó el de Ajenatón, conjuntamente con modificaciones en los distintos títulos, como los nombres de Horus, Nebty y Horus Dorado.
Estela que muestra algunos de los títulos del faraón Ajenatón, y el nombre del dios Atón, enmarcados en cartuchos. Fue hallada en el gran templo de Atón, en Ajetatón.

Motivos
La reconstrucción del universo espiritual, social, económico y político del Egipto de finales de la Dinastía XVIII, ha permitido, a falta de registros históricos explícitos, intuir los motivos que indujeron a Ajenatón a realizar la reforma religiosa. Así, pues, analizando ese contexto, muchos estudiosos han coincidido en afirmar que la instauración de la nueva religión se debió tanto a motivos políticos como espirituales, dimensiones a la sazón inseparables.
Por los restos encontrados en la abandonada ciudad de Amarna, es clara la intención de Ajenatón de posicionarse entre el dios Atón y el simple adorador, sin intermediarios, sin sacerdotes en medio, sin clero. Por ende el refuerzo de la autoridad real, ya no en el plano espiritual sino eminentemente político, es un objetivo palpable en los distintos restos encontrados en las tumbas o los altares de los templos.

Atón: el disco solar
Atón se representaba como un gran disco solar, del que salían brazos en disposición radial, que terminaban en manos con el signo anj de la vida con las que recogía las ofrendas, dando a cambio luz y vida. No se han conservado imágenes antropomórficas, tan comunes en la religión egipcia, del dios Atón, ya sea en forma de esculturas, pinturas o bajorrelieves.
Atón era la forma del dios del sol en la tarde y personificaba la fuente de toda vida. Amenhotep III había protegido el culto a Atón, y Ajenatón llevó al límite el sentido religioso de adoración del símbolo solar, convirtiendo a Atón en el dios personal del faraón, y por ende, en el de todos y cada uno de sus súbditos. Además, Ajenatón no solo erigió en el Templo de Karnak un santuario dedicado a Atón, sino que fundó una nueva capital político-religiosa: Ajetatón.

Reformas religiosas
Como consecuencia de lo anterior, surgió la nueva religión, sustentada sin fisuras desde el máximo nivel político del estado faraónico. El faraón se nombró único representante en la tierra del dios, haciendo innecesaria la casta sacerdotal. El faraón con la gran esposa real oficiaban entre el pueblo y Atón. Para Flinders Petrie y otros antiguos egiptólogos, este fue el comienzo de la primera religión monoteísta, cuyo principio rector se resume en las conocidas palabras del eminente egiptólogo Cyril Aldred que, parafraseando el Corán, afirmó que existe un solo Dios, y el faraón es su profeta.
Como sumo sacerdote de Atón, rechazó la autoridad del sumo sacerdote de Amón, quien tenía el título de Jefe de los sacerdotes de todos los dioses y un gran poder político. En el décimo año de su reinado, Ajenatón ordenó borrar el nombre de Amón y el de su esposa Mut de todos los monumentos, hasta de los cartuchos con nombres teóforos de todos los faraones, incluido el de su padre.
La nueva religión se caracterizaba por una fuerte abstracción y conceptualización de la deidad. A esta conclusión se llega al considerar que, si bien la adoración de una deidad solar ofrecía oportunidades de eventos festivos en momentos determinados del calendario, como son los días de solsticio y los de equinoccio, sin embargo, Ajenatón no los utilizó determinadamente en su reforma religiosa. Más aún, la orientación de los edificios en la nueva ciudad dedicados a Atón no sigue ningún patrón solar o cósmico, sino que se adecúa a la topografía del terreno donde estos se asentaban. Todo esto lleva a la conclusión de que la nueva religión en torno a Atón se basaba en una fuerte abstracción conceptual en perjuicio de otras manifestaciones religiosas más concretas. Esto fue lo que originó un importante problema en el sistema de creencias egipcio, ya que el pueblo no concebía a los dioses sin forma e imagen, sino que necesariamente los corporizaba, ya fuese en una imagen antropomorfa, ya en un animal asociado, icono zoomorfo.
La revolución, provocada por Ajenatón, comportó la total eliminación de las imágenes humanizadas de dioses en esculturas, relieves, muebles y otros enseres, que habían constituido -tradicionalmente- la principal fuente iconográfica del arte egipcio. Paralelamente, la familia real se convirtió en el motivo central de las representaciones artísticas: en los altares de los templos donde antes se encontraban las estatuas de los dioses, se veía ahora a la familia real, a veces en pareja, otras veces con todas sus hijas, y siempre con el dios Atón, el disco solar, oficiando como protector y dador de vida.
Simultáneamente, se produjo también un cambio radical en las formas y modos de oficiar las ceremonias religiosas. Los antiguos templos cerrados, oscuros, donde lo primordial es el ocultamiento de la divinidad y el acceso restringido, dieron paso a templos abiertos, al aire libre, donde la observación de la divinidad estaba al alcance de cualquier neófito o no iniciado. Con todo, subsisten muchos interrogantes en lo relativo al culto de la nueva religión respecto a dos temas: el culto individual o familiar y su relación con el más allá.
Templo de Atón en Ajetatón. Ajenatón, secundado por Nefertiti y sus hijas, realiza una ofrenda al dios en un altar al aire libre. Dibujo extraído del relieve en la tumba de Meryre en Ajetatón (Amarna).

El culto privado
La práctica religiosa del Antiguo Egipto intentaba contener y dar sentido a las necesidades espirituales de campesinos, artesanos o del ciudadano medio del reino. La gran cantidad de esculturas, amuletos y textos referidos a cultos particulares que se han conservado, muestra que la religión tenía un profundo impacto en la vida cotidiana. En la cultura egipcia, multitud de deidades tutelaban cada faceta de la vida: la concepción, la fertilidad, el nacimiento, el matrimonio, la muerte, etc. Así, el egipcio común vivía en un entorno de prácticas y ceremonias religiosas íntimamente unidas: la invocación a Min para la cosecha, la protección de Osiris en la muerte, etc.
Por tal motivo, en las investigaciones arqueológicas es muy común hallar en las viviendas del Antiguo Egipto pequeños altares, esculturas etc. La antigua ciudad de Ajetatón muestra variados restos de altares con imágenes tanto de Atón con el faraón o la familia real, como de las antiguas deidades egipcias que habían sido desterradas del nuevo culto oficial. Así, algunos historiadores indican que en algún punto, Ajenatón observó que la religión que implantaba generaba un vacío que no podía cubrir determinadas necesidades espirituales de sus súbditos, y pretendió suplir esas necesidades con la adoración de la familia real, por intermedio de la cual se llegaba a Atón. Sin embargo, la reforma de los cultos privados constituyó una empresa muy delicada.
Altar hogareño para la adoración familiar o individual de Atón y la familia real. Bajorrelieve de la familia real bajo los rayos dadores de vida del único dios: Atón. Museo Egipcio de El Cairo.

Así, muchos estudiosos creen que el abandono y olvido en que cayó la religión de Ajenatón, una vez muerto el faraón, se debió al hecho de que en ningún momento llegó a conseguir que las necesidades espirituales en el plano individual y familiar del pueblo egipcio fuesen colmadas con su propuesta religiosa. Dicho de otra forma, la religión de Ajenatón nunca dejó de ser una religión del aparato del estado, ya que en el plano individual el egipcio siguió encomendándose a las antiguas deidades.
A su muerte, no solo cayó en el olvido el culto a Atón, sino también a Osiris, ya que el destino en el Más Allá dependía de la lealtad al faraón, pero el pueblo seguía adorando a los viejos dioses y apegado a sus tradiciones y supersticiones. Incluso en la propia capital se han hallado estatuas de otros dioses erigidas ya en esa época.

Relación con el más allá
En lo referente al culto del más allá, en la religión egipcia recaía en el dios Osiris, cuya epopeya de resurrección se convertía en modelo de referencia en el momento del deceso del súbdito egipcio. El culto de la resurrección es una constante en la historia del Antiguo Egipto, desde el primitivo período predinástico hasta la época romana. Con diferentes desarrollos, las prácticas mortuorias crearon textos tan elaborados como el Libro del Amduat, los rituales de embalsamamiento, la arquitectura de las necrópolis, etc.
No se sabe todavía cómo Ajenatón, como reformador religioso, reemplazó o modificó este culto del más allá. A pesar de que en la ciudad de Ajetatón hay restos de tumbas con relieves y pinturas murales, en dichas tumbas no hay ninguna referencia al culto osiríaco.

Reformas políticas
Tradicionalmente, se ha tenido la imagen de Ajenatón como la de un gobernante que había abandonado total o parcialmente su cargo debido a una religiosidad extrema, y que había llevado a Egipto al declive (sobre todo en el exterior). Sin embargo, esta imagen de Ajenatón ha ido perdiendo fuerza a partir de las últimas investigaciones.

Política interior
El cambio en el modelo político supuso un afianzamiento del poder real. Por los rastros encontrados en las ciudades de Tebas y Ajetatón, todo demuestra que la preeminencia del faraón sobre el resto del aparato del estado era evidente. Ni la clase sacerdotal, ni los principales referentes del engranaje burocrático del estado (virreyes, chatys, supervisores del tesoro, etc.), lograron, aparentemente, algún tipo de relevancia, con las solas excepciones de Ay y Horemheb, aunque ambos fueron sumisos al poder del faraón.
Los principales funcionarios del estado han pasado a la posteridad más como seguidores incondicionales del faraón y su nueva ideología, que por obras, hechos o documentos, como queda mostrado en los relieves que muestran sus tumbas en el cementerio de la nueva ciudad, Ajetatón. En esas imágenes, se esfuerzan en mostrar su devoción hacia el rey, la familia real y, obviamente, hacia la nueva religión.
El alejamiento del clero (en especial el de Amón) de las cuestiones terrenales se puede inferir del abandono de las dos principales ciudades donde residían los faraones: Menfis, la sede política del reino, y Tebas, la sede religiosa y lugar de origen de la dinastía reinante.

Relaciones exteriores
Por lo que se refiere a la política exterior, Ajenatón fue capaz de mantener el statu quo en los territorios conquistados de Canaán y Libia. Por otro lado, aunque la destrucción de los restos de su reinado no ha dejado muchos documentos de política exterior, la correspondencia con otros reyes coetáneos guardada en los archivos de estos, muestra su actividad diplomática, aunque probablemente delegara muchas de sus obligaciones en sus colaboradores.
Tabla con escritura cuneiforme que pertenece a las tabletas que conforman las Cartas de Amarna; se trata de un mensaje del rey Tushratta de Mitanni al faraón Amenhotep III, padre de Ajenatón, sellando una alianza entre ambos países con el compromiso matrimonial de la princesa mitanni Tadukhipa. Es uno de los primeros registros históricos que reflejan la existencia de relaciones diplomáticas en la antigüedad.

Del Segundo Período Intermedio, Egipto salió sumamente fortalecido, ya que a la expulsión de los hicsos le siguió un período de conquistas que alcanzó su máxima expansión durante el reinado del faraón Tutmosis III. El equilibrio de poderes se alcanzó en la confrontación con el reino de Mitanni. Dicha rivalidad abarcaría casi dos siglos de historia y llegaría a su fin con el tratado de paz convenido por Amenhotep III y el rey Shuttarna II. Para ratificarlo, el rey de Mitanni envió a su hija, la princesa Giluhepa, para ser desposada con el faraón. El tratado fue reafirmado con el envío de otra princesa mitannia (Taduhepa) durante el reinado del rey Tushratta al harén real del faraón. Todo esto está documentado en las Cartas de Amarna.
Así, el sistema de alianzas entre los estados de Babilonia, Mitanni, Asiria, Hati y Egipto, implicaba un mantenimiento del statu quo internacional, posibilitando un gran entramado de relaciones diplomáticas que ha podido ser desvelado mediante el descubrimiento del archivo egipcio en la ciudad de Amarna. En estas relaciones diplomáticas, el trato que se dan entre los reyes es el de hermano. En los estados vasallos o dentro de la esfera de influencia egipcia, el trato era mucho más servil, siendo el faraón tratado como Mi Señor de forma habitual.
La correspondencia diplomática indica que Ajenatón mantuvo el sistema de alianzas heredado de su padre. Los reyes aliados ofrecían amistad y alianza a cambio del oro faraónico y los estados vasallos imploraban atención de parte del faraón para recibir recursos o ser beneficiados y conservar el poder.
Este equilibrio se mantuvo durante el reinado de Ajenatón, aunque con tendencia a desestabilizarse por la belicosidad y poderío que estaba adquiriendo Hati, que había empezado por atacar al reino de Mitanni, que inútilmente pidió auxilio a Egipto. El liderazgo que alcanzó el reino hitita llevaría a una serie de confrontaciones bélicas entre Egipto y Hatti que se prolongarían desde el gobierno de Tutanjamón hasta el de Ramsés II, quien firmaría una paz duradera estableciendo un nuevo statu quo internacional.
Todo hace suponer que, en el manejo de las relaciones internacionales, el faraón mantenía el conocimiento y la toma de decisiones en los tratos con las potencias extranjeras, como bien lo atestiguan las Cartas de Amarna. Algunas de esas tablillas de barro cocido estaban dirigidas a la reina madre Tiyi, aunque se supone que fue durante un breve período inmediatamente posterior a la muerte del anterior rey Amenhotep III, cuando el nuevo rey Ajenatón no estaba del todo familiarizado con las relaciones diplomáticas.

Reformas artísticas
El cambio religioso provocó también un cambio en los cánones artísticos; aunque efímera, la llamada «revolución amarniana» significó un periodo muy interesante en el arte egipcio, pues se pasó del hieratismo monumental a un curioso y descarnado naturalismo en el cual se notan destellos de ternura (como, por ejemplo, se puede apreciar en la estela que representa a Nefertiti con sus hijas pequeñas o en el famoso busto que representa a la célebre soberana).
Princesas del período de Amarna. Cuellos estilizados y cráneos alargados.

Hasta la reforma religiosa de Ajenatón, existía en Egipto un canon tradicional de representación en relieves y pinturas murales que presentaba las siguientes características:
·           la escuela artística tradicional del Antiguo Egipto no utilizaba la perspectiva en las imágenes murales, pues el tamaño determinaba el grado de importancia del personaje respecto del resto de los componentes.
·           las imágenes antropomórficas se dibujaban de la siguiente forma: la cabeza, los brazos y las piernas de perfil, pero los ojos y el torso de frente. Este método de representación se modulaba con una cuadrícula de cuatro unidades de ancho por nueve de alto.
Una de las principales características del nuevo arte nacido con el Atonismo es el cambio en este estilo de representación. Por un lado, se abandonó el canon tradicional de representación del cuerpo humano, que sería modelado a partir de entonces en una nueva cuadrícula de cuatro unidades de ancho por doce de alto, modificación que se mantuvo bajo sus inmediatos sucesores. Las imágenes son más naturalistas, llegándose a extremos descarnados. Se deja de lado la representación idealizada, sin faltas o defectos físicos, y se remarcan algunos rasgos de forma extrema: poseen cabezas alargadas en su parte posterior, ojos rasgados, labios gruesos, mandíbulas prominentes, cuellos largos y estilizados, vientres pronunciados —tanto en personajes masculinos como femeninos— y contornos redondeados que, en muchos casos, dificultan la identificación del sexo del personaje representado.
Escultura encontrada en el taller del escultor Thutmose en Amarna. Ojos rasgados, labios gruesos, mandíbula prominente y cuello estilizado y cráneo alargado. Ejemplo del estilo artístico de Amarna.
Este último cambio hizo pensar a muchos estudiosos del siglo XIX y de principios del XX que las esculturas del faraón Ajenatón describían malformaciones físicas producto de supuestas enfermedades que habría padecido el faraón, como el síndrome de Marfan. Las esculturas halladas del faraón herético describen una imagen nunca vista antes en cualquier otro rey: cuello alargado, hombros y torso estrecho, caderas protuberantes, labios gruesos y mentón alargado. Hoy en día, los historiadores y arqueólogos estiman que las imágenes del rey son representaciones artísticas y no son elementos suficientes para suponer que padeciese enfermedades crónicas.
Además, con el hallazgo de la tumba de Tutankamon, se ha podido observar que la momia del faraón-niño poseía un cráneo alargado parecido a las esculturas e imágenes encontradas de la familia real del período de Amarna. Como consecuencia de ello, se ha especulado con la posibilidad de que este tipo de creaciones artísticas podrían pretender reflejar ciertos atributos físicos compartidos por los miembros de las familias reales, con la intención de ofrecer una imagen homogénea de la realeza.
Otro de los innovadores cambios de la revolución de Amarna es el motivo de las representaciones. Eliminados los motivos religiosos, ya que Atón era una deidad abstracta simbolizada por el disco solar, en el universo artístico egipcio surgirían las escenas íntimas, familiares y personales. Las imágenes tradicionales del faraón destrozando a sus enemigos, tanto interiores como exteriores, fueron reemplazadas por escenas íntimas del faraón venerando a su dios, con su familia o con su Gran Esposa Real: Nefertiti.
Surgieron piezas excepcionales que muestran al faraón en una faceta más humanista, sea compartiendo un momento con su amada, jugando con sus hijas en el regazo, o en momentos penosos, como la fúnebre despedida de una de sus hijas.
Gracias a las excavaciones en la ciudad de Ajetatón, salieron a la luz importantes obras de arte del período. Precisamente, en el taller de Thumose, el escultor real, se encontraron dos docenas de piezas escultóricas, incluido el conocido busto de la reina Nefertiti.
De todos los legados del período de Ajenatón, solamente el artístico perduró tras su muerte. El legado político se extinguió con ella, ya que durante el reinado de su sucesor el faraón niño Tutankamón, sometido a Ay y Horemheb, la corte regresó a Tebas. Y en el plano espiritual, como ya se ha indicado, la reforma religiosa de Ajenatón se extinguió también con su muerte. Solamente, las innovaciones artísticas del periodo de Amarna lograron sobrevivir algún tiempo tras el deceso de Ajenatón, pudiendo encontrarse rastros aún durante los reinados de Tutankamón, Ay y Horemheb. Con todo, durante la Dinastía XIX, el arte egipcio volvió a la antigua ortodoxia artística.

Literatura de la época

Himno a Atón. Transcripción del texto encontrado en una tumba en Amarna.

En algunas tumbas de los funcionarios de Ajenatón, particularmente en el de Ay, se encontraron fragmentos del Himno a Atón, en el que el propio faraón expresó los conceptos de la nueva religión. Llama la atención por su parecido con el salmo 104 de la Biblia. Dice así:
Eres tú quien desarrolla el embrión en la hembra,
tú quien crea la simiente en el varón,
tú quien da vida al hijo en el seno de la madre,
tú quien le mandas el consuelo que apacigua sus lágrimas,
tú, la nodriza de quien aún esté en el vientre materno,
tú el que no deja de dar aliento a la vida de cada criatura.
Cuando salen del seno materno para respirar, el día de su nacimiento,
tú abres al instante su boca y les das lo necesario.

Epidemias en Amarna
Durante el Periodo de Amarna se produjo una importante pandemia, probablemente de peste bubónica, poliomielitis o, tal vez, gripe, que se originó en Egipto y se extendió por todo el Levante mediterráneo, acabando con la vida, por ejemplo, de Suppiluliuma I, el rey hitita. En el supuesto de que hubiese sido una gripe, se explicaría porque se trata de una enfermedad asociada a la proximidad de aves acuáticas, cerdos y seres humanos, y su origen como una enfermedad pandémica pudo ser debido al desarrollo de los sistemas ganaderos, pues facilitaban la proximidad de estos animales con sus desechos. Algunas de las primeras evidencias arqueológicas de este sistema ganadero se han fechado durante el reinado de Ajenatón, y la pandemia que siguió a este período en todo el Oriente Próximo puede haber sido el primer brote registrado de gripe.
Sin embargo, la naturaleza precisa de esta plaga de Egipto sigue siendo desconocida, y también se ha sugerido Asia como posible lugar de origen de la pandemia de gripe en seres humanos.
La sucesión de muertes en la familia real debió de impactar profundamente en lo personal al faraón Ajenatón y, en general, a todo el reino. Fueron víctimas de esta pandemia la reina madre Tiy, la Gran Esposa Real Nefertiti y las princesas Meketaton, Meritatón, Setepenra y Neferura, en un intervalo de tiempo que va desde el año 12 al 17 de, reinado.
Por lo demás, la prevalencia de la enfermedad puede ayudar a explicar la rapidez con que la ciudad de Ajetatón fue posteriormente abandonada, y también el por qué las generaciones posteriores consideraron que los dioses se habían vuelto contra los reyes de Amarna.
Zahi Hawass ha sugerido que la epidemia podría ser de peste negra, porque se han encontrado huellas de esa enfermedad en Amarna. Arielle Kozloff, por su parte, ha discutido esa hipótesis y argumenta que la epidemia fue causada por una peste bubónica sobrevenida junto a una epidemia de poliomielitis. Sin embargo, su argumento de que la poliomielitis no es tan virulenta como algunas otras enfermedades ha sido refutado pues ignora la evidencia de que las enfermedades son menos virulentas cuanto más tiempo están presentes en la población humana, como se demostró con la sífilis y la tuberculosis.

Final del reinado
No se sabe a ciencia cierta cómo terminó el reinado de Ajenatón, ya que no se cuenta con documentos ni crónicas de la época. Además, la damnatio memoriae decretada por los posteriores faraones de la Dinastía XIX eliminó mucha información sobre su mandato.
El cénit del reinado de Akenatón puede situarse en su decimosegundo año de reinado cuando se efectuó una gran celebración de ofrendas y tributos de países aliados y estados vasallos en Aketatón. Dibujo extraído de la tumba de Meryra II en Amarna

La culminación del reinado de Akenatón puede centrarse en una gran celebración en Aketatón en el año 12 de reinado. El acontecimiento consistió en una gran recepción real de embajadores de potencias extranjeras y enviados de estados vasallos del Imperio Egipcio. Gracias a los relieves en la tumba del cortesano Meryra, se puede saber que la familia real estaba en pleno: Akenatón, Nefertiti y sus seis hijas.
Después del duodécimo año de reinado de Akenatón, sobrevino la muerte de la princesa Meketatón, que supuestamente falleció al dar a luz. Se desconoce tanto el nombre como el sexo de este bebe real, lo que probablemente indica que no sobrevivió a su madre. En el funeral de Meketatón se pudo ver a sus padres despidiéndola, pero no hay rastro alguno de la reina-madre Tiye, razón por la cual se estima que la madre de Akenatón falleció dentro de un lapso que va desde el año 12 al 14 del reinado del faraón.
Después del año 14 de reinado, no hay menciones a la reina Nefertiti, mientras que la princesa Meritatón es elevada a la posición de Gran Esposa Real. Todo indica que la reina Nefertiti falleció después de ese año de reinado.
A su vez, las princesas Meritatón y Anjesenpaatón fueron elevadas sucesivamente a la posición de Gran Esposa Real, no solo en funciones ritualistas sino también bajo una base sexual. Ambas princesas dieron a luz sendas princesas, a quienes se nombró como a sus madres con el agregado de "ta sherit" (“la menor”). Así, las princesas Meritatón-Tasherit y Anjesenpaatón-Tasherit fueron el fruto de la relación incestuosa del faraón Akenatón con sus hijas, muy probablemente con la intención de conseguir un descendiente masculino.
El ascenso de Semenejkara a corregente puede ser ubicado alrededor del año 15 de reinado, ya que en ese año Anjesenpaatón reemplazó a su hermana Meritatón como Gran Esposa Real. Así, Meritatón fue la consorte real del nuevo corregente Semenejkara, mientras Anjesenpaatón se convirtió en la Gran Esposa Real de su padre Akenatón.
Se pueden datar los decesos de cuatro de las seis hijas de Nefertiti y el faraón, quienes fallecieron entre los años duocécimo y decimoséptimo del reinado. Esta sucesión de muertes en un corto período dentro de la familia real ha abierto el campo de la especulación entre los estudiosos, con dos hipótesis  explicativas al respecto:
·         las muertes fueron debidas a una enfermedad congénita y hereditaria que padecerían las hijas de Nefertiti;
·         la causa de las muertes fue una epidemia que azotó Egipto y afectó a la familia real. Esta hipótesis es la más aceptada entre los especialistas. Las dificultades en la identificación de momias o la falta de estas impiden avanzar más en la elucidación de este aspecto.
Escena íntima entre el faraón Tutankamón y su Gran Esposa Real Anjesenamón, hija sobreviviente de Ajenatón y Nefertiti. Las imágenes y el motivo artístico son típicos de la época de Amarna. (Detalle del respaldo del trono ceremonial de Tutankamón.)

En otro orden de cosas, la sucesión no se encuentra debidamente registrada, sobre todo si se tiene en cuenta que los faraones posteriores pretendieron borrar el reinado de los registros, tendiendo un puente entre Amenhotep III y el usurpador Horemheb.
La muerte de Ajenatón en el decimoséptimo año de su reinado da al faraón una edad probable de entre 30 y 36 años. Su inmediato sucesor, el desconocido Semenejkara, reinó durante un breve período, que algunos estudiosos estiman entre menos de un año a no más de tres. Tras él, ascendió al trono de Egipto un niño de menos de once años de edad: Tutankatón (Tutankamon).
Ajenatón fue enterrado en la tumba que se hizo construir, la llamada Tumba Real de Amarna, como demuestra el hecho de que la cámara funeraria estaba sellada. Sin embargo, el cuerpo del faraón fue retirado cuando la corte regresó a Tebas, y su momia fue inhumada en el Valle de los Reyes, en la KV55, junto al de su madre la reina Tiy. Su sarcófago fue destruido y permaneció en la necrópolis de Amarna; ahora se encuentra, reconstruido, en el exterior del Museo de El Cairo.

Sucesores
Una costumbre que se impuso durante la Dinastía XVIII era la de nombrar un corregente, de modo que el faraón reinante delegaba algunas funciones políticas y religiosas en el heredero, quien una vez acontecida la muerte del rey accedía al trono. En los casos en que la posición del príncipe heredero era indiscutible (por ser el hijo del rey y la Gran Esposa Real), la corregencia era vista como un marco de continuidad y formación del joven príncipe. En otras ocasiones, la instauración de un corregente era una necesidad para afirmarlo como heredero, ya fuera porque no existía ese príncipe, ya porque provenía de una esposa de menor rango que la Gran Esposa Real. El hecho de que Ajenatón y Nefertiti solo tuvieran hijas debió de haber planteado el problema sucesorio de forma prematura.
El período de sucesión de Ajenatón no se conoce todavía bien. Se sabe que existió a finales de su reinado un personaje denominado Anjjeperura-Semenejkara, que portaba cartuchos reales, dando la apariencia de que, si no era corregente, seguramente era el sucesor inmediato del faraón Ajenatón.
La duración del reinado del rey Anjjeperura-Semenejkara no está clara, aunque los egiptólogos han determinado que su lapso fue sumamente breve, estimándose un intervalo que va de menos de un año a un máximo de tres. Se desconoce por completo cuál era el vínculo sanguíneo o político con el faraón hereje, aunque se han planteado varias hipótesis:
·         Semenejkara era hijo de Ajenatón y de una reina de menor rango que Nefertiti (probablemente, Kiya).
·         Era hermano o hermanastro de Ajenatón (o sea hijo real del faraón anterior Amenhotep III).
·         Pertenecía a la alta nobleza en la corte del faraón, quien desposó a la princesa Meritatón, y por su vinculación e influencia accedió primero a la corregencia en las postrimerías del período de Amarna y después alcanzó el trono en solitario.
·         Era Nefertiti que emuló a su antecesora Hatshepsut convirtiéndose en faraona y asumiendo rasgos masculinos. En contra de esta teoría está el hecho de que Nefertiti no era de sangre real, al contrario que Hatshepsut.
La sucesión del faraón Semenejkara recayó en un joven príncipe de sangre real: Tutankatón, quien tomando como Gran Esposa Real a Anjesenpaatón, una de las hijas de Nefertiti y depositaria de los derechos reales, ascendió al trono. Los historiadores opinan que el lento período de restauración comenzó durante este reinado. El mismo faraón modificó su nombre de nacimiento en favor del anterior dios Amón, llamándose de ahora en adelante Tut-anj-Amón. El abandono de la ciudad de Ajetatón se produjo de forma paulatina, trasladándode no sólo las oficinas administrativas y políticas del reino sino también su necrópolis, el Valle Real, con las momias reales, como bien lo atestiguó el descubrimiento de KV55. La pronta e inesperada muerte del faraón niño quebró la línea sucesoria extinguiéndose con él la Dinastía XVIII.

El misterio de la tumba KV55
Sarcófago encontrado en KV55. La peluca de estilo nubio sugiere que fue diseñado primeramente para una mujer de la realeza. Contiene menciones a la favorita real Kiya. El añadido de la barba faraónica hace pensar en un posterior reacondicionamiento muy probablemente para una momia real, quizá la de Ajenatón.

La tumba KV55 fue descubierta el 6 de enero de 1907 en el Valle de los Reyes por Edward Ayrton, durante una expedición promovida por Theodore Davies. Se pensó que era un lugar de entierros múltiples, ya que en un primer momento se identificó como la morada de la momia de la reina madre Tiy, quien fue posteriormente localizada en la tumba KV35. Los restos encontrados, en muchos casos destrozados, hacen muy difícil su interpretación.
Las puertas tienen los cartuchos de Tutankamón, el sarcófago encontrado porta el nombre de la favorita real Kiya, el altar roto contiene los jeroglíficos de Tiy y existen ladrillos mágicos con el nombre de Ajenatón. Una de las hipótesis es que el lugar habría funcionado como un lugar de entierros múltiples en distintos momentos dentro del lapso que fue desde finales del reinado de Ajenatón hasta el de Ay.
Horemheb y sus sucesores destruyeron sistemáticamente todo lo relacionado con Ajenatón y su familia, incluyendo lo referente a Tutankamón y Ay, para aparentar continuidad con Amenhotep III, por lo que no queda constancia de su enterramiento, aunque se estima que fue sepultado en la Tumba real de Amarna.
Tras descubrir la tumba KV55 con un santuario en su interior dedicado a la reina Tiy, se realizaron diversos estudios de la momia allí enterrada, que arrojaron los siguientes resultados:
·         la momia corresponde a un varón de unos 35 años;
·         es del mismo grupo sanguíneo que Tutankamón, supuesto hijo del faraón;
·         tiene el cráneo proporcionalmente más grande que el cuerpo, guardando cierto parecido con las estatuas esculpidas durante el reinado de Ajetatón.
Mientras que algunos historiadores estiman que la momia pertenece a Ajenatón, basándose tanto en que el sarcófago contiene los jeroglíficos del nombre y los atributos de realeza (uraeus) borrados, como en la existencia de los ladrillos mágicos que portan el nombre de Ajenatón, otros estudiosos adjudican la momia al sucesor Semenejkara, basándose en recientes estudios forenses que dan al personaje momificado una edad de deceso cercana a los veinte años, dato que excluye terminantemente a Ajenatón.

Descubrimiento de la momia
En septiembre de 2010, en la publicación mensual de National Geographic se dio a conocer que un equipo de científicos liderados por Zahi Hawass había efectuado una serie de estudios sobre la más que estudiada momia del faraón Tutankamón, extrayendo muestras de ADN del cuerpo del "Rey Niño".
Los estudios de ADN realizados sobre la momia de Tutankamón han permitido averiguar la identidad de una serie de momias descubiertas hacía muchísimo tiempo, pero cuya identidad era desconocida. Tomando como base la momia de Tutankamón y la que se presumía era la de Amenhotep III, se pudo determinar que una de las momias de la famosa tumba KV55 era el padre del faraón-niño e hijo del faraón Amenhotep III. Tal patrón genético de la momia hace concluir que el morador de KV55 no sería otro que Ajenatón. Además se identificó a dos momias femeninas conocidas como la Dama Mayor y la Dama Joven, como la Abuela (La Reina Tiy) y Madre respectivamente de Tutankamón, también a dos fetos hijos suyos y a su esposa Anjesenamón. 
Estatua de Akenatón a principios del estilo de Amarna


Smenkhkare

 
 anx-xprw-ra Ankhkheperwre (Living son la manifestación de Re)

smnx-kA-ra Dsr-xprw Semenkhkare Djoserkheperw (vigoroso es el alma de Re Santo de las manifestaciones)
NFR-NFRW-ITN (mri-wa-n-ra) Neferneferuaten Meriwaenre (Hermosa es la belleza de Aten; Amado De Re


Ankhkheperure Smenkhkare Djeser kheperu (a veces escrito Smenkhare, Smenkare o Smenkhkara) fue un efímero Faraón a finales de la XVIII dinastía. Sus nombres se traducen como "Son las formas de Re" y "vigoroso es el alma de Re - Santo de las formas». Su reinado fue durante el período de Amarna, un momento en que Akenatón intentó imponer nuevos puntos de vista religiosos. Él debe ser distinguido del rey que era mujer y usa el nombre Ankhkheperure Neferneferuaten pero incluía epítetos tanto en cartucho. 

Muy poco se sabe de Smenkhkare con certeza porque dejó muy pocas pruebas y porque los reyes posteriores trató de borrar todo el período de Amarna. Primero Horemheb en la supresión de la edad por el borrado de los reyes de Ajenatón a Ay y la incorporación de sus años de reinado en su propio. Más tarde, en la 19 ª dinastía, se llevaron a cabo incluso más vigoroso esfuerzo de borrar el Periodo de Amarna como resultado el desmantelamiento de la ciudad de Ajenatón. 

Smenkhkare era conocido ya en 1845 de la tumba de Meryre II. Allí, él y Meritatón, que lleva el título de Gran Esposa Real, se muestran recompensar propietario de la tumba. Los nombres del rey ya que se han cortado, pero se han registrado por Lepsius ca 1850. 
Más tarde, un grupo diferente de nombres surgió con los mismos prenombre o nombre de trono: "Ankhkheperure mery Neferkheperure [Akhenaton] Neferneferuaten mery Wa en Re [Akhenaton]". Esto llevó a una gran confusión ya que los nombres de trono tendían a ser único. Durante la mayor parte de un siglo, la repetición de nombres de trono fue tomada en el sentido de que Smenkhare cambió su nombre por el de Neferneferuaten en algún momento, probablemente en el inicio de su reinado en solitario. De hecho, Petrie hace exactamente esa distinción en sus notas de excavación de 1894. 
Por la década de 1970, las huellas femeninas en algunas versiones del nombre y más a menudo en los epítetos condujeron a diversas teorías. Entre ellos, que Nefertiti se hace pasar por Smenkhkare antes de cambiar su nombre de nuevo a Neferneferuaten. Cuando se considera con varias estelas que representan a Akenatón con otro rey familiar, si no poses íntimas, la teoría de que Ajenatón y Smenkhkare eran homosexual surgió. 
En 1978 se propuso que había 2 personas que utilizan el mismo nombre: Un rey masculino Smenkhkare y una hembra Neferneferuaten. Diez años más tarde, James Allen señaló el nombre 'Ankhkheperure' casi siempre incluyen un epíteto en referencia a Ajenatón como 'deseado de Wa en Re' cuando se combina con 'Neferneferuaten'. No hubo ocasiones en las versiones «largos» de los prenombre ocurrieron junto con el nomen 'Smenkhkare', ni fue la versión "corta" que se ha encontrado asociado con las nomen 'Neferneferuaten". La cuestión de un Neferneferuaten femenina se resolvió finalmente para los holdouts restantes cuando James Allen confirmó los hallazgos de Marc Gobolde que los objetos de la tumba de Tutankamón originalmente consignado para Neferneferuaten que había sido leído usando el epíteto"... deseado de Akenatón" fueron inscritos originalmente como Akhet-en-Hyes o "efectiva para su marido".  Smenkhkare, como yerno, podrían ser 'deseada de Akenatón", pero solamente una mujer cabe en la nueva lectura. 
Por el comienzo del siglo 21, un "cierto grado de consenso" supo que Neferneferuaten era un rey femenina y Smenkhkare un rey separadas para hombres, sobre todo entre los especialistas de la época  (el público y el internet todavía a menudo mezclarse los dos, sin saberlo, y de otra manera). Casi tan importante, cuando se presentó con sólo el nombre Ankhkheperure, ahora es ampliamente aceptado que el uso de epítetos indica Neferneferuaten mientras no hay epítetos indica Smenkhkare. 

Evidencia 
Aparte de la tumba representación de Meryre ya mencionada hay varias piezas que evidencian y establecen a Smenkhkare como rey. 
·     Un "jarrón globular" de la tumba de Tutankamón lleva el doble cartucho lleno de Akenatón junto al doble cartucho lleno de Smenkhkare. Este es el único objeto que llevan a ambos nombres lado a lado. 
·         Un único expediente vino, 'Año 1, el vino de la casa de Smenkhkare', indica que probablemente tenía un corto reinado. Otra fecha para el Año 1 de 'La Casa de Smenkhkare (fallecido)"  fue tomada originalmente para indican que murió durante la cosecha de su primer año, más recientemente se ha propuesto en el sentido de su finca todavía estaba produciendo vino en el primer año de su sucesor. 
Esta imagen se toma comúnmente para ser Smenkhkare y Meritatón, aunque puede ser Tutankhaten y Anjesenpaatón.

·         Se registraron los dibujos lineales de un bloque que representa los nombres casi completos del Rey Smenkhkare y Meritatón como Gran Esposa Real antes de que se perdiera el bloque. 
·         Flinders Petrie documentado 5 anillos que llevan el nombre de 'Ankhkheperure' y 3 rodamientos más 'Smenkhkare' en las excavaciones del palacio. Un ejemplo es UC23800 artículo en el Museo Petrie, que muestra claramente el "Djeser" y "kherperu" elementos de y una parte de la 'ka' glifo. Pendlebury encontró más cuando se despejó la ciudad. 
·         Un anillo que lleva su nombre se encuentra en Malqata en Tebas. 
·         Tal vez el más magnífico era un gran salón de más de 125 metros cuadrados y que incluye más de 500 pilares. Esta adición tardía al palacio central ha sido conocido como el Salón del Regocijo, Coronación Hall o simplemente Smenkhkare Ayuntamiento porque se encontró un número de ladrillos estampados Ankhkheperure en la Cámara de Regocijo en la Aten en el lugar. 
·         Imágenes indiscutibles para Smenkhkare son raras. Aparte de la tumba de Meryre II, la imagen de la derecha muestra un rey de Amarna y la reina en un jardín a menudo se atribuye a él. Es completamente sin inscripción, pero ya que no se ven como Tutankhaten o su reina, que se supone con frecuencia que Smenkhkare y Meritatón, pero Akenatón y Nefertiti veces son presentadas también. 
·    Una inscripción en la tumba de Pairi, TT139, por la otra Ankhkheperure (Neferneferuaten), menciona un "templo de Ankhkheperure 'funcionamiento Amén.

Varios artículos de la tumba de Tutankamón llevan el nombre de Smenkhkare: 
·        Una prenda de lino decorado con 39 margaritas de oro, junto con otros 47 lentejuelas teniendo los prenombre de Smenkhkare junto al nombre de Meritatón. 
·         Carter 101s número es un chal de lino con el nombre Ankhkheperure 
·         Un arco compuesto (Carter 48h) y las bandas de la momia (Carter 256b) ambos fueron reelaborados para Tut. 
·         Menos seguro, pero mucho más impresionante es el segundo ataúd antropoide que contiene la momia de Tutankamón. La cara representada es mucho más cuadrada que la de los otros ataúdes y bastante a diferencia de la máscara de oro u otras representaciones de Tutankamón. El ataúd es de estilo Rishi y con incrustaciones de cristales de colores, una característica sólo se encuentra en este ataúd y una de KV55, el lugar de descanso especulado durante la momia de Smenkhkare. Dado que ambos cartela muestran signos de haber sido reelaborado, Dodson y Harrison concluyen que esto era más probable hecha originalmente para Smenkhkare y reinscribe de Tutankamón.

Como la evidencia salió a la luz en pedazos en un momento fue asumido Smenkhkare tener también usó el nombre Neferneferuaten tal vez al comienzo de su reinado en solitario, a veces desafiaba la lógica. Por ejemplo, cuando el expediente vino mortuoria surgió de la "casa de Smenkhkare (fallecido) ', que pareció surgir de que él cambió su nombre de nuevo antes de morir. 
Desde su reinado fue breve, y que nunca puede haber sido más que co-regente, la evidencia de Smenkhkare no es abundante. Pero tampoco es tan insustancial como a veces se hace para ser. Sin duda, asciende a algo más que "unos pocos anillos y un expediente de vino 'o que' sólo aparece al final del reinado de Ahkenaton en pocos monumentos' Como ocurre muy a menudo retratados. 

Co-regent [ edit ]Co-regente 
La representación de Meryre de Smenkhkare tanto como rey y como yerno de Akenatón junto con la inscripción en un frasco parece indicar que Akhenaton y Smenkhkare eran co-regentes, y fue tomado inicialmente para significar precisamente eso. Sin embargo, la escena en la tumba de Meryre no tiene fecha y Akhenaton no se representa ni se menciona en ella. El frasco puede ser simplemente un caso de un rey asociándose con un predecesor. La simple asociación de nombres, sobre todo en objetos de uso cotidiano, no es concluyente de una corregencia. 
Para confundir más las cosas, él tiene la competencia como el principal candidato como corregente y sucesor de Ajenatón, la hembra Ankhkheperure Neferneferuaten. 

Neferneferuaten [ edit ]Neferneferuaten 
La evidencia de la asociación de Neferneferuaten con Akenatón es más sustancial. Tal como se detalla más arriba, todos menos unos pocos de su cartela asociarla con Akenatón en el formulario si "... deseado de Neferkheperure [nombre trono de Ajenatón]" y "...desired de Wa en Re [epíteto del nombre trono de Ajenatón]". 
Muchas cosas de la tumba de Tutankamón llevan bien su nombre, o se hicieron originalmente para ella y reinscribirse con su nombre. Estos incluyen un impresionante pectoral de oro que representa la diosa Nut, su sarcófago de piedra, envolturas de la momia, figurines reales diferentes pulseras y artículos canópicos. De particular interés es una caja (Carter 001K) con los nombres de Akenatón, Neferneferuaten y Meritatón como Gran Esposa Real. Una inscripción hierática en tapa repite la inscripción del ferrocarril. 
También hay una serie de estelas que muestra claramente lo que se acepta como Akenatón junto a una figura femenina que lleva una corona. La mayoría de estos son sin inscripciones y dañado por lo que mientras que pictóricamente dan fe de una asociación de Akenatón con un corregente femenino, que no identifican por su nombre. 
Una de estas estelas (Berlin # 17813 o una imagen de mayor resolución) representa 2 cifras reales en un ambiente familiar, si no íntima, plantean. Una figura lleva la doble corona, mientras que el otro, un poco más femenina, lleva el Khepresh o "corona azul". Sin embargo, el conjunto de 3 cartucho vacío sólo puede dar cuenta de los nombres de un rey y la reina. Esto ha sido interpretado en el sentido de que Nefertiti puede tener en un momento dado fue algo así como un corregente según lo indicado por la corona, pero no tiene derecho a los honores faraónicos completos tales como el doble cartucho. 
Otra estela, Berlin 25574 representa claramente Akenatón y Nefertiti en su familiar corona superior plana. Por encima de ellos, 4 cartuchos vacíos - lo suficiente para 2 reyes -. Una de las cuales parece haber sido exprimido en Nicholas Reeves ve esto como un elemento importante en el caso de Nefertiti como corregente femenino. Cuando se inició la estela, ella era la reina y retrató con el casco superior plana. Ella fue elevado al corregente poco después y un cuarto cartucho fue exprimido en para alojar a 2 reyes. 
Tal vez la estela más importante tiene la condición opuesta y nos podría decir mucho más si no fue tan dañada. En 1891, una estela privada se encontró que ahora está en el Museo Petrie, UC410, a veces llamada la corregencia Estela. En esta estela, la mayor parte de la escena no se encuentra, pero las inscripciones se pueden leer. Representa el doble cartucho de Akenatón junto a la de Ankhkheperure mery-Waenre Neferneferuaten Akhet-en-Hyes ('eficaz para su marido). La inscripción originalmente llevaba el único cartucho de Nefertiti, que se borrará junto con una referencia a Meritatón para hacer espacio para el doble cartucho del rey Neferneferuaten. 
La identidad de King Neferneferuaten es una cuestión de debate. Inicialmente, Smenkhkare Neferneferuaten y se supone que la misma persona, principalmente sobre la base del nombre de trono repetido. Hoy los principales candidatos son Nefertiti o Meritatón. 

Interpretations [ edit ]Interpretaciones 
Existe la impresión de que hay evidencia sustancial para Smenkhkare como corregente y sucesor. Esto comenzó hace más de 100 años, cuando se asumieron Smenkhkare y Neferneferuaten a ser la misma persona. Si todas las pruebas para ambos Smenkhkare y Neferneferuaten se ven para representar una sola persona, sería una conclusión natural, lógica y obvia que él / ella era corregente y sucesor. 
Como hijo-en-ley a Akenatón y llevando la corona azul en la tumba de Meryre, Smenkhkare como corregente es una conclusión aceptada por algunos egiptólogos. Sin embargo, el nombre Smenkhkare sólo aparece durante el reinado de Ajenatón, sin nada que dar fe de un reinado único con alguna certeza. 
El nombre Neferneferuaten es una adición más reciente a la imagen. Gran parte de la evidencia para ella ha tenido que ser resucitada de inscripciones borradas y ella ha sido aceptada como un individuo por la mayoría de los egiptólogos sólo dentro de los últimos 20 años. Como recién llegado, muchas referencias sinópticas tales como las enciclopedias, cronologías museo, atlas y listas de reyes ni siquiera mencionan a ella. En su caso, la inscripción Pairi ofrece una clara indicación de un reinado en solitario con una corregencia que podría ser más una cuestión de interpretación. 
Como resultado los egiptólogos se dividen sobre la identidad de corregente de Ajenatón y su sucesor. 
Aidan Dodson utiliza la representación de Meryre para concluir  que Smenkhkare sirvió solamente como corregente a partir de año 13 de Akhenaton con el expediente del vino simplemente lo que indica que su estado seguía todavía en funcionamiento varios años más tarde. Nefertiti se convierte en su siguiente corregente como Rey Neferneferuaten (tal vez con honores abreviados) y lo consigue. El principal argumento contra esto hasta hace muy poco (ver más abajo) ha sido la hipótesis de que Nefertiti murió una vez que desapareció del expediente después de Año 13. 
James Allen, por otro lado, ve a Neferneferuaten como corregente que tiene éxito Akenatón en gran medida sobre la base de los epítetos y estela. Él asume que Nefertiti ha muerto, y ha ofrecido a su hija, Neferneferuaten-Tasherit (el menor, o "junior") como Rey Neferneferuaten sobre la base de su nombre. Ella es seguida por Smenkhkare después de su reinado 2-3 años. Él también ha especulado que "ambas" lograron Akenatón: Neferneferuaten como sucesor de Ajenatón "elegido" y Smenkhkare como un rey rival usando el mismo prenombre, quizá para eclipsar la opción inaceptable de Ajenatón. 
Otros han abogado por Meritatón como Neferneferuaten en diferentes formas, tal vez teniendo éxito Akenatón durante un interregno. Marc Gabolde ha defendido durante mucho tiempo que ella siguió gobernando como Neferneferuaten después de la muerte de Smenkhkare. El principal argumento en contra de esta es la caja de la tumba de Tutankamón lista Akenatón, Neferneferuaten y Meritatón como 3 personas. 
Cabe señalar que algunas teorías de sucesión representan todas las pruebas y sólo en raras ocasiones no ofrecen una explicación para el uso consecutivo del mismo nombre trono. Dodson, por ejemplo, coloca breve corregencia de Smenkhkare en el año 13/14, mientras que se cree Smenkhkare Hall a ser construido sobre el año 15 La sala, grande como debió haber sido, sin duda fue construida para algún evento importante relacionado con Ankhkheperure. 
Colocación de Allen de tarifas Smenkhkare hay mejor. Se cree Trabajo haberse detenido en las tumbas de Amarna, poco después del año 13, por lo que la representación de Smenkhkare como rey en Meryre II debe datar de aproximadamente el año 13 para él haber conseguido Neferneferuaten significa que aparte de un solitario expediente vino, él no dejó un solo rastro en el transcurso de 5-6 años (14 a 17 años de Akenatón, 2-3 años de reinado para Neferneferuaten). 
Teoría Meritatón de Gabolde tiene el problema de los diferentes estelas privado representa el corregente femenino Akenatón que estaría muerto para el momento de su regla. Sugiere éstos son retrospectivos, pero como son Stela culto privado, esto requeriría un número de personas para obtener la misma idea de encargar una estela conmemorativa retrospectiva en el mismo tiempo. Allen señala que la interacción cotidiana retratada en ellos más probable indica que dos personas que viven. 

Templo de Ankhkheperure 
Una pieza interesante de la evidencia parece involucrar ambos reyes llamados Ankhkheperure. En la Tumba Tebana 139 (TT139) una hierática inscripción comienza: 
Año de reinado 3, tercer mes de Inundación, día 10. 
El Rey del Alto y Bajo Egipto, Señor de las Dos Tierras Ankhkheperure Amados de Atón, el Hijo de Re Neferneferuaten Amado de Waenre. 
Dar culto a Amón, besando el suelo para Wenennefer por el sacerdote laico, escriba de las ofrendas divinas de Amón en la Mansion [templo] de Ankhkheperure en Tebas, Pawah, nacido para Yotefseneb. Él dice: ... 
La inscripción no indica la presencia de Ankhkheperure Neferneferuaten, sólo que se está haciendo una ofrenda a Amón en su tercer año de reinado en el templo de Ankhkheperure. Parece claro que por su tercer año de reinado, 3-5 años después de la muerte de Akenatón, la proscripción si Amen fue levantada y algún tipo de alojamiento estaba en marcha entre Amarna y el culto Amón. 
Por la "Regla de Allen", ya que el nombre no tiene ninguna epítetos, debe ser asumido como Smenkhkare de. Dodson toma este enfoque "que une primero corregente de Ajenatón [Smenkhkare] mucho con el culto de Amón". Si este es el caso, entonces Smenkhkare debe haber precedido Neferneferuaten en el trono ya que el templo está ya establecida y lleva su trono nombrar en su tercer año de reinado. 
Allen, por su parte, parece ignorar su propia "regla" cuando se refiere a este templo como "tal vez su templo funerario" (énfasis añadido). Esto puede ser un caso único en el que se omitieron sus epítetos. La inclusión de una referencia a Ajenatón en un templo Amén seguramente sería ofensivo y poco político si las paces se están buscando. Esta es probablemente la respuesta más simple, ya que la apertura o puesta en un templo mortuorio Amen o en su propio nombre sería una de las mejores maneras de hacer las paces con el culto de Amón. Si visto como su templo no es de ayuda para arreglar el orden de sucesión, sino que también elimina la única referencia a Smenkhkare después del reinado de Akenatón. 

Nefertiti Año 16 de la pintada 
En diciembre de 2012, la Misión Arqueológica Lovaina anunció el hallazgo de una inscripción hierática en una cantera de piedra caliza que se menciona un proyecto de construcción en Amarna. El texto se dice que está muy dañada, pero el estudiante de doctorado Athena Van der Perre ha leído el texto para indicar una fecha del año de reinado de dieciséis de Ajenatón y Nefertiti menciona como principal esposa de Ajenatón. La inscripción no se ha publicado oficialmente o estudiado y la única información disponible es a partir de un comunicado de prensa. 
La inscripción, si se verifica, parece dejar claro Nefertiti era muy vivo en el año 16, pero también sigue siendo la reina consorte. Como mínimo, se invalida la idea de que ella murió alrededor del año 13/14. Año 17 sería el último año de Akenatón y como los cambios en la corregencia Estela (UC 410) parecen indicar, por el momento en que se añadió el corregente femenino para que ella también estaba ya actuando en nombre de Akhenaton. 
¿Qué harán los egiptólogos de que aún está por verse. Dado que el rey y la reina se mencionan pero no un corregente, lo corregencia aún estaba por llegar, se limitarían a un año o menos. 

Dakhamunzu hitita Affair 
Las Hazañas de Suppiluliuma escritas por su hijo Mursili II a veces se utilizan para proporcionar una resolución para el orden de sucesión de Egipto. Varias teorías sucesión incorporan el episodio. 
La historia habla de una reina egipcia llamada Dakhamunzu, que escribe a Suppiluliuma. Ella le dice a su esposo el rey, Nibhururiya, ha muerto y le pide que envíe un hijo para que se case 'porque ella no tiene hijos y tiene muchos", en casarse con ella, su hijo se convertirá en rey de Egipto'. El rey hitita no se fía y envía un emisario para verificar la falta de un heredero varón. La reina escribe espalda reprender Suppiluliuma por sugerir que ella mintió acerca de un hijo e indica que es reacio a casarse con un "siervo". Suppiluliuma envía a uno de sus hijos, Zannanza a Egipto, pero muere poco después de partir. Se ha supuesto que fue asesinado en la frontera de Egipto (Brier) para frustrar el complot, pero no hay evidencia de cuándo o donde murió, ni que fue asesinado frente a la muerte de una lesión mortal, accidente o enfermedad en ruta. 
Dahkamunzu (probablemente la transliteración hitita de ta nesu hemet o la esposa del rey) se ha considerado tradicionalmente como Ankhesenamun ya que ella no tuvo hijos y hizo finalmente casarse con un "siervo", Ay. El rey muerto, Nibhururiya, a continuación, se refiere al nombre del trono de Tut, Nebkheperure. Algunos han argumentado que Nibhururiya podría ser una referencia a Neferkheperure (Akhenaton), sin duda el X-kheper-u-Re variaciones en los nombres de trono de la dinastía 18a hace posible. De los reyes masculinos en el periodo, Smenkhkare se puede descartar como su nombre trono sería transcrito como algo así como Anahuriya. 
"Escribiendo en el episodio Dakhamunzu, Jared Miller señala que "'siervo' es probable que utilice de manera despectiva, en vez de literalmente, y, probablemente, con referencia a la persona (s) de verdad que de hecho estaban siendo presentado como candidatos." Si la referencia a un 'siervo' indica ya no exclusivamente Ay, entonces Meritatón y Nefertiti se convierten en candidatos también. Sobre el complot tenga éxito, la reina tendría que o bien ejercen una extraordinaria cantidad de energía con el fin de impedir o retrasar la el matrimonio con el "siervo" o disfrutar con el respaldo de algunos partidario poderoso (s), mientras que la correspondencia y los viajes tienen lugar. Miller también ofrece la prominencia de las deidades del sol con el rey hitita como un factor de motivación en la reina prefiriendo una hitita príncipe sobre una Babilonia. 

Nefertiti [ edit ]Nefertiti 
Reeves identifica Dakhamunzu como Nefertiti. Después de 17 años en el trono junto a su marido, ella sin duda se puede ver que tiene el poder y el respaldo suficiente. A pesar de que también puede ser rey Neferneferuaten, ella está escribiendo como reina, quizá para asegurar una figura masculina o tal vez ella imagina una corregencia como la que ella tuvo con Akenatón. 
El argumento en contra de Nefertiti es que ella habría tenido que ocultar la presencia de al menos un hombre de linaje real de los espías y el enviado de Suppiluliuma. Alternativamente, si sabía de Tutankhaten o Smenkhkare, en lugar de simplemente astuto, se debe suponer que Suppiluliuma fue implacable en el extremo y dispuesto a arriesgar la vida de su hijo en un esfuerzo precaria donde sospechaba engaño. Por otro mano, que retrata Nefertiti como plenamente informado de hitita minucias tales como la afiliación de Suppiluliuma con el sol dios hitita. 

Meritaten [ edit ]Meritatón 
Como se muestra en la caja de la tumba de Tutankamón, Meritatón vino a ocupar el lugar de Nefertiti como esposa real a finales del reinado de Akhenaton. Marc Gabolde ha propuesto que Meritatón es Dakhamunzu y el rey muerto es Akenatón, en una serie de artículos. Supone que Zannanza completó el viaje y murió sólo después de ascender al trono como Smenkhkare. Es después de la muerte de Smenkhkare / Zannanza que Meritatón asume el poder como Neferneferuaten. 
Parece la menos probable, sobre la base de que en el momento de la muerte de Akenatón que sólo iba a sido unos 20 años Meritatón. Por el contrario, Ankhesenamun habría sido alrededor de 25 y reina consorte sido por unos 10 años. Parece poco probable que el joven Meritatón tendría las artimañas para engañar a Suppiluliuma, mantener su interregno en la cara de presión para casarse con un "siervo" y ocultar la presencia de un heredero varón en el personaje de Tutankhaten. 

Ankhesenamun [ edit ]Ankhesenamun 
En apoyo de Ankhesenamun, es la idea de que 'se encuentran en estado' Tutankamón durante algún tiempo. Las fuentes hititas indican que él murió en la caída, pero un pectoral aciano indica que no fue enterrado hasta abril o mayo. Como tal, no puede haber habido tiempo para la escritura de la letra y los viajes. Ankhesenamun se hace más plausible si ella tenía el respaldo de Ay o Horemheb, o ambos. Contra ella, es la explicación más simple que el retraso en el entierro fue el resultado de su inesperada muerte y la tumba inacabada.
Detalles para el asunto Dakhamunzu / Zannanza son enteramente de fuentes hititas escritos muchos años después de los acontecimientos. Existe la posibilidad de que Mursili está revisando la historia, en cierta medida, poniendo toda la responsabilidad por el fiasco de los egipcios que salen de los datos poco fiables. 

Reinado 
La única fecha de reinado (año 1) atestiguada por Smenkhkare proviene de un expediente de vino de "la casa de Smenkhkare". Sin embargo, esta fecha podría referirse ya sea al reinado de Smenkhkare o su sucesor, pero es dudoso que gobernó durante más de año. Como ya se ha señalado, Dodson ve Smenkhkare como corregente de Ajenatón por alrededor de un año a partir de años 13 que no lo hicieron tener un único reino, mientras que Allen representa Smenkhkare como sucesor Neferneferuaten. 
Hay quienes ven la posibilidad de un reinado de 2 o 3 años para Smenkhkare. Un número de expedientes de vino de Amarna llevan fechas de los años de reinado 2 y 3, pero falta el nombre de un rey. Algunos egiptólogos han sostenido estos deben ser atribuidas a Smenkhkare. Sin embargo, éstos están abiertos a la interpretación y no pueden considerarse decisiva. 
Aún no se ha encontrado evidencia clara de un reinado único para Smenkhkare. 

Death and Burial [ edit ]Muerte y Entierro 
En 1907, una tumba fue descubierta por Edward R. Ayrton mientras trabajaba en el Valle de los Reyes por Theodore M. Davis. Dentro de ella se encontró una serie de objetos funerarios de varias personas, en particular, un santuario construido para la reina Tiye por Akhenaton, y una momia. Esto hizo que Davis para referirse a ella como La Tumba de la reina Tiye, su denominación más común es KV55. La tumba es a veces llamado un caché porque los artículos de varias personas se encuentran allí. Por ejemplo, está el santuario de Tiye, "ladrillos mágicos" con el nombre y canópico frascos de alabastro de Akhenaton que representa lo que se cree que es la semejanza de Kiya. 
De particular interés es la momia encontrada allí. El ataúd había sido profanada y el nombre del titular eliminado, sino que estaba en el estilo Rishi de la 18 Dinastía. En general se acepta que el ataúd fue pensado originalmente para una mujer, posiblemente de Ajenatón esposa Kiya, y más tarde volvió a trabajar para dar cabida a un varón. Durante el siglo pasado, los principales candidatos a este individuo ha sido o Akenatón o Smenkhkare.
El caso de Ajenatón se apoya en gran medida en los "ladrillos mágicos" y la reformulación de algunas de las inscripciones en el ataúd. El caso de Smenkhkare viene sobre todo de la presunta edad de la momia (ver más abajo), que, a 18-26 no cabrían Akenatón, que reinó durante 17 años y era el padre de un niño cerca de su primer año de reinado. No hay nada en la tumba identificado positivamente como pertenecientes a Smenkhkare, ni es su nombre encontró allí. La tumba luego, no es propio de cualquier rey, pero menos aún para Akenatón. 

Early Examinations of the Mummy [ edit ]Los primeros exámenes de la momia
El cráneo de la momia KV55, que se cree Smenkhkare.

La momia esqueleto se ha examinado en varias ocasiones a lo largo de los años, incluyendo por Smith (1912), Derry (1931), Harrison (1966), Strouhal (1998/2010) y Filer (2001). Wente utilizó el análisis cranofacial en 1995 (así como examinar pasado Rayos-X) para examinar un alijo de momias, en su mayoría de la 18 ª dinastía, con el fin de ordenar las relaciones y las identidades verdaderas de cada uno. Se realizaron y se publicaron en la revista Nature (1974) Pruebas serológicas sobre las momias KV55 y Tut. La momia KV55 fue examinado también por Harris en 1988, pero sólo un resumen de los resultados publicados, y más recientemente por Hawass, Gad en 2010. 
Las conclusiones de Filer eran en gran parte representativa de los exámenes pre-2010, señalando que "... este hombre no era un adulto completamente maduro, entre 18 y 21 años cuando murió." Ella llegó a la conclusión: 
Los restos humanos de la tumba 55, tal como se presenta a mí, son las de un joven que no tenía anomalías aparentes y no era mayor que sus más de veinte años en la muerte y, probablemente, unos años más joven. 
Estos eran en gran parte de acuerdo con los resultados anteriores (18-26 años) que permiten las tecnologías disponibles. Por ejemplo, Derry concluyó una edad de aproximadamente 23 y Strouhal dio un rango de edad de 19 a 22. El estudio de Wente encontró una estrecha similitud craneal entre las momias de Tutankamón, KV55 y Tutmosis IV. Las Pruebas serológicas indicó KV55 y Tutankamón compartió el mismo tipo de sangre poco común. En su conjunto, la momia KV55 se supone que es el padre o el hermano de Tutankamon. Hermano parecía más probable, ya que la edad sólo sería lo suficientemente mayor para plausiblemente engendrar un hijo en los extremos superiores. 

Genetic Tests from 2010 [ edit ]Las pruebas genéticas a partir de 2010 
En 2010, las pruebas genéticas y las TC se realizaron con algunos de los resultados publicados en JAMA y reportados en National Geographic incluyendo un especial de televisión. El principal de los resultados genéticos, "El análisis estadístico reveló que la momia KV55 es probablemente el padre de Tutankamón (probabilidad de 99,99999981%), y la señora de la KV35 se pudo identificar como su madre (99,99999997%)". El informe va a demostrar que tanto KV55 y KV35 Señora eran hermanos e hijos de Amenhotep III y la reina Tiye. 
TC también se llevaron a cabo en la momia y los resultados concluyeron que la momia era mucho mayor que todas las estimaciones anteriores. 
Nuevas tomografías computarizadas de la momia KV55 también revelaron una degeneración relacionada con la edad en la columna vertebral y la osteoartritis en las rodillas y las piernas. Parecía que había muerto más cerca de la edad de 40 a 25, como se pensaba originalmente. Con la diferencia de edad por lo tanto resuelve, podríamos concluir que la momia KV55, el hijo de Amenhotep III y Tiye y el padre de Tutankamón, es casi seguro que Akenatón.(Ya que sabemos tan poco sobre Smenkhkare, él no puede ser completamente descartada.) 
Documentación que corrobore la afirmación mucho más antigua no se proporcionó más allá de la de un solo punto de la degeneración de la médula. Un creciente cuerpo de trabajo pronto comenzó a aparecer el acuerdo de liquidación de la edad de la momia y la identificación de KV55 como Akenatón. Donde Filer y Strouhal (abajo) se basó en múltiples indicadores para determinar la edad más joven, el nuevo estudio citó un punto para indicar una edad mucho mayor. Una carta a los editores de JAMA vino de bioarqueólogo Universidad Estatal de Arizona Brenda J. Baker. El contenido se vuelve a contar en el sitio web Arqueología News Network y es representativo de una parte de la disidencia:
Un especialista en osteología humana y Paleopatología, Baker está en desacuerdo con la identificación de la momia KV55 esqueleto como el padre de Tutankamón, Akenatón. Los autores [Hawass et al en JAMA] sitúan la edad de esta persona en el momento de la muerte en el 35-45, a pesar de producir ninguna evidencia de que repudia exámenes previos conocidos citando la edad en el rango 18-26.
Estos análisis anteriores - documentados con escritos breves descripciones, fotografías y radiografías - muestran un patrón de epífisis fusionadas y no fusionadas (tapas en los extremos de los huesos en crecimiento) en todo el esqueleto, lo que indica un hombre mucho más joven que Ajenatón se cree que ha sido en el momento de su muerte. Baker también utiliza una fotografía de la sínfisis púbica de la pelvis para reducir la edad de KV55 a 18-23 basado en técnicas recientes utilizadas en osteología y antropología forense.
Un examen de la momia KV55 se llevó a cabo en 1998 por el antropólogo checo Eugene Strouhal. Publicó sus conclusiones en 2010, donde 'excluye totalmente la posibilidad de Akenatón':
[E] l esqueleto masculino inequívoca de la tumba 55 resultó decisiva por una larga lista de desarrollo biológico cuenta su edad para estar en el rango de 19 a 22 años que está totalmente de acuerdo con los resultados de la determinación anterior de Harrison (1966). ..He no poseía la patología dental leve y ni siquiera la aparición de cambios degenerativos en la columna vertebral y las articulaciones.
Otras críticas rodean lo que el proyecto no hizo. Wente había señalado que las momias de ambos Tut y KV55 llevaban una fuerte similitud cranofacial a la momia de Tutmosis IV, sin embargo, esta momia no ha sido probado. Dylan Bickerstaffe llama "casi perverso" que el "niño en un barco" misterioso encontrado en KV35 no se puso a prueba, mientras que la "Dama Viejo" y "Señora Joven" encontraron que había. El niño podría muy bien ser el hermano mayor Prince Tutmosis de Ajenatón o incluso Smenkhkare dado que las damas KV35 son ahora conocidos por estar relacionados con Tut. 
Aunque parece probable que la momia KV55 es el padre de Tutankamón, para muchos ahora su identificación como Akenatón parece tan dudoso como antes. 

Burial [ edit ]Entierro 
A solas en una tumba sin algunas de las trampas de la sepultura del Antiguo Egipto típica, la momia KV55, que parece ser no tanto enterrado como eliminados. Desde la momia KV55 es concluyente un pariente cercano de Tut, si no su padre, ¿por qué un entierro tan mala calidad? Puede ser simplemente que se quedaron sin tumbas o tiempo.
La familia real había estado preparando las tumbas de Amarna en vez de Tebas. Como lo demuestra la tumba de Meryre, el trabajo parece haber detenido abruptamente en las tumbas de Amarna tras año 13. En ese momento, un número significativo de personas que salen de la escena incluyendo 3 de las hijas de Akenatón, su madre y Kiya. En Amarna Carta 35, el rey de Alashia disculpa con Akenatón por su pequeño regalo saludo de cobre, explicando que una plaga había matado a muchos de sus mineros del cobre. Algo similar puede haber golpeado Amarna, si no es Egipto.
Después de la capital se trasladó de Amarna, el sucesor de Ajenatón pudo haberse enfrentado a una grave escasez de tumbas para entierros reales. Smenkhkare estaría en una particularmente mala situación. Desde que murió joven y reinó tan brevemente no habría tenido tiempo de hacer y acumular los ajuares funerarios propios de un rey. Al final, la tumba parece haber sido simplemente sellado con la momia y lo que estaba disponible. 
La tumba había sido vuelta a entrar una vez sellada dos veces. Los sellos datan de finales de la dinastía 18a que indica que la tumba fue entró y volvió a cerrar probablemente bajo el reinado de Tutankamón. La naturaleza de la pared de escombros, relleno de escombros y de contención de cemento sugieren la profanación y tratar de eliminar el santuario de Tiye no ocurrió hasta más tarde. 
La tumba fue una vez más entró un poco más tarde, en el 19, 20 o 21 dinastía (las opiniones varían). Campana sugiere que esta entrada puede estar relacionado con el entierro de las momias reales y dio lugar a Tiye ser trasladado a KV35. Fue durante esta entrada que el nombre e imagen de Ajenatón fueron atacados en los que se ha encontrado. La momia en sí era relativamente sin ser molestados: los envoltorios fueron perturbados pero insignias reales fueron retirados y varios objetos de oro se quedaron atrás incluyendo el collar buitre de oro en la cabeza de la momia. Campana sugiere sentimientos hacia Ajenatón habían suavizado por este tiempo que resulta en un "rey sin nombre pero sigue siendo un faraón consagrada". Otros sugieren que después de la profanación de la sepultura de Akenatón, incluyendo quizás la destrucción de su momia, Smenkhkare fue colocado en el ataúd de Akenatón. 

Summary [ edit ]Resumen 
Tal vez nadie del Amarna Interlude ha sido objeto de tanta especulación como Smenkhkare. Sólo hay pruebas suficientes para afirmar con cierta certeza que él es un individuo aparte de Neferneferuaten. Pero no hay suficiente evidencia para ser convincente de una corregencia o un único reino. Como resultado, los egiptólogos lo mueven como un peón en su hipótesis más grande requiere. Él puede ser propuesto como Zannanza (Gabolde) o Nefertiti disfrazada (Reeves, Samson). Él puede reinar durante semanas o años. Él es un corregente de corta duración sin reino independiente (Dodson) o que es el sucesor de Ajenatón (Allen).

Las Reinas de Amarna
Del registro arqueológico relativo al periodo de Amarna, también conocido como “Herejía de Atón” o el reinado de Amenofis IV o Ajenatón, surgen principalmente tres figuras femeninas de relevancia, independientemente de las hijas del rey, estas son: Tiya, la madre del faraón, Nefertiti, la Gran Esposa Real y Kiya, con quien muy probablemente el faraón herético haya engendrado su único heredero sobreviviente, Tutankamón.

Tiya, Tiy o Tiye
Ancestros de Tiya
El descubrimiento de una tumba no real en el año 1905 por James Quibell en una expedición de Theodore Davies fue la fuente de importantes datos el descubrimiento de la tumba de Yuya y Tuya, padres de la gran esposa real de Amenofis III y madre del faraón Ajenatón. El descubrimiento de la tumba casi intacta ha sido solo superado, en cuanto a la riqueza arqueológica aportada, por el descubrimiento de la tumba de Tutankamón.
Tiya era proveniente probablemente de la ciudad de Ajmin (Akhmin), donde su padre era el principal Profeta del dios local Min (de la fecundidad) y Superintendente del ganado del templo. Esta fue la última de las posiciones oficiales ocupadas por el padre de la futura reina, una vez que se retiró de sus principales responsabilidades como Comandante de Carros y Señor de los caballos, posiciones que ejerció durante el reinado del rey Tutmosis IV (padre de Amenofis III y abuelo de Ajenatón).
Yuya seguramente era una persona muy allegada al entorno real, con bastante influencia en la corte, de tal forma que tuvo un importante casamiento con una dama de la corte Tuyu, quien era Superintendenta de la Casa Jeneret de Min en la ciudad de Ajmin y del dios Amón en Tebas, tal que ella ocupaba una alta posición en la jerarquía del culto de la reina Ahmose-Nefertari con algún grado de parentesco sanguíneo con aquella reina de comienzos de la dinastía. Por lo tanto, Tiya, portaba ya un alto linaje, y en ella estaba el destino designado de un casamiento con el faraón Amenofis III.
En los escarabeos conmemorativos del reinado de Amenofis III, los padres de la reina Tiya son referidos brevemente por su nombre, sin portar título real, siendo este indicio la que ha sustentado la hipótesis de un origen humilde por parte de Tiya, y su casamiento con el faraón Amenofis III hipotéticamente se debía más a una relación fruto del amor que a un fin socio-político determinado.
Distintos indicios señalan que los padres de Tiya tenían una alta posición en la jerarquía de la corte, y era descendiente de la reina Ahmose Nefertari, de ahí su destino como esposa del faraón. Tiyu y Yuya tuvieron también otro hijo, Anen, quien se desempeñó como Segundo Profeta de Amón y Alto Sacerdote de Ra-Atum, cargos ejercidos durante el reinado de Amenofis III; Es probable que Anen, como sacerdote de Ra-Atum y hermano de la reina Tiya, haya tenido una gran influencia sobre el príncipe Amenhotep (futuro Amenofis IV) durante su infancia.
Si bien el parentesco entre Tiya, Anen y Yuya y Tiyu se ha establecido basándose en indicios directos hallados en la tumba de los abuelos de Ajenatón, no existen indicios semejantes respecto a otro personaje de suma importancia del periodo de Amarna, como es Ay. A falta de indicios en ese sentido, se puede decir que tanto Ay como la reina Tiya eran originarios de la ciudad de Ajmin, la proliferación de nombres de raíces similares (Ay, Yuya, Tiyu, Tiya) pueden denotar una cierta familiaridad y algún grado de parentesco, pero los indicios no son suficientes.

La Gran Esposa Real de Amenofis III
Tiya fue la gran esposa real de Amenofis III, sobrevivió muchos años al rey para ver gobernar a su sucesor y los indicios apuntan a que tenía una residencia en Amarna (Ajenatón), donde fue enterrada a su muerte, siendo trasladados sus restos a Tebas cuando la restauración fue establecida durante el reinado de Tutankamón. De hecho, de todas las esposas reales del faraón Amenofis III que han llegado a ser conocidas en nuestros días gracias a los indicios subsistentes: Gilukhepa (hija del Suttharna II, rey de Mitani), Tadukhepa (otra princesa del reino de Mitani) y Sitamón, hija misma del faraón Amenofis, de todas ellas, es Tiya quien en los relieves, esculturas y diversas representaciones es mostrada con toda los títulos de gran esposa real, como sus atributos.

La influencia sobre Ajenatón
A la muerte de su esposo, Amenhotep III, Tiya siguió ocupando una posición de preeminencia en el gobierno de las dos tierras, tanto es así que se han encontrado representaciones de Tiya con su hijo Amenhotep IV – Ajenatón. Más aún, se han descubierto dentro de la correspondencia diplomática, misivas destinadas a Tiya por parte de un monarca extranjero como el rey de Mitani Tushratta, instándola a influenciar sobre el nuevo y joven soberano de Egipto Ajenatón. Esta carta muestra la preeminente e influyente posición de Tiya] como madre del nuevo rey.
Los indicios registrados en unas canteras de piedra caliza en las colinas al norte de Amarna, donde se inscribieron el nombre de Tiya, como así también en los relieves de la tumba del Alto Sacerdote Huya en Amarna, donde se muestra a Tiya en la inauguración de un templo solar en la nueva ciudad Ajetatón, templo construido por Ajenatón dedicado a su madre Tiya.
Nefertiti
El parentesco de la reina ha sido de mucha especulación; como Gran Esposa Real, era la dadora de herederos por sobre el resto de las mujeres del harén real. Ciertamente, la posición ocupada por Nefertiti era mostrada por completo en muchos monumentos como ser las estelas fronterizas de la ciudad Ajetatón, las tumbas de los sacerdotes del nuevo credo de Atón, como Huya y Tute, donde se proclama:
“La Heredera, Grande de Favor, Dama de la Gracia, Valiosa de Amor, Señora del Alto y Bajo Egipto, Gran Esposa del Rey, a quien ama, Dama de las dos tierras, Neferneferuatón-Nefertiti, que viva por siempre y para siempre”
Como heredera, es presumible que Nefertiti haya sido descendiente de Ahmose-Nefertari, aunque no es descrita con la clásica cita “Esposa del Dios Amón”, esta omisión es fácilmente explicada por la sencilla razón de que el culto y toda mención a Amón estuvo proscrita desde casi los comienzos del reinado de Ajetatón.
Escultura en caliza de Nefertiti.

Está establecido que el padre de Nefertiti era Ay, quién más tarde alcanzó la posición de faraón, sucediendo a Tutanjamón, a la muerte prematura de este. Si bien se sabe que Ay estaba casado con una mujer llamada Tey, se sostiene que no era la madre de Nefertiti, ya que no portaba el título de “Madre Real de la Gran Esposa del Rey” sino algo así como “Gobernanta” de la principal esposa del rey. Los indicios apuntan a que era en todo caso madrastra de Nefertiti, quien quedo huérfana de madre a corta edad, siendo que su padre Ay, contrajo esposa nuevamente.

Su rol en el periodo de Amarna
La preeminencia y el rol fundamental que desempeño “La bella que ha llegado” como Gran Esposa Real y compañera en toda la aventura de Atón es clara.
Distintos relieves y esculturas hallados muestran a las claras tan alta posición. Así, en los relieves, muchas veces es representada al mismo tamaño que el faraón.
El crecimiento del rol de Nefertiti sigue al de su esposo Ajenatón, tal es así que alrededor del 5º año del reinado, el mismo periodo aparente donde Amenofis IV cambia su nombre por el de Ajenatón, al nombre de Nefertiti se le agrega el prefijo Neferneferuatón.
Ciertamente, desde comienzos de la corregencia entre Ajenatón y su padre Amenofis III, la esposa del corregente ya portaba el título “hemet nisu ueret” (Gran Esposa Real), asumiendo con el paso del tiempo una importancia hasta alcanzar la dimensión del mismo faraón inclusive, portando cartuchos en la correspondiente iconografía.
Existe una hipótesis sobre la transformación de Nefertiti en corregente en los finales años de Ajenatón para terminar gobernando en solitario a la muerte de este, convirtiéndose en parte el aún ignoto faraón Semenejkara. Dicha hipótesis sustenta también el caso Dahamunzu, una apelación que hoy en día es reconocida como una vocalización del idioma hitita para la frase egipcia ta hemet nesu (la esposa real).
En un esfuerzo desesperado para controlar el poder que se le estaba yendo de las manos, Nefertiti apela un reino extranjero para reforzar su posición interna. Prontamente después de la muerte del príncipe hitita Zannanza, desaparece Nefertiti probablemente muriendo.
Dibujo proveniente del relieve de la tumba real de Amarna.

Nefertiti dotó de niñas al rey, en un total de seis hijas, quienes son vistas por ejemplo en los relieves de la tumba de Merira II en Amarna, a saber:
·         Meretatón: hija mayor de Nefertiti. Asume el cargo de Gran Esposa Real alrededor del año 14 del reinado de Ajenatón, transformándose en su esposa, basándose en restos encontrados en Amarna y correspondencia con el monarca de Babilonia.
·         Meketatón: segunda hija de Nefertiti, murió siendo niña y fue enterrada en Amarna.
·         Anjesenpaaton/Anjesenamón: tercera hija de Nefertiti y esposa de Tutankamon.
·         Neferneferuatón-Tasherit: cuarta hija de Nefertiti.
o    Neferneferura: quinta hija de Nefertiti.
o    Setepenra: sexta y última hija de Nefertiti.
La imagen de Nefertiti es quizás uno de los emblemas clásicos de la cultura del Antiguo Egipto, centrada en los hallazgos del taller del escultor Tutmosis localizado en la ciudad de Amarna.

Ocaso y muerte de “La Bella que ha llegado”
La falta de datos concretos y la destrucción masiva de todo lo que tenga que ver con la herejía de Amarna dificultan de sobremanera conocer como terminaron los protagonistas principales del periodo dominado por la adoración de Atón. Básicamente se han sostenido distintas hipótesis para explicar el fin de Nefertiti.

Nefertiti faraón
Como anteriormente en la misma dinastía XVIII Hatshepsut, Nefertiti alrededor del año 12º del reinado de Ajenatón, Nefertiti es elevada a la corregencia, usando el nombre Nefernefruaton con el epíteto “Amada de Uaenra-Ajenatón”. La hipótesis sugiere que en los años finales de Ajenatón, existió una corregencia con Nefertiti, quedando únicamente al mando Nefertiti, quien se cambiaría su nombre a un ignoto Semenejkara.
Esta hipótesis sostiene no sólo el caso del Dahamunzu sino también la importancia que había adquirido en todos los actos oficiales y religiosos en los que estaba involucrado la pareja real.
Sin embargo, si nos remitimos únicamente las fuentes encontradas, las menciones a Nefertiti durante los últimos años del reinado de Ajenatón son escasas. Se sabe que estuvo en el probable festival Sed del año 12º de reinado de Ajenatón, como lo muestran los relieves en las tumbas de Huya y Merira II, sacerdotes del culto de Atón.
También hay indicios de su presencia durante la ceremonia fúnebre de la princesa Meketatón, su segunda hija de Ajenatón, quien probablemente murió después del año 12 del reinado pero no mucho tiempo más. Esta ceremonia fúnebre es mostrada en la tumba real en Ajetatón, precisamente en la cámara gamma de dicha tumba real. Es precisamente esta imagen la última que se observa a Nefertiti, no aparece en ningún relieve o documento existente "a posteriori" del año 13º o 14º de reinado del faraón.
Adicionalmente, haciendo referencia al caso Dahamunzu, su conocimiento viene por la correspondencia hitita, donde la reina viuda egipcia escribe que su esposo “... Nibhururiya ha muerto y se encuentra sin herederos...” Mucha discusión se ha abierto para identificar a dicha reina, algunos estudiosos conectan el nombre del faraón muerto a una vocalización hitita del praenomen “Neferjeperura” o sea a Ajenatón, mientras otros eruditos vinculan aquel nombre hitita a "Nebjeperura", el praenomen de Tutanjamón. En consecuencia, los indicios disponibles podrían reflejar la existencia de dos reinas, una Nefertiti y la otra, una de sus hijas Anjesepaatón. Pero la afirmación de que no había heredero al trono descartaría a Nefertiti, ya que sabemos hoy en día que existía un príncipe de sangre real, heredero de la dinastía XVIII fundada por Amosis I, y era el futuro faraón niño Tutankamón.
Como conclusión, se puede afirmar que la reina envuelta en el caso Dahamunzu sea con mucha certeza Anjesepaatón, quien siguió en el cambio de nombre a su esposo el faraón Tutankamón, muerte este último vástago de la gloriosa dinastía XVIII, se extinguió la línea de los libertadores de los hicsos.

Nefertiti cae en desgracia
Algunas excavaciones al principio del siglo XX en la zona de Amarna, ubicaron un palacio donde supuestamente residió Nefertiti, generando una hipótesis de que la Gran Esposa Real se retiró en desgracia junto con el príncipe heredero Tutanjatón alrededor del año 14, tomando el poder en los años finales del reinado de Ajenatón.
El rechazo de esta hipótesis se basa en que fueron muchos los restos y estatuas encontradas en la misma Amarna sobre imágenes que portaban a Nefertiti en diferentes etapas de su vida.
Difícilmente una persona que haya caído en desgracia no sea posible también de ser borrada en imágenes, pinturas, relieves y estatuas; siendo así, ¿cómo fue posible encontrar en el taller del escultor Dhjutmose tantos bustos y tallas realmente hermosas de “La bella que ha llegado” sin muestras aparentes de ser borradas o destruidas adrede, sabiendo que cuando un personaje (sea un rey o un personaje menor) caía en desgracia se borraba cualquier rastro para la posteridad?
Escultura de Nefertiti

Muerte de Nefertiti
Es muy difícil determinar esta instancia, porque se sabe hoy en día que originalmente los lugares de entierro planeados en la nueva ciudad de Amarna fueron usados brevemente, para los entierros de la princesa Meketatón primeramente y para la pareja real después. Pero durante los reinados de Smenejkara o Tutanjamón fueron trasladados a la necrópolis de Tebas y después, a comienzos de la Dinastía XIX toda mención al periodo de Atón fue pretendidamente borrado del mapa. Al día de hoy, todavía no se ha identificado fehacientemente la momia de Nefertiti, ni la de Ajenatón, tampoco su sarcófago, por lo tanto no hay elementos para avanzar.
Lo que se puede considerar fehacientemente son las etiquetas de los envases sean de vino, miel o cerveza, donde con escritura hierática se inscribía el origen de la mercancía y el año de su producción.
Los despachos de jarras de vinos etiquetados como de la “Casa de Neferneferuatón” terminan en el año 11º del reinado de Ajenatón. Pero sabemos por los relieves que Nefertiti estuvo en el festival del año 12º como así también en la ceremonia fúnebre de su hija "a posteriori". También existen restos de jarras etiquetadas en el año 15º y 17º del reinado del rey, pero estas etiquetas hacen referencia a la “Casa de la Esposa del Rey”; se sabe que alrededor del año 14º del reinado de Ajenatón, su hija Meritatón tomó el cargo de “Gran Esposa Real” y como reina consorte. Este conocimiento no es sólo por los restos encontrados en Amarna sino también por correspondencia diplomática mantenida con el reino de Babilonia.
Así, toda mención fidedigna a Nefertiti cesa entre los años 12 y 14 del reinado de Ajenatón, pero aun así es difícil determinar que sucedió con “la Bella que ha llegado”.
Finalmente una prueba a favor de esta hipótesis se basa en un ushebti encontrada con la inscripción: “La Heredera, alta y poderosa en el palacio, confidente del señor del Alto y Bajo Egipto Neferjeperura Uaenra, el hijo de Ra, Ajenatón, la Gran esposa Real Neferneferuatón Nefertiti”. Esta inscripción confirma que la estatuilla fue confeccionada para Nefertiti y no para su esposo. Este objeto era usualmente hecho durante el periodo de embalsamamiento "a posteriori" de la muerte de la persona; y la imagen de la estatuilla es de una reina con los cetros reales y no de un gobernante en co-regencia. Este indicio apunta a que Nefertiti tuvo que haber muerto alrededor del año 14º del reinado de Ajenatón, en todo caso no le sobrevivió.

Kiya "hemet mererty aat" la Amada Gran Esposa
Los rastros de Kiya son difusos de seguir, básicamente por dos motivos: por ser parte de la “herejía de Amarna” y maldiciones a su memoria deliberadamente ejecutadas quizás como parte de las rencillas internas tan habituales en la corte. Todas las suposiciones apuntan a que su elevación del anonimato se debe al haber dado a luz a un heredero varón de Ajenatón.
Imagen de Kiya besando a una princesa.

Su elevación y caída en el olvido son rápidas. Existen relieves mostrándola junto con una hija, también otros relieves que fueron deliberadamente trabajados para borrar el nombre de Kiya para poner en su lugar a Meketatón, la hija de Nefertiti que, aproximadamente durante el año 14º, asume la función de Gran Esposa Real junto a su padre Ajenatón, cumpliendo no sólo los roles ritualistas del culto sino también las funciones políticas.
Otra vez, los indicios que sostienen la imagen de Kiya, son nuevamente las etiquetas encontradas en los jarrones que contenían vino, cerveza, miel, etc. En ellas, las inscripciones hacen referencia a Kiya como “la Casa de la Favorita”. De las etiquetas se basan en dos fechas determinadas del año 6º y 11º del reinado de Ajenatón.

Sus posibles orígenes
El nombre de Kiya es observado como una forma abreviada o diminutivo de un nombre más completo y elaborado. Algunos eruditos ven en este razonamiento una conexión con las princesas extranjeras que estaban en el harén real de Ajenatón, el cual fue heredado de su padre, el faraón Amenhotep III. Debe concentrarse en que estos lazos tienen un fundamento más acorde a la política internacional que a una costumbre dada, considerando que ambas princesas del reino de Mitani eran el símbolo de una alianza entre las "Dos Tierras" (Egipto) y dicho reino asiático.
En consecuencia, el nombre de Kiya ha sido visto por algunos como una contracción de los nombre sean de Gilukhipa o Tadukhipa. La primera entonces, caería fuera de hipótesis, considerando que fue casada con Amenofis III durante el décimo año de reinado de dicho faraón, convirtiéndola en una persona de mucha edad para ser dadora de hijos de Ajenatón. La segunda, Tadukhipa parecería ser la más probable.
También, el nombre Kiya pueda ser originario de Egipto y no de origen asiático, algunos piensan que su nombre deriva de la raíz egipcia ky.
Vaso canopo para Kiya

La Favorita “Ta shepset”
Cualquiera que sea su origen, fue referenciada con el título “La Favorita”, y su nombre no estuvo encerrada en ningún cartucho hasta el momento; tampoco fue titulada como “Principal Esposa” o “Gran Esposa” o como “Heredera o Dadora de Herederos”, sino con el epíteto simple de “La gran amada”.
Su preferencia es fácilmente deducible por saber hoy en día que fue enterrada originalmente en la tumba real construida inicialmente para la familia real en las afueras de la misma ciudad de Amarna.
Los restos de la tumba, hablan que el entierro de Kiya fue opulento y bien provisto, en una cámara acondicionada especialmente para recibirla dentro de la tumba de la familia real. Adicionalmente se encuentran rastros de Kiya en algunos restos de edificios de Ajetatón, en capillas, tales como el templo “Maru-Atón” en dicha ciudad.
Ataúd encontrado en la tumba KV55.

Las menciones a Kiya van desapareciendo gradualmente después del año 14º a 16º del reinado de Ajenatón, quien en sus años finales toma como Gran Esposa Real a su hija Meritatón, quien usurpó muchas de las imágenes de Kiya borrando su mención para colocar la suya, restos encontrados no solo en Amarna sino también en Hermópolis.

Legado
La mayoría de la iconografía del período hace referencia a una imagen central femenina quien no es otra que Nefertiti, al final del reinado aparece su hija Meritatón, pero estas imágenes no ocultan que Ajenatón tenía bastantes esposas de su harén real, datos que no vienen de las imágenes “oficiales” sino muchas veces de la correspondencia diplomática.
La hipótesis más consistente alrededor de Kiya se centra en que su preeminencia sobre el resto de las esposas del harén debe haber sido puramente de encanto personal, junto con un condicionante político, el cual pudo ser haber dado una descendencia masculina a la casa reinante, sea a través de los príncipes Semenejkara o Tutankamón.
Sobre los hallazgos en la tumba KV55, existieron variados rastros, los cuales muchos los han vinculado a Kiya. La imagen más comúnmente mantenida de Kiya es un vaso canopo con la tapa esculpida de una mujer portando una peluca nubia, muy común y de moda para la época de Amarna entre las cortesanas.
El ataúd encontrado en KV55 en su forma original tiene una peluca nubia en su cabeza, y se piensa que fue originalmente ideado no sólo el ataúd sino también los vasos canopos como un todo homogéneo.
En este punto, es necesario aclarar que el ataúd de KV55 contenía una momia de sexo masculino, estando en debate si era Semenejkara o Ajenatón mismo, y por lo tanto no de Kiya, quien nunca es retratada portando uraeus, ni cartuchos reales.
El ataúd mismo, si bien es claramente con peluca, se observa que después se le agregó no sólo el uraeus sino también la barba real, haciendo entonces de un ataúd hecho originalmente para Kiya, quien fue reutilizado para una momia real, cuando se hizo el traslado de la corte de Amarna hacia Tebas, lo que implicó también el traslado del cementerio real de Amarna a Tebas ante el temor de los saqueos de tumbas. Dicho traslado muy probablemente se llevó a cabo durante el reinado de Tutankamón.

TUTANKAMÓN
Nebkheperwre (Lord Of Manifestaciones Is Re)
nb-xprw-ra HQA-Maat Nebkheperure Heqa Maat (Lord Of Manifestaciones Is Re; Señor de True)
TWT-anx-ITN Tutankhaten    (Imagen viva de Atón)
TWT HQA-iwnw-Smai Tutankamón Heqa Iunu Semai (Imagen vida de Amun, gobernadora de Heliópolis)
Neb-jeperu-Ra Tut-anj-Amón, conocido como Tutankamón, fue 13º faraón perteneciente a la dinastía XVIII de Egipto, que reinó de 1336/5 a 1327/5 a. C.
Su nombre original, Tut-anj-Atón, significa «imagen viva de Atón», mientras que Tut-anj-Amón significa «imagen viva de Amón». Es posible que Tutankamón sea el rey Nibhurrereya de las cartas de Amarna, y probablemente el monarca denominado Ratotis, Ratos o Atoris, que reinó nueve años, según los posteriores epítomes de la obra de Manetón.
Si bien formalmente se define que la Dinastía XVIII finaliza con el reinado de Horemheb, se puede afirmar con un alto grado de certeza que el joven Tutankamón fue el último faraón de sangre real de la dinastía. Ascendió al trono después del periodo de Amarna y devolvió a los sacerdotes de Amón la influencia y el poder que habían poseído antes de la revolución religiosa y política de Akenatón. Durante su corto reinado estuvo en manos de Ay y Horemheb, que se repartieron el poder: Ay administró Egipto y Horemheb manejó el ejército.
Su reinado se caracterizó por un retorno a la normalidad en el plano socio-religioso después del interludio protagonizado por el monoteísmo de Akenatón. Dicho retorno fue paulatino, restaurando el culto en los templos abandonados de dioses como Amón, Osiris o Ptah, colocando en funciones a la casta sacerdotal y permitiendo la celebración de los ritos pertinentes. En el plano artístico, los cánones inaugurados bajo la égida de Amarna seguirían fluyendo hasta fundirse con los patrones tradicionales del arte egipcio. En las imágenes oficiales, la imagen del joven rey sería enfatizada constantemente junto a su Gran Esposa Real conjugando la herencia visual de Amarna (las imágenes de intimidad familiar de la pareja real visibles en tronos, sillas, cofres, etc., encontrados en la tumba real) con el mensaje político oficial de continuidad de la dinastía, claramente visible por la profusión de imágenes de Anjesenamón.
Tutankamón no fue un faraón notable ni conocido en épocas antiguas; el tamaño relativamente pequeño de su tumba (KV62) fue la razón de que no fuera descubierta hasta el siglo XX. Howard Carter la encontró intacta en 1922. Su descubrimiento y los tesoros encontrados en ella tuvieron cobertura mundial en la prensa y renovaron el interés del público por el Antiguo Egipto, convirtiéndose la máscara funeraria del faraón en la imagen más popular. El hallazgo de su tumba, casi intacta, supuso una aportación fundamental para la comprensión de la historia y cultura egipcia. Posibilitó sacar a la luz una cantidad apreciable de joyas, muebles, armas y variados utensilios, aportando una información fundamental que permitió ampliar el conocimiento de la civilización egipcia.

Nombres y títulos
Anillo portando el Nombre de Trono: Neb-Jeperu-Ra.

Al nacer, c. 1345 a. C., se le asignó el nombre de Tut-anj-Atón, que posteriormente cambió a Tut-anj-Amón, cuando en el ocaso de la revolución teológica de Amarna se abandonó el culto al dios Atón volviendo al viejo panteón egipcio, beneficiando primordialmente al dios Amón. Bajo la ideología del Atonismo: nombre de Nacimiento, Tut-anj-Atón Heka-hiunu-shema «imagen viviente de Atón, gobernante de Heliópolis» o «el que vive en Atón, gobernante de Heliópolis». El trono chapado en oro, descubierto por Howard Carter en la tumba KV62, contiene en su respaldo el cartucho con el nombre original en la forma del periodo denominado Atonismo. Bajo la ideología de Amón de Tebas: nombre de Nacimiento, Tut-anj-Amón «el que vive en Amón» o «imagen viviente de Amón»; nombre de Trono, Neb-jeperu-Ra «el Señor de las manifestaciones es Ra».
Su nombre fue escrito como Amón-tut-anj, debido a la costumbre de los escribas de poner el nombre del dios al principio de la frase para honrarle. En los epítomes de Manetón es denominado Ratotis, Ratos y Atoris.

Predecesores
Sus orígenes eran inciertos, ya que el final de la revolución religiosa conocida como Período de Amarna, implicó una suerte de maldición de su recuerdo sobre todo lo relacionado con el '"Rey hereje" Akenatón. Se formularon varias hipótesis acerca de sus progenitores, algunas inducidas deliberadamente para legitimar su acceso al trono. Hay razones de peso para creer que era hijo de Ajenatón, el Faraón hereje (teoría defendida por Zahi Hawass y respaldada por las pruebas de ADN de 2010) y de una de sus hermanas, aunque de hecho la identidad de la madre seguía siendo un misterio. Durante muchos años algunos sugirieron que era hijo de Ay, aunque las evidencias eran escasas (solo un bloque de piedra proveniente de la ciudad de Hermópolis). Se han considerado tres hipótesis respecto a sus orígenes:

Tutankamón como hijo de Amenhotep III
El joven rey Tutankamón ofrendando a la divina pareja: el dios Ptah y a su izquierda su consorte Sejmet. El retorno a los ritos tradicionales después del interludio de Amarna.

Esta hipótesis se sustentaba en el hallazgo de diversos artículos en la tumba KV62 del rey niño con los cartuchos de Amenhotep III, de su Gran Esposa Real, la famosa reina Tiya, del príncipe Tutmose, el primogénito de Amenhotep III muerto prematuramente, y de la princesa Sitamón, quien a finales del reinado de Amenhotep III ascendería como Gran Esposa Real. No existe en la tumba ningún elemento o artículo que mencione remotamente al faraón hereje Akenatón ni a ninguna de sus reinas.
En contra de esta hipótesis se yerguen dos factores:
1.    El primero hace referencia a los intervalos de tiempo. Se puede asegurar con bastante certeza que la muerte de Tut-ank-atón (posteriormente cambiado bajo la ideología tebana a Tutankamón Hekaiunushema), se produjo entre los 17 y los 19 años de edad. Estas evidencias provienen de la momia, más precisamente del desarrollo óseo del esqueleto del rey-niño. En consecuencia, Tutankamón fue engendrado por Amenhotep III, o su hijo Amenhotep IV (Ajenatón o el «faraón hereje»). Si se considera que el reinado de Ajenatón tuvo un lapso de duración de unos 17 años, es menos probable la posibilidad de ser hermano del hereje (o sea, hijo del faraón Amenhotep III) en vez de ser un hijo directo de un rey más joven, sea Ajenatón o el enigmático Semenejkara. Si bien se sabe que Amenhotep III fue un rey longevo, los intervalos de tiempo alejan decididamente la hipótesis de que fuera el padre de Tutankamón.
2.    El otro factor a considerar es el contexto político-religioso existente en el momento de la muerte del rey niño. La variedad de utensilios y pertenencias que hacían referencia a Amenhotep III, Tiya, etc., muestra con claridad la intención de dar continuidad y legitimidad a la dinastía reinante y olvidar el descalabro de la aventura religiosa del período

Tutankamón como hijo de Semenejkara
La hipótesis que sostiene que el faraón niño es un vástago del sucesor de Ajenatón, el enigmático faraón Semenejkara, carece de evidencias objetivas que la sostengan:
El joven rey Tutankamón. Talla en madera policromada.

1.    El punto a favor de esta hipótesis es la carencia absoluta de referencia alguna a Tutankamón en los restos encontrados del período de Amarna, en donde los rastros encontrados no mencionan prácticamente al príncipe Tutankamón. El único rastro existente hasta el momento proviene de un relieve de una piedra de arenisca, hallado en la ciudad de Hermópolis donde fue evidentemente reutilizada al abandono de la ciudad Amarna por los reyes de la Dinastía XIX, quienes utilizaron los materiales de la ciudad abandonada como cantera para la provisión de materiales destinados a obras en otras localizaciones. En dicho relieve, se menciona al hijo corporal (o físico) del rey, su amado Tutankamón". Es la única mención que existe, no aclarando quién podría ser su progenitor, quién indudablemente tendría un parentesco con el rey, sea Ajenatón, Amenhotep III o Semenejkara. Lo más probable es que la mención de ser de sangre real, haga seguramente referencia a su pertenencia a una línea colateral. La no inclusión de cartucho en el nombre del hasta entonces príncipe hace inferir que la inscripción fue realizada cuando Tutankamon no era faraón. Además, las pruebas efectuadas a la momia encontrada en KV55, sin identificar fehacientemente hasta ahora, muestran muchos rastros de similitud tanto en su aspecto físico como en el grupo sanguíneo del faraón niño.
2.    En contra de dicha hipótesis, se suma la carencia de evidencias que vinculen a Tutankamon con su antecesor en el trono Semenejkara así como también la ambigüedad en la identificación de la momia encontrada en KV55, que podría ser de Ajenatón o de Semenejkara.

Tutankamón como hijo de Akenatón y Kiya
Ha sido hasta hoy la hipótesis más aceptada en el mundo académico, fundamentada no sólo en las evidencias encontradas en los yacimientos arqueológicos de Amarna, Tebas y el Valle de los Reyes, sino que además, en la investigación realizada por Hawas et al. (2010) quienes realizaron diversos estudios antropológicos, radiológicos y genéticos a 11 momias reales entre septiembre de 2007 y octubre de 2009, y entre las cuales se encontraba la de Tutankamón y ascendencia.
El joven rey Tutankamón, cazando con arco, portando la corona Jepresh junto a su esposa Anjesenamón, la hija de Ajenatón y Nefertiti.

Se define a la madre del faraón niño como la enigmática Kiya, quien, aparte de Nefertiti y sus hijas, es la única mujer del harén real que es mencionada y de la que existen rastros. Fue nombrada como hemet mererty aat o "La amada Gran Esposa". Tal relevancia llevó al egiptólogo Cyril Aldred a afirmar que se debía a que Kiya fue quien dotó de un vástago masculino al rey Ajenatón, dándole la posibilidad de continuar el linaje de la gloriosa Dinastía XVIII. La prematura muerte de Kiya, quien se piensa que no sobrevivió al faraón Ajenatón, dio lugar a la ocupación de su espacio en la corte y posterior usurpación de títulos por parte de Nefertiti y alguna de sus hijas. Esta hipótesis también sostiene la necesidad de legitimar el ascenso al trono de Tutankamón, ya que es desposado con la hija de Akenatón y Nefertiti, la princesa Anjesenpaatón, quien posteriormente sufriría el cambio de nombre a Anjesenamón al igual que su esposo.
Cabe recordar que la costumbre de desposar a un príncipe de una esposa secundaria con una princesa de la Gran Esposa Real, siendo hermanastros, había sido ya practicada antes en el Antiguo Egipto y recientemente en la misma Dinastía XVIII; la princesa Hatshepsut fue desposada con su medio hermano Tutmosis II, quién era vástago del rey Tutmosis I, pero de una esposa de menor linaje del harén real.
En contra de esta hipótesis, sobre el linaje de Tutankamón se argumenta la carencia total de alguna referencia a Ajenatón, pero sí a sus abuelos, tanto Amenhotep III como Tiya. Pero este argumento suele ser rebatido considerando el contexto político - religioso en el momento del deceso del faraón niño. Egipto se encontraba en un momento de restauración de los cambios operados durante el período de Amarna, intentando borrar toda referencia hacia el Rey Hereje; siendo por lo tanto explicable la total omisión de referencias y, como proceso de restauración, se estableció conexión entre Tutankamón y sus abuelos, dándole sentido de continuidad a la dinastía real. Esto explicaría la carencia total de referencia hacia algo que conecte con el período de Amarna en los utensilios y enseres encontrados en la tumba de Tutankamón.

Pruebas de ADN
El 17 de febrero de 2010, el Consejo Supremo de Antigüedades, en El Cairo (Egipto), informó de una serie de estudios genéticos, publicados en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA) y llevados a cabo a lo largo de más de dos años, en los que se evidenciaba que Tutankamón murió a causa del Mal de Kohler (una necrosis avascular ósea) agravado por malaria. Esta teoría estaría corroborada por los 103 bastones y la gran cantidad de medicinas que encontraron en su tumba. Por ello, se deduce que, a pesar de haber muerto con tan sólo 19 años, sufría grandes dolores de huesos.
También afirmaron que el faraón era hijo de Ajenatón o, al menos, del monarca enterrado en la tumba KV55 y que su abuela fue la reina Tiye o Tiya. Los estudios de ADN realizados en la momia del faraón Tutankamón han permitido averiguar que la momia de KV55 era el padre del faraón-niño e hijo del faraón Amenhotep III. Tal patrón genético hace concluir que el morador de KV55 no sería otro que Ajenatón
Los mismos estudios de ADN revelaron, además, que la momia de la tumba KV35YL, descubierta al lado de la momia de Tiya (KV35EL) y conocida como Dama Joven, es la de la auténtica madre de Tutankamón, revelada además como hermana plena de la momia KV55. Este descubrimiento hace del joven faraón, como mínimo, fruto de un incesto regio (nada infrecuente en la época), y supondría (asumiendo que KV55 es Ajenatón) que el rey "hereje" concibió a su hijo con una de sus hermanas, siendo imposible especificar si fue alguna de las cinco hijas conocidas de Amenhotep III y Tiye. Pero quedaría así descartada la hipótesis de Kiya. La consanguinidad, según el mismo estudio, explicaría la acumulación de taras en el joven rey, como tantas veces ha sucedido en la historia de las dinastías reales.
Recientes estudios de ADN, realizados por el instituto IGENEA, de Zurich, ha reconstruido el perfil genético de Tutankamón. Según estos investigadores "Tutankamón pertenecía a un perfil genético conocido como haplogrupo R1b1a2, al que pertenecen más de un 50% de los varones de Europa occidental, lo que indica que comparten un ancestro común. Curiosamente este haplogrupo constituye menos de un 1% los egipcios actuales". La proporción aumenta al 70% entre españoles y británicos.

Reinado
Los datos de su reinado son breves. Se sabe que fue coronado rey a la edad de ocho a diez años aproximadamente. De acuerdo con el egiptólogo James Allen, hacia el año 14 ó 15 del reinado de Ajenatón, éste elevó al cargo de corregente a Nefernefruatón, de quién sabemos por los determinativos femeninos de los jeroglíficos inscritos en su cartucho, que era una mujer.
Primeramente se pensó que era Nefertiti, pero el hallazgo en 1973 de un ushebti para Nefertiti del año 12 aproximadamente del reinado de Akenatón, hace suponer que Nefertiti falleció antes del ascenso de Nefernefruatón coincidiendo con la ausencia de imágenes de Nefertiti en eventos posteriores al año 12 del reinado de Ajenatón; por lo tanto, la enigmática persona nombrada Nefernefruatón fue, muy probablemente, una de sus hijas sobrevivientes: Meritatón.
De Akenatón no se tienen rastros pasado el año 17 ó 18 de su reinado, suponiendo entonces que murió para esa época, donde asciende al trono el o mejor dicho la corregente Nefernefruatón junto a un consorte, ignoto hasta el momento denominado Semenejkara. Dicho consorte reinaría por un lapso de tiempo no mayor a un año, dando lugar al ascenso posterior del joven príncipe Tutankaton quien luego cambiaría su nombre a Tutankamón. La unión matrimonial de Tutankamón y Anjesenamón hace suponer que la hija mayor sobreviviente de Akenatón, Meritatón, con mucha probabilidad murió al mismo tiempo que su esposo, Semenejkara. De cualquier forma, el lapso de tiempo que va desde el deceso de Akenatón y la entronización del príncipe Tutanjatón es de solamente un año.
Heredó prácticamente la misma corte que el faraón herético, así podemos ver que en el cargo de Gran Visir se mantuvo Ay, padre de la La Gran Esposa Real de Ajenatón y abuelo de la esposa del nuevo faraón, la comandancia de los ejércitos estaba a cargo de Horemheb y el tesoro se encontraba bajo la supervisión de Maya.
El ascenso al trono fue legitimado, -de acuerdo con la costumbre de los antecesores de la Dinastía XVIII- desposando a la princesa Anjesenpaatón, única hija superviviente de Ajenatón y Nefertiti y portadora por tanto de la legitimidad real, que también cambió su nombre cuando se restauró el culto a Amón, pasando a llamarse Anjesenamón. 
El descubrimiento de su tumba casi intacta ha permitido conocer la sofisticación de la vida de los faraones en el 1300 a.C. Esta silla de cedro con el respaldo tallado con el dios de la eternidad Heh pertenecía a su ajuar funerario.
Mapa del antiguo Cercano Oriente durante el periodo de Amarna, mostrando las grandes potencias del periodo: Egipto (verde), Hatti (amarillo), el reino Kasita de Babilonia (púrpura), Asiria (gris), y Mittani (rojo). Las áreas más claras muestran control directo, las áreas más oscuras representan esferas de influencia. La extensión de la civilización Aquea-Micénica se muestra en naranja.

La imagen de la pareja fue exaltada repetidas veces, ya que en los hallazgos de su tumba aparecen múltiples imágenes de ambos según el estilo artístico de Amarna. Faltan referencias a su posible descendencia, aunque pudieron ser hijas suyas dos bebés cuyas momias se encontraron en la KV62.
Cuando ascendió al trono, se produjo la restauración de los antiguos cultos, intentando olvidar el interludio que significó la experiencia religiosa de Ajenatón. Por las fechas en que ocurrió esto y la escasa edad que tenía Tutankamón, muchos estudiosos creen que el abandono del culto a Atón fue debido más a sus consejeros, sobre todo a Ay y Horemheb, que a una propia decisión del faraón.
Asimismo, se especula que el abandono de la capital de Akenatón, Amarna, comenzó apenas Tutankamón fue coronado. El arqueólogo Barry Kemp sostiene que el abandono de la ciudad no fue repentino, sino que paulatinamente fueron trasladándose las distintas dependencias estatales (como el tesoro, las residencias reales, los archivos reales, etc.). Posteriormente, durante la época del faraón Horemheb, la ciudad quedaría despoblada, y el golpe final sería dado por los reyes de la Dinastía XIX, quienes utilizarían las construcciones abandonadas como canteras para sus obras faraónicas.
No se conocen textos de campañas militares durante el reinado de Tutankamón, lo que lleva a suponer que la situación interna de Egipto era tan delicada que impedía emprender campañas contra las potencias rivales, fuesen hititas o mitanios.
Su papel resultó ser mucho más importante de lo que en un principio pareció, y fue un gran constructor que se encargó de reparar los daños cometidos por Ajenatón sobre los templos egipcios. Así, no cabe sorprenderse ante el hecho de que la mayoría de los rostros de las estatuas de Amón de esta época sean los del propio Tutankamón; esto es explicable desde el enfoque religioso, ya que se creía que el faraón tenía un origen divino y que era engendrado por el mismo dios. El rostro del faraón era la imagen viviente de Dios en la faz de la tierra. Precisamente, su nombre de nacimiento tiene una traducción cercana a ese significado.

Restauración religiosa
Durante el cuarto año de su reinado el faraón trasladó la corte a Tebas y restableció no solo el culto a Amón sino también al resto del panteón egipcio, adoptando su nombre definitivo, Tut-anj-Amón, y publicó el Edicto de la restauración, proclamando sus acciones:
Él ha hecho que todo lo que estaba arruinado floreciese como un monumento de eternidad; él ha expulsado el engaño de las Dos Tierras. Cuando su majestad se elevó como un rey los templos de los dioses y las diosas desde Elefantina al Delta habían caído en el abandono, sus tabernáculos estaban deteriorados, se habían convertido en campos llenos de hierba; sus patios eran como caminos trillados. El país estaba en desorden, los dioses se olvidaban de este país, sus corazones estaban airados.
Este edicto fue grabado en una estela en el templo de Amón en Karnak, estela que actualmente se conserva en el museo de El Cairo. El texto fue luego usurpado por Horemheb, que eliminó el nombre de Tutankamón colocando el suyo, en una revancha iconoclasta para eliminar toda referencia a Amarna al colocarse él como directo sucesor de Amenhotep III: las listas reales de Abidos y Saqqara ignoran a Ajenatón, Semenejkara, Tutankamón y Ay.
La restauración tenía una gran carga política. No sólo consistía en la vuelta al politeísmo, sino en la devolución del poder al Sumo sacerdote de Amón, contra el que se habían enfrentado Amenhotep III y Ajenatón (Amenhotep IV), ya que el templo de Amón había acaparado grandes riquezas y el control de extensas propiedades que antes eran de la corona.
Durante el reinado de Horembeb y sobre todo durante la siguiente dinastía, la XIX, se silenció sistemáticamente todo lo relacionado con Ajenatón y el periodo herético de Atón. Desde entonces en las listas reales de soberanos se pasaba de Amenhotep III a Horemheb, olvidando tanto a Ajenatón como a Tutankamón y Ay.
Escena íntima entre el rey y su Gran Esposa Real. La herencia artística de Amarna siguió vigente durante su reinado. Incluso el dios caído Atón brinda sus rayos protectores dando vida al igual como lo hacía con Ajenatón y Nefertiti. Detalle del respaldo del Trono ceremonial de Tutankamón.

Obras
No tuvo tiempo de construir grandes obras que permaneciesen para la posteridad, solo quedan la reconstrucción de los templos abandonados durante el reinado anterior, un nuevo templo a Amón construido al oeste de Tebas y algunas pinturas y relieves, así como el ajuar funerario. En lo referente al enfoque artístico, es aquí donde se visualiza claramente el cambio de tendencia política y su efecto sobre los cánones artísticos.

Primera fase: La herencia de Amarna
Gracias a los muebles y utensilios hallados en KV62, sean tronos, sillas, cofres, etc. se ha podido reconstruir el desarrollo artístico. En la primera fase, es fácilmente identificable la continuidad del arte de Amarna: trazos gruesos, en la familia real se distingue un cráneo alargado, cuello estirado y vientre protuberante. Los motivos artísticos siguen la línea de los retratos de la época de Ajenatón: el rey y su esposa, en escenas familiares, íntimas, en algunos casos bajo los rayos del dios único caído.
La representación de la pareja real es idéntica a las que se conocen de Ajenatón y Nefertiti, y el bajorrelieve que se ve en el reverso del trono ceremonial incluso representa sobre ellos el disco solar cuyos rayos acaban en manos dadoras de vida. Este trono es uno de los mejores ejemplos de la maestría de los artesanos egipcios, con una mezcla de tallas, bajorrelieve e incrustación, combinando distintos materiales. También la máscara funeraria combina distintas técnicas: de 54 cm, está construida con oro, cuarzo, obsidiana, lapislázuli y vidrio; en el reverso está inscrito el capítulo 151 del Libro de los Muertos, con la descripción de las distintas partes del cuerpo humano.
Monumental estatua de Tutankamón al modo tradicional del arte egipcio.

Segunda fase: El retorno a la tradición
Las monumentales estatuas del dios Amón en Karnak, personificadas con el rostro del Rey, muestran al faraón totalmente alejado de los cánones artísticos de Amarna. El retorno a la tradición es evidente no solo en el carácter monumental de las estatuas, sino también en el énfasis en la imagen tradicional del faraón: vestido con faldellín, corona, barba real y uraeus.
Asimismo, si bien no se conocen documentos que atestigüen campañas militares efectuadas por Tutankamón, en su tumba se ha encontrado un cofre con imágenes del rey batallando en su carro y matando enemigos. Este es el mejor indicio del cambio de temas, el abandono de los motivos artísticos de Amarna, el faraón en imágenes familiares, por los tradicionales, con el faraón venciendo a sus enemigos.
Desde el punto de vista artístico, se observa que el viraje de la realeza, después de la aventura del faraón Ajenatón, hacia el retorno a la tradición, no fue efectuada de forma brusca, sino paulatina. A favor de esta posición se encuentra la necesidad no solo de gobernar un Estado, que al final del reinado de Ajenatón pudo haber sufrido una desestabilización, de acuerdo a lo atestiguado, por ejemplo en las cartas de Amarna, sino también de otorgarle un marco de legitimidad al nuevo rey dando muestras de continuidad con el statu quo vigente. El golpe de timón brusco lo daría Horemheb y el tiro de gracia los primeros reyes de la Dinastía XIX.

Los hombres del Rey
Del conjunto de evidencias rastreadas (ushebtis, pinturas, estatuas, etc.) en KV62 y en otros templos y tumbas de la nobleza, se ha podido reconstruir el universo de funcionarios de primera línea que rodeaban al faraón. Dada la precocidad del rey, seguramente eran quienes llevaban los destinos de Egipto bajo sus riendas en forma verdadera y efectiva.
Entre las joyas de su tumba, se encontraba este pectoral del rey. Era común utilizar imágenes de los jeroglíficos para construir joyas con el nombre del rey. En ésta es identificable, Neb Jeperu Ra, el nombre del trono de Tutankamón: la barca solar define el jeroglífico Neb, el escarabajo en el centro la palabra Jeper que, junto con las tres flores de loto de la base del pectoral se transforma en el plural Jeperu y el disco solar de la parte superior es Ra.

Bajo el título de “Padre del dios”, ostentado ya durante el reinado del Faraón hereje, Ay gozaba de un poder sin igual, con plena autonomía, incrementada ya desde los tiempos que era el padre de Nefertiti, y después, con el faraón niño, la discrecionalidad y libertad de movimiento le brindaba la posibilidad de obtener un verdadero poder: el poder detrás del trono.
El hecho de tener vínculos con la realeza, considerando que fue el padre de la Gran Esposa Real Nefertiti y el abuelo de la siguiente reina en poseer tal título, su nieta Anjesenamón, provee elementos para no sorprenderse de sus habilidades para los cargos políticos de alto nivel una vez fallecido Tutankamón. Siendo el principal consejero del rey.
Si bien, fue un actor de primer nivel durante el reinado de Ajenatón, sus orígenes pueden remontarse más allá de dicho reinado. Tanto Ay como la Gran Esposa Real de Amenhotep III y madre de Ajenatón, la famosa reina Tiya eran originarios de la ciudad de Ajmin. Esto posibilitó la elaboración de hipótesis donde se afirmaba un grado de parentesco consanguíneo, enlazando a los principales personajes de finales de la Dinastía XVIII, o sea: Ay, Tiya, Nefertiti, Ajenatón, Tutankamón y Anjesenamón.
Si bien los nombres Ay y Tiya, junto a Yuya y Tiyu (los padres de la reina Tiya, quienes proveyeron el mejor yacimiento arqueológico hasta el descubrimiento de la tumba de Tutankamón) denotan una cierta característica familiar, no existe evidencia en concreto que relacione directamente en un lazo familiar a Ay y Tiya

Horemheb
Si Ay basaba su posición en sus vínculos con la realeza, Horemheb balanceaba el poder desde el lado del mando del poder militar. Era el delegado real en el ejército y fue quién llevó a cabo la recuperación de los territorios bajo la influencia egipcia tanto en el sur de Nubia como en el norte de Gaza y Siria.
El egiptólogo Jacobus Van Dijk afirma que Horemheb al mando del ejército, procuró restablecer la presencia egipcia en Siria que se encontraba muy deteriorada por el avance de los hititas, quienes habían ya sometido al pueblo de Mitani, que era aliado de los egipcios desde los tiempos del faraón Amenhotep III como bien lo demuestran no solo los casamientos reales con las princesas mitanias Taduhepa y Giluhepa, sino también las distintas misivas diplomáticas que salieron a la luz, las llamadas Cartas de Amarna.
Tal sometimiento, provocó la ruptura del statu quo en el fértil creciente y el avance de los hititas ya sobre las posiciones egipcias en Siria y Canaán.
Las campañas de Horemheb bajo el reinado de Tutankamón posiblemente hayan sido infructuosas en cuanto a la recuperación de posesiones territoriales en Siria, y muy probablemente, la muerte repentina de Tutankamón encontró a Horemheb lejos de la corte, en campaña. Esta oportunidad fue aprovechada por Ay para hacerse con el trono.

Najtmin o Minajt
Ocupaba un cargo dentro de la jerarquía militar, siendo conocido por el hecho de ofrendar una serie de ushebti con su nombre en KV62 en el momento de sepultar a Tutankamón. Se supone que algún vínculo sanguíneo debiera existir con Ay, lo que daría la posibilidad de un cuadro de intriga política complejo, ya que resultaría evidente que, si tal vínculo fuera cierto, el tal oficial Najtmin sería un contrapeso de Horemheb dentro de la jerarquía militar. Finalmente, se ha encontrado una estatua de Najtmin con una leyenda inscrita en la que se lee “Hijo del Rey”, siendo del período de reinado de Ay, seria una muestra consistente de la intención de Ay de entronizar a una persona distinta de Horemheb, haciendo que el conflicto de intereses a la muerte de Ay fuera imparable. No se ha encontrado rastro alguno del oficial Najtmin, y la ascensión al poder de Horemheb hace suponer que su destino no fue de larga vida.

Se conoce de él por similar vía que Najtmin, o sea, por su ofrenda de ushebti en KV62 magistralmente desvelado por Howard Carter. Las inscripciones de la figurilla de madera designan a Maya como “Supervisor de los trabajos en el lugar de Eternidad”, es decir, los trabajos en el cementerio real. Además, existe también mención a la posición de “Supervisor del Tesoro”.
Resulta concluyente que, la posibilidad de ofrendar una estatuilla en el entierro del rey, implicaba que ostentaban una posición de mucha cercanía con Tutankamón, ya que era considerado como un gran favor la oportunidad de dejar una ofrenda al rey en su tumba. Se sabe que Maya continuó en cargos gubernamentales, ya que existen rastros de su participación en trabajos del cementerio real, aún durante el reinado de Horemheb.

Usermont
El cargo de Visir, en egipcio Chaty –con funciones y responsabilidades cercanas a la posición de un primer ministro en una nación moderna actual–, estaba dividido en dos grandes áreas geográficas: el norte o Bajo Egipto y el sur o Alto Egipto. Usermont ejercía el cargo de Visir del Alto Egipto.

Pentu
Al igual que Usermont, su cargo implicaba responsabilidades en el Bajo Egipto.

Ejercía el cargo de Virrey de Kush, responsable de las explotaciones de las minas de oro nubias, así como también del control del tráfico comercial de productos desde la lejana tierra del Punt. Era una posición que implicaba un grado alto de responsabilidad, ya que la provisión de oro dependía mayormente de las minas nubias, y dicho oro era la moneda de cambio que los faraones egipcios tenían, por ejemplo, para pagar mercenarios como vasallaje de los principados y reyezuelos de Gaza, Siria y Fenicia. Esto quedó demostrado cuando salieron a la luz las Cartas de Amarna, donde en la correspondencia diplomática entre los faraones y los gobernantes cercanos se hacían menciones a demandas de entrega de oro por parte del faraón. Así la influencia egipcia dependía del flujo de oro con que podían contar los faraones.

Muerte
Murió c. 1327 a. C., hacia los 19 años de edad, tras haber reinado unos nueve años y sin haber consolidado su poder. Su prematura muerte dejó una cierta inestabilidad en Egipto, ya que era el último miembro varón de la dinastía XVIII. Según el egiptólogo egipcio Zahi Hawass, Tutankamón falleció lejos de los centros de momificación, lo que precipitó la prematura descomposición del cadáver y complicó el proceso de momificación.
Durante el reinado de Tutankamón hubo en el país una epidemia de malaria que causó una elevada mortalidad, y, como en la tumba se encontraron medicamentos contra la fiebre, se sospecha que murió víctima de esa enfermedad. Un estudio de ADN publicado en 2010 reveló un faraón con el sistema óseo debilitado, lo cual, al ser víctima de una malaria severa, le habría provocado la muerte.
Otra teoría de acerca de su muerte surgió en el año 2013, donde un egiptólogo, llegó a la conclusión de que su cuerpo se quemó debido a una mala praxis en el proceso de momificación, se examinaron apuntes originales de Howard Carter y junto con científicos forenses del Cranfield Forensic Institute, de Bedfordshire, llevó a cabo una autopsia virtual del cadáver utilizando la tecnología de escáner con tomografía axial computarizada, cuyos resultados pueden reavivar también la posibilidad de que el joven soberano muriera atropellado por un carro, en combate.
A Tutankamón le sucedió su consejero y chaty Jeperjeperura Ay, padre de Nefertiti, que desposó a la reina viuda Anjesenamón en un intento de darle legitimidad a su ascensión al trono. En términos familiares, Anjesenamón, al ser hija de Nefertiti, era nieta de su nuevo consorte, quien acabaría reinando durante cuatro años. Durante este periodo, Ay se ocupó del gobierno interior, mientras el general Horemheb se ocupaba de recuperar el prestigio exterior, bastante dañado durante los dos reinados anteriores, y fue posiblemente asociado al trono. Ambos nombramientos fueron apoyados por el clero de Amón, agradecido por los favores políticos recibidos.
Debido al prematuro deceso de Tutankamón, este no había dispuesto los pormenores de su honras fúnebres, o bien estaban en fase de preparación ya que se le enterró en una tumba que no estaba pensada para él; la caja mortuoria, así como un apresurado alhajamiento, se hicieron precipitadamente para cumplir el plazo de 40 días establecido. Se cree que la tumba estaba destinada para el propio Ay, quien fungía como tesorero real. Debido a lo sobrio del enterramiento, durante muchos siglos fue pasado por alto hasta su casual descubrimiento.

Descubrimiento de su tumba
Su tumba,KV62, fue encontrada en el Valle de los Reyes el 4 de noviembre de 1922 por el británico Howard Carter, constituyendo uno de los descubrimientos arqueológicos más sensacionales de la historia de la egiptología, debido a la gran riqueza arqueológica encontrada.
La fama actual de Tutankamón no se debe a los acontecimientos de su reinado, que fue breve e intrascendente comparado con el de otros grandes reyes como Tutmosis III o Ramsés II; se debe más bien al tardío descubrimiento de su tumba, que es hasta el momento la única tumba real encontrada con un ajuar funerario tan variado, numeroso, bien conservado y prácticamente intacto. Si bien dicha tumba había sido violada por saqueadores en la Antigüedad, el contenido de la tumba fue restituido y se volvió a sellar. Tres mil años después, en 1922, la tumba fue encontrada por Howard Carter, en una expedición sufragada por Lord Carnarvon. A su descubridor le llevó casi una década despejar e inventariar todo el material encontrado. La riqueza y variedad de los objetos encontrados, junto con el excelente trabajo llevado a cabo por Carter y su equipo, permitieron conocer muchos aspectos de la vida del Antiguo Egipto, desde los avances científicos y tecnológicos o los aspectos artísticos, plasmados en vasijas, cofres, juegos, armas, etc.
Howard Carter analizando el tercer y último ataúd antropomorfo de oro macizo, en cuyo interior se encontraba la momia de Tutankamón. Se aprecia que este ataúd todavía no se había extraído de la parte inferior del segundo sarcófago, considerado el más bello.

Descubrimiento y excavación

Código
Estancia
Dimensiones
m
Área
A
Escalera
4,7 x 1,6
7,5
B
Corredor
7,6 x 1,7
12,9
C
Antecámara
3,6 x 8,0
28,8
D
Anexo
2,6 x 4,3
11,2
E
Cámara funeraria
6,4 x 4,0
25,6
F
Cámara Tesoro
3,8 x 4,7
17,9
Veintiocho faraones fueron enterrados durante 420 años en el Valle de los Reyes y del orden de cincuenta equipos de arqueólogos fueron encontrando la mayoría de los enterramientos que se sabía que existían en el Valle a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX. Theodore Davis, que peinando el valle había encontrado unas treinta tumbas entre 1902 y 1914, declaró que consideraba agotado el yacimiento del Valle. Sin embargo, desde que Davis descubriera en 1907 fragmentos de objetos con el sello de Tutankamón, Howard Carter estaba convencido de que todavía no se había encontrado la tumba del rey niño y que debía hallarse cerca de la excavación de Davis, en un triángulo de una hectárea entre las tumbas de Ramsés II, Merenpath y Ramsés VI. Durante seis temporadas buscó la tumba en el mencionado triángulo, con resultados negativos, contando con el patrocinio de Lord Carnarvon que gastó 25.000 libras. Carnarvon dudó en interrumpir las excavaciones pero finalmente acordaron realizar una última campaña.
Comenzada la última campaña, bajo los cimientos de unas cabañas de obreros que habían construido la tumba de Ramsés VI, el 4 de noviembre de 1922 apareció el primero de los escalones de la tumba prácticamente intacta. Recibió el nombre de KV62, por ser la número 62 descubierta en este Valle de los Reyes (King Valley en inglés). Carter contrató para que le ayudasen en la excavación varios expertos de reconocido prestigio, entre los que se encontraban conservadores de antigüedades, especialistas en textos antiguos, catalogadores y dibujantes. El Museo Metropolitano de Nueva York le prestó al fotógrafo arqueológico Harry Burton que fotografió todos los objetos encontrados tal como se encontraron en la tumba y también después de retirarlos.
Se trataba de una pequeña sepultura destinada a un personaje no real que debió ser transformada para acoger al rey ante su prematura muerte. Carter y su equipo, supervisados por el gobierno egipcio, fueron retirando y catalogando en un lento proceso los 5000 objetos que encontraron en las cuatro pequeñas cámaras, concluyendo en febrero de 1932. Este material está en la actualidad en el Museo de El Cairo.
Protección de la momia del rey:
Capillas doradas: 1, 3, 4 y la silueta negra no marcada
Sarcófago de cuarcita: a
Ataúdes antropomorfos: b, c, y d
Marco de madera dorada con palio de lino: 2.


En la estancia que Carter llamó Antecámara estaba apilado mobiliario, carros desmontados, armas, vestidos y comida. La que llamó Anexo estaba llena de objetos, preferentemente vasijas, muebles, armas, ungüentos y comida. En la cámara funeraria, la única decorada con pinturas, se encontraron cuatro capillas de madera recubiertas de oro, encajadas cada una dentro de la anterior, que cubrían a su vez un sarcófago de cuarcita roja que contenía tres ataúdes antropomorfos, también encajados uno dentro de otro, de madera chapada en oro, los dos más exteriores, y de oro macizo el más interior. Dentro del último estaba la momia del joven faraón, con la cabeza y los hombros cubiertos por la célebre máscara. En la cuarta sala, que recibió el nombre de Cámara del Tesoro, se encontraron las vísceras momificadas del rey y objetos empleados en el rito funerario.

Sus restos y objetos en la tumba
En su tumba se encontraron sus restos y sus posesiones que han ayudado a comprender la sofisticación de la vida del Antiguo Egipto. Sin embargo, poca información ha aportado sobre su biografía pues no había inscripciones importantes ni documentos sobre él.
Los alimentos que contenía la tumba eran panes, pasteles de trigo y cebada, espalda de buey y costillas de cordero condimentadas con especias y miel, treinta grandes jarras de vino, así como dátiles, higos, uvas y almendras. Entre las armas había 46 arcos, desde uno infantil de 30 cm hasta otro de 1,8 m de largo, mazas, bumeranes y cuchillos. También se encontraron seis carruajes, cuatro de ellos de ceremonia, de madera revestida con oro e incrustaciones de cristal, y los otros dos más ligeros debían ser para cazar. Debió coleccionar bastones, pues aparecieron 130, todos diferentes de ébano, marfil, plata y oro, entre ellos uno sencillo de una simple caña con bandas de oro con la inscripción una caña que su majestad cortó con sus propias manos. Entre la ropa se hallaron más de cien taparrabos triangulares de lino que se ataban a la cintura y 27 pares de guantes.
Tutankamón y su esposa Anjesenamón debieron tener dos hijas que nacieron muertas, pues en la tumba del rey se encontraron dos pequeños féretros que contenían dos fetos femeninos, uno de cinco meses de gestación y el otro debió morir al nacer.
Trece capas de lino envolvían la momia del rey; hasta 143 joyas y amuletos se encontraron entre los pliegues de las telas cuyo fin era proteger la transformación del faraón de la muerte a la inmortalidad, entre ellos, la máscara que cubría su cabeza, un pectoral de oro con el dios Horus que le protegía colgado al cuello y, en la cadera derecha, un cuchillo de oro con la hoja de hierro. El estudio de su momia reveló que el rey medía 1,63 metros de altura.

Retratos de Tutankamon en su tumba
Retrato infantil del rey en madera como dios sol Ra naciendo de una flor de loto azul
Maniquí de Tutankamón Hecho de madera policromada con el rostro del rey, cortado en caderas y hombros, para exhibir vestidos.
El rostro idealizado del faraón en el ataúd más interior. Porta un pequeño cayado y un látigo, símbolos del gobierno divino.
Una de las dos estatuas del Ka de Tutankamón que guardaban la cámara funeraria.

La maldición de Tutankamón
El hecho de que varios exploradores que participaron en el descubrimiento de la tumba de Tutankamón murieron poco después, algunos en circunstancias extrañas, ha dado pie a muchas historias fantásticas y leyendas. La ciencia tiene varias hipótesis, normalmente aceptadas; una es que en el aire viciado de la tumba de Tutankamón habría esporas de hongos microscópicos, conservadas durante varios milenios, que aún fueron capaces de infectar a varios de estos exploradores al inhalar el aire viciado. El descubridor de la tumba, Howard Carter, murió por causas naturales muchos años después.

Cuando el 04 de noviembre 1922 Howard Carter descubrió la tumba KV62, casi intacta, del faraón Tutankamón-Nebkheperura, una página importante en la arqueología quedó abierta. Por primera vez, los egiptólogos y el público, fascinado, descubrió el esplendor de que los reyes de Egipto se rodeaban, con los miles de objetos presentes en la tumba, y los sarcófagos magníficos de los cuales el oro serviría para inflamar la imaginación de generaciones de los arqueólogos y turistas que se apresuran a miles todos los años a visitar la tumba. El número medio de visitantes llegando a 2.000 por día, el servicio de las antigüedades ha fijado. en 2004, las cuotas de visitas para preservar la tumba.
Las circunstancias del descubrimiento de haber sido ampliamente detallado por Carter, no lo vamos a reiterar aquí.
Un tema recurrente es de lamentar el hecho de que sólo la tumba de un "menor" Faraón se ha recuperado intacta, e imaginar lo que podría haber sido enterrado con un Faraón de prestigio después de un largo reinado. ¿Podría ser más prudente decir que esta tumba data de la 18 ª dinastía, una de las más prestigiosas y ricas de la historia de Egipto, y que además se trata de un rey situado en un período de transición de la historia. ¿Por qué  el material funerario recuperado aquí en cantidad es tan bajo? No tenemos ni idea.

EL REY Tut-Ankh-Amón
Su origen materno, así como sus condiciones de acceso al trono, siguen siendo objeto de debate como he decrito anteriormente. El estudio del ADN de algunos miembros de la familia real del período Amarnian muestra que él no era el hijo de Nefertiti, ni el de la señora Kiya (las dos esposas de Akenatón), pero si de una hija en relación con Amenhotep III y Akhenaton. era por lo tanto, el fruto de una relación incestuosa, lo que explica así su naturaleza debilitada (véase más adelante).
Sin embargo, parece claro que su legitimidad no estaba en duda por sus contemporáneos. Ascendió al trono bajo el nombre de Tutankhatón "La imagen viva de Atón", En el año 2 de su reinado renunció a la herejía Amarnian y restablece el culto a Amón, como él lo describe en lo que se llama "la estela de la restauración" que él había erigido en el templo de Karnak. Entonces, cambió su nombre por el de Tutankamón "la imagen viva de Amón" y regresó a Tebas, abandonando efímera capital de su padre, Ajetatón.
Siendo todavía un niño, que no sabe gobernar Egipto, y parece que dos de sus hermanas, en particular Merytaton, había intrigado para separarlo - temporalmente – del poder, al parecer sin resultado.
El gobernante del país fue encomendado a tres personajes principales: Ay, el "padre divino" (un epíteto específico, cuya importancia todavía se nos escapa), quien jugó el papel central de regente; Maya, quien estaba a cargo de la tesorería, y un general Horemheb, a la cabeza del ejército. En esta dirección competente, Egipto restauró su interior y su poder.
Tutankamón murió joven, a unos 19 años, alrededor de 1352 a.C, sin haber engendrado un príncipe heredero.
Las circunstancias de su muerte brutal siempre siguen siendo un misterio, pero la publicación en marzo de 2005, del informe de la encuesta de escaneado de la momia del rey permite la separación de la hipótesis de asesinato, por lo menos por un instrumento contundente. El rey presenta una fractura de la pierna que, si estaba abierta, podría haber sido la causa de muerte por infección. El cráneo del rey no muestra ningún rastro de un golpe como se creía antes.
Su sucesor, que ya era viejo cuando ascendió al trono, fue el "padre divino" Ay. Fue él quien organizó la ceremonia funeraria en el Valle de los Reyes, de acuerdo con la tradición, y de manera única, su nombre aparece en la tumba de su sucesor. A su muerte rápida (tan sólo 4 años después), es otro personaje que no tenía un derecho legítimo al trono, el general Horemheb, que lo sigue. El periodo Amarnian queda finalmente cerrado, y sus años de reinado a partir del último "legítimo" Faraón Amenhotep III.
Las generaciones siguientes y, especialmente, la Ramésidas tratarán entonces de borrar todo rastro de este período, mientras que el borrado de las listas oficiales entre todos los reyes Amenhotep III y Horemheb.

El joven Tutankatón era aún un niño cuando ascendió al Trono en Amarna, pero poco después, quizás incluso durante el primer año de reinado, abandonó la ciudad fundada por su padre. La gente continuó viviendo en Aketatón durante algún tiempo pero la Corte regresó a Menfis, sede tradicional del gobierno. Se restauraron los viejos cultos y Tebas se convertiría, de nuevo, en el centro religioso del país. El nombre del faraón cambió al de Tutankamón, y el epíteto “Soberano de la Heliópolis Meridional”, referencia deliberada a Karnak como centro de culto del Dios-Sol Amón-Ra, le fue añadido. El nombre de su gran esposa real, su media-hermana Ankhesenpaaten, se cambió de igual forma por el de Ankhesennamón.
Tutankamón no fue, ni mucho menos, el primer soberano en la historia de la dinastía que ascendió al Trono cuando niño. Tanto Tutmosis III como Amenhotep III eran muy jóvenes en sus ascensiones, pero en ambos casos un miembro femenino adulto de la familia real (Hatshepsut y Mutemwiya, respectivamente) actuaron como regentes durante sus primeros años. Esta opción no existía ahora; así que el rol de regente lo asumió un oficial militar de rango, sin lazos con la familia real, el Comandante-en-Jefe del ejército, Horemheb.
Sus títulos como regente indican que se había ganado el derecho a suceder a Tutankamón en caso de muerte sin descendencia. De hecho Horemheb acabaría siendo faraón, y en su "Texto de la Coronación" – inscripción única que reseña su ascenso al poder, y que aparece tallada en la parte posterior de una estatua, hoy en el Museo de Turín – parece sugerir que fue él quien aconsejó al faraón que abandonase Amarna “cuando una vez que el caos había irrumpido en el propio palacio”; es decir, después de la muerte de Akenatón y la de su efímero sucesor. Parece obvio que el ejército habría llegado a la conclusión de que el experimento de Akenatón había acabado en desastre, y habría retirado su apoyo a las reformas religiosas que inicialmente había ayudado a que se implementasen; otro dato revelador del importante papel que jugaron los militare en toda la trama.
Los templos a los dioses estaban en ruinas y sus cultos abolidos. Los dioses, pues, habían abandonado a Egipto; si se les rezaban, ya no contestaban, y, cuando se envió al ejército a Siria para ampliar las fronteras de Egipto, éste no tuvo éxito. La importancia de esta última sentencia probablemente nos muestra el porqué el ejército ya no apoyaba la política de Amarna. Durante el reinado de Akenatón, Mitanni, aliada de Egipto, había sido derrotada por los hititas que constituían ahora el mayor poder del Norte. Esto habría propiciado que algunos vasallos de Egipto intentasen establecer un estado de contención independiente entre las dos potencias. Egipto había empezado a perder algunos de sus territorios de ultramar, y el ejército, limitado a acciones policiales en Siria, no podía hacer nada al respecto.
Con la ascensión de Tutankamón, lógicamente estas restricciones se levantaron, ya que los relieves del patio interior de la magnífica tumba menfita de Horemheb, decorada por esta época, incluye la reivindicación de que su nombre “había sido re-nombrado en tierras de los hititas”, sugiriendo así que, a principios del reinado de Tutankamón, Horemheb habría estado envuelto en una confrontación con los hititas. Estas escaramuzas, al igual que otras más adelante, parece que no lograron un equilibrio de poder. Por otra parte, los simultáneos intentos para reafirmar la autoridad egipcia en Nubia, documentados por los mismos relieves, probablemente tuvieron más éxito.
En el propio Egipto, se puso en movimiento una importante campaña para restaurar los templos tradicionales y reorganizar la administración del país. La iniciativa estaba encabezada por el Tesorero Jefe de Tutankamón, Maya, que fue enviado en misión especial a los templos, desde el Delta a Elefantina, con objeto de recaudar impuestos sobre sus ingresos, que habrían sido anteriormente desviados hacia los templos de El Atón. Algunas de las medidas que más adelante se describen en el "Texto de la Coronación de Horemheb" y en su "Gran Edicto de Karnak", pudieron haber sido tomadas durante el reinado de Tutankamón. Maya también fue responsable de la demolición gradual de los templos y palacios de Akenatón; primero en Tebas, pero después también e Amarna.
La mayoría de los talatats encontraron su camino hacia las cimentaciones y pilonos de nueva construcción de Luxor y Karnak. Maya, en calidad de supervisor de los trabajos del Valle de los Reyes tuvo que haber organizado el traslado de los restos mortales de Akenatón a una pequeña tumba sin decorar en el valle; suponiendo que, en efecto, el cuerpo encontrado en la KV55 sea el de Akenatón, como parece probable; más adelante, sería responsable de los enterramientos de Tutankamón y de sus sucesor, Ay (1.327-1.323 a.C.), y de la reorganización de la "Ciudad de los Trabajadores" en Deir el-Medina, al comienzo de los trabajos en la tumba de Horemheb.

LOS REINADOS DE AY Y HOREMHEB
Los acontecimientos que rodean la muerte de Tutankamón están lejos aún de estar claros. El faraón falleció de forma inesperada en su décimo año de reinado en un momento en que Egipto estaba enfrascado en una importante confrontación con los hititas que acabaría con la derrota egipcia en Amqa, no lejos de Qadesh. La noticia del desastre llegó a Egipto más o menos coincidiendo con el fallecimiento de Tutankamón. No se sabe si el propio Horemheb lideraba las tropas egipcias en esta batalla, pero el hecho de que no parece que estuviese involucrado en las gestiones relacionadas con el entierro de Tutankamón, a pesar de su rol como regente y presunto heredero, es altamente sugerente.
Por el contrario, Ay, Consejero Mayor de la Corte, que había sido uno de los funcionarios de más confianza de Akenatón, y probable familiar de la Reina Tiya, esposa de Amenhotep III, condujo las exequias y, poco después, ascendió al Trono. Al parecer, en un principio lo haría como una especie de faraón interino, ya que la viuda de Tutankamón, Ankhesenarnun, estaba intentando negociar una paz con los hititas mediante una carta al rey hitita, Shupiluliuma, en la que le pedía que le enviase a un hijo suyo para casarse con ella lo que le convertiría en Rey de Egipto, de forma que Egipto y Hatti serían “un solo país”; un paso extraordinario dado, quizás, instigado por el propio Ay.
Esta petición fue recibida con enorme recelo en la capital hitita, y cuando Shupiluliuma finalmente se cercioró de las honorables intenciones de la reina egipcia, envió a su hijo Zannanza a Egipto, pero el infortunado príncipe fue asesinado en route, quizás por fuerzas leales a Horemheb en Siria. El resultado fue la prolongación sine die del estado de guerra con los hititas.
El faraón Ay, que ya sería bastante mayor cuando ascendió al Trono, reinó durante al menos tres años completos. Un fragmento de carta cuneiforme parece sugerir que intentó desagraviar a los hititas negando cualquier responsabilidad en la muerte del príncipe, pero no tuvo éxito.
También se esforzó en evitar que Horemheb hiciese valer sus derechos después de su muerte nombrando a un jefe militar llamado Nakhtmin – posiblemente un nieto suyo – como su heredero. A pesar de ello, Horemheb consiguió ascender al Trono después del fallecimiento de Ay, y tardó poco en poner en marcha la mutilación de los monumentos de su predecesor y la destrucción de los de su rival Nakhtmin.
Si el camino de Horemheb al Trono estuvo sembrado de dificultades, su reinado (1.323-1.295 a.C.), en cambio, parece haber estado exento de contratiempos. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que existen pocas inscripciones de las postrimerías de su reinado. Incluso su duración es todavía incierta; el último año de reinado documentado es el 13, pero hay muchos que, basándose en la cronología babilónica, y dos textos póstumos más, pretenden que su reinado duró casi dos veces este período. El estado inacabado de su tumba real en el Valle de los Reyes (KV57), no obstante, incluso si se hubiese empezado antes del año 7, sería difícil de reconciliar con un reinado tal largo.
Los problemas con los hititas sobre los territorios del norte de Siria, continuaron. Es incluso posible que Horemheb llegase a algún acuerdo con su enemigo, ya que un texto hitita posterior habla de un tratado que habría entrado en vigor antes de que se rompiese durante los reinados de Muwuatalli y Sety I (1.294-1.279 a.C.).
En casa, Horemheb se embarcó en un número de proyectos de edificios mayores, incluyendo el Gran Salón Hipóstilo en Karnak. Es posible que también acometiese la demolición sistemática de la ciudad de Amarna, aún habitada por entonces. Dos fragmentos de piedra, incluyendo la base de una estatua mostrando sus cartuchos, se encontraron en ese lugar. La reorganización del país también se llevó a cabo con gran entusiasmo. El Gran Edicto, que publicó en una estela en el templo de Karnak, enumera un gran paquete de medidas legales tomadas con objeto de poner fin a abusos tales como el requiso ilegal de embarcaciones y esclavos, el robo de pieles de ganado, el impuesto ilegal sobre las tierras de cultivo privadas y el fraude en la tasación de impuestos legales, así como la extorción de los alcaldes locales por parte de funcionarios que organizaban la visita anual del faraón al festival Opet durante el viaje de Menfis a Tebas, y regreso. Otros párrafos tratan de la regulación de los tribunales locales de justicia, el personal del harem real y otros empleados del estado, y el protocolo de la Corte.
Quizás, lo más destacado del reinado de Horemheb sea la forma en que lo legitimó; después de todo, él era un plebeyo y, por lo tanto, incapaz de aportar un vínculo “genealógico” con el dios dinástico Amón. Se suele admitir que su reina, una cantante de baladas del dios Amón llamada, Mutnedjmet, debería identificarse como una hermana de Nefertiti del mismo nombre, pero esto no es muy probable ya que, al parecer, ella se convirtió en esposa suya mucho antes de sus ascensión al Trono, aparte del hecho de que la fuerza legitimadora de dicho matrimonio real habría sido muy cuestionada, dadas las circunstancias.
En su "Texto de la Coronación", Horemheb no oculta su origen plebeyo, pero en cambio pone mucho énfasis en el hecho de que, cuando era un muchacho, fuese escogido por el dios Horus de Hutnesu - presumiblemente su localidad natal - para ser Rey de Egipto; luego continúa describiendo cómo fue cuidadosamente formado para su futura tarea como faraón en funciones y príncipe regente, una reivindicación ampliamente apoyada por las inscripciones en su tumba pre-real, de la necrópolis menfita. Es, pues, Horus de Hutnesu quien finalmente lo presenta a Amón durante la procesión del Festival Opet, y quien entonces procede a coronarle como faraón.
Así que Horemheb debe su realeza al deseo de su dios personal y a la elección divina durante una aparición pública de Amón; es decir, mediante un oráculo. En este aspecto, la coronación de Horemheb se asemeja a la de Hatshepsut (1.473-1.458 a.C.) quien también habría sido elegida mediante un oráculo después de haber sido regente. No obstante, al menos Hatshepsut pudo reivindicar su sangre real y hacer hincapié en que Amón la había engendrado con la Reina Madre, tema que Horemheb cuidadosamente evitó mencionar en su Texto de la Coronación.

A MODO DE CONCLUSIÓN
Y salimos así de la penumbra, o semioscuridad, que envuelve este período final de la Dinastía XVIII rodeado de sombras, que sólo permite conjeturas sobre temas tan trascendentales como la prematura y enigmática muerte de Tutankamón, génesis de tantas y controvertidas teorías y opiniones.
El Egiptólogo y paleopatólogo norteamericano, Doctor Bob Brier, Ph.D., plantea la teoría del asesinato en su bien documentado e interesante libro titulado “The Murder of Tutankhamen” (Berkley Books, New York, revised edition, 2005).
Sombras son también la acelerada ascensión al Trono de Ay; su rápido nombramiento de un sucesor; la angustiosa carta de la viuda de Tutankamón al rey hitita; el asesinato del hijo de éste enviado a Egipto para desposarse con ella; la posible implicación de Ay/Horemheb en el magnicidio; la aparente y sospechosa ausencia de Horemheb de la Corte durante esta trama; la rocambolesca auto-legitimación real de Horemheb; y otras.
En la “Hoja Suelta” que sigue, nos adentraremos en el Período ramésida, dentro ya de la Dinastía XIX, iniciando así un camino que nos llevará, en volandas y de la mano de nuestro eterno y docto guía, al anochecer del Imperio Nuevo.
Y, como Nota Aclaratoria para los menos doctos, puntualizar que la Paleopatología es la disciplina científica que estudia las enfermedades padecidas por personas o animales en la Antigüedad, a través de vestigios hallados en los huesos, restos orgánicos e inmediaciones donde se hallan dichos restos.

Ay
  
xpr-xprw-ra iri-Maat Kheperkheperwre Irimaat (Everlasting son las manifestaciones de Re; ¿Quién hace lo correcto)
  
iti-nTr iy It-Netjer Ay It-Ay Netjer (Padre de Dios Ay)
Kheperkheperura-Ay fue el Faraón 14 de la dinastía XVIII, que tuvo un reinado corto de 3 o 4 años (1346 / 43 a.C), en reemplazo del joven Tutankamón, que murió prematuramente. Con él se cerró lo que se llamó "el período Amarnian", durante el cual Akhenaton, "el hereje", y sus sucesores inmediatos trataron de cambiar el sistema religioso de mil años de edad del país. De hecho, estos nunca habían desaparecido, y después de estos faraones regresaron al estado honorable.
El período después de Akenatón se mantuvo en un estado de confusión, se sabe que un determinado Smenkare y una mujer existen en el medio. Fue necesario esperar a que el acceso al trono del heredero legítimo, Tutankamón, para que las cosas sean más claras.
A pesar de la ausencia de su relación biológica con la familia reinante y el hecho de que él organizó el regreso a la ortodoxia, Ay fue atado demasiado para el período Amarnian. Fue incluido en la damnatio memoriae ("la condena de la memoria"), que borra la historia oficial entre los reinados de Amenhotep III y Horemheb, que le sucedió.

Quién era Ay?
Una cosa es cierta, él no era el legítimo heredero al trono y, hasta cierto punto, su reinado podría constituir una dinastía de todos los suyos, al igual que el de su sucesor Horemheb.
Su origen sigue siendo oscuro al igual que sus vínculos de carácter interno de la dinastía de los Thutmosides que estaban en el poder hasta esta fecha.
Si su reinado fue breve, la carrera militar y política de Ay fue por otro lado de mucho tiempo, desde que se inició bajo Amenofis III, que abarca los reinados de Akenatón, Smenkare (uno o varios reyes o reinas con este nombre) y la de Tutankamón, en que su influencia sigue creciendo.
En virtud de Akenatón, su importancia se ha manifestado ya en su tumba en Amarna (N ° 25), uno de las primeras en ser excavada, y la que tiene éxito en la inclusión de la versión más completa de la Gran Himno a Atón.
Aquí se encuentran los títulos de su principal "Supervisor de todos los caballos de su majestad", "portador de estándar a la derecha del rey", "escribano real" y la que más amaba: "Padre Divino" (JT NTR). Llevó a este título de Akenatón de Tutankamón, su significado exacto sigue siendo controvertido, la mayoría de los autores siguen Otto Schaden, quien propuso que se traducen como "guardián". Sin embargo, la traducción de "padre-in-law" También se ha propuesto. Sin embargo, sea como fuere, cuando Ay se convirtió en un "dios" a sí mismo, ni siquiera él habría necesitado este título, pero parece que en este punto en el tiempo se había convertido en inseparable del nombre de ¡Ay, hasta el punto de, contra toda tradición, que lo incluyó en el cartucho del protocolo real.
También se puede ver que bajo los soberanos Amarnian, y especialmente en Tutankamón, Ay que efectivamente posee un estatus excepcional: visir, el general de los carros, tutor y regente del joven rey.
El importante el poder adquirido por Ay y que fue compartido con el general Horemheb Sin embargo, sin saber exactamente la parte que cada uno tenía, pero parece cierto que ambos jugaron un papel importante en el abandono de la herejía Amarnian y en el retorno a la ortodoxia de Amón, que aseguraría décadas de paz y prosperidad en Egipto. No tenemos conocimiento de ninguna negociación o enfrentamientos, si los hubiere, entre los dos hombres para la sucesión del joven rey, pero ¡Ay lo tomó como suyo, y parece bastante natural que siguió a Tutankamón.
En este negocio, el papel del general Nakhtmin sigue siendo vago. Nakhtmin fue general, y el sucesor de Huy como virrey de Kush. Parece que se levantó con un ejército en el sur para tratar de eliminar a Horemheb y su ejército del norte. Horemheb posteriormente habría tenido sus monumentos mutilados. Esto podría explicar por qué, en el momento de la sucesión de Tutankamón, Horemheb preferiría apoyar el cortesano y viejo Ay en lugar de correr el riesgo de apoyar a un joven rival demasiado cerca del trono. Lo que sucedió a la memoria de Nakhtmin no permite saber cuál es su papel político real.
Él es ciertamente el único que puede ser acreditado con el mobiliario funerario ostentoso puesto a disposición del joven muerto Tutankamón en su tumba KV62. Y es él quien - única de todas las tumbas reales - fue representado en esta tumba como oficiante sem-sacerdote a la momia del joven rey, la realización de la "Apertura de la Boca" ceremonia (un papel que normalmente se reserva para el hijo del fallecido, que aquí es por lo tanto, mucho mayor que su "padre").
A pesar de su prueba de  devoción a la tradicional dinastía del dios Amón, como se muestra en su obra arquitectónica, así como la usurpación de la estela por escrito de la restauración (erigido por Tutankhamon) la posteridad lo incluya en el grupo de los soberanos Amarnian obviamente vinculada. Sus monumentos se usurparon y su memoria borrada, en la medida de lo posible, también se omitió de las listas reales de Abidos,  o profanar su tumba poco después de su funeral.
Fue Horemheb, el origen de esta persecución, y uno puede fácilmente imaginar que la relación entre los dos cortesanos se habían extendido, o incluso odiado. En el extremo político, cuando se convirtió en rey Horemheb, fue su interés y el de Egipto para que el recuerdo de este precursor engorroso desapareciera y ser deshonrado antes de pasar a la herencia faraónica de un nuevo linaje de origen militar como él: los Ramésidas.
La historiografía oficial de este momento, el sucesor legítimo de la Thutmoside reconoció por última vez, en Amenofis III, sería Horemheb. 

Titulatura y el reinado del faraón Ay:
·         Horus nombre: "toro de gran alcance", "Cuyas apariciones son brillantes" o "El toro poderoso, el que tiene el futuro es brillante".
·         Dos amantes nombre: "El uno cuya fuerza es poderosa", "El que rechaza de Asia" o "El uno cuya fuerza es poderosa, la que rechaza la región de Asia".
·         Nombre de Horus de Oro: "El soberano de Maat, el que hace que se producen las Dos Tierras".
·         El rey del nombre del Alto Egipto y el Bajo: "El futuro de Re se ha producido" o "El futuro de Re se ha producido, el que hace que la Maat".
·         Hijo del nombre Re: "El Padre Divino, Ay" o "El Padre Divino Ay, dios y el soberano de Tebas".
Sobre el reinado actual de Ay no hay casi nada que decir porque no hay prácticamente ninguna información. Al subir al trono a una edad avanzada (por lo menos 60 o 65 años), su muerte fue sin duda natural.
Sólo los monumentos que había erigido existen, estos son relativamente numerosos. A pesar de esta rápida desaparición, pero la mayoría se reducen a las débiles huellas Como es el caso de su "templo de millones de años", que fue arrasado hasta los cimientos por Horemheb y que construyó su propio templo sobre el mismo.
Estela de Najtmin, hijo de Ay.

La tumba KV 23, la historia y el descubrimiento

Tumba de Ay en Amarna 

Horemheb

DSR-xprw stp.n-ra Djoserkheperw Setepenre (Santo son las manifestaciones de Re; Elegido de Re)
  
Hr-m-Hb mri-IMN  Horemheb Meriamon (Horus está en júbilo; Amado de Amón)
Horemheb (a veces escrito Horemhab o Haremhab y significado Horus está en júbilo) fue el último faraón de la 18 ª dinastía, ya sea 1319 a.C hasta finales de 1292 antes de Cristo, o 1.306 a finales de 1292 antes de Cristo (si él gobernó durante 14 años) a pesar de que no estaba relacionado con la familia real anterior y se cree que ha sido de nacimiento común.
Before he became pharaoh, Horemheb was the commander in chief of the army under the reigns of Tutankamun and Ay. Antes de convertirse en faraón, Horemheb era el comandante en jefe del ejército bajo los reinados de Tutankamón y Ay. After his accession to the throne, he reformed the state and it was under his reign that official action against the preceding Amarna rulers began. Después de su ascensión al trono, se reformó el Estado y fue bajo su reinado que la acción oficial contra los anteriores Amarna comenzó gobernantes.
Horemheb demolido monumentos de Ajenatón, la reutilización de sus restos en sus propios proyectos de construcción, y usurpó monumentos de Tutankhamon y Ay. Horemheb probablemente no tuvo hijos ya que él designó a su visir Paramesse como su sucesor, quien asumiría el trono como Ramsés I.

Inicios de su carrera
Se cree que Horemheb que se originó a partir de Heracleópolis Magna o antiguos Hnes (moderna Ihnasya el-Medina) en la orilla oeste del Nilo, cerca de la entrada al Fayum desde su coronación texto acredita formalmente al Dios Horus de Hnes para él establecer en el trono.
Una estatua de Horemheb como escriba

Su filiación se desconoce pero se cree que fue un plebeyo. De acuerdo con los egiptólogos franceses (Sorbona), según el egiptólogo Nicolas Grimal, Horemheb no parece ser la misma persona que Paatenemheb (Aten está presente en Júbilo) que era el comandante en jefe del ejército de Akenatón. Grimal señala que la carrera política de Horemheb primero comenzó bajo Tutankamón donde "se muestra al lado de este rey en su propia capilla de la tumba en Memphis".
En la etapa más temprana conocida de su vida, Horemheb sirvió como "el portavoz real para los asuntos exteriores [de Egipto]" y dirigió personalmente una misión diplomática a visitar los gobernadores de Nubia. Esto dio lugar a una visita recíproca por "el Príncipe de Miam (Aniba) "a la corte de Tutankamón", un evento [que está] representa en la tumba del virrey Huy". Horemheb subió rápidamente a la prominencia bajo Tutankamón, convirtiéndose en el Comandante en Jefe del Ejército y asesor del Faraón.
Los Títulos específicos de Horemheb se detallan en su tumba de Saqqara, que fue construida cuando aún era sólo un funcionario: "Príncipe Heredero, Fan-portador en el lado derecho del Rey y Comandante en Jefe del Ejército, el "asistente del Rey en sus pasos en los países extranjeros del sur y del norte". Mensajero del Rey en frente de su ejército a los países extranjeros en el sur y el norte" del y el "Compañero Único, el que está por los pies de su señor en el campo de batalla en ese día de matar a los asiáticos".
Cuando Tutankamón murió cuando todavía era un adolescente, Horemheb ya había sido designado oficialmente como el RPAT o ​​iry-pat (básicamente el "hereditaria o el príncipe heredero") y idnw ("Adjunto del Rey" en toda la tierra) por el faraón niño estos títulos se encuentran inscritas en la tumba de Menfis entonces privado de Horemheb en Saqqara que data del reinado de Tutankamón desde el rey al hijo de ... Cartelas, aunque luego usurpado por Horemheb como rey, se han encontrado en un bloque que linda con el famoso oro de la escena de honor, una gran parte de los cuales se encuentra en Leiden. La pareja real se muestra en esta escena y en la escena adyacente 76, que muestra Horemheb actuar como intermediario entre el rey y un grupo de sujetos gobernantes extranjeros, son, por tanto, a ser identificado como Tut'ankhamun y 'Ankhesenamun. Esto hace que sea muy poco probable desde el principio que ningún título de honores reclamados por Horemheb en las inscripciones en la tumba son ficticios.
El alivio de la tumba de Horemheb. Recepción de collares de oro 'de honor'.

El título iry-pat (príncipe heredero) se utiliza con mucha frecuencia en Saqqara la tumba de Horemheb, pero sin combinar con otras palabras. Cuando se usa solo, el egiptólogo Alan Gardiner ha demostrado que el título iry-pat contiene características de la antigua ascendencia y herencia legítima que es idéntica a la designación de un "príncipe heredero". Esto significa que Horemheb era el heredero reconocido abiertamente del trono Tutankamón y no Ay, último sucesor de Tutankamón. Como egiptólogo holandés Jacobus Van Dijk señala:
No hay ninguna indicación de que Horemheb siempre tuvo la intención de tener éxito Tut'ankhamun, obviamente ni siquiera él podría haber predicho que el rey iba a morir sin descendencia. Debe siempre han entendido que su nombramiento como príncipe heredero terminaría tan pronto como el rey un heredero, y que iba a tener éxito Tut'ankhamun sólo en la eventualidad de una temprana y / o la muerte sin descendencia del soberano. No puede haber ninguna duda de que nadie superó el Príncipe Heredero del Alto y el Bajo Egipto y el diputado del rey en la tierra entera, excepto el propio rey, y que Horemheb fue derecho al trono una vez que el rey había muerto inesperadamente sin problema. Esto significa que es Ay de no adhesión de Horemheb que exige una explicación. ¿Por qué era Ay capaz de ascender al trono a la muerte de Tut'ankhamun, a pesar de que Horemheb tenía en ese momento ya ha sido el heredero oficial al trono desde hace casi diez años? "
El anciano visir Ay marginado afirmación de Horemheb al trono y en vez sucedió Tutankamón, probablemente debido a Horemheb fue en Asia con el ejército en el momento de la muerte de Tutankamón. No hay objetos pertenecientes a Horemheb fue encontrado en la tumba de Tutankamon, mientras que los artículos donados por otros funcionarios de alto rango, como Maya y Nakhtmin se encontraron en la tumba KV62 por los egiptólogos. Además, la reina de Tutankamón, Ankhesenamun, se negó a casarse con Horemheb, un plebeyo, y así convertirlo en rey de Egipto. Después de haber empujado a las reclamaciones de Horemheb lado, Ay procedió a nombrar al mencionado Nakhtmin, que era posiblemente el hijo de Ay o hijo adoptivo, a sucederlo en vez de Horemheb.
Tras el reinado de Ay, que duró un poco más de cuatro años, Horemheb logró hacerse con el poder, presumiblemente, de su cargo de Comandante del Ejército, de asumir lo que debe haber percibido que fuera su justa recompensa por haber servido bien a Egipto bajo Tutankamón y Ay. Horemheb eliminado rápidamente reclamo rival de Nakhtmin al trono y dispuso que de Ay WV23 tumba profanada por la rotura sarcófago de este último, cincelado sistemáticamente nombre y la figura de Ay de las paredes de la tumba y probablemente destruir la momia de Ay. Sin embargo, le perdonó la tumba de Tutankamon del vandalismo presumiblemente porque era Tutankamón que habían promovido su ascenso al poder y lo elegido para ser su heredero. Horemheb también usurpado y ampliado templo funerario de Ay en Medinet Habu para su propio uso y borró titulary de Ay en la parte posterior de una de 17 pies estatua colosal tallando su propio titulary en su lugar.

Reforma interna
Horemheb con Amón en el Museo Egipcio

Tras su adhesión, Horemheb inició una amplia serie de transformaciones internas de las estructuras de poder del reinado de  Akenatón, debido a la transferencia anterior del poder estatal de los sacerdotes de Amón a los funcionarios del gobierno de Akhenaton. Horemheb ordenó el "nombramiento de jueces y tribunos regionales... reintrodujo autoridades religiosas locales" y dividió el poder legal "entre el Alto Egipto y el Bajo Egipto "entre" los visires de Tebas y Memphis, respectivamente".
Estos hechos se registran en una estela que el rey erigió a los pies de su décimo pilón en Karnak. De vez en cuando llama  la atención “El Gran Edicto de Horemheb, que es una copia del texto del decreto del rey para restablecer el orden en las Dos Tierras y frenar los abusos de la autoridad estatal. Creación y destacada ubicación de la estela hace hincapié en la gran importancia que Horemheb coloca sobre la reforma interna.
Horemheb también reformó el ejército y reorganizó el Deir el-Medina poblado de trabajo en su séptimo año, mientras que Maya oficial de Horemheb renovó la tumba de Tutmosis IV, que había sido perturbada por los ladrones de tumbas en su octavo año. Mientras el rey restauró el sacerdocio de Amón, e impidió a los sacerdotes de Amón que se formaran un dominio absoluto sobre el poder, por los sacerdotes deliberadamente en su reelección que en su mayoría provenían del ejército egipcio desde que podía confiar en su lealtad personal. Horemheb era un constructor prolífico que erigió numerosos templos y edificios en todo Egipto durante su reinado. Construyó el Segundo, Noveno y Décimo Pilones de la Gran Sala Hipóstila, en el Templo de Karnak, utilizando reciclados talatat cuadras de Akhenaton propios monumentos aquí, como material de construcción para las primeras dos Pilones.
Debido a su ascenso inesperado al trono, Horemheb tuvo dos tumbas construidas por sí mismo: la primera - cuando era un simple noble - en Saqqara cerca de Memphis, y la otra en el Valle de los Reyes, en Tebas, en la tumba KV57 como rey. Su esposa principal fue la reina Mutnedjmet, que puede haber sido la hermana menor de Nefertiti. No se sabe si tubo hijos con su primera esposa, Amenia, que murió antes de que Horemheb asumió el poder.
La explanada de Menfis de Horemheb tumba en Saqqara.


La política nacional:

El Rey Eje de Haremhab siguió después de su muerte (a principios del verano de 1305, o incluso 1319 d. C.) en el trono de Egipto y dejó su gobierno a fines del verano del mismo año en Luxor durante el curso de Theban Opet-Festes por el dios Amun confirmar. Después de que Rolf Kraus en SAK 23 encontró la adhesión de Horemheb según el Ostrakon IFAO 1254   posiblemente celebrado entre el IV. Peret 28 y I. Shemu 13.


Decreto Rey Haremheb s sobre la restauración de la justicia: 

El rey ordenó por su famoso decreto alrededor de 1300 a. C. Que contenía información detallada sobre la reorganización de parte de la administración estatal y los tribunales, la eliminación de la mala administración por corrupción. Las reformas tenían como objetivo principal descentralizar el gobierno y restaurar el orden después de la agitación del período de Amarna. U. a. El poder judicial también se reorganizó y los dignatarios de las ciudades se reorganizaron. 
Esta "estela renovada" de arenisca fue descubierta por Gaston Maspero en 1882 frente al X Pilón en el Templo de Karnak (Templo de Mut). Desafortunadamente, hoy está en muy malas condiciones: muchas piezas se han desprendido de la estela de 5 metros de altura y la mitad izquierda con el final de las líneas falta por completo. Los cartuchos reales en el texto y la mayor parte del campo de la imagen con las escenas de sacrificio se pierden hoy. La estela ( in situ ) mide hoy solo 2.83 m de altura (el fragmento principal 2.50 m): la superficie está severamente erosionada. 
En Abydos había una estela fragmentaria con un duplicado del texto de la estela de Karnak, pero también en mal estado. 
El decreto fue dictado por Haremhab a un escriba y la interpretación jeroglífica en la estela parece corresponder a la redacción que el rey dictó en ese momento y reprodujo en papiro como un decreto real enviado a las autoridades competentes. En la estela, el decreto ha sido enmarcado por un escriba de la cancillería real con una introducción y un epílogo. Finalmente, el propio rey toma la palabra al final del texto, por lo que el autor del texto no ha logrado del todo una composición unificada, ya que primero deja que el rey diga su intención en una narración general, pero el rey se vuelve inmediatamente al grano. a lo que él le da gran importancia: el establecimiento de jueces y tribunales.
Sin duda, el decreto fue escrito por un abogado sacerdotal y él tiene el lenguaje de las leyes, y como tal está dividido en secciones que comienzan y concluyen con una determinada fórmula. La interpretación de este decreto ha recibido varias críticas.

Decreto del rey Haremhab sobre la restauración de la justicia:
El decreto o edicto es una estela de arenisca en el muro norte de la torre occidental del 10º Pilón. Por lo tanto, este decreto era "público" accesible. Helck (el análisis del texto de Helck, que significa que el guión de restauración de Tutankamón fue similar al de Helmut, 1995, 115; Helck 1973, 264) asumió que la autoría del Rey Tutankamón fue rechazada por Andrea Maria Gnirs en "SAGA 17", Un objetivo positivo en este decreto es la Guardia del Palacio Real, que recibe privilegios, como un pago regular de 10 días y recompensas, así como una recepción por parte del Rey de la "Ventana de Apariencia". Además, a los soldados se les prometen mejores condiciones en su servicio como un "permiso de hogar confortable" con muchos "movimientos libres". 
Sin embargo, en su decreto, Haremhab también critica fuertemente a la administración legal y a los cortesanos y penaliza la malversación de oro. Los "pobres" deben ser salvados por los funcionarios y el "secuestro irregular como esclavo debe considerarse un acto de violencia".

El texto relevante del decreto se divide en seis secciones y contiene:
1. Una introducción a la legitimación de la toma del poder de Haremheb a nivel divino;
2. Párrafos de ley para proteger a los sujetos contra los funcionarios públicos; 
3. El establecimiento de tribunales independientes e incorruptible;
4. Una reglamentación de la guardia real; 
5.  Sobre la administración del palacio: la pomposa aparición de los funcionarios de la corte restringido y la etiqueta de la XVIII dinastía restablecida. 
6. Las acciones de Haremhab son legitimadas por los dioses.

Amón lleva una corona con las dos plumas altas y se llama así:
"Amun Re, Rey de los Dioses, Señor del Cielo, [¿Primero?] De los Nueve de los Dioses".   Él habla: "Palabras para hablar: te he dado toda la vida, la duración, la salvación, toda la salud, toda la alegría, como Re eterna". En la imagen de la derecha, solo se han conservado los nombres de Amón: "Amón Re, señor de Nesut - tawi (Karnak), señor del cielo, gobernante de weset (Tebas)".
Es de destacar que desde el reinado de Akhenaton, los militares se convirtieron cada vez más en los portadores reales del estado. Una carrera en el ejército ahora ofrecía mejores oportunidades de carrera que una carrera dentro del servicio civil. También lo hizo el rey Haremhab en puestos de sacerdote anteriormente vacantes o recién creados exfuncionarios del frente:   El comandante de la fortaleza "Paremhab", por ejemplo, recibió el cargo de sumo sacerdote del Re Heliopolis y en un grupo de estatuas en el Museo Egipcio/Turín, No. 1379, el rey informa que ha nombrado hombres que anteriormente habían servido en el ejército como sacerdotes de limpieza y presbiteriales en varios templos del país.  
En el momento de Haremhab, el ejército constaba de dos divisiones, Haremhab estableció otra división. Con el rey Ramsés II, el ejército constaba de cuatro divisiones. 
Su tarea principal vio a Haremhab en la pacificación y reorganización del país y la reforma de la administración. Tebas fue abandonada como residencia y esto regresó a Memphis. 
A nivel nacional, el intento es una característica de "equilibrio entre tradición y revolución". Haremhab, un hombre de razón práctica, al principio de su reinado parece haber construido incluso en Amarna, donde construyó los templos para. Reutilice las piedras en sus propios proyectos de construcción. En el santuario del gran templo de Aton en Achet-Aton se encontraron fragmentos de una base de estatua hecha de piedra caliza. Esto mide 10 cm de altura a una longitud de 55 cm. La superficie está desgastada y no hay residuos de color. El fragmento lleva una sola línea, inscrita con líneas de línea, que el nombre del trono de Haremhabs con una acumulación de Titulaturas".El nombre es solo el elemento del título y el complemento recibido. 
Haremhab, a través de su enérgica apariencia de la corona, dio un nuevo prestigio y, gracias a su enérgico gobierno, dio un nuevo impulso al país, que parecía haber perdido algo de sus predecesores. Sin embargo, debe decirse en honor a todos los Tutankamones y también a Ays, que no hizo nada más en todos sus esfuerzos, lo que ya han hecho. Pero tal vez estaba en su represión despiadada y su reinado más largo (en contraste con sus dos predecesores) probablemente más exitoso. 
Probablemente durante su reinado había sido difícil encontrar suficientes hombres adecuados para los departamentos más importantes del estado, menos para los artistas y artesanos, sino para el sacerdocio y el servicio civil, que dos veces habían sido "limpiados". La continuidad de la capacitación se interrumpió y, por lo tanto, carecía del estado tanto de los antiguos funcionarios como de la descendencia recién entrenada. Haremhab, por lo tanto, dependía del ejército, como es entendible por sus antecedentes militares. Incluso ocupó los sacerdotes con la "selección del ejército". Del mismo modo, las oficinas estatales más altas también contaban con oficiales que, después de mostrar los nombres de sus padres, a menudo eran de origen extranjero. También su sucesor Haremhab eligió de esta capa.  Como él mismo no tenía heredero al trono, estableció a su generalísimo "Paramessu" como heredero del trono, al darle el título de "Iripat".
Paramessu fue el primer militar, también la oficina del visir. En la época de Haremheb, el vizierate no estaba dividido en el Alto y Bajo Egipto, una circunstancia que convirtió al titular de este cargo en un hombre muy poderoso en el estado. Dotado con el título de "Boca Suprema", Paramessu dirigió todos los asuntos legales y administrativos del estado desde Memphis.

Reinado: 26/27 años o 14 años
El reinado de este faraón es un tema de debate entre los estudiosos.
Fechas claramente más altas conocidas de Horemheb son un par de etiquetas  de vinos de las bodegas de este rey en el año 13 y año 14, que se encuentra en su tumba real en el Valle de los Reyes. Se cree tradicionalmente que la fecha más alta del año de Horemheb es probable atestiguada en un anónimo hierático pintado escrito en el hombro de una estatua ahora fragmentada de su templo funerario en Karnak, que menciona la aparición del propio rey, o una estatua de culto real que representa el rey , para una fiesta religiosa. El grafito en tinta se lee año 27, primer mes de Shemu día 9, el día en que Horemheb, que ama a Amón y odia a sus enemigos, entró en el templo para este evento.
(JNES 25[1966], p. 123) Donald Redford, in a BASOR 211(1973) No.37 observa que el uso del nombre de Horemheb y la adición de un largo "Meryamun" (Amado de Amón) epíteto en el esgrafiado sugiere una vida, rey elogiado en lugar de uno largo fallecido.
El egiptólogo Rolf Krauss, en un 30 (1994) de papel DE, argumentó que esta fecha puede muy bien reflejar la adhesión de Horemheb en una fiesta o un día festivo fue tradicionalmente proclamación en honor a la fecha de adhesión de un difunto o un rey actual. Krauss apoya su hipótesis con la evidencia de la Ostraca IFAO 1254 que fue publicado inicialmente por Jac Janssen en una BIFAO 84 (1984) de papel bajo el título "Un error curioso". La ostraca registra el número de días en que un desconocido obrero de Deir el -Medinah estuvo ausente del trabajo y cubre el periodo comprendido entre el año 26 III Peret días 11 al año 27 II Akhet día 12 antes de romper. El hecho significativo es que un cambio de año se produjo en la ostraca del año 26 al año 27 en todo el intervalo IV Peret días 28 y yo Shemu día 13 La fecha de año 27 de Horemheb se encuentra dentro de este intervalo y reflejaría la fecha de la adhesión de Horemheb, es lo que Krauss sugiere. La fecha de la adhesión de Ay se produjo en algún lugar en el mes de III Peret. Manetón da u reinado de Ay de 4 años y 1 mes, este gobernante habría muerto en algún momento del mes de IV Peret o la primera mitad del I Shemu. Este es precisamente el periodo de tiempo que señala en la Ostraca IFAO 1254. El hecho de que la ostraca registra el caso de un solo trabajador en lugar de todo un grupo de trabajadores significa que el escriba de la necrópolis no se puede presumir - a primera vista - que ha cometido un error de datación en alterando la fecha del rey desconocido Año en el intervalo entre 28 y IV Peret me Shemu 13.
Sin embargo, es manifiestamente evidente de un estudio minucioso de Manetón que no reconozca el último mes del reinado de un rey (y su muerte) en el contexto de un año desde la fecha de la adhesión del faraón. Eso sólo se hizo en citas civiles sobre un documento o un monumento. Manetón suministra años de reinado enteros y luego dio el mes en el que el rey murió (si pensaba que lo sabía) ajuste de cuentas desde el principio de ese año. Por ejemplo, el historiador (erróneamente) pensó que Hatshepsut debía haber muerto en el noveno mes del año, porque sabía que Tutmosis III tuvo éxito en el Día 4 del primer mes de verano (el noveno mes del calendario civil), la asignación de ese modo a ella un reinado de 21 años y 9 meses. (Marianne Luban) (Marianne Luban).
Un relieve de pared de Horemheb haciendo una ofrenda a Amón en el décimo pilón en Karnak.

Janssen, en su artículo original BIFAO, señaló el hecho curioso de que no hay faraones del Imperio Nuevo conocidos que reinaron durante un cuarto de siglo incluyendo Ramsés II y Ramsés III que tuvieron su fecha de adhesión en este marco de tiempo y sugiere el cambio de año que se cometió un error en nombre del escriba. Luego atribuyó la ostraca de Ramsés III, cuya adhesión fechada estaba yo Shemu días 26 y expresó su opinión de que el escriba podría tener inadvertidamente implementado el cambio de año dos semanas antes en su lugar. Janssen también observó que la paleografía de la ostraca sugiere una fecha en la dinastía 20 en parte porque seguía la forma del nuevo reino después de la escritura y, debido a su procedencia en la región de Gran Putit, que cuenta con numerosas ostracas de la dinastía 20. Sin embargo, esta forma de escritura también se atestigua en monumentos de Ramsés II y sería, por lo tanto, no puede ser inesperado encontrar en un documento desde el final de la dinastía 18 desde la transición de la Edad del Nuevo Reino en el Formulario del Nuevo Reino de escritura ya había ocurrido antes de la final del reinado de Horemheb, como Frank Yurco señaló una vez. De hecho, la referencia paleográfica de Janssen por su papel-Prof. Georges Posener-él mismo sugirió una fecha en la 19a dinastía, debido a la forma de la FSM (ausente) y akhet (inundación) de texto. Como escribe el propio Janssen, unos ostracas dinastía 19a se han encontrado en la zona de Grand Putit antes de la explotación intensiva de la 20a dinastía de esta región. Esto no excluye alguna obra tardía dinastía 18a aquí tampoco. En segundo lugar, tanto Janssen y Krauss expresan en sus trabajos que la escasez relativa del texto hierático en la Ostraca IFAO 1254 se opone a una datación clara del documento del reinado de Ramsés III y que la paleografía, en general, no da una fecha precisa para la creación de un documento. Por lo tanto, una actualización de la ostraca al reinado de Horemheb, sobre la base del cambio de año es eminentemente plausible. En otros asuntos, una pintura fragmento de pared dañada de la colección Petrie informa, menciona 15o o 25o Año de Horemheb.
Otro texto importante, la inscripción del Mes, registra que una decisión de un caso judicial que se dictó a favor por una rama de la familia rival Mes 'en el año 59 de Horemheb. Dado que la inscripción Mes fue compuesta durante el reinado de Ramsés II, cuando los Faraones de Amarna-era fueron borrados de las listas reales oficiales, la fecha de Horemheb años 59 comprende, ciertamente, el largo reinado de casi 17 años de Akenatón, el reino independiente de 2 años de Neferneferuaten, el reinado 9 años de Tutankamón y el reinado 4 años de Ay. Una vez que todos estos reinados de los gobernantes se deducen de la fecha en el año 59, Horemheb todavía podría haber disfrutado de un reinado de 26 a 27 años con facilidad.
En una conocida Conferencia de Gotemburgo, Suecia en 1987, Kenneth Kitchen astutamente señaló que cualquier intento de justificar la fecha de Horemheb año 59 como un "error del escriba" no tiene en cuenta la serie larga y voluminosa de la cotización de los procesos judiciales y reveses legales que la familia Mes soportó con el fin de recuperar el control sobre ciertas tierras valiosas que habían sido robadas de la línea de su familia. De hecho, es probable que Mes ordenó la disputa legal prolongada, que se presenta como una serie de declaraciones judiciales y testimonios de varios demandantes y testigos, para ser inscrito en sus paredes de la tumba con el fin de crear un registro permanente ('tallado en piedra') de su lucha finalmente victoriosa de la familia para recuperar a estas tierras. Mes, por lo tanto, difícilmente podría esperarse que olvidara el principio de tribulaciones legales de su familia en el año 59 de Horemheb. Kitchen también señala en su artículo que los proyectos de construcción extensos de Horemheb en Karnak apoyaron la teoría de un largo reinado de este faraón e hicieron hincapié en que "un buen número de monumentos privados sin fecha a finales de la Dinastía 18, de los que están en Egipto y Museos del mundo deben, de hecho, pertenecen a su reino". Horemheb, por lo tanto, probablemente se asumió que murió después de un reinado mínimo de 27 o, como máximo, 28 años. El Epítome de Manetón asigna una longitud de reinado de 4 años y 1 mes a Horemheb y esto por lo general se asigna a Ay. Sin embargo, ahora se cree que la cifra debe ser planteada por una década y no a 4 años y 1 mes que atribuye a Horemheb en cambio, como pretende Manetón.

Nueva longitud reinado de Horemheb
However, the most recent archaeological evidence from 3 excavation seasons conducted under GT Martin in 2006 and 2007 establishes that Horemheb most likely died after a maximum reign of 14 years based on a massive hoard of 168 inscribed wine sherds and dockets recently discovered below densely compacted debris in a great shaft (called Well Room E) in this king's royal KV57 tomb.Sin embargo, la más reciente evidencia arqueológica de 3 temporadas de excavación llevada a cabo bajo GT Martin en 2006 y 2007 establece que Horemheb muy probablemente murió después de un reinado máximo de 14 años basado en una acumulación masiva de 168 tiestos y expedientes de vino inscritos recientemente descubierto debajo de los escombros densamente compactados en un gran eje (llamado Bueno Sala E) en la tumba real KV57 de este rey. De los 46 fragmentos de vino con las fechas de año, 14 tienen nada más que la fórmula va del año, 5 expedientes tienen Año 10 + X, 3 expedientes tienen Año 11 + X, 2 expedientes preservar Año 12 + X y 1 expediente tiene un año 13 + X. Mientras tanto, 22 expedientes "mencionan el  año 13 y 8 tienen Año 14 [de Horemheb]" pero ninguno menciona una fecha más alta para Horemheb.
The full text of the docket reads are identical and reads as:El texto completo de la agenda es idéntico y dice así:
"Año 13 vino de la finca de Horemheb-meren-Amón, LPH, en el dominio de Amón. Jefe vinicultor Ty".
Mientras tanto, el año 14 los expedientes, por el contrario, son individuales y mencionan vinos específicos tales como "vino de muy buena calidad" o, en un caso, "vino dulce" y la ubicación de la viña se identifica. Un ejemplo general es este texto en un vino de expediente Año 14:
"Año 14, buen vino de calidad de los bienes de Horemheb-meren-Amón, LPH, en el dominio de Amón, desde el viñedo de Atfih, jefe bodeguero Haty".
Varios rxpedientes del año 14 mencionan Memphis (?), La orilla occidental del río, mientras que sus viticultores se nombran como Nakhtamun, [] Mer- Seger-hombres, Ramose y otros.
La "calidad y consistencia de los expedientes de la tumba KV57 sugieren fuertemente que Horemheb fue enterrado en su año 14, o al menos antes de la cosecha de vino de su año 15 como muy tarde".  Esta evidencia es consistente "con los expedientes de Horemheb en Deir el-Medina que mencionan Años 2, 3, 4, 6, 13 y 14, pero de nuevo no hay fechas superiores"... mientras que un expediente atribuido a Horemheb de Sedment tiene 12 años" La falta de inscripciones fechadas para Horemheb después de su año 14 también explica el estado inacabado de tumba real KV57 del Horemheb - "un hecho no tenido en cuenta por cualquiera de esos [estudiosos] la defensa de un largo reinado [de 26 o 27 años]. La tumba es comparable a la de Seti I en tamaño y técnica de decoración, y la tumba de Seti I es mucho más amplia decorada que la de Horemheb, y sin embargo Seti logró completar prácticamente su tumba dentro de una década, mientras que Horemheb ni siquiera logra plenamente la decoración de las tres habitaciones que pensaba haber hecho, dejando incluso la sala de sepultura sin terminar. Incluso si asumimos que Horemheb no comenzó el trabajo sobre su tumba real hasta su año 7 u 8,... sigue siendo un misterio cómo no podría haber sido completado el trabajo si había vivido durante otros 20 o más años."  Por lo tanto, el reinado de Horemheb se ha determinado y aceptado hoy por la mayoría de los estudiosos de 14 años y 1 mes-Manetón le había asignado un reinado de 4 años en su Epítome y 1 mes-basada en la evidencia clara de las etiquetas para envases de vino y la falta de fechas más allá de su año 14, pero esta cifra debe ser criado por una década. Como para el Año 27 esgrafiado hierático en el templo funerario de Horemheb en Medinet Habu y la fecha en el año 59 de la inscripción de Mes, Van Dijk sostiene que la primera fecha probablemente inaugurado una estatua de Horemheb durante el año 27 de Ramsés II o III en el templo de Horemheb, mientras que la última fecha del mes "difícilmente puede ser tomada en serio, y de hecho no se toma en sentido literal por incluso los más firmes partidarios de un largo reinado" de Horemheb ya que no existía la práctica Egptian estándar de incluir los años de todos los gobernantes entre Amenhotep III y Horemheb como Wolfgang Helck deja claro. 


Política Exterior:

La política exterior de Haremhab en Siria es más compleja que la política interna, en su mayor parte, solo escuchamos de fuentes hititas. Dado que la cronología egipcia y hitita no está firmemente entrelazada y la interpretación de diferentes procesos es controvertida, existen diferentes reconstrucciones. La secuencia de eventos es muy controvertida, y no es seguro qué se remonta al reinado de Horemheb. En cualquier caso, la epidemia de peste en la tierra de Hatti salvó a Egipto de nuevas invasiones hititas. 

El rey Haremhab emprendió una campaña poco después de su adhesión a Nubia. El objetivo principal de esta empresa era confirmar el poder recién ganado en la parte sur del país. Se pueden encontrar representaciones en el templo de roca de Silsile creado por el rey Haremhab.   

Este tren a Nubia y un viaje comercial a Punt son todo lo que sabemos sobre la política exterior de Haremhab. Se puede suponer que el reinado de Horemheb fue un "tiempo de descanso" después de que se omitiera la amenazante campaña del rey hitita Shupiluliuma como resultado de la peste y la agitación interna en el Imperio hitita.
Sabemos poco sobre la política exterior oficial de Haremhab. DB Redfort tiene en dos artículos la inscripción de una cáscara de granito moteada plana y probablemente encontrada en Memphis, que apareció por primera vez en 1973 en el comercio de arte. Se dice que este tazón de granito en el que hay una inscripción privada (fórmula de sacrificio de un Stalloberst que ya no está ocupado) perteneció a la familia de un propietario anónimo durante generaciones. Lt. Se dice que la inscripción de este cuenco de piedra convirtió a 'Haremhab en su decimosexto año de gobierno en la primera campaña asiática que lo condujo en la ruta Byblos en la región de Karkemisch. El maestro de establos real Sen-nefer llamó en este contexto en su oración por sí mismo a los cuatro dioses semíticos occidentales Astarte, Anat, Reschef y Qudsu.
La indicación de la campaña militar de Haremhab, que lo llevó específicamente a la región Karkemisch, se confirma en los anales del rey hitita Muršili II. Según la información allí, una rebelión en Karkemish tuvo lugar en el séptimo año del reinado de Muršilis, que Haremhab se apresuró a ayudar, pero fue derrotado por los hititas. Para la cronología, esto equivale al décimo año de reinado de Haremhab con la asunción del trono de Mursili, que también registra un eclipse solar en su décimo año de reinado. 
La mención del eclipse solar condujo a una variedad de enfoques de datación entre los egiptólogos y asiriólogos. Ursula Kaplony-Heckel, Edward Wente, Eduard Meyer, Emil Forrer y DB Redford se refieren en sus cronologías a la consideración de los posibles eclipses solares. Otros historiadores no toman la información del cuenco de piedra ni los posibles eclipses solares, razón por la cual información divergente sobre el reinado de Haremhab. 
Según Redford (ISSEA 4, Número 1, 1973 y BASOR 211,1973, la autenticidad de la inscripción no puede ser puesta en duda desde un punto de vista filológico, la mención de la primera campaña real bajo el Rey Haremhab en su decimosexto año también correspondería a la imagen general de su gobierno, según el Inicialmente, se dedicó solo al proceso de reforma sociopolítica. 
Sin embargo, algunos científicos dudan de la autenticidad de este cuenco de piedra y su inscripción, y algunos sospechan que se trata de una inscripción moderna.


Funcionarios bajo Haremhab:
Oficiales bajo Horemheb
Paramessu (más tarde Ramsés I)  

Jefe de la tropa de carros,
Visir de Oberu. Bajo Egipto,
Diputado de Su Majestad en el Alto y Bajo Egipto,
Boca / Lengua Satisfactoria en todo el país "
KV 16
Maya Tesorero del Alto Egipto Saqqara
Amen-em-inet Comandante en jefe del ejército,
comandante de las fuerzas de proa
Saqqara - sin descubrir
Analizador (I.) Vizekönig von KuschVirrey de Kush unbekanntdesconocido
Ramose II Jefe de todos los trabajos de construcción en Oberu. Bajo Egipto,
cabeza de todos los monumentos de Su Majestad,
cabeza d. Trabajos de construcción de Amun,
jefe de los trabajos de construcción en todos los monumentos de Amun.
TT 166    - Dra Abu el-Naga
Roy / Raj Secretario, maestro de dominio la posesión de Haremhab y Amun TT 255 - Dra Abu el-Naga
Hatiai Supervisor de los profetas de todos los dioses,
el Profeta Supremo de Sobek,
escriba en el Templo del Mes.
TT 324 - Tebas-Oeste
Mes de usuario Visir del Bajo Egipto (?) Saqqara - sin descubrir
Nebamun Visir posiblemente ya bajo Haremhab desconocido
Paraemhab (I.)   Comandante de Fortaleza,
Jefe de la Boca del Río (del Mar),
Sumo Sacerdote de Re en Heliópolis
desconocido
Sakeh Presidente del Rey,
señor de la ciudad de Memphis.
desconocido
Tchoutchou / Thihu                                                                         Arztmédico Saqqara
Tai caballerizo del rey Probable. Saqqara, sin descubrir
Ptahemheb Escribano de la Mesa del Señor de las Dos Tierras, líder de las festividades de Osiris. desconocido
Ipuja / Ipuia Jefe de los talleres y orfebre superior. Saqqara ( S 2730)
Djehutj escriba real,
sumo sacerdote de la señora de los dos países
desconocido
Nahuher Administrador del Palacio Real (hermano de Maya) desconocido
Sachu Alcalde de Memphis,
Presidente Real,
desconocido
Ramose (IV.) Secretario del ejército de regente,
ayudante personal
desconocido
Msw (Mesu / Mosu) jefe supremo de las obras del monumento de su maestro (nombrado en Gebel el-Silsile) desconocido
SEMATAUI Escritor privado de su maestro desconocido
Amenhotep Huy Gobernador del oasis de Bahariya. Garet-Helwa / Qaret Hilwah

Sucesión
Bajo Horemheb, el poder y la confianza de Egipto fueron una vez restaurados después del caos interno del período de Amarna esta situación sentó las bases para el surgimiento de la 19ª dinastía bajo tales faraones ambiciosos como Seti I y Ramsés II. Se cree que Horemheb pudo haber intentado, sin éxito, ser padre de un heredero al trono ya que la momia de su segunda esposa se ​​encontró con un feto en ella. Geoffrey Martin en su trabajo de excavación en Saqqara establece que el entierro de la segunda esposa de Horemheb Mutnedjmet se encuentra en la parte inferior de un eje para las habitaciones de Saqqara la tumba de Horemheb. Él señala que "un fragmento de un vaso de alabastro con inscripciones de un texto funerario de la cantora de Amón y la esposa del rey, Mutnodjmet, así como piezas de una estatuilla de ella [se encontraron aquí]... El jarrón funerario en particular, ya que lleva su nombre y títulos difícilmente habría sido utilizado para el entierro de alguna otra persona".
Análisis de expertos posteriormente demostraron que los huesos representan una parte del cráneo y otras partes del cuerpo, incluyendo la pelvis, de una hembra adulta que había dado a luz varias veces. Además, había perdido todos sus dientes en su temprana vida, y por lo tanto sólo era capaz de comer alimentos blandos durante gran parte del tiempo. Ella murió en sus cuarenta y tantos años, tal vez en el parto, ya que con sus huesos eran los de un feto o recién nacido. Los saqueadores de tumbas habían arrastrado evidentemente las dos momias, madre e hijo, de la cámara funeraria de abajo y roto y abiertas en la sala de columnas anteriormente. El balance de la probabilidad, teniendo en cuenta la evidencia de los objetos inscritos para Mutnodjmet, es que los huesos adultos son los de la propia reina y que ella murió en el intento de dar a su marido el Faraón un heredero al trono.
Desde que Horemheb permaneció sin hijos, nombró a su visir, Paramesse para sucederle a su muerte, tanto para premiar la lealtad de Paramesse y porque éste tenía un hijo y nieto para asegurar la sucesión real de Egipto. Paramesse empleó el nombre de Ramsés I, al asumir el poder y fundó la 19a dinastía del Imperio Nuevo. Mientras que la decoración de la tumba de Horemheb KV57 estaba todavía inacabada a su muerte, esta situación no tiene precedentes: La tumba de Amenhotep II tampoco fue totalmente completada cuando fue enterrado, pero este gobernante disfrutó de un reinado de 26 años.

Djeser-Kheperu-Ra (aprox. 1319-1292) fue considerado clásicamente como el último faraón de la dinastía 18. De hecho, constituye el inicio de la dinastía 19, y uno puede incluso decir que constituye una dinastía completamente en sí misma.
Al no  haber tenido hijos, fue elegido sucesor su fiel compañero de armas, Pa-Ramessu (el futuro Ramsés I), después de haber concebido la grandeza de un hijo, que en el futuro sería Sethy I.



Próximo Capítulo: Dinastía XIX - Primera Parte


Bibliografía
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